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Ganar No Es Lo Mas Importante
Ganar No Es Lo Mas Importante
más importante…
es lo único
Vince Lombardi, Jr.
Traducción
Carlos Roberto
Ramírez Fuentes
Mc
Graw
Hill
Mc
Graw
McGraw-Hill
Hill Interamericana
DERECHOS RESERVADOS © 2003, respecto a la primera edición en español por:
McGRAW-HILL INTERAMERICANA EDITORES, S.A. DE C.V.
A Subsidiary of The McGraw-Hill Companies, Inc.
Cedro Núm. 512, Col. Atlampa
Delegación Cuauhtémoc,
C.P. 06450, México, D.F.
Miembro de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana,
Reg. Núm. 736
ISBN: 970-10-4139-9
Los
cimientos del
liderazgo:
Lombardi
habla sobre
Lombardi
Caballeros, toda mi vida he estado dentro del
fútbol americano, no sé si estoy particularmente
calificado para ser parte de alguna actividad,
pero lo considero un deporte grandioso (por
cierto, un deporte con muchas ventajas), y para
mí constituye un símbolo de los mejores atributos
que distinguen a Estados Unidos: coraje, energía
y eficiencia para coordinarse, es decir; trabajo en
equipo.1
Hace poco, alguien insinuó que el trato que recibí cuando niño
fue abusivo. Lo pensé durante un par de segundos y concluí que
era absurdo. Siempre que hice algo incorrecto y llegué a romper
alguna regla familiar, recibí mi castigo. Este podía ser un fuerte
golpe en alguna parte de mi anatomía, la reclusión en mi cuarto,
o la obligación de realizar alguna tarea particularmente
desagradable.
Sobra decir que no me gustaba recibir castigos. Pero, ¿quiere
saber algo? Siempre funcionaban. Muy pronto pude establecer la
importantísima relación entre causa y efecto: si lo arruinas, tienes
que asumir las consecuencias. Considero que ésta era una lección
muy valiosa, pero parece que los padres la enseñan cada vez
menos en estos días. Jamás me sentí como una víctima. Más
bien, llegué a la conclusión de que en el mundo había personas —
empezando por mi padre y mi madre, Marie— que merecían mi
respeto. Cuando aprendí a mostrarles el respeto que les debía,
comencé a ganarme el suyo. En eso precisamente consistía la
mayoría de las discusiones que entablé con mi padre.
El modelo de
liderazgo de
Vince
Lombardi
La administración es liderazgo. Cuando ésta
falta, sólo refleja una enorme carencia de
liderazgo. Todos ustedes tienen la capacidad de
ser líderes, pero para serlo no basta con tener
una capacidad sobresaliente. También se necesita
compromiso, lealtad y orgullo, así como
seguidores que están dispuestos a ser dirigidos.
El liderazgo es la capacidad de dirigir a las
personas y, lo que es más importante, hacer que
dichas personas acepten esa dirección
E
n algún momento, a mediados de la década de 1960, mi
padre empezó a dictar lo que llamaré, de ahora en
adelante, "El Discurso".
Tengo una carpeta roja llena de variaciones de El Discurso.
Todas ellas tienen más puntos en común que divergencias. Mi
padre, por supuesto, modificaba tanto el principio como el final
de El Discurso, además insertaba bromas y anécdotas apropiadas
que lo hicieran más relevante según la audiencia a la que
estuviera dirigido en cada ocasión. No obstante, su esencia
permaneció más o menos libre de cambios, sin importar que fuera
pronunciado en un banquete, en un centro de convenciones o en
el auditorio de algún colegio.
A fines de la década de 1960, cuando los disturbios sociales
iban en aumento, modificó El Discurso de manera considerable,
haciéndolo el doble de largo y con un tinte político más abierto.
Empero, todos los elementos fundamentales de la versión original
de El Discurso se mantuvieron intactos.
Lombardi debió haber pronunciado alguna versión de El
Discurso por lo menos cientos de veces. (Mi madre solía decir,
medio en broma, que ella lo había escuchado miles de veces.)
Cuando se encontraba en ambientes menos formales, usaba en
promedio media docena de hojas de 15 centímetros por lado, con
una combinación de frases codificadas, tanto mecanografiadas
como a mano, que le permitían avanzar por El Discurso
("Señores, gente solitaria: —cordial, distante, mantener distancia
de sí mismo y del grupo"). En el caso de los discursos ofrecidos a
grupos de mayor tamaño solía llevar una versión mecanografiada
de El Discurso y sobre ella escribía sus notas por adelantado.
En todos los casos, se sentía libre de improvisar y, a menudo,
lo hacía desarrollando los temas ya probados y que le habían
dado resultado. Ésta es otra de las razones por las cuales existen
tantas variaciones de El Discurso.
Este capítulo principia con una versión representativa de El
Discurso, que armé a partir de las múltiples versiones con que
cuento en mi archivo. (Decidí dejar fuera los "fragmentos
políticos" que mi padre intercaló en éste hacia el final de su vida,
ya que se refieren a fechas específicas y, de cualquier modo, no
atañen de manera directa a los temas principales que aparecen
en este libro.) Utilizaré el título que mi padre usaba con mayor
frecuencia —"Liderazgo"—, ya que este tema fue, en gran medida,
su pasión y constituye el punto central de esta obra.
El Discurso
Como veremos a continuación, en El Discurso se puede
encontrar la esencia de lo que llamaré en adelante "el modelo de
liderazgo de Lombardi". En la segunda mitad del capítulo
presentaré los fundamentos de dicho modelo, que harán las veces
de estructura que sustenta varios capítulos posteriores.
LIDERAZGO
Hace un año, cuando preparaba una plática que sería dirigida
a un grupo parecido a éste y en una situación parecida a ésta, me
encontré con dificultades para desarrollar un método que me
aproximara a mis oyentes: ¿cómo llegar a esta inteligente
audiencia?
Entonces, por fin, encontré el único tema con el que podría
contribuir de alguna forma (mi propia experiencia sacándole jugo a
las uvas de mi propio viñedo), es decir, el fútbol americano.
He estado involucrado en el fútbol americano toda mi vida y
no sé si soy particularmente apto para hacer cualquier otra cosa
que no sea entrenar a jugadores de fútbol. Lo único que puedo
decir es que éste es un deporte grandioso, que ofrece magníficas
lecciones y que se ha convertido en el símbolo de los mejores
atributos con que cuenta Estados Unidos, a saber, coraje, energía
y eficiencia para coordinarse.
Se trata de un deporte espartano y, por lo mismo, exige
atributos espartanos por parte de quien desee practicarlo. Claro
que con este calificativo no me estoy refiriendo a la tradición
espartana de abandonar a los débiles para que mueran. Me
refiero, más bien, a las cualidades de sacrificio, renuncia,
dedicación y valentía.
El fútbol americano es un deporte violento. Jugarlo de
cualquier otra manera que no sea con violencia sería una
estupidez. Sin embargo, a causa de esta naturaleza violenta, exige
una disciplina personal que rara vez podemos encontrar en la vida
moderna.
