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4 Fernández
4 Fernández
del Barroco
Una mirada introspectiva
Adrián Contreras-Guerrero
Ángel Justo-Estebaranz
Fernando Quiles
(Eds.)
© 2023
2022 Comité Asesor UBI
Universo Barroco Iberoamericano
Dora Arizaga Guzmán, arquitecta. Quito, Ecuador
26º volumen
Alicia Cámara. Universidad Nacional de
Educación a Distancia (UNED). Madrid, España
Elena Díez Jorge. Universidad de Granada,
España
Editores Marcello Fagiolo. Centro Studi Cultura e
Adrián Contreras-Guerrero Immagine di Roma, Italia
Ángel Justo-Estebaranz Martha Fernández. Universidad Nacional
Fernando Quiles Autónoma de México. México DF, México
Jaime García Bernal. Universidad de Sevilla,
España
María Pilar García Cuetos. Universidad de
Oviedo, España
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Burgos, España
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PUBLICACIONES ENREDARS of Latin American Art. Los Angeles County
Museum of Art (LACMA). Los Ángeles, Estados
Director Enredars Unidos
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Coordinador editorial Cusco, Perú
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Francisco Javier Pizarro. Universidad de
Extremadura. Cáceres, España
Ana Cielo Quiñones Aguilar.
Universidad Javeriana. Bogotá. Colombia
Imagen de portada Delfín Rodríguez. Universidad Complutense de
Antonio
AntoniodedePereda,
Pereda,El“El
sueño deldel
caballero. Aca- Madrid, España
demia
Antoniode
deSan fernando.
Pereda, El sueñsueño
o del
caballero”.
caballero.
Real Academia de Bellas Artes de San Real Janeth Rodriguez Nóbrega. Universidad Central
Academia
Fernando.Bellas Artes de
Nº. Invº. San Fernando. Nº. inv. 0639.
0639 de Venezuela. Caracas, Venezuela
Fotografías y dibujos Olaya Sanfuentes.
Católica de Chile. Santiago, Chile
autor de la imagen Pedro Flor. Univ. Aberta / Instituto de História da
Arte - NOVA/FCSH, Portugal
© de los textos e imágenes: los autores
© de la edición:
Andavira Editora S.L. -
E.R.A. Arte, Creación y Patrimonio Iberoamericanos
en Redes / Universidad Pablo de Olavide Moderna
ISBN: 978-84-126450-4-0
2023
2022,
2023 Santiago de Compostela / Sevilla. España
Índice
Prólogo
Sombras entre esplendores 9
Víctor Mínguez
5
En las sombras de Barroco. Una mirada introspectiva
6
Índice |
Michael Scholz-Hänsel
7
Prólogo.
Sombras
entre esplendores
Víctor Mínguez
Universitat JuameJaume
Universitat I, España
I, España
Si el siglo XVIII fue denominado por los ilustrados que vivieron en él como
“Siglo de las Luces” es porque, a su vez, estos consideraron que la centuria
precedente fue un “Siglo de sombras”. Si los enciclopedistas pretendían ilu-
minar el mundo, es porque entendían que este permanecía en las tinieblas. Si
unos y otros invocaban la razón, era por combatir la superstición imperante.
La necesidad incuestionable de transformar una sociedad injusta e ignorante
llevó a los intelectuales del setecientos a despreciar la cultura precedente,
por más que esta coincidiera con el Siglo de Oro europeo en los ámbitos de las
al arte áulico borbónico de este período a girar en torno a la imagen solar. Sin
embargo, la difusión y patrimonialización propagandística del astro diurno
por parte de los reyes franceses no ha de hacernos olvidar que, durante la
cultura barroca, la metáfora solar no fue privativa de ninguna dinastía ni de
ninguna corte: cien años antes de la instrumentalización de la imagen solar
por Luis XIV, en España era ya un símbolo utilizado a la hora de representar a
sus monarcas de la Casa de Austria, como fue el caso de Carlos V o de Felipe
II. Y no debe extrañarnos, la metáfora solar era la imagen política ideal para
representar el poder absoluto en las artes de la Edad Moderna, en cualquier
geografía y circunstancia.
