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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Resumen

Nyssa es una terrícola que ha sido secuestrada y misteriosamente


transportada a otra galaxia, un planeta llamado Zylar. Allí las cosas ni
siquiera son como las imagina. Está aquí para ser la compañera de vida de
Tar.
Tar necesita una compañera que pueda acompañarlo a regir este
planeta, una terráquea nunca estuvo en su mente, pero con el entrenamiento
adecuado Nyssa será exactamente lo que espera una mujer dócil y sumisa.
Las cadenas que los unen, van más allá de lo físico, también unen sus
almas. ¿Qué puede entonces impedir su unión? Nada. ¡La vida es tan perfecta!
Tar está muy equivocado. Las cadenas tienen dos direcciones, y es
cuestión de tiempo para Nyssa aprenda como manejarlas. ¿Podrá lograr que
Tar la vea como una igual, o deberá poner en práctica su plan de escape?

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

INDICE

Contenido
Contenido..............................................................................................................................................3
Capítulo 1 .............................................................................................................................................4
Capítulo 2..............................................................................................................................................8
Capítulo 3............................................................................................................................................17
Capítulo 4............................................................................................................................................24
Capítulo 5............................................................................................................................................34
Capítulo 6............................................................................................................................................37
Capítulo 7............................................................................................................................................45
Capítulo 8............................................................................................................................................50
Capítulo 9............................................................................................................................................55
Capítulo 10..........................................................................................................................................60
Capítulo 11..........................................................................................................................................63
Capítulo 12..........................................................................................................................................67
Capítulo 13..........................................................................................................................................73
Capítulo 14..........................................................................................................................................77
Capítulo 15..........................................................................................................................................80
Capítulo 16..........................................................................................................................................86
Capítulo 17..........................................................................................................................................93
Capítulo 18..........................................................................................................................................97
Capítulo 19..........................................................................................................................................99
Capítulo 20........................................................................................................................................104
Capítulo 21........................................................................................................................................110
Capítulo 22........................................................................................................................................114
Capítulo 23........................................................................................................................................119
Capítulo 24........................................................................................................................................127
Capítulo 25........................................................................................................................................132
Capítulo 26........................................................................................................................................136
Capítulo 27........................................................................................................................................141

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Capítulo 1

TIERRA 2002

¡Trece años! Nyssa frunció el ceño. ¡Trece años de mi vida trabajando


para la misma maldita empresa y entonces ¡Zas! ¡Pam!, recibo una carta que
dice que no me necesitan más. Trece años de mi vida se han ido ¿y qué puedo
decir de ellos? ¡Casi nada! Es un poco tarde para comprender que he estado
definiéndome con mi trabajo. ¡Qué patético! Nyssa miró las filas de premios
que hablaban de una exitosa carrera. Ya no tenían ningún significado. Suspiró
mientras recordaba las semanas de sesenta horas en las que había estado
pegada a un ordenador portátil, en reuniones con clientes difíciles, o haciendo
muchos viajes. Miró a su alrededor desvalidamente. ¿Qué voy a hacer ahora?
Porque por mi obsesión con el trabajo, no tengo una vida. Todos mis amigos
son gente con la que trabajé. No hubo tiempo para un amor o para crear una
familia. ¿Cuándo, por Dios, me volví tan solitaria?
Hacer inventario aumentó su tristeza. Nyssa detuvo su paseo y se
encontró delante del espejo. Miró fijamente su reflejo e hizo inventario de sus
atractivos: pelo corto, rubio rojizo con, ¡oh mierda!, algo de gris comenzando a
asomar; ojos azules; y una boca marcada con algunas finas líneas. ¡Maldición!
Debe ser de fumar. Tal vez sea hora de que lo deje. Se alejó un par de pasos y
luego miró críticamente su cuerpo. No está mal, supuso. Sus tetas no eran
más que un puño pero estaban firmes. No había exceso de grasa, pero no le
dolería si hiciera un poco de ejercicio. Y, ahora, tengo mucho tiempo. Tal vez
el ejercicio me ayude a encontrar la energía que voy a necesitar para buscar
trabajo. ¡Buscar trabajo! ¡Oh… Dios... mío…! Tengo varios meses de
indemnización por despido más mis ahorros. De todos modos, cuanto antes

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encuentre otro trabajo, mejor. Lo único es que tengo casi treinta y tres años y
no tengo ni idea de quién soy o de qué haré ahora.
Frunciéndole el ceño al reflejo de su imagen, le sacó la lengua.

*****
EN OTRO SISTEMA SOLAR
Tar se echó hacia atrás, un poco perplejo.
— ¿Ésa es mi compañera de vida? —Refunfuñó, volviéndose hacia Mica,
el sumo sacerdote de Zylar—. ¿Esta Terrícola? Ella es tan… poco atractiva.
Mica alzó las cejas.
— ¿Qué estabas esperando, Tar? ¿Una Diosa Selven?
Tar frunció el ceño.
—No estaba esperando una Diosa, sólo algo más… ¡has estado
buscando a mi compañera durante tres ciclos vitales, Mica!
—Sí. Durante tres ciclos vitales, examinando veintisiete planetas, dos
galaxias, y varias dimensiones. El estanque reflector sólo te dará una
percepción general, Tar. No puedes sentir o tocar a tu compañera de vida
ahora. Una vez lo hagas, como siempre pasa con nuestra gente, sabrás que
ella es tu compañera. Pero te lo advierto: es una Terrícola. No será tarea fácil.
No nos conocerá, ni a nuestras costumbres. Algunas mujeres de la Tierra son
sumamente difíciles de domesticar; es por lo que la Tierra es siempre la última
opción de búsqueda para una compañera de vida.
Tar se encogió de hombros.
— ¿Cuán difícil puede ser? Una vez que le ponga los Enlaces de
Compañeros, será mía. Hará lo que yo diga. No hay nada de qué preocuparse.
Mica sonrió.
—Como desee, mi soberano. Como usted decrete…

****

MÁS TARDE ESA NOCHE, OTRA VEZ EN LA TIERRA

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Agotada por la preocupación, Nyssa dormía profundamente y era


completamente ajena a la brillante luz y a la silenciosa presencia en su cuarto.
Tembló un poco en su sueño, bajando sus manos para encontrar calor entre
las mantas.
Tar estaba de pie sobre ella y mentalmente elevó la temperatura del
cuarto. Le quitó las mantas y el camisón con un pensamiento. Quería que ella
durmiera y no que se despertara porque sentía frío.
Tuvo su primera visión de ella. Se regodeó con el primer olor de su
esencia. ¡Su pareja! ¡Su compañera de vida! Mica tenía razón. Era Ella. Sintió
la conmoción y luego una leve punzada cuando las cadenas doradas de los
enlaces salieron de su cuerpo y se cerraron sobre sus pezones durante ese
primer aliento; la fragancia picante, caliente de su compañera le hizo abrir su
cuerpo y mente a los zarcillos del enlace. Se inclinó para acariciar lentamente
el brazo de ella con la suave caricia de una pluma. Ante ese primer roce, sintió
los enlaces moverse a través de la piel de la cabeza de su pene. Un hombre
Zylan nunca estaba totalmente vivo hasta que no se conectaba con su
compañera de vida. Los sentidos de olor y tacto nunca estaban totalmente
desarrollados hasta que los enlaces se cerraban. Llevaría cuatro nons,
veintiocho días de la tierra, dominar los enlaces y atar completamente a su
compañera. Puso reverentemente los enlaces de Nyssa sobre su cuerpo; como
ella no era Zylan no podían salir de dentro de ella. Estos habían sido hechos
únicamente para ella y no serían aceptados por otra. Para ayudar al cuerpo de
Nyssa a reconocer y aceptar sus vínculos, Tar deslizó sus manos
cuidadosamente sobre su piel.
Nyssa se agitó. En sus sueños sintió una sutil caricia, casi como si
alguien estuviera mimándola. La caliente sensación de una mano áspera
recorriendo su cuerpo, acariciando lentamente cada superficie, era calmante,
consoladora, excitante. ¿Cuándo fue la última vez que había sido tocada? Se
sentía tan bien... estirándose un poco, gimió y se movió hacia ese suave
contacto.

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Tar miró atentamente a su compañera. Yaciendo allí dormida parecía


pequeña, suave. Sonriendo satisfecho para sí mismo, pensó que Mica se había
preocupado innecesariamente. Se conocían de toda la vida y Mica a menudo
actuaba como un quisquilloso, ligeramente mayor, hermano. No, ella no le
daría ningún problema con la reclamación.
Ella reaccionó como un gato a su sutil roce, volviéndose hacia él y
dándole un acceso sin restricciones. ¿Cómo podía haber pensado que era poco
atractiva? Su piel era pálida aunque ligeramente coloreada con una delicada
sombra rosada, una ligera capa de pecas se esparcían sobre ella de arriba
abajo. El contraste de la piel clara de ella contra su coloración más oscura fue
una visión que lo llenó de deseo. Incluso en la oscuridad, su corto pelo rojo
brillaba como llamas rizándose alrededor de su cara. Los altos y firmes
pechos, coronados con unos pezones de color rosa pálido, reaccionaron a su
caricia y rogaban por su roce. No se atrevió a tomarla en sus brazos como
deseaba; el sudor ya había comenzado perlar su frente y estaba
dolorosamente excitado. Tenía cuatro nons para reclamarla y asegurarse de
que ella lo aceptaba como su compañero. Estaba impaciente y ansioso por
comenzar su entrenamiento. Los enlaces estaban en su lugar y era hora de
llevarla a casa. A casa en Zylar.

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Capítulo 2

Nyssa se estiró lentamente. Se sentía maravillosa. Un poco… cachonda.


Dios, odiaba esa palabra pero realmente se sentía como si cada terminación
nerviosa de su cuerpo hubiera sido despertada dejándola deseosa. Sentía,
bien… sentía como si alguien todavía estuviera ligeramente acariciándola a
través de sus pechos, bajando por su estómago y entre sus muslos. Movió su
mano y frunció el ceño cuando encontró una larga, delicada cadena que
estaba unida a sus pezones.
Abriendo los ojos confundida, Nyssa bajó la mirada.
—¡Qué diablos! —exclamó. Había una cadena, una muy ligera,
finamente entrelazada, increíblemente decorada cadena de oro, y estaba
colgando de… ¡No! Oh. Dios. Mío… de sus pezones! ¡Y… oh diablos… otra
cadena rodeaba su cintura y desaparecía entre sus piernas! Nyssa cerró sus
ojos. Bien. Bien. Piensa, Nyssa. ¡No hay modo de que esto sea real! Ningún
modo concebible. Incluso si hubiera estado borracha no habría dejado a nadie
acercarse lo suficiente para tocarla con una aguja ni hacerle ningún agujero
en su cuerpo. ¿Adónde Infiernos iba esa otra cadena?— No voy a mirar. Esto
no es real —se quejó Nyssa para sí.
—Esos son tus Enlaces de Compañera —dijo una profunda, solemne voz.
Los ojos de Niza se abrieron de pronto. Gritando, tuvo una fugaz visión
de un hombre al que nunca había visto antes, un cuarto que nunca había visto
antes, cobertores que nunca había visto antes, y luego todo se volvió negro
como la boca de lobo mientras se zambullía bajo las mantas y desaparecía de
la vista.
Se sentó allí durante unos minutos, sin moverse ni pensar, sólo
escuchando. Oh, esto es inteligente, pensó para sí misma. Ahora no puedes
ver donde está él o qué está haciendo.

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La cama se movió bajo ella y Nyssa chilló mientras simultáneamente se


quitaba la manta de la cabeza. Sin pararse o reducir la velocidad, se apartó y
alejó del movimiento sobre la cama. Al hacerlo, se cayó de la cama al suelo,
con las mantas enredadas en un revoltijo entre sus piernas. Unos brazos
grandes, fuertes la levantaron tan fácilmente como si fuera una niña y la
volvieron a poner sobre la cama. Entonces se apartaron. Nyssa rápidamente
miró a su alrededor y descubrió a un hombre alto, de cabello oscuro, parado
en las sombras del otro lado del cuarto que la miraba fijamente. Podía sentir
que el sensual calor de su mirada la quemaba, haciendo arder cada
terminación nerviosa. Cuando se apartó ligeramente de las sombras, la luz
cayó sobre su cara. Tenía una nariz que aparentaba haber sido rota al menos
una vez, y una boca … bien, olvida eso. Sus ojos brillaban con chispas gris—
plata. Ondas de pelo negro, brillante y más negro que la medianoche, se
curvaban ligeramente para caer rozando unos enormemente amplios
hombros. Parecía enorme, con brazos que lucían igual que troncos de árbol.
Ella comenzó a mirar más abajo y apenas logró alzar de nuevo la vista antes
de que él viera a dónde se había dirigido su mirada. Su movimiento para
acercarse a la cama hizo retroceder a Nyssa.
— ¿Quién demonios es usted? —Consiguió escupir Nyssa por entre sus
dientes apretados—. ¿Y dónde estoy? —Cuando el hombre movió su mano
hacia ella, gritó—: ¡No me toque! —ante su orden, él hizo una pausa. Sus cejas
de ébano se unieron y hubo una mirada de satisfacción masculina en esos
brillantes ojos grises.
—Sólo planeaba calmarte. Estás enfadada —murmuró él.
— ¡Si me toca, verá el enfado! Mantenga su distancia. ¿Qué quiere de
mí? —¡Ja! Nyssa se estremeció. Estaba desnuda; con parte del cuerpo
perforado y sentada en lo que era probablemente su cama. ¿Qué creía ella
que él quería?
—Contestaré tus preguntas. Todas ellas. Soy Tar. Estás en mi hogar
separado en el planeta Zylar. En cuanto a lo que quiero de ti —él hizo una
pausa, encogió sus hombros, y habló lentamente. Había colocado un traductor

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en el lóbulo temporal de ella en cuanto los enlaces se habían ajustado, pero


llevaría aún algún tiempo el que Nyssa se adaptara a los patrones del lenguaje
zylariano—. Es simple. Lo que quiero es hacerte feliz y construir una vida para
nosotros dos. Tú eres mi compañera de vida.
Nyssa lo miró detenidamente. Luego se dio a sí misma un par de
bofetadas en un lado de su cabeza.
— ¿Planeta Zylar? ¡Tiene que estar bromeando! ¡No oí eso!
Tar sonrió, letal.
—Estás en el planeta Zylar. Eres mi compañera de vida. Mi pareja. He
estado buscándote durante muchos de tus años de la Tierra, en Zylar los
llamamos ciclos de vida —mientras Tar hablaba, se movía lenta y
sensualmente del lado de la cama hacia lo que parecía una ventana. Agitó su
mano y se volvió transparente.
Al mirar, Nyssa vio una escena que podría haber salido de su peor
pesadilla. No es que fuera una vista espantosa; sólo que no se parecía a nada
de la Tierra.
—Totó, ya no estamos en Kansas —refunfuñó Nyssa para sí. Con ojos
enormes, vio lo que parecía ser un lago pero era púrpura en lugar del azul
celeste de la Tierra. Bien, tal vez coloreado de lila, discutió su cerebro con ella.
Y había una —hierba— azul clara que bajaba de la casa hasta la orilla, con lo
que parecía ser arena negra y árboles de color aguamarina y dos soles.
—Hay dos soles…
—Sí y, al caer la noche, nuestro planeta tiene tres lunas.
—Tres lunas… —murmuró ella. Después más enérgicamente gritó—,
¡Esto es completamente loco! Quiero ir a casa. No creo que esto sea algo más
que una alucinación. Quíteme estas malditas cadenas. ¡No! Pensándolo bien
deje las cadenas tranquilas. No lo quiero tocándome. Sólo quiero ir a casa.
¡Ahora!
—No puedes volver a la Tierra. Éste es ahora tu hogar. Tu cuerpo aceptó
los Enlaces de Compañera y eres mi pareja. Ahora eres zylariana. Los enlaces
son una parte permanente de tu cuerpo y permanecerán para siempre. Si

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hubieras nacido zylariana, los enlaces hubieran sido parte de tu cuerpo y


hubieran aparecido cuando encontraras a tu compañero. Son la señal para
todos de que estás unida a tu compañero —explicó Tar. Sin decirle, por
supuesto, que en veintisiete de sus días de la Tierra, ella tendría que aceptarlo
a él y a su cuerpo delante del Consejo de Zylar para que su unión fuera
completa.
—Enlaces de compañera. ¿Qué demonios son los Enlaces de
Compañera? ¿Y qué quiso decir con que mi cuerpo los aceptó? Usted
probablemente me ha drogado y perforado. ¡No tomo drogas! ¡Y no me gustan
las agujas! ¡Ahora lléveme a casa! —Nyssa estaba casi histérica cuando
terminó de vociferar. Le dirigió la mejor de sus —si las miradas pudieran
matar— miradas. Esto a menudo funcionaba con sus ayudantes en la oficina,
pero no pareció tener ningún efecto sobre este enorme... alienígena—. ¡Oh
Dios mío! ¡Usted cree que es un alienígena! —ella chilló mientras trepaba más
sobre la cama.
Tar sonrió.
—No hubo drogas. Asistí tu sueño para la transferencia a mi hogar, pero
juro que no hubo ninguna droga. Soy un humanoide. Nuestros cuerpos son del
mismo tipo que los que se encuentran sobre la Tierra. Tenemos algunas
habilidades diferentes. Pero, mientras vivas aquí bajo las lunas de Zylar y tu
cuerpo comience a aceptar los Enlaces de Compañera, desarrollarás muchas
de ellas —acercándose lentamente, pero no lo bastante cerca para poner
nerviosa a Nyssa, él siguió—: los Enlaces de Compañera son colocados sobre
el cuerpo y, si eres la verdadera compañera, son aceptados como parte de ti.
No pueden ser quitados —Al menos no por mí; lo hace el Sumo Sacerdote—.
En cuanto a qué son… con el tiempo llegarás a entender su plena función.
Pero déjame demostrarte parte de su utilidad…
Nyssa levantó la mirada. Tar la estaba mirando con una sonrisa
extremadamente depredadora; sus ojos convertidos en pequeñas rajas y su
respiración más errática. Él se estaba concentrando en ella y eso la ponía más
nerviosa que antes. Era lo bastante grande como para poner nervioso hasta a

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un luchador profesional. Sus dedos ansiaban acariciar el pelo de él y sentir si


era tan suave como parecía. Su cara era la perfección cincelada. Bueno… casi
la perfección… su nariz parecía como si hubiera sido rota antes, arruinando un
poco su simetría. Su piel era varios tonos más oscura que la suya, un
bronceado de culturista.
Nyssa se paralizó. Después se sacudió. Sus pezones comenzaron a
estremecerse y a palpitar. Incluso aunque él estaba todavía al otro lado del
cuarto, ella lo sentía. Estaba en todas partes a la vez. Cerrando lentamente
sus ojos, el mundo se volvió confuso. Sintió la boca de él moviéndose a lo
largo de su barbilla, a través de su boca, devorándola lentamente. Sin prisa, la
húmeda caricia siguió bajando. Por su cuello, chupando ligeramente,
pellizcando con delicadeza su piel. Resístelo, Nyssa. Esto no es real. No puede
ser real.
— ¡Detén esto! —gritó Nyssa, jadeando—. ¡Detente!
Oh Dios mío. La lengua de él comenzó a rodear su pecho. Ahora estaba
lamiendo sus pezones. ¡Los ojos de Nyssa se abrieron con asombro! ¿Pezones?
¿Ella podía sentir ambos siendo acariciados al mismo tiempo? Eso estaba más
allá, incluso, de su salvaje imaginación. Tar estaba todavía al otro lado del
cuarto y aún así, de alguna forma, la sensación continuaba. Sentía como si
estuviera siendo partida en dos; sabía que debía luchar, pero el placer la
dominaba. La reclamaba. La inundaba.
El tiempo se detuvo para Tar. El deseo le golpeó. Nyssa estaba sentaba
y retorciéndose sobre su cama. En su pasión, ella había dejado de aferrarse a
la manta que ahora se arremolinaba sobre la parte baja de su cuerpo. La
fuerte luz de la ventana se derramaba sobre sus pechos pálidos, perfectos.
¡Por las lunas! Él deseaba moldear esos tiesos pechos con sus manos.
Deseaba sentirla arder por él con más que los enlaces. Luchó como un loco
por controlarse. Para domarla, tenía que usar el erótico lazo de los hombres
Zylarianos con sus Enlaces de Compañera. Reclamar su cuerpo con los
enlaces le daría la ventaja y controlaría su resistencia a él. Ella no sería capaz
de pensar en nada más que en el placer que él podía darle.

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Nyssa estaba siendo lentamente enloquecida. El calor se acumulaba


lentamente en su vientre como un fuego inextinguible. Su mente seguía
luchando contra la imposibilidad de que algo estaba chupando… tirando
fuertemente… de ambos pezones al mismo tiempo. Pero a su cuerpo le
gustaba eso. Ella gimió y permitió que su cabeza cayera hacia atrás y
descansara contra la pared.
—No. ¡No! —pero el placer no se detuvo. Perdió todo el control sobre la
respuesta de su cuerpo. Sus pezones eran guijarros. Endurecidos. Tener la
manta contra su cuerpo era demasiado. Nyssa era incapaz de detener la
respuesta de su cuerpo. Cerrando sus ojos fuertemente y sacudiendo
inconscientemente su cabeza de un lado al otro, usó sus piernas para dar
patadas a las mantas sacándolas de la cama. Arqueando su espalda,
empujando hacia arriba como para dar a un amante invisible mejor acceso, la
sensación se intensificó. Se sentía consumida, totalmente incoherente. Sus
pezones estaban muy duros y sentirlos lamidos simultáneamente era la
sensación más erótica que ella hubiera sentido alguna vez. Una y otra vez
continuaron los lametones y la succión se volvió más fuerte, creando una línea
directa a su núcleo interior. Ella no creía poder soportarlo mucho más.
Levantando su cuerpo de la cama, pensó que se volvería loca por el
intenso… ¡Santa mierda! No había querido saber a qué estaba unida la cadena
que rodeaba su cintura, pero ahora lo sabía. Rodeaba su cintura, aunque en
varios lugares en realidad desaparecía bajo su piel y reaparecía, sólo para
caer suspendida y unirse a su clítoris. Podía sentir vibraciones profundamente
dentro de ella que sólo podían estar viniendo de esa cadena y sentía… Ahh…
nada en su vida, ni el sexo oral, ni una dura follada, nada podía compararse
con las increíbles sensaciones que venían de esas cadenas. Ella comprendió
que las cadenas de algún modo le hacían sentir la boca de él sobre ella
mientras, al mismo tiempo, de algún modo aumentaban la sensibilidad de su
cuerpo. En las profundidades de su mente, Nyssa sabía que Tar usaba las
cadenas para hacer el amor con ella, pero no se preocupó más.

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Lenguas seguían lamiendo sus pezones y ella sintió un ligero roce contra
su estómago que la hizo contener el aliento. Caliente. Ella estaba tan caliente.
Sintió manos, posesivas manos, deslizándose sobre ella, deslizándose lenta y
deliberadamente sobre cada pulgada de su cuerpo. Sintió invisibles dedos
explorando con cautela el triángulo de rizos en la unión de sus muslos y se
movió para separar ampliamente sus piernas mientras resbalaban en su
humedad y comenzaban a frotar la dura protuberancia entre sus piernas.
Estaba vibrando internamente por el enlace mientras el tirón en sus pezones
permanecía constante. En cualquier lugar que el enlace la tocaba, Nyssa
sentía pequeñas llamas, sobre ella, dentro de ella, hasta que gritó por la
frustración.
Tar estaba temblando. El deseo golpeaba en él como un duro puño en el
centro de su pecho. Cada pensamiento coherente era una lucha, porque todo
lo que podía ver era a Nyssa retorciéndose sobre su cama. Podía ver que ella
estaba ardiendo, deseándolo y necesitando lo que él podía darle. Podía oler su
excitación. Control. Él estaba perdiendo el control. Más le valía terminar esto
antes de que perdiera todo el raciocinio.
Nyssa sintió fuertes manos agarrar sus caderas. Las levantaron y al
mismo tiempo, sus piernas fueron ampliamente separadas. Pudo sentir la
caliente, embotada punta de un pene mientras empujaba en su coño. El
húmedo tirón en sus pechos seguía, expandiendo y uniéndose a la sensación
de plenos y poderosos empujes hundiéndose en ella. Nyssa saboreó el dulce
arrebato mientras el duro grosor se deslizaba dentro de su cuerpo. Movió sus
brazos para sujetarse de esos fuertes, monumentales hombros. Cuando
comprendió que Tar todavía estaba al otro lado del cuarto, ella les permitió
caer a ambos lados.
—Maldito seas —jadeó. Podía sentir su cuerpo tensándose, apretando y
luego girando, literalmente, fuera de control. En ese instante, sintió una
aterciopelada lengua caliente lamiendo su clítoris y la dureza dentro de ella
aumentó aún más. Nyssa no podía manejarlo. Esto era demasiado. Esto era
realmente demasiado.

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Perdió el conocimiento.

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Ella se sentía desmadejada, saciada. Alguien estaba sosteniéndola,


acariciándola, murmurando suaves palabras. Qué estaba diciendo, no tenía ni
idea. En este punto no creía poder recordar ni su nombre. Mientras iba a la
deriva después de la sacudida de una experiencia tan erótica, su cerebro
intentaba volver a juntar las piezas. Su único pensamiento fue: soy una
esclava de amor y él ni siquiera me tocó físicamente. Ella no tenía control.
Estaba segura que ella lo volvería a desear… pero tal vez en un minuto.
Tar la sostenía. Estaba diciendo algo. Arrepentido. Él está arrepentido,
pensó Nyssa. Bien. Vuelvan a unir las partes de mi cerebro y cuerpo en un
elemento coherente. Él está arrepentido.
Ella luchó por calmarse por tercera vez.
— ¡Déjame … dejame ir! —masculló Nyssa. Tar la liberó de mala gana.
Nyssa se separó temblando. Intentó fulminarle con la mirada, pero sabía que
sólo conseguía parecer aturdida.
Tar habló.
—Lo lamento, gatita. Perdí el control de los enlaces. Fue demasiado para
tu primera vez.
— ¿Mi primera vez—? —gruñó Nyssa—, ¡no soy una virgen! ¿Qué
infiernos fue eso? ¡Ni siquiera me tocaste… aléjate de mí! No puedo pensar
contigo sentando tan cerca.
Tar se movió lentamente de la cama, inclinando su cabeza para ocultar
su sonrisa burlona.
—Los enlaces… la primera vez con los enlaces. Fue... abrumador. ¡Y tú
ahora mismo dejarás de pensar en cualquier otro macho con el que alguna vez
hayas estado! Tú eres mi compañera. Mi compañera de vida. Necesitas
descansar. Haré que te preparen alimento —con esa declaración, Tar caminó

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hacia lo que evidentemente era una puerta deslizante y la dejó sola con sus
pensamientos.
¡Hah! ¿Descansar? ¡De ninguna de las maneras! pensó Nyssa. Pero su
cuerpo rechazó moverse. Tal vez sólo una corta cabezada, fue su último
pensamiento mientras caía dormida.

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Capítulo 3

La pantalla de comunicación de Tar cobró vida cuando entró en su


duca. Su apartada casa era justo eso. Apartada. Localizada lejos del centro
dirigente, o de lo que Nyssa llamaría el palacio, el duca era su oficina. Todo allí
le permitía estar en contacto y tener bajo control su reino cuando necesitaba
estar fuera. A su nueva compañera de eslabón, le iban a gustar los despachos
antiguos con paredes de caoba terrestre y con mullidas alfombras en el suelo.
Un gran escritorio ocupaba la mayor parte del espacio. Sólo una persona lo
podía molestar en contadas ocasiones aquí.
La figura de Mica llenó la pantalla,
—Saludos, Tar, Jefe de Zylar. ¿Está bien? ¿Tienes a tu compañera de
vida contigo? – exigió él.
Tar echó un vistazo a la pantalla,
— Bien — le dijo realmente preocupado. Mi compañera de vida está
aquí. En el proceso de su despertar, perdí el control con los eslabones y casi
quemé su cerebro de Terrícola. Por lo que … no, no estoy bien.
Mica frunció el ceño.
— Sólo han pasado dos días de la Tierra desde que la trajiste. Aún no
deberías de haber usado los eslabones. Tendrías que estar trabajando en
entrenarla en tu contacto psíquico, no con el poder de los eslabones. Ella no
tiene ninguna experiencia en la que basarse y tú sabes que ella debe
aceptarte en la ceremonia de reclamo. El uso de los eslabones podría
asustarla y ponerla en contra de aceptar su deber.
— Soy bien consciente del error que cometí, Mica. Ella me acusó de
perforar su cuerpo con agujas para atar los eslabones. ¡Yo le expliqué qué … ¡
No importa!.— Ordenó. — No tengo que darte explicaciones. ¡Sé que no

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

debería haber usado los eslabones todavía! ¿Necesitaba algo o solamente


quieres acosarme?— Gruñó Tar.
—Me he puesto en contacto contigo para dejarte saber que el anuncio
de la declaración de reclamación salió del planeta para su ceremonia de
unión. Esta comenzará en tres nons, no cuatro como creímos. Debes tener a
tu compañera lista y receptiva. ¿Quiere que te envíe a su hermana, Tala, para
que te ayude?—
Tar sacudió su cabeza pensativamente,
— Todavía no. Sé que es necesario que Tala asista a Nissa para
enseñarle las responsabilidades que le vendrán una vez que la ceremonia
esté completa. Pero … no aún. Necesitaré la mayor parte del tiempo para
domesticarla, que me conozca.. Tala puede venir en dos nons antes de que
tengamos que ir a la ceremonia. Eso le dará a Nyssa dos de sus días
Terrícolas. Tendría que ser suficiente.— Enfatizó él.
Mica se encogió de hombros, sus ojos azules relampagueaban.
— No lo dejes para muy tarde, Tar. Tala tiene mucho que enseñarle
sobre el eslabón femenino.
— Manejaré el entrenamiento de mi compañera como lo considere
necesario. Ella es mi compañera. Me pertenece.— gruñó Tar.
Mica se rió.
— Has lo que deba, pero sé cuidadoso en no ocultar demasiado a Nyssa.
Recuerda como tu hermana reaccionó a la noticia de que estaba siendo
apartada de ella. Su compañera de vida podría sufrir una reacción aún más
violenta.
Tar palideció. Su hermana podría ser un dragón que escupía fuego. Él
estaba seguro de que su pequeña gatita no podría … ¡Ella se había
despertado y dejaba la la casa!
Tar gritó sobre su hombro cuando dejó la habitación.
— Hablaré del horario de la visita de Tala contigo más tarde.
La risa Mica llenó la cabeza de Tar cuando él se apresuró a llegar hasta
Nyssa.

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

*****

Nyssa liberó su aliento. Lo había hecho; estaba fuera. Se había vestido


después de la búsqueda del cuarto de Tar y encontró lo que se entendía por
pijama en ese lugar. Parecían pantalones de harén con pequeños lazos que se
unían como cadenas a la cintura. Cadenas. Eslabones . Justo como aquel
extraño los había llamado. Los pantalones hacían juego con un chaleco que
sólo cubría sus pechos y estaba hecho en una tela que era casi transparente.
¡Genial! Tanto los pantalones como la camisa eran de un pálido verde, con la
raja del chaleco entre sus pechos abierta, mostrando la cadena entre sus
erectos pezones al menos sus pezones estaban cubiertos. Apenas. ¡Los
pantalones no tenían cintura! Las perneras estaban sujetas por lazos a sus
eslabones. No había nada en la entrepierna. Un pedazo de tela se entremetía
sobre la cadena, simulando un taparrabo. ¡Maravilloso! Dejando al planeta
entero saber que ella tenía perforados sus pezones y su clitoris. ¡Justo lo que
necesitaba! Ella tenía la sensación de que esto no era el pijama, si no la ropa
diaria.
Nyssa miró alrededor. El aire tenía un dulce y sutilmente picante aroma.
—La hierba—, aun cuando esta fuera azul, se sentía suave y húmeda bajo sus
pies delgados, desnudos. Comenzó a andar cuidadosamente hacia el lago,
sacudiendo su cabeza. Miraba hacía el agua coloreada de lila, hierba azul,
árboles acuáticos, y un verde…cielo brillante, amarilloverdoso. Asombroso.
Absolutamente asombroso. Obviamente esto no era una alucinación o una
foto, como había pensado en un principio cuando Tar —abrió— la ventana.
Había cientos de plantas con flores multicolores, a diferencia de otras que
alguna vez había visto antes. Los colores casi la cegaban por su intensidad. La
brisa, que soplaba ligeramente contra su piel, era caliente y casi tropical en su
caricia.
De pronto, sus eslabones palpitaron, trayéndola a un climax inmediato.
— ¡Ah no!— Gimió.— Otra vez no.

