1. En pocas palabras desarrolla el argumento del capítulo XXII.

¿Qué sucede en el
mismo?

2. Este es un capítulo ideal para pensar la ambivalencia de los personajes

cervantinos. Don Quijote comete su mayor locura al liberar a los presos, pero es
incontestable cuando cuestiona la potestad de "hacer esclavos a los que Dios y
naturaleza hizo libres". ¿Qué opinión te merece la actitud de Don Quijote, los galeotes,
Ginés, y cuál te parece que sea la idea de justicia que tiene en mente Don Quijote?

1-
En esta tercera parte de la historia del ingenioso hidalgo y su escudero Sancho, podemos
ver la forma en la que observan a un grupo de galeotes encadenados por el camino con
cadenas sujetas a sus cuellos, acompañados por cuatro guardias. Sancho le explica que
son prisioneros condenados a las galeras ( esta era una pena que se imponía a ciertos
delincuentes y que consistía en remar en las galeras del rey. Se imponía por la comisión
de delitos denigrantes o por reincidencia que no podían hacer prever la rehabilitación del
condenado (según la teoría de la pena vigente)).
Don Quijote se siente obligado a ayudar a estos prisioneros encadenados y
cuestiona sus crímenes mientras ellos relatan que han sido torturados antes de confesar,
y Quijote reflexiona sobre la libertad que merecían estos prisioneros por no tener voluntad
de ello; al igual que sostiene que la justicia proviene de Dios y que no es apropiado que
los seres humanos actúen como ejecutores de otros. Uno de los galeotes, Ginés de
Pasamonte, destaca por su audacia y múltiples delitos al igual que comenta sobre una
autobiografía que escribió. Don Quijote defiende a Ginés de un castigo adicional y pide su
liberación, argumentando que no merece él ni los demás ser esclavos. El comisario se
niega, y en el conflicto que sigue, don Quijote hiere al comisario con su lanza. Los
galeotes aprovechan la confusión para liberarse y tomar el control. Don Quijote sugiere
que los galeotes vayan a ver a Dulcinea como agradecimiento, pero Ginés se niega
debido a su búsqueda por la Santa Hermandad. A todo esto Don Quijote enfurece, lo que
lleva a los galeotes a atacarlos y robarles sus pertenencias antes de escapar.

2-
En este episodio Quijote cuestiona el ejercicio de la justicia de manera distinta a la que
cualquiera lo habría echo. Primeramente porque no entiende la mayor parte de lo que
dicen los prisioneros por tener una jerga diferente entre ellos, por ejemplo cuando
pregunta al primer prisionero “¿Por eso no más? — ” luego de que el prisionero le cuente
su delito; y segundo y más implortante, por no entender cómo una persona puede
condenar a otra contra su voluntad. Así, a pesar de que el caballero reconoce la
culpabilidad de los galeotes, también revela la corrupción y la maldad de los
procedimientos legales al señalar que “podría ser que el poco ánimo que aquél tuvo en el
tormento, la falta de dineros de éste, el poco favor del otro y, finalmente, el torcido juicio
del juez, hubiese sido causa de vuestra perdición y de no haber salido con la justicia que
de vuestra parte teníades.”. Esta actitud la vimos a lo largo y ancho de las aventuras de
Don Quijote, en las que él decide ir en contra de las reglas del mundo en el que vive e
instaurar una propia, confiando en que las personas lo respetarán, lo seguirán y serán
igual de bondadosos que él, siendo esto totalmente lo contrario en la praxis de su
voluntad, por ejemplo, cuando uno de los galeotes llama a la lástima del caballero al
decirle “Si vuestra merced, señor caballero, lleva alguna cosa con que socorrer a estos
pobretes, Dios se lo pagará en el cielo y nosotros tendremos en la tierra cuidado de rogar
a Dios en nuestras oraciones por la vida y salud de vuestra merced, que sea tan larga y
tan buena como su buena presencia merece. ”. Los lectores, conocedores de la voluntad
bondadosa de nuestro caballero ya teníamos en mente lo que haría luego de escuchar el
lamento de este señor, creyendo fielmente en su palabra, dejándose envolver en la
mentira. Lo más interesante es ver cómo Don Quijote no se rinde nunca en cuanto a sus
principios de caballero se trata. De esos que cabalgan por campos y selvas en busca de
peligrosas aventuras para poner a prueba su valor y ganar fama, siempre en contra de la
justicia por mano propia, dejando las malas acciones a voluntad de Dios y no del hombre
con recurrentes conflictos entre el protagonista y el mundo exterior, más o menos
cortados por el mismo patrón; como en uno de los fragmentos extraídos lo expresa:
“...profesar en él la orden de caballería que profeso, y el voto que en ella hice de favorecer
a los menesterosos y opresos de los mayores. ”.
El hidalgo trata la controversia de considerar cuidadosamente las implicaciones
morales y las consecuencias de nuestras acciones, tanto en términos de cómo
obedecemos a otros como en cómo castigamos a terceros por ello. Hace entender que no
es justificable hacer el mal por mandato de otro, este es un dilema ético complejo y
depende en gran medida de la perspectiva moral y del contexto específico en el que se
aplica. Nuestro caballero andante siempre pretendió hacer el bien con sus acciones
aunque no tuvo los frutos que deseaba, las que siempre eran reacciones que provocan al
hidalgo primero a furia, luego a un embestimiento violento, que resulta normalmente en
otro fracaso humillante para él.
En cuanto a la actitud de los galeotes es obvio que solo intentaban escapar de su
castigo y poder ser libres sin importar quién o quienes salgan heridos, como los
delincuentes que vemos seguidos en nuestra contemporaneidad, teniendo cero
importancia por el buen trato de este caballero que intenta salvarlos por un fin mayor. El
galeote más famoso con el que nos topamos en esta historia, Ginés de Pasamonte,
representa de manera destacada al arquetipo del pícaro, entre otras representaciones. Él
escribió sobre su vida y lo seguirá haciendo en las galeras, lo que destaca como pícaro.
Aquí vemos cómo El ingeniosos hidalgo Don Quijote de la Mancha ya representaba
un pensamiento posmoderno en su discurso.

Micaela Monetta
3°año
Id. Español
Literatura española