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Qué Es La Gripe
Qué Es La Gripe
La gripe es una infección respiratoria de etiología viral que causa fiebre, rinitis,
tos, cefalea y malestar general. En las epidemias estacionales, pueden producirse
muertes, en particular en individuos con riesgo elevado (p. ej., personas que viven
en instituciones, de edades extremas, con insuficiencia cardiorrespiratoria o
embarazos avanzados); durante la pandemia, incluso los pacientes jóvenes y sanos
pueden morir. El diagnóstico suele basarse en la evaluación clínica y depende de
los patrones epidemiológicos locales. La vacuna antigripal debe administrarse
anualmente a todas las personas ≥ 6 meses que no tienen una contraindicación. El
tratamiento antiviral reduce la duración de la enfermedad hasta alrededor de 1 día
y debe indicarse específicamente a los pacientes con riesgo elevado.
Etiología:
Los virus de la gripe pertenecientes a la familia Orthomyxoviridae forman los
géneros Influenza A, Influenza B e Influenza C. Sin embargo, mientras los virus B
y C son predominantemente patógenos humanos, los virus A son capaces de
infectar de forma natural a numerosas especies de animales mamíferos y aves. La
variación dentro del tipo A permite su clasificación en subtipos, definidos en
función de sus antígenos de membrana: hemaglutinina (HA) y neuraminidasa
(NA). Se han identificado 9 NA y 16 HA diferentes, que pueden originar
numerosas combinaciones o subtipos.
Patogenia:
El virus llega a la mucosa respiratoria por vía aérea, donde puede ser neutralizado
por los anticuerpos locales de infecciones anteriores. La infección se inicia por la
fijación del virus a los receptores mucoproteicos de las células del epitelio
respiratorio, donde se replica en las 48-72 horas siguientes y durante un periodo
más largo en niños. Desde aquí, el virus es eliminado en forma infectiva por las
gotitas de Pflügge emitidas al exterior al hablar, estornudar o toser. La resistencia
del virus en el medio ambiente es favorecida por las condiciones de elevada
humedad relativa y baja temperatura, así como por la concentración del virus en
las secreciones respiratorias y el tamaño de los aerosoles formados.
Epidemiologia:
Las epidemias estacionales son causadas por los virus influenza A y B; desde
1968, la mayoría de las epidemias de gripe estacional se han debido al virus H3N2
(un virus de influenza A). Los virus de la influenza tipo B pueden causar
enfermedad más leve, aunque a menudo ocasionan epidemias con enfermedad
moderada o grave, sea por el virus circulante predominante o junto con influenza
A.
Las pandemias son mucho menos frecuentes. Hasta 201o se han registrado 6
grandes pandemias, que generalmente reciben su nombre según el lugar donde
supuestamente se originaron:
Gotitas aerosolizadas
Contacto interpersonal
Diagnostico:
El diagnóstico rápido de la gripe tiene un papel primordial en el manejo del
paciente y en la indicación terapéutica.
Sintomas:
Se manifiesta como un proceso respiratorio de inicio brusco y clínica variable, que
puede su- gerir desde un síndrome catarral, un resfriado común a un proceso más
grave
Otros síntomas frecuentes son la odinofagia, la tos, que puede llegar a durar varias
se- manas, el dolor ocular, el dolor en las articulaciones o la irritación de la
conjuntiva.
Síntomas de alarma:
2. Otitis y sinusitis.
Tratamiento:
Tratamiento sintomático:
4. Antihistamínicos. Aunque los conocemos más para tratar las alergias, lo cierto
es que tienen utilidad en procesos gripales y catarrales porque producen sequedad
de la mucosa nasal, con lo cual nos ayudan con la rinorrea (el goteo nasal típico de
los resfriados).
Fármacos que no funcionan para tratar la gripe, o bien se deben usar solo en
determinados casos.
Antibióticos: Funcionan contra las bacterias, pero no contra los virus, y la gripe es
un virus. Por lo tanto, no deben usarse. Hay una excepción: cuando la gripe vaya
asociada a un proceso bacteriano (por ejemplo, una neumonía). Pero, a no ser que
ese sea el caso, usar antibióticos no solo no ayuda sino que además nos expone a
efectos adversos y, además, su uso indiscriminado contribuye a
generar resistencias bacterianas frente a futuras infecciones (si más adelante los
necesitamos, no van a funcionar).
LA PREVENCIÓN: