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Capitulo IX Pinceladas sueltas sobre la sociedad espaniola en la Edad Moderna En lineas generales, la Peninsula Ibética hi modelos y patrones demograficos de | occidental, con algunas variantes; la mas destacada, la menor densidad de poblacién, lo que hay que achacar mas bien a deficiencias naturales (acusada orografia, irregular lades cli- miticas) que a los avatares histéricos, Pues la experiencia demuestra que existen mecanismos Naturales que corrigen los desfases; Italia, con una superficie mucho menor, tenia mds poblacién; Francia superaba a todas lag naciones eu- Topeas con casi veinte millones de habitantes en 1600 y vein- ticinco en 1750 (lo que explica su liderazgo eu Topco y las pes- tas militares de Luis XIV y Napoleén). El caso de Inglaterra &s especial; con una poblacién Pequefta (cuatro millones de habitantes en el siglo X¥1) ya ju igaba un papel importante por su situaci6n Seogrdtica y su dinamismo. Pionera luego de la Revolucién Industri Paralelismo entre Poblacion y recurs un nuevo modelo que en nuestros dias se ha Propagado y explica casos limite como el de Japon: 125 millones de Personas disfrutando de un alto nivel de vida enun archipiélago montuoso, ‘1 seguido los a Europa central y ales de alguna fiabilidag sce generalizaran ' de ar parroquiales, es deci : paracion con 10 de familias comets x gistros Pijo Europa ya se hal 2 Pian antes saa 285 epic por mig xv, cua ae jnos tiene Ia misma explicnsst & 105 money ig ela Peste Negra y las réplicas que se sy fereclesiésticos en general, estaban oui? 5 Teigonae fe ja mitad del siglo XIV y tov efan muchas bajas, aunque con sige ee0° 8 quedareey ‘qv siguid actuando el bacilo de la peste bujgs’ suffyas:oftecerse a asistir alos apesigcyen 5 Mad tersble,asociado con crisis alimentigno™ cata ego casi soguro de mec ee eos Ne fas resistencias del organismo humans Se fesse dieron comportamiientos de todas qa tades cvi- reorridos caprichosos que desafiaban todas las mediqy fibunales de justicia que se trasladaban aot 254 altos secoridos Opt slamiento, Ces6 despues de la peste tems reo, a pAFOCOS, ObIspes,repidore: nen ita (1720) sin que se sepa bien por qué. El siglo xvm fa, sus puest0s Te: ep sel (mejor enclaspecto sanitario, aunque tomaron in Sentaban, entre ellos el del abastecimiente gee PF mento otras plagas: Ja viruela y la malaria. En Espaa, comunicaciones se interrumpian. Los perjuicio Porque las sen go del sigioxvio la invasién de una nueva : aba la interrupcién de las redes comerciales ooo" comienocbo procedente, como las anteriores, de Asia suchas veces que los pueblos dilataran la deers era met pensamos en la alarma que hoy suscitala nei ado de peste, y a veces surgialapolémicoente none delnapaicon de un brote epidémico en algcn aga al ves sionales de la medicina sobre si las detuncones feo, dela Pos maginamos la angustia que sacudiria aaquels regitaban eran 0 de Spo epidemic, Restblegda la vmonas ante la presencia de unos morbos contra los cuales normatidad quedaban reajustes por realizar y secuelas d ts ie al Iargo alcance: Hegaban inmigrantes e pettus podia hacer nada la pobre medicina de aquella¢po- BO ket orak S a cubrit fos huecos, se ees mortalidad por la peste bubsnica oscilaba entre el 70y ie ig 3190 por ciento de los atacados, y parecidas cifras se daban sna peste pulmonar y el tifus exantemtico. En las pobla Giones afectadas se organizaban inmediatamente hospitales Se urgencia, se acordonaban calles, se contrataban médicos bruscamente di ; aprado ide oro, se cavaban fosas comunes, se dedicaban pre- siglo y medio oscil6 foe | Oe y durante sas y esclavos a recoger los caddveres que aparecian tirades Las tepercnaane Coates ea ee en las calles, se ordenaba la quema de todas sus vestidurasy fundas;el temor de la muerte ocasionaba convessionessi- perienencias, se quemaban plantas olorosas para purificat tas, reparaciones, legalizacién de concubinatos, donaciones Ja atmésfera y se hacfan muchas rogativas, pero Ta Gnica con fines religiosos, fiestas votivas a santos intercesores (san prevencién eficaz era la huida, y esto planteaba problemas Roque y san Rafacl eran los més invocados, como saben enormes, abria fracturas en el tejido social. Los ticos podian bien los cordobeses). Puede que esta cercania con a muerte, inte; el Caso més tipico, el de Sevilla, que en 1619 descen- huir a lugares alejados 0 a sus fincas campestres, pe a ir timiento especialmente vivo en el siglo xvt, influyeraen mayoria de los pobres no tenjan dénde ir y si huian aterrot la creciente devocisn a las almas del purgstoro ave ed zados los recibian a escopetazos. Madrid apresuré la term fondo era una visiOn consoladora, pues 8 cambio de unos nacién de su cerca cuando arrecis la peste que d¢ 1 tormentos pasajeros se garantizaba la salvadin Sty a 1652 caus6 en Andalucia y Levante pérdidas tremend= incalculable el nimero de retabos dedi | os, Elestudio (no realizado de forma global) de los come, én y los fondos que movia, pues con MAT scendian a tamientos en esas situaciones extremas es de extraording® pine eee eure eros recursos, eTan centenares y miles en familias con am interés;la mortalidad altisima de los barrios pob' Espa, resins de storie 267 266 Antonio Dominguez Ortiz as que adscribjan en perpetui muchas las peer glebracion de sulragion 22 l8ten, tas de a ‘yerdadera cultura de la muerte, con raices Habla a ehistoria, con ms itiples repercusiones ot Heganh ticas, incluso econémicas, porque el mantenine* Io artsteas, I antepasados a un nivel decoroso dees Si Sumiarentas cal familia de certo a vende un pantedn familiar y a los que no podian tanto? masters fg menes el consuelo de que sus antepasede’ qe elo sagrado, ex el interior de una iglesias ran am ‘Cuando a fines del siglo xv se omens pring 2 cernenterios