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Identidades y Introducción

L
multiculturalismo La blemente
a fotografía como medio es proba-
uno de los más antiguos.

en la fotografía medio
fotografía como tecnología no es un
comunicacional en sí misma; es

de Javier Silva
un medio de registro, pero sus aplica-
ciones constituyen una de las funda-

Algunas
ciones de los medios de comunicación
contemporáneos. Entre las aplicacio-

representaciones de
nes y las prácticas múltiples de la foto-
grafía, la fotografía artística es un

indígenas peruanos
medio para la comunicación (aunque
no se trate precisamente de un medio
masivo) que posee la característica de
atravesar las fronteras culturales, supe-
José García Contto rando límites nacionales y presentando
asuntos locales a un espectador global
potencial.

Este es el caso de la fotografía de


Javier Silva, sus imágenes de peruanos
son exhibidas y vendidas, usualmente,
en las galerías de arte de Nueva York
y Londres. Más allá del éxito de Silva
en el mercado del arte, hay que resal-
tar que se muestran caras y cuerpos de
peruanos indígenas a una cultura ajena
a la representada en las imágenes. He
aquí comunicación y comercio de la
cultura (del Perú hacia el mundo),
pero también hay múltiples niveles de
interculturalidad implicados, depen-
diendo del rol desempeñado por
quien “ve” y lo que ve. La mira (y la
mirada) es multiplicada por las capas y
actores de diversos roles sociocultura-
les cuando miran las fotografías; por
otra parte, las fotografías representan
ojos que devuelven la mirada, creando

Contratexto n.O 15, 2007, pp. 45-72


José García Contto

la mirada del peruano aborigen que


observa a cada posible espectador.

Utilizando el concepto de la enun-


ciación de la semiótica continental
(Émile Benveniste, A. Julien Greimas y
la “Escuela de París”) y combinándolo
con un análisis visual, es posible exa-
minar estas miradas y aclarar los posi-
bles significados de la comunicación
entre los diferentes roles en este pro-
ceso. Por otra parte, el uso del marco
teórico de los estudios culturales (Hall
et al.), es posible reconstruir algunas La raya, el hombre y el mar, Lurín, 1993.
identidades presentadas (y presupues-
tas) por las imágenes de Silva. Aunque la reputación o el éxito del
fotógrafo no son justificaciones de
Los aspectos culturales del colonia- fondo para seleccionarlo a él o a su
lismo como ideología y un “poscolo- trabajo, es necesario mencionar que
nialismo” de la gente andina y del bos- Silva es reconocido internacional-

esta mise-en-scène visual.


que tropical emergerán como parte de mente; es uno de los dos fotógrafos
peruanos que han ganado la presti-
giosa beca de la fundación de John
Simon Guggenheim1 en las pasadas
El corpus: La fotografía de Silva décadas. Además, ha presentado múl-

estudio como corpus de análisis. En


Nos referimos al material objeto de tiples exposiciones en varios países y

esta investigación, el corpus seleccio-


festivales internacionales.

El trabajo de Silva se puede dividir


nado es el trabajo fotográfico de Javier genéricamente en imágenes “comer-
Silva, un fotógrafo peruano de gran ciales” y en su trabajo “personal”. Así
reputación y éxito, cuya obra (siem- pues, hay un enorme conjunto de imá-
pre) ha tomado como tema la gente, genes que él ha producido para
las tradiciones, el paisaje y la cultura propósitos editoriales en la vena de la
peruana. fotografía documental “clásica”, estas

1 La fundación Guggenheim premia a “hombres y mujeres que han demostrado capacidad excepcional
para becas productivas o una habilidad creativa excepcional en las artes”, de acuerdo con la Funda-
ción misma.

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Identidades y multiculturalismo en la fotografía de Javier Silva

imágenes representan principalmente co”, si se quiere); estas imágenes han


festividades tradicionales en las zonas sido destinadas sobre todo para las
rurales del Perú (su aspecto comercial galerías de arte.3 Otro aspecto impor-
radica en que fue un encargo fotográ- tante de este trabajo artístico es el uso
fico para un proyecto cultural patroci- del blanco y negro, mientras que su
nado por una compañía peruana de trabajo editorial fue hecho en diaposi-
cerveza).2 Por otra parte, su trabajo tivas de color.
“personal” es un acercamiento a la
gente peruana bajo un esquema estéti- El trabajo “personal” de Silva se
co mucho más formal (o más “artísti- puede dividir, a su vez, en tres grupos

Aquí nos referimos a dos libros editados en el Perú solo con fotografías de Silva: Perú, fiestas y cos-
tumbres, con texto de Arturo Jiménez Borja. Lima: Fundación Backus, 1997; y Calendario Perú: Tiem-
2

pos de fiesta. Lima: Fundación Backus, 1998.


