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Actualmente vivimos sometidos a varios pensamientos ideológicos.

Estos constituyen el quienes somos, incluso nos brindan una pauta del
tipo de “éxito” que tendremos dependiendo del contexto
socioeconómico donde nos tocó nacer.
La realidad es que vivimos en un país dominado por la idea política del
“capitalismo”. Idea que se basa en la propiedad privada, en la
generación de riquezas y en la asignación de los recursos a travez de
un mercado.
Del capitalismo se desprenden muchas otras ideas como el
“consumismo”, “la idea de que el éxito se encuentra en obtener
muchas posesiones” y la visualización de ver al ser humano como
“capital humano” o mejor ducho como una herramienta de producción.
Podemos profundizar más en este tema, no obstante considero
necesarios estos arquetipos para entender que tan sometida esta
nuestra mente a este sistema político.
Gracias al famoso “sistema capitalista” nosotros no somos
visualizados como el jugador de ajedrez en el juego de la vida, puesto
que, somos las piezas del juego, quitando nuestra libertad de elegir lo
que queremos hacer con una economía imposible de suplir.
No se ustedes, pero yo no quiero vivir mis 70-80 años si bien me va
siendo esclavo del sistema, yo quiero vivir libremente. No esto
diciendo que sea posible salir del sistema económico en el que
vivimos, claro que no. Necesitamos trabajar para poder comer. Hablo
de una libertad más profunda y poderosa que algo físico. Estoy
hablando de la libertad que proviene del espíritu, alma y mente.
Jesus nos prometió que todo aquel que creyera en su sacrificio sería
totalmente libre. Llegar a esa libertad requiere de un compromiso firme
en buscar y permanecer en la palabra de Dios.
Jesus nos dice, yo te ofrezco la libertad, pero esta en ti caminar en la
verdad que te hace libre.
El filosofo Hegel tiene una frase que me encanto que dice “No somos
libres por estar fuera de la ley, somos libres por tener la libertad
de elegir que ley seguir”.

Romanos 12:2 nos dice “No se amolden al mundo actual, sino sean
transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán
comprobar (Ojo) (No ENTENDER) cuál es la voluntad de Dios, buena,
agradable y perfecta. En pocas palabras, tienes el poder de elegir
libremente bajo que ley vivirás. ¿Seguiremos bajo la ley y
recompensas humanas? Oh ¿Nos adentraremos a vivir la ley de Dios
y comprobaremos que vida es la que dicta su voluntad.

Como dije hace unos minutos, vivimos bajo la influencia del


capitalismo lo que provoca que vivamos sujetos a varios de sus
ideales como el consumismo, el éxito material y el trabajo. Todo con el
fin de tener una vida “prospera y feliz”. En pocas palabras la
idiosincrasia de nuestra sociedad es que la felicidad junto con la
plenitud esta en tus posesiones.
Si no me crees quiero que visualices que pasaría si te quitaran todas
tus posesiones materiales, incluso podemos darnos cuenta si esta
idea gobierna nuestra vida analizando cual es nuestro humor a final de
quincena o cuando se esta acabando el dinero. Hay una frase que me
repugna un poco hablando del matrimonio que dice “Cuando el
hambre entra por la puerta, el amor sale por la ventana”. Que fiasco de
idea, pero que horrible realidad, el hecho que muchos matrimonios
hacen un pacto con su pareja y dicen “En la riqueza o en la pobreza,
en la salud o enfermedad, en las buenas y en las malas”. Pero no,
como nuestra plenitud se basa en lo que tenemos es fácil confundir el
amor con la prosperidad. Aquí podemos alzar nuestra mirada a la
realidad del mundo y decir “Benditas ideas humanas”.

No obstante, ¿Qué nos enseña Jesús acerca del como vivir en la


sociedad?

