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=a ae CHAMANISMO Y SALUD J. Carles Aguirre Martinez Un acercamiento al fenémeno chaménico como praxis de salud de la mano de la metafisica comparada y la filosofia de las religiones. “Halllar el ‘entra dl efrulo no etd al alcance de cualquiera”, S algo muestran las experiencias ‘nuestros propio pefil psiquico, ces de procurar los visionarios Aristéceles (Btica a Nicémaco, 1109 2 23-25) s con sustancias visionarias son, entre otras cosas, on ss céficits y bloqueos. El isa olimpico que son capa. ropia psique no seria sino el velo que impi- dle ess pescepcign olimpica. Si algo pone sobre e epete todo est es ls ropia salud, enten- dida como una perspectiva de plenitud del do, Del propio equilibrio humano, dependers por tanto una auténtica el asi considerada, encontrard su senti | propio ser del hombre en ese mirar regenera- de la cepacidad del hombre de realizar su naturaleza, jevaciGn del mando en la mirada del hombre, La salud, ido en la ontologia misma. Bsta es la rzén por la cual las tradiciones chamdnicas han dado tanca relevancia a la propia salud y a la afitmacién viene dado ie Nes cosas, la f ta = aude su propia sise pee pesca la medici- Beet plenirad onto- ndnico. La idea Bet cosen0s ode los iii sconia tends Se carecidad para SE Seite problema. Eo Bememsicn. que Alce it Bieiteeso\cics, abri- Bia =xpondria ser a Bs Basi con lo trans- las cra Siiieiee de Io plenicud J con respect sos propios err0- no efecto la ocul- , desde el punto Elliota y del acoger, dicho inforeunio serd, paralelamente, un sintoma de la enfermedad que vela la capacidad pars esa visin. Es imporcance no reir esta perspectiva con la propia del com= plejo de culpa, mera pulsisn autorrepresiva y represora de la vida, de tintes sadomasoquistas yeficaz método de control psicosocial, sino que respondend ala mds absolura consciencia de la propia responsabilidad pare con los actos comeridos y de la causalidad metapsiqui- ca inherente a Jos mismos. realidad este pla imiento es andlogo al del karma o al de la docerina griega sobre el limie en su vertiente posiviva y negativa Desde esta pers- pectiva se entiende el dato recogido por Carlos Junquera entre los chamanes harakmbet por la cual “la estabilidad fisica, social y cOsmica es la mejor receta para neutralizar las ageesiones migicas", y en general todo tipo de inforcunio. Es muy evidente como toda esta perspectiva causal solo nos remite a una cosa: la afirmacién de le salud en la sinto- nf con la vida como una necesidad para el hombre. Siendo esto asf rendrdn las tadiciones chamsnicas que dedicar un capitulo importance a la neutralizacién 0 compensacién de las acciones pasadas que de alguna manera contri- buyan al peopio desequilibrio desde Ia causelidad que generan. Dicho proceder, que pro- lama la pervivencia del pasado en el presente, para nada tendri una leccura de indole mosa- lista que catalogue las conductas de acuerdo a unos criterios sociales o politicos, sino que se centrari en la evidencia del desequilibrio que muestra el hombre que no ha desplege do su narucaleza, yen los necesarios ricuales de purificacin, ayunos 0 retiros, como medio necesario para restaurar la propia salud p cdida, la capacidad de ver y nuestros modos de equilibrios. Esto nos introducieé a otro de los pilazes dela psicosofia amerindia: el eulei- vo de la capacidad intelecciva del hombre en tanto fuente de salud psiquica a través de la contemplacién de la naturaleza as tradiciones amerindias, como toda psicologia licional, establecian una tripar- ticién del propio hombre, catre lo burdo, cuerpo y los instintos-, lo sueil -la volun- tad individual-, y lo puro la dimensién espirieual y la capacidad intelectiva-. De