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UNIDAD 3

Factores que inciden en el Medioambiente

AUDITORIA AMBIENTAL
2009

Dr. Eduardo Herrerías Aristi


UNIDAD 3

Factores que inciden en el Medioambiente

Introducción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1

3.1 Contaminación y escasez de agua. . . . . . . . . . . . . . . . 2

3.2 Contaminación del aire. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3

3.3 Desechos sólidos y peligrosos. . . . . . . . . . . . . . . . . . 5

3.4 Degradación de los suelos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

3.5 Deforestación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8

3.6 Pérdida de la diversidad biológica. . . . . . . . . . . . . . . . 11

3.7 Cambios de la atmósfera. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12

Bibliografía. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .14

Anexo. Presentación electrónica y disco


Introducción
Todos compartimos los recursos del planeta. Lo que éste tiene, lo tiene para todos:
aire, océanos y ríos, montañas y bosques. Estos recursos naturales conforman los
ecosistemas que sostienen nuestra subsistencia y es responsabilidad de todos
participar en su protección. Para que no se vea limitada, la idea demanda la
aceptación de que todo lo existente lo hace en un entorno, que, además de los
recursos nacidos o permanentemente ligados con el suelo, también considera al
espacio más inmediato a la tierra, así como a los seres vivos, hombre incluido, que
participan o son parte de los recursos. Cuidar ese entorno contenedor, definido en
una sola palabra, medioambiente1, debe ser responsabilidad compartida entre todos
los países del mundo.

Nuestra libertad como individuos y la soberanía de la Nación dependen, en buena


medida, de la trama de vida que a lo largo y ancho del territorio conforman nuestros
recursos naturales. Agua, suelos fértiles, oxígeno, alimentos, resistencia a plagas y
nuevos medicamentos son algunos de los servicios que los ecosistemas son
proveen sin los cuales la vida como la conocemos sería imposible2.

Lo anterior implica el llamado de alerta a las poblaciones que dependiendo de la


fauna silvestre han visto amenazada su subsistencia a causa de la contaminación y
destrucción de los ecosistemas naturales, a lo que ahora se suman las
adecuaciones que van obligando el cambio climático y sus implicaciones en la mayor
proyección de los fenómenos naturales.

1
Real Academia Española. (2005). Diccionario panhispánico de duda. México: Santillana.
2
Lorenzo Rosenzweig Pasquel, Historias de Conversación 1994-2002 .ED. Fondo Mexicano para la
Conservación de la Naturaleza, A.C.
1
3.1 Contaminación y escasez
Desde sus orígenes, la acción humana ha introducido cambios en los procesos
ecológicos, y lo que empezó como un conjunto de pequeñas alteraciones puntuales
terminó por adquirir una dimensión global3.

La forma en que se han modificado y manejado los ecosistemas del planeta para
producir bienestar a la sociedad dista mucho de ser adecuada y ahora su deterioro
amenaza con convertirse en un problema para el desarrollo futuro de la humanidad.

Actualmente se utilizan más de 50.000 compuestos químicos para fines comerciales,


a los que se les añaden cientos de ellos cada año; se prevé que la producción
mundial de sustancias químicas aumente en un 85% durante los próximos 20 años.

La exposición ambiental causa casi un cuarto de todas las enfermedades. Se calcula


que más de dos millones de personas en todo el mundo mueren de forma prematura
debido a la contaminación del aire fuera y dentro de los hogares. Parte del progreso
que se ha conseguido para reducir la contaminación en los países desarrollados ha
sido a costa de aquellos que están en vías de desarrollo, a donde se están
exportando ahora la producción industrial y sus efectos4.

Dentro del panorama mundial, hay países y regiones enteras sufriendo estrés
hídrico, lo que es igual, de insuficiencia extrema (escasez) de recursos de agua con
relación a su nivel poblacional, México mantiene un desequilibrio interior al que
tendrá que buscarle solución.

La desigualdad en corrientes y depósitos de agua, ríos y lagos, orientan hacia el uso


racionado donde hay carencia y hacia la irracionalidad del despilfarro donde
sobreabunda. En ambos casos, poca o mucha agua, se suma a que los ríos y
fuentes acuíferas han sido contaminadas por el uso de productos químicos
empleados en la agricultura, los desechos tóxicos de las empresas, los químicos
empleados en el hogar que se desechan en el drenaje así como el la basura
arrojada en ríos, lagos y lagunas. Un riesgo a futuro consiste en la privatización de
las fuentes de agua, que daría origen a un estrés hídrico artificial, al supeditarse el
acceso según la capacidad económica individual.

