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Marx y Engels 241 CAP{TULO 11 LA TOMA DEL PODER A. LA FINALIDAD DEL SOCIALISMO MARXIANO En nuestro capitulo 7 vimos que Marx valora los aspectos po- stivos de Ja manufactura recalcé sus aspectos positivos en cuanto al aumento de la fuerza productiva del hombre, a la vez que efectia una critica humanista de dicha forma de or- ganizacién de la produccién. Aunque la manufactura incre- menta la fuerza productiva del trabajo, la divisién del trabajo que supone mutila al hombre. Marx recalc6 también los as- Pectos positivos de la gran industria, pero hizo una dura criti- aa sus aspectos deshumanizantes. En el capitulo 9del pre- sente libro, referente a la produccién de plusvalfa absoluta y Plusvalia relativa, asf como en el capitulo 10 —que trata de la ‘cumulacién y la centralizacién de los capitales—, vimos fo como Marx demuestra los efectos deshumanizantes pitalismo, ie entre una quinta y una cuarta parte del primer “gunenios Capital se dedica a este tipo de denuncia. Estos e ~contean. laos por Marx en esta obra de su madu- la aue ya he, a los Planteamientos de Althusser y su escue- muy liciae metonado varias veces—, plantean en térmi- sider 9s la finalidad del comunismo concebido por él. bemog vito ‘ando todo el sufrimiento de la clase obrera que Mletarigg > Marx exclamd que esta deshumanizacién de los ~ Por el capitalismo convierte — 242 ie ie rte {el subrayado es en cuestiOn de vida 0 muel [ y: 5 MUEStO} et sug tuir esa mons! disponible, manter de explotacion del c or la : hombre para las variables exigencias del trabajo el sustituir a individuo parcial, simple instrumento de una funcién social de detalle, por el individuo desarrollado en su totalidad.' lo anteriormente dicho, podemos afirmar que ocialismo 0 comunismo ideado por Marx, contrario al planteamiento de Althusser, entre otros marxis: tas, y a la vision que prevalecié en diversos autores de la exUnién Soviética, no es principalmente econémica sino hu- manista. En otros términos, el cambio de sistema econédmico consiste, segiin Marx, en dar a los individuos la posibilidad de desarrollarse en su totalidad o segtin todas sus capacida- des? Si las fuerzas productivas pueden producir mas que sufi- ciente para satisfacer las necesidades de todos los miembros de la sociedad, en la sociedad comunista ideada por Marx el individuo no se hallaré esclavizado a la division de trabajo en el sentido de tener que quedarse en la misma funcién toda la vida. Si se trabaja, por ejemplo, en una fabrica de automovi- les, gracias a la gran potencialidad de la fuerza productiva, uno podré aprender y trabajar en una parte del coche una se- mana, digamos, para cambiar después a otra parte la semana siguiente, etc. y, de este modo, Iegar a conocer todas las operaciones involucradas en su fabricacién y desarrollarse, de este modo, segtin muchos conocimientos y capacidades, como Jos artesanos medievales. Como lo expresaron Marx y Engels en la Ideologia alemana:> nida en reserva para las variables necesic Basados en la finalidad del s a partir del momento en que comienza a dividirse el trabalo. da cual se mueve en determinado circulo exclusivo de activ! des que le es impuesto y del que no puede salirse; el hombre — truosidad que supone una misera poblacién obtera 1 capital por fa disponibilidad absotuta dq) wien v scador, pastor 0 critico, y no tiene mas remedio que a7 endolo, Si no quiere verse privado de los medios de vi- geguit SH . que en la sociedad comunista, donde cada individuo jy a I Yemareado un circulo exclusivo de actividades, sino que 0 ae sarrollar sus aptitudes en la rama que mejor le parezca, yede oe d se encarga de regular la produccién general, con Io ie toed plenamente posible que yo pueda dedicarme hoy a esto oY iana a aquello, que pueda por la mafiana Cazar, por la tarde he y por la noche apacentar el ganado, y después de comer, ime place, dedicarme a criticar, sin hecesidad de ser exclusi- samente cazador, pescador, pastor 0 critico, segiin los casos, 243 Pero dentro del sistema capitalista esto es imposible. Por tll, para Marx y Engels, se Tequiere superar la organizacion capitaista de la sociedad mediante la sociedad socialista para aegurar la adecuada distribucion de lo producido y manejar laproduccién mds racionalmente de acuerdo a las necesidades & todos. Asi, pues, la finalidad de la sociedad comunista es ética o humanista. Surge asi el problema de si el marxismo se reduce ama ética. Esta fue una preocupacién de Althusser, y que Sain él seria la consecuencia si uno admitiera el humanismo l Marx maduro. Pero Engels respondié a esta interrogante Mucho antes que surgiera. _ Enel Anti-Diihring sefial6 que cuando las instituciones so- * Se presentan como itracionales e injustas, es “sintoma tani los métodos de produccién y en las formas de in- ls que ya se han Producido ocultamente modificaciones con fies 20 Coincide el orden social, cortado a la medida de Yeas Pregaudliciones €conémicas”, La solucién de los pro- Sinbiadae t!