esta dlei= ma dependeria la capacidad de ese ejercicio de contemplacién del cosmos en la visién' lice, es dec l verse limiado por, oes un concept dnicamente negative spective ancl. Su dimension pai vende did e a mea en ue ole un sioo que couseizuiael ee des mode consti tote si og ierenciaos de lng na soe. Suds gaia pargu bo poke 7 que i agumos ae Toque no somo as pop 1s eafermedad ol agen. sc dicho sea de pas, el ms acim sentido dea poco cempendide raged rig ransrediel Hine es incur la dererminacin del popu se, is eyes de natura y ees dss, de ah el castigo de esos. esse lo jan que rd esto se eacuetc de la menaidad moderna ene anata in cir dase 3 ts del individ. At noes de extra a espn comprensidn orl ern del meatal ca, que no ea “xtasrtc” sino cai, ea plas de Arise, junquta, Calas EY dae ore Amin. ino Mite 18 95. pes Brown, Joh. E ade cal dl ni ert J. de Older Ev pe 28 Lota es ny ail Sige ott ley el neler, 03 ors erin, so nica la ep ce alma apc, alms its so dl isldmica con se diferencia nee ena el ru, adem del uma [a el pope erste original ete el alma ye i 29 Chaysanisano y Sako Ba palabras de Ch. A. Eastman: “El hombre rojo dividta la mente en dos partes: la mente spiritual y la mente fisica. La primera es puro espfrieu, relacionada solo con a esencia de las cosas, y ésra ea Ja que el indio tzataba de reforzar mediante la oraciGn espirieual “Todas las cuestiones de interés personal eran relegadas al plano de 1a mente inferior”. Las tradiciones chaménicas centrarfin toda su psicosofis en la subordinacién de la mente fis: ca, sede de la voluncad y los dleseos, al primado y fortalecimienco de la mente espiritual ¥ ala suroconstitucén que su culeivo reporca. Esta contemplacién detenida de la propia naturaleza tendri{ una gran porencia sanadom para la parte més excelsa del espirieu huma- on Platén y la elevancia que tiene la contemplaci6n de la belleza no. Los paralelisme ‘para la anammesis, que atraviesa la mente y el espirieu, como un rfo de agua clara, no pue- den ser més evidentes. El culeivo de la mente espiritual pasar necesariamence por el silencio meditative de la mente fisica y su flujo de pensamientos, de exclusivo origen subconsciente, para de esta manera permitir el emerger del ojo poderaso. Por eso perseguirs el indio, fraro del some- timiento de la mente fisica a la exclusiva directriz espiritual y contemplativa, su vacio y Vacio y silencio inte- su silencio interior, su “parar el mundo” que dice Carlos Castaneda ios, tan presentes en muchas de las ttadiciones del Orience y en la mist dad occidentales. Vic‘ y silencio, que en el caso de las tradiciones chamdnicas, legan hasta dlesplegar cierta desconfianza hacia la palabra. Tales la evidenciay el valor de la presen- la escritura como sabi- cia en la propia naturaleza para el piel roja, La desconfianza hacia es, aqui se estira al mismo dmbito de dusfa muerta, tan tipica de las culeuras tradicio Ja palabra, El homie rojo es muy conscience de que ésta a menudo se orillar a Ia mera a, a poco que el silencio interior del que habla palabreria pulsional, de exhibici6n 0 reac no sea efectivo. Ciro a Fastman: “El indio nunca pretendié que el poder del habla arti- culada fuera superior ala creacién muda, Para él, el habla es un don peligroso. Cree pro- fandamente en el silencio, sefial de un perfecto equilibrio del cuerpo, la mente y el espi- ricu, El hombre que mantiene su personalidad calmada ¢ inaleerada por las tormentas de ln existencia. Esta cs para el sabio la actitud y la conducta ideales en la vida”. Vacio y silencio. Solo en ese vacfo y en ese equilibrio el ojo del hombre se veri liberado de todas las proyecciones y dererminaciones subconscientes, y asf seré capaz de acoger esa vision yeesa