El agua es considerada un factor crítico para el desarrollo de las naciones;


indispensable para el desarrollo económico y social, así también para el
funcionamiento de los ecosistemas. En la Tierra existe una cantidad considerable,
estimada en 1,400 millones de km3, sólo el 2.5% es agua dulce y la mayor parte de
la misma se encuentra en forma de hielo o en depósitos subterráneos de difícil
acceso. El agua disponible para las actividades humanas es de 0.01%.

En la actualidad, la percepción social sobre los problemas globales se ha


modificado. Los principales temas a atender son ahora el cambio climático, la

3
SEMARNAT. La Gestión Ambiental, 2006. Pág. 25
4
GEO-4, PNUMA. Nota de prensa mundial, Nueva York, 25 de octubre de 2007.
2
escasez y contaminación de agua dulce, la deforestación y la desertificación, los
problemas de gobernabilidad y la pérdida de biodiversidad.

3.2 Contaminación del aire


La atmosfera es la capa gaseosa que rodea a la tierra y tiene una altura superior a
los 50km. Su capa más próxima a la superficie es la troposfera, que mide unos 12
km de altitud y está compuesta por 78% de nitrógeno, 21% de oxigeno y 1% de otros
gases, entre ellos el bióxido de carbono (CO2) y vapor de agua; características
especificas de esta mezcla de gases ha permitido la continuidad de la vida como la
conocemos.

El aire es un fluido, esto es; no tiene por si mismo una forma definida; por lo tanto,
sus diferentes componentes se distribuyen en el espacio, la distribución vertical del
aire del planeta pende de la fuerza de gravedad. Es por esto que el aire no escapa
de la tierra y también es la razón de que haya una mayor cantidad de aire en los
lugares de menor altitud sobre el nivel del mar, lo cual se traduce en mayor presión
atmosférica.

Como resultado de la contaminación del aire se ha ocasionado:

• Inversiones térmicas. Son fenómenos naturales en donde intervienen diversos


factores; temperatura ambiente, humedad, viento y presión atmosférica que
originan problemas en las zonas densamente habitadas y en donde las
actividades humanas emiten continuamente contaminantes al aire, lo cual
deteriora la salud de la población.

• Destrucción de la capa de ozono. Ha ocasionado el adelgazamiento extremo


en la Antártida y gradual en todo el planeta.

• Lluvia ácida. Es resultado de la contaminación atmosférica, los contaminantes


responsables de los altos niveles de acidez son los óxidos de azufre y
nitrógeno, emitidos por los vehículos de motor, la quema de combustibles
fósiles y la fundición o refinación de metales con compuestos sulfúricos.

• Efecto invernadero. Causado por el aumento de los niveles de bióxido de


carbono (CO2 ) en la atmosfera, por el uso de combustibles fósiles y el
decremento de la cubierta vegetal, esto ha llevado a suponer que la tierra se
encuentra en un proceso de calentamiento, al haberse incrementado el efecto
invernadero.

En México, el crecimiento de la población y su concentración en grandes centros


urbanos, aunados al crecimiento y distribución de la industria nacional, contribuyeron
a conformar la estructura socioeconómica del país, que a lo largo de los últimos
cincuenta años ha favorecido el fenómeno de la contaminación atmosférica.
Paralelamente a estos procesos, también han aumentado en las zonas urbanas la
cantidad y el tránsito de vehículos con motores de diesel o gasolina, incrementando
las emisiones de contaminantes atmosféricos.

3
En nuestro país se registran los siguientes contaminantes atmosféricos: bióxido de
azufre (SO2), bióxido de Nitrógeno (NO2), bióxido de carbono (CO2), Monóxido de
Carbono (CO), Ozono (O3), PM10 partículas suspendidas totales (PST) Y plomo
(Pb). Para su medición se cuenta con sistemas de monitoreo de la calidad del aire
instaladas en las principales ciudades del país.

CONTAMINANTE FUENTE
Monóxido La mayor parte de carbono de las
combustiones
Hidrocarburos Gasolina y otros gases quemados durante
la combustión, así como la evaporación de
solventes al aire y productos de refinerías
de petróleo.
Partículas suspendidas La mayoría de los combustibles, de la
desecación de lagos, erosión del suelo,
deforestación y tiraderos al aire libre.
Óxido de Azufre Combustión del carbón, diesel,
combustóleo, procesos industriales y
erupciones volcánicas
Óxidos de Nitrógeno Procesos industriales, vehículos y fabricas
a partir de los óxidos de nitrógeno y los
hidrocarburos que cuando absorben
energía del sol forman ozono.
Plomo La combustión y evaporización de
combustibles y solventes.

Inventarios de emisiones.

Pueden entenderse como la contabilidad de la cantidad de contaminantes liberados


a la atmósfera en una zona y tiempo determinados. La información se integra con
cuatro tipos de fuentes:

• Fuentes fijas: se componen por fuentes estacionarias de gran tamaño, como


plantas industriales.