@40s debe buscarse no en las ideas sino “en las Ne inye Telaciones de produccién, Estos medios no tienen binge us, @"5€ con s6lo la cabeza, sino que tienen que descu- Sciam ado la cabeza, en los hechos materiales de la pro- Pelacién a la moral y al derecho, por tanto, | ae 244 “no nos ayuda a avanzar cientificamente ni una pul ciencia econémica no puede ver un argumento, sino so). la et ‘ ética qcud 0 sintoma, en 1a indignacién ética, por justificada A lo = © 6a Engels apunta, ademas —como vimos en nuestro 2—, que “la toma de posesion de todos los medios de cién por la sociedad ha estado mas © menos clara a como ideal del futuro, para muchos individuos y secias ente. ras desde la aparicién hist6rica del modo capitalista de Pro- duccién”. Sin embargo, para lograrlo se necesitaban “las | condiciones materiales de su realizacién”, puesto que, “com todos los progresos sociales, éste no resulta” posible “porque se haya comprendido que la existencia de las clases contrad- cea la justicia, a la igualdad, etc., ni por la mera voluntad de suprimir esas clases, sino gracias a determinadas nuevas con- diciones econémicas” .* Finalmente, Engels afirma que | seal CApituly Produc. la vista, si no tuviéramos mejor garantia de la futura subversién del ac- tual modo de distribucién de los productos del trabajo, con sus hirientes contraposiciones de miseria y sobreabundancia, hambre y disipaci6n, que la consciencia de que ese modo de distribucién es injusto y de que la justicia tiene que triunfar finalmente, noestra situacién seria bastante mala y nuestra espera bastante larga. La finalidad del comunismo, pues, es humanista, per? ¢! modo de lograr tal finalidad, los medios para ello sélo pueden Ser definidos por la ciencia, mediante el conocimiento de #s leyes objetivas de tendencia del desarrollo capitalista £ acuerdo con su forma pura —especialmente las que vimos ¢ B iq de a Capftulo anterior— y mediante la conciencia proleta™? Clase. . «vgm0 80 e Se sigu ¢ de lo anterior que la finalidad del socialise fa § Primordialmente econémica. El desarrollo de la ¢°0 a 245 inio social sobre los medios de Produccién, el que ef domi ante de la sociedad pueda relacionarse con los me- ine vocion como suyos propios y como una condicién dios # | revia al trabajo, tienen como objetivo el desarro- fl ee segiin todas sus capacidades. Luego, una con- lo del vA clase que s6lo es econdémica no puede ser conside- on 0 Ja deseada por Marx. 1 omist10 planteado por Marx —como ya debe ser we acuerdo al desarrollo de los anteriores capitulos— no ge opone a [2 propiedad; esta en contra de la forma de pro- piedad de los medios sociales de produccién que resulta en la egplotacién del hombre por el hombre. La revolucién socia- lisa, mediante el dominio comin de la sociedad sobre los medios de producci6n —como en las sociedades primitivas—, debe garantizar que cada individuo pueda relacionarse con ellos como suyos propios como una condicién necesaria y previa al trabajo. Y esto no como fin. Mas bien, la finalidad de esta economia es la de proporcionar las condiciones que pemitan el desarrollo de los seres humanos de acuerdo con todas sus capacidades, Por supuesto, antes de llevar a cabo esta revolucion histé- Tica, es preciso que los proletarios tengan una consciencia clara de su clase y sus intereses, es decir, es menester que xistan las condiciones Subjetivas para la toma del poder. Pesto que el empleo de las maquinas por los capitalistas se- Patd a muchos obreros de sus fuentes de trabajo, ellos ini- salmenteculparon a esos instrumentos de la misera situacién ae Gxistian,* no percibiendo que el verdadero problema PO consistia en la utilizacién de la maquinaria en sf misma si- el manejo que de la misma hace el capitalista. teas pene ¢l paso del tiempo y la acumulacion de expe- su Para “que el obrero supiese distinguir la maquinaria “pleo Capitalista, acostumbrandose por tanto a desviar y ead > \ 246 s medios materiales de produccién lo: sus ataques a n 70 Seine uu forma social de ex; si6n” 9 . girlos contra $ forma social de explotacion” 9 por saps una de las finalidades de Marx al escribir El capital, fue tag’ dar