Nec pluribus impar, quedó inmorta-
lizada en el arte cuando fue grabada por Jean Warin en 1674 en el reverso de
una medalla que mostraba a un astro diurno con rostro brillando sobre una
esfera terrestre con los paralelos y meridianos marcados, envuelta en nubes
que se disipaban por efecto de los rayos solares. El anverso obviamente
-
-
ción del poder. Sin embargo, unas décadas antes, el mercedario fray Marcos
Salmerón publicó en la corte del Rey Planeta, Felipe IV de España, el libro El
principe escondido. Meditaciones de la vida ocvlta de Christo desde los doze
hasta los treinta años (Madrid, 1648), mostrando su frontispicio una singular
imagen emblemática: bajo el lema Solem, nvbe tegam, extraído del libro del
profeta Ezequiel, contemplamos en ella un Sol ensombrecido por las nubes,
grande y poderoso que el Sol regio pese a estar oculto entre las sombras.
Luces ocultas tras las sombras, más intensas que la luz directa.
-
mente en luces deslumbrantes y sombras inquietantes, siendo muchas veces
éstas más potentes y fascinantes que aquellas. Como ya he dicho antes, esto
-
do tempranamente en su obra teatral La vida es sueño (1635), con luminosa
claridad, la existencia de la oscuridad como marco vital del ser humano,
rescatando un tópico literario nacido muchos siglos antes con Platón: la vida
12
Presentación.
Somos barrocos
Adrián Contreras-Guerrero,
Ángel Justo-Estebaranz
Fernando Quiles
pues no sólo es el lugar donde no da el sol, como diría Covarrubias (1611), sino
también la apariencia o semejanza de una cosa, la justicia, la entrada en la
cárcel o la privación de alguna parte de luz primaria y directa (Diccionario de
autoridades, 1739).
El Barroco que no deja impasible, que se mueve aun en su dura ma-
terialidad, para atraparnos sin quererlo y sin que nos demos cuenta de que
es así.
13
En las sombras de Barroco. Una mirada introspectiva
Somos tres los que pensamos de esta forma, pero intuimos que son
más quienes así lo consideran. Y ahora nosotros nos hacemos eco de lo que
otros piensan y sienten en relación con el Barroco, quienes igualmente se
miran en ese espejo donde vibran las imágenes que bien pudiera parecer ina-
nimadas. Estos amigos son Adam Jasienski, María Constanza Villalobos, Édgar
Antonio Mejía Ortiz, Martha Fernández, Ana María Gómez Román, Agostino
De Rosa, Gorka López de Muniain, Emilce N. Sosa, Alessio Bortot, Víctor
Mínguez, Teresa Sorolla Romero, Michael Scholz-Hänsel, María del Carmen
desde dentro por tanto, han logrado avanzar por los laberintos del barroco.
Como Luis de Góngora (“A un sueño”) que recitó:
Varia imaginación que, en mil intentos,
a pesar gastas de tu triste dueño
la dulce munición del blando sueño,
alimentando vanos pensamientos,
Pues traes los espíritus atentos
sólo a representarme el grave ceño
del rostro dulcemente zahareño
(gloriosa suspensión de mis tormentos),
El sueño (autor de representaciones),
en su teatro, sobre el viento armado,
sombras suele vestir de bulto bello.
Síguele; mostraráte el rostro amado,
y engañarán un rato tus pasiones
dos bienes, que serán dormir y vello.
14
Introducción | Adrián Contreras-Guerrero, Ángel Justo-Estebaranz y Fernando Quiles
El palacio
y la cultura masónica.
del marqués de Jaral
de Berrio en la Ciudad de México
Between the Christian Faith, Illustrated art and Masonic Culture.