• Fuentes móviles: incluyen todo tipo de vehículos o equipos con motores que
utilizan gasolina o diesel, como automóviles, tractores, aviones y barcos.

• Fuentes naturales: comprenden las fuentes biogénicas (vegetales y


microorganismos) y geogénicas (volcanes y otras fuentes de origen geológico).

• Fuentes de área: incorporan a las fuentes estacionarias no incluidas en las


fuentes fijas, que son demasiado pequeñas para ser registradas
individualmente (gasolineras, tintorerías o instalaciones que utilizan disolventes,
entre otras) y actividades diversas que generan emisiones como la aplicación
de fertilizantes y la emisión de polvos fugitivos en caminos no pavimentados.

4
México es el país de Latinoamérica con las mayores emisiones de CO2 y contribuye
con cerca del 1.0% de las emisiones mundiales, pese a que ha favorecido su
eliminación adelantándose a los controles internacionales.

Las autoridades federales responsables de la calidad del aire han elaborado


inventarios de emisiones desde la década de los años setenta y ochenta, siendo el
primero de ellos el de la ZMVM del año 1989. En un principio, estos inventarios
contenían información muy agregada y sólo permitían estimar el volumen total de
emisiones de contaminantes criterio. Actualmente, el país cuenta con una
experiencia importante en la preparación de inventarios de emisiones, pues desde
1989 a la fecha, se han hecho inventarios de 11 zonas urbanas del país: ZMVM,
Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), Zona Metropolitana de Monterrey (ZMM),
Zona Metropolitana del Valle de Toluca (ZMVT), Ciudad Juárez,Tijuana-Rosarito,
Mexicali, Salamanca, Bajío (Celaya, Irapuato), Tula-Tepeji y La Laguna (Torreón,
Gómez Palacio, Lerdo) para la elaboración de estos inventarios de emisiones se ha
recurrido a la colaboración entre las autoridades ambientales federales y las locales.

Para medir la calidad del aire se utiliza el Índice Metropolitano de la Calidad del Aire
(IMECA), que consiste en una transformación de las concentraciones del
contaminante a un número adimensional que indica el nivel de contaminación.
Las regiones nacionales con mayor problema de contaminación del aire son: la Zona
Metropolitana del Valle de México (ZMVM), la zona metropolitana de Guadalajara
(ZMG), zona metropolitana de Monterrey (ZMM) y zona metropolitana de Toluca
(ZMVT).

Para el Distrito Federal (DF), El Banco Mundial (BM) en su documento de trabajo 28,
septiembre de 2006, acerca del desarrollo sustentable en región de Latinoamérica y
el Caribe (Vulnerability to Air Pollution in Latin America and the Caribbean Region,
sept. 2006), reconoce que México es el único país donde se ha desarrollado un
inventario nacional de emisiones contaminantes del aire, con lo que ha podido
implementar planes de control de la contaminación del aire.

3.3. Desechos sólidos y peligrosos


A pesar de la importancia que tiene, el tema del manejo de las sustancias químicas y
los residuos sólo llama la atención cuando ocurren accidentes o derrames que
afectan seriamente a la población o a los ecosistemas naturales.

Residuos

El tema de los residuos es complejo y dinámico, en parte porque sus características


están en constante cambio en función de modificaciones en los procesos
productivos, de la dinámica poblacional y de los patrones de consumo.

Hoy se generan más residuos y de naturaleza más variada debido a la presencia de


nuevos productos y sustancias incorporadas a ellos, así como a la sofisticación y
variedad creciente de los envases y embalajes que contienen las mercancías.

5
Residuos Sólidos Urbanos (RSU). Constituyen quizá uno de los problemas
ambientales más visibles y cercanos al ciudadano común, así como también uno
que demanda atención prioritaria, en función de su volumen y su convivencia directa
con el colectivo social. En 2004 se generaron en México alrededor de 94,800
toneladas diarias de RSU. Las tasas de generación más bajas corresponden a las
áreas rurales, mientras que las mayores, a las grandes ciudades y zonas
metropolitanas.

La carencia de un sistema adecuado de recolección de desechos promueve que


éstos se depositen en sitios inadecuados, tales como cuerpos de agua
(e. g., ríos, lagos y presas), barrancas y orillas de caminos, sobre todo en zonas
rurales. La presencia de residuos sólidos en los cuerpos de agua provoca diversos
impactos; en aguas superficiales alteran la estructura física del hábitat y afectan
negativamente la calidad del agua.