a los obreros conciencia de que las maquinas emplea ie de un modo verdaderamente racional pueden ahorrar trabaj para todos, pero en manos del capitalista tipico sirven man esclavizar al obrero. La conciencia de clase de los obreros, sin embargo, no debe limitarse a lo puramente econémico, lo cual es otra for- | ma de ideologia burguesa, para Ja cual lo importante no es ser sino tener. Hemos examinado cémo el capitalismo no sélo explota a los trabajadores econémicamente sino que ademis — les mutila espiritualmente. Por esta razén, Marx y Engels, en la Sagrada Familia, seiialaron la importancia de que el pro- letario vea en su condicién “su impotencia y la realidad de una existencia inhumana” para que pueda realizar la subleva- cién, “una sublevacién a que se ve empujada necesariamente por la contradiccién entre su naturaleza humana y su situa- cién de vida, que es la negacién franca y abierta, resuelta y amplia de esta naturaleza misma”.'° El proletariado, pues, tiene la misién histérica de emancipar a toda la humanidad — porque en él se halla la abstraccion completa de la humani- dad, aun de la apariencia de la humanidad. Se sigue de lo an- terior que la clase proletaria es revolucionaria por sU propia naturaleza."' Tal como Engels habia dicho, el proletariado estd obligado a llevar a cabo la transformacién social, “so pe na de perecer”."? “ Para lograr esta conciencia de clase, pues, “la opresit | {Druck} actual debe hacerse mas opresiva para agregatla 4 " i conciencia de la opresién, hacer lo ignominioso més ign Ea Per darlo a conocer”."* De este modo, la ee a eanvena A ane y la opresion se vuelve ee f las masas y asf inspirarlas a Ja trans io Yr 247 el sociedad. Por estas razones Marx escribié El ca- ellas ha recalcado en esta obra no s6lo el aspecto ji el hombre sino también el aspecto espiritual, es , i, intelectual y moral.“ . geal, Jograr el fin ético o humanista, era preciso explicar aficamente la situacion de los obreros, descubrir que toda igoria habia transcurrido alrededor de las luchas de cla- a estas clases en pugna son la consecuencia de la reali- dod eoonomica de su perfodo histérico, Ys Por tanto, “que la estructura econémica de la sociedad constituye en cada caso fundamento real a partir del cual” es preciso “explicar en thima instancia toda la sobreestructura de las instituciones ju- riicas y politicas, asi como los tipos de representacién reli- giosos, filosdficos y de otra naturaleza de cada periodo hist6- rico”, Era menester, ademas, recalear la importancia de la eco- aomia en la historia, el origen de la plusvalfa, la esencia de la acumulacién capitalista; demostrar que el cometido de la Ciencia econdmica consiste mas bien en probar que los males Sociales que ahora existen en el capitalismo son “consecuen- Clas necesarias del modo de produccién existente” y, a la vez, “anuncios de su inminente disolucién”; también era necesario ‘ilar que “en el seno de la forma de movimiento econémi- CO que esta en disolucién, [se encuentran] los elementos de la nueva organizacién de la produccién y del intercambio, “tl elimina dichos males”."° Lo anterior, segin Engels, "S aportaciones de Marx..” Por haber descubierto “la “On Materialista de la historia y [por] la develacién de ‘iigr © 18 produccién capitalista”, Marx convierte al una ciencia, *S Tazones, Engels fa sefalar que “la concep- reilista de tg non ee del principio de que la "Ys junto con ella, el intercambio de sus produc- 248 tos, constituyen la base de todo el orden social”; que en sociedad que aparece en la historia “la distribuci6n is productos Ys con ella”, la divisién social en clases 9 a r SO esta. mentos, se guia por lo que se clabora y por cémo se labora, asi como por la manera como se intercambia | producido. Segtin esto, las causas di mas de todas las modificaciones sociales y las subversiones poli ticas no deben buscarse en las cabezas de los hombres, en su creciente [entendimiento] de la verdad y la justicia eternas, sino en las transformaciones de los modos de produccién y de inter- cambio; no hay que buscarlas en la filosofia, sino en la economia de las épocas de que se trate. a Nuestra tarea es desarrollar esta teorfa “en todos sus de- talles y todas sus conexiones” a8 B. {TOMA DEL PODER POR LA VIOLENCIA O POR MEDIOS DEMOCRATICOS? olentas en Ia doctri- Para evaluar la presencia de tendencias vi recordar los ho- na de Marx y Engels se requiere, ante todo, rrores y la violencia de la acumulacién originaria —ave he: mos estudiado en el capitulo 6—, junto con las condiciones ¢ las cuales vivian los obreros una vez que S€ establecié e! pital —tal como lo hemos visto en otros capitulos—. 