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Hubo quien dijo “recordar es vivir”.

Recordar a una
persona que ha pasado a mejor vida es algo
semejante a volver a vivir y vive para nosotros, con
vida autentica, nuestro recuerdo le devuelve la
belleza, la bondad, la virtud, todas las cualidades que
le adornaban y que lo hicieron en la vida, amable a sus
semejantes, afable para todos, amado y respetado,
estimado o venerado. El recuerdo es la gran fuerza
creadora de lo que ya no existe para nuestros
sentidos, pero sí para nuestro corazón.

Aunque yo en persona no te conocí, te conozco a


través de tu lucha. Yo te recuerdo en este día para
que vivas en mí y en todos los que me acompañan.

Ángel Grajales Montiel nació el primero de octubre


de 1898, en Palmira, Veracruz. Sus padres fueron
Serapio Grajales Lagunes y Agustina Montiel Jímenez,
con quien tuvo doce hijos: Ángel, Cesáreo, Elisa,
Leopoldo, antonina, Felipe, Agustina, Francisco, Julián,
David, Ángela y Alfonsa.

A raíz de la Constitución de 1857 se permitió a los


extranjeros la libre inversión de su capital en el país,
favorecidos por el presidente el general Porfirio Díaz
Mori, los inversionistas despojaron de sus tierras a los
nativos de la región, creándose así haciendas y
latifundios a la sombra del gobierno porfirista.

Los luchadores sociales mas reconocidos que


encabezaron el movimiento agrario en Tuxtepec
fueron Roberto colorado y Ángel Grajales Montiel.

El 22 de marzo de 1934, se expide el código agrario


y con él se inicia la formación del ejido de Tuxtepec,
nombrándose así al primer comisariado ejidal a partir
de ese año, de quien se dice que fue el señor Rafael
Carrera el primer encargado de presidir el ejido
Tuxtepec, sin embargo, se tiene pocos datos sobre
este personaje.

Fue hasta el año de 1937 cuando Roberto Colorado


es designado comisariado ejidal, fue él quien
previamente inició el proceso de transformar las
tierras en ejidos y recuperar estas a sus dueños
originales, pero es asesinado el 03 de febrero de 1941
por lo que implicaba la lucha agraria en perjuicio de
los terratenientes.
Posterior a estos hechos, su gran amigo Ángel
Grajales Montiel fue nombrado comisariado ejidal de
Tuxtepec y continuó con las gestiones hasta concretar
el fondo ejidal de Tuxtepec, sobre todo el
denominado “El castillo”, lugar donde actualmente se
encuentra la colonia que lleva su nombre.

Era la época del pistolerismo mexicano y tanto los


empresarios frutícolas como los nuevos caciques
regionales, mantenían el control a partir de grupos
armados.

Ángel Grajales Montiel fue baleado por la espalda


el 08 de noviembre de 1943, en este lugar. Su caballo
llego solo a la casa, la familia le encontró herido y lo
trasladaron a un hospital del puerto de Veracruz en
donde murió el 17 de noviembre de aquel año.

Hoy le recordamos en un aniversario luctuoso más,


reprochando la cobardía a quienes nos arrebataron a
un padre, un abuelo, un bisabuelo; por la ambición de
poder y riquezas. Y remembrando su lucha, ochenta
años después de su muerte, y en agradecimiento por
habernos otorgado un pedazo de tierra para nuestras
familias.

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