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éQué es lo bueno? La ética es la reflexién sobre la moral, es decir, la reflexién sobre lo que consideramos bueno y sobre lo que consideramos malo. Todos seguimos ciertas normas morales que reconocemos, aunque no for. men parte de un cédigo escrito, Todos atribuimos valor moral a cier- tas acciones, propias o ajenas. Nos sentimos mal por haber mentido © nos sentimos orgullosos por haber ayudado a un amigo en una si- tuacién dificil, Criticamos a los politicos que intentan engafarnos o felicitamos a algin compaiiero que, con esfuerzo, logré aprobar un examen. Todos tenemos una concepcidn ética, aunque seamos poco conscientes de ella. En nuestras decisiones, en nuestras opiniones so- bre lo que nos parece bien y lo que nos parece mal se deja ver una posicién ética particular. Para algunos, por ejemplo, el éxito econd. mico es un fin sumamente importante y asi creen que son permisi- bles todas las acciones que conduzcan a ese éxito. Para otros, renun- ciar a los propios deseos para ayudar a quienes lo necesitan es la conducta mas loable. eQué es lo bueno? gPodemos definirlo? ¢Se pueden establecer crite- rios para distinguir entre una accién buena y una accion mala? Quienes han reflexionado sobre estos problemas han ofrecido res- puestas diversas. La mayoria de los fildsofos que se han ocupado de pro- blemas éticos han intentado dar respuestas universalmente validas y atemporales. Algunas de las preguntas que distintos pensadores intenta- ron e intentan responder son: ¢Se debe tener en cuenta la situacion con- creta de la persona que realiza un acto para determinar que éste es bue- no o malo? éSe puede afirmar que una accidn es buena siempre, en cual- quier situacion y en cualquier época 0 lugar? ¢Se debe establecer la bon- dad de un acto midiendo sus consecuencias 0 un acto es bueno indepen- dientemente de los efectos que produzca? éEs la intencion del que actia la que determina la bondad de su accidn o es el resultado de dicha ac- cién lo que determina su valor moral? ¢Actuar bien implica sacrificar los Propios intereses? éTodo acto bueno es altruista? gQuerer lo mejor para si mismo es malo? ZNo se puede querer lo mejor para si mismo y, a la vez, querer lo mejor para los demas? A continuacién, veremos algunas de las teorias éticas mas importan- tes de los fildsofos que indagaron estas cuestiones, Aristételes: lo bueno es Ia felicidad Aristoteles fue un filésofo griego que vivié entre los afios 384 y 322 antes de Cristo. Fue el primero en escribir un tratado de ética, Su ob'@, titulada Etica a Nicémaco, ha sido moti ‘ fi ’ tivo de estudi versias que llegan aun hasta nuestros dias, tudios y contro Escaneado con CamScanner jurn va a la escuela para aprender y aprende para poder entrar en la iniversidad y quiere entrar en una universidad para recibirse y quiere reci- pirse para conseguir un buen empleo y quiere tener un buen empleo para ganar un buen sueldo y quiere ganar un buen sueldo para poder comprar una casa confortable, y asi sucesivamente. Segun Aristételes, nuestra vida se va conformando como una cadena de fines. Actuamos para conseguir un fin que nos proponemos, pero ese fin es a la vez un medio para otro fin. Si el acto no tuviera ningun fin, aunque solo fuera el de sentir placer reali- zandolo, careceria de sentido. Pero, entonces, tiene que existir un fin ulti- mo, un fin que no sea, a su vez, medio para llegar a otra cosa. Es necesa- tio, afirma este fildsofo, que exista un fin que se quiera por si mismo, que: tenga un valor intrinseco. Es necesario que exista este fin ultimo, pues, si no existiese, la cadena de fines que es nuestra propia vida quedaria vacia- da de sentido. ¢Para qué hacemos todo lo que hacemos? Si esa pregunta no tuviera respuesta, nuestra actividad seria inutil, absurda. Pero ese fin ultimo existe. Ese fin ultimo, ese fin que no se desea por ninguna otra