cognicidn delo inteligible. Citaré de nuevo al piel roja Ohiiyesa, inscrivo manu mili- tari en el registro civil como el ciudadano americano Ch. A. Eastman, sineetizando ast esta actieud: "Todos los que han vivido mucho al aire libre saben que hay una fuerza magné tica y psiquica que se acumula en la soledad y que se disipa ripidamente en la vida en muchedumbre’ a sis p20 estan, CH. AL Op. 68,789. ‘Op. ci, pe 19. El propio culsivediel ain rindio, a una mayor eaeeanets fandamento en observancia de la ines pia navuraleza aportacd les = ‘ma iconogratia imaw El chamanismo ames Antes que él fueron creadom ‘ms cercanos al Gran Mista doa cada especie de animales Aguila o el tapir accualizam eee raleza mis sencillamens Miscerioasig de retomo sino fragmento determinate tino del hombre, di fusién y aturdimienco. Atlee Jos atributos del Gran Esp 1 inmediata. Vuelvo a indios de las praderas, los aie anterioridad y origen davies ve el indio, ven ey el Gran Espiricu” eam sariamence alguno de cceneaest 140s los demain pia alma del hombre, ssi través del modelo servic ie aplacard y el espirieu pa “Toda esca ciencia delat perspective psicosor Junguera en su libro, no mam sicual, sencillamente =a endencia Sus acciones Psa que la cum sea sas que no se manejen de masa pes Brown, Jot, £ gad on la esencia jrieual. iaferior™”, Las la mente fisi- cave espiritual ee y silencio ince- Spee y espiricuali- Ieee, legan hasca Stes de la presen- xa como sabi smo dmbito de Pieiieeeccillaré a la mera Spee esice del que habla habla arti- aso. Cree pro- Bee Be mente y el esp ormentas de Bees is vida”, Vacto y erado de todas Bape coger ese vision Be inscrico manu mili cerizando asi esta gai oa s setemente en la vida en ferza magné- El iota El propio cultivo del silencio interior nc rindio, a una ma i os conduciré, en el caso del chamanismo ame- t concrecién de su psicosofia, que necesariamente deberd encontrar st tl caricter del mundo como espejo del alma regenerada del hombre. La Ja inmanencis en las tradiciones chaménicas llega ata observancia exeremo que la pro- pia nacuraleza aportard los references simbélicos necesarios, Me refiero a coda esa bellisi- ‘ma iconografia imaginal de los animales del alma El chamanismo amerindio consideraba a los hombres como cteados en eimo lugar. Antes que él fueron creados todos los ales. Por esta razGn los animales se encuentran sms cercanos al Gran Mister, Es decir, su sintonia con la finalidad, con el fl, asigna do. cada especie de animal es mis inmediata que en el caso del hombre. Me explico: el ‘guila o el tapir acrualizan con su finalidad y encuentran la sintonta con su propia natu- saleza mas sencillamente que el hombre, precisamente por la tarea espisitual que el Gran Miscerio asigné al hombre creindole en mo lugar y otorgindole la condicién de punto de rerorno en el acontecimienco creacor y reintegrador. Este olimpico destino que no es sino fragmento determinaré lo agénico de la existencia humana. Para Sohravardi este des- tino del hombre, de trocar la fragmeneacién en unidad, inicial nte le provoca cierte con- Ast las cosas, los animales son para el hombre un retrato vivo de los attiburas del Gran Espiciu, ya que en los mismos se realiza la palabra creaiora de mane ‘1 inmediata. Vuelvo a citar a Epes Brown: “En los bellisimos micos fusién y aturdimiento, cid de los indios de las praderas, los animales fueron creados antes que el hombre, por lo que en su de cre ancerioridad y origen divino tienen una cierta proximidad con el Gran Espirieu, En ellos ve el indio, verdaderos reflejos de sus cualidades... los animales son vinculos entre el hom- bre y el Gran Espitieu”". En cada hombre, creado a semejanza del Gran Espitit, send nece- sariamente alguno