Está en la página 1de 15
GENERO Y CARCEL. EL ACCESO A L DERE AL TRABAJO DE LAS MUJERES ENCARCELADAS Y LA NECESIDAD DE UNA LECTURA CON PERSPECTIVA DE GENERO DE LA LEY 24.660 Por Larisa PAULA ZERBINO! 1. Introducci6n. ;Quiénes son las mujeres encarceladas? El presente articulo tiene como objetivo hacer un peque- fio repaso de la situacién del derecho al acceso al trabajo de las mujeres encarceladas. Desde los afios sesenta los movimientos de mujeres en busca del reconocimiento de sus derechos han logrado con- quistas en el mundo laboral y en otros mundos patriarcalmen- te atravesados. Lo cierto es que la lucha feminista ha crecido notable- mente y se ha escurrido en numerosas variantes, pero con las dificultades logicas de atravesar los muros de las carceles. La falta de acceso al trabajo de las personas encarceladas en Argentina es una problematica comun a mujeres y varones privados de libertad, sin embargo tiene un impacto diferencia- do en las mujeres. it El trabajo en las prisiones argentinas es un derecho ans no se efectiviza a menudo, un derecho pleno al que no todos Henen acceso; la falta de plazas laborales y talleres de capacita- D i itenciarias dela Aso- .___ | Abogada, Directora del Area de Politicas Penitenciariasde's i cién Pensamiento Penal y Doctoranda en Ciencias Sociales en la ES, Larisa Paula Zerbino 164 : . > : jacionan Bireeunien koe ello, pero ast tamp cion S€ ae patologisista del trabajo en context, hie, epto A omo una ve ‘ een. Oy el conee jaborterapia ynoc ‘a verdadera 4 como una atte como lo es para cualquier Persona que sistel " 2 de subs ‘ is >I medio libre. «do, la situacion de las Mujere e ste sentido, rare S Ene ve, la lgica de la prision reprody¢ , C est, +n nds gta’ ; : es atin a ie colocan a la mujer enca reelada en el “re de géner no garantiza ni el acceso ni el desarrojjo dadora”, pero lab Esta coyuntura se ve as? Actualmenis ort to de la poblacion femenina encarcelada, que g. a informe de la SNEEP del afio 2017, se incremen etn al 2016, contando con un total de 3602 contexto de encierro para ese ano’. istoricamente, el aumento de las mujeres en isi Historic: prisién eneg Blin 6 un MUjetes solo en nuestro pais, sino en la regién— obedece a [a flay “guerra contra el narcotrafico”. Un informe del afio 2013. rado por la Defensoria General de la Nacién, el “Avon G Center for Women and Justice” y el “International Hu Rights Clinic”, de la Escuela de Derecho de Chicago, arn que el 55,75% de las mujeres se encuentran encarceladas delitos relacionados a drogas. En ese sentido, varios paisesen Latinoamérica se dis pusieron a librar la “guerra contra el cotrafico”, Argentina adopté politicas que generaron reforms legislativas cuya aplicacién se centré en los eslabones mst a "ate tienen mayor participacién ee a lo general, eg a en la cadena de comercializacion i mulas”, es decir, transporte de estuP® Nor 2 ‘orme 8ob.ar ® 1a SNEEP del aio 2017 consultado en Informe » ¥ onsecuenciag ie Come’s me a 2013, Tealizag g s16N en Argentina, ca Nal Human pict oo AbOn Gin to PO 1a Defensoria General €e Mujeres en venta de bajas que se encuentren = ritivo del Estado. aa a orcentaje de las detenidas provienen dad socioeconémica y el aumento ion de las mujeres en las cadenas de comercia- ‘ ad de estupefacientes coincide, claramente, tructura socioocupacional. "Gis, entonces, que podemos afirmar que la mayoria de las mujeres encarceladas son jévenes, madres, jefas de hogar, con varias hijas e hijos a cargo, lo que agudiza atin ms la necesi- dad del acceso al trabajo. Un informe de diciembre de 2017 elaborado por el Centro de Estudios Latinoamericanos sobre Inseguridad y Violencia (CELIV), de la Universidad de Tres de Febrero, sostuvo: “mas de la mitad de las mujeres encarceladas declaré no percibir ningtin ingreso cuando fue detenida, mientras que en ese sentido el porcentaje de hombres es menor (ANTONY, 2007). Se subraya que la mayoria de las mujeres en prisién son po- bres y econdmicamente marginales-desempleadas, con infima cualificacién profesional y/o experiencia laboral (Ruiz Diaz, Garcia, 2011; YAGUE OLMos, 2007; BLomM et al, 