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EL PUEBLO DE LAS MUJERES SOLAS JORGE MATEUS icon’ teatro INDICE Prélogo, 7 [Notas al espeeteulo 8 El pueblo de las mujeres Solas... ++ " ree I popoli delle donne sole x cone tet Renee cer | righ © nousalepectclo,2006-Fugenio Mae ez I paese delle donne sole Copyight © dels iin, como Tear 2008 Iuepeiconotenta com iconoestr@iconteatrom Disco de cbirs Ione Teatro osc te gsisc7 Depésito Legal M77 2006 Ingress en Epa - Printed in Spin Inprime: wausicak carci euectnénen ‘Aube del Papel, 6 bajo $9007 Musi Espana LOS PUEBLOS DE LAS MUJERES SOLAS "Solo tu conazsn caliente, yada mis F Garela Lorca eet Gare emi por director y dramaturgo. Sin embargo sf que resul- tan pocos los ejercicios que se desvelan ante los ojos el director escénico para encontrar en ls lineas ce st ‘esortes” 0 “impulsos” que propia obra literara, lo permiten Ia concepeién afortunada resuelta en la tri= ddimensionalidad que se despliega ante el ojo del pa~ blico. ‘Aceste segundo caso corresponden en ventura, el texto y montaje de la pieza EU pueblo de las mujeres salas del dramaturgo, maestro, promotor y director ecua~ toriano Jonge Mateus que hace en su propuesta, cabal intesis del ambiente y entorno geogrifico que le per tenece; las cumbres andinas a In distancia, mientras el nutride y gustoso colorido de las zonas rurales del Ecuador se recortan en ceteania semejantes alos reta~ les de una costura en atractivo contrapunto. La obra posce una belleza en la disposicién autoral y peculiar fuerza en el discurso, que bien logra en- contrar significacién incluso fuera del llamado. pais de la “mitad del mundo’; porque en esencia el texto se posiciona como ejemplar ante el cuerpo de la li- teratura dramética latinoamericana por su referencia temitica, ¢ incluso alcanza a remembrar los pueblos de Espaita que se hicieran inmortales bajo el conjuro poético de Garcia Lorca en las primeras décadas del siglo pasado, Laobra de Mateus en cuestin, se va pausadamente construyendo ante la sucesién de imagenes potticas que construyen las mujeres sin sus hombres, Son ellas quienes reclaman la ausencia del vas6n ~marido, hijo © nicto-, eontraparte y complemento, en la intl espe- ra lastimosa y doliente, EL marco histérico para el desarrollo de la trama invocada es Ia continua referencia a la feria de §: Vicente, tépico de aleance universal que apunta hacia todas las yendimias que se relizan en los pueblos y rancherias de nuestros paises y que som herederos de tuna rca tradici6n prehispénica, donde normalmente acuden a las plazas los campesinos y artesanos a ven der su mercaceria, Pero en esta obra se intenta repre sentar esta reunién (le ceremonial yasunto mundano) s como la frigil esperanza de los habitantes para poder hnacer su vida més levadera. La espera tan prolongada hace todavia mayor el suplici, porque antes y después ‘de las fechas de mereadeo estén solamente los pueblos dd las mujeres solas, Solas por todos lados. Solas tra sgindose sus propias ligrimas, Solas acuiiando recelo el hombee que se ha ido, Pa lento transcurir de los meses y ls afiosagobia de tal manera a las mujeres lterarias de Jorge Mateus, de forma que Soledad, Rosalia, Lucila y Eigenia se ‘pascan cual corpéreos fantasmnas de exe rico imagina- rio y realidad tan nuestra con olor a rompope, panela y chisimoyas. Las cuatro mujeres pierden la nocién del tiempo. A clas las estrangulan los recuerdos. Se debaten entre Ia soledad y el deseo repujado en la ungencia cargada de crotismo. Se pasean en el borde de la locura intentan- do recordar niimeros y pasijes borrados de sus mentes, mientras viene también el vivido recuerdo de Ia guerra civil eon su retumbar de tambores y los cascos milita 0sy los escudos y las patas de los caballos que salpican de sangre las paredes. El texto es eso: sonoridad y sensaciones. En su potencial espectacular, se ha presentado la oportunidad de apreciar este montaje no ya sélo en la Universidad Centeal del Eeuador sino también en otras latitudes en donde El pueblo de las mujeres solas uo“ resalta como una amalgama de cantos y preciosismo coreogrifico para abordar los resultados de la mi ‘gracion y la opresin hacia cl colectivo femenino, dlesprenderse de la propuestaerética y sensual que la Jectura entre las lineas permite explora. Mateus (director), aprovecha cabalmente el despla- zamiento corpéreo de sus actorevsctices en un eer cicio de elaborada fiigrana, de ejb oa los inegrares de El Caen de Agu, compan _Por pate el vests dcrados yf ie on dignos rule arse Se que ten srorecar las euaidads dela ety meee tes esnips as cos prespuestor des pouccnt estan, on Bt puede lat mje es seca el wo det lenge dramatico como lnstrarcas de dee mia Bc i mms. ae pap cream digas, pope Bo, bly Ferns cnn borncho ot cp sc ts