de estos arributos cl dominante. De lasinconia com el mismo, para desde ahi realizar todos los demas, dependert Ia integracién de los animales del alma en la pro- pia alma del hombre, dnica mancra de integrar el carécter y transformatlo en excelente a través del modelo servido por el propio Gran Espiricu. En este punto la mente fisica se aplacaré y el espiticu pode ser reconocido a su través “Toda esta ciencia de la salud, encarnada y realizada por el chamén, seevisé toda una serie dc aplicaciones pricticas de la misma en el émbito de la medicina, entendida esa desde una perspectiva psicoso ica. Para empezar diremos que los chamanes, tal y como recoge Carlos Junquera en sa libro, no reducen las enfermecades a un émbico exclusivamente psicoespi- atribuyen Ja causa originaria de la enfermedad a este émbito de trans- ones Por tanto tenderdn a estauras el equilibrio en ese ambito, tinica mane ice que la cura sea estable y no rebrote de la mano de otra enfermedad. Esto no quicre decit ritual, sencillamen ceendencia, Sus act que o se manejen de manera paralela conocimientos de farmacopea bordnica para aeacar la Epes Brown Joseph. Eliade apna dl nde wetamries. Jos J. de Oh dior p30 ‘Chamanismo y Salad enfermedad corsoral como tal, peto &te ya no ser un trabajo chaménico propiamente dicho, tal y como muestra Carlos Junquera en su libro. Por esto mismo, actualmente, muchos cha- ‘manes recomieadan a los que solicitan su ayuda, recurrir simulténeamente a la medicina ‘moderna con el fin de incidir también en el plano mds exterior de la afeccién. Ningtin cha- man piensa que una sustancia visionaria cura “per se", ni tampoco su obligaci6n sera canto ‘cura sino conocer ¢intentar cortepir el origen sobrenatural dela enfermedad. La experiencia, ‘con dicha sustancia suministraré una determinada informacién sobre el estado espiritual y sutil del enfermo, de la cual el chamén sacaré conclusiones para poder equilibrar su carto- _grafiapsicoespiicual, i es que es posible. Los remedios de los chamanes en una primera fase se centrarin en pricticas de adivinacién, a través del vuelo magico a ese mundo de lo ocul- to donde reside la causa del desequilibrio, y culminarin con cinticos ¢ inducci6a de visio- nes que, a través de los animales del alma, riendan a reubicar la psique de esa persona, 0 més sencillamente través de rieuales de purificacién que neutralicen la afeecién del enfermo. Su accién come chaman se desenvolverd siempre en un plano psiquico, imaginal y espiri- tual, Lo cual, reitero, no quita que también haga frente a la enfermedad en su dimensién sms empirica, exterior y aparente, pero ese no seré ya un trabajo chaménico. La perspectiva que de los procesos causeles tiene el chamanismo es muy similar a la expuesta por Pierre Lory’ a propésito de la alquimia y el hermetismo. Segtin este autor, glosando al alquimisca iskémico Jabir Ibn Hayyan, los haces de causalidad que convergen cen un determinado acontecimiento son de muy diferente origen, haciendo alusién unos 4 dimensiones més empiricas y otros a causas ocultas y eranscendentes. Esto podri con- verti dos hechas fenoménicamente jgvales en completamente diferentes si arendemos occos nnexos causales. Esta es la razén, segtin Lory, por la que en los textos alquimicos el senti- do de las palabras muta casi en cada parrafo, dependiendo de su concexto discursive y del propio lector. El chemén intentaré operar sobre estos mods de causalidad velados a las apariencias e impenetrables para el hombre cortiente, Sobre la psicosofia propia de las tradiciones chaménicas resulta de interés lo narrado por Alejandro Jodorowsky en su libro “Psicomagia”, acerca del arte de curar de Pachira. De lo sfirmado por ese psiclogo chileno se