El fútbol es mucho más que sólo la NFL. También consiste de
personalidades como Red Grange, Jim Thorpe y cientos de
estrellas que lo han convertido en el magnífico deporte que es en la
actualidad. El fútbol americano es cada uno de los miles de
muchachos de preparatoria y universidad que lo practican, así
como los muchos millones más que lo ven, ya sea en persona o por
televisión.
Independientemente del nivel en que se juegue (en la
preparatoria, en la universidad o a nivel profesional), ha llegado a
ser un deporte que no sólo ejemplifica los más elevados atributos
que distinguen a Estados Unidos, sino que, además, posee los
medios y el poder para brindar esparcimiento tanto mental como
físico a los millones de espectadores que lo observan desde fuera.
Para probar mi postura, no necesito más que acudir a la
autoridad del gran general MacArthur, a quien cito a continuación:
Capturar corazones
La primera de estas razones es, por supuesto, el propósito para
el cual se creó El Discurso. Éste no constituía ningún ejercicio de
lógica y nunca intentó serlo. Cuando la gente contrataba a Vince
Lombardi para que ofreciera una plática, esperaba —¡y obtenía!—
un tono altamente emocional, transmitido con gran pasión.
Cuando mi padre hablaba en público, buscaba llegar a los
corazones de las personas, lo mismo que a sus mentes.
Además casi siempre se ganaba esos corazones. Por supuesto,
su reputación lo precedía: era común que la gente tomara a pecho
todo lo que dijera el legendario Vince Lombardi. A pesar de no
haber sido nunca un orador "consumado", sabía aprovechar sus
puntos fuertes. Era un ejecutante que aprovechaba al máximo las
expresiones corporales: hendía el aire con su índice de
extraordinario tamaño, acomodaba las manos sobre sus caderas
y erguía la cabeza para lograr un efecto dramático; de alguna
manera lograba convertir su figura rechoncha, su voz grave y su
acento neoyorquino en signos de credibilidad.
Ya mencioné antes que mi madre acostumbraba bromear
diciendo que había escuchado El Discurso miles de veces.
También solía comentar que no importaba cuán a menudo lo
escuchara, nunca dejaba de conmoverla. Como resulta obvio,
miles de personas más se sintieron igual de conmovidas al
escucharlo.
Dado que el propósito principal de El Discurso era inspirar,
motivar y cautivar los corazones de los oyentes, no es una
sorpresa que dejara muchas preguntas sin respuesta. Mi padre
nunca aclaró si un entrenador de fútbol, como era él, tenía
mucho que decir a los poderosos líderes corporativos. (A lo más,
afirmó haber aprendido algunas cosas mientras "trataba de sacar
jugo a las uvas de su "propio viñedo".) Afirmó que el fútbol
americano era "como la guerra" y "como la vida", pero nunca
definió por completo a qué se refería con dichas aseveraciones.
Hizo algunas declaraciones imperiosas acerca de la honestidad, el
desempeño, la firmeza de pensamiento, el amor, el carácter, la
voluntad y la disciplina, pero nunca proporcionó a sus oyentes
una idea más clara sobre cómo tendría que actuar una persona
apoyándose en esas audaces declaraciones.
En otras palabras, al igual que todos los grandes oradores,
dejaba a su audiencia pidiendo más. De hecho, varias
organizaciones le pidieron que regresara en incontables
ocasiones. A nadie parecía molestarle que El Discurso no
cambiara mucho año con año. El público deseaba inspiración, y
Vince Lombardi se la proporcionaba.
La inspiración es un elemento esencial, como el aire y el
alimento. Pero creo que todavía hay mucha tela de dónde cortar
de las palabras y los actos de mi padre. Pienso que existe un
modelo de liderazgo de Vince Lombardi al que pueden recurrir los
gerentes para situarse, tanto ellos mismos como sus
organizaciones, en una posición adecuada para lograr el éxito.
Un pensador trabajando
La segunda razón por la cual El Discurso no proporciona el
cuadro entero es que mi padre no era el tipo de persona que se
pasara semanas o meses acomodando sus pensamientos con
objeto el de establecer un argumento a prueba de balas. Ésa no
era su forma favorita de perder el tiempo.
Él era una persona reflexiva cuya mente, entrenada en su
mayor parte por jesuitas, funcionaba muy rápido. Cavilaba y se
enfrascaba en temas profundos, incluidas las exigencias, a
menudo en conflicto, que le imponían su fe, por un lado, y su
carrera, por el otro. (Su fe lo exhortaba a ser paciente e
indulgente; el fútbol americano le exigía ser impaciente, duro e
implacable.) Le atraían los escritores clásicos, y disfrutaba hacer
juegos de palabras en latín con sus viejos camaradas de la
escuela parroquial. Fue un lector voraz.
A mi modo de ver, todo lo anterior evidencia que poseía un
cerebro activo y fértil. Pero sería una exageración calificarlo como
"intelectual". Era demasiado impaciente para ponerse a contar los
ángeles que cabrían en la cabeza de un alfiler. Más importante
aún, a él le pagaban por dirigir más que por cavilar sobre cómo
dirigir. Le pagaban por ofrecer resultados y, por tanto, era poco
común que se tomara tiempo para desarrollar argumentos
intelectuales a fin de explicar por qué las cosas debían hacerse o
no de determinada manera. Era más frecuente que ideara la
forma de movilizar a las personas de un lugar hacia otro, y
después las movilizaba. A pesar de haber sido una figura de
enormes proporciones que dejó huellas profundas en el mundo,
su testimonio escrito no fue muy extenso. Por desgracia, no nos
legó ningún mapa.
Sin embargo, la ausencia de un mapa no significa que el
particular estilo de liderazgo que practicaba mi padre no tuviera
un sistema establecido. De hecho, existía un modelo que guiaba
de manera consistente sus actividades y lo convirtió en el líder
que llegó a ser. Si echamos un vistazo a las múltiples pistas que
nos dejó —mostrándonos siempre dispuestos a leer entre líneas
cuando sea necesario—, creo que podremos desentrañar los
puntos esenciales de dicho modelo.
Conózcase a sí mismo.
Ésta es una verdad tan vieja como la humanidad misma. Uno no
puede perfeccionar algo que no comprende.
Autoconocimiento:
el primer paso
hacia el liderazgo
¿Cuál es mi propósito?
¿En dónde reside mi fe?
¿De dónde proviene la chispa de mi vitalidad?
¿Cuál es el valor de mi vida?
Carácter e
integridad
Tenga fe
En este vestidor hay tres cosas importantes para
un hombre: su Dios, su familia y los Empacadores
de Green Bay. En ese orden.
Con esto no pretendo decir que el ego sea malo. Todos los
buenos líderes tienen egos muy fuertes. El progreso mismo de la
raza humana se ha cimentado sobre los egos de grandes hombres
de estado, científicos, soldados, empresarios y educadores. El ego
consiste en creer en uno mismo. El ego es el orgullo que nos
impulsa a no aceptar menos que lo mejor que podemos dar.
Cuanto más creamos en nosotros mismos, más elevada será
nuestra autoestima y más tensión y ansiedad podremos resistir
en el trayecto hacia el logro de nuestros objetivos. Por tanto, el
ego está estrechamente vinculado con el desempeño.