19
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

— ¡ No puedes huir de mí, gatita! — Dijo Tar y de pronto apareció ante


ella.
— No haga eso— chilló— ¡No se aparezca de repente! ¿Y dónde
demonios me escaparía? — Ella exclamó más alto.— Y deja de llamarme
gatita, ¡Mi nombre es VaNyssa Green, o sólo Nyssa para mis amigos! ¡Usted
puede llamarme VaNyssa!
Tar sonrió abiertamente,
— VaNyssa, en mi lengua, suena como gatito. ¿Si no huyes de mí por
qué estás aquí fuera?
Nyssa se dio vuelta de cara al lago.
—Yo huiría si tuviera algún sitio adonde ir. Quise ver si todo lo de afuera
era verdadero y no una foto que tenía colgada en la ventana. Pensé que usted
podría ser algun psicótico que me mantiene presa, intentando engañarme.
¿Pero esto es real, verdad?— Observó ella tristemente.
Tar extendió la mano su mano y, tomando la más pequeña de Nyssa, la
condujo hasta el borde del agua.
— Sí, gatita, esto es real. Estás en mi planeta natal, en mi propio hogar
apartado. Aprenderás que algunas de nuestras palabras son las mismas y
otras son diferentes. Muchas de nuestras capacidades te parecerán extrañas,
algunos animales y las plantas parecerán únicas. Te daré clases sobre tu
nuevo hogar y sobre otros también, también, te ayudará a adaptarte, serás
feliz aquí. — Enfatizó él.
Nyssa estudió al hombre que estaba de pie con orgullo ante ella. Era
alto, varias pulgadas más de seis pies. Ella había notado su estructura
musculosa antes— Eso ahí no era tan duro, eran taaaannn… y ni siquiera se
movía como una e cosa grande y torpe. Él era todo gracia y poder.
Nyssa miró airadamente a Tar.
— No estoy tan feliz. Sin preguntar me has sacado de mi planeta, has
pegado cadenas a mi cuerpo y me has traído aquí contra mi voluntad.
¡Demonios! Incluso ni siquiera estaba despierta. No me diste ninguna opción.
Ninguna de mis cosas está aquí, no te preocupaste de lo que pensaba, o de lo

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

que podría haber querido, ¿Cómo puedes pensar que yo estaría feliz? — Ella
exigió. — ¿Y por qué me escogiste? ¿Por qué me quieres como compañera?
Hay mujeres mucho más bonitas, más jóvenes en la Tierra. ¡Ve a secuestrar a
una de ellos!— Nyssa se sintió un poco culpable por esto, no quería que, al
igual que ella, alguien más tuviera que tratar con todo esto.
— Quieres ser mi compañero y me pones este extraño eslabón sexual,
¡No seré su esclava de amor, Tar! ¡No voy unirme a tí!— casi gritó Nyssa.
Tar estaba momentáneamente tranquilo. Adaptándose al hecho de que,
por primera vez, ella lo había llamado por su nombre. Los eslabones
intensificaban la unión entre ellos, simplemente con el sonido de su nombre.
Sonriendo abiertamente, él tiró de la mano de Nyssa.
— Ve más despacio, VaNyssa, no puedo seguir el ritmo a tu lenguaje
exigente. Serás feliz. Nuestros eslabones no me permitirán obrar de otro
modo. No puedo escoger otra persona para mí, sólo hay un compañero de
vida para cada Zylan, túeres la mía, he buscado por muchos mundos, por
muchas vidas o tus años en tu Tierra, buscando hallar a mi compañera de
eslabón. Sólo necesitas un tiempo para adaptarte. He visto como es tu vida en
la Tierra; he leído sobre vuestro modo de vida. Mica, nuestro sumo sacerdote,
me mostró que no tienes ninguna familia, ningún amigo cercano. Vivías
solamente para trabajar. Puedo darte una familia. Niños, si la Diosa nos
bendice— murmuró él.
— ¿Necesito adaptarme? ¡Me niego a adaptarme a ti!— Chisporroteó
Nyssa . Ella no hizo caso a lo que él había dicho sobre la familia y niños. Su
dolor por la muerte de sus padres varios años antes y la crítica hacia su
maldito reloj biológico interno, quedaría para su propia preocupación.
Tar no que hizo caso a su arrebato, diciendo.
— Si echas de menos tu antiguo hogar, solo tienes que decírmelo. Por
un corto periodo de tiempo, las cosas de tu hogar estarán disponibles para ti.
Por la ley en Zylan, no puedo proporcionártelas siempre. Pero por ahora, soy
capaz de transferir cualquier cosa que desees. En cuanto a lo de ser mi

21
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

esclava de amor personal, bien eso tiene posibilidades. Las iremos explorando
juntos una a una.
Nyssa enrojeció. Girándose hacia el, golpeó con sus manos su enorme
pecho. Mientras que lo hacía se dio cuenta del enorme trabajo que le estaba
costando alcanzarlo.
— ¡No! ¡No soy tu maldita esclava de amor! ¡Necesito mis cigarrillos y
mi Coca— Cola light! No creo que pueda vivir en ningún sitio sin ellos. Estaba
pensando en dejar de fumar. Pensé que no había problema para ello, ¡No lo he
echo todavía ! Necesito mis cigarrillos. — Lloró ella.
Tar la miró confuso. — ¿Dejarlo? ¿Cigarrillos? No entiendo. ¿Qué es Coca
—cola light?
Nyssa lo miró feroz, y le explicó.
— Los cigarrillos son rollos de tabaco y te los fumas. Es malo para la
salud. ¡Pero, caray, no me preocupa! ¡Si no me hubieras sacado de dónde
pertenezco! Me niego a vivir la vida en la que se incluyen secuestros, un
extraño planeta y parte del cuerpo perforadas, sin mis cigarrillos! Sin
mencionar que no sabes ni lo que es Coca—cola Light.
Nyssa estaba frenética. No había pensado en todo esto antes, con esa
afrodisíaca agua púrpura que hacía volar mente. Por no mencionar a esa gran
especie de alien. ¡Pero ahora ella se moría por una cigarrillo y la Coca—cola
Light
— ¿Cuánto tiempo llevo aquí?.—Nyssa preguntó a Tar, cuando comenzó
a tranquilizarse.
—Dos nons o dos de tus días en la Tierra. Un bi—nons, es una semana
terrestre.— explicó el pacientemente.
— ¿Dos días? ¡Dos días!.— Dijo Nyssa gritó desesperadamente.
Tar podría sentir el tirón de eslabón. Esto era más de lo que ella quería
oir. Él podía sentir su necesidad; el ansia y la enfermedad casi físicamente.
— Vamos gatita, haré todo lo posible para conseguir lo que necesites.
Pon en tu mente lo que quieras. El lugar dónde está en tu casa. Lo conseguiré
para ti ahora, pero a la primera oportunidad que tenga, tendré a Mica

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

empezando a trabajar sobre la congestión que puedo sentir en sus pulmones.


Tu mente me indica los problemas que estos —cigarrillos— pueden causar.
Nyssa siguió distraídamente a Tar.
— Cigarrillos, Coca—cola light, un poco de ropa y el cuadro sobre mi
cama. Si no me dejas volver a casa en breve, al menos quiero ese cuadro. ¡Mi
abuela lo pintó y me recordará el color del agua como realmente debería ser!.
— Tristemente Niza comprendió que esos pocos artículos eran todo lo que ella
quería de la Tierra: una pintura y dos —hábitos—. Y sus vaqueros, ella
definitivamente quería sus vaqueros. No es que ella quisiera quedarse allí

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Capítulo 4

Nyssa saboreó su Coca Cola Light y fumó otro cigarrillo. Supuso que
tendría que dejarlo ahora; no era como que si pudiera salir corriendo al Seven

Eleven más cercano cada vez que se quedara sin cigarrillos. No estaba
conforme con la situación, pero no creía que hubiera algo que pudiera hacer

para solucionarlo ahora. Simplemente no podía torcer su nariz e ir a casa. Su
excursión al exterior había demostrado más allá de toda duda que no estaba
en la Tierra. No había manera de que alguien pudiera fabricar especies de
plantas y animales, por no mencionar un cielo con dos soles, sólo por
divertirse. No quería creer que había sido secuestrada y llevada a otro
planeta, y desde luego no quería estar aquí, pero ¿qué opción tenía? ¿Qué
podría hacer? ¿Enfurecerse y despotricar? ¿Llorar? ¿Gemir y desanimarse?
¿Qué?

Lentamente inspeccionó el cuarto en el que estaba. Tuvo la intensa


sospecha de que era el dormitorio de Tar. La cama misma era enorme, con un
tejido multicolor que colgaba desde arriba formando un dosel. La paleta de
colores en las colchas y en la lujuriosa alfombra del suelo daba al cuarto una
sensación de excitante sensualidad. Había rojos vibrantes y púrpuras, ambos
acentuados con verdes y azules. Los muebles eran de colores oscuros y
parecían relucir. Era madera, pero no de un matiz o textura familiar. Era una
hermosa prisión, hecha de extrañas puertas y ventanas que se abrían con un
pensamiento. Y el cuarto de baño era una maravilla, con una bañera
sumergible y una ducha de cascada hecha de rico mármol rojo y oro. No había
ningún mando que girar; de nuevo, parecía que el agua fluía o se detenía con


Seven Eleven: Cadena de supermercados estadounidenses que abren las 24 horas y venden de todo.

Referencia a la serie de televisión “Embrujada” en la que una bruja practica la magia torciendo repetidamente la
nariz.

24
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

el pensamiento. Podría ser peor, pensó Nyssa. Al menos había fontanería


interior reconocible y esencial.
No le gustaba estar prisionera ni el hecho de que Tar estuviera ganando
todos los puntos. Quería hacer algo que los empatara, ¿pero qué?
Tar estaba caminando en el otro cuarto. Estaba enfadado. Frunciendo el
ceño, Nyssa se preguntó cómo sabía eso. ¿Por qué podía sentirlo caminar?
—Nuestros enlaces no me permitirán hacer otra cosa que esto—, le
había dicho. —Nuestros enlaces—. —¡Nuestros enlaces! No suyos o míos.
Nuestros. Las cejas de Nyssa se alzaron lentamente al darse cuenta de que él
llevaba una túnica similar a la de ella. No había prestado atención antes, pero
estaba segura de recordar haber visto una abertura y el destello del metal en
la V de su pecho y alrededor de su estilizada cintura. Sus pantalones se
ajustaban y parecían más bien como vaqueros. Vaqueros realmente muy
apretados, negros, que le sentaban genial, con una protuberancia
agradablemente exhibida. ¡Para esto! Nyssa sabía que tenía que concentrarse.
Esto era importante. ¡Pensar cuán estupendamente bien le sentaban sus
pantalones y cómo sus recursos los llenaban, no le hacía ir en la dirección
correcta de pensamientos! ¡Nuestros enlaces!
Ella sabía bien lo que él podía hacer con su enlace. Todo lo que tenía
que hacer era mirarla, concentrarse, y ella ardía y gritaba por la liberación. No
le gustaba que él tuviera todo el control, de manera que si él tenía un
enlace…

*****

Tar acababa de terminar de hablar con Mica sobre los cigarrillos de


Nyssa. Era perturbador comprender como podían dañarla, o incluso hasta
matarla. Mica sentía que debían permitirle tenerlos por ahora, al menos hasta
que él y otros curanderos entendieran con lo que estaban tratando, y pudieran
eliminar el ansia y curar cualquier efecto que quedara. Él tenía que comenzar
a enseñar a Nyssa acerca de su lugar en su mundo; ella sería su reina. Sabía

25
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

ahora que ella intentaría luchar contra él —sus reacciones de hoy le dejaban
poca duda sobre eso. Zylar era una sociedad de dominación masculina donde
las mujeres eran protegidas. Cuidadas. Las mujeres zylarianas eran protegidas
y sumisas. No como… Nyssa. Nyssa tendría que cambiar. Se adaptaría y
asumiría su lugar legítimo en la sociedad Zylan.
Tala, su hermana, luchaba a diario contra el predominio masculino y
protestaba fuertemente contra su papel como glorificada anfitriona. Tras la
muerte de sus padres, ella ocupó aquel papel para él; sentada en sus cenas
cuando él necesitaba una mujer que lo acompañara, presidía las ocasionales
reuniones que él debía tener en la casa de gobernación. De vez en cuando
también trabajaba con las viudas y los niños de los guardias de palacio que
habían muerto. Las esposas Zylan sin niños por lo general morían un poco
después que sus compañeros; las uniones eran tan fuertes que cuando uno
moría, el otro no podía continuar solo. Pero si había niños, la compañera vivía
y se preocupaba por ellos hasta la madurez. La pareja que todavía vivía

necesitaba una enorme cantidad de apoyo: bi—non hacia bi—non como
ayuda para vivir, curación psíquica y, siempre, una apacible seguridad. Tala
hacía un maravilloso trabajo ayudando a las familias a mantenerse juntas.
Ya no tendría que hacerlo ahora. Nyssa asumiría los pocos deberes que
Tala tenía. Él rehusaba tener luchas y discordias en su propia vida. Nyssa
tendría que aprender a ser sumisa y rendirse a él en todo. Sentía que si podía
abrumarla y satisfacerla sexualmente, ella no se daría cuenta de que estaba
siguiendo su guía. Era la manera como debería ser su vida. Era un excelente
plan.

*****

Nyssa apareció en la puerta, mirándole de manera extraña. Lentamente


echó un vistazo a lo lejos, luego volvió a él. Tar comenzó a sentirse incómodo.
¿En qué está pensando? Esta vez ella inspeccionó despacio su cuerpo como si

Expresión zylariana sin traducción, algo equivalente a ayuda psicológica.

26
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

fuera la primera vez que lo hubiese visto. Incluso vestido, Tar sintió su mirada
caliente, sensual. Está cautivada conmigo, pensando en el placer que puedo
darle, pensó. Perfecto. Nyssa parecía estar concentrándose con mucha fuerza.
Tar sintió calor en el enlace de sus pezones. Sobresaltado, sus ojos se
ensancharon y comenzó a levantarse.
— ¡Pequeña gata! —gruñó como advertencia.
— ¡Siéntate! —exigió Nyssa, frunciendo más el ceño, hasta casi juntar
las cejas por la concentración.
Tar se quedó sin aliento. ¡Oh Diosa! Inmediatamente se puso caliente y
totalmente excitado, mientras su cuerpo exigía la atención de ella. Sintió una
lengua rastrear tentativamente sobre un pezón, y luego varios lametones por
todo su pecho. Esto no era una suave seducción, sino un asalto en toda regla.
—Nyssa, no…
Nyssa sonrió abiertamente y se concentró aún más fuerte. Parecía que
todo lo que tenía que hacer era imaginar en su mente que usaba su lengua y
boca sobre su pecho. Concentrarse en la sensación y el sabor de él en su
lengua, y luego imaginarse chupando y mordisqueando sus pezones. La parte
difícil era recordar hacer ambas cosas al mismo tiempo; se olvidaba de que
estaba usando los enlaces para volverlo loco y no su boca. En realidad podía
sentir que los pezones de él se endurecían y se extendían bajo su lengua.
Recordó que ella había sentido sus dos pechos succionados y lamidos al
mismo tiempo, así que pensó en hacérselo a Tar. ¡Y… estaba funcionando!
Tar se hundió y luego lentamente se retorció en la silla. Ah, Diosa, se
sentía tan bien. Pero la ropa estaba matándolo. Supo que estaba perdiendo
rápidamente el control cuando rasgó la camisa de su cuerpo. Los enlaces de
Tar se habían vuelto parte de su propio ser desde el momento en que se
había unido a Nyssa. Cuando los había usado para complacerla, había sentido
un pequeño eco de la singular chamusquina y del intenso calor sexual. Pero
sentir totalmente la estimulación de los enlaces sobre él por primera vez le
dejó incapaz de intentar tratar con ella. Estaba dividido en dos. Parte de su
mente estaba intentando controlar la respuesta de su cuerpo y luchar contra

27
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

el uso que hacía Nyssa de los enlaces y la otra parte le decía que se dejara ir y
disfrutara. No podía dejar que ella le hiciera esto. ¡No era posible! Los machos
tenían el control completo. Nunca había oído que una mujer usara el enlace de
esta manera. Era la pasión del hombre la que gobernaba por completo. No
había sido preparado para abrasarse al unirse Nyssa a él. Estaba seguro de
que iba a tener tiempo para controlar su lujuria física hacia ella antes de sentir
algo más que una pista del poder del enlace, e iba a estar bajo su control
absoluto. El no haber satisfecho físicamente su lujuria por el sexy y seductor
cuerpo de Nyssa magnificaba el tormento de los enlaces. ¡Qué fuera ella la
única que los usaba no era algo que hubiese considerado! Había perdido la
batalla por el control. Cada terminación nerviosa de su cuerpo le gritaba para
que se relajara y disfrutara.
Nyssa estaba teniendo dificultades para mantener su concentración. Ver
a Tar excitándose y respondiendo al control de su enlace era un estímulo
tremendamente excitante. Desvió sus ojos a su suave y bien musculoso
pecho. Comenzó a hablar y pensar en voz alta lo que antes sólo había
querido; ¡eso la ayudaría a mantener su mente enfocada en lo que le hacía, y
no en lo que verle loque le estaba provocando a ella!
¡Tar podía sentir la boca de Nyssa sobre su pecho, y luego la oyó!
—Estoy moviendo mi boca y mi lengua lentamente sobre tus pezones,
Tar, sobre ambos. Estoy lamiéndote, chupando y mordiendo los duros y
pequeños nudos. Puedo saborearte. Y no me pararé, Tar. Simplemente seguiré
lamiéndolos. Tirando de tus pezones con mis labios, humedeciéndolos con mi
lengua. ¿Pero puedes sentir también mis manos, Tar? ¿Recorriendo tu pecho
hacia abajo? ¿A lo largo de tus costillas?
Tar cerró los ojos. Gimiendo, pudo sentir su pequeña boca caliente sobre
cada pezón. La sensación era dolorosamente erótica y apuntó directamente a
su ingle. Al mismo tiempo, sintió la caricia de sus manos surcando su pecho,
sobre sus costillas, por su abdomen abajo hacia… ¡Ah, Diosa! Tar se deshizo
de la barrera de sus pantalones con un mero pensamiento.
Nyssa jadeó.

28
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

— ¡Oh! Cuando tenga un momento, hablaremos del modo en que te


desnudas sin esfuerzo. Tar, siente mis labios y mi lengua todavía sobre tus
pezones. Mis manos se mueven hacia abajo por tu polla. ¡Oh, sí, Tar! Siénteme
rodearte en mis manos; lo tengo que hacer con ambas porque eres tan
grande. ¡Ah! ¡Y se hace más grande! Estoy lamiendo y chupando tus pezones,
pero mis manos, Tar, mis manos te sostienen. Sienten cuán grande eres. Cuán
ancho. Terciopelo envuelto en acero, así es como yo te siento —Nyssa cerró
sus ojos, imaginando cómo se sentiría Tar en sus manos. El enlace, en
realidad, la hacía sentir como si ella pudiera apoyar el peso de él en sus
manos extendidas. No se dio cuenta de que se había acercado a él.
—Oh, Dios. Tar, estás creciendo; hinchándote en mis manos. La punta
de tu pene está mojada, Tar, y yo estoy extendiendo esa gota de humedad
alrededor de la punta. ¿Todavía sientes mi boca en tus pezones? Lamiendo,
Tar. Estoy lamiéndote y chupando tus pezones mientras tú llenas
completamente mis manos con tu pulsante polla. Veo a donde va tu enlace.
Siento las vibraciones que vienen de los enlaces de tu vara y a través de tu
impresionante pecho. Y ahora, Tar, ahora mi boca también se está moviendo a
través de tu estómago. Mis manos rodean tu calor, pero estoy lamiendo un
camino hacia tu congestionada polla. ¡Piensa en eso, Tar!
Tar estaba revolviéndose salvajemente ahora. De algún modo, consiguió
llegar al suelo. Se tendió, con el cuerpo totalmente extendido, bombeando las
caderas… moviendo la cabeza de un lado a otro. Parte de su mente siguió
intentando luchar, trabajando para encontrar su vínculo con Nyssa, pero en lo
único en lo que podía centrarse era en la boca de su compañera prodigándole
atención a la parte superior de su cuerpo. De manera regular, ella usaba los
enlaces para estimular ambos pezones, la sensación de húmedas y
relampagueantes lenguas lo estaba volviendo loco. Podía sentir sus suaves
manos acunando sus pelotas. Ah, Diosa, aquellas ardientes manos estaban
masajeándolo licenciosamente, acariciando su longitud, extendiendo su
cremosa secreción sobre y a lo largo de su vara, ayudando al sedoso
deslizamiento de sus inquisitivas manos. Los pequeños mordiscos en sus

29
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

pezones no se habían detenido, ella continuaba chupando los duros picos en


su boca caliente. El enlace —manual— imitó la cadencia en su erección y la
sensación adicional de labios —virtuales— rastreando hacia abajo por su
pecho estiró su excitación hasta el punto de no retorno.
Usando su mente, ella fue capaz de imaginarlo y obligarlo a
experimentar tanto su lengua rodeando la cabeza de su pene como el húmedo
empuje de su boca a través de su jadeante pecho. Mentalmente lamió la
cabeza inflamada de su sensible polla. Caliente. Mojada. Deliciosa. Usando la
punta de su lengua para recorrer la circunferencia y luego la longitud. Ahora
ella visionó su boca introduciéndoselo. Él gimió, abrumado. No puedo perder
el control. No puedo…
—Mi boca, Tar, te está devorando. O aún mejor, como hiciste conmigo,
la sensación de mi boca está por todas partes sobre tu cuerpo. Tengo tus
pezones en mi boca y estoy humedeciéndolos con mi lengua, rodeándolos y
recorriéndolos. Y tanto mis manos como mis labios están trabajando en tu
polla. Siénteme caliente, hambrienta, y dándome un banquete contigo. Te
trago por completo; el interior de mi boca está ardiendo, mojado, y apretado.
Se siente como deslizante seda salvaje cubriéndote. Todo tu cuerpo, por todas
partes a la vez recorriendo mi lengua sobre la cadena que desaparece en la
piel de tus pezones, y desaparece en la piel de la cabeza de tu polla.
—Y ahora… ahora piensa en mí desnuda y yaciendo a tu lado —Nyssa
gimió mientras perdía el control. Se sintió desnuda. Sintió algo que lamía sus
pezones, tirando la cadena hacia su corazón. Con los ojos cerrados, Nyssa
luchó para continuar—. Estoy desnuda, Tar, mis pechos rozan tu pecho para
bajar a apretarse juntos fuertemente contra tu polla. Frotándome contra ti. Mis
pechos se deslizan arriba y abajo sobre la roca sólida de tu asta. ¿Puedes
sentir mi coño, Tar? Está caliente e impaciente y gotea por la necesidad de ti.
Fundiéndose para encontrar tu gran, bombeante…
Tar estaba jadeando. Diosa, él sentía a Nyssa estirarse sobre él. Su
centro abrasador, mojado y sereno, con su tiesa polla apenas empujando en la
entrada. Quería verla, envolver sus brazos alrededor de ella. Abriendo los ojos,

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

se sobresaltó al ver a Nyssa erguida a varios centímetros de distancia con sus


ojos cerrados. Él había usado su mente para quitarle el corpiño de la parte
superior de su cuerpo, pero no había logrado atraerla. Estaba listo para
explotar por el ansia de su cuerpo y Nyssa simplemente usaba los enlaces
para tocarlo.
Tar quería el cuerpo de Nyssa. ¡Ah, Diosa, y no solamente con los
enlaces! Con todo lo que aún quedaba de él, se concentró para poner su
inquisitoria boca en Nyssa. Se imaginó succionando sus pezones sonrosados y
arremetiendo en su dulce centro caliente. Lanzó todas estas imágenes a
través del enlace.
Nyssa tropezó y luego cayó sobre sus rodillas. ¡Oh Dios no! Intentó
concentrarse solamente en su vínculo hacia Tar, pero… ¡Ah, infiernos! Sus
propios enlaces habían comenzado a arder con los pensamientos de Tar.
Ahora podía sentir la erótica sensación de él lamiendo sus pechos,
humedeciendo sus pezones. Chupando con fuerza. No se dio cuenta que de
que se había arrancado el vestido y, casi fuera de sí, se había colocado junto a
Tar en el suelo. Luchó internamente para someter su creciente placer y
finalmente consiguió, a penas, devolver sus pensamientos y su mente al
magnífico pene de Tar. Chupándolo…
Tar gimió. No podía concentrarse y quería a Nyssa completamente
abierta bajo de él. Quería sentir su cuerpo cerrarse firmemente alrededor de
su dolorida polla, no solamente el tirón de los enlaces. Frenético, hizo una
última tentativa para forzar su demanda a través de su vínculo, pensando en
largos embates y rápidas acometidas. Penetrando su dulce coño con algo que
ella quería, con algo que debía tener.
La mente de Nyssa colapsó. Arqueando su cuerpo hacia arriba, comenzó
a gemir con frustrada hambre. No podía sostener el enlace y mantener el
control. Repentinamente, Tar se alzó sobre ella y arrancó lo que quedaba de
su ropa.
Jadeando, Tar luchó por algún tipo de delicadeza; no quería hacerle
daño. Lentamente encajó su dura y palpitante polla en la apretada y

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

rezumante entrada de Nyssa. Ah, Diosa, ella estaba mojada. Lista para él.
Perfecta. Se acabó lo de adorarla sólo con sus pensamientos; deslizó su pezón
en su boca y se hundió en ella, empujando contra su matriz. Permitiendo, por
primera vez, que sus enlaces se unieran físicamente a ella dentro de su
cuerpo. Como dos eslabones en una cadena, ellos se fundieron de momento.
Profundos temblores internos explotaron dentro de Nyssa y ondularon hasta
que su clímax reverberó en él, y el de él en ella.
Nyssa gritó. No tenía ningún marco de referencia para lo que le estaba
pasando. Era todo tan nuevo, nunca antes había sentido nada como esto.
Tar unió sus enlaces psíquicos sin ser consciente. Experimentó lo que
Nyssa sentía mientras ella lo tomaba totalmente en su cuerpo. A cambio, él
nutría su propia hambre a través de los enlaces. Sintió su asombro ante estas
sensaciones nuevas y compartió su creciente excitación. La unión creó un
ciclo erótico en continua expansión del que ninguno podía escapar.
Tar arremetió dentro de Nyssa muchas veces. ¡No conseguía saciarse y
sabía que esto nunca sería suficiente! Este modo de amar no era gentil o
tierno. Era primitivo: el macho marcando a su compañera. Estableciendo una
reclamación. ¡MÍA! Diosa, él podía sentir una insoportable presión creciendo.
Nyssa gritaba, sollozaba, se estiraba para liberarse de esta increíblemente
dulce tortura. Cuando se corrió, Tar todavía aporreaba ávidamente dentro de
ella. Era el primer orgasmo. La verdadera conexión de los enlaces no llegaría
hasta más tarde… Necesitarían muchas más veces antes de estar realmente
unidos.

*****

Nyssa gimoteó cansadamente después de experimentar algo así como


el décimo orgasmo. Ah Dios. Él no ha acabado. No puedo… Comenzó a
retorcerse salvajemente bajo él. No puedo, no puedo, onDiosohDiosohDios.
Sintió la gigantesca ola emocional viniendo hacia ella. Asustada, luchó por
retirarse. No entendía como podía ser, pero sentía a Tar en cada poro, en cada

32
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

célula de su cuerpo. Ella era Tar. Perpleja, tembló ante el umbral de algo que
no podía creer. Esperando. Fue entonces abrumada por la sensación de su
necesidad, por el hambre absoluta de él por ella. Su ansia se hizo parte de su
alma, sintió crecer el poder mientras la conciencia la empapaba rápidamente,
a través de Tar, alimentándose de regreso sobre sí mismo. El círculo del
enlace magnificó el placer de Tar y orgasmo en Nyssa, y volvió amplificado a
Tar. Nyssa y Tar rugieron simultáneamente un grito carnal dentro de la
habitación
Y luego, todo fue silencio.

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Capítulo 5

Tar se despertó lentamente, de inmediato consciente de que estaba


acostado acoplado con Nyssa sobre el duro piso de su duca. Con un
pensamiento él los movió a su cama en la misma posición de lado a lado con
los miembros entrelazados, y profundamente enterrado en su cuerpo. ¡Diosa,
ella se sentía tan bien! Estrecha. Y una vez más se había endurecido dentro
suyo. Ella dormía. Con cuidado…
Inclinándose hacia abajo, besó suavemente sus ojos cerrados. Moviendo
la boca lentamente sobre su mejilla hasta su nariz y posándose ligeramente
en su exuberante boca, capturó su suave suspiro antes de tocar los labios de
ella con su lengua. Pasándola suavemente sobre la comisura, él la engatusó
silenciosamente para que lo deje saborear su sabor picante y cálido.
Besándola silenciosa y tiernamente… y, dentro, sintió los enlaces cerrarse un
nivel más.
Nyssa gimoteó un poco cuando Tar salió de ella. ¡No! Pero él siguió
besándola. Besos calientes y narcotizantes. Despertándola al pasar sus manos
sobre su cuerpo como los enlaces nunca podrían hacerlo. Tan suave, un toque
leve como un susurro al tiempo que ahuecaba su pecho flexible. Estaba
sintiendo el peso en sus palmas. Ella sintió su pulgar rozar el pezón. Tan
sensible; es demasiado. Levantándose. Nyssa tomó aliento cuando Tar se
inclinó sobre ella.
— Dulces bayas; tus pezones se ven y saben como dulces bayas—
murmuró él antes de tomar la rígida cúspide en su boca. Rodeó con su lengua
la aureola rosa oscuro, apretando simultáneamente el otro pecho y jugando en
la dura protuberancia con sus dedos. Desplazándose y rindiendo homenaje al
otro pecho, siguió usando su boca y lengua, sus dedos y palma, para obtener
del cuerpo de ella cada pizca de respuesta.

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Nyssa gimió, moviéndose agitadamente. Quería mover sus manos hacia


abajo por el cuerpo de Tar. Buscó tocarlo de la manera que él la estaba
tocando. Nyssa movió sus manos para acariciar el lujoso pelo de Tar. Se sentía
maravilloso, sedoso y fresco.
Tar agarró ambas manos de Nyssa, poniéndolas sobre su cabeza y
atando con sus pensamientos su cuerpo que se retorcía. La quería
completamente bajo su hechizo. No pararía ni disminuiría la velocidad hasta
que ella pidiera misericordia. Acariciándola, Tar agregó la caricia de los
enlaces.
Nyssa luchó.
—Confía en mí— dijo Tar —Déjame tenerte con mi boca, mi cuerpo. Sólo
siente la necesidad que tengo por mi compañera de vida. Hablaremos más
tarde.
Nyssa se quedó quieta. No podía entender su poder o sus habilidades y
era incapaz de cuestionarlo ahora. Sintió otra vez su mano y su boca
lamiendo, succionando, acariciando su cuerpo.
Nyssa no podía mover sus brazos, pero su cabeza se movía de un lado a
otro. Su cuerpo se arqueaba bajo la caricia de Tar, él pasó lo que parecieron
horas haciéndole el amor a sus ya demasiado sensibles pechos. Nyssa estaba
lista para acabar sólo con su boca y manos en sus pezones. Entonces,
despacio, Tar lamió y probó su camino hacia el ombligo. Pasando su lengua a
lo largo de la cadena en su cintura ella sintió al enlace temblar profundamente
dentro del centro de su cuerpo. Jadeando, intentó moverse otra vez. Quería
extender la mano y tocar a Tar a cambio.
Él susurró contra su piel lustrosa
—Déjame a mí.
Siguiendo el enlace hacia abajo hasta los pliegues húmedos de su
cuerpo, la boca de Tar se cerró sobre ella.
Nyssa gimoteó suavemente. Sus sentidos estaban inundados por el
ataque de sensaciones.

35
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Él lamía, saboreando el gusto picante y único que era propio de Nyssa y


luego mordiéndola para llevarla al orgasmo. Él no paraba; continuó llevándola
al límite una y otra vez para luego dejarla caer en un estado de incoherencia
antes de elevarla de nuevo.
—Por favor. Por favor, Tar, no puedo soportarlo más. ¿Por favor?— Ella
sollozó abiertamente.
Tar dio una última y larga succión sobre la dulce protuberancia entre sus
muslos y, mientras Nyssa se elevaba en aún otro espasmo orgásmico, subió
para amoldarse a su cuerpo donde suavemente acarició la longitud de los
brazos asegurados encima de su cabeza con sus pensamientos.
—Tranquila, gatita. Tranquila—Mientras Tar sentía cómo Nyssa
lentamente comenzaba a volver en si, esperó. Escuchando hasta que ella
respiraba uniformemente. Entonces él acomodó la pierna de ella encima de su
muslo y la separó con su virilidad. Empujando hacia adelante dentro de su
vaina apretada, inclinó sus caderas hacia atrás y profundizó la penetración. Su
pulgar se deslizó hacia arriba desde donde estaban unidos y rozó ligeramente
su brote apretado.
—¡Mía!—Susurró fuerte y dentro de su mente. Mía.
Nyssa jadeó.

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Capítulo 6

Tar iba de un lado a otro de su habitación, impaciente mientras


esperaba que Nyssa despertara. Pensaría que todavía estaría dormido a su
lado, —pensó. — Repleto. Saciado. Pero su mente estaba consumida con la
realidad de su atrevido intento de controlar los enlaces. Nunca había sabido
de ninguna mujer que lo hiciera. Debía disponer de su obediencia en esto; o
no podía continuar. Era su derecho obligarla a su cumplimiento con el estilo de
vida sobre este planeta. Ninguna hembra Zylan se había atrevido alguna vez a
intentar lo que Nyssa había hecho. Si alguien más descubriera que una mujer
tenía la capacidad de manipular los Enlaces de Compañeros, no habría nada
más que caos.
Ella debía comprender su lugar en este mundo. Era su compañero y el
estaba a la altura para entrenarla en este papel. Los enlaces eran por lo
general todo lo que se necesitaba para asegurar la obediencia. Ataban a las
mujeres a sus compañeros, y si las esposas pensaban en apartarse de sus
deberes o desafiar sus mandatos, los enlaces eran usados para castigarlas
sexualmente. En última instancia, cualquier idea de conflicto quedaba fuera
de la mente de la hembra. Pero utilizar los enlaces para controlarlo a él
sexualmente… solo…solo no podía ser. Se estremeció pensando en el placer
que ella le había dado, pero sabía que debía olvidarlo. Tenía que iniciar su
educación, asegurándose que ella entendiera que no podía usar su eslabón
otra vez. Pensando que había resuelto su línea de ataque, Tar se movió para
despertar a Nyssa. No tenía sentido retrasar su entrenamiento.
—Nyssa, debes despertar. —Tar la sacudió impacientemente por el
hombro. —Es hora de comenzar tus lecciones.
Nyssa gimió. Despacio abriendo sus ojos, le sonrió a Tar.
—Lo siento. Estaba soñando. ¿Qué decías, Tar?