1994; AZAOLA, 2005; OWEN y BLOoM, 1995)”4. Asimismo, segtin la Procuracién Penitenciaria del afio 2017, desde el aiio 2005 se ha mantenido en alza el crecimiento de la poblacién penal femenina. Los mismos estandares de cre- cimiento poblacional penitenciario se replican a nivel regional: segtin lo relevado por el Institute for Criminal Policy Research, desde el afio 2000 se han elevado los niveles de encarcelamien- to de las mujeres en la regién, lo que implica un crecimiento oon * SAFRANOFF, Ana y otra, “Documento de trabajo n° 2. ;Quiénes te Mujeres encarceladas en América Latina?”, Informe del Centro de Uninas® batinoamericanos sobre Inseguridad y Violencia (CELIV) y !a Versidad de Tres de Febrero (UNTREF), 2017, en www.celiv.untrefedu.ar ayor e Pers f engrosado ta Cif, de los enc. ") ar 6). Tal como se hy oo itan all Pod la proporcién significa a educaci6n o experien: mal y de sustancias. Po afiadas. Finalmente, 1 Fla existencia de muiltiples fe sa st encarcelamiento CaLvo, 2014): 4 grandes yor que los varones a 1 2017. La situacion del ntina, Buenos Aire 20in Géner0 y arco) lescen| "er madres Saas Pe Solteras y/o con un re hijos. Ademas, padecen en Mayor pro} ‘ayor ntimero ae jnmediatamente antes de su encar, POrcion, ef ‘ desempl, situacion de vulnerabilidad”®, Celacion, to cual Sip EI delito prioritario por el cual se encuent das sigue siendo principalmente la infracci on a a diferencia de los varones que se encuentran d delitos contra la propiedad. stas mujeres pobres, jefas de familia y con hijos, son | S, as que componen la mayor poblacidn de encarceladas en la Ar- gentina. IN encarcela- a ley 23.737, letenidos por 2, El marco normativo del derecho al acceso al trabajo Podemos ahondar en una multiplicidad de leyes que ga- rantizan el derecho al trabajo, pero Pprincipalmente esta obli- gacién estatal surge, en el caso de las personas privadas de libertad, del art. 18 de la Constitucién nacional; se infiere que integra a nuestro ordenamiento juridico el concepto de “reso- cializacin” cuando sostiene que las carceles seran sanas y lim- pias, no para castigo sino para seguridad. B Esta obligacion se refleja en el art. 1 de la ley 24.660, que establece como objetivo de la pena privativa de la libertad, la resocializacién y conforma un sistema de progresividad. El ob- jetivo resocializador se encuentra {ntimamente relacionado con el concepto de dignidad de las personas privadas de libertad, asi lo especifican el art. 1 de la Declaraci6n Universal de Dere- chos Humanos, el art. 5.2 de la Convencion Americana de De- techos Humanos, el 10.1 Pacto Internacional de Derechos Ci- viles y Politicos, el art. XXVI de la Declaracién Americana de os Derechos y Deberes del Hombre, y el art. 1 de las peelae Minimas de Jas Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos (Reglas Nelson Mandela). “ abajo n° 2”, cit. ® SaPRANOFE, Ana y otra, en “Documento de traba) dela, estabio,, ones PeNiteng &, cionamient,, “as, £60, «| mde. oo ablecido socialmente y cumplimiento de sonas. De tal modo, matizandolas por i re”, “mala esposa" y una etiqueta i res, podemos distingui que se encuentran ciNCO afios, las queso la prisiOn, las extranjeras s Naciones Unidas. Reg de Reclusos, 2015 ‘Uper, es e] 0 el ac Si que de| Jas mujeres privadas de liberta Aa § labs { rentes instrumentos eee ish abord, Beate jeramos, la Ley de Ejecucion Penal freer Como ya di- 11192, regula aspectos relacionados con 0), en sus arts. 106 jenttode ls e4rcsles; asimismo el aaa per al trabajo to General de Procesados) sostiene que A ae / 96 (Reglamen- te remunerado constituye un derecho del ee En el marco internacional, se han elabo a pa nes y recomendaciones respecto del colecti ies . Be este caso la Convencién sobre la aninncen a Ce mas de Discriminacién contra la Mujer ei = ao por Argentina por ley 23.179 en el afio 1985, y la Fens a Interamericana para Prevenir, Sancionar y ees Ia Violen. cia contra la Mujer (Convencién de Belem Do Para) Picada por nuestro pais por ley 24.632 en 1996, identifican ie mente alas mujeres encarceladas como un grupo vulnerable. Asimismo, ante el aumento mundial