Mi padre poseía un ego saludable, el cual contribuía de manera
esencial con su éxito. De hecho, resulta difícil imaginar a un
Vince Lombardi sin un ego siempre guardado bajo la manga.
Cada vez que reunía a su equipo en los vestidores era posible
verlo. También era posible ver ese ego cuando su equipo salía al
campo de juego.
Muestre compasión
Cada uno de nosotros es el guardián de sus
hermanos. Me importa un bledo lo que diga la
gente, si las personas no pueden encontrar
trabajo, sea por su culpa o no, uno tiene que
ayudarlas y darles albergue de manera
apropiada y tratar de eliminar las condiciones
que les hicieron fallar.
* En el golf, persona que atiende al jugador cargando los palos, yendo por las
pelotas, etcétera. (N. del T)
Además, igual de importantes son los beneficios motivacionales
que podrían derivarse de una situación como ésa. Por ejemplo, si
en su equipo se respetara a cada persona, la gente lograría
avanzar por sus conocimientos y por lo que pueda hacer en el
"terreno de juego". No se permitiría que facción, política o
camarilla alguna obstaculizara la labor empresarial. Si surgiera
algún problema como resultado de las diferencias existentes entre
distintos grupos, se resolvería de inmediato mediante un debate
abierto.
Tal vez para algunos lectores, en especial para los más jóvenes,
todo esto suene a noticias del pasado. ¿Qué acaso la
discriminación racial no es cosa del pasado? Mi respuesta sería
que sí, pero sólo desde el punto de vista legal. No creo que
hayamos superado, en sólo cuatro décadas, cuatro siglos de
explotación y prejuicios raciales. Los vestigios de esa ponzoña
aún se esconden en los rincones de muchas organizaciones, tan
sólo a la espera de una oportunidad para brotar de nuevo con
violencia.
En un sentido más amplio, ¿está seguro de que su organización
no discrimina a las mujeres, a los homosexuales, a los ancianos o
a los discapacitados? Como líder, ¿está dispuesto a hacer las
fuertes declaraciones que llegó a hacer mi padre con respecto a
mostrar amor hacia la gente que se encuentra fuera de las
tendencias de su organización? No resulta fácil en una cultura
que se enorgullece de tener un carácter profesional y estar
siempre "dentro de las últimas tendencias".
Escriba su carácter.
Encuentre la manera de escribir sobre su propio cemento (antes
de que se solidifique).
Actúe, no reaccione.
Tome la iniciativa y vea las cosas como son.
Tenga fe.
No existe una fuente más confiable de bienestar y fortaleza.
Cultive la compasión.
Todos nos debemos empatía unos a otros. El poder del corazón es
la fuerza del mundo.
Capítulo 5
Cómo desarrollar
hábitos ganadores
Valentía
La idea importante aquí es que los Empacadores
se nutrieron de la competencia dura. Le dábamos
la bienvenida a esta competencia; el equipo
entero le dio siempre la bienvenida. Cuando nos
enfrentábamos al equipo más duro la adrenalina
fluía con mayor rapidez.
Pasión
Para tener éxito el hombre debe ejercer una
influencia efectiva sobre sus hermanos y colegas,
y el grado en que consiga esto dependerá de su
personalidad, del ardor que sea capaz de
transmitir, del fuego que irradie dentro de él, del
magnetismo / que posea para ganar el corazón de
otros hombres.
Sacrificio
Mi convicción es que debe pagarse un precio por
cualquier cosa que en verdad valga la pena, y el
éxito exige pagar el precio. Uno tiene que pagar el
precio por ganar, uno tiene que pagar el precio
por permanecer en la cima y uno tiene que pagar
el precio por llegar hasta ahí.
Compromiso total
Yo diría que la calidad de vida de cada hombre es
la medida del compromiso personal que ese
hombre se ha impuesto para alcanzar la
excelencia y la victoria, ya sea en el fútbol
americano, en los negocios, en la política, en el
gobierno o en lo que esté haciendo en ese
momento.
Trabajo duro
Nada sustituye al trabajo.
Mi padre, como su padre antes, fue siempre un ferviente
trabajador. No obstante, hasta el momento de aceptar el puesto
como asistente de Red Blaik en West Point, conoció una nueva
perspectiva de lo que era el "trabajo duro". Blaik vivía y respiraba
fútbol durante la mayor parte el día, siete días a la semana, 52
semanas al año. No era raro que él reuniera a su equipo de
entrenadores después de la cena, mucho después de que los
cadetes hubieran terminado las horas de clase y se hubieran ido
a dormir, y se pusiera a observar películas y analizar estrategias
hasta la medianoche. Luego, a la mañana siguiente, lo primero
que hacían era regresar al fútbol.
Lombardi hizo suyos estos hábitos y los puso en práctica en su
cartera dentro del fútbol profesional. El entrenador en jefe Lee
Howell recordó una vez: "Cuando los demás entrenadores —esto
es, el resto de nosotros— abandonábamos las oficinas de los
Gigantes, siempre permanecía encendida una luz: la de la oficina
de Vince Lombardi".59
El calendario semanal de Lombardi durante una temporada de
fútbol, la misma que debían seguir sus asistentes, era más o
menos así. El domingo era día de juego. El lunes, el equipo de
entrenadores se reunía a ver las películas del juego del día
anterior, desde las nueve de la mañana hasta medianoche. El
martes trabajaban desde las nueve de la mañana hasta las 11 de
la noche acordando el plan de juego para el domingo siguiente. El
miércoles era de prácticas y planeación adicional desde las nueve
hasta las cinco de la tarde, cuando había un receso para que
Lombardi grabara su programa de televisión favorito; luego
seguían dos horas más de trabajo después de la cena. El jueves
era un poco más tranquilo: había prácticas y juntas con los
asistentes. Luego todo terminaba a las cuatro de la tarde. El
viernes, después de las prácticas, los asistentes casi siempre iban
a observar algún juego colegial para obtener datos sobre los
jugadores jóvenes. El sábado por la noche se reunían otra vez con
el equipo. El domingo todo comenzaba de nuevo.
Disciplina
Jamás he conocido a un hombre de éxito que, en
lo profundo de su corazón, no valorara la
disciplina que se requiere para ganar. Existe algo
en los grandes hombres que requiere de
disciplina, que los lleva a ansiar y necesitar el
combate cara a cara.
Firmeza de pensamiento
El elemento más importante en la composición del
carácter de un hombre exitoso es la firmeza de
pensamiento.
Utilice su valor.
Cuando sea necesario, elija huir... en caso contrario, muéstrese
valiente. ¡Pelee!
Abrace su pasión.
Brinque hacia su pasión con ambos pies... y asegúrese de traer a
los otros consigo.
Hay que
inspirar
grandeza en
los demás:
Enseñar,
entrenar y
conducir
La mayoría de la gente del mundo de los negocios
posee la capacidad de liderazgo. Por desgracia,
ésta no descansa sólo en la habilidad y la
aptitud. Éstas no bastan. Un hombre debe estar
dispuesto a utilizarlas.64
H
asta aquí, las lecciones que ofrece este libro se han
concentrado principalmente en cómo tiene que prepararse
una persona para ocupar un puesto de liderazgo.