The palace of the Marquis of Jaral de Berrio in Mexico City
Martha Fernández
Universidad Nacional Autónoma de México
marfer@unam.mx | ORCID: 0000-0002-1822-2299
Resumen
Uno de los aspectos menos conocidos y quizá más controversiales en el es-
tudio del arte barroco de la Nueva España es el de la presencia de elementos
Abstract
Among the least known and perhaps most controversial aspects in the study of
Baroque art of New Spain is that of the presence of iconographic elements of
possible link with Masonic culture. The subject seems impossible in a society
109
En las sombras de Barroco. Una mirada introspectiva
that was closely related to the Church and because of the existence of a Holy
Tribunal of the Inquisition, which undoubtedly made its presence felt. But the
illustrated ideas that began to permeate the viceroyalty from the Bourbon
Reforms also led to the penetration of various cultural manifestations during
the development of the Baroque. As a hypothesis I propose in this text the
presence of iconographic elements related to Masonic culture in the palace of
the Marquis of Jaral de Berrio in Mexico City.
Keywords: Palace of Jaral de Berrio; iconography; masonic culture; baroque;
New Spain; Mexico City.
Introducción
El arte y la cultura del Barroco en la Nueva España han sido estudiados y ana-
lizados desde muy diversos ángulos, pero uno de los temas que han quedado
en las sombras es el de la posible vinculación de la sociedad y sus artistas
con la masonería. La estrecha relación que entonces se tenía con la Iglesia
y la creencia tradicional de que en la época virreinal la sociedad no se abría
fácilmente a asuntos que pudieran caer en la jurisprudencia de la Inquisición,
han propiciado que las investigaciones se ocupen poco de temas que pudieran
haber salido de la corrección intelectual y la ortodoxia política y religiosa.
Sin embargo, algunos aspectos de la historia cultural de aquel tiempo y la
iconografía de pinturas, retablos y portadas dan pistas para considerar que,
especialmente en el siglo XVIII, hubo corrientes de pensamiento mucho más
abiertas a explorar o incluso a asumir posibilidades, quizá riesgosas, pero
interesantes y enriquecedoras1.
Son muchos los temas que se pueden abordar en relación con la
presencia de una cultura masónica en la Nueva España, sin embargo, en esta
Berrio (Fig. 1), conocido en su tiempo también como palacio Moncada y, a par-
.
110
Entre la fe cristiana, el arte ilustrado y la cultura masónica. El palacio del marqués de Jaral de Berrio... | Martha Fernández
1. El palacio
El palacio (Fig. 2) fue comenzado a construir el año de 1779 y se concluyó
en el de 17853. El proyecto fue realizado por el arquitecto Francisco Antonio
su diseñador. De hecho, en un pleito que propició Durán por una paga que
reclamaba, se aclara que él solamente ejecutó la obra, “de lo que ya tenía
trazado, dispuesto y delineado el maestro don Francisco Guerrero y Torres,
que [es] lo que hacen todos los sobrestantes”4.
El palacio se encuentra ubicado en la antigua calle de San Francisco,
también conocida como de los Plateros, llamada hoy Francisco I. Madero,
111
En las sombras de Barroco. Una mirada introspectiva
entre las calles de Fray Pedro de Gante y Simón Bolívar. Fue de los palacios
más grandes construidos en la capital pues, de acuerdo con un avalúo que
llevó a cabo el arquitecto Ildefonso de Iniesta Bejarano el año de 1780, con
la obra aún en construcción, ocupaba un área de 5,548 varas y su valor as-
cendía “en el estado presente” a 106,594 pesos 4 reales. Tenía tres patios y
un jardín. Al parecer, en el ángulo sur del patio principal, tenía dos cocheras;
en el segundo patio estaban la caballeriza, dos cocheras más, un pajar, tres
cuartos de mozos y “lugares comunes”; mientras que en el tercer patio había
otra caballeriza y dos cuartos. En el segundo patio estaba la entrada al jardín
y “a una vivienda de sala y recámara en la parte de la calle”, que posiblemente
se rentaba. La casa tenía un primer piso ocupado por tres accesorias, un en-
tresuelo con tres piezas, encima un segundo nivel, que era la llamada planta
-
113
En las sombras de Barroco. Una mirada introspectiva
el mirador, está conformada por arcos invertidos sobre los que se levantan
remates decorados por hojas y coronados por una esfera tallada con rombos;
de cada uno cuelga una pequeña guardamalleta de tres puntas. En tanto que
los torreones tienen como remate una moldura que se desenvuelve en roleos.