extramuros a resistencia fn or J cumplimiento tard6 decenios, Conside ue su total ‘ general 4 steno como un fin, sino como un transito, ayuda temor que inspira; mas, por otra parte, cl fe nd ee vidahaciafaconecne a atra buena muesten, ¥ COMO, Segun Ia teologia catolica, el dew el hombre depende de que esté 0 no en estado de graiaen ese momento supremo, incluso los mds pecadorss rage jan obtener la salvacion mediante a absolucién en el corey nstante. Hoy, una persona que sufre un accidente cl ina por un médico; entonces pedia angustiada un confesor, y ro fue nada raro que personas puestas en. peligro inminente ae vee se confesaran unas a otras, por ejemplo, enlosnay .as se explica el ntime- jones sociales seguian siendo vivas y en ocasiones revistieron formas muy vislentas, por ejemplo, en el reino de Valencia; pet general, el robustecimiento del Estado hizo que las tensior os y transformaciones discurrieran por cauces, pach, Sigui vigente el esquema tripartito de la sociedad estamen tal, aunque mezclandose y contaminandose de ‘maneras con lacmergente sociedad de clases basada en criteri9s eco" némicos justficando la observacién de Sancho Panz®, gerada en su formulacién, pero acertada en el fondo: «Dos linajes solos hay en el mundo, el tener yelnotene™ 4 Los Reyes Catélicos trataron de satisfacer este o 7 ento; concedieron bastantes idalguias es da de premios militares, y las cortes de T™ (iso rae iciones necesarias para fundar mayor 268 =~ Antonio Domineuez Ortiz Jo que se precisaba licencia real, P a TBO de magnates Tenia ee Sa Gus fraspasaba lo limites de la privacidad; los rug ee ES Hijar azagoneses, los Cardona ctalane Valenca- 208 tis familias castellanas,rforzaron aun, lala con satan alto nivel un casamiont se ane os Estado; la reina Isabel, empedemnida casamennn mantenfa en ‘su casa muchachas ntbiles de csementera, pants ce Castilla, velaba por su moradad reluseiae Jas dotaba en. cocasién de su matrimonio, que siempre ee laste con st aprobaci6n, no siempre exenade favorit fa Yon Fernando miraba en los enlaces de he parte, por 8 Pro solo el interés di . fod no sélo el interés de su nacisr, sna ed 0 refeasando de Ta fuerza deshizo el proyeciaionaenee, todel duque de Medina Sidonia con un miembro dela fai- Jos Girones y lo convirtié en marido de una hija bes- fonso, arzobispo y virrey de Aragén. einado de aquellos reyes fue acompahado ge un recrudecimiento de las banderas locales las parcaia- Ge, de Jorez, Baeza, Trujillo y otras ciudades nobilaias se reproducian, en parte como Tegado medieval de luchas fari- Tees, o como medio de controlar el gobierno local y sus pro vechos. Los linajes leoneses de Benavides y Carvaales ha- bian trasplantado a Baeza sus odios ancestrales;apaciguados enel reinado de los Reyes Catélicos, resurgieron durante las Comunidades; también en Sevilla hubo con la: misma ocasion un rebrote de las Iuchas entre los sartidarios de los Guzmin y delos Ponce de Leon. Eran los tiltimos coletazos: deunesta- Go de cosas pretérito; en muchas ciudades los representantes Ge los bandos empezaron a repartirse los cargos amisfost: mente, ya por turmo, ya por sorteo; asf hicieron en Avi Jos Ximénez y 1os Domingo; en Salamanca habia, en 1489, caballeros del bando de santo Tomé y 132 del de san Beni % Ia ciudad estaba llena de torres y casas fuertes enel OF as las hostilidades estaba la venganza de doa Maria de ie roy (cba Brava») por la muerte de sus dos his. Pa. ot sosege los tumultos, pero todavia a principles ee los regidores de ambos ‘bandos se sentaban en bancos Bo 10s y sorteaban los cargos municipales- Pareddas ses sedaban en Valladolid entre los’ Tovaresy Reoyos-e con los Carvajales y Ovandos, y en 0108 auchos lugares: iosde historia 28 Espa, tres beamor a Jos agramonteses ¥ nteses Incluso en No ‘durante siglos acabaron por acepe® Se batde pono detoscarges, |" “PA ng onvivenia PEE, Ye parcialidad y violencia, aungyg utoridades reales y descafeinadg tee oor on, que introdujeron e® Tos ayuntagnen fe are eneizos, eaparectat, POrqUe es una gS rita humano; por eso, Castillo Boba” ica para corregidores en 1597, deci st ni aldea que no esté divisa en pareitg® ponado; B. Bennassar ha waste 4 ‘0 abonado; B. sat ha ma también un con ciudad andaluza se divididen cent? oto an dos ‘bandos interclasistas en tomo a la ia — un comi uisitorial. Gira también a Gqisitorialesy la obsesi6n por la limping deo ee estudio de Jaime Contreras So!0s contra Rint yes anbetadoenelreino de Murcia ail, hoy de moda, sobre las oligarquifas utbanas tiene gran interés porque se relaciona con otros multiples problemas de aquella Sociedad: las estrategias familiares, Pi tedes cientclaes, os poderosos, grupo que inch tanto Ios nobles como a los plebeyos enriquecidos, y sus relaci- tes con el poder central, basadas en un do ut des que en el siglo wv leg6 a extremos escandaloso Tos consejos, Ins juntas, todos los mecanismos de regulacién ¢ inspeceién de a vida local cerraban los ojos a los desafueros de los tre nus oles an tld que suinistasenl gobiema del los recursos que peda. Los abusos Ilegaron al colmo ‘ly disminuyeron en el Xvi pracias aun conto més estrecho por parte del Estado de los bienes y rentas de Jos municipios. Al disminuir (nunca desaparecer) los abusos delos cabildantes disminuyé el interés por disfrutar carg0s ‘unicipales; no solo dejaron de venderse, sino que muchos cargos en ocasiones hasta los dos tercios) quedaron vacs™™ es por abandono de sus propietarios. dete bindtsades locales se enlazaban también can el barr "0 puro y simple en numerosas ocasiones y luge 270 Antonio Dorninguez Ortiz talufia, el bandidaje relacionado ntze nyerr ¥ cael fue una de a pring ee ean 3s es de los virreyes desde mediados dda Preocupa- ciont9. En Mallorca, as luchas entre anager oo," has- tae didas en todas las poblacionesy