0" es menester evocar especial y principalmente el hecho de 4 en Jos inicios del capitalismo los obreros no tuvieron P! cién alguna en contra de los capitalistas. Los sindicatos oa ros fueron prohibidos y reprimidos por parte del Estado re a 1835, mientras las uniones de los patrones se Incluso en Inglaterra, después del 29 de junio de I) 2p #6, revonocta la legalidad de las tradeunione®s 0s ‘lb fan estipulaciones que favorecian @ los emPr joo! mismo puede afirmarse de Francia.”? El comun® rater 0 A 249 de Marx Y Engels, pues, no es violento or? ay al contrario. aa obra La situacion de la clase obrera en Inglaterra, xpreso sus temores en el sentido de que “la guerra de pres contra los Ticos” seria “la mas sangrienta que se i 1 visto jamés” Contrario a interpretaciones vulgares de de el comunismo, Engels sejial6 que “en Ja me- pe Pron oletariado accja jig en UE el proletaria lo acoja en su seno elementos socia- jas Y comunistas... la revolucién. ahorrard sangre, venganza fur”. Y la razon de esto es que “el comunismo es una cuestion de humanidad, no solamente una cuestion obrera”,”* Engels, en su obra “Principios del comunismo”, responde ala pregunta: {Sera posible abolir la propiedad privada sobre os medios sociales de produccién por via pacifica?: POr su natu- Nada mas deseable que eso, y los comunistas serfan, con toda seguridad, quienes menos se opondrian a ello, si tal cosa fuese factible. Los comunistas saben mejor que nadie que las conspira- ciones son no s6lo estériles sino perjudiciales. Saben mejor que adie que las revoluciones no se hacen con el deseo ni capricho- samente, sino que son siempre y dondequiera el corolario obli- tado de circunstancias totalmente ajenas a la voluntad y a la di- Teccion de los partidos y aun de las clases. Pero observan también que no hay apenas un solo pais civilizado en que los tee del proletariado no se repriman por Ia fuerza, oan rr cu an adversarios de los comunistas no hacen més que la a odo ahinco por la revolucién. Y si, por fin, el proletariado “mrimido se ve lanzado a ella, nosotros, los comunistas, defen- Temos Ja, Causa proletaria ean la accion, como ahora la defen- 0S-con Ia palabra. 25 Al; , : lied Pregunta de si « sera posible abolir de golpe la pro "Nada (capitalista]”?, Engels respondio je golpe las fuer ia para creat el e a todas luces + del mi a ane Modo que no cabe multiplicar 4 COmnigma’2S €xistentes en la medida neces Tevolucién del proletariado, q ~ 250 se, SC limitard, pues, a transformar actual hasta que la existencia de la mae producci6n le permita abolir ta 4 Propiedad habra de produci mente 1a sociedad saria de med privada.”® fios de Aunque en el Manifiesto del Partido Comunista, Marx Engels indicaron la necesidad de la tora del poder median] Engels hace notar que hablaron también métodos violentos, | sufragio universal, por la democracia, de “la lucha por e y como una de las primeras y mas importantes tareas del pro- letariado militante”.?” También en el prefacio de 1872 de di- cha obra Marx y Engels observaron que el Manifiesto mismo “explica que la aplicacion practica de [sus] principios gene- rales dependera siempre y en todas partes de las circunstan- cias histéricas existentes, y que, por lo tanto, no se concede importancia excepcional a las medidas revolucionarias enu- meradas al final del capitulo ”, cuando los movimientos obreros eran proscritos.”* Marx mismo expres6 la posibilidad de llegar al comunis: mo mediante métodos democraticos en varias ‘ocasiones.”” , finalmente, hay una larga defensa de Engels en favor oh toma de poder mediante métodos democraticos en su intro” duccién de 1895 a Las luchas de clases en Francia. Marx. Todo depende de la conciencia de clase de los 8 ros. Si reparamos en algunos ejemplos de la toma pacific : ee 108 socialistas, recordemos que Salvador a oe Prceients ce Chile mediante la demoe race es uel ae gusto Pinochet, representando Jos inter te ismo nacional e internacional, realizo ut golpe he tado en su contra i ictore n su contra, Varios afios después de la victoria io ic volucién a i sta mosa en popular andinista contra el dictador Anaste cas Y icaragua se realizaron elecciones democ™ ato" rente 8 los sandinj ndinistas eet stas, de tendencias marxistas, facil 251 argos ol ED endo Unidos emples me. + ga oientos eM su esfuerZ0 por Actrocarlos, armando y S mio jos contras y aun minando Puertos de Nicara- jeenil jg contra el cual nunca establecié una declaracién om J guetta. Después de suttir varios afios, este Pueblo, form? r