El carboncillo es probablemente el primer material que utilizó el
hombre para dibujar, y también ha sido el material con el que a lo largo de la historia los artistas se han enfrentado al dibujo, la pintura y la escultura, utilizándolo para bocetar y como material final. Es sin duda la técnica estrella con la que los artistas se han formado y esto es así gracias a las cualidades especiales que posee, como son su facilidad de rectificación, su versatilidad y sobre todo su gran capacidad expresiva especialmente en los problemas relativos a la luz.
¿Qué es el carboncillo?, una rama carbonizada de vid, sauce, encina,
abedul o brezo que es seleccionada para que no tenga nudos y después se combustiona casi sin oxígeno para que no arda, hasta que se convierte en un carbón blando y suave, casi un polvo. El carbón así preparado no tiene diferentes durezas como los lápices, el tono siempre es el mismo, lo que si cambia es el grosor del carbón que puede usarse para diferentes funciones. CARACTERISTICAS:
El carboncillo es una rama fina carbonizada.
Sus características principales son su fragilidad, la facilidad de su borrado lo que lo convierten en un medio ideal para el apunte rápido, el estudio, y la preparación de obras de arte. El carboncillo se vende en distintos números que hacen referencia a su grosor, no a su dureza o blandura como en los lápices de grafito. Un carboncillo del 6 mide 10mm y proporcionará un trazo más grueso, aunque no más intenso que uno del 2 que mide 3 mm de diámetro. Un carboncillo de calidad no debe tener nudos ni durezas que rayen el papel.
DETALLES IMPORTANTES:
El carboncillo es inestable, no es fijo como los lápices de grafito que llevas
aceites que lo fijan al papel. El carboncillo es solo Polvo que queda introducido en la fibra del papel flotando libre, listo a desaparecer con el primer contacto. Todo en la técnica está supeditado a este factor. El carboncillo no se coge como un lápiz, así restregaríamos el polvo y perderíamos el trabajo. Se trabaja con el carbón dentro de la mano sin apoyar los dedos. Se puede trabajar con la punta o con todo el canto para rellenar. Se suele utilizar un carboncillo de unos 5 cm. No se debe castigar el papel. Se borra a trapo. Las gomas se usan para iluminar y perfilar. Se debe fijar al acabar.