ads Canaval Is, ext as tenian propiedades, hicieron ¢, ape me estas fac sidadanos pactficos hasta que en loisqre ta vida 7 ahhogé [8s revueltas enn mar de sang eee de ipo | deincuente que y social en laetapa fact lia strias Se debi6 a causas externas ala accion anes 0.al dinamismo propio del sistema. La sored heredada de la Edad Media apenas fue mediace, cudit alas ordenan- yas municipales, gremiales, estatutos de corporaciones eclo. sidsticas y otras disposiciones de rango inferior para apreciar fas cambios; por ejemplo, en las grandes recopilacionts nace {dice nada o casi nada de los esclavos, de impieza de sangre, {enta de oficios puiblicos y otros temas de gran trascenden Ua, lo que, en principio, es un argumento en pro dela dink. mica social y en contra del intervencionismo estatal, pero hay que tener en cuenta que ese intervencionismo tenia mu- chas veces un cardcter epis6dico y hasta vergonzante; no era logico que el Estado confesara que querfa vender hidalguias ytitulos de Castilla; sin embargo, los vendia. Por esohay que admitir que las transformaciones sociales que acabaron con- Virtiendo aquel imponente edificio en una carcasa vatia de contenido fueron producto de multiples interacciones entre una dinémica interna y un poder que actuaba presionado por unas necesidades financieras que, a su vez, provenian de Intereses dindsticos y necesidades de una ambiciosa poltica exterior. Algunos casos concretos ayudarén a clarficar esta mara- fa. El estamento nobiliario estaba en la base de toda aquella construccién politico-social; point de noblese, point de monar- chie, decfan los contemporaneos de Luis XIV, y en Espafia existfa la misma convicci6n. A falta de una fuerza de orden Espara, tres milenias de historia 274 ‘emo confiaba en los hidalgos, en al errors podian requerir su concen janes, Para negocios de mayor mony jento de grandes unidades, etc, el rey eMba. i persona y Bienes de los grandes senor pode * dedelblndgje que supontan las leyes del mayo P™ 3 A de Castilla tomaba las medidas \YOraz. ‘el Consejo : Recesars su supervivencia en cuanto Casa, gon tiag de la conducta de los titulares, de las ae sj, la traicion y castigo del IX duque de nre®® individ no impidi a sus descendientes desempen altos puestos ¥ contraer ventajosas alianzas. Cirlos V seleccion6 la parte mas granada de la aristocy, Ga concretamente veinticinco titulos, alos que atribuyg 7 calificativo de grandes, y aunque st llamaron de Castilla, cua. caloceafan de la Corona de Aragén (Villahermosa, Deni eoktee y Gandia) y uno de Navarra (Lerin). Sucsivas Seatfeciones elevaron su niimero a un centenar fines del amp xvily casi doble un siglo més tarde. Hablo de tituls, vate personas, porque cada vez. fue mayor la acumulacon ‘de varios titulos en una sola familia. A pesar del predominio eeellano hubo cierto grado de internacionalizacién, lo mis way en la concesion de grandezas que en la de lad . gotona del toisén de oro. Varios titulos de grandes proce dian de Portugal, otros de Ital habia casas, como la del Imirante de Castilla, que obtenfan del sur de Italia sustan- Giosas rentas. Llegé a ser éste el grupo de presién més importante dela monarquia; a partir de Felipe Ill su influen- cia fue incontrastable; consiguieron lo que parecia imposi- ble: que Felipe IV prescindiera del conde duque de Olivares, y gercieron una verdadera tutoria en cl reinado de Carlos lL on beneficio para sus personas, pero sin peligro para ls autoridad mondrquica, que Felipe V rescat6 sin esfuerzo. Mientras crecia el prestigio de la grandeza dismi delos grados nol s inferiores; la simple hidalgufa com portaba beneficios, y todo aquel que sobresalia en poder ¥ dinero procuraba adquirirla, pero no por el desacreditado método dela compra, sino por mecanismos faciles de dom naralos que tenfan mando en los ayuntamientos, puesto Te exan ellos los que confeccionaban los padrones de hidalg0s pecheros. Superior al del hidalgo era el titulo de caballer Aballe. aso de 22 Antonio Dominguez Ortiz gue Cras suficientes para mora servi antes cAlcul n renta renecesario Para que un cballerd se ida noble. vide Mruandose de titulos de Castilla (cong lad requerida era mucho may J marqueses), ya cant te ata mil ducados, pero hay que tener em noe? ll ¥ Sefaciones que circulaban para stistacerla cuneate fe 6 lates pecan Por €xceso, No tienen en Cane oes Tos gastos de obranza ies, Yimentos que los primogénitos debian sati atime sign Ray que hacer constarquesne eo Jebastaba poscer un mayorazgo, para un titulo era equisto rey imprescindible ser seior de vasalos, toner el sehg ke ta poblacién, y éstaes una de as causas delelevadontine seep compraventas que se realizaron por cuenta de la Real ‘onda; Carlos V vendio pueblos de las érdenes miltaney Felipe If vendié muchos pucblos de obispados; el reinado ee Felipe Ul marcé una pausa relativa, pero en el de Felipe IV se vendieron en total cuarenta mil vasllos de rea- Jengo; cuarenta mil familias que habitaban en doscientos putblos. La expresién vender vasallos suena demasiado fue. {een realidad lo que se enajenaba era la jurisdiccién real; senor se convertia en una especie de corzegidor perpetuo, sujeto a las leyes y a las autoridades reales; asi que, en prin- pio, los vasallos no perdian nada, incluso podfan ganar si efor era de buena condicion; pero en la pricticalas cosas iban por otro camino: el nuevo sefior podia compra la tle rancia, el derecho a nombrar los cargos municipaes, Ia llave de todo el sistema local; ten‘a facilidades para comprar te- Tas, y, si era poco escrupuloso, para aduefiarse de los pro- pios y baldios. Por eso muchos pueblos se enredaron en Pujas ruinosas para comprar su propia jurisdiccién. Los més opuestos a la introduccién de sefiores eran, naturalmente, los hidalgos y caballeros locales. ‘A fines del