Esa estructura tiene un propósito. Considero que refleja de
manera precisa lo que Vince Lombardi creía acerca del liderazgo.
Como él mismo lo señaló tantas veces y de maneras tan distintas,
el liderazgo es un proceso que inicia dentro del individuo. El
individuo (hombre o mujer) debe asumir la responsabilidad de
desarrollar el conocimiento sobre sí mismo y encontrar un
propósito, por medio del proceso de autodescubrimiento. Luego, a
partir de dicho conocimiento, debe construir su propio carácter.
Por supuesto, después de un tiempo el líder debe ir más allá de
sí mismo (no hay líder sin seguidores). De eso precisamente
tratan los dos capítulos siguientes. Una vez que hemos adoptado
el modelo de liderazgo de Lombardi, ¿qué sigue?
Lo que viene a continuación es una especie de "enseñanza",
"entrenamiento" o "conducción". Mi padre tenía una idea muy
arraigada de lo que significan estas palabras, y esos conceptos se
encuentran en la médula de este capítulo.
Antes de concentrarnos en los hábitos (que son sustantivos), en
este capítulo habremos de enfocamos en los actos (denotados por
verbos). Nos enfocaremos en actos como dirigir, construir,
inculcar, insistir, crear y mostrar, así como en encontrar el
equilibrio entre la cercanía y la distancia, entre ser "uno más de
los muchachos" y fungir como líder.
A medida que hagamos a transición de la responsabilidad
individual a asumir la responsabilidad de un grupo, deberemos
revisar nuevamente el problema del significado del término
"liderazgo". Algunas personas consideran que liderazgo significa ir
a la cabeza a fin de mostrar el camino que habrá de seguirse.
Para otra, ser líder consiste en guiar a una persona que nos
acompaña en algún trayecto. Incluso, para algunos "liderazgo"
significa proporcionar una orientación.
Por lo tanto, definir el liderazgo puede ser un asunto
escurridizo y difícil de atrapar. En tanto uno lo aprieta por un
extremo, comienza a escurrirse por el otro. Una de las razones de
que sea tan escurridizo es que cada circunstancia específica
requiere de un tipo determinado de liderazgo. El liderazgo no es
una cuestión situacional (y espero haber dejado clara mí opinión
al respecto). No obstante, para hallar a un líder primero tienen
que definirse las circunstancias en que se ubica éste. Por
ejemplo, en lo militar está Napoleón; en lo intelectual, Sócrates;
en lo carismático, el rey David; en lo innovador, Eleanor
Roosevelt; en los negocios, Jack Welch; en lo espiritual, el papa
Juan XXIII, etcétera.
¿Se trata de estilos diferentes? Por supuesto. De hecho, las
estrategias y tácticas empleadas por un líder pueden llegar a
modificarse de acuerdo con la situación. Sin embargo, las
cualidades fundamentales del liderazgo permanecen sin cambio;
es decir, aquellos atributos que permiten a las personas que
están junto al líder alcanzar niveles de desempeño más elevados.
Forje la confianza
Creo que para tener éxito debes ser honesto
contigo mismo. Tienes que convencerte de que
eres justo como cualquier otra persona. Debes
sentirte identificado con quienes te has asociado
y respaldarlos incluso a riesgo de disgustar a tus
superiores.
Inculque la misión
¿A qué se dedica su organización? ¿Por qué valdría la pena
comprar el producto o servicio que ofrece? ¿A quién le importa su
organización, y por qué puede importarle? ¿Cuál es la creencia
colectiva que comparten todos en ella? ¿Qué no negocia en ella?
¿Hacia dónde se dirige?
Para responder estas preguntas es necesario que analicemos la
misión, la visión y los valores.
La misión es la razón de existir de su compañía. Indica quiénes
son ustedes, qué hacen y por qué lo hacen. Es aquello que los
hace únicos. La razón por la cual todos ustedes se han puesto de
acuerdo para trabajar juntos, y ello para avanzar hacia una causa
común. Sin misión, se carece de una base sobre la cual formular
la visión de la empresa.
En una organización saludable, todas las decisiones
fundamentales deben pasar a través del filtro de la misión. Si
alguna táctica o estrategia, propuesta no está en armonía con la
misión, sencillamente no se pondrá en práctica, punto. La misión
es la norma contra la que habrán de juzgarse los actos de todo el
personal de la empresa.
Por desgracia, decir esto es mucho más fácil que hacerlo.
Juzgar una acción propuesta en términos tanto de los pesos y
centavos que pudiera producir, como de su impacto fundamental
en la organización, es de por sí un desafío; ahora bien, juzgar esa
misma acción según un conjunto de principios no financieros, es
aún más difícil. En estas situaciones no hay respuestas sencillas;
lo único cierto es que la misión debe manifestarse de manga clara
y que cada miembro de la organización debe estar preparado y
dispuesto para evaluar sus actos según la misma misión.
Demuestre su capacidad
Cuando las personas están en problemas y sienten que carecen
de guía, se inclinan por arrebatarle a un nuevo líder algo de
tiempo para dedicarlo a haraganear. Pero esta luna de miel no
dura mucho. Durante la misma, el líder debe demostrar su
capacidad sin dejar lugar a dudas.
Vince Lombardi conocía su trabajo en todos sus aspectos. Pat
Summerall, quien más adelante se convertiría en un sobresaliente
comentarista de televisión, se unió a los Gigantes como pateador
inicial cuando mi padre trabajaba como entrenador asistente para
el equipo. Él recuerda su primer encuentro con Vince Lombardi
en 1958, cuando llegó al campo de entrenamiento en Salem,
Oregon. Summerall estaba en una reunión cuando empezó a
observar a ese compacto y expresivo entrenador asistente. De
inmediato se preguntó: "¿Quién diablos es este tipo?".
"El hombre mostraba un evidente y total dominio de lo que
decía", recuerda Summerall, "y todo lo tenía controlado hasta el
mínimo detalle, desde qué tan largo tenía que darse el primer
paso en una carrera, hasta qué tan profundo tenían que
detenerse los guardias y, bueno, tú sabes, cosas por el estilo. Era
Lombardi... Él conocía cada parte de la maquinaria, qué se
supone que debían hacer las alas, a quién tenían que bloquear
los tacles y los guardias. Sencillamente tenía a un dominio
absoluto de lo que estaba enseñando." 73
A su llegada a Green Bay, dejó la misma impresión: él conocía
cada pieza de la maquinaria. "Resultaba sorprendente", recuerda
el entrenador asistente Jerry Burus, "Es la única manera de
describirlo. Él podía estudiar la película del partido recién jugado,
luego asistir a una reunión con los dueños del equipo a las 11 de
la noche, hablar ahí durante dos horas y después regresar con
nosotros a la una de la madrugada para decirnos exactamente
cómo haríamos las cosas en el siguiente juego"74
Genere confianza
Un hombre que es entrenado de acuerdo con su
capacidad conseguirá tener confianza en sí
mismo. La confianza es contagiosa, igual que la
carencia de ella y un cliente sabe reconocer
ambas.