deduce tambi la prictice médica de los chamanes responde a esa percepcidn poliédrica del cosmos. Para que la perspectiva sobre la que se erige Jodorowsky, Pechita, a través de un arte intuicivo y dominando perfectamente los simbo- lismos de las accion y los objetos, de acuerdo al propio subconsciente de cada cual, man- aba realizar determinadas acciones de tal manera que éstas no iban tanto dirigidas a ope- sar sobre la. mente racional, de abf su aparente absurdez, sino que su finalidad era comuni- cat con los bloqueos del subconsciente en cuestiGn induciendo una disolucién de los mis- ory, Piete. Revi Ait Mend 2, Segura dpa. “Hac el conun del pide: La gue ta lg mia”. Ediciones Pi, pe 48. eieeperpemcate dicho, muchos cha la medicina Pecioe: Ningin cha- ida ser tanto iemedied. La experiencia sib Baie eilibrar su carto Baie ne primera fase Beene de lo ocul- BemeeesiacciGn de visio~ Bee persona, o ms alien cel enfermo. eesinal y Bene ca su dimensién pe ans Beemiame Seciin este aur, Sc Seeeeto alusisn unos Bis Esco podré con- Bibeeme = acendemos otros See steasimnicos el senti- Bees discursive y del Sitided velados a las ado espiritual y similar ala Bie ccxés lo narrado por Ble de Pachita, De lo Beesobre Ia queseerige Gpeliece del cosmos. Para fie pesecamente los simbo- je cada cual, man- sme we: Sg = Finalidad era comuni- 0 dirigidas a ope~ fee Gisoluci6a de los mis- pee Sisqo del alia it Elekta ‘mos. Por otra parce este inte i gestual y cardequica con el propio subconsciente sencuen- tra muy en la Kinea de cieras téenices psiquicas del chamanismo mesoamericano de supe- racidn de miedos a través de una exposicién ritualizada y conteolads a los mismes. Metamorfosis ‘Toda este acercamiento al chamanismo como ciencia de la salud, y del dominio sutil de las formas, introduciré el caréceer referido a la presencia inmanente del Gran Espiritu, cn tanto lo manifestado es al tiempo su teofania. En su apuesta por la inmanencia no deben existir opuestos ni oposicién alguna para este hombre primordial, pleno y en permanen- te epuesta por la expansiGn. Bl semtars de las formas, el velo de Maya, ha de brindaele lo aque tiene de manifescacién de aquello que vela. Esta capacidad para toda forma serf abso- Jura en la medida que Ia conciencia despierta del que mira advierva fovimamente la pre sencia inmanenence del Gran Eepitieu en su propia manifescaciéa. Este modo de wisién todo lo acoge,a todo da forma y coma toda forma, “Ileva en sf coda vida y por ello se con- vierte en el portavoz de toda vida, el eje vertical en el que la vida se abre al espiticu y donde se convieree en espirien”™. El hombre és, potencialmente, capes de toda forma pues en su. interior todo es capaz de acogerlo y dotarlo de sentido. Asi habré sido alquimizada la natu- raleza de ese hombre corriente para el que “la forma, siendo lo primero en si, es sin embar- 0 lo Gleimo para é1"", en su percepcidn del mundo como apariencia. sce ¢s el importante sentido que las mecamorfosis tienen en las tradiciones chamé- nicas. En un primer momento toda metamor(osis, las de los hombres en animales y vice~ versa, aludiré a la integraciGn del propio carfcter humano. Finalmente, y para el hombre ya realizado, 1a capacidad para la metamorfosis abarcard toda el mbito de la manifesta- cin teoffnica, La siguiente salmodia navajo dedicade a la “pequefia guerra’, sello de una anténtica metamorfosis cosmoligica y ajena a todo sentimentalismo bienpensante: “he ido alos confines de la tierra, he ido alos confines de las aguas, he ido alos confines del cielo, he ido a los confines de las montafas, no he encontrado a nadie que no fuera mi amigo”, encuentra aqui su sentido”. Bn este sentido, Alce Negro afirmard: “Todos los seres son