reinado de Carlos Il, cuando ya no quedaba casi nada por vender, se enajenaron casi trescientos ttalos Bastos de pleitos, los Espaia, tes milentis de historia ms sados y condados a ttn’ mu’ ucados; deme eon gasu mayoria, burgueses ensign com. pradore origen extranjero. No hay que ver en este pe 0 pcos Ora reacion nobiiara, pues tales pric hechs una SePiomaenilecer que a tealzar el estamenty 48 dy cons familias prosiguieTOM SU ASceNsO Y cons ees grandeza, que, entre otras ventajas, les facilitaba e| aceon Frat lamayoria tuvo la vida provinclana como r, pial) Inco od. Los Borbones pusieron orden en esta mater nidac crear una noblesa de servicio que redimiens'® 10 # Je la ociosidad; pero la fuerza de los pra atom grande quela mayoria de los burgueses ue cis oratan Sgsenunciaron a seguir eferciendo la mercatura Wiebleza se agrupaba en cofradias locales, pea tuvo un érgano central representativo; la Iglesia sf, pay a rave gel apoyo de Roma y de la autoridad moral del atzobis. Jo de Toledo, exstia una Congregaci6n de Iglesias que se Pe nfa periddicamente para repartir el importe de unos ti- fotos especiales. En cierto modo el estamento eclesidstico cra mas débil que el nobiliario; era menos rico, carecta de fuerza material, estaba mucho més controlado por el Esta- do, Sin embargo, los reyes, que hasta Carlos V teméan una posbleliga de fa nobleze, acabaron por reduciclaa la serv Tumbre, en tanto que la Iglesia, que siempre les habta apo- yado, no estuvo nunca tan sujeta a su control; tenia més Zutoridad moral, era mds popular, sus censuras espirituales tenfan una gran eficacia, y en este punto las cosas cambiaron poco hasta que lleg6 el apogeo de] absolutismo borbinico. ‘Ante una actitud de abierta rebeldia de fray Pedro de Tapia. arzobispo de Sevilla, Felipe IV no se atrevid a reaccionat sta era una de las razones por las que conseguir que fueran elegidos papas favorables era de interés vital para Ja monar- quia;sin consentimiento del papa los eclesidsticos esparole= Ro consentian renunciar a su inmunidad tributaria. oe tena la Iglesia un mejor sentido de la admis pian aH ienes que la aristocracia. «A este. Lea a 30 Gee con todo», deciel conde duque de Olivares. Cuand? cauigens ie] Trento autoriz6 a los regulares a poset 7, a esta posibil ae solamente los franciscanos ren ‘as eeneeeatildad, Se ha elogiado la racionalidad de iones agrarias de los jesuitas en el Viejo Y tendie aristocra eee Mundo. Otras comunidades ust ws: apoderarse de las fincas soba Ot Medios mas ejecut- dos. Pero a la vez continuaban ‘que pesaban censog ani, iglesia patrimonial, frecuente en e.g forte tucion en el Pafs Vasco), que era u, (verdadera ‘argo eclesidstico para que pudier Ana especie de ma 52760 fe una familia os tulares decane eae dom formaciOn muy deficiente; algunos apres ean tirel Credo y las palabras de la consagragen srt Fer Sia pesar de los numerusos abusos se podia dec er, en su conjunto, era popular habia buenarese eel for no era una casta, todos tenian acceso al ming cTiebre obispo de Segorbe, Juan Bautista Péez, vehi sastre, la madre de fray Luis de Granada pedialimoe’s deun sort yancisco Posadas vendia huevos ene mercado deca Situ el padre de don Manuel Ventura Figueroa, qve uct siendo presidente del Consejo de Castilla, jrcis dehabes sangrador en el Hospital Real de Santiago, En aquellos eae pos de justicia arbitraria el sacerdocio ofrecfa una inmanidad muy apreciada. Lope de Vega, en la Epistola al Dr, Pores, jus- tificaba que hubiera tomado érdenes porque: : «Aunque con tanta indignidad, cobarde, el dnimo dispuse al sacerdocio porque este asilo me defienda y guarde». La misi6n asistencial de la Iglesia, aunque realizada de forma irregular y a veces indiscreta, cra otro factor de popu- latidad. Revestfa variadas formas: desde el obligado repar- tode limosnas hasta la realizaci6n de obras de interés public co, como la construccién de un torreén que defendia la entrada del puerto por don Lorenzo Fernandez de Cordoba, obispo de Malaga. Los obispos que no eran suficientemente limosneros eran censurados y podfan ser amonestados Pot el Consejo de Castilla, que en unién del confesor ra) (enel siglo xvul de la Secretaria de Gracia y Justicia) efectuaba fun cones inspectoras sobre la conducta del alto cero. Us see de la sociedad y la administracién abandonado ct toa mantenimiento de los Bid Epa, tres milenios de histone tulo muy triste de nuestro pasag. xpositos. UR CAPHNT 1 tras de abandono de nino, © 7 eloseran i de eecis alimenticia. Los ayuntamae pasa lo sumo costenban 3 hombre queen se a senses vanspotaba en condiciones pay yg ig solfa haber como anejo al hospital mea idiente un lugar de acogida, siempre incr entes para costear Ia asistencia médica on rentas ‘pocas Jimosnas porque no era presi: ado; se preferian las mandas para resco s0 20 erp doncellas pobre o sacar dias del Page sivas, dota fe los tres, cuatro 0 cinco mil nifios fr Rein sen oda Espana ns scutes pre ona ig las cuatro uintas pares, morta ante q con ima y esta situacion no mejor6 hasta la sogunds cum a fo xx; la responsabilidad fue en parte de le re hizo todo lo que podia, pero se preocupé en ado de las autoridades civiles, que no sély roblema, sino que permitieron que rentas de aquellos esta- blecimientos. La compenetracién (salpicada de eriticas, pero efectiva) de a Iglesia con el pueblo era motivo de preocupacion para gablerno en momentos de crisis; Ie interesaba contar con Jot eclesidsticos para apaciguar al pucblo enfure anos los caballeros ofrecfan su espada al corregid Tes sus exhortaciones; en algunos casos se sacaba al Sa mo. Pero se daban otras situaciones distintas: de solidaridad Gel lero con las demandas populares, incluyendo la clemen cia hacia delincuentes vulgares. Era una reacci6n contraunas leyes penales demasiado duras y con frecuencia