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Manifestación Cultural – Leyendas Urbanas

 La Sayona

Franco (2013), en su libro Vuelven los Fantasmas, relata la historia de este espectro
venezolano, donde expresa que La Sayona se manifiesta bajo la forma de una mujer atractiva y
hermosa y posee grandes colmillos. Lleva un vestido largo y un manto. Este espectro suele aparecer
en las calles cercanas a cementerios, Caracas, y en algunas ciudades de Latinoamérica.

Hace mucho tiempo, aun cuando no había llegado la electricidad, las casas y las calles de
Caracas apenas se alumbraban con tenues velas y farolitos de gas. Era en estos tiempos en los que La
Sayona solía pasearse por las calles abandonadas de Caracas. (2013) Su recorrido habitual era,
generalmente, camino a algún cementerio. Vestía su vestido negro de mantuana, y algunos testigos
que llegaron a verla, Declaraban que tenía un cuerpo seductor y una sonrisa hermosa que desaparecía
al momento que mostraba sus dos grandes colmillos.

Mercedes Franco (2013) continúa su relato citando que como bien lo Indica su nombre, La
Sayona era una mujer que vestía una larga falda o saya; Elemento que usaba a su favor para seducir a
los hombres parranderos.

La autora concluye que algunas personas llegaron a asegurar que el origen De La Sayona se
remonta a la época de la Colonia; y que este relato nace por la Existencia de varias mujeres, que,
durante este período, salían a altas horas de la Noche a encontrarse con sus enamorados. Estas
mujeres vestían un gran manto Negro para mezclarse con la noche y la oscuridad, debido a que en la
Colonia no era bien visto que las damas decentes anduvieran solas en la calle y mucho menos A altas
horas de la noche.

Asimismo, para sus encuentros amorosos, estas mujeres debían buscar el Lugar más solitario de
la ciudad, donde no fuesen descubiertas por nadie, siempre era el cementerio. También se dice que
estas mujeres tallaban unos largos colmillos hechos de yuca para ponérselos en caso de que debieran
espantar a algún curioso. Se dice que, para espantar a La Sayona, la persona se debe persignar o hacer
la señal de la cruz con sus dedos al aire. Sin embargo, no se le debe amenazar, ni verbalmente ni con
armas, porque persigue a su víctima hasta que esta muere del susto.

Por otra parte, es una de las leyendas más famosas de Venezuela, se cuenta que la mujer tiene
una figura de una mujer delgada, alta, de uñas largas y muy elegante, es considerada como una señal
castigadora y reprobatoria de la mala conducta e infidelidades cometidas por los hombres.

Otras versiones dicen que la intención de La Sayona es atraer a los hombres hasta el
cementerio, sin que estos puedan verle el rostro, con la intención de aterrorizarlos al descubrir que
han estado caminando en compañía de una calavera. La Sayona tiene la particularidad de
“desdoblarse”, esto quiere decir que puede presentarse como un perro, un lobo o como la mujer antes
descrita.

Se cree que aparece mayoritariamente en los llanos de Venezuela y Colombia, sin embargo,
todavía se escuchan cuentos de personas asegurando que han sido interceptados en algún camino por
esta espantosa mujer.

Se dice también, que originalmente se llamaba Casilda y era una mujer que tenía una enorme
posesividad hacia su marido. Un día, en un ataque de celos, asesinó a su esposo y a su propia madre
pensando que él estaba siéndole infiel con ella. Antes de morir, su madre la maldijo diciendo:
“Sayona serás para siempre, y en nombre de Dios, que así sea”. Desde entonces, ha vagado por los
caminos del llano buscando hombres infieles, a los cuales seduce y luego asesina.

 La Llorona

La historia del espectro más escalofriante de Venezuela

Esta leyenda se ha difundido por varios países de Hispanoamérica. Se trata de una mujer que
pierde a sus hijos y, convertida en un alma en pena, los busca en vano, turbando con su llanto a los
que la oyen. Aunque hay muchas versiones de la historia, los hechos principales son siempre los
mismos. El desgarrador llanto de esta aparición perturba las sabanas venezolanas. Está condenada a
pasar todas las noches penando por sus hijos, a los que mató por error.

Sin embargo, existe otro mito sobre el personaje y es que La Llorona fue una joven que vivía en
un pequeño pueblo de los llanos venezolanos. Esta muchacha cada vez que daba a luz a un hijo lo
mataba sin piedad. Le confesó todo al sacerdote que vivía en su pueblo, añadiendo que no sentía
ningún remordimiento por lo que había hecho. El cura notó que estaba embarazada de nuevo y le dijo
a la mujer que cuando tuviera a su hijo le diera de amamantar antes de matarlo, y así lo hizo; tras
darle leche materna lo mató, pero se activó su instinto maternal, haciéndole sentir una gran
culpabilidad. Desde entonces, vaga por los campos llorando de dolor, buscando a sus hijos y
asustando a todo el que se le atraviese en su camino.