cosa sino que se desea en si mismo, es, segun Aristdteles, la felicidad. Todos los seres humanos desean ser felices. Y nadie desea ser feliz para llegar a otra cosa. La felicidad es el fin supremo pues no es, a su vez, un medio. Para qué queremos ser felices? Para ser felices. No hay otra respuesta. Todo lo que hacemos lo hacemos teniendo como objetivo Ultimo el ser felices. La felicidad nos satisface plenamente. Pero, si bien podemos estar de acuerdo con que el bien que todos buscamos es la felicidad, seguramente tenemos diferentes conceptos de lo que ésta es. Para Aristoteles, los seres humanos tienen que ejercitar la funcién que les es propia y que los distingue de los demas animales. Esa funcién es la raz6n. La felicidad sdlo es posible para aquél que vive guiandose por la razén, para aquél que no se deja llevar por las pasio- nes, para aquél que es capaz de controlar sus deseos y temores. La ra~ z6n debe guiar nuestras vidas. Sdlo guidndonos por lo que la razén nos manda y dominando nuestras pasiones podremos vivir una vida feliz. El hombre bueno es el hombre prudente, es el que busca el "término Medio” entre los extremos. En las acciones y en las pasiones puede ha~ ber exceso, defecto o término medio. Por ejemplo, con respecto al valor, la temeridad es un exceso, la cobardia, un defecto y la valentia, el justo Medio. Cometemos excesos cuando nos dejamos llevar por las pasiones Y actuamos defectuosamente cuando nos dejamos llevar por nuestros temores. En realidad, nadie puede ser elogiado o censurado por sentir tal © cual pasion o por sentir tal o cual temor. Lo elogiable y censurable es 'a forma en que nos comportamos frente a esas pasiones y temores. Escaneado con CamScanner para Aristoteles, todos los actos humanos tienen un fin. Siempre que pacemos algo lo hacemos para llegar a una meta o un objetivo. Y esa me- pu objetivo es el que le da sentido a nuestro accionar. Por ejemplo, un + alumno va @ la escuela para aprender y aprende para poder entrar en la universidad y quiere entrar en una universidad para recibirse y quiere reci- birse para conseguir un buen empleo y quiere tener un buen empleo para ganar un buen sueldo y quiere ganar un buen sueldo para poder comprar una casa confortable, y asi sucesivamente. Seguin Aristoteles, nuestra vida se va conformando como una cadena de fines. Actuamos para conseguir un fin que nos proponemos, pero ese fin es a la vez un medio para otro fin. Si el acto no tuviera ningun fin, aunque sdlo fuera el de sentir placer reali- zandolo, careceria de sentido. Pero, entonces, tiene que existir un fin ulti- mo, un fin que no sea, a su vez, medio para llegar a otra cosa. Es necesa- rio, afirma este filésofo, que exista un fin que se quiera por si mismo, que tenga un valor intrinseco. Es necesario que exista este fin ultimo, pues, si no existiese, la cadena de fines que es nuestra propia vida quedaria vacia- da de sentido. ZPara qué hacemos todo lo que hacemos? Si esa pregunta no tuviera respuesta, nuestra actividad seria inutil, absurda. Pero ese fin ultimo existe. Ese fin ultimo, ese fin que no se desea por ninguna otra cosa sino que se desea en si mismo, es, seguin Aristételes, la felicidad. Todos los seres humanos desean ser felices. Y nadie desea ser feliz para llegar a otra cosa. La felicidad es el fin supremo pues no es, a Su vez, un medio. {Para qué queremos ser felices? Para ser felices. No hay otra respuesta. Todo lo que hacemos lo hacemos teniendo como objetivo ultimo el ser felices. La felicidad nos satisface plenamente. Pero, si bien podemos estar de acuerdo con que el bien que todos buscamos es la felicidad, seguramente tenemos diferentes conceptos de lo que ésta es. Para Aristételes, los seres humanos tienen que ejercitar la funcidn que les es propia y que los distingue de los demas animales. Esa funcién es la raz6n. La felicidad s6lo es posible para aquél que vive guiandose por la