Aprenda de la adversidad
Alguna vez mi padre preguntó en forma retórica:
"¿Cómo se enfrenta un hombre a sus fracasos?
Ésta la medida de todo hombre. Si no renuncias
ni te acobardas, quiere decir que estás hecho del
material correcto. Sé un perdedor difícil".
Sea auténtico.
Actúe su integridad. Sea predecible. Cuando corneta errores, haga
las enmiendas necesarias.
Conozca su trabajo.
Cuando llegue el momento, demuestre que sabe de lo que habla.
Genere confianza.
Monte el escenario psicológico y, luego, proporcione a la gente las
herramientas que necesita.
Persiga la perfección.
En todo momento establezca la excelencia como objetivo.
Encuentre el equilibrio.
Manténgase tan cerca como pueda... pero tan distante como debe.
Capítulo 7
Cómo construir la
organización
ganadora
Con todo, no eran sólo ejemplos específicos como éstos los que
deseaba detener mi padre; también quería darse suficiente
flexibilidad para construir, a su manera, una organización
preparada para ganar. Había esperado muchos años por esta
oportunidad, y entonces rebosaba de energía e ideas para llevar a
los Empacadores hacia delante. (En este sentido, haberse visto
forzado a esperar algunos años más fue una gran ventaja.) No
quería perder tiempo jugando a la política con una junta ejecutiva
entrometida. No quería correr el riesgo de hacer realidad sólo la
mitad de su sueño; sabía que para hacer la diferencia tenía que
jugar a todo o nada.
Además, nadie dijo jamás que le faltara ego a mi padre. Sin
duda, disfrutaba con la idea de que él controlaría al equipo y
tendría todas las cartas en la mano.
Una de las razones por las que Lombardi podía arrancar de sus
jugadores ese tipo de esfuerzo, era que cada uno de ellos entendía
que el esfuerzo realizado por su entrenador era mucho mayor.
Cierto, Lombardi no sufría las cortadas, magulladuras y otras
lesiones menores que sufrían a diario sus jugadores en el campo
de prácticas, pero él mismo se llevaba hasta el límite de su
resistencia, del mismo modo , en que los llevaba a ellos. Llegaba
temprano a trabajar, se iba hasta muy tarde y jamás se tomaba
un día libre. Así como jamás aceptó que sus jugadores se hicieran
la vida fácil durante las prácticas él mismo nunca se hizo fáciles
las cosas. Cuando mi padre hacía algo, lo hacía en verdad.
Exija autonomía.
¿Qué cosas necesita tener absolutamente bajo control para que su
trabajo sea posible? Si no puede obtener ese grado de autonomía,
no logrará tener éxito.
Respete la autoridad.
Si piensa pedir a la gente que respete su autoridad, primero
tendrá que predicar con el ejemplo. Cualquier jerarquía en la que
se encuentre —suponiendo que su autoridad es legítima— merece
respeto.
Cree aptitudes.
Hoy día, las personas exigen que las organizaciones las provean de
aptitudes que puedan llevarse consigo. Queda claro que no se
puede exigir demasiado de las personas sin antes definir las
aptitudes que necesitan y proporcionárselas.
Hágales ver que usted también está sudando.
¿Por qué habrían ellos de matarse en nombre de la organización si
usted no está dispuesto a hacerlo?
Motivar al equipo
a desempeñarse en
forma
extraordinaria
Motive al grupo.
Encuentre formas de mover a las personas en masa.
Vince Lombardi,
sobre la victoria
A los líderes no se les paga por tener la razón, sino por obtener
resultados. Éstos provienen de los errores —de equivocarse—, y
todo líder debe poseer la firmeza de pensamiento que poseía
Lombardi para ser capaces de manejar los errores, asumir la
responsabilidad por ellos y abandonar con rapidez todo esfuerzo
fallido para generar resultados.
Si usted tiene la razón todo el tiempo, seguramente no está
asumiendo los riesgos necesarios. Para obtener resultados se
requiere voluntad para actuar, incluso sin tener seguridad de lo
que nos espera más adelante. Sólo por medio de la acción y los
riesgos logrará llevar a su compañía hacia el siguiente nivel.
El esfuerzo es todo
En primer lugar, y en un sentido bastante real, Lombardi tenía
absoluta razón cuando, en la intimidad del salón de juntas del
equipo, dijo a sus jugadores que ganar era lo único que importaba.
En su defensa tengo que señalar, sobre todo durante los dos
primeros años en Green Bay, que estaba dando a sus jugadores
un buen consejo profesional. Para cualquier presidente ejecutivo
que enfrenta en una empresa una situación de cambio total, un
buen consejo para el personal sería expresar algún comentario en
el mismo tenor, con el que buscara enfatizar los resultados. Esta
organización enfrenta serios problemas. O nos dedicamos todos a
producir o podemos despedirnos en este punto. Incluso una vez
que se ha superado la crisis inmediata, ese mismo presidente
ejecutivo tendría que seguir recordándole con regularidad a la
gente que ninguna organización tiene garantizado su derecho a
existir. Lo que ocurrió ayer no importa; sólo lograremos ser
ganadores si ganamos hoy.
* El Better Business Bureau cumple, entre otras cosas, las mismas funciones
que una procuraduría de defensa del consumidor. (N. del T)
juego, sin importar que los árbitros no se hubieran dado cuenta
de la falta o la hubieran sancionado. Le gustaba que su fútbol se
jugara con rudeza pero con justicia. Sí, buscaba ganar, pero
ganar bien.
Un hombre de paradojas
Al inicio de este libro, hice la descripción de un hombre
paradójico. Estoy tentado a terminar esta obra de la misma
manera. Sí, Vince Lombardi podía ser desalmado como lo han
llegado a describir sus más grandes detractores. Sí, él podía
intimidarte, si se lo permitías. Pero también era un abuelo
consentidor a quien nada agradaba más que ponerse en cuatro
manos para hacer ruidos extraños que divirtieran a sus nietos.
Sam Huf, el gran apoyador central que jugó con los Gigantes y
con los Pieles Rojas, y quien también colaboró como entrenador a
las órdenes de Lombardi, una vez recordó una conversación que
sostuvo con mi padre. Lombardi se encontraba muy emocionado
porque creía estar en posibilidades de dejarle a su familia una
herencia de un millón de dólares. En dólares de 1968, ésa era
una cantidad de dinero enorme, y constituía una verdadera
proeza para alguien que fue hijo de un carnicero de Nueva York.
Huff era lo suficientemente audaz como para contradecirlo... o,
al menos, para sugerirle que viera las cosas desde una
perspectiva diferente. "Entrenador", le dijo, "usted ya le ha dado a
su familia algo que vale mucho más que cualquier cantidad de
dinero que pudiera dejarles: les ha dado el apellido Lombardi."
Valore su legado.
Aprenda a apreciar lo que ha recibido. Deje a los demás un legado
equivalente.
Notas sobre las citas
CAPÍTULO 1
1. Caballeros, toda mi vida he estado dentro del fútbol... Tomado del
discurso dado por Lombardi en Dayton, 22 de junio de 1970.