3 Silva es representado por dos galerías de arte: en Nueva York por la Throckmorton Fine Art y en Lon-
dres por la galería Zelda Cheatle. Estas exhiben y venden las imágenes de Silva bajo las bases regu-
lares.

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principales diversos: “Festividades y Pertinencia de las imágenes de


religiosidad”, “Aborígenes y animales” Silva
y “Fondos4 y paisajes”. Es conveniente
mencionar que hay un cierto grado de Silva ha documentado tradiciones y
cruce entre estos grupos; por ejemplo, festividades peruanas en muchas par-
hay retratos del grupo “Aborígenes y tes del Perú desde finales de los seten-
animales” que también juegan con el ta. Alejado de las grandes ciudades,
fondo, o experimentos sobre el fondo Silva ha fotografiado, en pequeños
pueblos y aldeas, la vida diaria y la
en el tema de festividades. De esta
participación de la población aborigen
manera las clasificaciones temáticas no
en celebraciones religiosas. A pesar de
son exclusivas mutuamente, hay
que existen muchos fotógrafos perua-
muchas imágenes que toman lugar en
nos (y excelentes) en la línea docu-
la intersección de estas agrupaciones
mental (actualmente y a través de la
generales.
historia peruana), el mérito de Silva
Aunque la clasificación cronológica radica en un estilo estético que marca
es correcta en términos generales, así su trabajo, convirtiendo así un tema
como la separación temática; no todas documental en un “motivo” artístico.
las imágenes coinciden exactamente A pesar de que ciertas festividades
con esta separación. La primera serie religiosas en algunas partes del país se
fue hecha durante la década de 1980, hayan vuelto turísticas y comerciales
con muy pocas excepciones, la serie (Semana Santa en Ayacucho, por ejem-
“Aborígenes y animales” fue tomada plo), este tema es ciertamente una raíz
principalmente en los últimos años de muy fuerte de la cultura peruana; no
la década de 1990 e inicios de la pri- solo del catolicismo, sino de religiosi-
mera década del siglo XXI, con algu- dades y misticismos en una variedad
nas excepciones de principios de los de formas (algunas de ellas muy anti-
noventa. La serie más complicada es la guas). Silva ha concentrado una parte
segunda, que tiene fechas separadas importante de su atención en las mani-
en diversos años, con una concentra- festaciones religiosas, las cuales son la
ción leve a mediados de los años punta del iceberg del aspecto místico
noventa, pero estos ejercicios visuales en la cultura peruana; por supuesto,
continúan hasta la fecha. estas manifestaciones están conectadas

4 La palabra “fondo” se utiliza originalmente en pintura para hacer referencia al espacio vacío sobre el
cual se representan las figuras. En fotografía se usa comúnmente para denominar la tela o superficie
plana que se coloca detrás del sujeto o motivo por fotografiar. En el trabajo de Silva se trata simple-
mente de una tela blanca o gris que sirve para aislar al individuo del entorno.

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Identidades y multiculturalismo en la fotografía de Javier Silva

con tradiciones, bailes, vestuarios,


comidas y estilos de vida.

Otra temática abordada por las imá-


genes de Silva son las caras y cuerpos
de los peruanos, puesto que muchas
de sus imágenes son retratos (o alguna
clase de retratos). Como será observa-
do, la cara y el cuerpo de un grupo de
personas muestra cosas en común; en
una palabra, muestra un rastro de su
identidad. Más aún, Silva representa en
muchos de sus retratos a gente des-
nuda o a personas junto a determina- Hombre Araña, Qollor Ritti, Cusco, 1995.
dos animales, lo cual pone de relieve
la relación con la naturaleza y ciertas
mitologías. de personajes “indígenas” acompaña-
dos por animales (casi todos peces). El
Culturas, tradiciones, religión, aboríge- primer paso en el análisis de las imá-

aspectos generales del plano de expre-


nes, identidades, indígenas y, finalmente, genes se hará observando algunos

sión, los rasgos visuales formales en


peruanos, son temas centrales y de
particular relevancia en el análisis e

sis el concepto de la enunciación será


interpretación de la sociedad peruana, las fotos. Después de este breve análi-
y están en el ojo de la tormenta de dis-
cusiones académicas y políticas en el explicado y aplicado a la muestra de
Perú. imágenes con el fin de establecer aso-
ciaciones de los aspectos visuales del

semánticos en el plano del contenido.