37
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Agitando la cabeza, Tar repitió, —Es hora de iniciar tus lecciones,


pequeña gata. Tenemos menos que tres nons hasta nuestra ceremonia de
unión. Tienes mucho que aprender sobre el lugar de una mujer en Zylar.
Vamos. Vístete, en cuanto comamos, iniciaremos tus lecciones.
Nyssa frunció el ceño, pero cuando empezaba a preguntar a Tar, su
estómago gruñó.
—Muy bien, me levantaré. Estoy hambrienta y quiero que me respondas
algunas preguntas. Esto ha sido un poco intenso y no estoy exactamente
segura de que es lo que esta pasando. Se estiró y comenzó a mover sus
sensibles músculos.
—Te permitiré algo de tiempo para preguntar, Nyssa, pero solo un poco.
Necesitas un entrenamiento bien definido sobre tu posición como mi
compañera.
Nyssa hizo una mueca cuando gateó, moviéndose lentamente sobre la
cama arrugada. Un poco fastidiada por la actitud de Tar y toda esta charla de
instrucción y posición, tenía la sensación de que no le iba a gustar lo que él
tenía que decir. Todavía no se enfrentaba al hecho de estar en otro planeta y
encadenada como una esclava sexual al hombre con el que se había unido. No
estaba ni siquiera segura si le gustaba Tar y no estaba convencida de no
tener una alternativa a esta situación tan extraña. El sexo increíble era hasta
ahora la única ventaja que podía ver. ¡Admitámoslo, sin lugar a duda, era
irresistible!

*****

Vestida con otro de los ridículos atuendos estilo harén. –Este era de un
pálido y diáfano amarillo— Nyssa estaba sentada, recargada entre
almohadones en el suelo con las piernas cruzadas. Había intentado vestirse
con sus vaqueros y una camiseta, pero las cadenas sobre su cuerpo le
apretaban incómodamente —y ese pequeño detalle realmente la incomodó.
— Estaba asombrada sin embargo, de que las cadenas parecieran tener vida

38
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

propia. Hubiese pensado que se engancharían sobre todo, pero parecían


encogerse un poco para evitar quedar atrapadas. Extraño.
El cojín en el suelo se moldeó a ella, y eso le permitió relajarse mientras
comía. La comida en Zylar era extraña.
— ¿Es esta una especie de fruta? —preguntó Nyssa, cuando intentó dar
un mordisco a una lima verde sobre su plato. Tenía un sabor suave con una
consistencia firme y ella disfrutó el sabor.
—No, no es fruta. Más bien es lo que llamarías queso. ¿Qué preguntas
tienes, Nyssa? Tar estaba impaciente por comenzar.
—Muy bien. ¿Primero, eres algún tipo de mago? Eres capaz de mover
objetos, hacer desaparecer tu ropa, o hacer que esta comida se materialice
cuando quieres. También eres capaz de saltar dentro y fuera de cualquier
lugar siempre que quieres. ¿Cómo haces eso?
Tar rió. —Los Zylans tienen muchos talentos que serían anormales o
raros en la Tierra. Uno de estos talentos es lo que ustedes llamarían —
psíquicos— la capacidad de mover objetos por el espacio. Tiene mucho que
ver con las tres lunas de Zylar. Con el tiempo, también desarrollarás
capacidades. Estas capacidades pueden ser reflejo de las mías, o puedes
tener talentos latentes que con el tiempo bajo las lunas podrán emerger de ti.
Puedes ser capaz de mover tu propio cuerpo tan solo con el pensamiento.
—Habilidades psíquicas. Grandioso. ¿Esto también significa que puedes
leer la mente? —preguntó Nyssa. A veces parece que sé lo que tú sientes.
¡No en palabras, son más bien emociones y ciertamente no había sentido esto
antes!
Tar preguntó.
— ¿Crees saber cómo me siento?
—No siempre, —contestó Nyssa, ruborizándose, pero ayer, antes de
que probara las cosas esas, las cadenas sexuales sobre ti, pude sentir que
estabas alterado. Es lo que me hizo pensar en experimentar. Habías dicho
algo sobre nuestros enlaces, así que quise ver si esto trabajaba sobre ti como

39
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

lo había hecho sobre mí. Creí que ya que parecía sentir lo que tú sentías, esto
podría funcionar
Tar le frunció el ceño a Nyssa.
— ¿Las cadenas sexuales? Eso es un eslabón mío para vinculame a ti. Es
una de las lecciones que debes aprender: los hombres controlan los enlaces.
Controlo el tuyo. No se permite a las mujeres usarlos. Sentiré lo que necesitas,
así que puedo hacerte feliz, o cambiar lo que sientes. Por los enlaces, puedo
mantenerte contenta. Pero, no debes usarlos sobre mí. Esta prohibido, Nyssa.
Eso no puede pasar otra vez. ¡Debes aprender esta primera lección!
—Pero…
—Esto no es un debate, Nyssa. ¡Me obedecerás en esto! Nunca más
intentarás usar tu eslabón sobre mí bajo ninguna circunstancia, — exigió Tar
fuertemente. Sus ojos plateados echando chispas, mientras su voz se elevaba
agitada ante su impertinencia.
—Mira, Tar. ¡No tengo que hacer… ahh! Nyssa sintió un tirón sobre sus
sensibles pezones. — ¿Tar, qué estas haciendo?
—No, Nyssa. ¡Harás lo que te ordeno!
—No soy tu… oh mi Dios… esclava… —Nyssa sintió otra vez un tirón en
su pecho debajo del chaleco. Fue casi dolorosa, luego una caricia calmante de
su lengua, empujando con su boca, y el calor que comenzaba a hacer una
piscina entre sus muslos.
— ¡Caray, Tar! Detente. Estábamos discutiendo…
—No hay ninguna discusión, Nyssa. Me obedecerás en esto, como en
todos los asuntos, sin preguntar. Con esta declaración, Tar centró su mente
en la lección de Nyssa. Se concentró en los enlaces, haciéndolos vibrar
suavemente.
Nyssa gimió y luego se estiró graciosamente. No estaba segura si estaba
tratando de alejarse o de acercarse más a las lujuriosas sensaciones que
recorrían su cuerpo. Ella sabía que era importante luchar. Estaba tratando de
conseguir, un punto sobre… ¡Ahhh! ¡… oh, sí! Sintió como si pequeñas
vibraciones la acariciaran bajo su ropa. Pasaban rozando ligeramente su piel y

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

consumiéndola de calor, estaban por todas partes al mismo tiempo. Flotaban


suavemente sobre su pequeño trasero. Danzaban sobre sus pechos, volviendo
para concentrarse un momento en sus tensos pezones. Primero deslizándose
lejos, después moviéndose de regreso para acariciar otra vez. Despacio la
sensación se movió a través de su estómago agregándose al dulce tormento
de las vibraciones en su trasero y sus pechos. La sutil y casi ronroneante
sensación la conducía a lo largo de un corredor oscuro e ilícito. Saber que
todavía estaba totalmente vestida, y que Tar la tocaba sólo con los enlaces,
añadía profundidad a las sensaciones. Ella no deseaba nada, ocupada sólo en
experimentar más de esta asombrosa sensación. En el fondo de su mente
sabía que éste era el propósito de Tar. Solo que no importaba.
—¡Ah, por favor no pares! —gimió.
Reconociendo que las vibraciones habían disminuido de velocidad, Tar
gruñó,
—Me obedecerás. Si me obedece y haces lo que deseo… Una luminosa
caricia como de pluma acarició suavemente entre las piernas de Nyssa,
exquisitos murmullos de sensaciones, que prometían placer indecible. Los
embates de lengua psíquicos seguían.
Nyssa gimoteó — ¿Por favor?
—Me obedecerás.
Con absolutamente ningún pensamiento sobre lo que estaba acordando,
Nyssa prometió, —Sí. Muy bien. Por favor no pares. —El murmullo bajo su piel
aumentó. Este todavía era sordo, casi inexistente y movía a Nyssa al borde de
la excitación. Dios, ella quería que aquello continuara de esta manera por
siempre. ¡Quería la liberación de un orgasmo ahora!
Tar la mantuvo serena sobre el borde incrementando la presión de las
vibraciones despacio, pero sin permitirle lograr la liberación. Mentalmente
agregó el remolino de una lengua sobre sus hinchados pezones y el toque
excitante en el duro monte entre sus muslos. Acariciándola, deslizándose y
quemándola solo con sus pensamientos. Mientras continuaba la sensación con

41
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

los enlaces, él se imaginó succionando el suave pétalo de la suave piel en el


hueco de su cuello.
Al mismo tiempo, las sensaciones condujeron a Nyssa a un estado
estúpido, uno que fácilmente logró el objetivo de Tar. Deliberadamente detuvo
el enlace y preguntó, — ¿prometes que nunca usarás los enlaces otra vez?
Ahora desesperada por recobrar las palpitantes sensaciones en su
cuerpo, Nyssa prometió obediencia nuevamente a Tar. — ¡Sí! Por favor. Todo
lo que quieras. ¡Sí! Solamente no pares.
La satisfacción de Tar ante el sometimiento de Nyssa se mostró sobre
su rostro. Este era el verdadero objetivo de los enlaces. Así era como su
compañera de vida aprendería como obedecer y aceptar su dependencia de
él. Él y la caricia de los enlaces se harían una aguda afición para ella. —Te
recompensaré con lo que me pides.
Nyssa no tuvo tiempo para considerar las palabras de Tar ya que su
cuerpo inmediatamente se contrajo en armonía con las impresionantes
sensaciones que el le introdujo a través de los enlaces. Las ondas pulsaron de
regreso. Una boca caliente amamantó febrilmente a su pecho mientras la
lengua y los dientes trabajaban al azar. Tiraron y lamieron tanto en los
sensibles pezones como en el impaciente nudo entre sus muslos. Los
pulsantes enlaces de metal trabajaron al unísono con los pensamientos de Tar
para amplificar su placer.
Tar juzgó que Nyssa de verdad había aprendido una lección. Él ahora
podría permitirle sentir más que el castigo de los enlaces. De esa manera, él
podría alimentar su propio apetito insaciable por la esencia de Nyssa.
Desnudándola con un pensamiento, la movió al centro de su cama. La atrapó
en posición boca abajo, las manos sirviendo de almohada a su cabeza, de
codos y rodillas sobre el colchón, sus caderas en el aire. Las piernas abiertas
ante su vista; mentalmente trabajó para prolongar el ataque estimulante del
eslabón. Moviéndose detrás de ella, Tar se arrodilló y agregó su toque físico.
Nyssa empujó locamente ante su asalto. Estaba completamente fuera de si,

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

gruñendo en forma animal y exigente de necesidad, ella comenzó a jadear,


luchando por respirar mientras su cuerpo giraba fuera de control.
Su conformidad lo complació. Ahora él podría pasar el tiempo en sus
propios placeres, una recompensa por haberla convencido de aceptar su
influencia.
Tar estaba impaciente por saborear la especia única y floral de Nyssa,
su sabor. Quería nuevamente todo de ella. Aumentó las sensaciones del toque
de los enlaces de bocas y lenguas agregando las suyas propias, continúo
usando tanto el pulso de los eslabones como su cuerpo para mantener el
cuerpo de Nyssa en el borde. Usando su boca, jugó con su clítoris. Primero
mordisqueando, y luego con golpes largos y húmedos de su lengua,
jugueteando suavemente con sus labios inferiores. Probó la firme carne entre
sus muslos. Saboreando sus jugos. ¡Dioses, su sabor era increíblemente
adictivo!
Nyssa estaba ardiendo. Sentía como si hubiera estado quemándose
durante días. Sabía que no podía soportar mucho más de esto. Su centro
estaba tan mojado y avaro por el empuje del pene de Tar que sabía que
perdería la cordura si no lo conseguía pronto.
— ¡Ahora! ¡Dentro de mí ahora! —exigió.
Tar rió entre dientes y sopló suavemente en su coño.
—Estamos impacientes, ¿verdad? Tendrás mi verga, pequeña gata.
Acomodando su cuerpo dobló su cabeza dirigiéndola a la dulce piel de
su cuello y le dio un rápido mordisco. Despacio buscando alejar el pequeño
dolor, siguió su camino por su espalda para deleitarse otra vez en el exquisito
y húmedo calor. Tar gimió ante el dulzor de su vagina y, usando sus manos
separo cuidadosamente los pliegues que protegían el rígido botón, para
suavemente chupar él nudo entre sus dientes. Mordiéndola cuidadosamente,
empujó su lengua en su pasaje, manteniendo a Nyssa sobre el borde, casi
rompiéndose en pedazos. Tar no le dio tiempo para recuperarse.
Rápidamente librándose de su ropa, cubrió su cuerpo y condujo su pulsante
miembro en su acogedor calor. Sosteniéndose inmóvil, saboreó las

43
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

contracciones de Nyssa, luchando por controlarse ¡Por la Diosa! Estaba


apretada. Él se deleitó de placer cuando ella lo ordenó, y cuando se hundió
profundamente, le vino otro pensamiento a su mente. Su conciencia se
centraba únicamente en el volcánico miembro entre sus piernas.
Cuando Nyssa recuperó la consciencia, él comenzó a moverse. Moviendo
sus caderas encima de ella, empujo hacia atrás y luego despacio se meció
dentro de ella, empujando contra los suaves montones de su trasero. Su
eslabón continuó empujando y saqueando el sensible pedazo entre sus
piernas. De nuevo, esto no era un apacible apareamiento: era su derecho de
ejercer el predominio sobre su compañera y enseñarle una lección. Una y otra
vez empujó dentro de ella, sujetando sus caderas todavía para su placer. Era
implacable. Trabajó incansablemente, empujando y martillando para
conseguir su objetivo.
Nyssa explotó nuevamente y perdió la conciencia.
Tar siguió, llenando a Nyssa con una infinita erupción de aprobación.

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Capítulo 7

Nyssa volvió lentamente a la Tierra. Bueno, vale, no a —la Tierra—'


exactamente, pensó y se rió tontamente, sino a Zylar. ¿Cuánto tiempo había
dormido? Dios, ¡se sentía tan viva y tan deliciosamente feliz! Tar debía tener
razón; estaba destinada a ser su compañera de vida. Podía comenzar a
disfrutar el ser su esclava sexual, o esclava unida o… Espera un minuto.
¿Esclava? ¿Obedecer? Tar le había estado explicando sus capacidades
psíquicas anoche. Diciéndole … no … ordenándole que no usara su eslabón
sobre él. Cuando había comenzado a hacer preguntas, él hizo la cosa esa de la
cadena sexual. ¡Vagamente recordaba haberle prometido obedecer! ¡Oh Dios
mio! ¿Qué había hecho?
Nyssa se estiró de golpe en la enorme cama. Mirando alrededor con
alivio al encontrarse sola, su primer impulso fue el de encontrar a Tar y
mostrarle obediencia. Entonces rápidamente comprendió que esto conduciría
a la catástrofe. Él usaría aquellos malditos eslabones otra vez, y ella pediría
con estridencia y lloriquearía para que él la follara. Tenía que tomarse tiempo
para estudiar la cuestión detenidamente y tener un plan realizable.
Obviamente el plan de Tar era convertirla en una hembra estúpida,
hambrienta de sexo que sonriera con afectación. Quería una realidad donde su
palabra era la ley y las estúpidas cadenas que colgaban de su cuerpo la
castigarían en la sumisión. ¡Mucho más de lo que él hizo anoche, y solamente
él podría ser capaz de hacerlo! ¿Obedecer? ¡No lo creo!
Objetivamente sabía que podía usar el eslabón sobre él, pero no tenía
ningún control verdadero. El sexo normal (bien, aunque ya no estoy segura
de lo que es normal) era bastante duro para luchar, pero este sexo cadena, —
me obedecerás a mí en todas las cosas . — de amo – esclavo le freiría hasta la
última neurona a cualquier feminista. Sabía que si ella intentaba cualquier
cosa, no le llevaría mucho tiempo tomarse la oportunidad para otra de sus

45
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

lecciones. Su cuerpo estaba ya dispuesto a rendirse, solamente por el placer


de tenerle enterrado profundamente dentro suyo.
Tenía que tener un plan; lamentablemente nada constructivo le venía a
la memoria. No sabía lo suficiente sobre los vínculos, las capacidades
psíquicas o Zylar, para resistirse. Lo que necesitaba era algo de tiempo para
hacerse una idea de cómo funcionaban sus propias capacidades. Entonces
tenía que averiguar cuáles eran sus poderes mentales —secretos—.
Vagamente recordó que le había dicho algo anoche sobre que tenía muchos
talentos. La cosa psíquica era sólo una de muchos. Podría fingir ser sumisa,
mientras que en realidad se concentraría en el estudio de todo lo posible
sobre él. Había continuado hablándole sobre la próxima ceremonia de unión.
Sería en aproximadamente tres semanas. Ella tenía un hundidor sentimiento
de que tendría que usar su tiempo sabiamente de forma extrema antes de
que la ceremonia para poder encontrar la forma de luchar contra su mierda de
macho.¡Obedecer, mi culo!
Tar estaba relajándose en su duca, sumamente contento por cómo
había manejado la primera clase de Nyssa acerca de su papel como su
compañera de vida. Estaba seguro de que sería capaz de controlar a Nyssa y
enseñarle las lecciones necesarias para adaptarse a su vida como mujer
Zylan. Mica debía haber sobreestimado el grado de dificultad que las mujeres
de la Tierra iban a dar. Estaba sobradamente convencido de que su tarea iba
a ser completada mucho antes de la ceremonia de unión.
¡Ah! Nyssa está despierta. Le daría tiempo para que tomara un baño
caliente y se arreglara para él. Con un estremecimiento, recordó que Nyssa
había dicho que podía sentir sus emociones. Se sacudió del desconcertante
pensamiento. Tenía que ser una completa tontería; sólo Zylan machos tenían
la capacidad de rastrear las emociones de su compañera. Era necesario para
asegurar que los pensamientos de la hembra se mantuviesen sintonizados a
su compañero. Dirigiéndola con los eslabones y doblando su actitud para que
coincidiera con la suya, asegurándose de que ella honraría su preferencia.
Todas y cada uno de los desacuerdos desaparecerían pronto.

46
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

****
¡Nyssa resopló! Asno engreído. Se estaba felicitando a sí mismo por su
disciplina y esperaba que se lavara y perfumara para complacerle. ¡Espera un
minuto! Lo que podía sentir era más que una emoción En realidad podía oír
sus pensamientos y uno de estos pensamientos era la firme creencia de que
ella no podía hacer nada de esto. Genial. ¡Anota un punto para tí! Ella
mantendría este valioso secreto y lo usaría para parecer dócil. Adivinó que lo
mejor sería tomar un baño y vestirse antee de que su pequeña fantasía
explotase.
Nyssa encendió un cigarrillo después de haber compartido una comida
rápida con Tar─. No estoy consciente el suficiente tiempo como para fumar
mucho más, ─declaró suavemente─. ¿Qué hora es, de todos modos? ¿Esto era
el desayuno? He perdido la noción de cuanto tiempo he estado aquí. ─
Resoplando para sí misma, Nyssa trabajó cuidadosamente la modulación de su
voz para que pareciese mansa y obediente.
Tar se relajó contra su cojín a través de la mesa frente a ella─. Han sido
cuatro días, y, sí, esto es el desayuno. Los cigarrillos no serán un problema por
mucho más tiempo. Nuestros curanderos limpiarán tu cuerpo de su veneno y
luego no permitiré que los tengas nunca más.
Nyssa rió por sus dientes apretados. ¿Permitiré? No haré caso de eso ─.
¿Puedo hacerte más preguntas sobre Zylar, Tar?
Bizqueando hacia ella, pensó que percibía su cólera, pero no vio
indicación alguna de ello sobre su cara. Tar contestó cautelosamente ─, ¿Qué
preguntas tienes?
─ ¿Puedes explicarme más sobre lo que me dijiste ayer? ¿Acerca de que
los Zylan tienen varias capacidades que yo podría considerar inusuales?
¿Además de la extraña cosa psíquica, qué más puedes hacer?
Encogiéndose de hombros, Tar habló, —Muchos poderes son posibles.
Cada persona tiene un potencial diferente y su talento varía de alcance.
Algunos de nuestra gente pueden proyectar pensamientos y acciones a gran

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

distancia, pero otros tienen que estar cerca o no pueden hacerlo y algunos
pocos escogidos pueden cambiar la forma. A veces lo que pueden hacer
dependen de las fases de nuestra luna o de si están descansados.
Nyssa le interrumpió, —¿Cambiar de forma? ¿Qué quieres decir?
─ Cambiar o modificarse a otra forma y convertirse en algo distinto.
Como un pájaro o …
─ ¿Quieres decir como hombres lobo?
─ Los hombres lobo son criaturas ficticias de la Tierra. Pero creo que
podrías comparar la capacidad Zylan de cambiar de forma a la de vuestros
hombres lobo.
─ Después me dirás que tenéis vampiros, ─ se rió. —¿Tú puedes
cambiar de forma?
Tar se movió incómodamente en su asiento. Mirando lejos, pareció
sumirse en sus pensamientos.
─ ¿Tar?
Suspirando Tar finalmente habló, —Sí Nyssa, puedo cambiar de forma.
Requiere una cantidad enorme de energía y de concentración de mi parte,
pero puedo hacerlo. Tú podrías desarrollar esta capacidad ya que los
compañeros de vida a menudo pueden tomar de alguna manera los poderes
de sus compañeros.
Nyssa pensaría en eso más tarde, era demasiado para asimilarlo en ese
momento
─. ¿Vampiros? ─ Preguntó.
─ No, no tenemos nadie que chupe la sangre.
─ Tar, no creo que estés siendo completamente sincero.
Tar miró con cuidado a Nyssa. ¿Era ella capaz de leer sus emociones?
No, no era posible. Ella podría notar por su expresión que estaba escondiendo
algo. Cautelosamente, intentó de explicarselo, —Tenemos algunos machos
que necesitan reunir energía psíquica de la respuesta sexual de las hembras.
Una vez que se unen a una compañera de vida, sólo se pueden —alimentar—

48
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

de su compañera. Hay tan pocos de ellos que no merece la pena


mencionarlos. Dudo que llegues a conocer a alguno.
Nyssa masculló con los ojos muy abiertos, —Leones y tigres y osos, oh
Dios!
─ Nyssa, ¿qué estás diciendo?
─ Nada. ¿Hay allí algo más que podáis hacer?
─ Hay muchos talentos psíquicos aquí, Nyssa. Con el tiempo, los
descubrirás todos. Ahora, deseo hablar de la ceremonia de unión y los ritos
que debes entender y hacer. Cualquier hembra unida es intocable para otros;
entre los Zylar hay completa fidelidad. Nuestra ceremonia de unión es un
ritual similar a tu boda en la Tierra. Será una aceptación formal de ti como mi
compañera de vida. Mica, nuestro sumo sacerdote, estará presente, así como
los diez consejeros de Zylar y sus esposas.
─ ¿Entonces ese sumo sacerdote dice algunas palabras y estamos
casados? ─ Nyssa sintió que Tar se estaba guardando algo. Tenía una visión
incómoda de él usando los eslabones para hacer el amor con ella enfrente de
otros .— ¿Tar, qué ocurre exactamente en esa ceremonia? ─ le exigió.
Tar gruñó, —No me interrogarás, Nyssa. ─Entonces se divirtió usando
los eslabones para distraerla. Era el momento de más lecciones.

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Capítulo 8

Nyssa se sentía excitada, ardiente y dolorida. Él lo estaba haciendo otra


vez, porque no le gustaban sus preguntas; iba a distraerla con un maratón de
sexo.
—Tar, por favor explícate. No dudo de ti. Sólo quiero saber qué esperar
—Nyssa moduló su voz, esperando parecer sumisa.
—Nada de preguntas, Nyssa. Me obedecerás siempre. Nunca
preguntarás sobre algo que yo no quiera discutir.
Nyssa se esforzó por contener su temperamento volátil. Obedecer. Otra
vez esa maldita palabra. ¿Obedecer? ¡Ni por un jodido asomo!
Sonriendo abiertamente, Tar le dio la bienvenida a la cólera de Nyssa.
Oh, sí. Definitivamente era el momento de otra lección. ¡Una que nunca
olvidaría!
Tar abrió el enlace de Nyssa y la inundó con intensas sensaciones.
Magnificó su propio dolor por su satinado tacto a través de la conexión.
Proyectando el deseo de tener su boca moviéndose, acariciando la poderosa y
creciente erección, volvió el ansia de saborear y complacerle a él en algo que
ella quería.
Nyssa trató de oponerse a la creciente necesidad de saltar sobre la
mesa y lanzarse sobre Tar. Sabía que él estaba haciendo esto. Tratar de
sobrecogerla por medio del enlace. Pero luchar contra las imágenes de su
mente era algo sin esperanza. Usó su lengua para humedecer sus labios
suaves y rosados, notando que su cólera se disolvía. Todo lo que podía ver era
a Tar. Todo en lo que podía pensar era en devorarle pulgada a deliciosa
pulgada. Él estaba tan caliente porque ella le tocara que la estaba haciendo
sudar, haciendo que su cuerpo se agitase y ardiera.

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

—Ven a mí, Nyssa —ronroneó Tar mientras simultáneamente hacia


desaparecer la ropa de los dos—. Ven y date placer a ti misma con mi deseoso
cuerpo.
—Oh, sí —pareció que le tomaba una eternidad gatear sobre la mesa
hacia donde Tar yacía extendido sobre los lujosos almohadones. Extendió su
mano, deslizándola ávidamente sobre sus musculosos hombros, rastrillando
lentamente el suave rocío de vello negro como la medianoche en su gran
pecho. Regodeándose para jugar con sus erguidos pezones, se inclinó
despacio para recorrer con su lengua su hambrienta boca. Al tocar a Tar con
sus manos, ¡sintió un toque similar en su pecho! Oh Dios, estaba sintiendo lo
que él sentía.
Tentativamente fue moviendo su boca a lo largo de la mandíbula de Tar
y luego bajó para succionar el hueco de su cuello. ¡Sí! Idénticas ardientes
sensaciones recorrían su excitado cuerpo.
Tar gimió. Tal vez esto fuera un error; se estaba chamuscando
rápidamente. Estaba impaciente por obtener más y perdiendo de vista su
objetivo original.
Nyssa se dio cuenta repentinamente de que podía ejercer algo de
control. Podía sentir que la desesperación de Tar iba en aumento. Decidió que
si podía conseguir controlar las sensaciones de su propio cuerpo, podría
entonces concentrarse en Tar e influir en el resultado. Tenía que intentarlo.
Se concentró en construir una pared invisible; imaginó una pared de
espejos que la ayudaría a protegerla de la intensa necesidad de Tar. Reflejaría
su deseo sin convertirla en un charco de sumiso calor. ¡Estaba consiguiéndolo!
Nyssa podía abrazar a Tar con su boca y manos sin volverse completamente
loca por la necesidad de follarle.
Tar se tensó, algo estaba mal. Lo sentía, pero no podía comprender qué
era. Nyssa estaba llevando a cabo su deseo; cogida igualmente en la
envolvente y apretada necesidad alimentada a través de sus enlaces. Así qué
¿cuál era el problema? ¡Oh, Diosa! ¡Su boca! Lo estaba matando. ¿No era esta
sensación más fuerte de lo que debería ser?

51
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Nyssa ocultó la amplia sonrisa de su cara siguiendo metódicamente su


camino a través del pecho de Tar. Él no había notado que había sido capaz de
disminuir el grado de lujuria que estaba empujando hacia ella a través del
enlace. Enterrando la pequeña victoria atrás en su mente, siguió
saboreándolo. Tenía un sabor muy único, especias y calor varonil. Sacudió su
lengua rápidamente sobre sus pezones, sintiendo crecer su polla y rozarse
contra su pierna. El cuerpo masculino vibró al unísono con la perversa danza
de su lengua. Descendió algo más.
Nyssa tocó con su boca el duro y liso estomago de Tar, que saltó como
si le hubiera quemado. Sus palmas vagaron alrededor y bajo su espalda hasta
deslizarse entre las almohadas y su apretado culo. Nyssa amasó, y luego se
regodeó memorizando la fuerza que sentía bajo sus manos. Cambió de lugar.
Bajando su cuerpo para sentarse en cuclillas y moviendo sus manos para
abarcarle, acarició y mimó el suave eje de terciopelo que se alzaba orgulloso
desde su nido de oscuro pelo. Con cada movimiento que Nyssa hacía, en
respuesta el cuerpo de Tar vibraba y bailaba al son de espasmódicas
llamaradas.
Tar tomó un puñado de los sueltos rizos rojos. Exhortándola a que bajara
la cabeza empujó agresivamente con sus caderas. Se sentía consumido ante
la necesidad de tener su cálida boca abriéndose para recibirle.
Con los ojos brillantes, Nyssa primero recorrió sus labios hinchados con
la lengua y luego se movió lentamente para rodear la túrgida cabeza de su
agrandada polla. Deslizó el calor húmedo y abrasador de su boca sobre él.
Gimiendo, Tar la mantuvo allí, arqueando su cuerpo en la
chisporroteante tibieza.
Nyssa incrementó el tirón de su boca. Capturando sus involuntarios
empujones, ella conscientemente le persuadió para ir más allá, primero
acariciándole con la lengua y luego mordiendo gentilmente la punta. Poco a
poco dejó caer el escudo mental de los espejos que la mantenía a salvo de
abrasarse con él, y ofreció la completa respuesta de su cuerpo a través del
enlace. Tar estaba demasiado atrapado en el placer para notar el cambio.

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Desesperadamente la izó sobre su cuerpo, enterrando su cara en su


esbelto cuello. Respirando profundamente, se levantó y trató de encontrar
alguna capa de control.
—Enlaza con tus piernas mi cintura, gatita —mordiendo su cuello y
levantándola simultáneamente para hacer que así sus pechos estuvieran al
mismo nivel que su boca, los mordió suavemente. Sus dientes se movían
sobre ellos con un ritmo frenético, su lengua aliviaba cada terminación
nerviosa.
Ella pasó los brazos alrededor de su cuello, agarró su cintura con sus
muslos, y usó toda la fuerza que tenía para auparse sobre él. Gradualmente se
ubicó sobre la sólida cabeza de su polla y lo sintió empujando, tratando de
empalarla. Nyssa vaciló con sus apretados músculos. Estaba tan excitado y lo
sentía demasiado grande para ella en esta posición. Se preocupó durante un
minuto por si podría tomarlo. Antes de que pudiera retirarse y protestar, él se
arqueó hacía arriba, directo a su centro y llenándola tan completa, tan
maravillosamente, que eliminó todo pensamiento de su mente.
Tar besó el camino hasta la cima de un sonrosado pezón y lo succionó,
deslizando su polla atrás y adelante en el interior del palpitante coño de Nyssa
con el mismo latido que el empuje de su boca. El olor de la pasión los rodeaba.
Caliente y muy especiado, era una fragancia que habían creado juntos. Él
sintió el calor de su deseo unirse al suyo y consumirle.
Ella notaba su placer como una presencia viva, envolviéndola. Su cuerpo
tomó fuerza, incrementando el tempo para hundirse en ella. Aceptaba cada
empujón con un fuerte agarre que añadía una fricción abrasadora. Él tomó su
boca como tomaba su cuerpo, indomable y salvaje, exigiendo
incondicionalmente su respuesta. Gimió suavemente, agarrándole por los
hombros mientras le sujetaba fieramente con sus músculos internos, y estalló.
Tragándose un grito ronco, el cuerpo entero de él se vino abajo,
surgiendo de manera infinita en una urgencia salvaje y volátil.

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Agotada y contenta, Nyssa inclinó su cabeza para posarla sobre su


ancho hombro. Tar los llevó a la cama con un pensamiento, colocando las
piernas de ella en una postura más cómoda.
—Esto nunca desaparecerá, Nyssa. Solo crecerá para hacerse más
fuerte e intenso entre nosotros.
Nyssa estaba empezando a añadir otra marca en su marcador mental,
dos puntos a su favor, pero ahora lo único que pudo hacer fue gemir.