2. En muchos momentos... O'Brien, Michael, Vince, William Morrow and
Company, Inc., Nueva York, 1987, p. 200.
3. Nuestro Señor te dio... Wiebusch, John (comp. ), Lombardi, A National
Football League Book, distribuido en 1971 por Follett Publishing Co.,
Chicago, p. 55.
4. Antes de abrazar la libertad... Tomado de una entrevista de Lombardi
con la Newspaper Enterprise Association, perteneciente a la colección
personal de Vince Lombardi hijo, sin fecha, dirigida por Murray
Olderman.
5. Tengo la costumbre de creen.. Briggs, Jennifer, Strive to Excel,
Rutledge Hill Press, Nashville, 1977, p. 114.
6. No caigas en la trampa de las excusas... Tomado de una conversación,
no fechada, con Vince Lombardi conocida corno "Goal Posts",
perteneciente a la colección personal de Vince Lombardi hijo.
7. Un cerebro que no cuenta con... Tomado de una plática ofrecida por
Vince Lombardi el 2 de septiembre de 1965 en honor del padre Burke, de
St. Norbert, perteneciente a la colección personal de Vince Lombardi hijo.
8. Bien pueden considerarme un dictador. Esta cita fue tomada de un
artículo de Bob Oates (redactor del Times), intitulado "The Lombardi
Method: Analyze the Talent". Sin fecha, la copia apócrifa fue
proporcionada por Vince Lombardi hijo. Procede de la época en que
asumió la dirección de los Pieles Rojas.
9. Una reunión de trabajo no es más... Tomado de la reunión de Vince
Lombardi del 27 de abril de 1960 con la subsidiaria de la Public
Relations Society of America, perteneciente a la colección personal de
Vince Lombardi hijo.
10. Para lograr el éxito... Tomado de un discurso perteneciente a la
colección personal de Vince Lombardi hijo.
11. Tendremos a un ganador... Johnson, William, "Arararaararararargh!",
Sports Illustrated, pp. 28-33, citado en una conferencia de prensa.
12. En Green Bay todos lo conocían como San Vincent", ibid.
13. "Caballeros", comenzó a decir..., ibid.
14. "El día de Vince Lombardi", George, Gary (comp. ), Winning is a Habit,
Harper Collins Publishers, Inc, Nueva York, 1997, p. 140.
15. "En realidad, no creo que nadie quiera ser una leyenda...", Sports
Illustrated. También aparece en Dowling, Tom, Coach: A Season with
Lombardi,W W Norton & Company, Inc., Nueva York, 1970, p. 316.
16. "Lombardi recordaba cada uno de los tiempos fuera...", Lombardi, p. 91.
17. "En el fútbol profesional", él... Lombardi, p. 48.
18. "Lombardi", comentó Blaik... Coach, p. 15.
19. "Es voluble, y posee un temperamento..." Tomado de la presentación que
hiciera Earl H. Blaik (EHB) de Vince Lombardi, el invitado de honor,
durante una cena que tuvo lugar en la ciudad de Nueva York en mayo de
1966, cuando la academia de Fordham le otorgó a Lombardi la "Medalla
Insignis". Tiempo después EHB lo envió a Lombardi en una carta fechada
el 28 de febrero de 1967. Los comentarios de Blaik fueron transmitidos
por EHB a Vince Lombardi el 28 de febrero de 1967; hoy día se
encuentran en la colección personal de Vince Lombardi hijo.
CAPÍTULO 2
20. Una de nuestras metas en la vida... Tomado de una conversación, no
fechada, con Vince Lombardi llamada "Goal Posts", perteneciente a la
colección personal de Vince Lombardi hijo.
21. Si tuviera que... Briggs, Jennifer, Strive to Excel, Rutledge Hill Press,
Nashville, 1977, p. 64.
22. "Él puede ser como es y ..", Coach, p. 208.
23. A menos que gane batallas, ningún líder... George, Gary (comp. ),
Winning is a Habit, Harper Collins Publishers, Inc, Nueva York, 1997, p.
67; también apareció en el discurso de Vince Lombardi del 5 de
diciembre de 1968 dirigido al 73 Congreso de la Industria
Estadounidense, patrocinado por la Asociación Nacional de Fabricantes
(NAM, por sus siglas en inglés); otras versiones aparecen en otros
discursos, entre los que se incluyen el ofrecido el 22 de junio de 1970 en
Dayton.
24. Todos los grandes hombres requieren... Tomado del discurso ofrecido
por Lombardi en Dayton, 22 de junio de 1970.
25. La diferencia [entre un buen... Lombardi, Vince, Run to Daylight,
Simon & Schuster Inc., Nueva York, 1963, p. 19.
CAPÍTULO 3
26. El valor de nuestros esfuerzos cotidianos... Briggs, Jennifer, Strive to
Excel, Rutledge Hill Press, Nashville, 1977, p. 88; también en el
"Discurso final" de Vince Lombardi del 22 de junio de 1970 en Dayton,
Oh.
27. Lo pensé durante algún tiempo. Apareció por primera vez en la edición
de septiembre de 1970 de The Washingtonian.
28. Cada pequeño detalle que conocemos... Tomado de una conversación,
no fechada, con Vince Lombardi conocida como "Goal Posts",
perteneciente a la colección personal de Vince Lombardi hijo.
29. Además de su propia personalidad... Run to Daylight, p. 113.
30. "El hombre que alcanza el éxito sabe ser él..." La primera mitad de la cita
proviene de Strive to Excel, p. 66; la segunda proviene del discurso dado
por Lombardi en Dayton, 22 de junio de 1970.
31. En todos mis años... Run to Daylight, p. 113.
32. Cuando depositamos en Dios... Tomado del discurso ofrecido por Vince
Lombardi en mayo de 1964 ante el First Friday Club de Los Ángeles,
perteneciente a la colección personal de Vince Lombardi hijo.
33. La adversidad es... Strive to Excel, p. 94.
34. Creo que deseaba más... Run to Daylight, p. 101.
35. Ése era, en absoluto, el mejor... Sports Illustrated.
36. No soy un hombre modesto en exceso. Sports Illustrated.
CAPÍTULO 4
37. La mayor esperanza... Strive to Excel, p. 61, aunque esa frase inicial la
daba en todos sus discursos.
38. El carácter es resultado... En el discurso de Vince Lombardi ante el
NAM, 15 de diciembre de 1968, perteneciente a la colección personal de
Vince Lombardi hijo.
39. Jamás le expreso... Sports Illustrated.
40. Si bien las estadísticas son... Run to Daylight, p. 78.
41. Debes tener en cuenta que... Tomado de una conversación, no fechada,
con Vince Lombardi conocida como "Goal Posts", perteneciente a la
colección personal de Vince Lombardi hijo.
42. El ego socaba... Tomado del discurso ofrecido por Vince Lombardi en la
comida de la Fathers-Sons C,ommunion en la preparatoria St.
Bonaventure, Sturtevant, Wisconsin, el 16 de abril de 1967, pero
también aparece en el discurso de Vince Lombardi de mayo de 1964 ante
el First Friday Club de Los Ángeles.