La identidad ha sido siempre un plano de expresión con elementos
factor problemático entre los peruanos
(así como lo es en muchas otras nacio-
nes). Debido a nuestras raíces multi-
culturales y origen diverso, sociólogos, Aspectos formales del retrato
antropólogos y otros científicos aún
Los elementos más evidentes que
discuten la ausencia de unidad en esta
crean un retrato son: un fondo alrede-
identidad o la necesidad de construir
dor de una figura, una figura que es
una base para una identidad peruana.
normalmente un cuerpo (humano), un
Por razones de espacio, este traba- cuerpo que tiene cabeza, cara, y en la
jo se concentrará en algunas imágenes cara una mirada (y otros rasgos facia-
de la serie “Aborígenes y animales”, la les que dan especificidad a la cara e
cual consiste básicamente de retratos individualidad al personaje represen-

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representa con un menor espacio ocu-


pado por el rostro y más “partes del
cuerpo” estarán presentes.

Efecto de sentido de distancia

Tenemos diversas “distancias” que se


pueden entender mejor con el lengua-

plano.
je utilizado en el cine como tipos de

El primer plano, por ejemplo, nos

que el plano general nos distancia


acerca al personaje, a su cara; mientras
Palometas, Iquitos, 2003.
del rostro del actor (inclusive de su
“subjetividad” o “mundo interno”), sin
tado). Sin ahondar en lo visual, debe- embargo permite mostrar o describir el
mos considerar otro aspecto del retra- lugar o medio ambiente. De hecho,
to que forma la presencia o la au- una tradición importante en el uso
sencia de todos estos elementos: la del lenguaje de los “planos”, tanto en
distancia. Puesto que la fotografía el cine como en la fotografía, viene
(como cualquier pintura) es una su- en nuestra ayuda. Los primeros planos
perficie plana, la “distancia” entre un han sido usados, tradicionalmente, para
punto de vista y el personaje presen-
tado es una distancia representada y
construida en la imagen. La totalidad o
parcialidad del cuerpo humano pre-
sente en el retrato construye el senti-
do de distancia creado por el retrato
en relación con el observador. Mien-
tras “más cercanos estamos” al perso-
naje representado, menos cuerpo será
mostrado en la imagen; de manera
inversa, mientras “más alejados esta-
mos” del personaje representado, se
observará más cuerpo en la imagen.
Una descripción topológica de la dis-
tancia “más cercana” sería que la cara
utiliza la mayor parte del espacio de la
imagen, la distancia “más lejana” se Cunchi Mama, Iquitos, 2003.

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expresar no solo un acercamiento físi- intensidad. La tensividad plantea com-


co al personaje representado, sino tam- binaciones, por ejemplo, de extensión
bién un contacto con el lado emotivo, mínima-máxima y de intensidad míni-
psicológico o afectivo del actor descri- ma-máxima de “algo” que debido a
to en la imagen. De este modo, se estas valencias llega a ser una presen-

posee una máxima intensidad sensi-


podría decir que este tipo de tomas cia desplegada en el campo del dis-

ble debido al acoplamiento emocional


curso. Estos esquemas semióticos se
pueden combinar con el “lenguaje de
y a la intimidad creada por una vista tomas” y ser útil para describir el cuer-

sión), y una mínima extensión debido


cercana de un rostro (y de su expre- po del trabajo de Silva.

La aplicación de valencias tensivas


a la demostración de una porción
a un lenguaje de planos de la cámara

plano abierto posee una mínima inten-


pequeña del cuerpo. Por otro lado, un
podría ser simplificado en el siguiente

sidad y máxima extensión, lo repre-


esquema, donde las presencias y sus
efectos de distancia en el tipo de toma
sentado por la imagen pierde intimi- están organizados en dos posiciones
dad y gana en el aspecto social, la vista extremas básicas:

mayor extensión. El lenguaje de los


completa del cuerpo encaja con una

planos o el uso espacial de la imagen,


son solo maneras de describir en la ima-
gen aquello que viene “naturalmente”
de la experiencia de la distancia: la gra-
dualidad.