A través del arco de la portada se ingresa al zaguán cubierto por una
bóveda de cañón enmarcada y dividida en ocho partes por medio de bandas
decoradas con cadenas, unidas al centro por un plafón en forma de estrella. El
arco que comunica al patio es de medio punto y se encuentra apoyado sobre
jambas de planta poligonal sostenidas por plintos cajeados. Arco y jambas se
encuentran decoradas con cadenas.
115
En las sombras de Barroco. Una mirada introspectiva
del segundo piso, encontramos roleos decorados con hojas que funcionan a
manera de peanas, los cuales reciben niños atlantes que sostienen botaguas
semejantes a los de la fachada, pero, en lugar de melenas, los animales tienen
116
Entre la fe cristiana, el arte ilustrado y la cultura masónica. El palacio del marqués de Jaral de Berrio... | Martha Fernández
segundo piso tienen jambas que se prolongan hasta la cornisa para formar
recuadros en la parte superior; éstas y los arcos están recorridos por cadenas
117
En las sombras de Barroco. Una mirada introspectiva
2. Los propietarios
En relación con la familia Jaral de Berrio8, debemos comenzar por anotar que
reunían dos títulos nobiliarios, el del conde de San Mateo Valparaíso y el del
marqués de Jaral de Berrio, ambos otorgados en el siglo XVIII. El primer título
de conde de San Mateo Valparaíso lo concedió el rey Felipe V el 14 de agosto
de 1727 a don Fernando de la Campa y Cos, originario del Concejo de Cos,
perteneciente al arzobispado de Burgos, caballero de la orden de Alcántara,
rico hacendado del norte de la Nueva España que estaba avecindado en la
ciudad de Nuestra Señora de los Zacatecas. Este prominente personaje,
contrajo matrimonio dos veces, la primera con María Rosalía Dozal Híjar de
la Madriz, perteneciente a una importante familia de oidores de Guadalajara
Opulencia.
118
Entre la fe cristiana, el arte ilustrado y la cultura masónica. El palacio del marqués de Jaral de Berrio... | Martha Fernández
conservaba en una sala especial que tenía las paredes cubiertas de madera
liberal e ilustrada, que unió a su enorme facilidad para gastar el dinero, como
12
.
Fue conocido el hecho de que el marqués de Jaral de Berrio no simpa-
tizaba con el príncipe Moncada y, sobre todo, le preocupaba que malgastara
-
ron retirar esa dote y construyeron en su lugar el palacio de la calle de San
Francisco que nos ocupa. Obviamente se especula acerca de la participación
tanto del marqués como del príncipe en la construcción del palacio, uniendo
su cultura al talento del arquitecto Francisco Antonio Guerrero y Torres y a
los conocimientos de Agustín Durán. De hecho, Guillermo Berlanga comenta
Opulencia
Opulencia, 121-123
Opulencia
El palacio de Iturbide
119
En las sombras de Barroco. Una mirada introspectiva
3. Los arquitectos
Como he dicho, el proyecto del Palacio de Jaral de Berrio fue elaborado por
el arquitecto Francisco Antonio Guerrero y Torres, originario de la Villa de
Guadalupe, quien fue uno de los maestros más prestigiados y solicitados
por las autoridades y la nobleza novohispana en la segunda mitad del siglo
XVIII. Su obra más conocida es la Capilla del Pocito14, pero también fue autor
de palacios privados de enorme importancia como el de don Manuel de la
Borda15, el de los condes de Santiago de Calimaya16, los dos del mayorazgo
de Guerrero17, y los dos del marqués de Jaral de Berrio: el de la esquina del
Ángel, mejor conocido como Palacio de los condes de San Matero Valparaíso18
y el de la calle de San Francisco, conocido como Palacio del marqués de Jaral
de Berrio o Moncada.