injustas. La i id de los reos acogidos en edificios sagrados e* defendida por todo el clero como parte de sus privilegios fuente de conflictos que por su abundancia se hicieron TF narios, Pero habia otra forma de protesta: arrancar los conde nados ala ltima pena de las garras de los ministros deus cia; se quejaban éstos de que habia frailes que con el pret? de asistsespiritualmente al reo colaboraban en tetas, a des oalborotos para faclitar su fuga. Incidentes de esta co no alarmaban demasiado a las autoridades, per® sf !4 © 276 Antonio Dominguez Ortiz de algunos clérigos en tum) (os mezclados en tos de may - jae contam casi tod Or cuantin bagtos de protest, mpezando poz ase Btandes movi. mingan aquellos clériges de un arma de gran gpg aues:Dis- eon, el palpito. En la época de Felipe yi 2a pre jue escuchar palabras duras que <\ "Yel valido Mia los predicadores veces costson formes rentas de la Iglesia yas, estaban muy mal excesiy ye en la nominacién de prelados i decirse que en Ja nom re gecto criterio, el fav io #2 con frecuencia andose 7 loscic ate ena de la mitra toledana los Gennaio yoo vie mntiago, eran metas preferidas de lay Same jundones arstocrstios y un Fee ce ee siolthos palacios episcopales eran corte en miatan as que servian de paj ijos de la noblezak cartuajes1ujoses y maestro de ceremonias. End ete capmquras sin oficio ni beneficio de los que deci el misstro Campillo a principios del siglo xvmt: «Sus vestidos, sus cos fambres y su modo de vida son tan denigrativos a la monarquia como indignos de su cardcter; andando por todo el reino, viven de limosna, comen en las tabemas y duermen en los hospitales, causando el desprecio que es natural manifestar a los vagos», Los gobernantes de la Ilustraci6n trataron de introducir un poco de racionalizaci6n en el abigarrado conjunto del dero hispano, sobre todo en beneficio de la dignificacion de los parrocos rurales; esfuerzos meritorios pero tardios y en gran parte anulados por los efectos de la inminente re- voluci6n. Quienes no tenian la condicién de hidalgo o sacerdote,0 sea, la gran mayoria de la nacién, formaban parte del estado general o ano. El criterio més usado para distinguir este estamento (si puede Ilamarse asi a un aglomerado inorgén- 0) de los dos privilegiados era la exencién de impuestos. iidad cancion om Las en Os reyes actua- Cuando las necesidades fiscales obligaron a Jos monarcas * imponer contribuciones a clérigos y nobles, como suse en do deque elimpuesto de Millones, se tuvo cuidado de 4} obligase a contribuir en el «Servicio ordinario» que votaban las cortes. Para este efecto los aytntamientos confeccio Espaa, tres milenios de histor 7 nes de hidalgos y plebeyos, es Fo eventos, que servian de base para pS, dg i So SOlvian exent0s YP jjtima palabra la tenfan las Salag trai rfas-de Valladolid y Granada, oe ped n las ejecutorias. Pero g Jo Fela familias cuya hidalguta era ror Yer Jost or acreditada con documentos, © Dre os uno del mundo abigarrado del Estado genera, sectors orpaizados con reglamentos aprebaggy wet gutoridadesmunicpales qué les daban cohen y geht Ev meres en primer lugar, los gremios proses Sprbién habla entre ellos una escala de valores; cen Tay reclamaban preeminencia, exencin de tiene productos y certos aires de hidalgy re Hes en varias ocasiones los pintores y esculoegee plateros, los médicos y boticarios, los escribanos, es jee fos que estaban en el limite que separaba la pecheria ansiada hidalguia en un mundo tan obsesionado pos honor lakonra. El crterio utilizado, el argumento invocas on mas ahinco, era no ser el suyo arte manual; pars pintor necesitaba un ayudante que preparase el lienzo y los colores; el boticario, un mancebo que manejara las alquits. rasy la mano del almirez, y hasta habia sastres que se jacta. ban de que ellos sdlo disefiaban las operaciones y paseaban porel ‘espada al cinto mientras los oficiales ozaban, otoria y ero nunca fue tan obsesivo como ena Cast lla de los siglos xv-xvin. j El gremio castellano carecia de la entidad politica que deniro del marco municipal pose‘a en fos reinos dela Cor” na de Aragénno por es0 dejaba de ser un factor de dignity cacién, ayuda mutua y defensa profesional. Los més pres Siosos tenian ademés cofradia y hospital, que proporcionst asistencia social, representaciGn en actos puiblicos y. en tos casos, latan buscada seguridad de un enterramiento ho* 1050, Desde el punto de vista econdmico, su gestion ef iscutible; preocupados los agremiados por evitar vat es y competencias, muchos gremios limitaron el nme ©” oficiales, controlaron la distribucién de las materias Pr “aift Pefpetuaron unas normas que consagraban la rutin Y ullaban innovaciones y progresos técnicos. 278 Antonio Domingues Ortiz smbolo més destacado de la pattcin. Fst vida social era su contbctn el de os gre. Boepu ¥ eventual en otras solemnidades vet 38 el as de reyes. Su participacion ea yr 0% ies y ent taban juntamente con Tas autoridades tee POtGue deo bandera; a la vez era una obligacign, edo pen. dn Og al fener que COstea los embemag OOS ets staiyra efimera que servian para dar solemnidad aoe tecifabia otras agrupaciones profesional que tambig, tuchaban por romper las barreras estamentales ambien laustros rsitarios, consulados de mercaderes, cee pi ‘etc,, lo que nos conduce al debatido tenadelg a de una verdadera burguesfa en la sociedad erantiguo Regimen. En esta cuestén,comoenig ke dglamo, las dificultades nacen en gran parece pra atnceptuales o seménticos: qué debemos entender: Desde el punto de vista etimol i d ‘ es el ruao, que viene a tener la misma etimologiael homibredelecate ‘As{se denominaban también los judios y conversos de Pal. ma de Mallorca, Su funcién esencial era el comerco y tam. bién la finanza, los préstamos; no encajaba enla divisién tri- partita de la sociedad, era