La gradualidad es precisamente una


de las características propuestas por
Fontanille y Zilberberg5 para describir
cómo los fenómenos del sentido se Donde (a) representa las imágenes
articulan en un discurso; de acuerdo de primeros planos, y (b) de los pla-
con la semiótica tensiva es posible nos generales, en los que el cuerpo

visual con las valencias de extensión e


describir las diferencias de la presencia humano aparece completo como una
figura en la imagen.6 En el medio de

FONTANILLE, Jacques y Claude ZILBERBERG. Tension et signification. Lieja: Mardaga, 1998. [En
español: Tensión y significación, Lima: Universidad de Lima, 2004].
5

6 Este esquema ha sido desarrollado por Desiderio Blanco en Semiótica del texto fílmico (Lima: Uni-
versidad de Lima, 2003), con un diagrama más elaborado, presentando el rango completo de las dife-
rentes posibilidades de tomas (p. 55), y lo citamos: “El primer plano está marcado por una fuerte inten-

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sidad aguda y emocional, concentra la atención en una extensión reducida; el gran plano general, de
manera inversa, ofrece un amplio espacio de percepción, pero es emocionalmente átono. (…) es una

cada texto fílmico, la praxis enunciativa escogerá la orientación preferida para guiar la atención del
correlación inversa, a mayor intensidad, menor extensión; a mayor extensión, menor intensidad. En

espectador, con los consecuentes efectos de sentido…” (p. 56).


7 Edward Hall desarrolla un modelo para entender el uso humano del espacio; él clasifica la experien-

la clasificación de Hall, nuestro rango de imágenes va de distancia mínima-fase lejana (15-45 centí-
cia espacial de acuerdo con rangos de distancia y usos específicos en procesos de socialización. Según

metros), distancia personal-fase lejana (80-120 centímetros), y distancia social-fase lejana (2-3,8
metros). HALL, Edward T. The hidden dimension. Nueva York: Anchor Books, 1969, pp. 116-129.
8 Las otras dos categorías aquí no son propuestas por Hall, aunque parece que fueran una consecuen-
cia “natural” de su clasificación especial.

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Identidades y multiculturalismo en la fotografía de Javier Silva

esta escala, por supuesto, existen múl- observar, así como los detalles de las
tiples puntos posibles (así como los caras y de los gestos.
hay en las películas para la posición de
la cámara frente al actor). En nuestras No hay grandes planos generales

nes como: Rostro con peces y Hombre


series tenemos en posición (a) imáge- en la serie “Aborígenes y animales”, la

araña, en el medio tenemos Palome- plano medio (el cuerpo humano de la


mayoría de las imágenes muestran

tas, La raya, el hombre y el mar, Pez en


la roca; y en posición (b): Cunchi
cintura hasta la cabeza), algunos pri-

Mama (plano entero), Hombre con (con la excepción de Anaconda 2), la


meros planos y algunos planos enteros

cabeza de caballo, y finalmente (plano


general) El hombre y el cóndor. Otras
mayor parte de imágenes muestra un
fondo neutro. Por supuesto, esta con-
imágenes solo permanecen entre este sideración recae sobre la serie “Aborí-
rango de “distancia”. De acuerdo con genes y animales”, porque en el traba-
esto, es posible proponer el siguiente jo total de Silva los planos generales
esquema para asociar las descripcio- son más comunes en la serie “Encan-
nes básicas así como los valores de tados”, en los que los entornos son
valencias tensivas. lugares públicos abiertos en donde
En términos de tensividad semióti- también se encuentran grandes grupos

rígenes y animales” desembraga9 las


ca, es posible decir que la serie “Abo- de personas. Esto podría significar que
hay un cambio general de la hege-
presencias marcadas por una alta inten- monía de los planos generales a la
sidad y baja extensión y el uso de un hegemonía de los planos cerrados. A
fondo neutral acentúa la intensidad pesar de que se trata de una tendencia
de la presencia. La extensión es mini- general en el trabajo de Silva, podría ser
mizada, puesto que la distancia repre- significativa como una representación
sentada entre el espectador y el tema de un compromiso más cercano con
mostrado es cercana, los detalles de sus temas, de más intimidad con los
los cuerpos representados se pueden individuos y de su mundo interno.10

