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SEGUNDO DÍA

Buenas Tardes Hermanos en Cristo. Hoy nos encontramos en


el segundo día del triduo en honor a San Nicolas de Tolentino
Nos ponemos en presencia del Señor.

En el nombre del Padre y del Hijo….

CANTO

ORACION INICIAL

Huyan, temores vanos, huyan tormentas y sombras y presagios de aflicción, pues


surge Nicolás en Tolentino con su mensaje de piedad y amor.
Donde antes imperaba la codicia, la justicia en la paz su fruto dio, y los necesitados
de la vida en Ti hallaron celeste intercesor.
Tú, Nicolás de Tolentino, abriste una era de paz y de perdón; como Cristo pasaste
por la vida dando consuelo y derramando amor.
Vuelve a decir palabras a los hombres y a recordar que cristo nos amó y que la
eterna Trinidad Santísima de la Patria el camino nos abrió. Amen.

Guía: Segunda parte Vida de San Nicolás:

Un sueño hecho realidad

Con estos deseos de entregarse por entero a Dios, escuchó en cierta ocasión
un sermón, de un fraile o ermitaño de la orden de San Agustín, sobre la vanidad
del mundo, el cual lo hizo decidirse a renunciar al mundo de manera absoluta e
ingresar en la orden de aquel santo predicador. Esto lo hizo sin pérdida de tiempo,
entrando como religioso en el convento del pequeño pueblo de Tolentino. Nicolás
hizo su noviciado bajo la dirección del mismo predicador e hizo su profesión
religiosa antes de haber cumplido los 18 años de edad. Lo enviaron a varios
conventos de su orden en Recanati, Macerata y otros. En todos tuvo mucho éxito
en su misión. En 1271 fue ordenado sacerdote por el obispo de Osimo en el
convento de Cingole.
Su vida sacerdotal

Su aspecto en el altar era angelical. Las personas devotas se esmeraban por


asistir a su Misa todos los días, pues notaban que era un sacrificio ofrecido por las
manos de un santo. Nicolás parecía disfrutar de una especie de anticipación de los
deleites del cielo, debido a las comunicaciones secretas que se suscitaban entre su
alma tan pura y Dios en la contemplación, en particular cuando acababa de estar
en el altar o en el confesionario.

Como Patrono de las almas del Purgatorio

Estando en Valmanente tuvo una visión que da particular color a su fisonomía


espiritual. Una noche le despertaron las voces lastimeras de un alma del
purgatorio: era la de su pariente fray Peregrino de Osimo: "Te pido por favor que
celebres la misa de difuntos, para que me vea libre de las penas que padezco."
Fray Nicolás, se excusó por ser en la ocasión Hebdomadario, el encargado de la
misa conventual, que debe celebrarse según el rito de cada día.

Y entonces fray Peregrino le invitó a dirigir la mirada a la gran llanura que daba
a la ciudad de Pésaro, toda ella rebosante de almas en pena que le pedían
misericordia. Fray Nicolás tuvo lástima de aquellas pobres almas, y obtenido el
conveniente permiso, celebró un septenario de Misas por los difuntos, añadiendo
grandes penitencias y ayunos en sufragio de las ánimas. Al séptimo día, con nueva
aparición, fray Peregrino le alegró con la gran noticia: él y toda la multitud
paciente, que había visto, gozaban de la eterna gloria. Tal es el origen del
septenario de misas de San Nicolás, aprobado por la Santa Sede, en sufragio de las
ánimas del purgatorio

Su ardor en el apostolado y en la oración

Durante los últimos treinta años de su vida, Nicolás vivió en Tolentino y su celo
por la salvación de las almas produjo abundantes frutos. Predicaba en las calles
casi todos los días y sus sermones iban acompañados de grandiosas conversiones.
Solía administrar los sacramentos en los albergues de ancianos, hospitales y
prisiones; pasaba largas horas en el confesionario. Sus exhortaciones, ya fueran
mientras confesaba o cuando daba el catecismo, llegaban siempre al corazón y
dejando huellas que perduraban para siempre en quienes lo oían.

También, con el poder del Señor, realizó innumerables milagros, en los que les
pedía a los recipientes: "No digan nada sobre esto. Denle las gracias a Dios, no a
mí." Los fieles estaban impresionados de ver sus poderes de persuasión y su
espiritualidad tan elevada por lo que tenían gran confianza en su intercesión para
aliviar los sufrimientos de las almas en el purgatorio. Esta confianza se confirmó
muchos años después de su muerte cuando fue nombrado el "Patrón de las Santas
Almas".

El tiempo en que podía retirarse de sus obras de caridad, lo dedicaba a la


oración y a la contemplación. Nicolás de Tolentino fue favorecido con visiones y
realizó varias sanaciones milagrosas.

CANTO

Lectura bíblica de la primera carta de San Pablo a los Corintios 9, 24-27

Hermanos, ya saben ustedes que en una carrera todos corren, pero solamente uno
recibe el premio. Corran ustedes de tal modo que reciban el premio. Todos los que
se preparan para competir en el deporte, evitan todo lo que les pueda hacer daño. Y
ellos lo hacen para ganar como premio una corona de hojas de laurel, que no dura
nada; pero nosotros luchamos para recibir un premio que dura para siempre. Por mi
parte yo no corro a siegas; no peleo como si estuviera dando goles al aire: Al
contrario yo castigo mi cuerpo y lo obligo a obedecerme, para no quedar yo mismo
descalificado después de haber enseñado a otros.

Reflexión Agustiniana:

No nos entreguemos a los detalles del pasado ni nos dejemos atrapar por las
provocaciones del presente. No hagamos como la astuta serpiente que se tapa sus
oídos con la cola. Que nada del pasado nos impida escuchar al presente, y nada del
presente, pensar en el futuro. Movámonos con decisión hacia lo que nos espera.
(Comentario sobre los Salmos 66,10)

PETICIONES

Señor tu siervo San Nicolás de Tolentino mortificó su cuerpo para alcanzar fortaleza
de espíritu; enséñanos a morir a nosotros mismos y a vivir en amor tuyo y de
nuestros hermanos, especialmente de los más necesitados. Roguemos:
Te rogamos, Señor
Señor, tú que prometiste el ciento por uno y la vida eterna a cuantos abandonan
todo para seguirte, haz que cumplamos con entusiasmo y alegría las obligaciones
contraídas en nuestra consagración bautismal. Roguemos:
Te rogamos, Señor
Por las peticiones personales que queremos presentar al Señor…Roguemos:
Te rogamos, Señor.

REZO

1 Padre Nuestros, 1 Ave Marías y 1 Glorias. (Intercalados)

ORACION FINAL

Te rogamos, Dios todopoderoso, que concedas a tu Iglesia, jubilosa con la gloria de


las virtudes y milagros de San Nicolás de Tolentino, gozar, por su intercesión, de la
paz y unidad perpetuas. Por Cristo nuestro Señor. Amen

CANTO DE San Nicolás de Tolentino

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