La Llorona en América Latina

La mujer que vaga en la noche llorando por sus hijos identifica a los mexicanos, pero ha
traspasado las fronteras desde hace más de 700 años. Prácticamente en cada ciudad de México existe
una historia sobre la fantasmal mujer que sale todas las noches a gritar y llorar en la calle por sus
hijos.

En el mundo moderno generalmente la ilustran como una figura fantasmagórica con la cabeza
cubierta, vestida de negro, pero la realidad es que nadie sabe cómo es realmente "La Llorona", uno de
los personajes más característicos de las historias de terror en México.

En El Salvador, por ejemplo, se rumora que La Llorona vaga por las calles de los pueblos
rurales llorando por sus hijos y que cuando llega a una población, entra por la calle principal, lanza su
primer grito y comienza a llorar, buscando el camino que la lleve al cementerio de la comunidad o
entrar en la iglesia local, para luego desaparecer. Si se le da la espalda, aparecerá de pronto al lado de
la persona. El alma de quien la mire y la siga vagará durante toda la eternidad.

Además de ser una leyenda popular en Venezuela, Colombia, Ecuador, Argentina, México,
entre otros países latinoamericanos, la Llorona también es relevante en el folklore hispanohablante de
Estados Unidos. Incluso, ha sido adaptada a la pantalla grande en varias ocasiones, siendo la más
reciente The Curse of La Llorona en 2019.

La diferencia entre la Llorona y la Sayona es que esta última normalmente solo se viste de
blanco, tiene ojos rojos y colmillos que parecen de león. Asusta, mata o vuelve locos a los hombres
que son o fueron infieles, no a todas las personas o niños, como hace la Llorona.

 El Silbón
El Silbón es un personaje legendario de Venezuela, especialmente de Los Llanos, descrito
como un alma en pena. Se dice que los primeros moradores que comenzaron a relatar que habían
visto al Silbón se ubicaban en las llanuras de Guanarito, un poblado que pertenece al municipio del
estado de la Portuguesa en tierras venezolanas.

La ubicación temporal de estos primeros relatos data de mediados del siglo XIX. Poco a poco
estas historias se fueron difundiendo a otros sitios, hasta que llegaron a las poblaciones localizadas
cerca de la capital. Una primera versión asegura que consiste en el fantasma de un joven que asesinó
a su padre y lo destripó por haber asesinado a su esposa diciendo que era una "mujerzuela" y que se lo
había buscado. Tras este hecho, su abuelo mandó a amarrar al joven a un poste en el medio del
campo, a destruirle la espalda a latigazos, que sus heridas fueran lavadas con aguardiente, y a
liberarlo junto a dos perros hambrientos y rabiosos. Antes de liberarlo su abuelo lo maldijo y condenó
a portar los huesos de su padre por toda la eternidad. Ahora el espíritu recorre la tierra, continuamente
silbando y buscando huesos para agregar a su colección.

Otra versión señala que el Silbón fue un niño caprichoso al que sus padres cumplían cualquier
deseo. Un día mandó a su padre a conseguir algún animal, ya que quería complacer su antojo de
comer entrañas de ganado; pero, ya que su padre fracasó en el intento, el Silbón enfurecido asesinó a
su padre y sacó sus entrañas para que su madre las cocinara; ella, al notar que no se ablandaban, se
dio cuenta que algo extraño ocurría, y fue ahí que el Silbón confesó lo que le había hecho a su padre.

Su madre y su abuelo, horrorizados, lo maldijeron para toda su vida, e incitaron a un perro a


que lo atacase y posteriormente procedieron a echarle ají picante en sus heridas, razón por la cual, se
dice que la única manera de espantarlo es con canes ya que es lo único que le aterra y con algunos
ajíes o un látigo.

Muchos habitantes de Los Llanos cuentan haberlo visto sobre todo en verano, época en que la
sabana venezolana arde bajo el rigor de la sequía y el Silbón se sienta en los troncos de los árboles y
recoge polvo en sus manos. Pero es principalmente en los tiempos de humedad y lluvia cuando el
espectro vaga hambriento de muerte y ávido por castigar a borrachos, mujeriegos y de vez en cuando
a una víctima inocente. Cuentan que les succiona el ombligo a los borrachos cuando los encuentra
solos en el llano para beber el licor que ellos ingirieron, y que a los mujeriegos los despedaza, les
quita los huesos y los mete al saco donde guarda los restos de su padre.

Dicen que luce como un hombre gigante alargado de tres a seis metros y desproporcionado, que
camina moviéndose entre las copas de los árboles mientras emite su escalofriante silbido y hace crujir
o sonar, dentro de su viejo saco, los pálidos huesos de su desafortunado padre o, algunos afirman de
sus múltiples víctimas. Otras dicen que se presenta como la sombra de un hombre alto, flaco y con
sombrero.

La razón de su nombre es simple: sabes que está cerca cuando escuchas una particular melodía
que suele silbar mientras está merodeando. Por las noches, si dos o más personas lo escuchan, no
pasará nada, pero si solo una persona lo escucha, al amanecer esa persona morirá. A su vez se dice
que cuando su silbido se escucha muy cerca no hay peligro, ya que el Silbón está lejos, pero si se
escucha de lejos significa que está muy cerca.

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