cxeados como algo sagrado ¢ importante, pues todos tienen un influjo que puede sernos ‘ransmieido, y mediante el cual obrenemos més comprensién si estamos atentos” Metamorfosis, muerte y resureccién, ser capaz de la transcendencia a través del pro- pio silencio de los seculares resortes de la psique. Sfmbolos de transformaciée y mecamorfosis del hombre que encuentran asi su sentido, Por todo ello conocimiento, salud y equilibrio irén ean de la mano por lo que a las tradiciones chaménicas respecta. El propio vacio siem- Jaques, Ciclo El mei Anse. Ei cha rho: EY expla, José J. de Ola tice, pe 132 eis 98 1. Recogide por a public Ter, Agu, Viento, dea Revita aaa pes Brown, Joep. Le pte ser coos Miagutno. pte sera Fertil. Ahora bien, ese vacio que acoge solo seri posible en quien sea sefior de su propia mente y de sus procesos emocionales, Hasta el punco de que ese silencio interior no seri sino el morit de les condicionamientos subconscientes y de las proyecciones psiqui- cas de ese hombre resucitado a un nuevo mirar. Ese ceneto es el que ocorga sentido al mundo en el interior de ese hombee primordial que al ciempo seri pura exterioridad. Todos los con- teatios se religarén, inteior-exteior, muerte-resurecciGn, pasividad-actividad. En este sen- ‘ido, Joseph Epes Brown nos recuerda cémo la visiGn esclarecedora y el conocimiento, part los pieles rojas, tendin como base una pasividad y receptividad completa en la percepci6n ser acogido por su vit aque send el correlatode una enorme actividad interior”. Todo culo con el Gran Espiriea. El mundo de las formas, la mirada poxerosa a las misma, 6 el desaffo que el Gran Espiritu oftece a la propia naruraleza divina del hombre y a su tarea en la vida. Nada dese ser rechazado, solo cabe cranscender las apariencias més empicicas én la alquimia de la mirada. A través de esta expansi6n de la conciencia del hombre, tal y como la define Joseph Epes Brown, cl chamén, siendo uno con el sentido del mundo, seri capaz de absorber el poder que esa realidad snpone en su dimensién més espiricual y sutil, EI hombre asi considerado, tal y como afitma Frithjof Schuon: “es espiricu encarnado; si fuera solo espiticu... seria el Gran Espiritu... el objeto de su existencia es estar en el o tro, es ir maisallé dela materia mienerasesedsieuado en ela, y realizar la uz, el Cielo, par~ tiendo de ese nivel intermedio. Cierto que las otras criacuras participan también de la peto el hombre las sintetiza: él lleva en sf toda la vida... el eje vertical en el que la vida se abre al espirieu y donde se convierte en espicieu”” Esta capacidad para la metamorfosis y para la permanente expansidn encuentran su necesario envés en una perspectiva puramente metafisica. Citaré a Epes Browa sobre este importante asunto: “Todo verdadero progreso espiricual comprende tres etapas, la Purificacién, la Expansin y la Unién. Este modelo puede reconocerse en los métocos de las grandes religiones del mundo. Es evidente que el indio posee este modelo triple de realizacién, Si esto todavia no se ha reconocidlo és porque sus concepciones se expresan en simbélicas muy ajenas @ nosotros”, Desde esta misma perspectiva dit Frithjof Schuon: “El hombre es el gran retorno: debemos contener toda la creacién y devolverla al Origen divino. El hombre es el alrar y el atanor: de ahs el calumer y la Danza del So. El flujo cosmélogico se deciene en el hombre y rearese, en la dimensi6n interior, al cre- ador todopoderoso, al Ser tinico, al $f Indivisible” Muy en relaciér con la mecamorfosis se encuentra la denominacién del Gran Espiticu © Gran Misterio como Poder. Este término ha sido acufiado, en lo poco que de chamanismo ro. Jen J de Ola Eis 7 Epes Brown, Jveph El kod crite dn Schuon, Pil