raz6n, para aquél que no se deja llevar por las pasio- nes, para aquél que es capaz de controlar sus deseos y temores. La ra~ 26n debe guiar nuestras vidas. Sélo guidndonos por lo que la razon nos manda y dominando nuestras pasiones podremos vivir una vida feliz. El hombre bueno es el hombre prudente, es el que busca el “término Medio" entre los extremos. En las acciones y en las pasiones puede ha- ber exceso, defecto o término medio. Por ejemplo, con respecto al valor, la temeridad es un exceso, la cobardia, un defecto y la valentia, el justo Medio. Cometemos excesos cuando nos dejamos llevar por las pasiones Y actuamos defectuosamente cuando nos dejamos llevar por nuestros temores, En realidad, nadie puede ser elogiado o censurado por sentir tal © cual pasién o por sentir tal o cual temor. Lo elogiable y censurable es a forma en que nos comportamos frente a esas pasiones y temores. Escaneado con CamScanner Por ejemplo, con respecto a la ira, nos comportamos mal tanto si nos dejamos llevar por ella (exceso) como si la ahogamos y hacemos de cuenta que nada nos pasa (defecto), y actuamos bien si la controlamos y adoptamos una actitud mesurada. El término medio no puede ser siempre el mismo sino que depende de las circunstancias y de la persona de la que se trate. El término medio es relativo. Por ejemplo, la valentia en una guerra no es igual a la valentia para enfrentar un examen en la universidad. La virtud es, entonces, el ha- bito de elegir el término medio entre los extremos, 0 sea, entre el defec- to y el exceso. Pero nadie nace con esa capacidad de elegir el término medio. Esta capacidad se aprende mediante la educaci6n y la practica reiterada de buenas acciones. Adquirir esta capacidad nos hace dignos de ser felices. Sin embargo, la felicidad sdlo puede alcanzarse si se dan ciertas con- diciones indispensables: corporales, animicas, materiales. Asi, ni quien carece de los medios indispensables para sobrevivir ni quien esta enfer- mo pueden ser enteramente felices. Tampoco se podria llegar a la felici- dad en soledad. La felicidad debe obtenerse dentro de la sociedad en la que el hombre vive, en solidaridad con los demas. Stuart Mill: lo bueno es lo dtil John Stuart Mill, fildésofo inglés del siglo XIX, elaboré la teoria ética conocida como “utilitarismo", Para el utilitarismo lo bueno es lo util y lo Util es lo placentero o lo que nos lleva hacia el placer. Como Aristoteles, Mill consider que todas las personas buscan ser felices. Y relaciono la felicidad con el placer. Las acciones son buenas si tienden a promover la felicidad y son malas si producen lo contrario de la felicidad, es decir, el dolor, La felicidad es el placer y la ausencia del dolor; la infelicidad es el dolor y Ia ausencia del placer. Todo lo que desamos lo deseamos porque es placentero 0 porque es un medio para eliminar el dolor y producir placer. Pero no todo placer es deseable, Hay placeres fugaces que terminan produciéndonos dolor, por ejemplo, un placer que perjudica la salud. La salud es un placer duradero y es preferible a placeres momentaneos e intensos que "05 #2 Alaue Grune Editor $A. Prohlbide su rearoduccién. la quitan. Para Stuart Mill, los placeres se pueden diferenciar segun su calidad: hay placeres bajos y placeres elevados. Los placeres bajos son, en gene- ral, los placeres corporales. Los placeres elevados estan referidos a nues- tras capacidades creativas'e intelectuales. Los placeres suscitados por él estudio, la lectura, el ejercicio del pensamiento, la investigacion, la crea- cién o la contemplacién de una obra de arte son placeres duraderos y ¢S" tables que producen una satisfaccién més plena que la producida por los placeres fugaces € inestables. Escaneado con CamScanner Frente a los que opinan que la felicidad es inalcanzable, Mill respon- de que es alcanzable siempre que no se la considere como una vida en continuo éxtasis, sino