También los recursos hídricos subterráneos pueden contaminarse por la infiltración


de los lixiviados derivados de los RS. En materia de salud, la presencia de tiraderos
sin control se asocia con enfermedades transmitidas por vectores animales (ratas,
moscas, cucarachas, mosquitos y cerdos), como la peste bubónica, tifo,
leptospirosis, fiebre tifoidea, salmonelosis, cólera, amibiasis, disentería, giardiasis,
malaria, leishmaniasis, fiebre amarilla, dengue,
filariasis, cisticercosis, toxoplasmosis, triquinosis y teniasis5.

Residuos de Manejo Especial (RME). Son generados en condiciones y


circunstancias especiales”, bien sea en volumen o en tiempo; es decir, que
prácticamente son residuos sólidos urbanos generados en contextos y volúmenes
diferentes, o residuos no peligrosos generados por grandes generadores tanto de
deshechos industriales, como de sólidos urbanos. Debido a que la caracterización
de estos residuos como una clase en sí misma es reciente, la información disponible
es incompleta, aunque existen ciertos datos para algunas de estas clases de
residuos.

Residuos Peligrosos (RP). La problemática asociada a los RP tiene dos grandes


líneas; por un lado, la que se deriva de la presencia de sitios ya contaminados y que
requieren su remediación. Procesos productivos (industriales, comerciales o de
servicios), o al generar subproductos o desechos peligrosos no deseados en esos
procesos.

Hasta el año 2004 se tenían identificados 297 sitios contaminados con materiales o
RP en México, 119 de los cuales se habían caracterizado esto es, se clasificaron y
priorizaron de acuerdo con el grado de riesgo que representan para la salud y el
ambiente mientras que 12 se consideraban rehabilitados o en proceso de
rehabilitación.

Sin dejar de reconocer que falta mucho por hacer, durante los últimos años se
lograron avances importantes: hasta hace 3 años no se contaba prácticamente con
instrumentos de gestión aplicables a la remediación de suelos contaminados y,

5
ILAC. PNUMA. Indicadores de seguimiento: México 2005. Pág. 52-58
6
frecuentemente, se interpretaban de diversas formas los escasos criterios
disponibles.

Un componente importante de la calidad de vida de la población es contar con un


sistema de manejo de residuos que evite los efectos negativos a la salud
de las personas y a los ecosistemas en general, el cual incluya a todas las etapas
desde su recolección hasta su disposición final en sitios adecuados. En
México en el año 2004, 86.3% de la población contaba con servicio de recolección
de residuos. La población de los estados con mayor desarrollo urbano, como el
Distrito Federal y Nuevo León presentaban, en general, los valores más altos (97 y
95%, respectivamente), mientras que los estados con mayor población rural y
marginada, como Oaxaca y Chiapas, presentaron los valores más bajos (alrededor
de 80%).

La gestión adecuada de los residuos depende de muchos factores, entre los que
destaca la necesidad de definir una política clara e integral que además de
considerar el componente ambiental se inserte en la lógica del desarrollo, con
propósitos sociales y económicos.

Es indispensable incorporar en la agenda ambiental con mayor fuerza los temas de


saneamiento básico (tratamiento de aguas residuales y manejo integral de los
residuos sólidos urbanos y de manejo especial), así como promover que las
autoridades municipales cumplan con lo establecido por los ordenamientos legales
vigentes, pues gran parte de la contaminación ambiental se debe a los rezagos que
6
presentan en la materia los gobiernos locales .

3.4 Degradación de los suelos


La palabra “Tierra” se refiere tanto a los suelos como a los organismos que habitan
en ellos, además de comprender los ciclos hidrológicos y ecológicos ahí tiene lugar
(Convención de Naciones Unidos de Lucha contra la Desertificación).

La superficie remanente de muchos de los ecosistemas terrestres está bajo grandes


presiones en México y el mundo. El desarrollo de las sociedades y su inherente
necesidad de generar bienes y servicios han transformado o degradado grandes
extensiones de ecosistemas naturales. Se considera que las principales fuerzas que
promueven el cambio de uso del suelo son la expansión de la frontera agropecuaria
y urbana y el crecimiento demográfico y de infraestructura (por la construcción de
carreteras, redes eléctricas y represas). Como resultado del cambio de uso del suelo
se reduce la biodiversidad y los recursos forestales, se pierden algunos servicios
ambientales, aumentan las superficies con problemas de erosión, se pierde la
productividad del suelo y se alteran los paisajes naturales, entre otros problemas.

La degradación del suelo se refiere básicamente a los procesos relacionados con las
actividades humanas que reducen su capacidad actual y futura para sostener
ecosistemas naturales o manejados y producir sus servicios ambientales intrínsecos.
Dentro de los principales procesos de degradación de los suelos están, por un lado,
6
SEMARNAT. La Gestión ambiental 2006. Pág. 289-292.
7
la erosión (hídrica y eólica), la cual implica la remoción del suelo y, por otro, la
degradación (física, química y biológica), que se refiere al detrimento en su calidad.
En México, las causas de la degradación del suelo incluyen el sobrepastoreo, las
deficientes prácticas agrícolas, la deforestación, el mal manejo del agua, la
sobreexplotación de la vegetación y el vertimiento de residuos industriales.