de la poblacién car- a femenina, la Asamblea General de Jas Naciones Unidas re en el afio 2010 las Reglas de las Naciones Unidas para Tratamiento de las Reclusas y Medidas no Privativas de la Ubertad:para Mujeres Delincuentes*. ‘ones Unidas. Reglas de las Naty de la ie 4 - nes Uj jlea General de las Naci li ‘el Tratamiento de Reclusos ¥ Medidas no pyar e { para las Mujeres Delincuentes, ‘011. Disponible en weer uno" we stienen —ey, ,, ies reclusas ten ‘ : d HOY equilib lo eau AMOS antes, Jas y formadas en 25 “shy Unidas) establece, vl 1, ent inistraciones Penitenci er educacién, formadg bs adas de libertad en Ap eneral cruzan la front eu cuerpos y ropas— lag 8% de las detenidasen bemos que la cércel inten tre ellas la existendal 6n del tipo de trabaa borales intramutos Naciones Unidas. Reg miento de Reclusos, 8 das. Reglas Minima 9s, 2015, cit por nuestro Pais me ) asi ales (arts. 23 om fu i Manos, art. 14 de e a del Hombn Ge Ps aes de Derechos Econémiccs 10S para garantizar este derect eaportar consideraciones cs “ lelito. Finalmente, en el Bs nen Ta ley 24.660 establece cabalme: i fi jercer los derechos no afectado: a decir que podra ejercer su de ativa citada, resulta ser un ¢ En este mismo sentido se & sostuvo que “el trabajo del preso © 10 resulta ser una concesion graciable, sino e dispuesto por la xpreso n su »xpresament e -onstituye un derecho (art. 106 ae 7 del decreto 303 3/96)" "- El trabajo como erspecti- debe promovers® con una eet mercado Jaboral competitive 318/15, » juez SLOKAI Rr, Sala IL, causa Nro- he * casacion” ch s/recurs© jou, levingl indo al chos exigiénd ole ol trabajo, cua i acion de vulnerabilig, mujeres la misma of elaria. En el caso de HOS Menores dee Ito de los Reclus nto de los Reclusos fablecer que “La orgatl lodalidades, jornadas de 2 y seguridad, atenderinal S en la legislacion inher : trabajo, Empleo y Seat estado de stiuaciin #*} | en condiciones dee antizar el acceso al trabaj ision y la i in y la implementacién cas con perspectiva de género que describir las prisiones en relacién con amos que es una institucién nacida + fs i para so- masculino, es decir, pensada para el h dejando fuera di i Lanaae on Ore i 5 ta de toda légica ala mujer. La cdrcel x hombres, para hombres, pero cada dia se en- itada por mas mujeres. Asi, la institucion carcelaria reproduce la légica patriarcal con una mayor brecha entre hombres y mujeres, no solo tepro- duce estereotipos de género sino que el acceso a sus derechos fundamentales en general, Se traduce como un castigo en los cuerpos de las mujeres. Consecuentemente, hacer un diagnéstico situacional no serfa justo con esta coyuntura, sino que a todas luces resulta necesario comenzar a interpretar la ley de ejecucién penal y los instrumentos internacionales con perspectiva de género. Una politica publica acorde con el aumento de la pobla- cién penitenciaria femenina, y respetuosa de los derechos hu- manos, debe contar con el acceso y cumplimiento de los dere- chos sociales de las mujeres, maxime cuando se trata del acceso al trabajo, puesto que la situacidn de vulnerabilidad socioeco- némica de las mujeres en prisién no se modifica sino que se intensifica. En este sentido, y dado lo que vengo sosteniendo en los parrafos anteriores, se deberd establecer una modificacidn en la Oferta laboral y capacitacion para las mujeres encarceladas que Sea apta para la inserci6n y competencia en el mundo laboral. Enel caso de las mujeres encarceladas con sus hijas e ee jos, las actividades laborales deberdn estar acompafiadas de la doméstico. En al las abuelas 4 e oan La obligacién de los Est; na la defensa de Jos Derechos Humanos, es la de promover el efectivo acceso Jos derechos sociales, politicos y culturales, “Las agencias es- tatales pertinentes, al planificar y disehar Sus politicas deben centrar la atenci6n, y por tanto, dar Prioridad en su accionar y sus recursos, a aquellos grupos que, desde el punto de vista del ejercicio de derechos, se encuentran en peor situaci6n. Incluso, en situaciones de esc: ‘asez de recursos y de crisis econémicas, los Estados deben proteger de manera