como una vida con momentos de exaltacién, con pocos Y transitorios dolores y muchos y variados placeres. Ademas, la utilidad como principio no sélo incluye la busqueda de la felicidad, sino también la prevencién o mitigacién de la desgracia. Desde este punto de vista, la medicina es buena en sentido moral pues ayuda a prevenir el dolor o a mitigarlo. La posicién de Stuart Mill da lugar a la defensa de la lucha contra calamidades que son fuentes de sufrimiento fisico y mental, como la pobreza, la enfermedad o la ma- lignidad. Hasta aqui parece que el utilitarismo propone que cada uno busque su felicidad sin importarle lo que suceda con los demas. Sin embargo, el principio utilitarista propone que toda persona se ocupe al mismo tiem- po, tanto de la promocién de su felicidad particular como del incremen- to del bienestar general de todos los seres humanos, contribuyendo asi a la produccién de la mayor felicidad total. Seguin la teoria utilitarista, debemos actuar procurando lograr la mayor felicidad posible para la ma~ yor cantidad de gente posible. Por eso, Mill pone énfasis en la necesidad de que la politica y la educacién nivelen las desigualdades y generen en cada individuo un sentimiento de unidad con todo el resto, es decir, que no se piense en el beneficio personal sin incluir a los otros en ese bene- ficio. En otras palabras, que se subordine la felicidad individual a la fe- licidad general, pues la felicidad general garantiza la individual. Por eso, el utilitarista no descarta el sacrificio de la felicidad perso- nal en pos de una felicidad mas amplia. El sacrificio es noble si tiene co- mo fin promover la felicidad de los demas, pero no tiene sentido el sa~ crificio que no tenga en cuenta este fin. El sacrificio no vale por si mis- mo, no es un fin en si mismo. El martir o el héroe se sacrifican en aras de algo que aprecian mas que su felicidad personal; ese algo es la feli- cidad de los demas. No se sacrificarian si creyeran que ese renuncia- miento produciria en el préjimo una suerte igual a la suya, Merecen-ho- Nores quienes renuncian a la felicidad personal para aumentar la felici- dad del mundo pero no merecen honores quienes se retiran del mundo para vivir una vida sacrificada (como los ascetas) pues ese sacrificio no tiene ningun sentido. Un sacrificio que no aumenta ni tiende a aumen- tar la suma total de la felicidad es un desperdicio. Qué se debe tener en cuenta para determinar si un acto es bueno 0 malo? Para la postura utilitarista, fundamentalmente se deben medir las consecuencias concretas de ese acto. No interesan los motivos del acto sino sus resultados, Si alguien salva a una persona que s€ ahoga, ese ac- to es bueno, aun si la persona que lo realizé lo hizo para cobrar una re- compensa. John Stuart Mill (1805-1873). Recibié una severa y rigida educacién por parte de su padre. Esta educacién produjo en él algunas crisis que fueron relatadas en su Autobiogrofio. Su filosofia defiende los valores de la libertad individual pero se pone al egoismo. Escaneado con CamScanner Por esta razén, hay actos que habitualmente podrian considerarse co~ mo malos pero que, en determinadas situaciones pueden ser buenos. Por ejemplo, mentir suele ser un acto malo pero la mentira piadosa puede ser buena, Si se miente para conseguir algun fin util para nosotros o para los demas, por ejemplo, si se miente para salvar la propia vida o para salvar de una desgracia a otros 0 para no dar noticias malas a una persona gra- vemente enferma, ese acto puede ser considerado bueno. Por supuesto, el cultivo de la veracidad es lo que mas puede servirnos a nosotros y a la comunidad. Pero esta regla, como cualquier otra, admite excepciones. Lo que es justo en casos ordinarios, no es justo en un caso particular. En de- terminadas circunstancias, la mentira puede producir mas beneficios que dafios. En ese caso, la mentira no seria condenable sino