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Capítulo 9

Los días pasados fueron nebulosos, pero de algún modo también fueron
vibrantes y excitantes. Nyssa luchó para tener éxito en su papel sumiso sin
perder la perspectiva. Ella casi lamentó que no hubiese ninguna necesidad de
más lecciones —de obediencia—. Ellos habían hecho el amor muchas veces,
pero, sin el implacable calor del desafío, era sólo sexo bueno y alucinante. La
chispa parecía sometida, como si ambos retuvieran algo de si mismos.
Nyssa había aprendido una gran cantidad de cosas acerca de Zylar, pero
nada que fuera útil para que ella creara un plan para cambiar radicalmente las
cosas. La sociedad Zylan dominada por los varones tenía ideas rígidas acerca
del lugar de una mujer. Toda las conversaciones se había centrado sobre ser
sumisa y preocuparse sólo por la felicidad de su compañero y el placer.
Cuando los niños fueran agregados a la mezcla, su papel sería velar que
ellos no trastornaran las necesidades de Tar. Increíble. Ella no debía tener
ningún pensamiento propio, ni cualquier idea más allá de la de hacer que la
vida de Tar fuera pacífica y serena, suministrando sexo cuando lo demandara,
y usando siempre la ropa que Tar proveía. En el harén —sueño de Jeanie— la
fantasía estaba tan firmemente incrustada en la sociedad Zylan que ninguna
hembra osaba ir contra ella. Evidentemente todas las mujeres llevaban el
mismo estilo de ropa una vez que ellas se unían. Antes de la unión, las
mujeres en Zylar llevaban vestidos largos de tela firmemente tejida. Las
viudas llevaban resistentes pantalones de harén y una túnica con pequeñas
aberturas para las cadenas. Los varones en Zylar habían diseñado todos los
pertrechos femeninos. Mantenían a las mujeres cubiertas desde el cuello
hasta los dedos de los pies antes de que ellos se unieran y completamente
accesible para sus compañeros una vez que las cadenas eran conectadas.
¡Eso era una locura! Vestir esos escasos y completamente transparentes

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

pertrechos de harén podrían estar bien de vez en cuando, pero Nyssa prefería
sus vaqueros descoloridos y una cómoda camisa.
Ella trabajaba en el desarrollo de su capacidad psíquica siempre que
estaba sola. Con ello, podía mover pequeños objetos o mantenerlos
suspendidos encima del piso. Ella estaba intentando trabajar en retener a Tar
en el lugar, sin realmente practicar con él. No habría un elemento de sorpresa
si él se figurara lo que ella hacía. Sin él siendo consciente de ello, había
logrado filtrar mentalmente el control de eslabón de Tar de su propio cuerpo.
Ella todavía sentía las cosas que él quería que sintiera, pero no tan fuerte. Al
hacer esto ella podía disminuir su propia respuesta física y concentrarse en el
placer de él. Él no tenía ni idea de lo que ella hacía.
Parte de ella simplemente quería relajarse y disfrutar el tiempo aquí. Le
gustaba pasar el tiempo con Tar y llegarlo a conocer. A veces. Él podía ser
atento, divertido en ocasiones, y era paciente con sus muchas preguntas
mientras él sintiera que las preguntas eran convenientes. Ella entendía su
preocupación en asegurar un futuro pacífico para Zylar y el sueño que él tenía
de niños. Le creyó cuando le dijo que quería que ella fuera feliz. Él
simplemente no iba por el camino correcto. Ella pensaba que ellos podrían
tener el potencial para algo más, pero no se trataría de una relación amo –
esclava, pues ella nunca podría ser feliz con una relación de ese tipo. Tar no
parecía excesivamente emocionado de que ella hubiera sido tan fácil de
domesticar. Su recién descubierta capacidad psíquica de leer su mente era
ahora bastante consistente, y él estaba extrañando la llamarada y la chispa de
sus discusiones de antes. Él estaba extremamente confundido con su propia
reacción ante el nuevo yo sumiso de ella.
¡Eh!, quizás ese era el plan, Nyssa conjeturó. Él había tenido un poco
más de una semana para extrañar el calor anterior entre ellos. Una solución
era regresar atrás y advertir las diferencias que eso hacía. ¡Hazle ver cuánto
más era posible entre ellos como compañeros en vez de ese 'obedece' de
mierda!

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

****

Tar se movió para finalizar la actualización de este bi—non con Mica. —


Todo está bien, Mica. Envíame a mi hermana al final de este non. Ella puede
ayudar con el entrenamiento final para el ritual. Ella tendrá que conseguir
nombres e información sobre lo que les gusta y disgusta a los consejeros. Y
puede dar alguna instrucción a Nyssa sobre menús y el protocolo femenino, —
dijo distraídamente.
Mica levantó sus cejas, —No pareces particularmente emocionado ahora
que has completado el entrenamiento de Nyssa. ¿Estás teniendo segundos
pensamientos? Ningún cuerpo habría aceptado los eslabones si ella no fuera
tu compañera de vida, Tar.
—Sé que ella es mi compañera Mica, y se ha convertido en una perfecta
compañera Zylan totalmente sumisa. Solamente me adapto a la vida con
alguien. Esto es todo.
—¡Ah! A veces me pregunto por qué les permitimos perder tanto de
ellas mismas. Muchas veces he oído a los machos quejarse de que la
satisfacción de cada una de sus necesidades, hace la vida un poco insulsa.
Pienso quizás, que cuando yo me aparee…
—La vida no es insulsa, Mica, —cortó Tar, —y es necesario para que las
cosas permanezcan como ellas son. Tú recuerdas la historia: cuando las
mujeres no eran sumisas, los hombres luchaban unos contra otros. Nosotros
teníamos guerras internas y el hermano luchaba contra el hermano. Ellos
lucharon por las mujeres y el derecho de esas mujeres para gobernar lado a
lado con los hombres. ¡Como sociedad, casi nos derrumbamos!
—Sí, eso es cierto. Sin embargo, debo señalar que nosotros no habíamos
desarrollado los Eslabones de Compañero en aquel tiempo y éramos
incapaces de buscar fuera de nuestro planeta una compañera de vida. Las
mujeres eran escasas y la necesidad de compañeras vitalicias evolucionó en
una crisis. ¿Con el conocimiento y la dirección de los eslabones y el medio de
buscar mundos nuevos, por qué los hombres lucharían por las mujeres? Ellos

57
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

sabrían si alguien era su compañera de vida. No hay ninguna pregunta y


ninguna opción una vez que los cuerpos aceptan un eslabón.
—No, Mica, no podemos regresar en el tiempo. Mi compañera de vida
será como las mujeres Zylan han sido. Yo lo veré pronto, — dijo Tar con algo
de tristeza.
Tar no quería pensar que él podría equivocarse. La historia había
mostrado que era importante que las mujeres de Zylar fueran sumisas. Si eso
significaba que su vida juntos seguiría un modelo establecido, entonces él
simplemente tendría que aprender a disfrutar de la estabilidad y la paz.

*****

Nyssa luchó para pensar; ella había decidido actuar contra Tar —Su
señor y amo. ¡Puf! Ella solamente necesitaba conseguir una especie de plan.
Había estado practicando suspendiendo objetos grandes y manteniéndolos en
el lugar. Sabía que tenía la capacidad de hacer eso desde una distancia. ¿Qué
si ella podría retener a Tar aún desde aquí? Él había estado en el cuarto con
ella la primera vez que usó los eslabones pero ahora podría intentarlo desde
otro cuarto. Estaría más salvo así, tanto mental como físicamente. Podría
sentir lo que él sentía y la retroalimentación vendría pero él no sería capaz de
alcanzarla y atraparla. Y más importante ella no vería su cuerpo magnífico y
se distraería.
¡Bien, vamos a ver si esto funciona!
Tar despacio apoyó su cabeza atrás y cerró sus ojos para pensar. Él iría
el encuentro de Nyssa y vería si ella quería ir fuera a dar un paseo. Ellos
habían estado trabajando sobre su estudio de las plantas y él disfrutaba del
tiempo que pasaron juntos.
Empezando a levantarse, Tar fue forzado a retroceder a su silla. —¡Por
las lunas de Zylar! ¿Que es lo que pasa?— gruñó. Él no podía mover, ni sus
brazos, ni sus piernas. El único movimiento que podía manejar era girar su

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

cabeza. Nadie estaba en el cuarto. ¿Qué pasaba? —¡Nyssa!— Él llamó


desesperadamente, —Nyssa, dónde estás?— Alguien intentaba atacarlos?
Él comenzaba a sentir pánico. Nyssa debe ser mantenida a salvo de
cualquier amenaza invisible que ellos afrontaran. Sintiendo sus eslabones
abiertos con una calmante caricia, él sabía que Nyssa estaba bien. Él intentó
sentir si ella estaba asustada, pero todo lo que él podía percibir era un
entusiasmo velado. ¿Que es lo que pasa? ¡Su ropa desapareció! —¡Nyssa!—
Ahora él estaba furioso. Ella era quien lo mantenía atrapado en la silla. Ella
intentaba usar el eslabón. —Nyssa, lo prohíbo,— él gritó, intentando
levantarse. — ¡Debes parar ahora y obedecerme en esto!
La percepción de la diversión de ella onduló sobre él. Manipulado por el
eslabón de Nyssa, la sedosa sensación de manos invisibles acariciando su pelo
y masajeando su cuero cabelludo. Ellos seguían un camino sobre su cara,
acariciando ligeramente sus párpados, luego moviéndose para perfilar sus
oídos y trazar su boca fruncida. Ella no debería ser capaz de mantenerme
inmóvil. Ella ni siquiera está en el mismo cuarto y ella es todavía una
principiante de sus dones psíquicos. Caray, ha estado cumpliendo con todos
mis deseos. ¿Por qué ha decidido desobedecerme con esto?

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Capítulo 10

Los enlaces en sus pezones y a través de la cabeza de su pene


comenzaron a palpitar. Cualquier contemplación de por qué Nyssa hacía esto
tendría que esperar. Cada nervio de su cuerpo estaba palpitando… latiendo
despiadadamente a ritmo con los latidos de su corazón. Las vibraciones
rítmicas de los enlaces estaban ampliándose y ganando intensidad.

Aterciopeladas manos estaban acariciando sus brazos desnudos para


luego acariciar su pecho. Dedos apretaban sus despiertos pezones. Sintió
palmas que pasaban por encima de su rodilla hasta el interior de sus piernas,
moviéndose para medir suavemente su longitud, retirándose demasiado
pronto para gentilmente acariciar el saco entre sus abiertos muslos. Atontado,
cada aliento de Tar parecía conllevar un nuevo tormento. Roce tras roce de
toques siguieron, haciendo que le fuera imposible ignorar las increíbles
sensaciones.
Anheló algún tipo de liberación y esperó los movimientos que se la
conseguirían. Estos en cambio lo atormentaron, manteniéndolo al filo de la
navaja mientras su aporreada polla era estirada al límite. Las manos se
enrollaron inteligentemente alrededor de su grueso eje, trabajando para
empujarlo más cerca, provocando que se levantarse y excediera los límites
impuestos por sus invisibles torturadores. Su razón entera de ser se centró en
esas manos.
—Ahora, Nyssa. ¡Ahora! —imploró Tar.
En vez de ofrecerle alivio, el intenso toque de aquellas manos se retiró,
y el movimiento cambió a caricias apacibles, provocándole.
—¡No¡ —gritó Tar—. Ah, Diosa. Nyssa, no pares —rogó.
Nyssa no tenía ninguna intención de parar. No podía ver a Tar, pero
podía sentir su lucha frenética por culminar. Estaba frustrado e intentando
obligarla a complacerlo empujando su deseo a través del enlace. Ella era

60
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

capaz de mantener sus escudos altos y resistirse a hacer su voluntad. Su


cuerpo y mente estaban excitados, pero era una vaga onda. Se concentró en
complacer a Tar, manteniéndolo ciego a todo excepto a lo que ella le estaba
haciendo. Lo quería incapaz de concentrarse en invertir los papeles y reclamar
su obediencia.
Nyssa siguió aumentando el tormento en su hábil e impaciente cuerpo.
Se imaginó sus labios provocando la cabeza de su polla, su lengua saboreando
ávidamente su sabor y trabajando en extender las cremosas gotas de líquido
con su mente. Mentalmente alcanzó a arañar sus cortas uñas por sus pelotas,
exprimiéndolo con cuidado.
Jadeando, apenas consciente de nada aparte de la lengua que sondeaba
la corona de su pene, Tar empujó hacia arriba mientras la opresión se cerraba
alrededor de sus testículos.
— ¡Sí! ¡No pares! —gritó, disgustado al encontrarse otra vez liberado y
cuidadosamente alejado del clímax que se desesperaba por poder alcanzar
alguna vez.
Desconcertado, Tar miró hacía su pecho. Un pequeño cubito de hielo se
deslizaba despacio a través de sus pezones, dejándolos fríos, duros e
hinchados. Cuando sintió una caliente lengua lamiendo el frío sendero, otra
vez fue inundado con una urgencia salvaje. El cubito de hielo alternado con la
ardiente lengua, una y otra vez, lo condujo a bombear estúpidamente sus
caderas, buscando, pero nunca encontrando la satisfacción.
Tar olvidó cualquier pensamiento de intentar detener a Nyssa cuando su
atención se centró únicamente en la creciente anticipación de su cuerpo. El
hielo se movió bajando por su pecho para hundirse en el ombligo, dejando
gotitas de agua a su paso. La ardiente e inquisitiva lengua siguió su camino,
lamiendo la humedad que excitaba su acalorada carne. Tar contuvo el aliento
cuando sintió el movimiento de la boca de Nyssa a través del enlace. Después
de hacer una pausa para soplar encima de la humedad reunida en su vientre,
continuó moviendo el hielo más abajo todavía.

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

¡Ah, Diosa! Se estaba quemando incontrolablemente. El hielo debería


haberse convertido en vapor al encontrar el horno ardiente de su polla. Al
menos debería haberlo enfriado. En cambio el placer—dolor del frío fue una
exquisita tortura. El hielo se envolvió primero entre el calor de su eje y el
salvaje fuego de sus manos. Todo su ser se concentró en la palpitante y
estirada carne entre sus piernas. El duro y frío cubito fue deslizado por la
constreñida punta, y luego movido a lo largo de su longitud, obligándole a
concentrarse únicamente en las frías y poderosas sensaciones. Él empujó
hacia arriba por más.
Usando el enlace, Nyssa sustituyó su suave y fría mano por el calor
húmedo de su boca. El cubito de hielo fue sujetado y manipulado con su
lengua para acariciarlo, y siguió trabajándolo sin piedad alrededor de su
estirado miembro. Ella comenzó a succionarlo, tragando su longitud y
chupándolo fuertemente. Moviéndose adelante a través del enlace, y luego
atrás manteniendo el hielo en la punta, ella se abrió más ampliamente hasta
que, increíblemente, fue capaz de tomarlo por entero.
La corona de su miembro se volvió increíblemente sensible. El hielo se
derretía aún más despacio. Los resbaladizos músculos interiores de su boca lo
dejaron sin aliento. Esta vez ella no se paró, no intentó devolverlo a la
cordura. Al revés, ella aumentó las sensaciones pellizcando con fuerza sus
dilatados pezones. Entonces, usando sus labios y su boca, ella aumentó su
tormento, moviéndose rápidamente arriba y abajo por la gruesa longitud de su
pene, apretando contra él su lengua. Alargando su mano entre sus piernas
ahuecó y apretó su saco, rápidamente retrocediendo y pellizcando la punta.
Con Tar empujando sus caderas hacia arriba, ella deslizó su mano bajo él y
usó la yema de su dedo sobre la piel de su ano para provocarle una feroz
explosión.

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Capítulo 11

Después de aspirar el aire perfumado de almizcle, Nyssa trató de


sostenerse sobre sus temblorosas piernas. Ella sintió la impresión de Tar en
cada célula de su cuerpo. Ella no había estado en el cuarto con él, pero ahí al
final su escudo había caído y ella sintió un martillazo a través de ella cuando
el culminó.
Ella tuvo que conseguir un apretón, pues ella necesitaría su fuerza para
la próxima y segura confrontación tempestuosa. Rápidamente con un
pensamiento apartó a Tar y con la poca energía mental que le había quedado,
ató sus tobillos y muñecas ambas mental y físicamente a los extremos de la
cama. Ella estaba completamente exhausta de sus esfuerzos mentales en la
sumisión y placer. Ella sabía que no lo sostendría por mucho tiempo pero tal
vez le diera tiempo para intentar hablar con él. Vestirlo con sus poderes
mentales estaba fuera de cualquier cosa que ella pudiera hacer, entonces ella
lo cubrió con una manta a través de su mente.
Tar recobró el conocimiento, dándose cuenta como lo hizo, de que había
sido llevado a su cama. Nyssa estaba parada al pie de su cama con los brazos
cruzados sobre su estómago. Sus brazos y piernas estaban atados a las
esquinas con cuerdas así como con el empuje mental de Nyssa.
—Libérame Nyssa — le ordenó Tar a través de sus dientes apretados.
—Necesitamos hablar, Tar. Necesitas escucharme. De verdad escucha lo
que tengo que decirte — Dijo Nyssa cansadamente.
—¡No! esto no es aceptable. No puedes controlarme de esta manera.
— Tar inmediatamente intentó romper la atadura psíquica que Nyssa tenía
sobre él, golpeando su escudo con su mente.
Nyssa luchó por mantener las ataduras en su lugar, pero era demasiado.
El dolor en su cabeza era insoportable y sentía como si estuviera siendo
partida en dos.

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Ante los asombrados ojos de Tar, Nyssa gimoteó y luego cayó,


inconsciente al piso.
Tar se movió agitadamente por el cuarto. Estaba impaciente por que
Mica terminara de completar el examen de Nyssa. Ella había estado fuera
alrededor de un nilt –una de sus horas— y no mostraba signos de despertarse
pronto en cualquier momento. En su desesperación por la vida de Nyssa, Tar
había llamado a Mica para que actuara no como sacerdote supremo sino como
curandero. ¿Por qué no se despierta?, ¿la puedo ayudar?. Tar preguntó con
impaciencia.
Mica le echó un vistazo a Tar levantando sus cejas y señalando una silla.
—Siéntate. Tu andar está distrayéndome— sin ninguna otra palabra
regresó su atención a Nyssa y terminó su evaluación mientras esperaba que
Tar se calmara.
Tar se sentó y trató de no mostrar cuan preocupado estaba por Nyssa.
El nunca había visto tanto dolor en el rostro de alguien como el que había
visto en el rostro de su compañera antes de que se hubiera desmayado. No se
había movido o hecho ningún solo ruido desde su último grito angustiado que
pareció resonar a través del cuarto.
Mica suspiró. Colocando las mantas calientes detrás de los hombros de
Nyssa, se dio y vuelta y se movió al lado de la silla de Tar.
—¿Qué pasó, Tar? — preguntó él— Está completamente agotada y sus
signos vitales son bajos. Es como si su mente se ocultara. No puedo ayudarla
a menos que me expliques que fue lo que pasó aquí.
—Nyssa de algún modo ha desarrollado un modo de protegerse de mí y
disminuir mi control sobre los eslabones. Ella puede mantenerme fijo y
manipular sus eslabones hacia mí. Nunca me había enterado de tal cosa
hecha por una mujer pero obviamente su habilidad mental es mucho mayor
de lo que pensé. Ella usaba los eslabones contra mí e intenté retomar lo que
es mi derecho, obligando su acatamiento.— explicó Tar débilmente. Continuó
dándole a Mica una versión corregida de lo que había ocurrido hacía unas
horas.

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

—¿Y no les has dado espacio para expresar sus quejas, ningún modo
de resolverlo? ¿Cada vez que ella se opone a algo que tú exiges, tú utilizas los
eslabones para cambiar algún pensamiento o los utilizas como castigo? Pensé
que te había explicado que las mujeres de la Tierra no son como nuestras
mujeres Zylan. Tú sabes que hasta tu hermana no está feliz con el estilo de
vida que llevan las mujeres de Zylan. Con todo, tú creías que en unas horas,
podrías cambiar todo lo que Nyssa era antes de conocerte? La historia de su
país y de la población femenina ha sido una continua lucha por el derecho de
ser tratadas como iguales en todas las cosas. Ella miraría el papel que le has
asignado como poco más que un sirviente atado. Tú, como se suponía, la
atabas por los eslabones y con la emoción para no esclavizarla. Sí ella puede
rendirse a ti en la ceremonia de unión y en público pero nadie puede decir lo
que pasará entre ustedes en su tiempo juntos.
—Mi madre era sumisa con mi padre. Siempre. Nunca he visto a una
mujer unida que no sea sumisa todo el tiempo. —Murmuró Tar
silenciosamente.
—Tal vez lo que viste es lo que ellos querían que vieras. Tal vez los
tiempos cambian. Tar, el punto es que tienes a Nyssa como compañera. Debes
llegar a un arreglo con ella, con nadie más.
Los ojos de Tar se cerraron cuando preguntó. —¿ella va a estar bien?
Mica suspiró— Eso espero. No se cuan largo será antes de que ella
despierte. Por lo que has dicho, entiendo porque ella no sólo está físicamente
agotada sino mentalmente retirada. Le he dado un poco de mi energía en la
curación y le daré algunas de nuestras plantas medicinales en un elixir cuando
ella pueda tragar. Despertará cuando esté lista. Probablemente estará muy
cansada y tenga dolor de cabeza por unas horas. Piensa mucho en como la
trataras cuando ella regrese a ti.
—Voy a contactar a mi hermana — suspiró Tar. —Puede ser mejor si hay
alguien aquí para controlar la interferencia.

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Entonces el se marchó sin escuchar el comentario resoplado de Mica,—


¡por las lunas de Zylar! ¡Es más probable que Tala sea la que cause la
interferencia!

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Capítulo 12

Nyssa gimió con bastante ruido al despertarse. ¡Maldito! El trastornado


monstruo en su cráneo la apuñalaba como una afilada horca.
Un cristal presionaba sus labios cuando una suave voz de mujer dijo,—
Bebe esto. Te ayudará aliviar el dolor. —Un caliente y amargo líquido, se
deslizó hacia abajo por su garganta. Casi inmediatamente, su punzante dolor
se redujo en su embotada cabeza a un recordatorio. Nyssa con cuidado abrió
sus ojos para ver que una hermosa mujer, de pelo oscuro, con los ojos
plateados de Tar, se inclinaba y fruncía el ceño. —¿Quién eres? — Nyssa
preguntó mientras ella estudiaba a la mujer al lado de ella. Era alta y delgada
con un pelo borgoña teñido de negro que caía liso hasta casi su cintura.
Incluso aunque tuviera el mismo color de ojos que el alquitrán, Nyssa notó que
los ojos de esta mujer brillaron con humor, algo que Tar parecía hacer sólo
raras veces.
— Soy Tala, la hermana más joven de Tar. ¿Cómo te sientes?
— Mejor después de aquello que me diste de beber. ¿ Qué era?
—Un remedio herbario para el dolor que Mica, nuestro Sumo sacerdote y
curandero, hizo para ti. Has estado dormida durante 16 nilts … tus horas de
Tierra. Él sabía que tendrías un dolor de cabeza terrible cuando despertaras.
Yo sabía, después de haber oído un poco lo que le pasó, que sería más feliz si
yo te lo daba diera. — Tala sonrió abiertamente.
Nyssa se ruborizó cuando le preguntó, — Qué dijo?
— No demasiado pero de la poca información que pude conseguir,
deduje que Tar intentaba obligarte a obedecer en algún asunto y exigió
demasiado a tu cerebro cuando te resististe. Él ha estado terriblemente
preocupado de que no despertaras, —dijo Tala. No había ninguna
recriminación en su tono, sólo curiosidad.

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Nyssa frunció el ceño profundamente. Ella recordó la lucha emocional


por el control y el severo dolor. Evidentemente el esfuerzo hecho había sido
demasiado y tanto su cuerpo como su mente se habían cerrado. —¿Por qué
estás aquí? — Nyssa le preguntó mientras intentaba subir para ubicarse bajo
la almohada .
Tala resopló. — Los hombres de Zylan no llevan bien ser contradecidos.
Ya fui citada para venir por unos pocos bi—nos y asistirte en el
entrenamiento pero Tar me pidió que viniera más temprano ya que pensó que
estarías más cómoda conmigo cuidándote.
— Como si él en realidad se preocupase de que yo este cómoda, —
contestó Nyssa. —Y estás perdiendo tu tiempo. Me niego a participar en la
ceremonia de unión. De hecho, quiero que me quite estas cadenas ahora. —
Nyssa puso acción a sus palabras. Levantando las mantas agarró fuertemente
la cadena de su pecho con su mano derecha y tiró bruscamente. —¡ Ow!
— Nyssa. ¡No! —Tala gritó.— ¡No puedes arrancártela! ¡Para! ¡Mica!
Incluso aunque dolía más allá de lo que ella recordase, Nyssa siguió
tirando de sus eslabones. Ella acababa de apretar sus dientes preparándose
para un tirón grande cuando la puerta del cuarto se abrió deslizándose
silenciosamente. Enmarcado en la entrada estaba el hombre más grande que
Nyssa había visto alguna vez. En su asombro, ella olvidó lo que hacía y lo miró
fijamente.
— Mica, ha estado intentando arrancarse sus eslabones, —Tala declaró
cuando ella tendió su mano hacia las temblorosas manos de Nyssa ahora que
ella había dejado de dar tirones a los eslabones.
El gigante levantó una gran ceja oscura como una cibelina. — Eso no se.
Si tuvieras éxito, probablemente te matarías y a Tar, — declaró. —¿Es eso lo
qué quieres?
Nyssa parpadeó. Temporalmente abrumada tanto por el tamaño de
ambos como por el magnetismo de este hombre, perdiendo su tren de
pensamiento. Donde Tar transmitía poder y la autoridad con su porte, Mica
daba una impresión de energía pura. Sus ojos azules claros casi parecieron

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

brillar y provocó en Nyssa un reverente sentimiento de temor de que él


conociera todos y cada uno de sus secretos y fechorías desde su nacimiento.
Quitando sus ojos de él, echó un vistazo hacia abajo y se estremeció. —
¿Entonces no pueden ser quitadas? —Ella preguntó vacilantemente.
Mica hizo una pausa, y luego habló suavemente, —Los eslabones nunca
se habrían atado si tú no quisieras ser la Compañera de Vida de Tar, VaNyssa.
Nyssa lo miró directamente a los ojos. — Eso no es lo que pregunté.
Quiero saber si pueden ser quitados.
Mica suspiró. Esta no era la conversación que quería tener con la
compañera de vida de Tar. Incluso aunque él conocía a Tar desde el
nacimiento y lo llamaba amigo, él no podía mentirle a Nyssa. Sin embargo,
realmente no quería explicar que él, como el Sumo sacerdote, podía ser capaz
de quitarlos. Supuestamente eso podría ser hecho, pero nunca lo habían
llamado para hacer algo así.
Claramente Tala no tenía ninguna de estas dudas. — Mica puede
quitarlos. Él es nuestro Sumo sacerdote y tiene esa capacidad. —Tala frunció
el ceño, — Pero creo que es doloroso y excepcionalmente aventurado. No
conozco a nadie que lo haya hecho.
Nyssa volvió al interrogatorio mirando hacia atrás al imponente Sumo
sacerdote. Supuso que podía ser etiquetado como de severamente hermoso.
Sus rasgos parecían tallados en granito y los planos de su cara eran duros
ángulos. Él era enorme, su pelo negro rozaba sus hombros, pero no hacía
nada para suavizar su apariencia. El único momento en el que pareció
suavizarse fue cuando echó un vistazo a Tala en un momento en que ella no
miraba. Hmmmmmm … interesante.
—Gracias, Tala, —dijo sarcásticamente, —estoy seguro que Tar estará
contento. ”—Volviéndose a Nyssa, suavizó su tono. —Nyssa, soy el Sumo
sacerdote de Zylar y esto quiere decir muchas cosas. No es, como podrías
pensar, una orden religiosa. Tengo más una función ritualista. Nuestros
sacerdotes y sacerdotisas son los que mejor han desarrollado sus capacidades
psíquicas. Ellos a menudo desarrollan … bien … lo que ustedes llamarían

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

talentos paranormales. Unos nacen con estos dones y otros estudiado para
aumentarlos. También creemos que todos tienen algún talento psíquico y que
las tres lunas de Zylar de algún modo amplifican nuestras capacidades
naturales. Los talentos son diferentes para cada individuo y cada persona
tiene un grado que varía de poder dentro de ese talento. Fui escogido como el
sumo sacerdote porque he mejorado mis capacidades con muchas
manifestaciones de poderes Zylan. Uno de mis talentos más fuertes es la
capacidad de curar.
Mica se calló. Él pareció escoger sus palabras con cuidado. —Otro de
mis regalos … … es trabajar con eslabones. De aquellos que no son de
nuestro mundo, puedo ver el fondo de su alma interior y puedo sentir si ellos
son aptos para ser Compañeros de Eslabón de uno de Zylar. Como hice por
Tar, busqué su otra mitad en otros mundos y en muchas dimensiones. Cuando
el compañero de eslabón no es Zylan, puedo crear los eslabones que los atan
juntos.
Nyssa jadeó, —Usted …
— Sí, Nyssa. Yo fui el que la descubrió para Tar. Yo había buscado más
de tres ciclos de vida antes de encontrarla y sé que no hay ninguna otra
compañera de vida para él. Sin un compañero, él no puede atarse y tener
niños. Tiene que entender, que en Zylar unirse es similar a un matrimonio de
la Tierra, sólo que más obligatorio. No hay divorcio. Como Tar es el jefe de
nuestro planeta, y como tal sus hijos heredarán su poder, era imperativo que
usted fuera encontrada, no importaba donde viviera. Para nuestra gente, los
eslabones son parte de nuestros cuerpos y ellos vienen desde dentro. Para
usted, y cualquier compañeros que no sea de nuestro mundo, los eslabones
deben ser creados. Los Eslabones de Compañero no sólo vincula a su cuerpo
físico, sino también vincula su alma. Tomando los pedazos de las almas de
ambos y sus esencias, entonces las ato primero al uno al otro y luego al metal
para crear eslabones hechos sólo para usted. Hay un ritual antiguo que puedo
hacer para quitar sus eslabones, pero nunca he sabido que esto hubiera sido
hecho. Esto sería sumamente doloroso y aventurado tanto como para usted

70
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

como para Tar. Los eslabones tienen varias capas de conexiones y sólo el
primero es tomado cuando su cuerpo físicamente los acepta. Pero hay otros.
¿Puedo hacer unas preguntas para ver cuán profunda ha sido su vinculación?
Sería una diferencia en la determinación de la posibilidad de quitarselas.
Nyssa estaba un poco abrumada por su buena voluntad que estaba
dispuesta a compartir la información. Y ella no había pasado dela parte que
todo esto era culpa de Mica pero ella cabeceó su aceptación.
— ¿ Ha dicho el nombre de Tar en su oído? —Mica comenzó.
Asintiendo con su cabeza, Nyssa contestó, —Sí"
—¿Ha tenido sexo sólo con los eslabones?
Ruborizándose, Nyssa asintió de acuerdo.
— ¿Ha tenido sexo físico dónde los eslabones se unieran?
Realmente avergonzada ahora, Nyssa chirrió, —No entiendo. ¿Qué está
preguntando?
Mica hizo una pausa, —no estoy seguro como explicarlo. Cuando los
eslabones se juntan, Tar debe estar dentro de usted y usted sentirá lo que él
siente. Es como si ustedes sintieran lo que el otro esta experimentando.
Nyssa suspiró. — Sí. Lo hemos hecho, el asunto es él se dejó la
camiseta.
Tala rió en silencio.
Mica la miró sorprendida, —No entiendo.
— Sarcasmo, gigantesco sarcasmo. Sí, puedo sentir lo que él siente,
pero no solo durante el sexo. Como ahora mismo, puedo decirte que está
durmiendo y no es un sueño normal. Él ha tomado algo para tener sueño.
Con cejas levantadas Mica miró a Nyssa estrechamente. —¿Siente lo
que él siente … incluso cuando no están unidos?
No queriendo dar a conocer todos sus secretos, Nyssa no dio una
respuesta clara, —Por lo general no todos los pensamientos. La mayor parte
del tiempo solamente puedo sentir sus emociones y a veces lo él piensa. Si
intento realmente con fuerza, puedo captar alguna idea de que está
haciendo.

71
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Mica la miró atentamente. —Asombroso. Eso es muy insólito. Sin


embargo, un hecho es claro: el proceso de unión está completo. Si sus
eslabones se quitaran ahora, tanto usted como Tar sentirían como si una parte
suya desapareciera. Para él sería como tener una mancha oscura sobre su
alma y usted sería incapaz de funcionar. Probablemente ninguno de ustedes
sobreviviría por mucho tiempo, — Mica terminó.
—¿Está seguro? — Nyssa preguntó. Pero profundamente dentro ella ya
conocía la simple verdad: los eslabones permanecerían.
****

Prometiendo volver pronto con algún alimento, Tala siguió a Mica fuera
del cuarto. Mascullando bajo su aliento, ella se hizo un juramento, —tan
pronto como sea posible, me refugiaré en el Selven.
Mica comenzó. Él sabía que Tala no quería que él oyera su voto pero
era obvio que él pronto tendría que reclamar a su compañero. Él había sido
paciente y había esperado hasta saber que ella estaba lista antes de que
aparecieran sus eslabones. ¡Era hora de reclamarla, de ninguna manera le
permitiría a su compañera de su vida encontrar refugio en el santuario de la
Diosa Selven!

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Capítulo 13

Nyssa jugueteó con su comida y observó a Tala dar vueltas por la


habitación recogiendo, enderezando cosas y en general, preocupándose en
demasía por ella. Suspiró mientras depositaba el tenedor sobre el plato de
comida que tenía en su regazo. Los colores y las texturas eran totalmente
diferentes a los que estaba acostumbrada. Empezó a preguntar qué era lo que
supuestamente estaba comiendo y luego decidió que en realidad era mejor no
preocuparse. Reclinada en la cama, sin hacerle caso al plato de comida, pensó
vagamente en fumarse un cigarrillo, y se percató asombrada de que no
deseaba ninguno. Solamente se sentía cansada y bastante deprimida.
Tala era indudablemente preciosa. Era más alta que Nyssa, tal vez diez
centímetros por encima de su propia altura de 1,70 cm., pero menos que los
1,90 de Tar. Sus rasgos eran majestuosos, con pómulos altos, una pequeña
nariz puntiaguda y delicadas cejas que se arqueaban sobre brillantes ojos
metálicos. Su boca era llena y parecía estar siempre sonriendo. Tala era la
versión femenina de Tar, pero era como si Tala fuera más desinhibida de
algún modo, más despreocupada y siempre lista para bromear o romper a reír.
—¿No tienes hambre, Nyssa?—preguntó Tala, cuándo vio que no había
comido nada del plato.
Nyssa se encogió de hombros
—Poca. Todavía me siento tan agotada que no estoy segura de tener
energía para comer. Tala, ¿me contarías algo sobre la ceremonia de reclamo
de la que han hablado Tar y Mica? Tengo entendido que es alguna clase de
ritual, pero no estoy muy segura de lo que va a pasar.
Tala se giró para mirar a Nyssa. Frunciendo un poco el ceño, pensó
detenidamente antes de hablar.
—¿Todo lo que se te ha dicho es que es un ritual? ¿No te han explicado
la ceremonia al detalle?