preferente a los sectores sociales en situacion de mayor vulnerabilidad”’, Lo ponemos es concordante con lo establecido por las ados en razé que pro- Reglas de Mandela: “el deber de la sociedad no termina con la puesta en libertad del recluso” 17. Por consiguiente, se habra de disponer de los servicios de organismos gubernamentales o privados capaces de prestar alexrecluso una ayuda postpenitenciaria eficaz que contribuya a disminuir los prejuicios contra él y le permita reinsertarse en la sociedad (Regla 90 de las Reglas de Mandela)"*. ® Instituto de Politicas Publicas en Derechos Humanos del Mer- “osu, Ganar Derechos, lineamientos para la formulacién de politicas piiblicas busadas en derechos, sl. 2014, pp. 59 a 79. Y 7 Asamblea General de las Naciones Unidas. Reglas Minimas Bs las Naciones Unidas para el Tratamiento de Reclusos, 2015. Disponible e ‘ww ohchr.org. soos i "a Resla 90 de Asamblea General de las Naciones Unidas. Reglas Min ‘mas de las Naciones Unidas para el ‘Tratamiento de Reclusos, 2015 en ‘*ww.ohchr.org. Larisa paula Zerbino 176 Jusiones 4, cone pera, "el acceso al trabajo en contexto de a En grin ho de toda persona privada de |, inele constituy® un ee considerarse un acto O.CONcesidn im erty lo que no Pion penitenciara, ni puede ser oftecida lab de la adn jobernabilicad de Ja_prision,ni_como Prem ‘al le 0 es al trabajo de las mujeres encarceladas Jlas que estan alojadas en unidades carcelarias, asi, au ge que gozan de la prisi6n domiciliaria— es ,,, den Ea inalienable garantizado por 10s principios de wn versalidad, igualdad y no diseriminacion como principigs anos. Jos derechos hum “ Eneste sentido, con el avance mundial de los derecho de Jas mujeres y ucha resulta inadmisible que los programas de formacion laboral solo se limiten. a actividades laborale propias del mundo doméstico. Las actividades oO talleres labo! rales en Ios que trabajan las mujeres varian entre: tejido, costy. ra, cocina, peluqueria, encuadernaci6n, confeccién de bolsas, tareas de limpieza, biblioteca y jardineria. Son estas las tareas que reproducen estereotipos de género que no proporcionan herramientas competitivas para el mercado laboral, sino que se las forma en tareas del hogar. El acceso a un trabajo que le permita mantener econ micamente a su familia y formarse laboralmente es uno de les mayores impedimentos que deben afrontar las mujeres y 4° €n ocasiones es un factor considerado para no solicitar la pik prin Si bien la capacidad laboral productiva machi Geeteeee ee por el Estado, aquellas qu . acceden a un trabajo en contexto de ence Mebane pforme del ore bsio, Empleo y Seguridad Social, “Infor, €l trabajo se Pres} er estado de situacién de las relaciones Hen condiciones de encierro” (2015), P-»” WW | Estado prioriza dere ad r elada entre la mia sae oie itizar ambos profundiza la situacién de ae Pace El Estado argentino debe cumplir y garantizar efectiva- mente con el acceso a los derechos sociales de las mujeres men- cionadas, pero aun mas centrandose en el desarrollo laboral dentro y fuera de las unidades penitenciarias. Deben generar- se politicas ptiblicas que prevean la formacién laboral compe- jitiva en el mercado laboral regular, asi como también promo- ver la oferta de estudios que generen el acceso a estos empleos. Resulta relevante entonces, desarrollar una politica publica en este aspecto, no solo para evitar mayor reincidencia de estas mujeres sino para promover cambios estructurales en las leyes que rigen la vida carcelaria y en las politicas penitenciarias. Finalmente, los derechos humanos no son derechos hu- manos sin los derechos de las mujeres. La necesidad de ge- nerar y promover politicas puiblicas a fin de solucionar la si- tuacién de las mujeres en prisin debe implementarse en pos de interpretar el mundo carcelario con perspectiva de género, esto no es mas que comprender y aprehender el contexto de vulnerabilidad en el que estas mujeres se encuentran inmer- sas y desandar caminos para otorgar soluciones efectivas que rompan con los estereotipos en busca de la igualdad y la no discriminacién. a e |

También podría gustarte