Está en la página 1de 1

A fines de 1928, el investigador ingles Alejandro Fleming, observando al microscopio cultivos de

estafilococos vio que estaban contaminados con aire atmosférico ya que sobre ellos se había
desarrollado un hongo verdoso. Lo sorprendente fue que alrededor de ellos se formaba una zona
clara correspondientes a las bacterias destruidas. Fleming se preguntaba cual era la causa de la
muerte de las bacterias. Suponía que el hongo emitía una sustancia que las destruía. Para probarlo
coloco hongos en una capsula a la que le agrego bacterias y comprobó que morían. Se aseguro
entonces, que la sustancia química producida por el hongo mataba a las bacterias.

Los científicos se preguntan la causa de la extinción de los dinosaurios hace alrededor de 65


millones de años. Un grupo de investigadores propuso que cayó del cielo un meteorito que, al
impactar sobre la superficie terrestre, levanto una nube de polvo que obscureció la atmosfera por
meses. Esto condujo a la desaparición de especies vegetales (en ausencia de luz estas no podían
fotosintetizar). Al no tener plantas para alimentarse los dinosaurios fueron muriendo. Esto genera
una explicación de los eventos que condujeron a la extinción y permite plantear otras
suposiciones. Por ejemplo, predecir cuales dinosaurios desaparecieron primero, de acuerdo a la
escasez de determinados vegetales o con el hecho de que fueran herbívoros o carnívoros. Para
poner a prueba lo pensado se generaron diversas investigaciones. Una de ellas quiso examinar el
siguiente pensamiento: si hubiera caído un meteorito gigantesco, entonces podríamos localizar el
cráter que dejo. Existe efectivamente en Yucatán (México) un cráter de la antigüedad y tamaño
requeridos. Por eso podemos pensar que la hipótesis es sensata y seguir trabajando con ella.

También podría gustarte