México es un país con una orografía compleja, cerca del 87.5 millones de hectáreas
en condiciones de montaña (44% del territorio nacional), cuyo suelos, por sus
características biológicas, son delgados y se encuentran en declive. Esto favorece la
erosión hídrica cuyos efectos son prácticamente irreversibles. Las principales causas
de degradación de los suelos son la deforestación y el cambio de uso de suelo7.

Debido a los cambios de suelo se está perdiendo vegetación natural, los bosques
están desapareciendo. El uso del suelo en México ha experimentado cambios
sustanciales: entre 1993 y el año 2002 se perdieron un millón 322 mil hectáreas de
selvas (a una tasa anual del 0.45%), 369 mil 569 hectáreas de bosques (al 0.12%),
952 mil 595 hectáreas de matorrales xerófilos (0.21% anual) y 113 mil 505 hectáreas
de pastizales naturales (0.12% anual). Si se considera tan sólo la vegetación
primaria en el mismo periodo, el ecosistema que perdió la mayor superficie fue el
bosque templado (cerca de 2 millones 641 mil hectáreas a 1.25% anual), seguido
por el matorral xerófilo (837 mil 507 hectáreas a 0.2%), las selvas (835 mil 813
hectáreas a 0.8%) y los pastizales (42 mil 638 hectáreas a 0.07%). Al año 2002, en
el territorio permanecía cerca de 56% de la superficie original que ocupaban las
selvas, 73% de los bosques templados, 77% de los matorrales xerófilos y 55% de
los pastizales naturales.

La pérdida de la biodiversidad está asociada al proceso de urbanización y el cambio


de uso de suelo por actividades agropecuarias, desarrollos urbanos, casas de fin de
semana, desarrollos turísticos, al igual que por asentamientos ilegales de
inmigrantes de escasos recursos, en áreas no aptas como las márgenes de los ríos
y barrancas, zonas inundables o áreas protegidas en selvas y bosques.

3.5 Deforestación
Deforestación es la eliminación total de la vegetación nativa para cambiar el uso del
suelo con el fin de favorecer a actividades tales como la agricultura y la ganadería, y
el desarrollo urbano, industrial, de transporte u otra infraestructura.

Las causas principales de la deforestación son:

Cambio del uso del suelo. Entre las causas fundamentales de la expansión de la
frontera agropecuaria han estado las políticas públicas de fomento, de reparto
agrario y de colonización del trópico húmedo, entre otras. Es evidente, entonces,
que el gobierno federal ha sido una de las fuerzas motrices más poderosas
responsable de una parte importante de la deforestación de los ecosistemas
naturales de México por medio del cambio del uso del suelo.

7
ILAC. PNUMA. Indicadores de seguimiento: México 2005. Pág. 41-44
8
Actualmente existe un reconocimiento cada vez mayor de que intentar fomentar una
mayor producción agropecuaria a costa del medio ambiente no sólo no es
sustentable en términos ambientales sino que tampoco lo es en términos sociales y
económicos –sobre todo, dados los altos costos de la reforestación, la restauración
ambiental y la reparación de los daños materiales causados por los desastres
naturales, que han sido exacerbados por el deterioro de los ecosistemas y sus
servicios ambientales.

Tala ilegal. Éste es el segundo factor de mayor importancia implicado en la


deforestación de los bosques y selvas de México, aun cuando los datos confiables
sobre esta actividad ilícita son, por su naturaleza, incompletos, provocando
aproximadamente 8% de la deforestación anual total.

La tala ilegal generalmente afecta a los bosques y selvas mediante la remoción de


aquellos árboles de mayor valor comercial, lo que afecta la calidad del ecosistema
como hábitat para la biodiversidad, además de incidir en el valor total del bosque y
en los intereses económicos de los legítimos poseedores de estos recursos. Al
perder una parte importante de su valor el bosque se hace más susceptible a la
deforestación total con fines productivos.

Se estima que en total, la tala ilegal conlleva a la extracción de entre 3 millones de


m3 de madera cada año, equivalente a entre 40% y 60% de la producción anual
legal, de alrededor de 8 millones de m3 por año.