ejercida con frecuencia por elementos extrafios a la misma, suscitaba rechazos y ala vez se apreciaba su necesidad. El reforzamiento del Estado ace- cia la necesidad de administradores profesionales, ce cionarios competentes. Por agregaciones sucesivas de ele mentos dispares se iba configurando ese grupo social que mamos burguesia. Las dificultades nacen de que, si bien iversas ramas de la burguesia no encajanenel esquema estamental tripartito, idad impuso siempre acomoda- tos y compromisos, y hubo nobles comerciantesy ecle- sticos que ejercian de secretarios, y campesinos que Icanzaban situaciones elevadas, lo que, lo mismo se puede ‘nlerpretar como ampliaciones légicas de un modelo que {ine elementos nuevos, factores de ruptura. En repablicas daeenamente burguesas como Venecia y Génova, las cue fa hanseaticas, las ciudades flamencas, ee cracia y clero en amigable simbiosis, y 10 lems decir de las ciudades de la Corona catalano-aragone Sn nuestra Baja Edad Media, e incluso de algunas ci aris ios destin, 279 Espaita, tres itacion pende de crit sanas, La detimitacion pende de citeriog tone lanajenaceptor O70. Para un histoiadr deine res de Vicens Vives, en] Espafia del siglo xvin log anions los comerciantes gadii ses auténticos eran saditanog burgess lanes: aos demds Grupos Sl los cong reno wclases medias influyentes», y todavia podri 5 come dad de burgueses incluso. estos stupas nett 1 etn as mentalidades como criterio preferente, ees adof pros eran bastante conservadores en materia py fas religiosas y sociales. : jemos muestra atenci6n en el més importante grupos, el de los financieros y el gran comercio, dos acti aEPe intimamente relacionadas; la participacién de fad, que nunca fue Mayoritaria, qued6 rota en 1492 og sa epersos del grupo de Burgos acabaron retiréndose delog tregocios,y gran parte de sus bienes, y en muchos casos xs propias personas, tuvieron como destino final a institucio- roe eclesidsticas. En el otro extremo de la Peninsula los miembros del consulado Sevilla-Cadiz tuvieron un compor- tamiento distinto de los de Burgos, y la comparacién entre ambos casos resulta muy instructiva: los burgaleses (que incluian también estirpes del Alto Ebro y La Rioja) const- éneo; su procedencia conversa lesin- duciaa extremar su teligiosidad, su ortodoxia catélica, Ade- més, fueron empujados a retirarse de los negocios por las adversas circunstancias que reinaban en ‘el mar del Norte desde la sublevacién de las provincias flamencas. En el otro extremo de Espaiia el consulado de Sevilla, ampliado a Cédiz y otros antepuertos, tenia como objetivo primordial (pero no exclusivo) el comercio de Indias, Como es légico, aparecen en las actas muchos apellidos andalucts pero los mercaderes mas gruesos, segiin la expresién de h época, los que solian ocupar los cargos de priory cénstles ser gentes del Norte, vascos, extr: njeros. No tenia dificultades en cuanto a la probarza de limpieza de save y_la de oficios la resolvieron con la distincidén que Y# i icerén: el comercio al por menor envilece, peto la ment 1a magna et copiosa no es censurable. Lo que interes? Cae ee esque a pesar de este flujo incesante de sangre. nueva, tana los viejos odres se adaptaba a los moldes dela adicional; el frecuente abandono de los neB°°* de estos 280 Antonio Dominguez Ortiz segunda 0 tercera generac Puede atu ala mayor seguridad que of Se a Su cardcter ‘qzar0sOr a frecian unas invert afaticas que en el Pais Vasco 0 en Catala ee inversiones mismas oportunidades, porque la estructi \contraba tas, tad agraria eta distinta; pero emplear los ae 'a propie. Gos en las transacciones mercantiles en compra Consegui- oe Srdenes Militares incluso un titulo de Caan Ho Ssronatos ycapellanias adopts os patrons ten giseat Pidican que el posible fermento se convinis en mate noble, da por el medio ambiente. Ale tico espiritu burgués se detecta en of can cf foxvin y su. continuacién en el «Cédiz delascontar Segovia era en los siglos xvi-xvi una excepeiénen Cast ttarduedad con una industria textil que sobrepasabalosinng, tes gremiales, que se aproximabaa los grandescentos text, les europeos. Burgos exportaba la lana en brut Segovia la transformaba en los afamados pafios que vestian muestras pero que nunca lleg6 a conquistar el mercado ame €ano. Por qué al boom de la segunda mitad del siglomvisuce dié la pausa y luego la decadencia no es fécil de expliar, ‘Angel Garcia Sanz, el mejor conocedor del ema, sugier que Jos segovianos no desconocfan las mejoras que en otros pat ses de Europa se estaban introduciendo en la industria tex: pero les faltaba vocacién empresariel y acabaron sucum- iendo a la tentacion del ménimo esfuerzo: exportar lana en vez de transformarla, Madrid tuvo también una burguesfa nacida de la demanda latente en una ciudad grande y ric; habia, por ejemplo, que aprovisionarla de grandes cantidades de car én, y Bravo Lozai documentado las importantes for- tunas que amasaron algunos de los obligedas, 0 sea, de ls que contrataron con el municipio el abasto de este producto. Era también Madrid gran mercado de productos de luo. ¥ habia heredado de Medina del Campo el negocio banca en ella residfan la mayorta de los banqueros mis y de os grandes arrendadores de rentas pitblicas. El publica 5 Con curiosidad las noticias sobre estas fortunas hechas: PEt decitlo as ae rentas nobiliarias ni eclesidsticas. Un clérigo ave Wi poo de Felipe IV y se entretenia enviando a sus amigos isos de la corte daba cuenta dela muerte Espa, tes miei de histor oy le drogas en la calle Postas; hal mercader di las montafias... y se eSiend, ozal de las m ce deja sono echo cer ahadia: «El que en Madrid Tien. tos il toa cada paso dob el caudal» int gencia ytat0, jones, sin duda, pero con base real, Evagemen ia constitucion de los Cinco Grenier sli entdad creada en 