73
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Nyssa negó con la cabeza.


—No. Me han dicho que es como las bodas de la Tierra. Oh, y que Mica
estará ahí y diez consejeros junto con sus esposas. ¿Estarás tú ahí también?
Esta vez fue Tala la que negó con la cabeza.
—No, estoy sin reclamar por lo que no puedo asistir —gracias a las lunas
de Zylar, pensó para sí misma—. Solamente Mica, y los consejeros
emparejados junto con sus esposas estarán ahí. Sin embargo, sé lo que
pasará, ya que he ayudado a otros a prepararse para esta ceremonia antes.
Serás presentada a los diez y Mica confirmará que eres la Compañera de Vida
de Tar. Entonces Tar dirá el sacramento de unión y te acercará a él con los
enlaces. Y así estarás atada a él para el resto de tu vida —Tala se estremeció.
Enteramente a su servicio, otorgándole cada capricho. Gracias a las lunas que
casi estaba en la edad a la que se le permitiría dedicar su vida a la Diosa
Selven. A ningún hombre le sería permitido reclamarla cuando esto ocurriera.
Nyssa exclamó:
—“¿Sacramento de unión?” “¿Acercarme a él?”. No comprendo, Tala. ¿El
sacramento unión es como los votos matrimoniales? ¿Qué quiere decir eso de
“Me acercará a él?”—con creciente aprensión, Nyssa supo que no le iba a
gustar la respuesta.
Tala suspiró cuando se dio cuenta de que había ido más allá de lo que se
esperaba de ella. Era bueno que Tar estuviera todavía durmiendo drogado o
sentiría la creciente aprensión de Nyssa. Sabía que su hermano no querría que
ella compartiera esa información con su compañera. Pero también sabía que si
estuviera en el lugar de Nyssa estaría furiosa si se le ocultara. Averiguar lo
que ocurría en la ceremonia sin que la previnieran o la informaran
previamente la marcaría completamente. Tar no pensaba decirle nada a
Nyssa, y Mica había regresado a palacio para encargarse de algún otro tema.
Eso la dejaba a ella sola para explicárselo. Tomada la decisión, Tala dijo:
—Sí. El sacramento de unión es la promesa de Tar contigo. Es la atadura
final a los enlaces, como dijo antes Mica. El lazo formal si así lo prefieres…
Tala hizo una pausa. Cómo explicar el acercamiento…

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Nyssa estaba impaciente.


—¿Qué pasa? Por favor —rogó—. Tengo en mi mente esta escena y me
esta volviendo loca.
Los pensamientos de Tala parecieron reflejarse en su delicada cara.
Estaba incómoda.
—Esto no es fácil de explicar. Para que se vea a simple vista que eres su
compañera, Tar utilizará los enlaces para atraerte hasta él y mostrar su
habilidad para… —vaciló, “poseerte”, “controlarte”, “manipularte” eran
términos que sabía que aterrorizarían a Niza—… sujetarte a él. «Vaya, al final
no fue tan malo», pensó con aire satisfecho.
—¿Así que sólo me moverá a través de la habitación hacia él?—preguntó
Nyssa sintiéndose aliviada. Eso no sonaba tan malo. Tal vez no había visto…
—No —Tala interrumpió los pensamientos de Nyssa, suspirando.
Realmente no había ninguna manera de esquivar la explicación—. Es algo más
que llevarte hacia él. Es atraerte hacia él y demostrar su habilidad para
llevarte a tu placer de mujer con el pensamiento.
Los ojos de Nyssa se abrieron atónitos. Luego dijo tartamudeando:
—Quieres decir, con gente mirando… él.. ¡No! —Empezó a salir de la
cama. ¡Lo mataría! Era exactamente lo que había visto en su mente.
Tala caminó hacia el otro lado de la habitación para detenerla.
—No lo hagas. No puedes luchar contra esto, Nyssa. Cálmate y respira
profundamente. Piensa —despacio, Tala se movió hasta la cama. Sentándose
a su lado, frotó el pequeño gesto de disgusto que se había formado en la cara
de Nyssa con las puntas de sus dedos—. Nyssa, mírame. No puedes oponerte;
ocurrirá, como ha estado ocurriendo desde que existen los Enlaces de
Compañeros. Es parte de la historia de Zylan y no puede cambiarse, por lo
menos no a tiempo para tu ceremonia. Como pareja de Tar, tienes que
rendirte. Es el modo de mostrar ante los miembros del consejo y, en un
amplio sentido, a todo el planeta, su dominio sobre ti. El lugar de una mujer de
Zylan es ser sumisa. Yo también lo odio, pero es demasiado tarde para que tú
puedas hacer algo sobre eso. Estás enlazada y estoy segura de que, con el

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

tiempo, encontrarás una manera de tratar con Tar con la que puedas vivir. La
ceremonia tiene que tener lugar; Tar, Mica, y todos los demás varones de este
planeta no admitirán otra cosa.
Nyssa bufó.
— ¿Y las mujeres? ¿Están todas felices de hacerlo y encima
voluntariamente? Te lo juro, Tala, si me hace tener un descomunal orgasmo
delante de todos, ¡le haré lo mismo! ¿Conservaré puesta esta maldita
vestimenta de harén o me follará, desnuda, frente a todos? —Nyssa estaba
furiosa.
Tala respondió despacio como si estuviera un poco perpleja.
—Muchas mujeres no son felices, pero hacen lo que sus compañeros
piden. Por supuesto, lo aprenden y van creciendo con el conocimiento de lo
que ocurrirá cuando sean reclamadas. Y sí, mantendrás la ropa puesta. Pero,
Nyssa, ¿qué quisiste decir cuando dijiste, “le haré lo mismo”? Las mujeres no
pueden controlar los enlaces —miró la cara de Nyssa, abriendo los ojos y
conteniendo la respiración, mientras preguntaba—: ¿Nyssa? No puedes usar
los enlaces para dar a Tar… ¿o sí puedes?
Nyssa parecía un poco vanidosa. Luego se encogió de hombros,
recordando lo insistente que fue Tar al decir que ella no tenía permiso para
hacerlo.
—Sí. Sí, puedo, y lo he hecho, he usado los enlaces. Tar se queda
realmente rendido cuando lo hago y luego quiere castigarme para impedirme
hacerlo de nuevo. Pero… —se encogió de hombros— puedo hacerlo.
—Si tú puedes, me pregunto… —Tala se detuvo—. Tengo que pensar en
esto. Si las mujeres, si otras mujeres pueden usar los enlaces… bueno, esto
podría hacer cambiar muchas cosas. ¡Oh, los hombres lo odiarán!—Sus ojos se
abrieron aún más mientras pensaba en todas las posibles ramificaciones de
las habilidades de Nyssa.

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Capítulo 14

Tar estaba despierto. Nyssa lo sintió y se dio cuenta de que estaba


pensando en ella. Estaba preocupado, y también intentaba adivinar la mejor
manera de tratar con ella. Bueno, pues que se preocupe. No estaba para nada
contenta con él en este momento. Se negaba a hacérselo fácil y no estaba
segura de lo que iba hacer.
Tar estaba en la entrada, bebiendo de la visión de una Nyssa tumbada
sobre su cama. Todavía parecía un poco pálida, con círculos oscuros bajo sus
ojos. Sintió una punzada de remordimiento. El daño hecho a su mente podría
haber sido irreversible y haberle hecho perder a su compañera. Tendría que
trabajar sobre alguna clase de compromiso, al menos hasta que Nyssa tuviera
más tiempo para aceptar a su papel en Zylar.
—Nyssa. Gatita. Lo siento —caminó lentamente hacia su lado. Ella miró
hacia arriba y él pudo sentir su inquietud, la vio acobardarse ante él—. No lo
hagas. Por favor, no huyas de mí, pequeña. Lo siento. Tendré mucho cuidado
para que nada parecido vuelva a pasar.
—No tendré sexo delante de nadie —esto salió rápidamente de la boca
de Nyssa antes de que pudiera pararlo. Retrocediendo de él un poco más, se
las arregló para seguir mirándole fijamente.
—¿No tendrás sexo? ¿Pero qué? Ahh… —la Ceremonia de Enlace.
Alguien se lo había dicho. Bueno, no alguien, estaba casi seguro de que había
sido Tala quien le había explicado lo que ocurriría—. Nyssa, no es nada para
preocuparse. Puedo impedirlo, haciendo que no notes que hay otros
presentes.
— ¡Definitivamente no! —interrumpió Nyssa—. No puedo hacerlo, Tar.
Nadie va a observarme llegar a mi placer de mujer. ¡Que cursilada! Orgasmo
avasallador, quizá, pero nadie va a ver eso tampoco —insistió ella.

77
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

—No puedo cambiar la ceremonia por ti, gatita. Es así, como ha sido
siempre. Pero puedo prometer ser más cuidadoso contigo, hablar contigo y
escuchar tu opinión. Darte tiempo para que aprendas tu papel aquí y veas que
no hay elección. No prohibiré que utilices tus enlaces conmigo en privado.
Pero en público, deberás aparecer siempre como debes —Tar pensaba que era
una fantástica idea el fingir que se doblegaba ante Nyssa. La ayudaría a
relajarse y finalmente se convertiría en una perfecta mujer de Zylan. Pero
dándole un poco de espacio ahora, complaciéndola, sería capaz de
encaminarla delicadamente a ese papel.
—Pero Tar, yo no puedo… —empezó a decir Nyssa.
Tar la cortó.
—Ríndete, Nyssa. Como yo aprenderé a hacer contigo cuando pueda. La
ceremonia no puede ser alterada. La cambiaría por ti si pudiera. No me excita
tener a otros viéndote quemarte en abrasadora pasión. Pero es así cómo debe
ser.
Nyssa lo miró. Le observó. Algo no estaba bien. Oh, él decía que lo
cambiaría si pudiera y que le dejaría a ella tener algo que decir. Pero no
sonaba bien de alguna manera. Y además él había aprendido a bloquearle sus
pensamientos, o bien estaba demasiado cansada para leérselos
completamente. Suspiró.
—Así que no tengo elección en esto. ¿Pero respetarás mi opinión y mis
sentimientos en otros temas? ¿Nos convertiremos en socios? ¿Eso es lo que
estás diciendo, Tar?
Tar acalló un bufido. Como Nyssa diría, ¡no es malditamente probable!
Pero tenía que mantener la apariencia de escucharla y de ser flexible cuando
estuvieran solos, al menos hasta que hubiera terminado con su
entrenamiento.
—Sí, gatita. Socios. Como por ejemplo, sé que no estás cómoda con
nuestra ropa. En la privacidad de nuestra casa, cuando sólo estemos tú y yo,
puedes ponerte la ropa que me hiciste traer de la Tierra —no importaba,
pensó, que pudiera quitárselas con la mente.

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Nyssa levantó su ceja. Ésa no era una gran concesión. Su propia ropa le
era incómoda con los enlaces sobre el cuerpo. Pero de todos modos, era una
que ella quería. La tomaría y pensaría en qué más necesitaba cambiar.
—Y si tengo preguntas, ¿me responderás y no trataras de controlarme
con el sexo? —preguntó.
Él contestó lentamente.
—No estoy acostumbrado a que nadie me haga preguntas, Nyssa. No
sólo soy tu compañero, sino que también soy el gobernador aquí. Trataré de
responder a tus preguntas y hablar de cualquier tema contigo, pero tú tendrás
que ser paciente conmigo —Ahí. Eso debería de hacerla sentirse como una
socia y le daría a él una excusa cuando no quisiera discutir algo.
Nyssa sonrió abiertamente. Una sensación de calidez y felicidad se
instaló sobre ella. No estaba segura al cien por cien de que funcionaría, pero si
Tar la trataba como a una igual, su relación crecería. La dejaba sin respiración,
sobre todo cuando revoloteaba sobre ella y la hacía sentir como si fuera
especial. Podría ser fácil enamorarse de él, si el autocrático amo alfa
cambiaba su lugar con el generoso y sensible compañero beta. Su vida sería
casi perfecta.

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Capítulo 15

Nyssa estaba profundamente asombrada. Iban con gran prisa por


encima de la tierra en un vehículo descubierto como… bien … algún tipo de
platillo volador. Era un pequeño vehículo con forma de disco, con un asiento
acolchado. Tenía una cúpula que había sido dejada baja. Tar lo llamaba un cid
y había dicho que muchos Zylans los usaban. Parecía que sólo algunas
personas en este planeta podían viajar con el pensamiento y otros todavía
preferían viajar sobre la tierra con animales parecidos a caballos, ya fuera
montándolos o haciéndolos tirar de carros.
Estaban en camino a lo que Tar llamaba su lugar de gobierno. Tar había
escogido este método para que Nyssa pudiera ver más de su planeta. Tala se
había marchado la noche anterior, prefiriendo viajar con el pensamiento. Ellos
habían partido en cuanto oscureció, pero con la luz de las tres lunas Zylan,
casi parecía que viajaran a la luz del día. Las lunas daban un brillante
resplandor y hacían ver todo surrealista y colorido. Al principio, se pareció
mucho a la tierra que rodeaba su casa. No había otros edificios o gente que
ella pudiera ver, pero ahora se acercaban rápidamente a algo que parecía una
ciudad grande. Se extendía por millas contra el horizonte en la distancia y
edificios multinivel se veían en todas direcciones, en cada color del arco iris.
La casa separada de Tar había sido diseñada para mezclarse y
mimetizarse con el entorno. Estaba hecho de una madera oscura natural (o al
menos que era natural en Zylar) y el color de los tejados era tomado de los
cercanos árboles de color aqua. Pero incluso de noche, por el brillo de la luna,
Nyssa podía ver una alarmante exposición de edificios brillantemente pintados
en esta nueva ciudad. Ciertamente no habían sido construidos para armonizar
con su entorno.
—¿Qué piensas de nuestra ciudad capital? Esta es la más grande de
nuestras ciudades. Se llama Tanar —susurró Tar en el oído de Nyssa.

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Ella echó un vistazo alrededor. Estaba sentada en en el regazo de él,


que la sostenía estrechamente. Relajandose contra él, notó que no parecía
que estuviera realmente conduciendo el vehículo, a no ser que fuera con sus
pensamientos.
—Es hermoso. Puedo ver cada color imaginable. Apuesto a que con la
luz del sol de Zylar, debe desbordar con todos los colores —susurró Nyssa
admirada.
Se sentía nerviosa. Los pocos días pasados con Tar y Tala habían sido
ideales. Tar le escuchaba, hacía algunas concesiones y preguntaba su opinión
sobre lo que probablemente eran cuestiones menores acerca del planeta.
Pero al menos comenzaba a tratarla como un igual. Tala se había hecho una
verdadera amiga en el corto tiempo que habían estado juntos. Había pasado
mucho tiempo desde que Nyssa tuviera uno que no estuviese asociado con su
trabajo. A Nyssa le preocupaba que la presencia de más personas (y por el
aspecto de la ciudad a la vista, sería un número muy grande de gente) en sus
vidas, haría difícil mantener la cercanía que estaba desarrollando con Tar y la
recién adquirida amistad con Tala. Estaba segura de que no tendrían tanto
tiempo para pasar con ella. Sabía que iba a ser difícil para ella encajar.
Sumado a su nerviosismo estaba el temor creciente acerca de la Ceremonia
de Reclamación del día siguiente. Ella no era un campista feliz.
—Cada familia tiene un color distinto para sus casas. Cuando los hijos se
marchan de casa, usan un matiz diferente del color de la casa de sus padres.
Mirando el matiz de base, puedes rastrear los orígenes de una familia —hizo
una pausa—. ¿Qué pasa, Nyssa? Siento tu infelicidad —dijo Tar.
Nyssa sonrió con sorna
—Ah, no sé, Tar. Voy a un lugar que nunca me he imaginado donde
conoceré exactamente a tres personas en lo que parece una ciudad de miles.
Mi cabeza gira con todas las reglas que tú y Tala han estado enseñándome. Y,
desde luego, no vayamos olvidar que tengo que tener un orgasmo vociferante
delante de extraños mañana. Vaya. ¡Escoje algo que podría hacerme un poco
infeliz!

81
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Tar frunció el ceño. Poniéndolo así, podría parecer un poco difícil para
Nyssa. Él había estado pensando en el agudo placer de traer a su compañera
a su casa. No se había parado a pensar como se sentiría Nyssa.
—Pero es mi deber verte feliz. Sé como hacer marchar las
preocupaciones.
Y, con esta declaración, Tar giró a Nyssa en su regazo y rápidamente la
liberó de su ropa. Aquel movimiento era tan fácil como un parpadeo para él.
Sin dar tiempo a Nyssa para tomar aliento, cubrió su boca de la suya.
Disfrutando del gusto de ella, bebió a sorbos la miel de sus labios e
inmediatamente hizo zumbar los eslabones entre ellos.
Siguieron largos besos posesivos, tortura embriagadoramente dulce.
Nyssa gimió.
—Esta cosa no tiene techo. La gente nos verá …
—Nadie nos verá, cariño —Y Tar siguió al banquete sobre la boca
dispuesta de Nyssa. Bloqueando toda preocupación que ella pudiere tener
usando su enlace con ella, quiso que se concentrara sólo en el fuego salvaje
que él construía. Hacía esto por su propio deseo egoísta, pero al mismo
tiempo, necesitaba distraerla de sus pensamientos sobre la Ceremonia de
Reclamación. Prodigó la atención a su boca aspirando el olor de su excitación.
Sus manos se movieron a lo largo de su cuerpo, jugando con sus pezones que
se endurecían contra su palma, y luego rozando su piel sedosa, remontando
ligeramente sus suaves curvas. Otra vez, él la cambió de posición, girándola
con la espalda de ella contra su pecho, extendiendo ampliamente sus piernas
al abrir las propias, y obligándola a sentarse a horcajadas sobre sus muslos.
Esto le dio acceso sin restricciones a su mojado calor. La cara de Nyssa se giró
para encontrar la suya y Tar gimió en su boca mientras la acariciaba.
Apoyando el costado y espalda de Nyssa en su brazo, pudo estirar el cuello y
alcanzar su pecho con la boca.
La cabeza de Nyssa cayó sobre el brazo de Tar, su cuerpo arqueado
ante su toque. Había llegado a ansiar la dulce sensación punzante causada por
los eslabones. El agudo cosquilleo comenzó dentro de su pecho y luego ardió

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

un camino abajo a su clitoris. Volaba, elevandose, no en el vehículo que


todavía se movía sobre la tierra, sino sobre las alas de increíbles sensaciones.
Todo lo que podía hacer era agarrar más fuerte el pelo de Tar mientras él
saqueba sus pechos y acariciaba su clítoris.
Él jugó silenciosamente con manos y boca, acentuando el ritmo pulsante
del eslabón que se intensificaba entre ellos. Con una mano dibujó pequeños
diseños sobre sus pezones y luego tiró ligeramente de los eslabones que
corrían por su punta. Su otra mano se mantenía ocupada sobando, sus dedos
metiéndose con frecuencia en su coño. Su lengua y dientes se movieron por la
nuca y el cuello, mordiendo primero, luego lamiendo.
Las caderas de Nyssa se elevaron y cayeron en un baile sin sentido.
Tembló y sus jugos corrieron libremente sobre la mano de Tar cuando ésta
pasó sobre su clítoris y los eslabones golpearon en implacable armonía. Ella no
pudo contener los sonidos como maullidos cuando él la persuadió para
extender sus piernas aún más ampliamente para su asalto. Levantando sus
brazos alrededor de la cabeza de él, ella entrelazó sus dedos en su pelo. Se
abrió para él. Su largo dedo la penetró, hundiéndose en el sensual calor de su
sensible y apretada vaina, y extendió la humedad generosamente alrededor,
hasta que su vulva entera brilló con el rocío y vibró con cada movimiento.
Tar quitó su dedo y maliciosamente lo frotó contra su nido de rizos, sólo
rozando y atormentando. Concentró su foco en cualquier cosa salvo el centro
de su calor y jugó lentamente con sus labios.
Ella estaba febrilmente caliente y locamente frustrada. Desesperaba por
más de su toque y lo quería centrado entre sus muslos. Movió sus caderas y
tiró hacia su mano, abriéndose a él en silenciosa súplica.
Él se rió suavemente, trabajando para deslizar sus dedos amorosamente
a lo largo del pliegue mojado de su sexo. Aumentó muy despacio la fricción y
el ritmo de sus movimientos, hundiendo dos dedos en su suavidad y
empujando con su pulgar contra crecido brote. Salvaje, ella empujó locamente
contra él exigiendo satisfacción. Él elevó aún más la tensión, queriendo

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

empujarla a la cumbre. Ella sintió la satisfacción de él mientras sensación tras


sensación pulsaban violentamente, arrastrándola consigo.
Ella flotó de regreso. Despacio. Completamente relajada y saciada, yació
fláccida y satisfecha contra su cálida protección durante largos minutos.
Gradualmente notó la dura erección que se acomodaba contra su espalda.
Él no dijo una palabra ni se movió para enterrarse en ella. Esto había
sido sólo para ella. Suavemente retiró el pelo de su cara y la besó con dulzura
en el cuello.
Nyssa dio vuelta silenciosamente para enfrontarlo. Su mano libre pronto
alisó el pelo de su pecho y jugó con sus eslabones. Acariciándolo, dejó que su
mano se deslizara juguetonamente hacia abajo para descansar sobre la
longitud dura como piedra de su polla. Rodeando con sus dedos la carne
caliente, comprobó la fuerza de su excitación. Distribuyendo con cuidado la
sedosa gota de fluido en la punta de su pene alrededor de la inflamada
cabeza, se inclinó para tragar el jadeo de placer que salió de la boca de él. No
había tiempo para saborear el momento, pese a todo.
Tar reaccionó rápidamente, en un movimiento, girándola en su regazo y
acomodando sus piernas a sus costados. Entonces se movió para guiar su
polla a su entrada y remontar los húmedos labios de su monte. Frotando la
punta contra su hendidura, comenzó con cuidado a deslizarse hacia adelante y
hacia atrás a lo largo de su liso surco en una cadencia lenta, estable. Él volvió
a abrir los eslabones y ellos vibraron con su poder. Actuando como un
conducto para su hambre y su anhelo, los eslabones permitieron a sus cuerpos
pulsar con el ritmo puesto por su eje.
Un estremecimiento de sobresaltado placer la desequilibró y ella aferró
sus hombros.
—¿Te gusta? —preguntó él con voz ronca.
—Ah, Dios. ¡Sí! —susurró ella en respuesta. Cerró los ojos y dejó que las
sensaciones fluyeran por ella como cuentas sobre un hilo. Los orgasmos eran
muy largos, persistentes, y dolorosamente satisfactorios.
De pronto él aferró fuertemente sus caderas.

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

—¡Ahora, Nyssa! —gruñó. Su voz demandó—, se acabó el tiempo de


jugar; no puedo esperar más —empujó hacia arriba en su apretado coño y la
penetración increíblemente profunda arrancó un grito bajo de la garganta de
ella—. ¿Te hice daño? —preguntó con apuro.

—No. No, por favor, Tar. Por favor, muévete. Dame … déjame sentirlo —
respondió Nyssa con voz entrecortada.
—¡Ah, sí! —murmuró él. Su agarre se apretó y él se salió con lentitud,
saboreando la ceñida caricia de su carne secreta. Volvió a empujar, golpeando
no sólo Nyssa, sino también al eslabón.
Cada pesado empuje produjo un sollozo de inesperado placer de Nyssa.
Nunca había imaginado que el placer se ampliaría más allá de lo que ellos ya
habían compartido. Pero los eslabones hacían vibrar las sensaciones hasta su
alma. Él había dicho que el sexo se haría más intenso entre ellos, pero, hasta
ahora, ella no lo había creído. La boca de su matriz lloraba con excitación y
parecía como si cada célula de su ser estuviera bien despierta y reluciente.
Ella se abandonó a la hambrienta guía del poderoso hombre bajo ella.
Montándolo más y más hasta que la aguda satisfacción la sacudió en rítmicos,
estremecedores orgasmos. Se derrumbó contra el pecho de él, el pelo
enmarañado sobre la cara.
Tar la sostuvo fuertemente, sus caderas que empujando violentamente
mientras se derramaba dentro de ella.

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Capítulo 16

El platillo volador, o cid, como Tar lo llamaba, revoloteó hasta detenerse


sobre lo que parecía una gran plataforma de aterrizaje. Después de las
atenciones de Tar en el camino hacia el centro de poder, Nyssa tenía
demasiada poca energía como para gastarla en ponerse nerviosa. Salió del cid
sobre piernas que parecían de goma, agarrando el brazo de su compañero
para sostenerse erguida. Sabía que debía parecer despeinada y ruborizada,
pero no disponía de la capacidad de preocuparse.
En esta nebulosa de satisfacción sexual, sólo tenía funcionando unas
pocas células cerebrales para absorber que había gente esperando. Notó que
había varias mujeres vestidas como ella, en esa especia de moda “I dream of

Jeanie” ; la única diferencia parecía estar en los colores y las texturas de la
tela. Esperaba estar murmurando respuestas aceptables a los comentarios y
presentaciones que le hacían. Necesitaba una cama. Ahora.
—¿Tar? —se giró hacia él.
—Lo sé, Nyssa. Te sacaré de aquí enseguida —él habló suavemente con
el hombre junto a él. Inmediatamente se escuchó un anuncio, algo sobre lo
avanzado de la noche, la ceremonia de mañana y la necesidad de la que sería
Reina… Nyssa se rió tontamente. En su mente, ella oyó algo sobre una Abeja

Reina . Se estaba perdiendo a todo correr.
Tar tomó a Nyssa en sus fuertes brazos y, lanzando una mirada a la
mujer que ya dormía, avanzó con grandes zancadas entre la muchedumbre
hacia sus habitaciones. Sonriendo con autosatisfacción, estaba complacido de
tener a Nyssa dormida en sus brazos. Era mejor que la alternativa de reunirse
con el comité de bienvenida y darle tiempo para pensar que podría encontrar
algún modo de luchar contra su destino del siguiente día. Descansaría junto a


Vieja serie de T.V americana conocida como “MI bella genio”” protagonizada por Barbara Eden

Juego de palabras intraducible del inglés. Queen—to—be: la que será Reina, Queen Bee: Abeja Reina.

86
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

ella en la corta noche e iría a su temprana cita mañanera con Mica para
repasar los votos sagrados.
****
Nyssa luchaba por recuperar la consciencia. Sabía que se suponía que
algo importante pasaría hoy. Si tan sólo pudiera despertar lo suficiente a su
cuerpo como para recordarle qué era. ¡Maldición! Sentía como si cada
pensamiento coherente hubiera sido aspirado directamente de su cabeza.
Desde luego, ahora que lo pensaba, recordaba los Alucinantes Orgasmos que
Tar le habían dado la noche anterior. Ante ese pensamiento, recordó
vagamente el aterrizaje en el palacio, las caras de docenas de personas… ¿y
su desmayo?

—Scarlet O’Hara, prepárate que llego —murmuró.
Gimiendo por el esfuerzo físico, intentó apoyar su abusado cuerpo en la
cama mientras cada músculo que poseía protestaba. Echó un vistazo
alrededor del cuarto, notando sorprendida que debía ser tan grande como un
campo de fútbol.
—¡Buen Dios, hasta hay un lago aquí! —exclamó.
Tala rió y respondió:
— Buenos días, Nyssa. Me alegra ver que estás viva y bien. Y no, esto
no es un lago. No es nada más que una gran bañera.
Nyssa buscó a la dueña de la voz con sus ojos, recorriendo la opulenta
riqueza del cuarto mientras averiguaba quien era su visitante.
—Ah, ahí estás. Podrías ocultar una nación entera en este cuarto.
¿Dónde estoy? —preguntó.
—En las habitaciones de Tar en el centro de poder. Llegaste anoche, en
una especie de estupor. Pensé que los efectos de tu batalla con Tar se habrían
despejado antes de que me marchara. ¿Te sientes bien?
Nyssa resopló.


Referencia a la película “Lo que el viento se llevó”, y el desmayo de Scarlet O’Hara en medio de una multitud.

87
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

—¡Me siento estupenda! Lo de anoche no tenía nada que ver con mi


mente y todo con el método de tu hermano de hacer que mis preocupaciones
desaparezcan. Por cierto, ¿dónde está?
—Está reunido con Mica, preparándose para el ritual sagrado. Tú
también tendrás que aprender las palabras esta mañana. Él me preguntó si
podía ayudarte a bañarte, vestirte y luego llevarte con él. ¿Te gustaría un
baño rápido? —preguntó Tala.
Sintiéndose más como ella misma, Nyssa salió lentamente de la enorme
cama, introduciéndose en el lago interior y luego se vistió con el atemorizador
traje de harén del día. El de hoy era de un magnifico azul que parecía y se
sentía como suave seda. Era suave y tenía textura, y se agarraba
amorosamente a cada una de sus curvas. El color hacía que su pelo y ojos
parecían asombrosos, y ella se sentía como si pudiera escalar montañas con
este traje. Poner a fuertes hombres de rodillas no sería un problema, ¡así que
tener sexo delante de extraños tampoco tendría que ser un problemón!
¿Verdad? Nyssa trabajaba mucho para convencerse de que estar lo más
preciosa posible ayudaría en esta situación.
Queriendo sorprender a Tar, bloqueó sus pensamientos y emociones
mientras ella y Tala se movían por los pasillos hacia las habitaciones de Mica.
Poniéndose el dedo en los labios avisó a su compañera de andar en silencio
mientras advirtió daba un paso hacia la puerta abierta. Dentro, Mica y Tar
estaban absorbidos en su discusión. Nyssa oyó a Mica preguntarle a Tar sobre
cómo iban las cosas. Ella estuvo a punto de realizar una orgullosa entrada al
cuarto cuando la siguiente pregunta de Mica hizo que parara y empujara a
Tala hacia atrás.
—Suena como si las cosas marcharan bien. ¿Has seguido mis consejos y
has aprendido a comprometerte con las necesidades de Nyssa?
—He mantenido la apariencia de hacerlo. Pensé que eso aliviaría su
mente y me daría tiempo para entrenarla totalmente en como ser una hembra
Zylan completamente sumisa. Funciona; ella ha dejado de luchar y ha
acordado en usar su lado de los enlaces sólo cuando estamos solos. Sólo voy a

88
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

permitirle usarlos para complacerme. Ella se inclina ante mis necesidades y


deseos sin darse cuenta de que lo está haciendo. Todo va bien, Mica —
contestó Tar.
—Pero, Tar, lo has malentendido. No quise decir que…
El resto de la conversación se perdió cuando, con una ciega rabia, Nyssa
agarró Tala y la tiró hacia atrás a lo largo del pasillo. Dieron varias vueltas
hasta un pequeño cuarto que ella había notado en el camino hacia las
habitaciones de Mica. Enfurecida, entró y cerró la puerta con un golpe detrás
de ellas. Mentalmente bloqueando sus emociones de Tar silbó:
—Ese idiota. Qué modo bajo y despiadado de tratarme. El maldito
macho chovinista… ¡Maldición! No puedo pensar. ¡Él me ha enfadado tanto!
Tala miró a Niza con ojos tristes.
—Ah, Nyssa. Lo siento tanto. Realmente pensé que Tar intentaba ser
diferente. No puedo creerlo…
—¡Bien, yo puedo! Debería haber comprendido que era demasiado
bueno como para ser verdadero. Él obviamente ha mejorado en proteger sus
sentimientos y emociones de mí. ¡Soy una idiota por no proteger los míos lo
suficiente y por comportarme como una especie de imbécil y estúpida
abrumada de sexo! ¿Qué voy a hacer? ¡No viviré de este modo, Tala!
—¿Qué puedes hacer? —le preguntó—. Los enlaces están instalados.
Incluso si la ceremonia no pasara en este bi—non, pasará en otro. La
seguridad se ha incrementado para tu protección pero eso también significa
que no podrás escaparte.
Nyssa frunció el ceño. Sabía que Tala tenía razón, pero no podía
quedarse esperando sin hacer nada.
—¿Qué pasaría si, después de que Tar termine conmigo, uso los enlaces
para hacerle tener un orgasmo?
Tala alzó las cejas mientras consideraba cuidadosamente la pregunta.
Hizo una mueca.
—Anarquía total. La vida, como la conocemos, dejaría de existir. ¡Tar te
mataría!

89
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

— Él no puede matarme, soy su Compañera de Vida. No puede vivir sin


mí. Habría un agujero negro en su alma…
—Vale. Es suficiente. Entiendo. Pero puede mantenerte encadenada a la
pared y atormentarte sin parar con los enlaces hasta que vuelvas a tus
cabales otra vez.
—¡Ja! —Nyssa frunció el ceño. Había probablemente alguna verdad en
esto. Si ella usaba los enlaces en público, él estaría furioso. Tendría que
encontrar algún modo de ocultarse.
—Bien… Entonces de algún modo tengo que escaparme y ocultarme de
él por un tiempo. Solo hasta que se enfríe. ¿Pero qué crees que realmente
pasaría en esa “anarquía total” que mencionaste?
—Bueno —comenzó Tala—, otras mujeres —las mujeres de los diez
consejeros— comenzarían a preguntarse si ellas podrían usar sus enlaces.
Conozco a algunas de esas mujeres y no son exactamente tan sumisas como a
sus compañeros y a mi hermano les gustaría creer. No hay modo de que ellos
pudieran mantenerlo en secreto. Pronto el planeta entero se enteraría de tu
capacidad de manipular los enlaces y muchos intentarían duplicar tus
esfuerzos —hizo una pausa, pensando—. Entonces creo que el poder entre
parejas comenzaría a cambiar, esperanzadoramente haciéndolos más
iguales. En un mundo perfecto, esto eventualmente se desbordaría hacia otros
aspectos de nuestras vidas.
—Tar dijo que habría muchos hombres que se opondrían violentamente
a cualquier cambio.
—¡Hombre, vaya sorpresa! —El sarcasmo goteó de la voz de Tala. —¿Por
qué un hombre se opondría al fin de toda dominación sobre cada hembra del
planeta? Pero, Nyssa, tal vez deberías intentarlo. Temo emparejarme y
muchas mujeres sienten lo mismo. He estado planeando hacer votos sólo para
evitar ser compañera. Si los papeles pudieran ser cambiados, dándonos más
control de nuestras vidas, eso podría no ser tan malo —su voz se elevó con
entusiasmo.
Con el ceño fruncido, Nyssa se giró hacia Tala.