Incendios forestales. La causa principal de los incendios forestales en


México es el uso del fuego para “limpiar” las parcelas agropecuarias, de costo casi
nulo, sobre todo en los sistemas de agricultura nómada de roza, tumba y quema, y
en la ganadería extensiva –en donde se emplea durante la época seca del año para
eliminar las plantas secas, muertas o espinosas, y estimular el rebrote del pasto
tierno. No todos los que emplean el fuego para estos usos lo manejan de forma
adecuada, y por lo tanto en demasiadas ocasiones se sale de control y empieza a
afectar a las áreas de vegetación circundantes. Muchas veces se trata únicamente
de zonas de pastizal o de vegetación secundaria herbácea en parcelas
recientemente abandonadas, pero en ocasiones afecta a las masas forestales, con
consecuencias negativas para los ecosistemas, la biodiversidad, los servicios
ambientales y las comunidades que dependen de estos recursos8.

México ha perdido un porcentaje importante de la superficie original de sus


ecosistemas primarios, y con ello, a varias decenas de especies de plantas y
animales, dejando a otras tantas en condiciones de vulnerabilidad.

Actualmente se reconocen como los principales factores que amenazan a los


bosques y selvas el cambio del uso del suelo (impulsado principalmente por la
expansión de la frontera agropecuaria y urbana), el crecimiento demográfico y de la
infraestructura (por la construcción de carreteras, redes eléctricas, represas y otras
obras), los incendios forestales, la sobreexplotación de los recursos naturales, la
introducción de especies invasoras y el cambio climático global.

8
SEMARNAT. La Gestión Ambiental 2006. Pág. 123
9
Actualmente, la extensión de bosques y selvas en México asciende a 33.8% de la
superficie nacional continental (alrededor de 65.7 millones de hectáreas), del cual
52% corresponde a bosques (cerca de 34.1 millones de hectáreas, entre bosques
templados y mesófilos de montaña) y el restante 48% a selvas (alrededor de 31.6
millones de hectáreas, entre húmedas y subhúmedas). Esta superficie representa
alrededor de 63% de la extensión original de estos ecosistemas en el país. Sin
embargo, de esta superficie tan sólo cerca de 50% corresponde a vegetación
primaria: 22 y 11 millones de hectáreas de bosques y selvas, respectivamente. Entre
1993 y el año 2002, la cubierta de bosques primarios que cambió para otros usos o
se alteró fue de cerca de 2.6 millones de hectáreas (a un ritmo anual de 293 mil
hectáreas), mientras que en el caso de las selvas primarias, la disminución o
alteración alcanzó en el mismo periodo 836 mil hectáreas, a un ritmo anual de casi
93 mil hectáreas.

Ante la presión que las actividades humanas han ejercido sobre los ecosistemas
naturales y las especies que los integran, una de las principales estrategias a nivel
mundial para la protección de los ecosistemas y su biodiversidad ha sido la creación
de las áreas naturales protegidas (ANP). Las ANP tienen como función primordial la
protección de la flora y fauna, de los recursos naturales de importancia especial y de
los ecosistemas representativos y los servicios ambientales que brindan en una
región o país. Paralelamente, también han sido utilizadas con fines recreativos, para
actividades ecoturísticas y de investigación científica.

Áreas Naturales Protegidas (ANP)

Son de carácter federal y establecen zonas terrestres o acuáticas representativas de


los diversos ecosistemas, en las que el estado natural del medioambiente original,
no ha sufrido una alteración significativa. Están sujetas a regímenes especiales de
protección, conservación, restauración y desarrollo.

Existen seis categorías, que posteriormente se indicará su distribución en número


relativos, sobre los principales ecosistemas. Los criterios son:

• Reservas de la biosfera
• Parques nacionales
• Monumentos naturales
• Áreas de protección de recursos naturales
• Áreas de protección de flora y fauna
• Santuarios

El conteo de las ANP tiene que ver con su vocación de origen, que se agregan a los
aspectos considerados en los programas para el desarrollo rural sustentable;
empero, se detecta falta de participación en las comunidades locales, necesidad de
ordenamientos ecológicos participativos, falta de marco legal para el fomento de
reservas privadas y papel más activo de estados y municipios.

10
3.6 Pérdida de la biodiversidad biológica de agua
Muchos ecosistemas costeros y marinos y la mayoría de los ecosistemas de agua
dulce, han seguido degradándose desde 1987. Muchos se han perdido por
completo, algunos de ellos de forma irreversible. Se prevé que muchos arrecifes de
coral van a desaparecer para 2040, debido al incremento de la temperatura en el
agua del mar. Las especies marinas y de agua dulce están sufriendo un disminución
más rápido que las de otros ecosistemas. Los humedales, tal y como los define el
Convenio de Ramsar, cubren una superficie de 9–13 millones de km2 en el mundo,
pero se ha perdido más del 50% de las aguas de interior (excluyendo los lagos y los
ríos) en zonas de Norteamérica, Europa y Australia. Aunque las limitaciones de los
datos imposibilitan una evaluación precisa de la pérdida de los humedales en el
planeta, existen ejemplos bien documentados de la degradación dramática o de la
pérdida de humedales individuales. Por ejemplo, la superficie de las ciénagas de la
antigua Mesopotamia disminuyó de 15.000-20.000 km2 en la década de los 50 a
menos de 400 km2 hacia el año 2000, debido al retiro excesivo de agua, al
represamiento y al desarrollo industrial, pero se está recuperando en la actualidad.