Si bien la Biblia nos enseña que debemos ser responsables con


nuestras vidas laboralmente, tanto así que en 1 Tesalonicenses 3:10
nos dice “El que no quiera trabajar, que tampoco coma”.
Pero también Jesús nos dice que debemos tener cuidado con la
avaricia que esta presente en todos los corazones.
En palabras más claras citaré a Lucas 12:15 ¡Tengan cuidado! -
advirtió a la gente-. Absténganse de toda avaricia; la vida de una
persona no depende de la abundancia de sus bienes.

Por otra parte, Jesús nos enseña a ser responsables con el gobierno
Mateo 22:21 “Denle al César lo que es del César y a Dios lo que es
de Dios”
¿Qué es lo del César y que es lo de Dios?
Al César le pertenece el consumismo, el éxito material, el trabajo, las
riquezas terrenales y todo esto.
Pero a Dios, le pertenecemos nosotros. Dicho esto, no podemos
seguir con la misma ideología del mundo si queremos pertenecer a
Dios.
»Ningún sirviente puede servir a dos señores, pues
menospreciará a uno y amará al otro o querrá mucho a uno y
despreciará al otro. Ustedes no pueden servir a la vez a Dios y a
las riquezas». Lucas 16:13.

Nuestra seguridad no depende de un sistema político, económico, ni


ideológico. Nuestra felicidad no depende de nuestros bienes ni de
cifras bancarías. Nuestra plenitud no depende de circunstancias.
Nuestra vida, depende de la esperanza de que Cristo viene pronto y
que Él tiene cuidado de nosotros.

Con todo esto quiero decirte tu libertad no esta en la tan famosa y


perseguida “Libertad económica”. Incluso decimos, si tuviera la libertad
financiera hiciera esto y lo otro. Empezaría proyectos, programas,
dedicaría más tiempo a Dios y a mi familia. Y esto no es del todo
cierto. Porque no va con nuestra naturaleza humana, el ser humano
siempre querrá más y más. Hoy pudieras decir que tú libertad
financiera esta en 30, 40 o 50 mil pesos al mes, pero una vez que lo
consigas vas a querer 60, 70 u 80 mil pesos al mes y así
sucesivamente porque como ya eh dicho somos “Esclavos del
sistema” y la única forma de salir de esa esclavitud es acercándote a
Dios.
Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón Mateo
6:21
En este día yo te pregunto a ti, ¿Dónde está tu tesoro?
Porque si estás en este lugar esperando a que Dios te haga rico
económicamente quiero decirte que estás muy equivocado, porque el
anhelo de Dios no es darte cosas materiales para que las disfrutes en
un tiempo finito. Dios nos da bendiciones eternas, nuestras riquezas
no son de este mundo y eso es lo que debemos de visualizar.
1 Pedro 1:3-9 NVI
“¡Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su
gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo mediante la
resurrección de Jesucristo de entre los muertos, para que
tengamos una esperanza viva y recibamos una herencia que no
se puede destruir, contaminar o marchitar. Tal herencia está
reservada en el cielo para ustedes, a quienes el poder de Dios
protege mediante la fe hasta que llegue la salvación que se ha de
revelar en los últimos tiempos. Esto es para ustedes motivo de
gran alegría, a pesar de que hasta ahora han tenido que sufrir
diversas pruebas por un tiempo. El oro, aunque perecedero, se
acrisola al fuego. Así también la fe de ustedes, que vale mucho
más que el oro, al ser acrisolada por las pruebas demostrará que
es digna de aprobación, gloria y honor cuando Jesucristo se
revele. Ustedes lo aman a pesar de no haberlo visto; y aunque no
lo ven ahora, creen en él y se alegran con un gozo indescriptible
y glorioso, pues están obteniendo la meta de su fe, que es su
salvación.”
No estoy diciendo que no te esfuerces por tener una calidad y estilo de
vida mejor, al contrarío te ánimo que sigamos trabajando, pero que
esa idea no te haga preso del mundo.

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