90
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

—¿Votos? ¿Qué tipo de votos? ¿Quieres decir como una monja? ¿Una
orden religiosa?
—Bueno, supongo que es algo parecido. Hay mujeres de cierta edad que
escogen el santuario para ser sacerdotisas de la Diosa Selven. Ellas nunca son
requeridas como compañeras y deciden hacerse curanderas y profesoras. Y se
les permiten disfrutar de libertad sexual con machos no unidos si ellas
quieren. Con la ventaja adicional de que nunca tienen que inclinarse ante las
órdenes de un macho.
—Buen Señor ¿dónde hay que firmar? —inquirió Nyssa.
—No puedes. Ya llevas los enlaces.
—¿Ellas me ocultarían un tiempo de Tar? —preguntó.
Estrechando sus ojos, Tala interiorizó sus pensamientos. Se quedó
completamente quieta, respirando lenta y calmadamente.
—Sí. Sí, la Alta Sacerdotisa me dijo que ayudaría en ello. He estado
comunicándome telepáticamente con ella durante varios ciclos de vida y le he
explicado lo que ha pasado. Ella ha estado luchando por tal confrontación.
Ellas estarían felices ayudar.
— Bien. El bosquejo preliminar de este plan será actuar como si nada
hubiera pasado, llevar a cabo la ceremonia, volver del revés a Tar con los
enlaces y luego correr como el infierno hacia la Diosa Selven… ¿Qué?
¿Fortaleza? Dime que tienen un ejército de amazonas para ocultarme. ¿O
quizás un castillo inalcanzable con un puente levadizo que puedan izar y algún
foso maloliente? —preguntó.
— Bueno. La primera parte es correcta. Creo. Y después del orgasmo de
Tar, me imagino que el caos te permitirá escaparte inadvertidamente. No soy
lo bastante fuerte como para trasladarte al Selven con el pensamiento, pero
podríamos vestirnos como hombres y tomar un cid. Nos costará
aproximadamente dos bi—nons alcanzar el santuario de las sacerdotisas. No
es una fortaleza, pero trabajarán para bloquear la capacidad mental de Tar de
encontrarte. Como incentivo adicional, ellas pueden ayudarte durante el
tiempo en que estés lejos de él —indicó Tala.

91
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

—Ni siquiera quiero saber por qué necesitaré ayuda para estar lejos de
él. Necesitaremos alimentos y otras provisiones. ¿Estás segura de que quieres
ayudarme, Tala? Tar es tu hermano y él va a estar furioso si me ayudas.
Tala quitó importancia a la preocupación de Nyssa.
—Hago esto por mí tanto como por ti. No he sido capaz de aguantar el
pensar en ser una compañera sin tener control alguno sobre mi vida. Me has
dado esperanzas. Ahora, debes ir a las habitaciones de Mica y actuar como si
no hubieses oído nada. Yo debo irme y ver lo que puedo hacer para tener
listas las cosas para nuestra fuga. Protege tus pensamientos y sentimientos
con cuidado, Nyssa.

92
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Capítulo 17

—Es el momento, Nyssa. —Tar sonrió mientras le ofrecía la mano. El se


había preocupado innecesariamente desde que Nyssa había aparecido en las
cámaras de Mica. Si no lo supiera mejor, pensaría que Nyssa bloqueaba sus
pensamientos, las emociones y sentimientos de él. Él tenía que algo
prevendría su reclamación final de ella, pero nada podría suceder ahora. Ellos
salían para el Salón de Reclamación, dentro de poco todo habría terminado y
Nyssa sería suya. Nyssa estaba vestida con el vestido tradicional de cobre
bruñido para la reclamación. El vestido era diáfano y ajustado y les permitiría
a todos ver claramente su estado excitado mientras utilizaba sus conexiones.
Tuvo que admitir su sorpresa de que ella no se hubiese encogido por el
vestido. Sólo podría esperar que significase que ella finalmente había
aceptado su posición en su planeta.
Nyssa por dentro echaba humo. Parecía una mujerzuela. El supuesto
vestido no ocultaba el rubor de sus pezones. Era tan fino, y el corte era tan
bajo que no dejaba nada a la imaginación. La abertura central que izaba el
frente era lo bastante alta como para permitir que cualquiera que molestase
en mirar lo viera, pues sí, ella era una pelirroja natural. El traje de Tar era del
mismo color, pero era opaco. Bien, ella lo arreglaría cuando llegara el
momento. ¡Lo desnudaría con un pensamiento! Vería cómo les gustaba a
todos mirarlo a él boquiabiertos.
Estaba tan irritada con él. No podía creer que pensase que iba a caer en
su plan para transformarla en una hembra sumisa que sonreía con afectación.
Sí, amo. Todo lo que desees amo. ¡Denme un jodido respiro!
Ellos habían alcanzado el Salón de Reclamación. La gran habitación
tenía poco en ella a excepción de algunas almohadas amontonadas en el
suelo cerca del centro. Después de que los votos sagrados fueran
intercambiados, Tar la ayudaría a acostarse en ellos, la provocaría un

93
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

orgasmo, y terminaría la ceremonia de reclamación. ¡Hah! No sangriento


probablemente.
Nyssa fue presentada formalmente a las diez consejeras. Ellas se
sentaban en una plataforma elevada en la habitación totalmente blanca donde
su opinión sería libre. Sus compañeros estaban en pié detrás de ellas, las
miradas bajaron. Anímense señoras. ¡El espectáculo está a punto de empezar!
Mica avanzó, atestiguando la aceptación de Nyssa de sus Conexiones de
Compañero y a la realidad de que ella era la verdadera compañera de vida
para Tar.
Tar giró para darle sus votos. Con unos pocos cambios sutiles, podrían
haber sido hermosos; los suyos apestaban.
—Yo, Tar, te tomo, Nyssa, como mi Compañero de Vida. Yo te tengo en
mi posesión. Prometo entregar mi vida por ti. Siempre tendrás mi protección.
Mi fidelidad. Llegarás a ser la nave que sostiene mi espíritu, mi esencia, y, por
siempre y eternamente, mi cuerpo. Tomo bajo mi refugio todo es tuyo. Tu vida
se hace mía, tu placer dentro de mi reflejo. Estás atada a mí con Conexiones
de Compañero por toda eternidad y siempre bajo mi tutela. —Tar apretó mano
de Nyssa para incitar su voto.
—Yo, Nyssa, te reconozco, Tar, como mi Compañero de Vida. Llevo su
voto dentro de mí, permaneciendo fiel y obediente a tus necesidades y
deseos. Mi vida está comprometida a tu cuidado, mi placer es un reflejo del
tuyo propio. Estoy atado a ti con Conexiones de Compañero por toda la
eternidad y siempre bajo su tutela. —Nyssa luchó por mantener el sarcasmo
de sus palabras.
Mica los bendijo. Nyssa estaba distraída y no oyó ni una palabra de lo
que él dijo mientras esperaba con aprensión a que Tar la condujese a la Cama
de Reclamación.
Este era el momento
Aturdida, permitió ser movida a las almohadas por los pensamientos de
Tar. Cuando fue bajada suavemente, esperó tensamente a que comenzara.
Ella esperaba un repentino orgasmo que la hiciera chillar. Sabía que él podría

94
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

hacerlo. Pero lo que tuvo fue un placer lento e insidioso. Un flotante


sentimiento de calor y caricias de satén arrollando sobre ella, dentro de ella.
Maldito. Solamente termina con ello.
Nyssa sentía la emoción de Tar en su mente. Había evidentemente
algún espectáculo de aptitud requerido. Una masculina gilipollez de cosas
viriles para mostrar los otros que él era más hábil que cualquiera aquí.
¡Mierda! ¡Pagarás por esto, Tar!
Tar sintió la ira de Nyssa sobre su alarde y su promesa de venganza. Se
encogió de hombros mentalmente. El gozaría de su merecida venganza en
privado, después de la ceremonia. No había nada que ella pudiera hacer
acerca de ello ahora.
Bloqueando su ira y forzando toda su atención a las conexiones, Tar se
concentró en aumentando el pulsante calor, ocasionando que diese vueltas en
espiral lentamente fuera de control dentro de cada elemento de su ser. Nyssa
no podía haberse dado cuenta de que al pronunciar los votos se había
vinculado a él tan completamente que su excitación ahora se había ampliado.
Ella no tendría más elección, solo doblegarse a cada uno de sus deseos.
Nyssa era incapaz de encontrar incluso una cantidad minúscula de
juicio. Su cuerpo traidor se abrió con avidez a las conexiones. Violentas
pulsaciones y una bochornosa humedad irradiaron de su centro. Ella se
retorció en las almohadas, sin importarle la audiencia, buscando
frenéticamente la liberación. Tenía calor, un fuego sedoso y necesitaba
abrasarse desesperadamente. Las manos mentales de Tar estaban por todas
partes, inundando su mente y sellando su impronta en su alma. El mundo se
estrechó a un puro sentimiento; no había manera de pensar, sólo de sentir.
Húmedas lenguas lamieron juguetonamente sobre su cuerpo, resueltas
a la lenta exploración íntima al hallazgo de cada secreta terminación
nerviosa. La necesidad de Tar la inundó. La lava caliente se vertió en su
cuerpo donde su sangre había estado momentos antes. Ella podría sentirse su
dolor punzante por las conexiones, y el placer total que él tomó al ver su
cuerpo ampliamente extendido y balanceándose bajo su dirección

95
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Las caderas empujaban frenéticamente, esforzándose por más.


Pequeñas ondas de placer empezaron profundamente dentro de ella y se
extendieron desenfrenadamente, no permitiéndole anclarse a la cordura. Tar
la barría a un mundo de sensualidad distinto de cualquier que ella hubiese
experimentado jamás o se hubiese imaginado. Y él estaba en pie al otro lado
de la habitación de ella.
Nyssa luchó como una loca por un refugio seguro en la tempestad de
sensación tan estremecedoras que no podría alcanzar su sobre ello. No había
ninguno. Sólo había la sensación del miembro de Tar azotando en ella. Más
duro. Más rápido. Una tormenta de fuego de llamas golpeando en su conexión
y volviendo atrás otra vez, más alto y más alto, apresurándose por su
organismo y estallando en mil pedazos que llovieron hacia abajo sobre su
cuerpo destrozado.

96
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Capítulo 18

Los diez consejeros se levantaron y empezaron a irse. Nyssa sabía que


era importante, pero intentaba decidir por qué se preocupaba. Estaba
fatigada, sin fuerza y exhausta por la manera de amar de Tar.
Ah, Dios. No. Se esforzó para levantarse. Parada, grito — ¡Esperen!
Tar dio unos pocos pasos para alcanzar a Nyssa y tomar su mano. —
Todo está bien, gatita, esta hecho.
— Esto no ha terminado hasta que la gorda cante — refunfuñó
Tar fue arrojado sobre su espalda. Totalmente desnudo. — Nyssa, te
prohíbo…— una mano invisible tapó su boca. Sus ojos la miraron ardiendo
furiosamente.
Mirando rápidamente a los consejeros, a sus parejas y a Mica, Nyssa se
aseguró de tener su atención. Ah, si. Ellos eran todos ojos y oídos. Se movió
para concentrarse en Tar — Mi enlace contigo Tar. No es obediencia ciega sino
placer mutuo, trabajando por una relación igual. ¿Recuerdas la promesa que
me hiciste? A cambio, yo prometí mantener mi habilidad para controlar el
enlace en secreto. Pero te oí explicándole a Mica como esto era una broma;
una estrategia para mantenerme en mi lugar hasta que pudieras
domesticarme. Bueno, Tar, la broma es para ti.
Sin otra palabra, enfocó todo su ser en hacer que Tar estallara en
llamas. Si era lenta, su energía no se mantendría firme y no habría
definitivamente tiempo para delicadezas. Estaba muy cansada para hacer una
valiente declaración con el enlace, duro y rápido era todo lo que podría
manejar. Alimento los remanentes de su propio orgasmo directamente por el
enlace y simultáneamente amplifico la pulsante y palpitante secuencia. Nyssa
trabajo en la visualización del enlace mientras desaparecía en el alma de Tar,
por las aperturas en su cuerpo.

97
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Gimiendo fuertemente, Tar empezó a bombear sus caderas. La


instantánea pulsante necesidad, inflamo sus sentidos a un peligroso nivel y el
deseo se enredó y desenredó sin cesar en sus entrañas. Su pene estaba duro
como el granito, aperlado con gotas de líquido. Se estiró hacia delante,
salvajemente y desesperado por su toque. Su cara estaba enrojecida, sus ojos
a medio abrir. Existía únicamente para apaciguar el ansia constante centrada
entre sus muslos.
En su mente, en su cuerpo, podía sentir a Nyssa. Se sintió a si mismo
empujar su vibrante y palpitante pene contra su caliente y húmeda entrada.
Entraba y salía, incesante placer recorría sus venas. Ella estaba tan apretada
y caliente. Se estremecía de placer cada vez que su cuerpo tomaba más de él.
Arremetía más profundo, al levantar los brazos para abrazarla, se dio cuenta
que estaba solo.
En ese momento, no le importo. Las sensaciones eran demasiados
agudas para preocuparse con o incluso ser conciente de su entorno. Tar
empezó a moverse de nuevo. Empujando con largos y fuertes golpes,
empujaba más profundo, fusionando su cuerpo con la fantasía que Nyssa
había formado con los enlaces. Tar incrementó la fricción a paso furioso,
implacable en su búsqueda de satisfacción. Sintió el calor quemante, el
apretar de sus músculos alrededor de él, apretada y caliente, sujetando y
ordeñando hasta que estuvo volando, disparando locamente sobre el borde.
*****
Una vez que Nyssa se dio cuenta de su entorno y escuchó los murmullos
y la ira creciente. Tar estaba relajado e inconsciente. Nadie la miraba; estaban
demasiado ocupados gritando sobre lo que acababan de ver y discutían entre
ellos. Lentamente y silenciosamente escapó por la puerta.

98
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Capítulo 19

Nyssa tropezó y casi cayó sobre sus rodillas. Estaba agotada, blanda
como un fideo pasado por agua caliente. Afortunadamente, Tala la estaba
esperando junto a la puerta del vestíbulo Claiming. Se agarró de su brazo,
tirando, forzándola a ir a la habitación más cercana, ella eficientemente la
despojó el injurioso traje a Nyssa, luego la introdujo en un conjunto negro
masculino de última moda. La parte delantera era ajustada y, si alguien
miraba atentamente, se maravillaría por el abultamiento que formaba su
pecho. Pero Tala también había traído una capa aunque ésta de menor
calidad, para colocarla a su alrededor, y una gorra de punto que se ajustaba,
para así esconder el revoltijo de sus rizos rojos. Espolvoreó alguna clase de
polvo sobre Nyssa para embotar el brillo y el rubor obviamente del sexo
femenino que tenía su cara. ¡Luego ya se pudieron ir!
Minons1 después, habían dejado el lugar rápidamente. Caminaron hasta
un pequeño cid2 — éste con techo y ventanas — Tala hizo que Nyssa se
recostara contra la esquina del asiento, apoyando su cabeza sobre una
almohada y le pasó lo que era equivalente en Zylan al pan y queso, al mismo
tiempo que una pequeña botella de agua. La nave voladora se dirigió al lugar
de aterrizaje y salió disparada en la noche.
—Asumo que todo, bueno ¿que todo ha ido bueno… como fue planeado?
— preguntó Tala.
—Exactamente como lo planeado—susurró Nyssa.
Estaba demasiado cansada para decir algo más aparte de eso. Comió el
pan y el queso, bebió el agua y luego masculló algo como que necesitaba
unos minutos de descanso.
*****

1
Minutos en idioma Zylan.
2
Transporte aéreo característico de para este Planeta.

99
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Aparentemente días más tarde, aunque en realidad solamente eran


aproximadamente nueve horas, Nyssa abrió sus ojos ante la intensa luz del
sol. Las aves piaban –una la verdad, no podía decir que lo que hacían era
cantar—. Ella se encontraba recostada en el centro del asiento del cid y la
ventana abierta dejaba pasar una suave brisa matutina. Nyssa echó un vistazo
alrededor, buscando a Tala.
—Estoy aquí, dormilona—canturreó Tala.
—Odio a las personas que están alegres por las mañanas—gruñó Nyssa.
Tala la sonrió abiertamente.
—Hay una de tus coca—colas Light en la nevera. Me olvidé traer alguno
de esos cigarrillos que algunas veces te apetecen.
Nyssa se encogió de hombros.
—No pienso mucho en los cigarrillos. Pero te bendigo por acordarte de la
coca—cola Light. Necesito la cafeína. ¿Dónde estamos? O, supongo, más bien,
¿qué cerca del punto de encuentro?.
—Muy cerca en realidad. Hicimos un buen trecho anoche. Como nada
me entretuvo salvo los ronquidos que enviabas desde tu esquina, pude
acelerar y hemos avanzado bastante. Estamos en un pequeño claro rodeado
por los árboles. Me las arreglé para controlar el cid y ponerlo bajo este verde
dosel con el propósito de protegernos desde arriba. Tienes que asegurarte de
estar oculta en todo momento. Necesito descansar. Éste es tu reloj.
Habiendo dicho esto, Tala trepó dentro del cid y se acurrucó en el
asiento que Nyssa acababa de desocupar. Bostezó una vez, se arrebujó bajo
su capa e inmediatamente se quedo dormida.
Nyssa sacudió su cabeza.—Ahora veremos quién es la que ronca—.
Echando un vistazo hacia todos los lados, trató de relajarse. Había sabia de la
flora y la fauna que le habían enseñado tanto Tar como Tala. La mayoría — o
gran parte – de las plantas y animales eran inofensivos. Pero había algunas
bestias que no eran para nada inofensivas. Incluyendo uno que se parecía al
león de la tierra —un Leonar, así lo había llamando Tar. ¡Era grande, salvaje y
tenía predilección por los seres humanos! También había varias plantas de las

100
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

que era importante mantenerse alejado. Algunas de esas plantas tenían la


habilidad de tirar dardos de veneno si uno estaba demasiado cerca. No, no
estaba planeando darse una vuelta para explorar. Sería sumamente feliz el
acomodar su trasero en un tronco convenientemente cerca del cid, disfrutaría
de su coca—cola Light y disfrutaría de esta libertad que se había ganado a
duras penas. Y esperaría a que Tala tomara su siesta. Tranquilamente.

*****

— ¡Tranquilamente seré estupida! ¡Necesito matar algo!—se quejó


Nyssa. ¿Qué clase película era todo esto? Lo que la condujo a otro
pensamiento, ¿qué clase de películas habría en Zylar? No había escuchado o
visto ninguna de estas por aquí. Tendría que recordar el preguntar a Tala
cuándo esta se decidiera despertar. Estaba preocupada e irritable con el “con
el mandamás numero 1” , sintiéndose sola. Suspirando fuertemente, se
preguntaba si las cosas con Tar estaban verdaderamente tan mal. Tal vez era
sólo un poco susceptible sobre su independencia. Ella no estaba segura de
que él no …
—¡Para ya, Nyssa!—Esta orden vino desde el asiento delantero del cid.
—¿Parar qué?—Gruñó.
—Deja de permitir que tu enlace te enloquezca. Por las lunas de Zylar,
aun no ha pasado ni un non3. Los enlaces son vías para los arrechuchos y
hacer las paces. Te volverán loca si pasas demasiado tiempo sin estar cerca
de Tar. Es una medida preventiva de Zylan para evitar el enfado con tu
compañero y la separación, es una forma de continuación de la especie. Pero
tú debes poder controlar este deseo al menos dos nons hasta que tengamos la
ayuda de la suma sacerdotisa para controlar ese deseo.
Nyssa miró furiosa a Tala, horrorizada.
—¡Este sentimiento que tengo de Tar es verdadero y viene de los
enlaces!—No era una pregunta.
3
Día en el planeta Zylan.

101
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

—Sí. Y sin la ayuda que la sacerdotisa de Selven este dispuesta a dar, tú


te convencerías de que te has equivocado y te arrastrarías impotente de
vuelta hasta Tar. El deseo de su toque sería insoportable; te sentirías como si
te adentraras en un agujero negro.
—¡Ya es suficientemente! ¡ Lo he pillado!
—Lo único positivo de todo esto, es que Tar está experimentando lo
mismo. Solamente que él piensa que es un error. Él es un hombre, así son las
cosas en Zylar, tendrá un poco más de resistencia contra este deseo. En estos
lares es la mujer la que generalmente postula.
—Esto es por su culpa. Espero que se retuerza con la culpa durante
mucho tiempo.—Nyssa sonrío ante la idea. Estaba cansada de ser la única
manipulada. Era definitivamente el turno de Tar, para variar.— ¿Vamos a
esperar a que oscurezca para partir?—Preguntó.
—No creo que tengamos que preocuparnos por eso. Pareceremos como
cualquier viajero hombre, mientras nuestro pelo este cubierto. No verán nada
anormal. Sólo dame un non para estirar mis piernas y tomar un bocado rápido
para matar el gusanillo.
Tala se puso en acción con estas palabras, saliendo para estirar las
piernas. Tomó algunas de las provisiones que había traído consigo y luego las
dos se acomodaron en la parte trasera del vehículo para continuar el viaje.
Tala no hizo caso de la llamada psíquica que sintió cuando trataban de
ubicarla. Sería en Nyssa en la que ellos se estarían concentrando.

*****

Tar se detuvo. Se había estado esforzando por encontrar algo a través


de sus enlaces, que lo condujeran hasta Nyssa, algún resto pequeño de
pensamiento o alguna emoción —algo que se canalizara a través de los
enlaces y que le diera una idea de donde ella y Tala habían ido. Tenía una
vaga sensación; podía sentir su … pero …Nada. Ni una hebra lo
suficientemente fuerte para seguirla.—Estaba asqueado y nervioso. Los

102
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

enlaces ya estaban empezando a reprenderlo. Lo castigarían con una


conciencia enconosa y se le agudizaría la sensibilidad en la piel. Él estaría
hiper—perceptivo y en un estado de excitación parcial hasta que encontrara a
Nyssa. Ansiando cada nuevo toque, cada pensamiento. Hambriento.
Mica le sonrío.
—Hacia el mar lejano.
Tar frunció el ceño.
—¿Cómo lo sabe tú? ¿Puedes rastrear a Nyssa a través de mi enlace?
¿Puedes hacer eso?
Mica resopló.
—Por supuesto que no puedo hacer eso. Estoy siguiendo a mi
compañera de vida.
—Mica, entonces tú no puedes saber eso…¿Tala?.
Tar estaba asombrado.
—Sí. Tala. No nos hemos unido evidentemente, pero he sido consciente
de ella como mi compañera durante algún tiempo. He estado tratando de
doblegarla para que me acepte poco a poco.
— ¿Le has dicho que tú eres su compañero de vida?—Tar todavía estaba
tratando de imaginarse a su hermana y el sumo sacerdote como compañeros
de vida.
—No. Se habría resistido aún más si supiera que su lugar era a mi lado.
Mica suspiró. Ella estaba considerando la idea de recluirse en el
santuario para escaparse de quien fuera su compañero. Y uno de estos
santuarios estaba cerca del mar lejano. Hmmm.

103
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Capítulo 20

Nyssa suspiró fuerte con el alivio cuando ella y Tala se acercaron al


lugar de reunión.
— ¿Cansada? — Preguntó Tala.
—No, no realmente cansada. Estresada, nerviosa, cansado de luchar
contra el tirón de los eslabones. Estoy deseando que la Alta Sacerdotisa me
ayude a controlar los deseos que tengo de someterme al poder de Tar.
Nyssa se rió tontamente. Ella realmente no pensaba someterse al poder
de Tar. ¡Es mucho más duro, oh por Dios, olvídalo! Ella sólo tenía hambre de
su toque.
Tala echó un vistazo rápidamente a su acompañante. Estaba
empeorando. Ella podía notar que Nyssa estaba bajo la tensión del tamaño de
un edificio. Solo tener una conversación normal había estado más allá de sus
fuerzas en los últimos nilts del viaje. Tala había tenido que luchar con el
control del cid una vez que Nyssa quedara inconsciente intentando girar el
vehículo. ¡Agradecía a las lunas el que ellas estuvieran aquí!
Cuando ellas se dispusieron a bajar de la nave, una mujer alta y
escultural, se deslizó hacia ellas. Pareció ser eternamente joven. El pelo gris
fluía bajo una piel tensa, sus ojos brillaban como el ébano con hilos de plata.
Ella no era exactamente hermosa, pero parecía asombrosa. Sí,
definitivamente impresionable.
—Bienvenido, Tala y Nyssa al lugar de reunión, la Alta Sacerdotisa de
Selven, les saluda y les abre su santuario.
La voz de la Sacerdotisa fluyó sobre Nyssa. Parecía dulcemente
excitante y calmada alejándola del impulso de volver corriendo con Tar. —
Gracias a Dios—, gritó ella.
— Bueno, será gracias a la Diosa de todos modos. —respondió la
Sacerdotisa sonriendo. —Vengan. Déjenme ubicarlas. He preparado una

104
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

bebida especial para usted, Nyssa y he aumentado los escudos contra el


sondeo de Tar alrededor de este asilo. Estará a salvo y en la paz con
nosotras.
Y, gradualmente así fue. El tirón de los eslabones que le provocaba
inquietud comenzó a relajarse. El efecto en Nyssa la hacía ver todo como un
leve vértigo, sin emoción verdadera. Ella se sentía como flotara ligeramente y
un poco entumecida.
El Selven era simple pero elegante. El bajo edificio bajo había sido
construido sobre una serie de túneles con cuartos amplios, cómodos y con
muchas puertas cerradas. Uno de los túneles conducía a una caliente poza de
agua que echaba vapor. Aquí Tala y Nyssa pasaron muchas horas tranquilas
durante los siguientes bi—no, paseando a la deriva. Ellas solo querían algún
masaje experto, dado por una de las muchas asistentes de la Diosa. Comieron,
bebieron las pociones que les daban y flotaban.
Pocas veces veían a la Alta Sacerdotisa. Era un poco extraño que nadie
la llamara por su nombre. NI siquiera sabían si lo tenía. Sólo era la Alta
Sacerdotisa. Después de que ella las había saludado, les había hecho varias
preguntas sobre la Ceremonia de Reclamación, tomando un placer especial de
los detalles íntimos en la narración involuntaria de Nyssa. Ella todavía no
estaba segura por qué había sido tan abierta sobre lo que había pasado
cuando sólo había pensado brindar una amplia descripción. Ah bien.

****
Había dolor. Llegaba como las olas del mar, golpeaban sobre él,
retirándose y luego volviendo hacia atrás. Lo sometía. Flotaba en él. La agonía
siguió, creciendo y creciendo despiadadamente. El tiempo perdió todo
significado para él. Su mundo se hizo estrecho, enfocándose en el ansia y el
hambre. Su mente constantemente buscaba los eslabones. Para el primer bi—
non, encontró un sentimiento vago, que ella estaba allí; ahora, ya no había
nada. A veces él tenía que luchar para recordarla, que ella era suya. Pero
siempre estaba la tortura de los eslabones. Ellos resonaban bruscamente,

105
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

creando en él distancias y burlándose. El hambre implacable creció hasta que


amenazó con hacerse su mundo entero. Tar se quemaba en él.

*****
Sobre su tercer bi—non en el lugar de reunión, Tala se despertó
sintiéndose mareada. No pudo comer el alimento proporcionado y en vez de
beber la poción ofrecida, la vertió en el desagüe cercano. No estuvo segura
por qué lo hizo, pero no lo rechazó. Su cuerpo parecía moverse como si
estuviera siendo dirigido por otra. ¿Ahora, dónde vino este pensamiento? A
mediados del bi—non, ella se sintió mejor y fue feliz a buscar a Nyssa. Sin la
influencia de las hierbas, ella vio la vidriosa mirada de su amiga, y cuán
profundamente drogada estaba. Ella ni siquiera intentaba hablar, sólo vagaba
por dónde le decían. Con sus habilidades de curación limitadas, Tala sintió que
eso era demasiado. Ella sabía que como se había sentido de agitada e
incómoda. Algo no estaba correcto, pero no podía entender que cosa era. Una
cosa si sabía, no bebería más pociones y se preguntaba cómo podría hacer
para conseguir que Nyssa hiciera lo mismo. Tenía la noción de que debería
estar despierta. Uno de sus talentos era un sentido latente para detectar
problemas próximos. No muchas veces ella había sentido las advertencias
pero cada vez que lo hacía, algo había pasado — y no había sido bueno. Esta
vez la advertencia era insistente.

*****
Mica juró. Este viaje debería haber tomado sólo un bi—non. Ya habían
pasado cerca de cinco y ellos todavía estaban a un bi—non de distancia del
lugar reunión. Sabía por la sombra de los eslabone que en alguna parte del
bi—non que Tala y Nyssa estaban en el Selven. Y… algo estaba mal. Él había
estado sintiendo a Tala por una niebla profunda y no en una conexión clara
como normalmente lo hacía cuando tocaba su mente. Sus pensamientos eran
dispersos. Soñolientos. Drogados. Aquel sentimiento, más que nada, lo tenía
creyendo que estaba en el camino correcto. Sólo la Alta Sacerdotisa tendría

106
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

fuerzas para bloquear su cercanía con Tala. Él había enviado a Tala un impulso
de rechazar cualquier pociones que le fuera dada, pero no había modo de
saber si había tenido éxito.
Mica trabajó mucho para encontrar un modo de traer a Tar y Nyssa más
cerca dónde podrían reunirse. Pero algo o alguien trabajaban con mucha
fuerza para hacerlo más lento. Hasta ahora ellos habían tenido un fracaso
sistemático, sin la capacidad de fijar o sustituir el cid que habían estado
usando y les habían obligado a seguir a pie. Luego, un grupo de ladrones
vagabundos los había atacado anoche. Les habían obligado a descansar varios
nilts para curar las pequeñas heridas que habían recibido durante la lucha.
Sobre la cima de todo lo demás, Tar se había hecho casi incoherente y
enloquecido al perder la conexión con Nyssa. Él estaba afiebrado, se movía
despacio y con mucho dolor por el tirón de eslabón. Mica tuvo que usar una
poción suave para sedarlo lo suficiente como para mantenerlo con él. NO
estaba seguro de cuanto más podría Tar seguir moviéndose.
— ¿Cuánto más lejos? —Tar raspó. Cada aliento, cada pensamiento
coherente era una lucha. Requerían de toda su concentración poner un pie
delante del otro. Su mente y su cuerpo buscaban siempre; Estaba
desesperado por sentir el vínculo con su compañera y frenético por
enterrarse profundamente dentro de ella. Él sabía que había perdido parte de
su alma. Agonizaba. Él estaba tan enfocado en su hambre por ella que todo lo
demás no significaba nada. Pareció no tener ninguna esperanza. Ninguna paz.
Sólo el oscuro torcer de los eslabones existía para él. El tiempo dejó de ser
importante y de tener significado en su mundo limitado. Ella estaba fuera del
alcance de su mente, lejos del tirón de su eslabón, aún cuando casi podría
tocarla.
La voz de Mica lo retiró despacio hacia atrás. — No por mucho tiempo,
Tar, no está lejos. Sostente pensando en Nyssa, tu compañera de vida, en su
mente. Debemos transformarnos. Debes usar tu fuerza para cambiar a un
Peela. Es el único modo en el que las alcanzaremos a tiempo y conseguir
algún alivio. Un Peela, Tar. Debes cambiar. Ellos vuelan más rápido que

107
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

cualquier otro y seremos capaces de rechazar cualquier tentativa de tomarnos


del aire. Te ayudaré enfocarte—. Con esto, Mica se movió para ayudar a
dirigir la mente de Tar en la dirección que tenia que ir. Mica no podía
cambiarlo; él sólo podría asistir en el proceso.
Dos criaturas volaron de un pequeño claro. Nyssa se habría asombrado.
Parecería como si los dragones de los cuentos de hadas de la Tierra habían
cobrado vida. Un Peela era negro y el otro era de cibelina coloreada; cada uno
era del tamaño de un pequeño avión. La cara del negro estaba retorcida en un
dolor atormentador.

*****

—Buenas tardes, señoras—. La Alta Sacerdotisa entró suntuosamente


en sus cámaras. — ¿Y cómo están ambas en esta temprana mañana?
Tala miró como Nyssa apenas registraba a la Sacerdotisa que se les
unió. Estaba en una profunda niebla que no podía ser buena para ella. Nyssa
parecía lo que ella llamaría un zombi, un muerto que anda. Tala giró para
hacerle unas preguntas a su posadera y encontró fijamente, en el choque,
con la malvada mirada de alegría en la cara de la Alta Sacerdotisa. — ¿Qué? —
Ella comenzó.
—Ah, Tala. Veo que no has estado tomando tu poción. Bien, eso no
importa. A tiempo para el próximo movimiento de mi plan.
— ¿Qué plan? ¿De qué hablas? —Tala preguntó. Reforzándose, ella supo
que no había pensando en esto.
—Bueno… realmente tengo que agradecerte por ello, Tala—, sonrió
con afectación la Sacerdotisa. No habría conocido de los talentos de Nyssa,
desde luego, pero cuando me los contaste tan amablemente, comprendí
entonces, que esa ayuda encajaría perfectamente en mi plan. ¡No! No te
molestes en interrumpir con preguntas estaré muy feliz de allanártelas—. La
Alta Sacerdotisa ahora parecía moverse con toda la gracia de una serpiente.
Ella se deslizó hacia una silla grande y adornada en un costado del cuarto y

108
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

se instaló como para una charla larga. Tala se congeló ante las palabras que
salieron de su boca.