La reclamación de sistemas acuáticos costeros y del interior ha provocado la pérdida


de muchos ecosistemas costeros y llanuras aluviales, así como de sus servicios. La
pérdida de humedales ha cambiado los regímenes del caudal, ha aumentado las
inundaciones en algunos lugares y ha reducido el hábitat de la fauna silvestre.
Durante siglos, la práctica de reclamación de costas ha consistido en recuperar del
mar la mayor cantidad de tierra posible. Sin embargo, la práctica de gestión ha
sufrido un cambio importante con la introducción del retiro controlado de las playas
cenagosas de Europa Occidental y de los Estados Unidos. Aunque su superficie es
limitada, en comparación con los ecosistemas marinos y terrestres, muchos
humedales de agua dulce tienen una riqueza de especies relativa y sustentan un
número desproporcionado de especies de ciertos grupos del reino animal. Sin
embargo, las poblaciones de especies vertebradas de agua dulce sufrieron un
descenso medio de casi un 50% entre 1987 y 2003, que resulta notablemente más
dramático que el de las especies terrestres o marinas durante el mismo plazo de
tiempo. Aunque la evaluación de los invertebrados de agua dulce es inferior, los
pocos datos de los que se disponen sugieren un descenso incluso más dramático,
estando más de un 50% bajo amenaza.

La introducción de especies invasoras no nativas, a través del agua de lastre de los


barcos, la acuicultura u otras fuentes, ha desestabilizado a las comunidades
biológicas en muchos ecosistemas costeros y marinos. Muchos ecosistemas del
interior han sufrido también la invasión de plantas y animales.
Algunos lagos, embalses y canales están cubiertos de malas hierbas invasivas,
mientras que peces e invertebrados invasivos han afectado a muchas pesquerías de
interior.

La situación geográfica de México le permite el acceso al Océano Pacífico, el Golfo


de México y el Mar Caribe, lo que le confiere una amplia variedad de recursos
pesqueros: 479 especies de peces, 55 de moluscos, 37 de crustáceos, 12 de
equinodermos y 4 de plantas (DOF, 2004). Los ingresos económicos que genera
representan alrededor de 0.7% del producto interno bruto (PIB) nacional y emplea la
11
Iniciativa Latinoamericana y Caribeña para el Desarrollo Sostenible Indicadores de
seguimiento: México 2005 1.3% de la población ocupada del país.

México es uno de los veinte mayores productores de productos pesqueros en el


mundo, con una producción que ha oscilado en los últimos años alrededor de 1.4
millones de toneladas por año, equivalente a 1.5% de la captura total mundial.

La producción nacional está fuertemente determinada por la producción del litoral del
Pacífico: en el 2003 reportó una producción de cerca de un millón 238 mil toneladas
(79.1% de la captura total nacional), seguido por el litoral del Golfo y Caribe (295 mil
625 toneladas, 18.9%) y la pesca continental (31 mil 648 toneladas, es decir, 2% de
la producción nacional). Con respecto a su grado de sustentabilidad, para el año
2003, entre 80 y 85% de las pesquerías en el Pacífico y el Golfo y Caribe,
respectivamente, se encontraban en su aprovechamiento máximo sostenible. El
porcentaje de pesquerías con potencial de desarrollo fue de tan sólo 4% en el
Pacífico y 5% en el Golfo y el Caribe, mientras que los signos de deterioro se
encontraron en 15 y 10% de las pesquerías, respectivamente.

La pérdida continua y la degradación de hábitats costeros y de agua dulce puede


afectar a la biodiversidad aún más, ya que dichos hábitats, en comparación con
muchos ecosistemas terrestres, son muchísimo más ricos en especies y más
productivos y corren un riesgo mucho mayor.

3.7 Cambios de la atmósfera

El mundo se enfrenta con diversos problemas ambientales de gran importancia


relacionados con la atmósfera, con retos tanto a corto como a largo plazo que están
afectando los impactos están cambiando en cuanto a su naturaleza, ámbito y
distribución regional, y existe una combinación de acontecimientos preocupantes y
progresos sustanciales.

