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ESPACIOS PROTEGIDOS DE ESPAÑA

Lucas Martos 3ºA


¿Qué es un Patrimonio
Natural?
Esta formado por monumentos
naturales, construidos de forma
natural, teniendo un valor global
desde el punto de vista estético y
científico.
Monfragüe
(Extremadura)

Picos de
Europa(Cantabria)

Timanfaya
(Lanzarote)
¿Por qué hay que proteger los Parques
Nacionales?
Los espacios protegidos son aquellas áreas terrestres o marinas
que, en reconocimiento a sus valores naturales sobresalientes,
están específicamente dedicadas a la conservación de la
naturaleza y sujetas, por lo tanto, a un régimen jurídico especial
para su protección.
Los espacios protegidos desempeñan una función decisiva para
la conservación de los ecosistemas y la supervivencia de las
especies y para el mantenimiento de los procesos ecológicos y de
los bienes y servicios ecosistémicos. Son uno de los instrumentos
fundamentales para la conservación in situ de la biodiversidad.
Sin embargo, se ha constatado que la conservación basada en la
declaración de espacios aislados es insuficiente para contener la
pérdida constante de biodiversidad. Por ello, su conservación in
situ requiere en la actualidad no sólo establecer espacios
protegidos, específicamente dedicados a la conservación de la
biodiversidad, sino también integrar esos espacios en la
planificación territorial y en las políticas de gestión de los usos
del suelo y de los recursos naturales, y establecer redes
ecológicas que los conecten funcionalmente, asegurando la
conservación de los ecosistemas naturales.
Durante siglos, este pequeño trozo de rocas volcánicas y arena fue refugio de piratas, lugar de caza, factoría de
tintes naturales codiciados en la Edad Antigua, y apostadero estacional de pescadores locales. Y no es poco si
atendemos a la estrechez de su geografía. Una colonia de focas monje, hoy lamentablemente desaparecida, le dio
nombre. Isla de Lobos; lobos marinos que dieron de comer a cientos de tripulaciones a lo largo de la historia.
Nombre de fortuna que hoy, cuando el rastro de aquellos animales no es más que una línea en la historia, sigue
atrayendo a multitud de visitantes.
Pero ya no son gentes rudas de mar; ni romanos en busca del múrice, ese caracol marino del que se sacaba el
codiciado color púrpura. Algún pescador si que hay, pero la mayoría de los visitantes que llegan a este pequeño
islote situado a medio camino entre el norte de Fuerteventura y el sur de Lanzarote son turistas. Desembarcan,
exploran la isla y vuelven a sus confortables hoteles. Pero hay más que playas alucinantes y paisajes de rudeza
volcánica.
El GR131 es un sendero de gran recorrido que atraviesa el Archipiélago canario. Forma parte del camino G7
Europeo (más de 5.000 kilómetros) y también pasa por Lobos. Son apenas 3,5 kilómetros, pero permiten explorar a
fondo la isla y descubrir que 4,5 kilómetros cuadrados dan para mucho. Este trozo de la ruta europea ha sido
incluida en la que ha señalizado y habilitado todo el trazado. Como parte de un gran recorrido,
red de senderos del Cabildo de Fuerteventura

los colores de señalización son el rojo y el blanco.


La única forma de llegar a la Isla de Lobos es por desde la cercana localidad de Corralejo . La visita empieza,
barco

siempre, en las Casas del Puertito, un pequeño poblado de casitas humildes que, no hace mucho, servían de refugio
a los pescadores que pasaban largas temporadas en el lugar. La costa, aquí, se expresa de manera caprichosa en
forma de brazos, entradas y charcones enormes que invitan al baño. El lugar, también, es asiento del mítico Casa
Antoñito (Tel: +34 928 879 653), único restaurante de la isla y famoso en toda Canarias por sus frituras de pescado.
También en las inmediaciones de la ‘capital’ insular se encuentra el Centro de Interpretación de Isla de Lobos, un
pequeño ‘museo’ en el que podemos descubrir los secretos de este territorio insólito antes de iniciar la marcha.
“Escribe una cita aquí”
Cuidar el medioambiente es imprescindible si queremos asegurar la
supervivencia de nuestra especie. De ella depende que las personas sigamos
con vida, pues nos alimentamos, bebemos y vivimos de ella y de todos sus
recursos.
– Juan López
El resto de seres vivos tampoco podrían vivir si no fuera por la naturaleza.

Lucas Martos

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