109
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Capítulo 21

—Soy una descendiente directa de los reyes originales de Zylar.


Durante varios cientos de ciclos de vida, la línea directa de descendientes
estuvo rota porque el rey era incapaz de producir un heredero masculino.
Había hembras, pero, desde luego, las hembras de Zylar no heredan. Por lo
tanto, la regencia del planeta pasó a un hermano más joven. Imagino que era
algún pariente tuyo y de tu hermano. Tú y yo somos primas lejanas, Tala—.
Hizo una pausa para tomar aliento y tomó un sorbo de vino que Tala no había
visto aparecer por su codo. Lamentablemente, ella continuó.
—Yo siempre supe que quería gobernar. En mi familia, yo era la única
niña. La inhabilidad de mis padres para concebir un descendiente masculino
me condenó a una vida de palizas diarias. Yo a menudo era privada de
comida, encerrada durante días en un pequeño armario. Durante ese tiempo
tuve una visión, y como las tenía a menudo, supe que era verdadera. La visión
pronosticada que yo reuniría mis poderes, los ampliaría y aprendería todo lo
que podría. Buscaría el santuario en el Selven y, eventualmente, yo los
gobernaría como Alta Sacerdotisa. Ocultaría mi verdadero objetivo entre los
ritos y rituales de la Diosa, siempre a la espera, siempre lista hasta que
pudiera alcanzar el trono de Zylar. Y ahora, que el bi—non finalmente ha
llegado...— ella se dio la vuelta para fulminar con la mirada a Tala con
enfebrecidos y brillantes ojos.
¡Ah, Diosa! Ella está loca, completamente loca.
—No lo entiendo. ¿Cómo que ha llegado la hora? Mi hermano es todavía
el rey de Zylar y somos todavía una sociedad muy dominada por el hombre—.
Mientras las palabras abandonaban su boca, ella ya sabía la respuesta. Oh,
¿qué había hecho?
La Alta Sacerdotisa se rió. Era un sonido hueco, feo, una risa que sería
oída cuando los otros estuvieran sufriendo.

110
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

—A ver, Tala, no te hagas la tonta. Sí, todavía dominan los hombres en


Zylar. Pero Nyssa ha sembrado las semillas de descontento con su
comportamiento en la Ceremonia de Reclamación. Esto ya ha causado la lucha
y ha dividido facciones. Si Tar fuera capaz, él calmaría todo y haría algunas
concesiones, diplomáticamente comenzando con llevar a Zylar a lo largo del
trayecto a una sociedad más liberada. Pero la compañera de eslabón de Tar
está desaparecida y él está consumido por la pérdida de la conexión
necesaria. He protegido a Nyssa aquí durante cuatro bi—nons, más el bi—non
del viaje. Ella ha sido drogada y he protegido el trayecto a sus eslabones con
cuidado. Tar está volviéndose irracional sin añadirle la transmisión de la
desesperación de Nyssa que vuelve a él —ella se rió en silencio, haciendo una
pausa para regodearse.
—Si su eslabón se abre, Tar la encontrará—. Tala podría haberse
arrancado la lengua por advertirla.
—¿Crees que no lo he planeado todo? Envié una banda de ladrones
directamente después de que te pusieras en contacto conmigo preguntando
por el santuario. Ellos estaban en el reino aproximadamente al mismo tiempo
en que tu y tu amiga lo abandonaron—. La Alta Sacerdotisa se regodeó. —
Incluso si Tar realmente de algún modo rastreó sus primeros movimientos,
una vez que ella estuvo aquí, ella fue escondida. Y mis ladrones lo perseguirán
a cada paso. Reduciendo su marcha, acechándolo, haciéndole daño a cada
oportunidad que tengan.
Él no está solo. Mica está con él. De algún modo ella lo sabía. Enterró
sus pensamientos profundamente en su mente mientras la loca mujer
continuaba.
—Imagínate que pasará cuando la droga que Nyssa ha estado tomando
pase invertida. Ella será lanzada totalmente a la separación. Ella no habrá
construido ninguna defensa y para cuando aumente las sensaciones, se
inundará de angustia, cada pensamiento de despertar e inspirar aliento será
una pura tortura. Entonces ella instintivamente hundirá el eslabón y esto
amplificará el agudo tormento de Tar y él completará el ciclo. Esto se

111
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

convertirá en un círculo vicioso, mientras, su angustia se trasferirá a Nyssa.


Así, ellos garantizarán sus atroces muertes. Si no mueren inmediatamente, se
convertirán en animalistas que tendrán que ser refrenados. Encadenados en
algún sitio, dejándose llevar por la locura y matándose ellos mismos poco a
poco. Y, con mi poder y la capacidad de manipular lo que quiero, seré la
primera reina femenina de Zylar.
Tala estaba furiosa. Se levantó de un salto, lista para arremeter contra
la Alta Sacerdotisa y se encontró con que el mundo giraba alrededor suyo,
negro y vacío. Cuando dejó de girar, ella abrió los ojos y un frío y silencioso
miedo se alojó en su corazón, estaba encadenada a una fría y húmeda pared,
en un cuarto sin ventanas que obviamente estaba localizado en los túneles del
subsuelo. Frente a ella, Nyssa también estaba encadenada. La Alta
Sacerdotisa se alejaba de Nyssa con una taza vacía, obviamente había estado
obligándola a tomar otra poción herbaria.
—¡Ya está! —Ella sonrió abiertamente con satisfacción—. En un nilt—or,
una hora en la Tierra de Niza, las hierbas sedantes desaparecerán
completamente de su sistema. Ella comenzará la siguiente fase de mi plan. —
Dicho esto, ella desapareció, desvaneciéndose en una bruma de humo.
Después de luchar, mental y físicamente, contra sus cadenas, Tala
seguía colgada contra la húmeda pared. Varios minons pasaron mientras ella
se reprendía. Era su culpa. Si ella no hubiera querido más para ella, para todas
las mujeres de Zylar, nunca se habría puesto en contacto con la Alta
Sacerdotisa. Recordando, Tala comprendió que era la Alta Sacerdotisa quien
primero se había puesto en contacto con ella varios ciclos de vida atrás.
Incluso entonces ella debía estar preparando su plan preliminar para esto, con
la esperanza de utilizar a Tala en el futuro para su propio sórdido plan.
¿Cuánta de su tristeza era propia, y cuanta había sido inducida por asa mujer
loca? Su depresión y angustia le impidieron "oír" como Mica intentaba una y
otra vez dirigirse a ella.
De repente, una muy impaciente y frustrada voz masculina sonó en su
mente.

112
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

—Tala, detente. ¡Debes oírme!.


Confusa, Tala abrió sus ojos.
—¿Mica?. Oh, Mica ¿dónde estás?. Necesitamos tu ayuda —gritó Tala—.
¿Y por qué hablamos telepáticamente?. ¿Nunca antes hemos sido capaces de
hacer algo así?.
—Sé que necesitas ayuda, Tala. Nosotros siempre éramos capaces de
comunicarnos solamente cuando no lo intentábamos. Desde que te
marchaste, me has bloqueado. Finalmente fui capaz de encontrar un pequeño
hilo y seguir tus pensamientos. Me enteré de la mayor parte de lo que dijo la
Sacerdotisa y lo que ha planeado. Esperemos que, para cuando la poción
sedante se elimine, Tar y yo estemos allí contigo.
—¿Estás sólo a un nilt de distancia? —Tala estaba sorprendida. Pero
sintió la vacilación de Mica, antes de que su pregunta fuera expresada en su
mente.
—¿Un nilt? La poción debería tomar más tiempo antes de introducirse en
el sistema de Nyssa.
—Esa horrible mujer dio a Nyssa algún tipo de hierba reversible y dijo
que la otra desaparecería en menos de un nilt—. Tala sintió la frustración de
Mica. Ella sabía que él pensaba en la agonía y el daño posiblemente
irreversible que habían hecho a Tar y Nyssa. Ambos sabían sin decirlo, que
algo más y peor estaría por venir.
—Haré lo que pueda. Ella ha restringido mi capacidad de viajar con el
pensamiento al lugar de reunión con un escudo psíquico. Me es imposible
hacerte venir. Sólo puedo seguir intentándolo. Seguiré avanzando y, tal vez,
una vez que ella piense que sea imposible para Tar moverse, ella dejará caer
el escudo. Escucha, Tala, debes trabajar en la retención de Nyssa del abismo.
Devuélvela al conocimiento tan a menudo como puedas. Estaré pronto
contigo.
Tala sintió a Mica irse. No quiso reconocer cuanto lo echó de menos.
Tenía que descansar y reconstruir su energía. Sabía que la noche sería larga.
La pregunta era… ¿quiénes de ellos sobrevivirían?

113
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Capítulo 22

Mica intentó preparar a Tar tanto como fuera posible. No estaba seguro
hasta que punto Tar entendía todo lo que le había dicho durante su salvaje
escalada hacia el lugar de reunión. Él había dejado fuera la mayor parte del
loco razonamiento de la Suma Sacerdotisa y se concentró en lo que iba a
pasar cuando Nyssa inevitablemente recuperara el conocimiento. Llevar a Tar
más cerca de ella ayudaría un poco. Los enlaces sentirían que el otro estaba
cerca y relajarían un poco su tormento. El único comentario de Tar, después
de que Mica intentara ponerlo al corriente, fue para preguntar si su
compañera había sido dañada de cualquier modo. Luego pasó a ordenar a
Mica que lo abandonara si el escudo se caía. La principal prioridad era hacer
que Mica llegué a las mujeres inmediatamente, lo que dejaría a un Tar
severamente debilitado intentando viajar con el pensamiento. Si Mica
intentaba llevar a Tar con él, el empleo de energía telepática requerida para
transferirlos a ambos podría costarle la capacidad de luchar con la Suma
Sacerdotisa que los esperaba. Ambos sabían que terminaría en una batalla
mística. Incluso si Tar se reuniera inmediatamente con Nyssa, no sería de
ninguna ayuda hasta que pudiera reclamarla otra vez.
Transformarse a Peela, como lo habían hecho antes, o a Leonar como
habían estado viajando este bi—non, no funcionaría. Tar nunca había pasado
tanto tiempo en forma animal como lo había hecho durante los dos últimos y
agotadores bi—nons. En su actual estado, se hacía demasiado difícil para él
volver a la forma humana. Con los enlaces dirigiéndolo, se convertiría en el
animal y sería casi imposible para él volver a la forma humana. Estaba
poniendo todo de él para caminar y mantener su cordura.
Tar siguió avanzando, siguiendo a ciegas a Mica, un pie tembloroso
delante del otro. De repente, sintió un tirón agudo de los enlaces conectados
que lo desorientó y una sensación devastadora de dolor y abandono palpitó a

114
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

través de él. Su compañera perdida había provocado este tormento con su


vuelo. Profundamente dentro de él los enlaces se retorcieron e hirvieron, el
dolor lo hizo caer de rodillas y reforzó el mensaje de que su compañera
necesitaba que le enseñen una lección.
Nyssa estaba despierta. Él la podía sentir. Cuando terminara, Nyssa
sabría que él era el amo y que ella tenía que someterse a él.
*****
Nyssa se despertó sintiéndose como el infierno. Su corazón dolía.
Emociones, pena y pesar, presionaban y palpitaban por sus enlaces. Sintió a
Tar a través de esos enlaces y estaba segura de que él estaba muriendo.
¡Tenía que llegar a él! Nyssa gimió y lanzó su cuerpo hacia adelante,
completamente inconsciente de que estaba encadenada a una pared. Siguió
retorciéndose, tirando, y trabajando en sus ataduras hasta que sus brazos
chorreaban sangre. Gruñó y gimió de dolor.
El ruido despertó a Tala. Con un vistazo comprendió que Nyssa había
recuperado la conciencia y que la lucha por su vida y cordura había
comenzado. Tala comenzó a hablar, enviando sus propios pensamientos y
poderes sanadores hacia Nyssa. Intentó conseguir algún hilo para aferrarse.
Necesitaba darle algo para agarrarse. Nyssa tenía que entender que Tar
todavía estaba vivo y que se estaba acercando más con cada momento que
pasaba. Necesitaba saber que el permitir que su dolor creciente golpeara a
través de los enlaces sólo haría que vuelva en duplicado y empeoraría las
cosas, la agonía que ambos sentían simultáneamente, sólo se intensificaría.
Tala siguió luchando por su hermano y su compañera de la única manera que
podía: con palabras tranquilizantes y pensamientos sanadores.
Lágrimas caían de los ojos de Nyssa y se le hacía cada vez más difícil
respirar. Su piel era progresivamente más sensible y necesitaba el toque
reconfortante de Tar. La palpitación en su cabeza hizo imposible cualquier
pensamiento y los enlaces se sentían como si tuvieran vida propia. Se
deformaban, parecía como si estuvieran cambiando de forma, y se sentía
como si estuvieran envolviéndose alrededor de su corazón y alma. La

115
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

exprimían y, al mismo tiempo, parecían trabajar sobre su mente para


convencerla de que nada podría alejarla de su compañero. El dolor la golpeó
inesperadamente, golpeándola con tal fuerza que su cuerpo se retorció.
Intentó gritar, luchó para alejarse de él. La angustia física y mental no era
como nada que alguna vez haya experimentado. Se sentía como si alguien la
estuviera despojando de la primera capa de piel de su cuerpo, un pedazo a la
vez. La disciplina de los enlaces la quemaba de adentro hacia afuera y la
torturaba sin parar. El tiempo perdió todo significado. Un hecho era claro: ella
estaba sola. Tan sola. El único hilo que la mantenía cuerda era la voz de Tala.
*****
La agonía que le desgarraba las entrañas amplificó el estupor de Tar e
hizo que se tropezara y cayera al áspero suelo. Podía sentir a Mica intentado
hablar con él, pero su mente sólo podía concentrarse en una cosa: Nyssa
estaba sufriendo, y su reacción a su separación se alimentó a través de los
enlaces y lo golpeó como un golpe físico. El dolor de ella se sumaba a su
desesperación y sentido de fracaso. Él había fallado en mantenerla a salvo.
Podía ver breves destellos de ella en su mente; la vio encadenada, sufriendo y
luchando por su propia cordura. Pero no mostraba que ella no podía llegar él,
la única cosa en la que podía concentrarse era el hecho de que no estaba con
él.
El ciclo del enlace parecía ser infinito. Sin ninguna manera de llenar el
vacío oscuro dejado por su compañera, Tar luchó por alcanzar a Nyssa. Casi
podía agarrar un fragmento de la conexión de los enlaces. La llamó. Rogó.
Suplicó. Se encolerizó. ¿Dónde estaba ella? ¿Por qué permitía que continúe su
agonía cuándo todo lo qué se necesitaba era su presencia para aliviar la
sensación de aislamiento y la torción de los enlaces? ¿Qué había hecho que
era tan horrible que ahora se quemaba en los hoyos de su infierno?
La cólera lo encontró. Odio. En el lugar de Tar, el gobernante, creció un
monstruo irreflexivo e insensible. Donde antes había sido el hermano y el
amante, ahora era un animal peligroso. Sin pensamiento consciente, su mente
se volvió hacia la venganza y se alimento del dolor creciente. Doblaría el

116
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

sufrimiento y lo usaría para encontrarla. Una vez que la encontrara, nunca le


permitiría abandonarlo otra vez.
Concentrándose en el camino mental hacia Nyssa, Tar se enfocó en la
localización de ella. Débil e incapaz de seguir en forma humana, cambió otra
vez. El Leonar corrió hacia su confiada compañera.
*****
Nyssa compartía la mente atormentada y torturada de Tar. Tan
desvalida como estaba mientras aguantaba el dolor con él, intentó cerrarse.
Con un pequeño pedazo de su alma, oyó a Tala y la sintió tratar de
proporcionar una pequeña cantidad de esperanza. Nyssa sabía que Tar venía
por ella y que la culpaba del sufrimiento de ambos.
La Suma Sacerdotisa apareció en la pequeña celda de la prisión sin decir
nada. Vio como Nyssa tironeaba, retorciéndose dentro de las cadenas que la
ataban. Permaneció sólo un corto tiempo; aparentemente satisfecha de que
Nyssa estuviera desempeñando su papel en la difusión de su agonía a través
de los enlaces hacia Tar. Ignoró completamente a Tala.
Tala tenía que permanecer callada con la sacerdotisa en el cuarto. No
podía dejar que se descubriera que Mica y Tar estaban tan cerca.
La Suma Sacerdotisa se marchó, pero el sonido de su risa maníaca
perduró en el aire viciado.
*****
Mica siguió probando las fronteras del escudo mental que la Sacerdotisa
estaba usando. Ellos todavía tenían un nilt o más de viaje a pie y Mica estaba
muy preocupado. Sabía que Tar había vuelto a la forma de animal y que, como
tal, era mucho más peligroso para Nyssa. Cuando realmente la reclamara,
podría dañarla. Irreparablemente.
Tar, en el cuerpo del Leonar, se concentró en encontrar el camino a
través del enlace hacia su compañera. De esa manera evitaba el dolor. Si no
sentía el toque de ella pronto, perdería su voluntad de vivir. Ella estaba ahora
físicamente más cerca de él. Su fuerza crecía con cada nuevo toque a la
mente de ella. Ahora era capaz de disminuir satisfactoriamente el círculo de

117
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

necesidad que trabajaba contra ellos. En algún nivel inconsciente, sentía el


impulso de proteger a su compañera, comprendiendo que ella no sería capaz
de soportar mucho más de la vertiginosa locura.
El escudo cayó de improviso y Mica comprendió que ahora podría viajar
con el pensamiento. Echando un vistazo rápidamente a Tar, supo que no
tendría tiempo para hacerlo entender. Necesitaba llegar a Nyssa y ponerla a
dormir. Luego tenía que proteger a su propia compañera de enlaces antes de
enfrentar a la Suma Sacerdotisa. Mica se movió. Apareciendo delante de
Nyssa, inmediatamente la puso a dormir. Girando hacia Tala, Mica inspeccionó
a su compañera mientras sus ojos estaban cerrados. Ella siguió murmurando
palabras relajantes y enviando un empuje mental a Nyssa.
Mica susurró, —Tala.
Los ojos de Tala se abrieron de golpe.
—Mica. ¡Oh, gracias a las lunas de Zylar! ¿Dónde está Tar?
—Está en camino. No puede viajar con el pensamiento así que viaja en
forma de Leonar. Debería estar aquí pronto— Mientras Mica hablaba, rompió
las cadenas que sujetaban a Tala en la pared. Sosteniéndola cerca, usó
preciados momentos sólo para disfrutar tenerla en sus brazos. Mientras lo
hacía, trabajó en la curación de los raspones y contusiones en sus muñecas y
compartió con ella un poco de su fuerza psíquica. Luchó contra el impulso de
llamar los enlaces de su cuerpo fatigado y abusado. Ahora no es el momento.
— Por favor sostén a Nyssa mientras desprendo sus cadenas—le pidió Mica
mientras se alejaba de mala gana.
Tala suspiró. No quería que él la soltara. Era tan agradable ser abrazada
por él, aunque sólo fuera durante un corto tiempo.
Trabajaron juntos de manera eficiente; Tala con cuidado sosteniendo
derecha a una Nyssa dormida mientras Mica mentalmente rompía las cadenas
que la ataban. Luego, bajándola con cuidado en el piso, Mica la revisó. Con
cuidado, reparó las peores heridas con su curación mental. Tenía cortes
profundos donde las cadenas habían cavado en su piel. No podía permitirse

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

curarlos bien ahora, ya que necesitaría su fuerza para luchar con la Suma
Sacerdotisa.
—¿La Suma Sacerdotisa no sabrá que estás aquí?— preguntó Tala
preocupada.
—De momento, estoy escudándome, pero no tendré la fuerza por mucho
tiempo. Me gustaría alejarlas a ti y a Nyssa de esta celda antes de tener que
pelear con ella. No puedo movernos a los tres con mi mente porque
consumiría demasiada energía. ¿Sabes cómo salir de aquí? ¿Podemos
simplemente salir caminando?— Mica miró a Tala cuestionándola. Incluso
después de compartir un poco de su energía, todavía se veía agotada por la
terrible experiencia.
—Conozco la salida. Estamos en los túneles debajo del lugar de reunión.
Podemos subir por el edificio o salir por los túneles y subiendo detrás del
edificio llegar al bosque. Habrá menos posibilidades de cruzarnos con alguien
por los túneles. Hay una puerta cerrada al final, pero nunca la he visto
custodiada— Tala estaba contenta por haber tenido la sangre fría para
explorar un poco el primer bi—non en que habían llegado, antes de que las
hierbas hubieran debilitado cualquier deseo de moverse. Ella se puso de pie,
fue a la puerta de la celda y con cuidado probó la manija. No estaba cerrado.
Claramente el encadenarlas en alto tenía como propósito mantenerlas dentro.
Investigó mentalmente el área fuera de la puerta, verificando que nadie
estuviera cerca y luego hizo señas a Mica para que la siguiera.
Mica levantó a Nyssa del piso y la puso sobre su hombro. Llevándola de
esa manera le dejaría una mano libre para usar si se encontraran con alguien.

Capítulo 23

La salida era casi imposible; ellos dejaron los túneles por la entrada,
corriendo y no vieron ningún signo de la Sacerdotisa Priestess. Mica ordenó
que Tala se moviera de la boca del túnel ocultándose a través de un pequeño

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

claro en el bosque circundante. Él escogió un punto que tenía un acantilado


cubierto de rocas que se elevaban en su parte posterior, con una pequeña
proyección. Podría ser fácilmente defendido y verían a cualquier persona
acercarse a ellos. Él usó más de su energía psíquica para poner salvaguardas
en el lugar, sabiendo que no tendrían mucho tiempo. Estaba impaciente por ir
después con la Sacerdotisa Priestess, pero sabía que tendría que esperar a
Tar. La cosa más importante ahora mismo era reunir a los compañeros
divididos del eslabón Tar y Nyssa no serían capaces de ayudarlo con la
Sacerdotisa. Hasta que los vínculos fueran realizados y el agotamiento y la
tensión nerviosa de la separación fueran reparados, ninguno de ellos podría
ser empleado. Tala estaba completamente agotada. Pero Mica no habría
dejado de ayudarla porque no había manera de que él pusiera a su futura
compañera de vinculo en peligro.
— ¿ Ahora qué? — Tala susurró. Se sentó sobre la tierra dura, se apoyó
con su trasero contra la pared del acantilado y miró de manera inquisidora
encima de Mica.
— Ahora esperamos a Tar. El debe tener a Nyssa fuera del lugar
creciente y en el plano abierto le ayudará a olerla. Él nos encontrará pronto y
luego le ocultaré, iré después con la Sacerdotisa Priestess y luego tomare el
lugar de dirigente. — Mica echó un vistazo a la izquierda y miró
profundamente el bosque denso. Tar se acercaba.
— ¡No vas a ir con ella solo, Mica!
Mica se giró hacia Tala y, con la ceja levantada y una mirada fija glacial,
él habló como si fuera un niño o a alguien quien era sumamente atrasado, —
Tar no será de ninguna ayuda. No esta entrenado en los caminos de lucha
psíquica. Esto no será una batalla de armas, Tala, pero sí una batalla de las
mentes. Yo le veré la caja fuerte. No habrá ninguna remota discusión. — Él
hizo una pausa y luego declaró, — Tar se acerca rápido, así que despertaré a
Nyssa ahora. Pase lo que pase, no hagas ninguna tentativa de ponerse entre
él y Nyssa.

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Mica liberó la mente de Nyssa del sueño impuesto. Ella gimió baja y
ronco. El sentido volvió lentamente pero su mente y los vínculos giraron
inmediatamente a Tar. —¡ Tar! — Nyssa luchó para sentarse encima de él.
Estaba tan cerca que podía sentirlo. Nyssa era incapaz de reconocer que ella
estaba fuera del lugar creciente, ya que Mica estaba allí, y Tala, se sentó sólo
unos pies cortos de distancia. Su único pensamiento era a la proximidad de su
compañero. Su ritmo cardiaco aumentó y ella echó un vistazo al área
circundante. Él venía por ella.
Leonar rompió del bosque y paró sólo unos y pasos solamente de la
base del acantilado donde los tres esperaron. Tala jadeó. Mica esperaba lo
peor.
Nyssa preguntó, — ¿ Tar?
El animal grande, parecido a un león sacudió su melena, resoplando, y
luchando para volver a su forma humana. Tar estuvo de pie ante ellos,
completamente desnudo, con pequeños cortes y señales a través de su
cuerpo que declaraba su carrera imprudente a través de la tierra salvaje. Él no
tenía ninguna tentativa de gastar energía en vestirse. Solo había tomado la
necesaria para hacerse humano otra vez.
Nyssa retrocedió con miedo, jadeando, — Ah. Mi. ¡Dios! — Su mente no
podía tratar con la vista de Tar cambiando ante sus ojos. Ella luchaba para
ignorar el deseo de su cuerpo impaciente, no había ningún modo el que
corriese a sus brazos nuevamente El saber que él podría tomar otras formas y
verlo, eran dos cosas completamente diferentes.
Tar gruñó. Sintiendo la retirada de su compañera, él saltó sobre ella y la
tomó en sus fuertes brazos. La sujetó con fuerza a su pecho y la levantó,
gruñido una advertencia a Mica, y luego tomando distancia con su compañera.
— ¿ Mica? — Tala preguntó.
— No hay nada que hacer Tala. Es entre ellos. Cualquier interferencia de
nosotros conduciría a una lucha. Tar es más animal ahora que humanoide.
Ellos lo resolverán. — Con esperanza sin derramamiento de sangre o de dolor,
Mica pensó. — Ahora, debo ocultarte.

121
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

*****

Tar se movió a ciegas por los árboles espesos, su concentración entera


estaba sobre la mujer en sus brazos. Su Compañera. ¡Suya! Nadie alguna vez
la tomaría otra vez y él nunca la dejaría. Él tropezó con ella en un claro
pequeño, lozano. Rodeando un pequeño fondo de agua de lavanda clara, el
agua cerca de los árboles los protegería, protegiendo su piel de los rayos
ásperos del sol de Zylar. Ellos también proporcionarían aislamiento. Él no
podría ir ninguna parte.
— No puedo tomarle de esta forma, él murmuró. — La bestia está muy
cerca y yo podría dañarle si no puedo controlarla.
Nyssa se deslizó hacia abajo del cuerpo de Tar, echando un vistazo
encima de él y tomando distancia — No entiendo.
— Si lo haces. Temes al gato.—. Cada palabra era una lucha. Su apoyo
de distancia de él le envió sobre el borde. Abriendo su mente a ella, le obligó a
entender. Todo estaba allí. Compartió con ella la lucha por mantener cualquier
tipo de control y le mostró que estando en la forma de animal tanto tiempo lo
había dañado; la toda consumación pensó que si la tomaba ahora, en su forma
humana, podría dañarla. Podría cambiar de forma sin pensarlo y ella estaba
demasiado frágil desde que había sido drogada para durar mucho de todos
modos. Él no podía arriesgarla. El conocimiento de lo que quería de ella estaba
allí en su mente.
— Pero no puedo, — gimió.
— Si puedes.— La conexión del vinculo — estaba allí. Acechándola, él
empujó su voluntad por su vínculo. Formado de su propia zambullida en la
necesidad animal mientras estaba encadenado en la célula de la prisión de
Selven, ella vio la manera. Y vio la bestia furiosa. Ella apenas reconoció el
alma atormentada que era ahora Tar. Él luchó furiosamente con su cólera
hacia ella y la necesidad desesperada que lo consumía a través de él para unir
los vínculos. Cada línea áspera en su cara mostró la lucha por tomar el control.

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

En este momento, él era más bestia que hombre. Ella podría ver que la bestia
venía, tanto si lo quería como si no. Algo dentro de ella se fortaleció. Ella fue
confiada a asegurar su supervivencia, y sin esta conexión ella sabía que él no
podía continuar. Se relajó. Inclinándose en él, se abandonó a su cuidado. Él
podría decidir la vida o la muerte. Acarició ligeramente su cara con las yemas
de sus dedos. — ¿ Qué animal?
—Escoge la forma, Nyssa. Háslo, con una hembra que totalmente se
empareja al macho. Elige una forma de tu mundo si esto ayuda. Lo haré. De
prisa.
Ella pensó inmediatamente en una pantera fuerte negra. En casa, ellos
habían sido sus animales salvajes favoritos. La forma siguió el pensamiento. El
claro estaba de pronto vivo con los cuerpos de dos gatos masivos: el primero
era femenino con un matiz rojo en la piel negra y el segundo gato era un
macho más grande, con músculos masivos, ojos de plata, y con la piel tan
negro como la medianoche sobre una noche sin luna.
El macho gruñó, exigiendo la sumisión. La hembra le echó un vistazo y
comenzó a correr lejos. Ella sabia por instinto que él debía cogerla. Los
instintos de acoplamiento asumían el control y ella giró y corrió. Lanzándose a
través del claro, la pantera masculina empujaba al lado de la hembra y cayó
con ella a través de la tierra. Él silbó, y con dientes descubiertos, colocados
sobre ella.
La hembra consiguió aterrizar completamente sobre el trasero con el
estómago sedoso y el cuello liso totalmente expuesto a la piedad del macho.
Él se deslumbró abajo con la mirada abajo, afianzando sus quijadas con sus
mandíbulas firmemente, aún con cuidado, sobre su cuello suave.
Profundamente en su garganta él retumbó e hizo claramente la demanda que
se sometiera a él.
La hembra se relajó. Ella cayó en cuatro patas y cerró sus párpados. Se
sometería al macho más fuerte. Satisfecho, la pantera masculina con cuidado
relajó sus quijadas. Él entonces le dio un codazo al lado, obligándole a
soportarlo. Su cuerpo más grande apretó el suyo. Doblando su cabeza a la

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

parte posterior de su cuello. Con las mandíbulas abiertas de par en par, él


empujó su cabeza a la tierra. Ella dobló sus piernas delanteras y descendió.
Silbando otra advertencia, esta vez para quedarse, él la liberó y rápidamente
se movió para cubrirla. Pellizcando suavemente detrás de su cuello, él la
empaló.

*****

Tar despertó despacio, inmediatamente consciente que él estaba en


forma de un hombre, sobre su lado con Nyssa envuelto con seguridad en sus
brazos. Ella estaba contra su pecho y su cabeza descansaba sobre la cima de
su brazo. Él todavía estaba profundamente dentro de ella. El olor único de ella,
de almizcle, caliente y dulce, torturaba su alma. La memoria de animal de
tomar a Nyssa en la forma de gato aún embromaba en su mente.
Su cuerpo se revolvió agitadamente. La necesidad otra vez se elevaba y
el hambre de los vínculos tiraba de él. Tomaría mucho tiempo antes de que
su cuerpo y su alma creyeran que Nyssa estuviera otra vez con él. Su mente
podría reconocer el hecho, pero el resto de él todavía tomaría cierto
convencimiento.
Su sangre se agitó con vehemencia, hirviéndose como lava fundida.
Usando su mano libre, alisó sus dedos a lo largo del pelo de Nyssa y movió la
mano detrás de su rodilla. Él cambió bajo su pierna superior, levantándola con
cuidado y colocándola cuidadosamente para cubrir sobre su muslo. La expuso
a su tacto. Su cuerpo endurecido magníficamente dentro de ella y dobló el
brazo bajo su cabeza. Usando sus dedos para cepillar contra la piel fresca,
cremosa en su pecho, despacio movió la mano en su cadera, cambiándola
para jugar en el triángulo suave de rizos rojos que cubrían su monte
aterciopelado. Bajando más abajo, él sintió la humedad deslizándose que era
el resto de su conexión más temprana. El calor líquido mojó sus manos y
extendió la humedad sobre sus pliegues suaves cuando la penetró. Frotando
ligeramente y colocándose duro, cambió dentro de ella, abrió sus vínculos. Por

124
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

primera vez en qué se sentía como años atrás, puso la conexión entre ellos al
pulso a través del cuerpo de Nyssa.
Nyssa gimió. Ella no podía decir donde ella acababa y Tar comenzaba.
Ella empujó sus caderas atrás contra él, pidiéndole moverse. La llenaba,
acariciándola y los eslabones tarareaban dentro, aún él sostuvo sus caderas
perfectamente todavía. Su cuerpo era suave, mojado y dando la bienvenida y
sus pechos aumentaron en su palma. Los pezones reaccionaron a sus caricias
y empujaron los picos duros de tentación. Él la obligó trayendo sus dedos
juntos a pellizcar y tirar del pecho en su mano. Él movió aquellos dedos en la
melodía a los vínculos, y otra mano siguió el ritmo para acariciar en sus
muslos abiertos. De todos modos él no se movería. — Tar, por favor.
¡Muévete! — Ella masculló incoherentemente.
Tar tomó aliento. Ella estaba tan caliente y lista. Su sexo se puso más
duro y más pesado mientras el entusiasmo bombeó sangre caliente a su
despertar. Sus vínculos palpitaron, recordándole de la necesidad de una
conexión llena. Él de pronto salió de Nyssa el no hizo caso a su grito de
consternación.
— ¡ No!
Empujando rápidamente el trasero y colocándose sobre ella, se detuvo
brevemente para sostener la punta lisa de su pene justo en la entrada de su
ano. Dejó de moverse y sostuvo su mirada fija suplicante. — Eres mía. Nunca
te escaparás de mí otra vez. Dilo, Nyssa.
— Soy tuya. Pensé que moriría …
Tar se hundió adelante, y llenó a Nyssa profundamente. — ¡ Sí!
Los eslabones se unieron y conectaron el cuerpo y el alma. Los daños
hechos con la conexión comenzaron a curarse, al igual que la mayor parte del
daño a sus corazones. Una sinfonía orquestada de sensaciones voló por sus
cuerpos bloqueados y envió un dolor urgente por los eslabones para ser
ampliados y compartidos.
Más despacio. Más rápido. Más profundo. Bajo. Una y otra vez, Tar
aumentó y luego redujo la marcha del ritmo frenético. Su cuerpo estaba tenso

125
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

con la necesidad de la liberación, pero no permitiría ello. Quería a Nyssa y


anhelaba solamente lo que él podría darle. Sólo esto. Deliberadamente, él
compartió su hambre urgente por los vínculos y le mostró como su cuerpo
ansiaba el suyo. Él la condujo más alto, alcanzando juntos las estrellas y
complaciéndose con la lujuria y la avaricia y la onda, después de la onda de
placer insoportable.