1733,miicleo de mice ae publica y privadas, beneficiaria de mailtpieg = ades Fisjesycuyo caricter burgués es indudakye Pa Ft oir siguid siendo, a pesar de todo, lado on una Castilla que no acababa de io i recuperacién demografica de la periterig, Per de las aduanas interiores, la flexibiheacion tats comercial americano, culminado con la i Exe ele comer, todas estas dispositions eg? fadas de un talante mas abierto en cuantoa los tes doy, Que sepufanencorsetando la sociedad: Tas pruebas tate Iss probanzas de limpieza de sangre'y de impulsaron el nacimiento o expans dustrial y mezcantil en todo ox 2S actin limpieza de de niicleos de oral: La Cory. as, Ia Real Com. pafia Guipuzcoana de Caracas, la extraordinaria expansi industrial y comercial de Catalufia centrada en el algodin, un reino de Valencia lleno de recobrada vitalidad, Cartage na, Malaga, Jerez, Cédiz... Sin duda esta os con el pasado, avida de titulos y honores, propicia al gasto suntuario, menos a que la burguesia inglesa o francesa, pero burgue es decir, representante de un individualismo no atado a resabios feudales y abiert existiendo las 0s prohibidos y otros filtros ideas legadas de ultrapuertos. Industria, comercio y finanzas constitufan las bases t- licionales de la burguesia, pero no las tinicas: funcionarios artistas, oligarquias urbanas y profesiones liberales sunir istraban también modelos diversos. Entre las profesiones erales hay que subrayar el destacado papel de los méd- Gus al menos de los colocados en lo més alto de la pirdmide Pues era una profesién muy estratificada: en la caispide ee ites latinos; después los romancistas ¥ los cirajanos: 2 ase, pero reconocidos también, como profesional 282 Antonio Domingues Ortiz tet de Oro: Laguna, uarte de Sil) glo xv com la polémica bien Port Conn. altad de medicina de Sevilla confer ors tel foctan formado una tertulia gormen tay viciadas : Sal Norte. La polémica se diluy Taegoren 28 infects ‘ la mucho mai iia que suscitaron las obras de Benito Fe, ms ar ones relacionadas con los prions 2 tae paban amplio espacio. La actitud de os goes oso Folente hacia los novadores Trédica en gener ‘También patrocinaron una dignificacién de 1y protesion veterinaria, separandola dela deherrador Lapel gobiernos ilustrados culminé con Ia ctebce praps de 1783 que decretaba la compaibilidad de cuales pre sién mercantil o menestral con los empleos ycatgostes s0s de la reptblica, con lo que, te6ricamente,tersunabon ng ? es y las disputas sobre lalimpieca de ios. Era una ley que ai Estado no le costaba nada. Perolas situa: ciones creadas en reinados anteriores con las ventas de sefiorios y cargos publicos no hubieran podido anularse sin unas compensaciones que la monarquia absoluta no estaba en condiciones de ofrecer, i ica puede interpretarse como manifesta- cién del espiritu ilustrado de los primeros Borbones tenden- tes a suavizar la contraposiciGn de clases. Para valorar el Besto en su justa medida hay que tener en cuenta que la monarquia habia ya conseguido domesticar a la nobleza y Ponerla a su servicio incondicional. Fue la tarea mas delica- da, En cuanto a los demas aspectos sociales, la monargula fue poco intervencionista, pero se dio cuenta de cieras tee dencias profundas de las que podria sacar proveco Lams fuerte, el afén de honra, de promocién social, la apro : inn Para la venta de oficios,titulos, sefiorios. Unas ventas Hach BROS casos sélo satisfacian vanidades y en ots at Saban dafios irreparables al tejido socal y a la propia tres milenios de historia, 283 ~~ senda. Esa lucha de Hai de esac arafictos; Felipe Hin fedactando una PF regulando ‘materia q! fant interés e718 pos0 3 se de Catia recibioa 1 pu pie delaesai gile dio sillao ‘escabel ¥ Creal zarandajas que pin sie dio euentos por el valor simbdlico que tenion pat avin el puesto de cada uno en Jasociedad. El mismo jie defeo desempenaban ol20s aspectos de la vi hr Singularmente el vestido, Y cuando en la segunda mitad a4 a usarse los coches se plantes la. po Siglo xvi empezaron. lc sigh AU gular su uso. ZEra Iicito que el carruaje de un ple tet ennqucido salpicase de Todo a un eabalero pot? beyo Ginerosas pragmticas Suntuarias trataron de resolver {as nufeationes, siempre atendiendo a los valores tradicig sles y siempre con igual escasez de resultados. La titina "723, tan mal observada como to se aflo{é Io suficiente como para que una pragmética Jos Ill sobre el uso de coches en Ia corte ya no tratara ‘uso a los privilegiados, sino de prevenit los punt de Cai de limitar su accidentes que causaban. “Actitud reservada guardé también la monarquia en cuanto a los estatutos de limpieza de sangre, rasgo caracle ristico de la cultura moderna espafiola que en los demdspat- ses europeos causaba extrafieza y repulsin. En la propia Roma, donde habfa muchos judios, no se entendia aquell obsesién, y los que acudian allf a protestar encon! ayentes bien dispuestos. El origen de los estatutos esté "BY doa fa sociedad hispana conmocién experimentada por I i por los procesos inquisi daizantes les contra los Teato de infamia que suscitab: (ise ciones posteriores, y la comb: one 805 que no habfan sido persegui Ja Inqui 0 D seguidos por 1a Inq i tenjan antecedentes pero trataban de rehel (caso de Fernando de Rojas o de los parientes de sant Tee transmisible a !a5, 284 Antonio Domtnguez Ortiz eclamaban puestos en la soq oF ec portunidades, en especial ig te oP Conereto de cargos mus Provechando ventas de cay ales. Medida deere “4a con pretextos teligiosos fueron ‘dictados por colegios mayor. estatutos di 4 1yores, ca le excites, Ordenes Miltares y hugo, ids eas y or corporaciones de toda clase insite? 