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En el tiempo, un sueño florecía,

Y en su esencia, un amor surgía,


Recuerdos grabados en el alma mía,
Tú, Andrea, mi estrella que me guía.

Te quiero como el sol quiere al día,


Como el mar ansía besar la orilla,
Eres la luz que mi mundo ilumina,
Y en tus brazos, el paraíso brilla.

En cada mirada, un universo nace,


Tu sonrisa, un cálido abrazo me da,
Eres la melodía que mi alma enlace,
El verso que mi corazón cantará.

Contigo, quiero volar a las estrellas,


Perderme en la galaxia de tu ser,
Conquistar juntos nuevas querellas,
Y en el éter de tu amor me perderé.

Eres mi musa, mi verso, mi inspiración,


Cada día contigo es una nueva creación,
Eres la magia que da vida a mi canción,
La razón por la que late mi corazón.

En cada paso, tomados de la mano,


Construyamos sueños, construyamos castillos,
En este amor eterno e insano,
Nuestros corazones serán los pilares firmes.

Como el río que fluye al mar con anhelo,


Así en ti, mi amor se desborda sin cesar,
Eres el cielo en el que vuelo,
La dueña de mi amor sin parar.

En cada latido, susurro tu nombre,


A las estrellas llevo tus deseos,
Eres mi andar, mi rumbo y mi nombre,
En tus brazos encuentro todos mis anhelos.

Te quiero, Andrea, más allá de las estrellas,


Eres mi amor, mi vida, mi pasión,
Juntos construyamos mil novelas,
Unidos en este eterno corazón.

Que este poema sea un paseo en el firmamento,


Donde juntos dibujemos constelaciones,
Y en cada verso se refleje el sentimiento,
De un amor que trasciende todas las estaciones.
Andrea, amor mío, dueña de mi ser,
En tus ojos encuentro mi destino,
Eres el sueño que no quiero perder,
El abrazo cálido en cada camino.

Así como el sol besa el horizonte,


Así te quiero, con amor intenso,
Eres la musa que en mi alma se esconde,
La razón por la que late este verso inmenso.

En cada palabra, un "te quiero" sincero,


Como la luna y el mar en comunión,
Eres mi amor eterno, verdadero,
Y en este poema, te entrego mi corazón.

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