43. Cualquiera que hubiera sido la razón... Winning is a Habit, p. 134.
44. Si alguna vez llego a oír... Maraniss, David, When Pride StillMattered,
Simon & Schuster, Inc., Nueva York, 1999, p. 241.
45. Jamás, óiganlo bien, jamás... Vince, p. 266.
46. Eres parte de la familia, no importa que... Vince, p. 265.
47. ¿Por qué razón no habrían de ser...?" Winning is a Habit, p. 242.
48. Cada año trato de encontrar... Strive to Excel, p. 53; Vince, p. 262.
CAPÍTULO 5
49. Trabajo y sacrificio... Strive to Excel, p. 134; discurso de Vince
Lombardi en Dayton, 22 de junio de 1970.
50. Las mejoras en nuestro carácter... Tomado de una conversación, no
fechada, con Vince Lombardi conocida como "Goal Posts", perteneciente
a la colección personal de Vince Lombardi hijo.
51. Por supuesto, soy un hombre emocional. Sports Illustrated.
52. En todo esto no hay nada de carácter personal... Strive to Excel, p.
96; tomado de Second Effort, una cinta para capacitación en ventas
producida por Dartnell Corporation, Chicago.
53. Una vez que estableces el precio... Strive to Excel, p. 95.
54. Toda vocación exige... Tomado de una conversación, no fechada, con
Vince Lombardi, llamada "Goal Posts", perteneciente a la colección
personal de Vince Lombardi hijo.
55. "Cuando hablo del 'carácter espartano'..." Esta versión proviene de un
discurso ofrecido por Vince Lombardi en la comida de la Fathers-Sons
Communion en la preparatoria St. Bonaventure, Sturtevant, Wisconsin,
el 16 de abril de 1967, pero también puede hallarse una aproximación en
El Discurso, del 22 de junio de 1970, en la conferencia en Dayton y otras
más.
56. La única manera que conozco... Run to Daylight, p. 24.
57. "Para él todo significa..." Coach , p. 329.
58. Un individuo determinado... Tomado del discurso de Vince Lombardi
del 29 de junio de 1970, "What Makes It Great?".
59. "Cuando los demás entrenadores..." Lombardi, p. 71.
60. Pienso que un hombre debe... Sports Illustrated.
61. "Querido Tim..."Lombardi, p. 15.
62. "No puedo decir con precisión..." When Pride Still Mattered, p. 63.
63. La firmeza de pensamiento consiste... Strive to Excel, p. 108.
CAPÍTULO 6
64. La mayoría de la gente del mundo de los negocios... Tomado del
discurso de Vince Lombardi del 5 de diciembre de 1968 dirigido al 73
Congreso de la Industria Estadounidense, patrocinado por la Asociación
Nacional de Fabricantes.
65. Cuando tengamos que tratar con personas... Strive to Excel, p. 17.
66. ¿De qué manera puede lograrse el éxito... Tomado del discurso de
Vince Lombardi del 5 de diciembre de 1968, dirigido al 73 Congreso de la
Industria Estadounidense patrocinado por la NAM.
67. "Y eso significa mucho." Strive to Excel, p. 129.
68. El objetivo es ganar… Strive to Excel, p. 40.
69. Si está seguro dentro de su propia conciencia Tomado del discurso
dado por Lombardi en Dayton, 22 de junio de 1970 (también aparece de
manera parcial en Strive to Excel, p. 60).
70. En lo moral, la vida... Tomado de la reunión de Vince Lombardi del 27
de abril de 1960 con la subsidiaria Wisconsin de la Public Relations
Society of America.
71. "Tenemos, por un lado, a los jóvenes radicales..." Tomado de una
entrevista, sin fecha, de Lombardi con la Newspaper Enterprise
Association, dirigida por Murray Olderman, perteneciente a la colección
personal de Vince Lombardi hijo.
72. "Uno escucha decir por ahí que ésta es la 'generación del ahora'..." "The
Lombardi Method".
73. "El hombre mostraba un evidente..." Lombardi, p. 72.
74. "Resultaba sorprendente..."Lombardi, p. 45.
75. Un líder es juzgado... Strive to Excel, p. 19.
76. "¿Querrías por favor rezar ...?" Vince, p. 140.
77. Vamos aganar varios partidos. Strive to Excel, p. 30.
78. Para jugar con confianza... Run to Daylight, p. 189.
79. Tan pronto como un error es corregido... Strive to Excel, p. 89.
80. "Estábamos entrenados para..." Vince, p. 151.
81. "Te sorprendería..." Second Effort.
82. "Es una constante en el ser humano..." Coach, p. 312.
83. Si te impones la obligación... Strive to Excel, p. 37.
84. "Su constante renuencia a no dar nunca..." Tomado de una carta sin
fecha de Starr a Vince Lombardi, perteneciente a la colección personal de
Vince Lombardi hijo.
85. "Para los perfeccionistas, las satisfacciones..." Run to Daylight, p. 47.
86. Cuanto más se acerquen... Coach, p. 274.
87. "Uno jamás encontrará..." "The Lombardi Method."
88. "Cuando hemos perdido..." Second Effort.
89. "Se rehúsa a aceptar la derrota..." Coach, p. 288.
90. Para ser entrenador de un... Tomado del discurso de Vince Lombardi
del 29 de junio de 1970, "What Makes It Great?".
91. "Yo jamás le digo a un jugador..." "The Lombardi Method."
92. "Vin era un gran maestro..." When Pride Still Mattered, pp. 161-162.
93. Lo consideran un método de entrenamiento... Run to Daylight, p.
101.
94. "Las juntas me encantaban..." When Pride Still Mattered, p. 213.
95. "Él era un gran maestro..." Vince, p. 350.
96. "Tienes que vivirlo durante cada hora del día..." Coach, p. 330.
97. Entrenar es vender... Second Effort.
98. "Lombardi es un vendedor..." Coach, p. 130.
99. Los líderes son gente solitaria... Strive to Excel, p. 19.
100. ¿Sabes? Existe una gran cercanía... Sports Illustrated.
CAPÍTULO 7
101. ¿Sabes por qué el fútbol es tan popular? Coach, p. 321.
102. "Creo que era inevitable..." Strive to Excel, p. 44.
103. "Se la pasaban externando su..." Lombardi, p. 70.
104. En este lugar no hay dueño... Vince, p. 212.
105. Tenía que ser una cuestión de autonomía... Sports Illustrated.
106. Quiero dejar en claro... Vince, p. 139.
107. Jamás podría aceptar... Coach, p. 31; Vince, p. 326.
108. ¿Quieres decir algo así como una operación de un solo hombre?
Coach, p. 275.
109. Después Rozelle declaró que... Vince, p. 200.
110. Tienes que recordar una cosa... Lombardi, p. 193.
111. Creo que me habría sentido muy inconforme... When Pride Still
Mattered, p. 275.
112. "Sabía exactamente dónde se encontraba cada sujetapapeles..."
Lombardi, P. 91.
113. Por poner un ejemplo, recuerda Burns... Lombardi, p. 136.
114. Ésa fue la última vez que... Lombardi, p. 85.
115. "No resulta prudente..." "The Lombardi Method."