Ana de Torres, que era por línea paterna descendiente del arquitecto
120
Entre la fe cristiana, el arte ilustrado y la cultura masónica. El palacio del marqués de Jaral de Berrio... | Martha Fernández
Siglo XVII
121
En las sombras de Barroco. Una mirada introspectiva
centuria, aun con la presencia de la Real Academia de las Tres Nobles Artes
de San Carlos, fundada en la ciudad de México el año de 1783.
La masonería española
durante el siglo XVIII
La masonería
122
Entre la fe cristiana, el arte ilustrado y la cultura masónica. El palacio del marqués de Jaral de Berrio... | Martha Fernández
hizo los cielos y “fabricó para su adoración un Templo”, “el Templo del Mundo”.
De acuerdo con sus propias palabras, “lo fundó sobre los mares […] e ideó
la machina sobre las corrientes de las aguas […] Él arqueó de la nada, sin la
cimbra de la materia las bóvedas; Él sin profundar cimientos, estableció la
La masonería
grande haberle dado distinto plan de que el Cielo mostraba y así tomados los
tamaños de todos se comenzó a cimentar la Octava Maravilla de su fábrica”29.
Además, para los novohispanos, Dios también fue el urbanista de sus
ciudades, tal y como demuestra la muy conocida leyenda fundacional de la
ciudad de Puebla de los Ángeles, estructurada por Diego Antonio Bermúdez
de Castro en su Teatro Angelopolitano de 1746. En esta obra Bermúdez de
Castro explica que la ciudad fue fundada por el obispo don Julián Garcés el 29
de septiembre de 1529, día de la festividad de San Miguel y su nombre se debía
a que la víspera el prelado había tenido un sueño milagroso “en que le mostró
Dios el sitio que le agradaba para la población de dicha ciudad”, y en ese sitio
“vio su Ilustrísima unos ‘Ángeles echando unos cordeles y señalando la planta
de la futura ciudad, midiendo sus cuadras y proporcionando sus calles’”30. Es
decir, que Dios mostró al obispo el paraje donde se había de fundar la ciudad
por medio de ángeles quienes, además, son los encargados de trazarla “por
31
.
Por supuesto, el sustento detrás de estos párrafos es el fundamento
cristiano de Dios como creador del Universo, tal como se describe en el libro del
Génesis32
presente la cultura masónica. Así lo deja ver el relieve del palacio de Jaral de
Berrio, en el que vemos a Dios como un hombre adulto sentado, mirando hacia
el cielo, con el sol en el pecho y un compás en la mano izquierda que apoya sobre
su pierna. La mano derecha la tiene suspendida y cerrada, lo que indica que
posiblemente sostendría algo con ella que se perdió en el curso de los siglos.
Frente a él, se encuentra un angelito de pie, que también se quedó sin alas.
-
nos sí para los arquitectos y, muy
probablemente también para los
intelectuales y miembros de la
alta sociedad novohispana. La
imagen nos muestra una columna
126
Entre la fe cristiana, el arte ilustrado y la cultura masónica. El palacio del marqués de Jaral de Berrio... | Martha Fernández
Simbolismo
Simbolismo
Simbolismo, 120.
Simbolismo
127
En las sombras de Barroco. Una mirada introspectiva
del estrado del palacio de Jaral de Berrio se encuentran dos relieves que, de
diferente manera, simbolizan a El Gran Arquitecto del Universo.
Simbolismo
Antiguo Testamen-
to en el arte novohispano -
de la Francmasonería -
128
Entre la fe cristiana, el arte ilustrado y la cultura masónica. El palacio del marqués de Jaral de Berrio... | Martha Fernández
Diccionario de símbolos
Diccionario de símbolos, 81.
Simbolismo
129
En las sombras de Barroco. Una mirada introspectiva
4.4. EL CORAZÓN
130
Entre la fe cristiana, el arte ilustrado y la cultura masónica. El palacio del marqués de Jaral de Berrio... | Martha Fernández
Palacio de los condes de San Mateo Valparaíso (el de la esquina del Ángel),
en los del mayorazgo de Guerrero y en el Palacio Borda. Esta relación con el
Templo de Salomón, desde luego tiene una connotación cristiana muy clara,
Diccionario de la francmasonería
Diccionario de los símbolos
Diccionario, 122-123.