recomendable, éCémo sabemos cémo actuar en cada situacion particular? Es cierto que cada situacion es unica pero también es cierto que existen situacio- Nes similares que nosotros hemos vivido o que han vivido otros antes que Nosotros. Las experiencias de nuestros antepasados nos han ido mostran- do las posibles consecuencias de las acciones. Fuente “Qué es lo que los seres humanos mismos dejan discernir, por su conducta, como fin y propésito de su vida? gQué es lo que exigen de ella, lo que en ella quieren alcanzar? No es dificil acertar con la respuesta: quieren alcanzar la dicha, conseguir la felicidad y mantenerla, Esta aspiracién tiene dos costados, una meta positiva y una negativa: por una parte, quieren la ausencia de dolor y de displacer, por fa otra, vivenciar intensos sentimientos de placer. [-] Es [..] el programa del principio de placer* el que fija su fin a a vida. [...] no obstante lo cual su programa entra en conflicto con el mundo entero. Se dirla que el propdsito de que el hombre sea ‘dichoso’ no estd contenido en el plan de la ‘Creacién’. Lo que en sentido estricto se llama ‘felicidad’ corresponde a la satisfaccién [...) de necesidades retenidas, con alto grado de éxtasis, y por su propia naturaleza sélo es posible como fendmeno episédico (momeitdéneo). Si una situacién anhelada por el principio de placer perdura, en ningdn caso se obtiene mds que un sentimiento de figero bienestar; estamos organizados de tal modo que sdlo podemos gozar con intensidad el contraste, y muy poco el estado. Ya nuestra constitucién, pues, limita nuestras posibilidades de dicha. Mucho menos dificil es que llegueos a experimentar desdicha,” Freud, Sigmund: “El malestar en la cultura”, en: Obras completas, Volumen XX, Buenos Aires, Amorrortu, 1986, pp. 76-77. * El principio de placer es uno de los principios que, Freud, rigen el funcionamiento mental: la actividad p: tiene por finalidad evitar el displacer y procurar el pl seguin siquica acer, Escaneado con CamScanner Conocemos los efectos que tienen los actos humanos porque hemos. podido ver esos efectos en acciones realizadas por otros. Por eso, no es preciso en cada situacién particular calcular los efectos de nuestra ac- cidn. Ya sabemos, aproximadamente, como debemos actuar. éSiempre los actos se miden por sus consecuencias? éNo existen ac- tos que valgan por si mismos? éSiempre todo lo que hacemos lo hace- mos en pos de un fin superior, como la felicidad? Aqui puede haber una confusion. La felicidad tiene partes o ingredientes: cada parte es desea- ble por si misma. La salud, por ejemplo, es una parte de la felicidad. La salud es un fin en s{ mismo, no es medio para otro fin. El placer de es- cuchar musica o de conversar con un amigo son partes de la felicidad. Son actos deseables por si mismos pues nos hacen felices; no son me- dios para alcanzar la felicidad. También ser una buena persona es parte de la felicidad. No buscamos ser buenos para lograr otra cosa; la bondad de nuestra conducta nos proporciona placer. Nos sentimos bien ayudan- do a otros y eso vale por si mismo. Actuar mal, por el contrario, nos ge- nera dolor o insatisfaccién. Sentimos culpa o la reprobacién de quienes nos rodean. Por eso, actuar mal no nos conduce a la felicidad. Kant: lo bueno es lo que se hace por deber Opuesta a la ética de fines, hallamos la teorla ética del filésofo aleman * Immanuel Kant (1724-1804). Para Kant, los seres humanos somos, a la vez, seres naturales y racionales. Por ser naturales nos regimos por leyes de la naturaleza: debemos alimentarnos, dormir, beber agua, crecemos, enveje- ccemos y morimos. Pero, por ser racionales nos regimos por la ley moral. La ley moral esta en nuestra razén y es la misma para todos los seres huma~ nos. Esta ley es vélida para todas las personas en todas las épocas y en cualquier situacién. Qué dice la ley moral? Dice que,\cuando nos propo- nemos hacer algo, debemos