Bl pla, I. de Olas Bair pe Epes Browa, Joseph. BY pad Schuon,Fihjal E f enplamads Joe [- de Olas Ess 7 sli rane, Jt J de Ostet Ee se nos ha acercado a sisessa via siguen vivas pricticas ets _gucrrera que Ieva implieies rica. Lo divino come Peder Bn realidad sefiale el wine al poder propio, x la rem racidn de las proyecciones s tro propio poder, que assess capacidad para toda form ce el primado ontolégico. com cenyés en el simuleinco pris Ja visi6n de poder. S pia expansiGn del esp papel central de la salud det cimiento, més que por laps «rari inmediatez en la propa zamiento y Ia armonia conti dencia en ese ojo del cocsatie necesarios sobre lab sitand de la [uz del comocies propia nacuraleza del bose ‘05 Ilegan unos belles y Sm cidn ta absoluta unidad le te que ha realizad las gacelasy/ claus tablas de Ja Tors y el libemsll la direccién que « Metamorfosis, su propio centro toda mens muy evidente la comple dedicamos a despreciar coms prenderian a la perfect sentar son solo oscuridad de un oricule: Dele Schuoe, Feith £7 plana Heeger Marie, Ano Be geen = seor de su Bee peesecciones psiqui- ido al mundo Beet Todos los con- Gi erridad. En este sen- Beet ccvocimiento, para Beep en Ia percepcién eeeeoeido por su vin- meme: Riese y a su tarea See ris empiricas eee hombre, ral y Bie de! mundo, sera ieeeeespiricual y sucil Pies: encarnado; si Bees cstar en cl con- BR baz, el Cielo, par emenbién de la vida, que la vida se as mismas, es el Sepsis encuentran su Bebe Brown sobre este pepreedie cres tapas, la semeeseen los métodos de pe cc modelo triple de compe ge pespetiva dink Friehjof jn y devolverla se expresan en See y 2 Danza del Sol. Seeeesiin interior, al cre- seecsn del Gran Espiritu de chamanismo Biota se nos ha acercado a nuestra culeura, através del uso del castellano por culturas donde toda- Via siguen vivas pricticas chaminicas. Este térrhino refleja a la perfeccién la perspectiva sRuertera que leva implicta Ia capacidad para la metamorfsisy para la expansidn del esp Titu. Lo dlivino camo Poder indica la capacidad del cenero ce acoger y manifestar toda forma, En realidad sefiala el vinculo de todo acontecimiento con el centro sagrado. Al tiempo llama al poder propio, a la templanza e impercurbabilidad, al propio silencio y vacfo, ala sups raciGn de las proyecciones subconscien: «que revelen ese Poder en su esplendor desde nues- ‘ro propio poder, que asf serd uno con él. De lo afiemado, de esa salud que acontece en la capacidad para toda forma, extrayend seconociendo el sentido de las mismas, se dedu- ce el primado ontoldgico, como poder y capacidad de las vias chamdnicas. Esto tended su cenvés en el simul sineo primado de lo cosmoldgico que aporta la elevaci6n del cosmos en la-visi6n de poder. Se eratarfa de ser capaz de la propia salud para poder adver ic, en la pro. pia expansién del espiricu, la dimensién mevafisica y nitiva de cada acontecimiento. Esto ‘caracterizaria las tradiciones chamdnicas y las diferenciaria de otras tradiciones donde el papel central de la salud del alma vendria dado por el componente devocional o de cono- Cimiento, mis que por la propia afiemacién oncol6gica, La perspectiva chaminice ‘card inmediatez en la propia salud y en la plenificacién de esa capaciclad para el ent rela nto y la armonfa con la vida. Br relazamiento y armonia que solo encontrard su resi- dencia en ese ojo del corazéa, del que nos habla Alce Negro’, y en la luz y el conocimieneo ‘necesarios sobre la base de las propias leyes de la vide Bs decir, la propia afirmacién nece- sitard de la luz del conocimiento y del calor del corazén al responder tal afirmaciéa a la propia naturaleza del hombre, Desde una tradicién lejane a los diferentes chamanismos, ‘os legan