Diccionario
131
En las sombras de Barroco. Una mirada introspectiva
casa de Dios en el cielo. Aunque no podemos soslayar que toda logia masónica
también es considerada como una reconstrucción del Templo de Salomón.
Quizá en los palacios novohispanos que he mencionado, ninguna de las dos
reconstrucciones haya sido excluyente.
Jaral de Berrio. De acuerdo con Juan Carlos Daza, “los malletes masónicos
clásicos” tienen la forma de “T” o “tau griega”,49 que es precisamente la forma
“dentro de la Cadena de la Unión formada por todos los hermanos (todos los
Diccionario
Diccionario
Diccionario
Diccionario
132
Entre la fe cristiana, el arte ilustrado y la cultura masónica. El palacio del marqués de Jaral de Berrio... | Martha Fernández
de la portada de ingreso al
palacio se encuentran en la
base de una cadena, quizá
ahora podamos estar más
ciertos de que las cadenas
Diccionario
133
En las sombras de Barroco. Una mirada introspectiva
55
. Él será entonces
el fundador del linaje, que descenderá hasta Cristo, como se percibe en el
Apocalipsis, cuando Juan dice: “No llores, mira que ha vencido el león de la
tribu de Judá, la raíz de David, para abrir el libro y sus siete sellos”56.
García Arranz explica que se perpetúa el simbolismo medieval en
la práctica masónica, “ya que, en la antigua práctica operativa, y en la na-
ciente especulativa, toda referencia a este animal aludía inevitablemente a
Cristo como verdadero león de Judá”, ya que, según el texto conocido como
Physiologus, el cachorro de león nace muerto y al tercer día, el padre león
-
tado de entre los muertos por el poder de Dios o por aliento de su gracia” . 57
Simbolismo
Génesis
Apocalipsis
Simbolismo, 333.
134
Entre la fe cristiana, el arte ilustrado y la cultura masónica. El palacio del marqués de Jaral de Berrio... | Martha Fernández
Reflexión final
En la construcción del Palacio del marqués de Jaral de Berrio o Palacio
-
que debían o querían transmitir, se conjuntaron para dar cuerpo a uno de los
desde diversos puntos de vista, pero una vez que se miran en conjunto, es
posible pensar en un entretejido que sobrepasa el simbolismo inmediato para
entrar en una trama más compleja y, en ese contexto, parece consecuente
su posible vinculación con la cultura masónica, de cuya existencia se tienen
indicios en el arte barroco novohispano.
Bibliografía
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Francisco Montes de Oca, México: Editorial Porrúa, 1969.
Antiguos documentos masónicos. Introducción a la historia de la
Francmasonería, prólogo de Manuel Corral Baciero, introducción, selec-
ción de documentos, traducción y notas de Ángel Luis Encinas Moral,
Madrid: Miraguano Ediciones, 2009.
Berlanga Fernández de Córdoba Moncada, Guillermo. “El palacio Moncada y
los mayorazgos de Jaral de Berrio y de San Mateo Valaraíso”. En El palacio
de Iturbide, 19-44. México, Fomento Cultural Banamex, 1972.
Bermúdez de Castro, Diego Antonio de. Theatro Angelopolitano o Historia
de la ciudad de la Puebla, ed. Facsimilar, Puebla: Junta de Mejoramiento
Moral, Cívico y Material del Municipio de Puebla, 1985.
Biedermann, Hans. Diccionario de símbolos. Barcelona: Paidós, 1993.
Chevalier, Jean y Alain Gheerbrant. Diccionario de los símbolos, traducción de
Manuel Silvar y Arturo Rodríguez. Barcelona: Herder, 2007.
Daza, Juan Carlos. Diccionario de la francmasonería. Madrid: Akal, 1997.
135
En las sombras de Barroco. Una mirada introspectiva
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