La mente de Nyssa fue abrumada con la sensación erótica. Sintió como


si su cuerpo jamás le pertenecía. Él jugó hábilmente, manteniéndola sobre el
borde del deseo mucho más largo que ella pensó que jamás podría estar de
pie. — Ahora. Ahora. ¡Ahora! — Ella sollozó.
La mirada fija de Tar se apropió de la suya y nunca se movió. Él no le
permitiría retirarse de sus ojos de plata cuando la tomaba, la tomó una y otra
vez. Los vínculos los cerraron juntos. Curación. Había hilos ardientes, un millón
fuerte, atando su alma a la suya, creando una sola entidad.

126
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Capítulo 24

Nyssa despertó despacio y se sobresaltó al encontrar que ya estaba


completamente excitada. Ellos se habían quedado dormidos un breve lapso
después de conectar los eslabones. Después se habían bañado en el arroyo
cercano, habían comido algo simple que Tar suplió, y rápidamente habían
vuelto a dormir envueltos en los brazos de cada uno. Pero ahora estaba
despierta y ansiando más de sus caricias demandantes. Su cabeza estaba bajo
la barbilla de él, sus brazos y piernas entrelazados, mientras él la sostenía en
su sueño. Su mundo estrechó su enfoque a cada lugar donde sus cuerpos se
tocaban y ella podía sentir la piel caliente de él contra la suya.
El calor se precipitó bajo y rápidamente reunió en un latido distinto
entre sus piernas. ¿Cómo ella podría quererlo como esto? Era como si la
separación de los eslabones había creado un apetito insaciable para el uno al
otro.
Su cuerpo se movió. La necesidad se movía sobre ella, la atravesaba. No
podía resistirlo, así que igual y podría hacer algo al respecto. Sentándose, miró
a Tar y lo encontró durmiendo profundamente. Miró su longitud y sus palmas
siguieron la línea de su vista. Levantándose, trazó su cara con las yemas de
sus dedos, los contornos curvos de sus hombros con sus manos y siguió abajo,
sobre su pecho. Alisó sus palmas por el costado y llegó atrás para trazar sus
nalgas tensas, y se quedó ahí. Todo en ella parecía querer tocarlo. El calor de
su piel la ella llamaba.
Se agachó y colocó su buscadora boca en la de él. No lo besó
simplemente. Lo devoró. Su boca se movía de manera seductora,
agitadamente sobre él, atrayéndolo a la conciencia. El calor húmedo de sus
labios parecía mágico, reverente y comenzaron una seducción lenta,
cuidadosa. Su piel sabía como la miel caliente y su lengua buscaba todos los

127
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

secretos y los sabores salvajes del cuerpo de él. Le encantaba atormentar


aquel cuerpo, una lamedura y pellizco a la vez.
Tar despertó con su mente convertida en una neblina que se
arremolinaba de deseo, llena de cuadros eróticos y hambre sensual. Nyssa era
toda pelo rojo y fuego mientras se inclinaba sobre él, lamiendo la curva a lo
largo de su cadera. Tar gimió y rodó totalmente sobre su espalda, dando
acceso sin restricción a lo que ella quisiera. Agarrando un puñado de su
cabello, la impulsó hacia adelante. Pausando, gimió:
—Deséame con más que tu cuerpo, Nyssa. Deséame con tu corazón,
como yo te deseo.
Algo dentro de Nyssa finalmente se sintió completo. Sus ojos azules se
llenaron de lágrimas cuando se elevaron para encontrar los ojos de plata.
—Sí. Te deseo con mi corazón, —ella declaró francamente.
El interior ardiente, húmedo de su boca se movió para deslizarse sobre
su polla palpitante. Tar gimió y se la sostuvo. La perfección satinada de sus
labios y lengua condujo sus caderas hacia arriba. Ella jugó con él mientras su
boca primero saboreaba y calmaba, entonces su pequeña lengua rosada
entusiasmadamente lamía y atormentaba cada pulgada de su polla. Él miraba
mientras el dulzor deslizadizo de sus labios jugaba sobre la punta apretada de
su pene, y luego lo tragó casi entero. Lo estaba conduciendo a un estado
peligroso.
Queriendo despertar a Nyssa a la misma fiebre, Tar rápidamente se
sentó y la separó de él.
—Tu turno, gatita, —él susurró. Acostándola y jalando sus manos sobre
su cabeza, él se concentró en fijarlos en ese lugar con un pensamiento
mientras su cuerpo se movía urgentemente sobre el de ella.
La besó. Los besos eternos que le prometían para siempre. La pasión
entre ellos se enrollaba y desenrollaba sin parar a lo largo de los eslabones.
Cambiando, él se la sentó a horcajadas sobre sí y presionó el duro bulto de su
virilidad en su estómago. Ahuecó sus pechos y la miró con ojos pesados
mientras jugaba con su dulce suavidad. Tirando de sus pezones con los dedos,

128
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

él se agachó hacia ella y usó su lengua para trazar los eslabones y la entrada
a sus picos. Él saboreó el sentimiento de estar en lo correcto, la capacidad de
marcarla como suya. Impulsó un suspiro de placer de ella. Era deliciosa.
Caliente, dulce. La perla de su pecho estaba alargada y llena en su boca
mientras él la lamía con los lengüetazos rápidos, cortos. Usando ambas
manos, él empujó sus pechos tiernamente juntos, y luego enterró su cara
entre su suavidad, lamiéndolos y chupándolos en turnos.
Nyssa gimoteando arqueó la espalda. Estaba tensa con deseo. Su
respiración era rápida y casi en pánico mientras la presencia física de él la
abrumaba. Cada punta de sus nervios se derretía dentro del vórtice que se
arremolinaba de sensación y ella se ofreció a él sin reservas. Él entendió el
maravilloso regalo.
Su mano se movió abajo para cubrir su sexo con amor y la coaccionó a
abrirse más. Ella extendió sus piernas mientras un dedo largo la penetraba
con delicadeza. Estaba húmeda temblando… y… suya. Él la acarició, rodeando
su clítoris, pero nunca concentrando su atención en un solo punto durante
mucho tiempo. La acarició despacio, incansablemente pero con meticulosidad
enloquecedora.
Nyssa estaba salvaje, licenciosamente excitada. Su cuerpo era
cosquilloso y ella no podía aguantar mucho más. Se empujó contra él,
intentando seguir el rastro enloquecedor de sus dedos. Necesitando algo más.
—Por favor.
—¿Qué quieres, gatita? Dime qué quieres, —dijo Tar en su boca, con voz
ronca.
—Tu boca. Oh, Dios, quiero tu boca, — suplicaba.
Tar rió suavemente y despacio alejó las manos de su centro que
goteaba. Él deslizó sobre Nyssa, haciendo una pausa sólo para probar el
dulzor picante en los valles y las curvas de sus caderas. Con la lengua
pasando provocadoramente de ombligo a su monte, él extendió los pliegues
mojados de su sexo. Ella estaba lisa y suave, derritiéndose para él. Usando su

129
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

lengua, él apuñaló ligeramente en su hendidura caliente. Estaba usando un


refrenamiento delicado que Nyssa estaba más allá de apreciar.
—¿Es esto lo que quieres?
—Más. Oh, por favor, más. Más duro. Más profundo.
Él empujó un dedo profundamente en su vaina apretada, la sensación
de su calor húmedo mientras palpitaba y apretaba alrededor de él lo obligó a
aumentar un segundo. El ansia salvaje por su olor, su sabor, la dulce miel
picante de ella, lo llamaban a satisfacerse. Mentalmente usando los eslabones
y de nuevo siguiendo el camino de las cadenas con su lengua mientras éstas
se envolvían alrededor de la protuberancia entre sus piernas, él lo chupó a su
boca y vibró los eslabones de adentro. Él se alimentó del satinado calor liso
que fluía, provocando que el cuerpo de ella se ondulara con placer puro.
Ella se retorció contra su boca que atacaba. No ayudó. Sus gritos suaves
agudos se volvieron feroces. Nyssa se una y otra vez, las piezas de su alma
rompiéndose como el cristal.
El cuerpo de Tar le rabió, se hinchó y endureció increíblemente,
exigiendo que la llenara otra vez completamente. Su cuerpo tomó el mando
del de ella. Girándola otra vez, él la ayudó a ponerse de rodillas y la colocó
para afrontar el tronco en el que habían descansado. Con cuidado la colocó
con las manos abajo y se aseguró de que ella estuviera segura contra el
tronco caído, con su espalda pegada al pecho de él. Doblándose despacio
hacia adelante, él besó a lo largo de la base de su espina dorsal, luego lamió
de regreso al hueco en su cuello. Empujó la punta de su pene contra su calor
húmedo, haciendo una pausa para prolongar el dulzor de este momento. Ella
empujó hacia atrás con excitación. Su cuerpo suave y cediendo, mojado y
acogedor.
Tar se introdujo en ella. Estaba perfectamente encajada a su cuerpo y
una oleada de triunfo posesivo lo atravesó. Mía. Sus manos se deslizaron
alrededor de su sudoroso cuerpo para acariciar sus pechos. Sus pulgares
acariciaron sus pezones hasta hacerlos picos que él podía tirar y pellizcar.
Eran una llama viva, calentando el aire alrededor de ellos con el olor de su

130
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

excitación compartida. Él se enterró profundamente, las sensaciones que


experimentó eran una mezcla de alivio exquisito, dolor, y éxtasis puro.
Nyssa jadeó. Tar se conducía en su centro. Ella podría sentir sus
músculos internos apretando, rodeándolo, la necesidad conducida más alto
por su juego con sus sensibles pezones. Cautelosamente, ella abrió sus
eslabones a Tar. Ella lo quería todo. La dura longitud de él dentro de ella y el
vínculo de eslabones que les permitía compartir en el placer del otro. Los
eslabones pulsaban entre ellos y se cerraron en una espiral ascendente. Su
mente se nubló. Nunca sería suficiente. Era demasiado. Gritaron su clímax a
los soles y se deslizaron exhaustos a la tierra.

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Capítulo 25

Envuelta en los cariñosos brazos de Tar, Nyssa le sintió moverse.


Habían dormido varias horas. Estaba anocheciendo pero el cielo permanecía
despejado y las tres lunas de Zylar emitían un bello resplandor plateado. Veía
casi con la misma claridad que durante el día, pero los contornos quedaban
más suavizados, los colores y las formas se veían algo atenuados dando la
impresión de poseer una luz interior. Suspiró suavemente. Parecía que,
finalmente, el salvaje hambre que los había impulsado a tomarse el uno al
otro de manera incansable, había menguado ligeramente.
—¿Tar, estás despierto? —Preguntó Nyssa suavemente. Estando
acurrucada en sus brazos, no poseía la energía suficiente como para levantar
la cabeza y ver si tenía los ojos abiertos.
—Sí, dulzura, estoy despierto —contestó Tar.
—¿Crees que Tala y Mica se encuentran bien? —Este asunto llevaba
preocupándola un rato. Habían dejado que Tala y Mica afrontaran en solitario
la locura de la sacerdotisa durante dos días. El hecho de no haberse
preocupado por ellos hasta ese momento la hacía sentirse egoísta.
—Están muy bien, Nyssa. Mica pudo comunicarse conmigo
telepáticamente. No fue muy específico, pero… ya ha terminado. Ha llevado a
Tala de regreso al puesto de mando. Están bien y nos enteraremos de lo que
ha ocurrido cuando lleguemos a casa—. Tar hizo una pausa y entonces
preguntó quedamente—: Nyssa, ¿por qué utilizaste los enlaces durante
Ceremonia de Reclamación?
Nyssa vaciló. La pregunta no la acusaba, pero sabía que era importante.
—Como dije durante la ceremonia, tú y yo habíamos aceptado un
acuerdo entre iguales. Pensé que encontraríamos nuestra propia manera de
encajar las cosas, que me tratarías más como a una igual. Fui muy feliz los
días anteriores a la ceremonia. Estaba nerviosa. Preocupada por el futuro

132
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

inmediato, por no mencionar el molesto asunto del “escandaloso orgasmo


ante todo el mundo”. Pero… podía sobrellevarlo. Comenzaba a sentir algo por
ti y me alegré de que estuviéramos solucionando algunas cosas— vaciló,
intentando reunir sus conflictivos pensamientos.
Tar se sentó. Moviendo a Nyssa hasta situarla sobre su regazo, le tomó
la barbilla entre los dedos. Le giró la cara buscando su mirada.
—¿Qué ocurrió para que desapareciera esa felicidad? —Ya trataría con el
“comenzado a sentir algo por él” en otro momento.
—Me dirigía hacia las habitaciones de Mica para que me diera las
últimas instrucciones. Tala me había dicho que estabas con él. Llevaba un
vestido muy hermoso y estaba muy emocionada. Quería sorprenderte, por lo
que bloquee cualquier percepción que pudieras tener de mí. Te oí decirle a
Mica que te limitabas a complacerme. Que, a su tiempo, me obligarías a
comportarme como una lela, sumisa, perfecta mujer zylariana. ¡Esa actuación
de Tarzán golpeándose el pecho, me enfermó! —Nyssa inspiró profundamente
y continuó—. Nunca aceptaré pacíficamente ser ese tipo de mujer, Tar. Eso
iría matándome lentamente y no podría ser feliz así. No quiero tener hijos que
crezcan pensando que una mujer tiene que comportarse siempre
sumisamente. Lo siento, Tar, pero así es como soy.
—Entonces me dejaste para siempre —dijo tristemente Tar.
—¡No! ¡No para siempre! —Exclamó—. El plan era que debía darte un
par de días para que pensaras mejor las cosas y, quizá, cambiaras tus tercas
ideas. No estoy segura de lo que ocurrió a continuación o de cuanto tiempo
pasó desde que me fui. Creo que estuve drogada bastante tiempo. Pero
llegamos al lugar de reunión al día siguiente. Debíamos quedarnos un día o así
y después regresar. Como máximo, íbamos a estar fuera cuatro días. No podía
abandonarte para siempre.
Tar miró a Nyssa con una intensidad abrasadora.
—¿Por qué, Nyssa? ¿Por qué no podías abandonarme para siempre?
—Bueno, evidentemente, los enlaces hacen que eso sea imposible —
masculló ella.

133
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Tar rompió el contacto visual, decepcionado. Herido. Bueno, gran parte


de esto es por tu culpa, pensó para sí.
Nyssa pudo sentir el dolor de Tar. Creyó saber por qué. Y recordó algo
que su abuela solía decir. Empieza de la misma manera que quieras seguir.
Era un buen consejo. Un consejo duradero.
—También me resulta imposible abandonarte para siempre porque te
amo, Tar— reveló Nyssa.
Sus ojos regresaron hacia Nyssa. La observó atentamente.
—¿Lo haces? ¿Por qué?
Nyssa resopló.
—No tengo ni idea —pareciendo cavilar, sonrió—. Bueno, eso no es
totalmente cierto. En realidad tengo algunas ideas: me haces reír, cuando no
eres prepotente. Fuiste paciente y amable durante unos días, mientras
trabajabas en lo de no ser prepotente. A menudo sentía tus pensamientos y
tus sentimientos, Tar. Sé cuanto te preocupas por tu familia y por tu gente. Me
gusta como te preocupas por mí. Al menos cuando no eres…
—Lo sé. Lo sé. Cuando no soy prepotente —gruñó él—. ¿Eso es todo?
—No, también está el hecho de que en realidad ¡me he acostumbrado a
ser tu esclava sexual! —bromeó.
—¿Nyssa? —Preguntó Tar con seriedad—. Si tan a menudo percibes mis
sentimientos, dime ¿qué siento por ti?
—No puedes vivir sin mi cuerpo —dijo Nyssa sarcástica.
Tar gruñó.
—Nyssa.
Nyssa se detuvo y observó a Tar. Lo que veía o más bien sentía de Tar,
era una capa sobre otra de inequívoco amor. No solamente por su cuerpo y el
sexo que compartían, aunque de eso hubiera a montones. No, podía sentir su
absoluta fascinación por ella. Toda ella, aun cuando el respeto se lo hubiera
dado de mala gana por la manera en que ella había manejado la Ceremonia
de Reclamación. Y, como una nube gris que todo lo cubría, se encontraba el
oscuro miedo a que ella intentara dejarle de nuevo.

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

—Nunca más, amor. Nunca te volveré a abandonar voluntariamente.


Eres mi vida. Trabajaremos en ello. Estoy segura de que habrá muchas
discusiones cuando comiences a golpearte el pecho ante mí. ¡Pero nunca te
abandonaré!
—Te amo, Nyssa. Nunca nos separaremos —Tar selló su promesa con un
devastador beso.

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Capítulo 26

Al día siguiente, Tar y Nyssa se prepararon para dejar el claro. —No


tenemos ropa, Tar. ¿Cómo vamos a andar por ahí desnudos?
—Podríamos ir al centro de reunión. Imagino que ahora será seguro.
Pero creo que deberíamos dirigirnos lentamente a nuestra casa. Podríamos
viajar en forma de animal. Nos daría la posibilidad de explorar y desarrollar
ese aspecto de nuestras habilidades. He descuidado las mías durante años. ¡Y
con el desorden que has montado en mi gobierno, puedo necesitar mi
naturaleza animal para volver a poner las cosas en orden! — Dijo Tar
bromeando.
Nyssa frunció el ceño. Tenía una idea bastante clara, después del
dialogo que habían mantenido aquella noche, de cuan complicadas estarían
las cosas. Pero tras su conversación, solucionaron muchos de los asuntos en
los que disentían. Nyssa sabía que él no podría perder del todo su típico aire
de Tarzán golpeándose el pecho, pero trabajarían juntos en ello y lo hablarían.
Estaba totalmente convencida de que tenía la intención de colaborar con ella –
junto con otros de su planeta - en la realización de algunos cambios, muy
necesarios, para conseguir la igualdad de la mujer. No pasaría de la noche a la
mañana. Pero pasaría.
Sus pensamientos giraron hacia su viaje en forma de animal. Debería
asustarla, pero, extrañamente, estaba excitada ante esa posibilidad. —¿Puedo
escoger la forma? —Preguntó entusiasmada.
—¿Quieres escoger la forma en la que vamos a viajar? — Preguntó Tar
con un destello en los ojos.
—¿Alguna vez te he contado algo sobre mis fantasías acerca de los
hombres lobos?
—Esta noche, gatita, o mejor dicho, loba, nos ocuparemos de esas
fantasías. Vamos, es hora de que comencemos el regreso a casa.

136
La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

*****
Les llevó cinco días – cinco gloriosos días – llegar a casa. Aquellos días
permanecerían en un lugar especial de sus recuerdos. Suponía que había sido
algo parecido a una luna de miel. Todavía se estremecía al recordar las
noches que pasaron como lobos, o como dragones – parecía que Tar también
tenía algunas fantasías bastante salvajes sobre el tema. Pensó que podría
dormir durante un mes, pues, efectivamente, no habían hecho mucho de eso
en los últimos días. Se sentía absolutamente en sintonía con su naturaleza
animal.
Soltando unas risitas ante aquel pensamiento, se apresuró a recorrer el
pasillo principal. Debía encontrarse con Tar, Mica y Tala en la cámara del
consejo para, por fin, averiguar que había ocurrido con la Suma Sacerdotisa.
Entrando en la cámara, se detuvo. Tala miraba enfurecida a Mica, que parecía
relajadamente divertido. —¡Tala! Ah, te he echado de menos —, exclamó
rápidamente Nyssa.
Los abrazos y exclamaciones continuaron mientras la una comprobaba
que la otra se encontraba ilesa. Tar entró y también pasó el mismo ritual con
su hermana y su amigo. Habían llegado de noche en su forma animal,
trasladándose agotados hasta sus cámaras privadas. Tar dejó a Nyssa muy
temprano aquella mañana, para ver a varios de sus consejeros y ponerse al
corriente de la situación actual. Nyssa estaba tan ansiosa de enterarse de
todo lo que había ocurrido en su primera excursión, como de escuchar lo que
les había sucedido a Mica y Tala.
—Tala, no recuerdo lo que ocurrió tras llegar al centro de reunión.
¿Podrías comenzar contando lo que pasó durante el tiempo que
permanecimos allí? Luego podrías continuar con lo que sucedió después de
que llegara Tar en forma de Leonar y me llevara lejos —. Elevando los ojos
sonrió hacia Tar.
Tala hizo una narración concisa de los días que transcurrieron sumidas
en las drogas. Les explicó lo que la Suma Sacerdotisa había intentado lograr

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

con su plan. Suspirando, se giró hacia Tar y Nyssa. —Tengo que pediros
perdón. Estuve unida a ella mentalmente durante bastante tiempo. Me usó y
fui un juguete en sus ávidas manos. Me siento en deuda, Tar. Y me ofrezco
para regresar al centro de reunión. De todas maneras fue idea mía que te
unieras a las Diosas. Puedo ser tus ojos y oídos mientras me entreno para ser
una Selven.
Tar lanzó una mirada hacia Mica con las cejas levantadas y cuando Mica
agitó la cabeza, le indicó, —No es culpa tuya, Tala. Me alegro de que tuvieras
la suficiente sangre fría como para sentir que estabais drogadas y que algo no
iba bien. Procuraste mantener a salvo a Nyssa durante el tiempo que ambos
nos heríamos. Ahora quiero oír lo que ocurrió después de que Mica te sacara
de la celda —. Ignorando completamente su referencia a la unión con las
Diosas, Tar se giró hacia Mica con la intención de escuchar lo que éste tenía
que decir.
—En realidad no fue nada. Acudí preparado para luchar contra la Suma
Sacerdotisa. Tala estaba agotada, por lo que la oculté en una pequeña cueva
que se hallaba cerca. La coloqué en lugar seguro y se me ocurrió regresar al
centro de reunión recorriendo los túneles —. Explicó. —Me tropecé con una
joven Diosa que se encontraba allí entrenándose. Se encontraba de pie ante la
entrada del túnel con las manos extendidas hacia arriba. Me dijo que estaba
arrepentida de no haber sido capaz de intervenir antes. Continuó
explicándome que ella y varias de sus compañeras llevaban unos días notando
que la Suma Sacerdotisa ocultaba algo y que quizás estaba mentalmente
inestable. No las había estado instruyendo y las diosas más poderosas habían
desaparecido. Descubrieron que la Suma Sacerdotisa, de alguna manera,
había agotado todos sus talentos, matándolas y después se había deshecho
de los cuerpos.
—¿Sabían eso y no vinieron a contármelo? ¿Ni tú, ni Mica? — Exigió
altamente indignado.
—Sabían que algunas habían desaparecido. No estuvieron seguras de
sus muertes hasta que no la oyeron contarle su plan a Tala. Muchas de ellas

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

se preocuparon lo suficiente como para escudar o bloquear sus propios


talentos de la Sacerdotisa. Pero no estaban totalmente seguras del por qué —.
Explicó con tono tranquilo. —Evidentemente, había estado tratándolas casi
como esclavas y no como las aprendices que se suponían que eran. No
hicieron nada con las drogas que tomaban Nyssa y Tala porque temieron que
sin las drogas, Nyssa estaría embargada por el dolor de la separación que
sufren los que están unidos, antes de que pudieses llegar a ella, Tar —.
Haciendo una pausa, Mica reunió todas sus ideas y siguió.
—De todas maneras, Shalan, la Diosa – después de disculparse por no
haber actuado antes, continuó explicándome que se habían apoderado de la
cena de la Suma Sacerdotisa. Lo hicieron poco después de que acudiera a la
celda para ver la reacción de Nyssa tras salir de los efectos de las drogas.
Añadieron hierbas del sueño a su bebida. Cuando quedó inconsciente, el
escudo desapareció y me permitió aparecer en la celda con Tala y Nyssa.
Cuando las Diosas llegaron para liberarlas, ya me las había llevado a través
del túnel.
—¿Dónde está ahora la Suma Sacerdotisa? — Preguntó Nyssa nerviosa.
—Recibiendo un poco de su propia justicia —, dijo Mica. —Había creado
cuerdas de metal para refrenar a las Diosas más poderosas y así impedir que
usaran sus capacidades mentales. De alguna manera las cuerdas las habían
drenado. Shalan usó esas cuerdas para atar a la Suma Sacerdotisa después de
que quedara inconsciente. Conseguí crear un collar con esa cuerda, que no
podrá ser retirado. La Suma Sacerdotisa lo llevará el resto de su vida. Ha sido
desterrada a la tercera luna – que es la colonia-prisión de Zylar, Nyssa. No
volverá a causarle daño a nadie. Shalan realiza sus funciones en el edificio de
la zona de reunión, llevando a cabo el trabajo que debía ser hecho. Imagino
que será elegida como la próxima Suma Sacerdotisa en la siguiente ceremonia
Selven —. Añadió, mirando ferozmente a Tala, —No hay ninguna necesidad de
que Tala vaya.
Tar le interrumpió antes de que su hermana pudiera contestarle, —
Entonces todo está como debería. Excepto el hecho de que seis de mis diez

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

consejeros no hablan a sus mujeres; otros cuatro tienen las sonrisas más
estúpidas que he visto jamás. Además tengo una lista de mujeres – una lista
increíblemente larga – que desea hablar en privado con mi compañera. Y
también se habla de una rebelión que quitará de en medio a un soberano que
no puede controlar a su propia compañera.
Después de un pequeño silencio, exclamó Nyssa, —¿Solo cuatro?
Mica y Tar sacudieron sus cabezas divertidos cuando Tala y Nyssa
estallaron en risas.

*****
—Tala, me gustaría hablar contigo un momento —. Mica la sujetó del
brazo una vez que abandonaron a Tar y Nyssa.
—Estoy ocupada. Quiero estar lista lo antes posible. Tengo el firme
propósito de unirme al Selven —. Tala se soltó de Mica. ¡Por las lunas, cómo la
alteraba!
—Tala, me gustaría aclararte algo. Después, si estoy equivocado, te
ayudaré a convencer a Tar para que te deje ir al centro de reunión – si es eso
lo que aún deseas —. Mica suspiró de manera inaudible. Sabía que no estaba
equivocado, pero tenía que conseguir que se quedaran a solas, sin ninguna
posibilidad de interrupción, antes de poder reclamarla.
—No puedo. Llego tarde a una reunión con el grupo de viudas (widows
¿¿¿viudas???). Además, ya se cual es tu opinión respecto a que me vaya a
vivir al Selven. Has dejado bastante claro que no crees que tenga ningún
talento que les pueda ser útil. En realidad no crees que tenga ningún talento.
Mica no negó su declaración. Simplemente asintió con la cabeza. —De
acuerdo. Vete. Pero tenemos que hablar, Tala.
—Te veré más tarde —. Tala no tenía intención ninguna de encontrarse
con él, pero si de esta manera conseguía alejarse, lo aprovecharía.

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Capítulo 27

—¿Feliz, gatita? —preguntó Tar a Nyssa mientras caminaba con ella de


vuelta a sus habitaciones.
—Hummm. Sí. Obviamente las cosas estarán atareadas por aquí durante
un tiempo. ¿Qué me dices de ti? ¿Todavía deseando que sea tu estúpida
esclava sexual? —Nyssa sonrió. Realmente no necesitaba que le respondiera a
eso. Podía leer sus emociones la mayor parte del tiempo ahora.
—Bueno… las cosas seguramente serían menos complicadas. Pero…
supongo que Zylar necesita algunos cambios. Llevará algún tiempo pero estoy
seguro de que merecerá la pena —Tar se estremeció por dentro. No estaba
realmente tan seguro de ello. A veces sería agradable que las cosas volvieran
a ser tan sencillas como habían sido durante siglos…
Nyssa se rió.
—¡Te pillé!
Sacudiendo su cabeza, Tar sonrió mientras entraban en el cuarto
principal de sus habitaciones.
—Veo que tendré que ser más cuidadoso sobre a donde dejo que me
lleven mis pensamientos.
—Ah, no sé. Realmente disfruto de algunos de esos pensamientos —
Nyssa se sentó en el suelo y se relajó sobre los almohadones—. Por ejemplo,
tus pensamientos mientras hablábamos con Mica y Tala. Piensas que ellos
deberían emparejarse.
Tar alzó sus cejas.
—No pienso que ellos deben emparejarse; lo sé. Mica lo ha sabido
durante algún tiempo.
—Pero Tala se marcha para unirse a… Oh Dios mío.

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

—Exactamente. Será divertido por aquí el ver a otros pensar que saben
lo que están haciendo, especialmente porque Mica ha sido muy
condescendiente sobre cómo yo debería tratarte.
—¡Tala va a comérselo como almuerzo! —Nyssa rió alegremente
pensando en los dos, cada uno pendiente del otro. Irán el uno al otro como
conejos. Pensar en conejos hizo recordar a Nyssa otro tema sobre el que
quería discutir—. Tar...
Él se dio la vuelta ante el tono solemne de la voz de Nyssa. Por alguna
razón parecía ser capaz de leerlo como un libro abierto; sin embargo, él sólo
vislumbraba destellos de sus sentimientos. Pero podría decir ahora por el
modo en el que había dicho su nombre, que estaba profundamente
preocupada por algo. Andando decididamente hacia ella, se sentó sobre los
acolchados cojines y tomó su mano.
—¿Qué es? ¿Por qué tan seria?
—Bueno, no empezó como algo serio. Pensaba en Mica y Tala. Y en
conejos —Nyssa sonrió abiertamente.
Tar mirándola perplejo dijo:
—No te entiendo, Nyssa —sus patrones de pensamiento eran difíciles de
seguir a veces.
—Conejos. Bebés. Realmente no hemos hablado de ello. Una vez dijiste
que si la Diosa nos bendecía, tendríamos niños. No estamos usando ningún
control de natalidad, ¿a no ser que haya alguna cosa Zylan masculina sobre la
que no sé nada?
Tar soltó una risita.
—La hay, pero no la estamos usando. ¿Quieres niños, Nyssa? Si quieres
esperar puedo…
—No. No quiero… bueno, no sé…
—Respira profundamente, Nyssa. ¿Cuál es el problema?
—¿Los bebés nacen como en la Tierra? ¡Quiero decir, no voy a incubar
un huevo, o tener una camada de leoninos, o que Dios te ayude si estoy

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embarazada durante más de nueve meses! —Nyssa jadeó mitad en broma y


mitad en pánico.
Tar rió con fuerza durante mucho tiempo. Serenándose, la tranquilizó.
—No. Nueve meses es todo y el bebé nace humanoide y de la misma
manera que como tu gente.
—Bien, eso es un alivio. También estoy preocupada de que quieras que
otros cuiden de nuestros niños. Incluso en la Tierra, algunas personas, de la
realeza y con mucho dinero, esperan que sus niños sean criados por otros. No
quiero hacer eso, Tar —explicó Nyssa.
—Tala y yo teníamos tu equivalente a una niñera cuando éramos
pequeños. Pero nuestros padres eran gran parte de nuestras vidas. Nuestra
madre era el cuidador primario pero pasábamos horas cada bi-non con ambos.
A veces mi padre tenía que viajar. Me imagino que tendremos que viajar
también. Pero si no podemos llevar a los niños con nosotros, prometo que sólo
iremos a viajes cortos hasta que sean mayores. Lo resolveremos, Nyssa. Me
imagino que ajustaremos las cosas conforme vayan llegando —le tranquilizó
Tar.
—Bien. ¿Podemos comenzar a intentarlo ahora?
Tar se rió.
—Comenzar a intentar. ¿Qué piensas que hemos estado haciendo?
¿Prácticas?
—¡Inteligente boca! Tengo una idea —poniéndose de pie de un salto,
ella se agachó para coger la mano de Tar. Cuando él se levantó, le condujo a
través de la habitación hasta la gigantesca bañera. En un extremo había un
área aislada donde una cascada parecía caer desde el techo sumergiéndose
en el fondo.
—He estado pensando mucho en esto mucho desde que me desperté
aquí esta mañana —dijo Nyssa mientras se quitaba la ropa—. Tú. Yo. Veo agua
cayendo sobre nosotros. Esas cosillas que están bajo el agua provocando
nuestros cuerpos hasta histéricos gritos. Todo tipo de posibilidades —desnuda,
se dio la dio vuelta para enfrentarse a su compañero.

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La cautiva de Zylar Ravyn Wilde

Tar estaba de pie hipnotizado ante la visión de ella. Era tan


encantadora. Su corazón no podía soportar el pensamiento de casi haberla
perdido. Empezando a quitarse su propia ropa, se detuvo y la atrajo a sus
brazos. Inclinándose sobre ella, nariz contra nariz, susurró:
—Te amo, Nyssa. Ahora y para siempre.
Y la besó.

Fin

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