unos bellos y famosos versos del andalus’ Ibn Arabi, que retratan a la perfec- ci6n la absoluta unidad de Amor, Conocimienco y Plenitud de Ser 0 Poder en el hombre que ha realizado su naturaleza primordial: “Mi corazéa acoge toda forma: es pradera para ias gacelasy/claustso para los monjes,/ templo para los idolos; Ka*ba para el peregrino,/las tablas de la ‘Tord y el libro del Cordn,/Yo profeso la religién del Amor, y sea cualquiera la direccién que tome su cabalgadur J ésa es mi religién y mi fe Metamorfosis, miscarss de transformacién y visiGn, Una misma esencia navegando desde su propio centro toda metamorfosis, desde su propio vacio y hacia el propio vacio, Se hace muy evidente a complejidad merafisica dela mentalidad de estos pueblos, que sin mas nos dedicamos a despreciar con el t6pico de primicivos y no evolucionados, Escas culeuras com- prenderian a la perfeccién esa sentencia de Martin Heidegger de que “la razin y su repre- sentar son solo una clase del pensar", que sin embargo ahora se nos presenta casi con la oscuridad de un oniculo. De la misma manera que nosoctos proyectamos de manera incons- Schuoe, Piha Ell pled, Jos J de Outer Ee Heidegger, Marin. Arad etn Eitral Pai, oy Salud ente sobre el mundo nuestra propia ideol ‘nuestz0 propio mirar, que desvela y mucs- tea una decerminada seccién de la realidad. Ellos hacian lo propio desde unas bases com- pletamente distintas alas nucstras, hasta el punto de que la seccién de la realidad que se desvelaba no tenfa casi coincidencia alguna con la nuestra. ¢Qué pueden aportarnos este tipo de reflexiones en estos dias del nihilismo cumplido? Un mirar y un vivir diference cuyo sentido era la afiemacién de la vida y el anhelo de superacién de aquello que no resulta sino ‘mumano, demasiado humano. Las culeuras chaménicas son muy consciences de que la mira- dda de poder es capaz de renombrar a los ancestros. Siendo asf, introduciré la cita de uno de »uestros ancestros, San Bernardo de Claraval: “Lo que conozco de las ciencias divinas y de Ja Santa Escritura lo he aprendido en los bosques y en los campos. No he renido oecos maes- fos que las hayas y los robles. Escucha a un hombre de experiencia: Aprendenés mis en os bosques qu los libros. Los arboles y las piedras re ensefiarin més de lo que puedes obtener de un magistor Los indios han sido mucho més conscientes que el Occidente Moderno de los para- Ielismos que hacen posible acercamientos entre diferentes tradiciones. Solo desde ese dmbi- fo de enlace se convierre en traducible un determinado tronco tradicional a una menta- Hidad diferente. Esta perspectiva que afirma la existencia de una misma esencia comin para ‘odas las tradiciones espisituales del planeta, sin perjuicio de sus maneras mundanas de decadencia y de la aut mnomfa e integridad de las mismas, quiero hacetla notar a cravés dela siguiente cita de Platén, auténtica cifta de todo lo expuesto: “El alma que munca ha visto la verdad no puede llegar nunca a tener forma humana, Pues el hombre debe reali- ar la operatividad del intelecto segtin la forma, es decit, deberé compendiar mediante la meditacién muchos actos de percepcié y ésea es reminiscencia de las cosas que vio anta- fio nuesera alma cuando acompafiaba a la divinidad. Miraba desde arriba las cosas que abora Hamamos reales y levantaba la cabeza paca ver la verdadera realidad”” * Bibliografia. Epes Brown. Ju Esa april aio nara. Ale Neg Hale Le i sara -Sehuon, Fie, Tenguet, Catls Dobant,B. Cabal lain dowd gre explana 2E Fas, Peer Aline Baseman, CH. A.B eves, Joep Maca “Bruce Lam, Fras: €or cid Ale Armas, ec Ei “Recoil por Joseph Ese Brown en El gad piinal Plato Faby, 2098 Introduceiém

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