El cambio climático constituye un reto global de gran trascendencia. Los impactos


son ya evidentes, y se prevé que los cambios en la disponibilidad del agua, en la
seguridad alimentaria y en el incremento del nivel del mar afecten dramáticamente a
millones de personas. Las emisiones de gases de efecto invernadero de origen
antropogénico constituyen las principales fuerzas motrices del cambio. Ahora mismo
existe una evidencia visible e inequívoca de los impactos del cambio climático.
Existe confirmación de que la temperatura promedio de la Tierra ha aumentado
aproximadamente 0,74 °C a lo largo del siglo pasado. Los impactos provocados por
este calentamiento incluyen la elevación del nivel del mar, incremento de la
frecuencia e intensidad de olas de calor, tormentas, inundaciones y sequías. El
Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático ha estimado que
el calentamiento a lo largo de este siglo estará todavía entre 1,8 y 4 °C. Esto
intensificará los impactos, llevando a posibles consecuencias generalizadas,
especialmente para los habitantes más vulnerables, más pobres y más necesitados
del planeta.

Existe una preocupación cada vez mayor sobre la posibilidad de cambios en los
patrones de lluvia y de disponibilidad del agua, que afectarían a la seguridad
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alimentaria. Se prevé que se produzcan cambios importantes, como por ejemplo en
África, que es el continente con una menor capacidad para afrontar la situación. La
elevación del nivel del mar constituye una amenaza para millones de personas, para
los principales centros económicos en las áreas costeras y para la mera existencia
de pequeños estados insulares. La adaptación al cambio climático previsto es ahora
una prioridad global.

Los problemas ambientales relacionados con la atmósfera son muy complejos. Los
diferentes contaminantes primarios emitidos y los contaminantes secundarios
formados en la atmósfera tienen tiempos de permanencia muy diferentes, y son
transportados a distancias variadas, lo que afecta a la escala a la que se siente su
impacto.

Las sustancias que tienen tiempos de permanencia muy cortos afectan a la calidad
del aire en lugares cerrados y locales. Las sustancias con tiempos de permanencia
en días o semanas dan lugar a problemas locales y regionales, aquellas con tiempos
de permanencia en semanas o meses dan lugar a problemas continentales y
hemisféricos, y aquellas con tiempos de permanencia en años dan lugar a
problemas globales. Algunos gases de efecto invernadero podrían permanecer hasta
50.000 años en la atmósfera.

La composición atmosférica se ve afectada por prácticamente todas las actividades


humanas. El incremento de la población, el aumento de los ingresos y la
liberalización global del comercio en bienes y servicios, estimulan el incremento en
la demanda de energía y de transporte. Todos estos elementos constituyen las
fuerzas motrices de las emisiones de sustancias a la atmósfera y, tal y como han
demostrado numerosos estudios de costo-beneficio, el costo para nuestro bienestar
colectivo frecuentemente supera a los beneficios individuales de los estilos de vida
de alto consumo que disfrutan o que aspiran a disfrutar los individuos.

El uso de sustancias que agotan la capa de ozono provoca la destrucción del ozono
estratosférico. Esta destrucción ha sido más drástica en la Antártida, pero la
estratosfera que hay encima del Ártico también está afectada. En septiembre de
2006, al agujero de la capa de la Antártida era el mayor jamás registrado. La capa
de ozono que hay en el Ártico no está agujereada como en la Antártida, pero durante
el invierno de 2004–2005 se registró la capa más fina.

Cuando se agujerea la capa de ozono de la Antártida, la mayor parte de la costa


está cubierta con 2–3 m de hielo marino estacional, que actúa como barrera
protectora para los organismos marinos. Las microalgas del hielo marino pueden
verse potencialmente afectadas de manera negativa por los aumentos de la
radiación ultravioleta (UV-B) causada por la reducción de la capa de ozono y una
reducción del hielo marino podría afectar a la producción primaria en toda la región.
Incluso con la barrera de ozono, se transmite bastante UV-B a través del hielo anual
como para dañar o matar los embriones de erizo de mar.

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Bibliografía

Herrerías Aristi Eduardo. Diagnóstico de la situación actual y perspectivas


ambientales en México y el mundo, a principios del siglo XXI. 2007, 247pp.

Iniciativa Latinoamericana y Caribeña para el Desarrollo Sostenible (ILAC)


Indicadores de seguimiento: México 2005, 104pp.

Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. (2001).


Global Information and Early Warning System. [en linea]. Disponible en:
http://www.fao.org/WAICENT/faoinfo/economic/giews/english/index.htm [2008,
marzo].

Secretaria del Medio Ambiente y Recursos Naturales. (2006). La Gestión Ambiental


en México. (463pp). México: SEMARNAT.

United Nations Environment Programme. (2002). The Global Environment Outlook,


GEO 4. (416 pp). USA:UNEP.

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