9 La teoría de la enunciación en semiótica propone el desembrague como un mecanismo de la produc-


ción del discurso. El desembrague es el proceso de instalación del discurso mismo y de las presencias
en el discurso, cualquier enunciado se inicia desembragando actores (personajes) en las coordenadas

discurso (ego hic et nunc: Yo, aquí, ahora) y el discurso mismo (GREIMAS, A. J. y J. COURTÉS. Dic-
tiempo-espacio. El desembrague explica la separación original entre la instancia de la producción del

cionario razonado de la teoría del lenguaje. Madrid: Gredos, 1982, pp. 87-90).
10 Desde el aspecto de la realización fotográfica, el retrato implica una relación más profunda y cercana
entre el fotógrafo y los individuos fotografiados.

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Mirada a: “yo” vs. “afuera” vs. “no


mirada”

Además del efecto de distancia, otro


elemento del retrato es la mirada del
individuo. Primero, la intensidad de la
mirada es afectada directamente por el
efecto de distancia; esto es, a mayor
“cercanía” al personaje representado,
mayor intensidad y relevancia de la
mirada; alejándonos del rostro, la mira-
da pierde intensidad, hasta que se vuel-

planos generales (como en Anaconda


ve completamente irrelevante en los

2). Otra variable que afecta la mirada


Anaconda 2, Iquitos, 2003.

y establecen la relación con una tercera


es la dirección de esta; la cual está
persona entre el sujeto y el espectador,
basada, para empezar, en la posición
rara vez encontrada de manera prolon-
del rostro y la presencia de los ojos. La
gada en la vida cotidiana.
posición de la cara (frontal, tres cuar-
tos, perfil, de espalda) es parte de una La posición de tres-cuartos o modos obli-
continuidad de diversas posiciones cuos de presentación tienen muchas de
frente al “ojo” (de la cámara, fotógrafo las cualidades de un perfil extendido,
o espectador), a lo largo de esta serie pero ambos son más sugestivos que el
todo y más reveladores del “otro lado”.
continua, se une otra serie continua
Son más ambiguos en la relación al
semántica. Esta continuidad está rela-
espectador, así como en la transición de
cionada con la interacción social (como un aspecto a otro.”11
lo es con la distancia en Hall); una refe-
rencia muy clara sobre el significado de
Como es propuesto por Brilliant, la
la posición del rostro es comentada
posición de la cara está relacionada
hábilmente por Richard Brilliant:
con la experiencia común de la comu-
nicación interpersonal, donde el rostro
Cuando se ve de frente, la relación cara
frontal está asociado con la intimidad
a cara establece una cercanía del “tú y
de dos individuos (el “Yo-tú”) y, cuan-
yo” de considerable inmediatez…
to más se voltea el rostro se disminuye
Por acuerdo convencional, los perfiles se la intimidad y es reemplazada por la
ven más enteros que la mitad del rostro,

11 BRILLIANT, Richard. Portraiture. Londres: Reaktion Books, 1991, pp. 27-28.

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Identidades y multiculturalismo en la fotografía de Javier Silva

Tú” es reemplazada por una posible


posibilidad de un tercer actor (a quien tacto; finalmente, la relación del “Yo-
el personaje representado está miran-
do). Precisamente en la iconografía sa- relación yo-él/ella (donde “yo” se cen-
grada de los santos, se puede apreciar tra en el personaje representado, y que
que la mayoría de las imágenes repre- no será estudiado en este momento).
sentan a los santos con el rostro miran- A lo largo de esta serie continua se
do a “alguien más” que se supone sería propone, asimismo, otra “lectura” de la
la divinidad. El aspecto que es necesa- posición facial con respecto al obser-
rio enfatizar aquí es que la vuelta gra- vador, la cara frontal, asociada con la
dual de la cara pierde intimidad y con- relación “Yo-Tú”, también es asociada

12 Ambos detalles mostrados aquí son bastante inusuales para el corazón del trabajo de Silva, la mayoría
de sus imágenes muestran individuos que miran a la cámara o vuelven ligeramente la cara hacia un
lado.