la constante intervencion bélica de los Estados Ct yu eriendo la paz, votd a favor de una nO-comunista, ea Chamorro. {Quién empled métodos violentos en estos casos? , gn embargo, de acuerdo con el pensamiento de Marx y sagels, una VeZ que los proletarios tomen el poder, no es de egenar que el comunismo llegue de inmediato. La sociedad commista surgird de la sociedad capitalista y en esta ultima sisiré un perfodo de transicién. Por lo general a este perio- t se le ha llamado socialista. El término socialista, para Max y Engels, puede significar la sociedad de transicién nencionada o bien la sociedad comunista por venir. Durante ‘st periodo de transicién seré necesario continuar la acumu- kein del capital y otras practicas de la sociedad capitalista. Puesto que no es cuestién “aqui de una sociedad comu- ‘tsa que se ha desarrollado sobre su propia base, sino de una faa que acaba de salir precisamente de la societal a etn misma “presenta todavia en todos sus es Vita soci nae en el moral y en el intelectual, el sello Natio de cuya entrafia procede”. ‘arcrtanies Wa ef nos *8PeCt0s recalcados por Engels como i pte Mi Periodo de transicién son los siguientes: a est recidn ty a iw Estado proletario y democratico, la ee Besivg, me lad privada [capitalista] mediante imp" ee . eethoe Tles impuestos sobre las herencias, tT so- "INO, 6 * hereditarios en Ja linea colateral co pu Ne en gg?" Mpréstitos forzosos, etc.”” Se bine ‘on soci: &tipulaciones, después de Ia reve ue | 252 lista, sigue existiendo un capitalismo pero, hasta gj controlado por el Estado. ; TEX punto Por supuesto, debe existir una expropiacién progresiva de los terratenientes, fab; pietarios de ferrocarriles y armadores de buques rectamente, desplazdndolos [capitalisticamente] por 1 ia de la industria del Estado, o di ce rrencia , © directamente, mediante j demnizacién [el subrayado es nuestro] en valores Plblicos.33 ee icantes, po. Ya sea indi. Aunque en la sociedad capitalista se habla mucho de! de. recho de la propiedad privada sobre medios sociales de pro- duccién, sdlo los poderosos pueden gozar del tal llamado de-. recho. Los capitales mas grandes arruinan a los capitales mis pequefios, de suerte que existe un monopolio de un reducido grupo de duefios de los medios de produccién. Este reducido grupo monopolista tendr4 que entrar en juego con Jas empre- sas del Estado, las que, de acuerdo con el concepto de En- gels, no deben dar lugar a la corrupcién, y las que, asf como en el capitalismo mismo, deben estar constantemente reno vando su maquinaria. De este modo, empleando la iy més fuerte del capitalismo, las empresas privadas, am petencia con empresas del Estado, se eliminaran. EI trabajo y el empleo de obreros, a SU VC2» | zarse de tal modo que se elimine “la competenc!* d adn ros entre si”, y los fabricantes que aun existan a A “pagar los mismos altos salarios que abone el Bl a su vez, debe multiplicar las fabricas y raleres gat elt tanto como los ferrocarriles y barcos, ¥ debe ee tos ¥" “roturacién de todos los terrenos y mejoramicr obit roturados, en la medida en que aumenten s dito A . ” i a de ros de que disponga la nacién”. El sistema) | Fado a vez, debe estar centralizado en las manos pita! pl a medio de un banco nacional, formado con OP acid ; we una ed Todos Jos nifios tendran derecho a recibir un rr wr “wa cargo de la nacién”. Todos los medios de 0 aslo eben ser concentrados en manos de la nacién, ¥ asp" e i. stituir la “igualdad de derechos hereditarios para ef ne enfitn0S ¢ ilegitimos.” hijos a punta, sin embargo, que “estas medidas no po- En et a todas, naturalmente, de una vez, pero cada ara ae arrastrara consigo a las demas. Pero cuando la ana - “concentrado” todo el capital, toda la produccién y wi intercambio en sus manos, de acuerdo con Engels, la rad privada sobre los medios sociales de produccién Lage a tierra por sf sola, el dinero estard de més y la Sein se desarrollar hasta tal punto y los hombres se ‘ansformaran en proporciones tales, que podrén desaparecer ambign las tiltimas formas de relacién de la vieja socie- we Enloreferente al salario de los proletarios durante la épo- cede transicién, Marx sefiala que del fruto colectivo del tra- tajo o del producto social global, deben hacerse las siguientes deducciones: ee una parte para reponer Jos medios de produccién consummidos; segundo: una parte adicional para ampliar la produccién, y lercero: el fondo de reserva o de seguro contra acciden- ‘ss, trstornos debidos a calamidades, etcétera. nee con Marx, “estas deducciones del «fruto inte- tipi oe Constituyen una necesidad