echar unos tio ale Neen etaoe peas ‘Real eerendo soon add pur de Rec aaeeet ee feet feted an portman bs Foe rao a neon sbees min ard mea deena y epee Schactas trate cay 38 yr ;ponia una blusa blanca casi cransparente que se com= Dréen a feta, una falda wauly en las tandes se pendian atris de los trigales. Cuando regresaban, mii mand ten fas trenzas desechas, la cara colorada y mi papa sélo se sentaba ahi a contemplarla con una sonrisa en el rostro, Esas noches la comida era casi un banquet. Rosatia ;Mi Enrique en cambio!... Quedaba bien _guapo con cl uniforme de maviachi. Tenia un pai ‘alin con monedas 8 los lados, una chaqueta Ilenita de guaraguast y un sombrero que me demoré una semana en adornar, Yo lavaba la ropa y desde afwera Te escuchaba repasar las canciones: y valver, volver, ‘volver a tus brazos otra ver... A veces llegaba de ma- drugada y me dedicaba "Noches de Ronda’ Lue ~ Mi Eusebio cada vez que venia de vender el carbon y Ia panela me trafa agin recuerdo, A veces un rebo70, una pulsera. Un dia me trajo unos ‘arcillos de plata que los tengo bien guardados. De ver en cuando los miro y me los pongo, me acuerdo. de las veces que los usé para ir las verbenas. El se Ponia elegante con su traje y su chaleco, presimia de su reloj de bolsillo, herencia del abuelo.. Eso si, cera un coqueto cl condenado, EDAD. Es que todos en Ia familia de mi difunto tenfan fama de picaros y mujeriegos, pero son bue~ nos hijos y buenos matidos. 5) Boadados,Filigranasy dibs, A= {La verdad que sit Al menos yo no me pn i puedo quear. Por que yo siempre fui fliza su Indo ‘Armi, Rubén, me conquisté con cosas romanticas. ‘Cada tarde me acompatiaba a a casa y en el camino ja recogiendo unas flores para hacerme un ramito con violetas, Su cuerpo ofa a euealiptos. La ver dad, no hablibamos mucho pero nos mirabamos de reojo y nos refamos como nitios, ovepan Cuando mi Rubén pidié tu mano vino a la casa feliz, me conté que te habia robado un beso en €l portén y que tu papa les estaba mirando, él ereyé aque le iba a regafar, pero para su sorpresa fe ha bia sonretdo y guifiado un ojo cémplice. Es que los hombres para algunas cosas son como hermanos. Enicesia. Parece que ya dej6 de lover Escuchan ‘como cantan las ranas a lo lejos? Seré mejor que fogan se esti apagando y ya no te- descansemos, rnemos mds lei. (SouenaD ouelve a cantar y las demas le acomparnan dé- bilmente, Parece que todas se quedaron prendidas en us pensarnientys. Lentamente va subiendo la voz gue viene de la radio, El lcutor informa que ban derreca- do al presidente y que los caminos de tado el pais etn abiertos) ramos vender todo lo que Ilevamos ¥ 6s mejor Hegar al amanecer. Dicen que los reven- dedores estin llegando. Con suerte logeamos llenar rnuevamente las despensas, Ericenia-|No Mamé Soledad! Dicen en la radio que todavia estan cerradas las carreteras, Es mejor que nos quedemos aqui un dia més, Luctta.- jNo! Yo ya no quiero esperar mas, Si vamos Por lt antigua carretera no tendremos problemas. Rosania~ Es verdad. En las huelgas del afio pasado ‘mis primos tomaron ese camino, euando Hlegaron al pueblo vendieron todo en menos de una hora, si tenemos suerte nos pasa lo mismo, Entcenta~ Pues Ojali tengan razdn, Pero entonces ‘vamos ripido por que ya va a amanecer. Souepav.- Hay que pedirle« la Esther que de vez en ‘cuando venga a rodear la casa, Cuando hay proble- ‘mas en la capital Ia comarca se lena de ladrones. Rel jDejen de hablar! No se olviden de llevar tun poco de panela para el camino. (Rides de feria, misica alegre. Voces. Las mujeres van 8 | mando wna darza gue vecreael ambiente gue re wive en uplze) o.tonn. ja Feria de San Visente! Cantos se dos, Cada vex que vents, Juan Ignacio me Passa A peincpio no deca ada, slo me mi Jaber. eos ojos tan negos. Después, .Cémo teilamas? (Tienes nove. En Tn glia gue est costae dela plaza no esamos. No hubo > thos invitados, pero el era dion bonito sexmn J los amigos de Juan Ignacio nos hicieron pasar vor dejo de une ramae de romero, que sim Iban sr lo sbles del cuartel que no pudieron onan Nos bataronen ston y en pétaos de j Jesde la ventana de la cocina amos fan treparse 4 os drboles yom Gharse de goabs y eapul, Cuando se dormian ros pasibamos horas contemplindoles. Yo son~ refaen paz, pero al mismo tiempo tenia un miedo enorme por su futuro. Futuro... jQué palabra mis, cextrafia! Ahora es el futuro y no me di cuenta que habia legado, enteé como un ladrén de puntillas y me encontré desprevenida ;Pasado! ;Presente! ‘uturo! Palabras que bordan verbos, palabras que hacen encajes con el tiempo. Bross pies (Rosauts, Ericenta y Lucia ban estado todo este ‘iempo desarollands su conflict pertonal que dard pe al desenlace,) Rosatia gLograste hablar por reléfono?

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