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con una presencia subjetiva (el perso- “concretas” capas de la producción

bido como un campo con un centro


naje representado) en clara “confronta- del significado. El discurso es conce-

de referencia y con ciertos horizontes


ción” con otra subjetividad (la del obser-
vador). Mientras que la posición de
cara de lado no solo construye un (límites), en este campo del discurso

das. Este centro de referencia es un


“él/ella” a los que el personaje está las presencias son instaladas y crea-

centro sensible instalado por un dis-


viendo, sino que también, como la sub-
jetividad está perdida, el personaje se

un objeto para el observador. La obje-


vuelve menos un sujeto para ser más curso, y alrededor de él se extiende

tivización13 del personaje representado


un campo donde las presencias son
desplegadas y percibidas por el cen-
en la posición de perfil está asociada a tro. Esta es una representación visual
una larga tradición de la proyección de de estos elementos:
imagen antropológica (particularmente
de la antropología física al estudiar las 15
razas humanas como especies).14

Distancia, profundidad y cuerpo


sensible

Aunque el modelo tensivo es pro-


puesto para explicar los mecanismos
de los niveles fundamentales de la Aquí, el campo posicional repre-
generación del significado en el dis- senta el discurso como un área que es
curso, la estructura se puede también sensible para un centro de referencia,
nivelar y aplicar en diversas y más que es también considerado como el

13 En la semiótica greimasiana, la objetivización es “entendida como la eliminación de las categorías gra-


maticales (persona, tiempo, espacio), las cuales se refieren al dominio de la enunciación. La elimina-
ción de estas categorías [deícticos] marcan la presencia indirecta del enunciador dentro de la manifes-
tación” (GREIMAS y COURTES. Op. cit., 1982, p. 217). Un significado más general es considerar sim-

14 EDWARDS, Elizabeth. Anthropology and photography, 1860-1920. New Haven: Yale University Press,
plemente al ser humano como un objeto, como lo hace la ciencia.

1994. También existe una tradición importante en antropología que usaba la fotografía para medir pro-
porciones y características raciales: fenotipos. El estudio del hombre es, precisamente, la objetivización

15 FONTANILLE, Jacques. Sémiotique du discours. Limoges: Pulim, 1999, pp. 95-98. Esta representación
del hombre.

visual no está presente en el texto referido, pero ha sido elaborada sobre la teoría expuesta por el autor
en este libro.

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Identidades y multiculturalismo en la fotografía de Javier Silva

cuerpo sensible. La teoría tensiva con- física en las imágenes que son evi-

toma de posición que instala y da ori-


sidera la posición de este centro, la dentemente más concretas y menos
abstractas, pero estructuralmente simi-

toma de posición es lógicamente pre-


gen al discurso mismo; entonces, esta lares. Sin embargo, sigue habiendo
una diferencia, el efecto de sentido de
via a la aparición del sujeto (o aún más distancia fue propuesto como uno
lejano, a la persona) en el texto o dis- entre el observador y el personaje
curso. La toma de posición en un texto representado, mientras que la profun-
visual podría ser asimilada en niveles didad se refiere a la distancia entre el
más concretos en los discursos visua- centro y el horizonte (que en una
les como el posicionamiento del “ojo” analogía completa sería el fondo),
mirando la escena representada en la esta comparación tendría la siguiente
imagen. tabla:

* El “ojo” no es propiamente un elemento visual en sí mismo, porque el “ojo” no es visible


pero es precisamente esta posición la que crea visibilidad como posible en el discurso
visual. Esto podría ser asociado con la posición de la cámara, permitiendo ver, pero nunca
haber visto.

horizonte es la profundidad, significa


La distancia entre el centro y el En la fotografía —el texto como
soporte— un nivel discursivo es enun-
la cercanía o lejanía de los horizontes ciado (el acto de enunciación en las
con respecto al centro sensible. El dimensiones concretas de comunica-
concepto de profundidad, en un dis- ción sería la “creación” y/o “visión” de
curso visual está claramente asociado la imagen), y como parte del proceso
con el “efecto de sentido de distancia” de enunciación un centro de referen-
discutido en las páginas previas; cia es instalado con el discurso. En
haciendo un esfuerzo de coherencia, este centro, el cuerpo sensible es ex-
la profundidad en semiótica tensiva puesto a distintas presencias en el dis-
es una estructura más abstracta que la curso, las presencias que escapan de
estudiada como sentido de distancia su campo sensible cruzan la línea del

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José García Contto

horizonte y caen fuera del campo posi-


cional; de hecho, lo que está fuera del
horizonte no es una presencia en el
discurso, todo “detrás” del fondo per-
manece escondido del centro de refe-
rencia.