econémica, y su ne terminaré segin los medios y fuerzas existen- ; es del cAlculo de probabilidades”. Es impor- We queda le lucir de la parte restante del producto global “nienes Sastos generales de administracion, los con baby “desd Produccién ”. Marx explica que en estos gastos *e¢ el primer momento, una restricci6n muy const- 253 | “= 254 derable, en comparacién con la sociedad | . r actu; A i que ira en aumento a medida que la nueva He TCStticcigg, rrolle”. Se entiende también que debe deducing Se deg. para “la satisfaccién colectiva de las Necesidades aiente escuelas, instituciones sanitarias, etc.” Marx sefala te amo parte aumentard considerablemente desde e] primer aed es | en comparacién con la sociedad actual, y seguirg im en la medida en que la sociedad se desarrolle”. Hay vtando| mar en cuenta, ademas, “fondos para mantener a tag re to.) no capacitadas para trabajar, etc.”* onal Marx apunta que “en efecto, el productor individu: be de la sociedad” directa 0 indirectamente “—después de realizadas las obligadas deducciones— exactamente lo que le ha dado” en la forma de “su cuota individual de trabajo” o | “el tiempo individual de trabajo del productor individual”, es decir, en la forma de educacion, atencién médica, etc. Ade- | més, la sociedad le entregard a cada obrero un testimonio de. la cantidad de trabajo que ha rendido “(después de descontar | lo que ha trabajado para el fondo comtin), y con este testimo nio” el obrero recibird “de los depésitos sociales de medios de consumo la parte equivalente a la cantidad de trabajo ae ha rendido. La misma cuota de trabajo que ha dado a la s- fs = A istin- ciedad en una forma, la recibe de ésta en otra forma dis | ta” 37 sf Es evidente que, en teorfa, durante esta época de eae | cién tenemos todavia la desigualdad entre trabajadores 5! e tie haya una distincién de clases antagénicas. Aquellos get | nen més capacidad de trabajo y trabajan mas, Te equ cambian lo que han ganado, sobre la base de la a esta valencia, por bienes de consumo.** Pero defectos gociedt turaleza “son inevitables en la primera fase de ie n comunista”, puesto que lleva en su seno caracteris | sociedad de donde ha procedido.*” j | al recj- - andar Or jedadlcomonistas cl sin rior de 1a sociedad comunista, cuando haya desa- sage SUP ; nfs si pordinacién esclavizadora de los hombres a la di- la st pot la oposicién entre el trabajo inte- an ei trabajo mani uando el trabajo no sea solamente pal ye vida sino la primera necesidad vital; cuando, con el nt a | hombre en todos sus aspectos, aumenten también arr lO sroductiVas y manen més abundantemente los ma- re riqueza colectiva, slo entonces podrd rebasarse wie el estrecho horizonte del derecho burgués, y la socie- ai inseribir en su bandera: iDe a cual segtin su capa- «ud a cada cual segiin sus necesidades! pajo, ¥ con ella yexistiré una sociedad en donde “el libre desenvolvi- sein de cada uno seré la condicién del libre desenvolvi- » 41 siento de todos” . C. LA DICTADURA DEL PROLETARIADO Htémino “dictadura del proletariado” se utilizé para desig- mel régimen politico que imperé en la exUnién Soviética; ‘cialmente, Stalin lo empleé para sus propios fines y en aa ‘os proletarios. No obstante, Marx y Engels tuvie- 5 be de contenido distinto bajo el mismo término. be iceg oduecion a la Guerra civil en Francia, Engels, Wel fdas o expuesto en dicha obra por Marx, * obser- tery Pa miento de la Comuna de Paris, un movimiento ‘ny m6 el poder politico de Parfs el 18 de marzo de eral Y dog a Primero las caracteristicas del Estado en Ale ef yg q CS Has de Francia para demostrar la diferencia ‘i gobernar de la Comuna de Paris y el go- hy = ebido a la divisién del trabajo que existia en “Peciales antaiio, la sociedad misma “cred los orga- Para atender sus intereses comunes. Pero a la _— = 256 larga, estos 6rganos, a cuya cabeza estaba e] Poder ¢ persiguiendo sus propios intereses especificos, se trasfonld ron de servidores de la sociedad en sefiores de ella”, I Lo ies mado es cierto tanto “para monarquias hereditariag como a las reptiblicas democraticas” .“° Pata Por lo general, las personas de nuestro tiempo se han acostumbrado desde la infancia “a pensar que los asuntos e intereses comunes a toda la sociedad no pueden Sestionarse pj salvaguardarse de otro modo que como se ha venido haciendo. hasta aqui, es decir, por medio del Estado y de sus funciona. tios bien retribuidos”. Sin embargo, de acuerdo con Engels, sea en el caso de una monarquia hereditaria 0 el de una Tepi- blica democratica, el Estado no es, en realidad, “mas que una mAquina para la opresién de una clase por otra”.