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El texto aborda los desafíos que enfrentan las ciudades del siglo XXI,

destacando el impacto del cambio climático, el crecimiento demográfico y las


migraciones campo-ciudad. Se señala la amenaza a los paradigmas
tradicionales de gestión del agua en las ciudades debido a factores como el
crecimiento poblacional, el envejecimiento de infraestructuras, colapsos en
sistemas de drenaje y contaminación de fuentes hídricas.
Para hacer frente a estos desafíos, se están desarrollando nuevas estrategias
urbanas que incorporan conceptos como sostenibilidad, resiliencia y
adaptación. Se destaca la necesidad de renovar los modelos de gestión del
agua urbana a través de cambios en políticas urbanas, enfoques de
investigación y diseño de infraestructuras. Se menciona la importancia de
comprender los procesos hidráulicos naturales y de imitarlos en el diseño de
estrategias para la gestión del recurso pluvial urbano.
Se hace referencia al concepto de "quinta infraestructura", que se refiere a los
sistemas de conducción de agua pluvial integrados con el diseño urbano y de
uso multifuncional. Se destaca la Water Sensitive Cities como un concepto
australiano que ha influido a nivel mundial, promoviendo la armonía entre la
planificación hidrológica y el ordenamiento urbano, proponiendo un cambio
significativo en la visión tradicional del diseño urbano a nivel global.
El proceso de investigación constó de cuatro momentos. En primer lugar, se
revisaron documentos oficiales de agencias del gobierno australiano, como el
Cooperative Research Center for Water Sensitive Cities (CRCWSC), así como
artículos de investigación de universidades australianas. En segundo lugar, se
evaluó el impacto del concepto de Water Sensitive Cities en agencias
mundiales y centros de investigación de otros países. Tercero, se valoraron los
resultados y se elaboró el discurso. Cuarto, se interpretaron los resultados y se
redactaron las conclusiones.
El concepto de Water Sensitive City, originado en Australia, se considera el
estado ideal de la ciudad en términos de habitabilidad, productividad,
sostenibilidad y resiliencia frente a inundaciones y acceso sostenible al agua.
Este enfoque interactúa con el ciclo natural del agua, fomenta el uso de
diversas fuentes hídricas, protege la salud de los cuerpos de agua y la
biodiversidad asociada, y crea espacios públicos que gestionan y utilizan aguas
pluviales, aportando a la estética urbana. El equipo de investigación de la
Monash University asocia este concepto con principios como la equidad
intergeneracional en el acceso al agua, la gestión integral del agua, la
descentralización del acceso a diversas fuentes de agua, y la consideración de
los cuerpos de agua como elementos esenciales de las ciudades. Water
Sensitive City ha evolucionado rápidamente y abarca temas como el uso
sostenible y conservación de recursos hídricos, protección del ambiente,
aprovechamiento de fuentes de agua alternativas, acceso y uso de recursos
hídricos no convencionales, disposiciones urbanas para el suministro de agua,
evaluación económica del recurso hídrico, análisis de riesgos, mitigación de
inundaciones, herramientas financieras y sensibilización de comunidades.
La Water Sensitive City surgió como una respuesta a problemas urbanos
australianos, buscando soluciones innovadoras para el acceso sostenible al
agua, la degradación de ecosistemas acuáticos e inundaciones. A lo largo de
su evolución, ha desafiado enfoques convencionales y ha propiciado
investigaciones para nuevos modelos de gestión del agua y rediseño urbano.
Además describe la evolución de la gestión del agua en Melbourne en
diferentes fases desde 1968 hasta 2006, destacando logros y cambios
significativos. Se mencionan hitos como la evaluación ambiental de la bahía de
Port Phillip, la creación de Centros de Investigación Cooperativa, simposios
sobre gestión de aguas pluviales, la implementación de humedales para
controlar inundaciones y la adopción del concepto de Water Sensitive Urban
Design. Se resalta la transformación de la percepción de los cuerpos de agua,
pasando de ser vertederos a elementos esenciales del paisaje urbano. Se
identifican limitaciones en la transición hacia una Water Sensitive City,
incluyendo barreras socioculturales, institucionales, educativas, financieras,
técnicas y conceptuales. Se proponen estrategias para superar estas
limitaciones, como revisar el modelo de gestión, definir y aplicar el concepto de
Water Sensitive City, realizar proyectos demostrativos y crear conciencia
comunitaria. Además, se presenta una senda para la transición en Melbourne,
destacando temas esenciales como la conexión con las comunidades, la
transformación cultural, el respaldo a la innovación y la adaptación continua.
Se aborda el concepto de "Water Sensitive City" originado en Australia,
destacando su impacto en el diseño urbano y su expansión global. Se resalta la
importancia de la conectividad que vincula a individuos, edificaciones y
comunidades con el agua, así como la necesidad de compromisos entre el
sector del agua y otros sectores urbanos. La resiliencia se presenta como una
cualidad esencial, promoviendo diseños urbanos flexibles para hacer frente a
los desafíos del cambio climático. Se menciona que este concepto ha
trascendido las fronteras australianas, influyendo en ciudades de diversos
países como Holanda, Polonia, Singapur, Japón, Suecia, China, Emiratos
Árabes, Estados Unidos y más. Se citan ejemplos de manuales y estudios
internacionales que incorporan el enfoque de Water Sensitive City, subrayando
su aceptación y aplicación en diferentes contextos. La conclusión destaca la
transformación del papel del agua en las ciudades, pasando de ser un
elemento subterráneo y problemático a un factor esencial en los procesos de
diseño y planificación urbana, con profundas implicaciones culturales.

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