0 modes. Imparable, Pi gyenestrales.Lalucha fueespeeee oF Beno de las Srdenes religisasdeidog Hnente viva en €l Sea de muchos descendientes de convey focacin monte este movimento, hoy bastante ec reigdo, como tal) permancci hasta certo unio newt stad pala querela entre vielos y nuevos cristo “ho echar lefia al fuego. Si alguna corporacisn nese mo era pata promulgar un estatuto, Sela elke Gespués queria dar ‘marcha atrés, como hizo el cabildo dels fatedral de Murcia, no ponta obstéculos. Felipe IV el con catgeique de buena gana hubieran aboldo osestttosyas de dibsas probarzas, pero se limitaron a reformas de det. Sry aun ésas fueron Iuego eliminadas. La cuestén pass ‘ta a Jos Borbones, que tampoco quisieron intervenir, strados como Jovellanos se quejaran de las Arolestias y gastos que originaba escudrifar los anteceden- Tre de los pretendientes a determinados cargos. La inercia era tan grande que, aun después de la revolucién liberal, algunas corporaciones siguieron durante afos practicando nque ilu: informaciones rutinai ‘Quien resultara desairado en sus pretensionesa causade las informaciones no por ello tenfa que renunciar a buscar promocion por otras vias. En realidad, fuera del sistema no se encontraba tedricamente nadie, ni siquiera los eslavos,2 los que la Iglesia reconocia los derechos més elementales de la persona humana. Espafia, con Portugal y el sur de Italia, eran los tinicos paises europeos que tenia ‘un numero con- siderable de esclavos. Puede que en la segunda mitad 3 siglo xvi Hegaran a sesenta mil, la mitad en ‘Andalucia. Los negros recibjan sin dificultad el bautismo, los musulmanes eran mas diffcilmente asimilables. Se repartian ent alse vicio doméstico y varios trabajos y ocupaciones mart 7 ‘Los peor tratados eran los esclavos estatales, empleadose as minas, las galeras o la construccién de fortfcacion Espaila, tes nilenios de storia 5 res podian aleanzar mejores vor Fin dependiaen gran parte dela de su essu condi jadosa concederles la libertad «4S Ge consideraba © uchas veces, bajo esta aparente, gene ide desembarazarse de un yg dad, se escon alucta bastantes cofraclas de eye vidor: Hub feos de integracion Y Promocién. sogja)°5 bertos, May os disminuyé mucho con la separacih nimer0 de ese a principal proveedora. Desde igen et mas que un fenémeno residual, de ne de ninguna manera podian cong 2 So del marco socal por el const vos particu sargin onan dos if doctrina evangélica, tenian un poe geverle que la realidad fuera distinta, El imbito geet Hjexible: cada gran crisis lanzaba a los pobreza vie hambrientos en busca de un auxilio que es vyera frecuente el espectculo de hospital s caminos y plazas piiblicas, Aut estas grandes calamidades el gobierno de la nacién desviaba el problema hacia las autoridades eclesiésticas y sonicipales y la caridad privada. En épocas normales cada poblacin tenia un niimero de pobres atendido de manera Feel catastro de Ensenada enumeraba para toda Castilla algo més de sesenta mil, aunque es seguro que el nirnero yea seria mayor. Dentro de esta masa habia categorias: aten- cién preferente merecian los pobres vergonzantes, personas de buena familia que habian caido en la indigencia y debian ser socortidos a domicilio porque preferirian morir de ham- bre antes que mendigar. En Madrid y otras ciudades los e- g0s formaban agrupaciones de estilo gremial; competencia suya era la venta de relaciones, romances y otras hojas volantes; os habia especializados en recitar largas oraciones a las que se atribufan virtudes especiales (ciegos oracione 10s); ottos alegraban las reuniones festivas con instrumentos y canciones de subido color. ce de estos ciegos con la picaresca lo hallamos el Lazarillo de Tormes, obra enigmética, punto de arranque' de un género literario t{picamente espariol. El picaro era 0? automarginado, pot lo comiin de humilde extraccién, pe Ro raras veces procedente de una familia normal; 10 €? Propiamente un rebelde, sino un inadaptado temperamew" caminos 286 Antonio Dominguez Ortiz én unas i ™PO en un j caFasiOny unas veces ejercia de eran ugar yen a Previvia de la estafa y pequeRoshurtes a8 &sporti- 70 gon los bajos fondos de las grandes audasn 9 crisis oF siglo XVI a levas de vaso ce 0 en la segunda mitad aq . q M cierto punto) con este grupo acaba. son (hasta Cr citado. BTUPO social y la iteratins as rare gitanos hay que hacer también una a Mmencién jen su miimero era muy escaso, el tratmniot PO % ‘amien Aeepjeron es tipico de la acttud del gobiemo haga o> ae , ginado®. fo lesde la India, su patria de crigen Sos [argo ig su como peregrinos a Santiago. En 147) apares ban ‘donde fueron regiamente acogidos poral ma a Fguel Lucas de Tranzo, favorito de Enrique IV. Sige ma Mapa de silencio roto por una dura pragmtica de los Roya figos en 1499 conmindndoles a dejar su vida care vecindad y oficio, es decir asiilse endl erent sonal. No es dificil imaginar lo que sucedié en ese intesats, jos recién Iegados no tenfan capacidad ni voluntad para dejar su género de vida tradicional; agotada la buena volun. tad inicial, suscitarian quejas que motivaron el citado decre- to, seguido de otros muchos, prueba de su ineficacia; hubo casos de lacion en las ciudades; en el campo podtan resultar peligrosos; los documentos hablan de bandidaje y asaltos a pequefios lugares. Se les acusaba también de no profesar ninguna religion, aunque la Inquisicin sélo instru- y6 algiin que otro caso por practicas supersticiosas. Quiza ‘nico grupo social al que se consideraba fuera de ialey: nj ellos Ja respetaban ni les alcanzaban sus beneficios. En algunas ocasiones se les envié a remar ala galera sin mas tré- mite. La mentalidad represora llegé a su citspide con cuo decreto de 1739 que envis a cerca de icluyen- do mujeres y nifios, a los arsenales. Las medidas antigitanas fueron dulcificadas en el reinado de Carlos III con igual resultado negativo. EEspaita, tes milenis dehistoia 287

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