“* Esto puede verse bien en el caso dela Francia de los siglos XVII y XIX. Engels expone que en 1798 en aquel pais, Napoledn habia creado un gobierno centralizado y opresor, compuesto del ejército, la policia politica y la burocracia. Desde entonces este aparato represivo “habia sido heredado por todos los nuevos gobiernos como un instrumento grato, empledndolo contra sus enemigos”. La Comuna, sin embargo, “se v0 obligada a reconocer desde el primer momento que al llegar al poder la clase obrera no podia seguir gobernando con la vieja maquina del Estado”. En un esfuerzo para no perder al poder apenas conquistado, por un lado, tuvo que “barrer (002 la vieja maquina represiva utilizada hasta entonces oe ella”, y, por otro lado, debié “protegerse contra sus prop! diputados y funcionarios declaraéndolos a todos, sit ie cidn, revocables en cualquier momento”.** Pero est ue todo lo que hizo para protegerse de sus propios sober aa Para evitar que los gobernantes se transformaran aap | vidores de la sociedad en seftores de ella”, la Comun’ . los “dos recursos infalibles, En primer lugar, cubrid 10° | y rativos, judiciales y de ensefianza Por elec- os 2d ufragio universal” y, como vimos en el pa- a eine oncediendo a los electores el derecho de re- ae aio quier momento a sus elegidos” . El segundo oe en) cual i6 en que “todos los funcionarios, superiores e he o consist retribuidos como los demés trabajadores.... «esi pee se puso una eficaz barrera al arribismo ya este een y esto sin contar con los mandatos impera- le » 257 jninist ie : agre2, ademds, la Comuna para los delegados a los sos | "es resentativos”.“* “En todas las Proclamas dirigidas | franceses de provincias, la Comuna invita a formar con | eT Federacion libre de todas las Comunas de Francia, | pe omanzaciG nacional que, por primera vez, iba a ser | a realmente por la misma nacién”.47 Para evitar que el ejército fuera un poder empleado contra el pueblo, la Comuna “abolié la conscripcién y el ejército re- I gla, y declaré tinica fuerza armada a la Guardia Nacional, ale que debian enrolarse todos los ciudadanos capaces de | empufiar las armas” .** __ la Comuna ordené, ademés, el registro de las fabricas ‘erradas “por los patronos y la preparacién de los planes para / Ranudar su explotacién con los obreros que trabajaban antes (Mellas, organizéndolos en sociedades cooperativas, y tam- | ala Planificacién de la organizacién de todas estas coope- « “na gran unién”. La Comuna decreté la abolicién k I t } a & canto de los panaderos y suprimié también las ofici- Peacion, que durante el Segundo Imperio eran un mo- Mincnaleg Gens Sujetos designados por la policia, explotadores XS alealai °s obreros”. [Estas] “oficinas fueron trasferidas a “10S veinte distritos de Paris."? “eng dent Procedié a condonar “los pagos de alquiler de * Cetubre de 1870 hasta abril de 1871, inclu- 258 yendo en una cuenta para futuros pagos de alquileres la tidades ya abonadas, Y suspendié la venta de objetos eh can. dos en las casas municipales de préstamos”. Confirm pete sus cargos a los extranjeros clegidos para la Comuna”, pue en que ésta se consideraba parte de la reptiblica mundial as quem6 “puiblicamente la guillotina en medio del entusiasmo popular”.** Entre otros actos de la Comuna, se encuentra “Ia separacién de la Iglesia del Estado”. Engels anota, en fin, que “tiltimamente [1895], las pala- bras «dictadura del proletariado» de nuevo han Ilenado de sa- ludable terror al filisteo socialdemécrata. Pues bien, sefiores, jquieren saber como es esta dictadura?” Y a pesar del hecho de que la Comuna estuviese compuesta por proudhonianos y blanquistas y no de marxistas, él responde: “Miren la Comu- na de Paris: jesa es la dictadura del proletariado! a * * # Con esto, querido lector, terminamos este libro. Hemos tt tado categorias fundamentales de la doctrina de Marx y En- gels. Entre otras cosas, hemos visto su interpretacin de la de comunism? formacion de las clases desde las sociedades primitivo hasta el capitalismo de nuestros dias. Hemos visto las contradicciones inherentes del capitalismo que, de acuerdo con la forma pura del mismo, conducen a Ja revolucion so” cialista, y hemos visto, finalmente, cémo estos autores re ben la toma de poder por medios democraticos y ta naturale? de la dictadura del proletariado propugnada por us deni Sin embargo, conviene recordar que Ia ley de ten pital de Ja acumulacién de capital que Marx descubre en El¢ ba no és una ley histérica necesaria, Se trata de la forma co esta acumulacién. Y esta ley puede ser