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Ensayo Dones del Espíritu Santo

Omar Camargo

Universidad Manna, Liderazgo Eclesiástico

BIB 100: Destino y llamado

Dahly Rebecca Allup

25 de mayo de 2023
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Según lo que hemos estudiado, podría resumir que los dones son características o capacidades

otorgadas por Dios a través del Espíritu Santo para edificación de su iglesia. Así mismo, estos

dones se podrían dividir en tres grupos; basados en 1 Corintios 12: 8-10 dones de manifestación,

por Romanos 12: 6-8 dones funcionales, y según Efesios 4:11-12 dones de capacitación. Al

realizar la prueba de los dones carismata basados en Romanos 12, las mayores puntuaciones las

obtuve para los dones de enseñanza, animar y servir, con una diferencia de un punto con el don

de guiar: a continuación, presento una descripción de los tres principales según el test.

1. Don de Enseñar. Aquellos que han recibido este don por parte del Señor, poseen un alto

interés por encontrar la verdad en todo lo que los rodea, basados en la búsqueda

incansable de información que soporte esta verdad, así mismo no son capaces de

guardarse la información recopilada y procuran transmitirla a cuantas personas le sea

posible. En términos cristianos, el que posee el don de enseñar se apasiona por la palabra

del señor, se enamora de ella y la comparte sin reparos a la comunidad de fe.

2. Don de animar. El don de animar es fundamental dentro de las comunidades de fe,

porque a través de las personas que lo poseen, Dios mantiene en alto el positivismo de los

miembros, brindando una perspectiva alentadora de la vida y la fe, aun en medio de las

dificultades personales o comunitarias que puedan presentarse. Los que poseen este don

pueden acompañar a líderes con demasiadas responsabilidades para que no caigan en

procesos de frustración o depresión por las cargas espirituales a las que algunas veces se

ven sometidos.
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3. Don de servir. Como todos los dones, quien lo posee puede ser de gran apoyo en la

comunidad, en este caso en particular será de forma activa; los servidores están atentos a

realizar todo tipo de actividades que se requieran para el funcionamiento adecuado de la

comunidad de fe, es esencial este don para que la iglesia mantenga su dinamismo y su

trabajo continuo para permear a la sociedad.

Este ha sido un ejercicio muy interesante, siempre he pensado que no se requiere de un test para

entender cuál es el llamado de Dios para nuestras vidas, sobe todo si entiendo que es algo que

otorga el Espíritu Santo; consideraba, y aún un poco, que todo lo que viene del espíritu

corresponde a potestad de Dios y por ello no hay forma de medirlo o señalarlo a través de

encuestas, test y cosas similares. Estas actividades han flexibilizado mi posición, no solo por el

test, sino por entender que yo no puedo encasillarme a esperar que Dios me muestre mis dones, o

simplemente sacar mis propias conclusiones con las experiencias vividas. Para explicar esto

debo decir que estoy convencido de que mi principal don es el de enseñar, y el test me confirmó

esa presunción; pero nunca consideré que el Señor también podía otorgarme otros dones de

apoyo al don principal, y que incluso estos podrían ser intercambiables según la voluntad de

Dios. No me imaginaba con un don de animar y mucho menos que pudiera ser servidor, sin

embargo, al realizar el test y mirar mi vida en retrospectiva, descubro que en efecto estos dones

están allí, y los he ejercido, y quizás pueden ser de mayor beneficio para la comunidad, en

algunas ocasiones más que aquel que considero mi don principal. Para mí esto es un gran

descubrimiento y rompe muchos esquemas de pensamiento preformados que no hubiese podido

desmantelar si no estuviera participando de este curso. En palabras de Mark Batterson, “Uno

nunca sabe cuál habilidad va a usar Dios para que se cumplan sus propósitos, así que no

subestimes las habilidades más extrañas” (Batterson, 2019, p. 44).


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Esta clase trata sobre el destino y el llamado que cada uno tiene de parte de Dios, y

definitivamente es el espacio perfecto para vivir las confrontaciones que tengo en relación con

los dones espirituales, me siento contento de poder desencasillarme y obtener nuevas

perspectivas para mi futuro ministerial. Espero con toda honestidad que en el futuro no me

desenfoque y que Dios me otorgue la sabiduría para discernir su voluntad en cada etapa de mi

vida.
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Referencias

Batterson, M. (2019). Tu Destino Divino: Descubre La Identidad de Tu Alma. NIVEL UNO.

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