asegurarnos de que deseariamos que todos los demas hicieran lo mismo si se encontrasen en la misma situacién. Es de- cir, lo que creo que vale para mi, debe valer también para todos los demas. Cuando actuamos bien, no tenemos dificultad en concebir que lo que ‘Nos proponemos hacer valga como ley universal. Si me propongo salvar a al- Quien que se encuentra en peligro, puedo querer que todos hagan lo mismo si se encuentran en la misma situacién. Asi, compruebo que intentar salvar a los dems cuando se encuentran en peligro es un deber moral. En cambio, sime propongo mentir, no puedo querer que todos mientan, porque si todos mintieran, nadie creeria en la palabra de los demas, con lo cual la palabra misma dejaria de tener sentido. Por eso, cuando actuamos mal, no quere- ‘Mos que lo que nos proponemos hacer se convierta en ley universal; cuan- do actuamos mal pretendemos ser la excepcin. El mentiroso quiere mentir Pero no quiere que le mientan, se considera a si mismo una excepcidn, se ree autorizado a mentir, pero niega tal autorizacién a los demés. Escaneado con CamScanner Kant se opone a toda ética que valore los actos por sus fines. Lo que importa no es el fin de los actos ni los resultados concretos; lo Unico que importa es el querer, es decir, la intencién del acto. Y la unica in- tencién que hace que un acto sea bueno(es la intencién de cumplir el deberYSélo es buena la conducta que se realiza por deber: no importa la utilidad de esa conducta, sélo importa que el acto haya sido realiza- do con buenas intenciones La razén no nos manda realizar ciertos ac- tos para ser felices. La felicidad no es el fin de los actos morales. La ra- z6n nos manda ser buenos, mas alld de que esa bondad produzca pla- cer o felicidad. Los actos buenos son los que se realizan por deber, por conciencia del deber. Actua bien quien lo hace por obligacion moral, sin tener en cuenta si esa accién le conviene o lo perjudicd, Por ejemplo, una perso- na que en un juicio dice la verdad, aunque ha sido amenazada de muer- te, dice la verdad porque sabe que ése es su deber aunque corra riesgo su vida} En cambio, si una persona acta correctamente pero lo hace por con- veniencia o interés, ese acto no puede ser considerado bueno. Por ejem- plo, una persona que ofrece informacion a un juez para cobrar una re- compensa. No actua porque sienta el deber de decir la verdad sino por interés en la recompensa. Su accién no es mala, pues dice la verdad, pe- 'O tampoco es buena, pues no acta por conciencia del deber. Asi, Kant distingue entre legalidad y moralidod. Un acto es legal cuando coincide con el deber. Pero puede no ser moral si se realiza por interés, por conveniencia, por miedo y no por conciencia del deber. Por €so, una persona correcta puede no ser una buena persona. Puede actuar correctamente porque tiene miedo de hacer algo que sea visto como ma- lo por los demas, porque tiene miedo al “qué dirén” La persona moral- mente buena hace el bien por deber, no por interés, Kant sefiala que la ley moral que hay en nosotros nos dice: “ actues, trata a la humanidad, tanto en tu persona como. cualquier otro, siempre como un fin y nunca sélo como humano es un fin en si mismo. Los seres humanos ‘SON personas porque son fines en si mismos. En su lugar no puede ponerse ningun otro fin pa- ra el que ellos deban servir como medios. Cuando hacemos una prome- sa falsa, estamos usando al otro como medio para Nuestros fines, apro- vechandonos de él para lograr nuestros Propésitos. Cada uno debe tra- tarse a si mismo y a todos los demas como un fin en si mismo y nunca s6lo como medios, ‘cuando en la persona de un medio’. El ser cambiado por nada equivalente, vale por i si mismo, tiene dignidad. Las personas tienen un valor intrinseco, no relative ' ituil . ‘0. Son, po insus- tituibles. Por eso, insus- Escaneado con CamScanner

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