modificada nis cambio en Jas condiciones de la socied: lad. Pero, unt nile ut ; : al perl advertimos que mientras menos actividad sindical pe" - e acerca una sociedad a la forma pura del ca- , mis ilidades de un estallido jit oe mediante El capital, Marx quiso concientizar wi woletarios acerca de la explotacion esencial existente @ ts sismo y las condiciones de extrema miseria que les n es no pusieran manos a la obra para reemplazar el ee mediante el socialismo. pil autores posteriores en el campo de la sociologfa ela- ae otros conceptos sobre el capitalismo, puesto que se saieron obligados —Durkheim y Weber, por ejemplo— a ‘x um respuesta a Marx y Engels en defensa del sistema sen6mico-politico-cultural vigente. Ee | 267 APENDICE 1 LA IMPORTANCIA DEL MATERIALISMO DIALECTICO PARA EL MATERIALISMO HISTORICO reste breve apéndice solo quisiéramos mencionar algunos aementos del materialismo dialéctico relevantes Para el mate- jalismo histérico. Como fue sefialado en nuestro Prdlogo, sera de la polémica sobre la dialéctica de la naturaleza sur. g ébido a que los autores soviéticos perdieron de vista el turismo de Marx. Stalin, en su obra Sobre el materialismo daléctico y el materialismo histérico, afirmé que este ultimo tistia en una aplicacién de las leyes del primero, ademas omsiderar las eyes del materialismo dialéctico como uni- ‘andes y necesarias. Y como Stalin cita profusamente a En- eben 1a obra mencionada, pensadores como Colletti, Avi- ‘etl, Bender, Fetscher, Hook, Jordan, Lichtheim, Lukics, Sete, Schmidt, Tucker, etc., en efecto, culpan a Engels y su — la dialéctica de la naturaleza por la doctrina anti- Hl mapseae Stalin, Estos estudiosos, en efecto, postulan que fui, M0 histérico se debe a Marx y el materialismo ae dialéctica en la naturaleza) a Engels, y que el bry g” COnsiderarse completamente separado del se- rig enen que Engels meramente transcribid 0 aplicé Eye * dialéctica de la materia como existe en la filosofia a emba Tefutamos estas ideas en nuestro capitulo ae Sm fo pe eg i ea fae SUS investigaciones sobre la dia s determi- demostrar que las concepcione: 268 nistas —como la que Stalin iba a sostener en hombre Marx— pertenecen al modo metaffsico de pensar y que i una unidad dialéctica en la naturaleza entre la necesidad Ve azar 0 la casualidad. De este modo, criticé la concepcién me- canicista de] mundo y su nocién de necesidad. Expusimos al- gunas ideas al respecto en el capitulo 2. Aunque no en el sentido propuesto por Stalin, sf existe un {ntimo enlace entre el materialismo histérico y el materialis- mo dialéctico. Recordemos que, para Engels, “la concepcién materialista de la historia [el materialismo histérico] parte del principio de que la produccién, y, junto con ella, el intercam- bio de sus productos, constituyen la base de todo el orden so- cial”; que en cada sociedad que aparece en la historia “la distribucién de los productos y, con ella”, la divisién social en clases o estamentos, se determina por lo que se elabora y por cémo se elabora, asi como por la manera “como se inter- cambia lo producido. Seguin esto, las causas ultimas de todas las modificaciones sociales y las subversiones politicas n0 de- ben buscarse en las cabezas de los hombres, en su creciente” entendimiento “de la verdad y la justicia eternas, sino ea las transformaciones de los modos de produccién y de intercam- bio; no hay que buscarlas en la filosofia, sino en Ja economia de las pocas de que se trate”.” Esto es muy importante en relacién con la posibilidad de Hegar a una sociedad comunista donde todos dan segtin sus posibilidades y toman segtin sus necesidades. Engels apunt® que “la escisién de la sociedad en una clase explotadora y otra explotada, en una clase dominante y otra sometida, a : Sor de ld consecuencia necesaria del escaso desarrollo anterior _ produccién”, Cuando las fuerzas productivas de la sce que ducido, no pueden suministrar més que un producto rec apenas supera lo necesario para sobrevivir, y “el m quiere todo el tiempo, o casi todo el tiempo de la gran abaj? ay’ — ea 269 mbros de la sociedad, ésta se divide necesaria- jes me 5 of Oe superar la division de la sociedad en clases © peer E jlegar a la sociedad socialista, un alto grado de os 05 la produccion constituye “una premisa practica ale oe necesaria, porque sin ella sdlo se generalizarfa asia y; por lo tanto, junto con la pobreza comenzaria de ioc por lo indispensable y se recaeria necesaria- pil la miseria anterior” .* ‘Qué tiene que ver todo esto con la existencia de una

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