116. Los dos elementos principales... "The Lombardi Method."
117. Durante media temporada... Run to Daylight, p. 67.
118. En el campo de entrenamiento ejercemos... Tomado del discurso de
Vince Lombardi del 29 de junio de 1970, "What Malees It Great?".
119. Les exigiré... Second Effort.
120. Una buena condición física... Second Effort.
121. "Lombardi te hace trabajar tan duro..." Run to Daylight, p. 171.
122. Cuanto más duro trabajes... Strive to Excel, p. 30.
123. "Tal vez ésa sea la clave..." Coach, p. 218.
124. No quiero una sola... Lombardi, p. 48.
125. "Lombardi nos explicaba que..." Strive to Excel, p. 54.
126. "La jugada que todos recuerdan..." Run to Daylight, p. 12.
127. En todo ello no hay nada espectacular... Run to Daylight, p. 97.
128. Uno no debe dudar en... Strive to Excel, p. 21.
129. El domingo, todo se reducirá... Run to Daylight, p. 112.
130. El elemento sorpresa... Run to Daylight, p. 112.
131. "Si pueden intercambiarte..." Coach, p. 285.
132. Un equipo de fútbol profesional... Run to Daylight, p. 55.
CAPÍTULO 8
133. Las conquistas se obtienen... Tomado del discurso ofrecido por
Lombardi en Dayton, 22 de junio de 1970.
134. Este esfuerzo por mantener… Run to Daylight, p. 88.
135. Con un demonio, no es divertido... Coach, 314.
136. Voy a encontrar… Vince, p. 143.
137. Estoy a punto de... Vince, p. 249.
138. "Muy bien", rugió mi padre... Plimpton, George, One More July, Harper &
Row, Nueva York, 1977, pp. 24-26.
139. Quizá ustedes no se dieron cuenta... When Pride Still Mattered, p. 265.
140. En algunos momentos... Strive to Excel, p. 24.
141. "¿ Qué fue eso?..." When Pride Still Mattered, p. 394.
142. "Gracias a su broma, mitigó la tensión que sentíamos..." Vince, p. 245.
143. "La verdad es que el hombre era..." Tomado de un recorte de periódico no
identificado perteneciente a los archivos de Vince Lombardi hijo.
144. No puedes entrenar sin hacer críticas..."The Lombardi Method."
145. [Jordan] tiene la tendencia... Run to Daylight, p. 70.
146. "Entré en su oficina..." Lombardi, p. 180.
147. "Era un asunto de motivación..." Lombardi, p. 171.
148. Considero más importante... Winning is a Habit, p. 106.
149. "Cuando pienso en él..." Vince, p. 351.
150. Hay algunas personas... Coach, p. 314.
151. Los cambios requieren tiempo... Tomado de una conversación, no
fechada, con Vince Lombardi, conocida como "Goal Posts", perteneciente
a la colección personal de Vince Lombardi hijo
152. Los logros obtenidos... Strive to Excel, p. 83.
153. "Era duro y abusivo..." Vince, p. 247.
154. "Todos esos gritos, estímulos..." Tomado de una carta sin fecha de Starr
a Vince Lombardi, perteneciente a la colección personal de Vince
Lombardi hijo.
CAPÍTULO 9
155. La voluntad por sobresalir... Tomado del discurso de Vince Lombardi
del 5 de diciembre de 1968 dirigido al 73 Congreso de la Industria
Estado-unidense, patrocinado por la NAM.
156. Cada uno de nosotros... When Pride Still Mattered, p. 458.
157. "Ganar no es todo..." Tomado de un discurso otorgado por Vince
Lombardi al aceptar la presidencia del Mes de Productos Lácteos de
Wisconsin en el año de 1962, y también de la columna "The View From
Here"; ambos pertenecientes a la colección personal de Vince Lombardi
hijo.
158. Desearía con toda mi alma... Winning is a Habit, p. 15; Vince, p. 197
(citando una conversación con el redactor de notas deportivas Jerry
Izenberg).
159. Yo estoy aquí porque ganarnos… Winning is a Habit, p. 12.
160. "Me contrataron para ganar los juegos..." Vince, p. 197.
161. Ningún pensamiento... Strive to Excel, p. 135.
162. Para el ganador queda el... Tomado del "Discurso final" de Vince
Lombardi el 22 de junio de 1970 en Dayton, Oh, perteneciente a la
colección personal de Vince Lombardi hijo.
163. "Él estaba más interesado..." Strive to Excel, p. 116.
164. Hace tiempo yo dirigía a los Empacadores de Green Bay. Tomado del
discurso de Vince Lombardi del 29 de junio de 1970, "What Makes It
Great?".
165. Formar parte de un equipo de fútbol... Strive to Excel, p. 40.
166. "Jamás estaré preparado..." Lombardi, p. 11.
167. Ser el segundo lugar no tiene sentido... Strive to Excel, p. 27.
168. No hay duda alguna... Lombardi, p. 87.
169. Hice una declaración a la prensa... Lombardi, p. 139.
170. "Enseñan a los poderosos..." La fuente original es desconocida, pero
aparece con frecuencia en los discursos de Vince Lombardi (por ejemplo,
en su discurso a la NAM el 15 de diciembre de 1968).
171. Creo, estando en... Run to Daylight, p. 47.
172. "No es necesario que cuentes con..." Tomado de la columna de Martin E
Nolan aparecida en el Boston Globe el 7 de febrero de 1969, e insertada
en el Congressional Record por el representante al Congreso Robert O.
Tiernan.
173. Todo juego se reduce a... Run to Daylight, p. 49
174. En cada juego, sólo pueden... Winning is a Habit, p. 13.
175. El equipo que tiene el control... Second Effort.
176. No hay nada que uno pueda hacer... Run to Daylight, p. 78.
177. Tienes que olvidarte de ser... Strive to Excel, p. 135.
178. Para ganarle a tus oponentes... Winning is a Habit, p. 8.
179. Uno no gana... Tomado de un discurso ofrecido por Vince Lombardi en
la comida de la Fathers-Sons Communion en la preparatoria St.
Bonaventure, Sturtevant, Wisconsin, el 16 de abril de 1967.
180. Un entrenador que obtiene victorias es... "The Lombardi Method."
181. Buscamos perfeccionarnos... Run to Daylight, p. 20; Vince, p. 201.
182. "Debilita el júbilo...", Lombardi, p. 87.
183. Cuando renuncié, supe que... Sports Illustrated.
EPÍLOGO
184. Hacer lo correcto no es algo... Strive to Excel, p. 61.
185. "Ésta es la manera correcta..." Vince, p. 383.
186. Jamás ganarás un partido... Lombardi, p. 59.
187. Yo trato de inculcar el "desinterés"... Tomado del discurso de Vince
Lombardi del 29 de junio de 1970, "What Makes It Great?", perteneciente
a la colección de Vince Lombardi hijo.
188. No se puede adquirir un carácter… Tomado del discurso ofrecido por
Vince Lombardi en la comida de la Fathers-Sons Communion en la
preparatoria St. Bonaventure, Sturtevant, Wisconsin, el 16 de abril de
1967.