En las fotografías de Silva, el dis-


curso instala como cuerpo sensible
para los espectadores un “ojo” que nos
permite “ver” una presencia represen-
tada, el personaje indígena “frente a
nosotros”. A través de este cuerpo sen-
sible podemos “escoger” (para noso-
tros, en nosotros) la presencia visual Pirañas, Iquitos, 2004.

que hace significativa la imagen. En la


comunicación, todo aquel que asume una reciprocidad de miradas fijas, una
el rol de espectador “asume el control” observación recíproca de uno a otro.
de la posición del cuerpo sensible en Pero en el esquema esta “mirada
el discurso, “sintiendo” la presencia y mutua” se representa de manera dis-

da), porque en el corpus de imágenes


produciendo el significado en su per- tinta (línea continua vs. línea puntea-

El espectador es conducido por y/o con-


cepción y comprensión de la imagen.

duce la enunciación “para estar frente”


los “indígenas” casi siempre devuel-
ven la mirada (la mayoría de los per-
a la presencia, la cual inmediatamente sonajes miran al espectador), mientras
después de producir sentido se vuelve que la única actividad del “ojo” es pre-
“alguien”, “otro”; quien, usualmente en cisamente “mirar a” lo que está siendo
la serie “Aborígenes y animales” de enunciado en el campo del discurso.
Silva, es “alguien” que está devolvien-
Como se muestra en el diagrama, el
do la mirada al espectador.
espectador y los indígenas representa-
Entonces, esta presencia puede ser dos no comparten el mismo “espacio”
considerada como otro centro de refe- en el campo posicional, porque el
rencia creado por el discurso, que espectador, así como el creador de la
alternamente tiene su propio cuerpo imagen, comparten la dimensión pro-
sensible, su propio campo posicional ductiva en el discurso. La “mirada
y para el cual el “ojo” (usado por el mutua” se vuelve relativa, porque los
espectador) se vuelve otra presencia “indígenas” pertenecen a otra capa de

dor no está enunciado en la imagen,


distinta a él. Mientras que el “indíge- la producción del discurso. El especta-
na” devuelve la mirada al “ojo” se da

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Identidades y multiculturalismo en la fotografía de Javier Silva

conectan a través de la toma de posi-


así como está enunciado el personaje como dimensiones diferentes que se

ción producida en el “ojo” como enun-


indígena, el espectador permanece en
una capa externa al discurso. El “ojo”
enunciativo propuesto por las imáge- ciando y bisagra enunciada de la dis-
nes es el punto de quiebre de estas cursividad.
dos dimensiones; el “ojo” que nos per-
mite “ver” un punto individual repre-
sentado en una dirección fija. Mientras La parte “humana” de la
los ojos del individuo en los diferentes intersubjetividad
retratos, no siempre devuelven la mira-
Esta intersubjetividad posee aspectos
da al “ojo”, produciendo así diversas
culturales inevitables, porque el perso-
posibilidades de intercambio o de inte-
naje representado tiene el rasgo común
racción.
del “aborigen” construido por el aspec-
Un retrato representa una presen- to físico, así como por su vestimenta (en
cia, una figura humana que a su vez las pocas imágenes que los individuos
devuelve la mirada al espectador. La tienen ropa) o inclusive por su desnu-

tos de Silva la posibilidad de intersub-


semiótica tensiva expone en los retra- dez. Aún más, estos personajes que

jetividad; dos centros de referencia,


“nos” dan la cara están siempre acom-
pañados por animales, a través de
dos cuerpos sensibles, en suma, dos estas presencias se establece en las
sujetos son enfrentados uno a otro. imágenes una cercanía estrecha de
Existe, ciertamente, no solo la media- estos individuos con la naturaleza. La
ción de la imagen, sino también la yuxtaposición visual de los individuos
mediación de la producción del dis- con los animales puede ser interpreta-
curso y del producto del discurso da como una comunión o fusión com-

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José García Contto

pleta en un solo ser, así como es pro-

nas imágenes como La sirena y Viejo


puesto inclusive por el título de algu-

ángel. Entonces, las figuras humanas


que “nos” dan la cara alcanzan el per-
fil de entidades híbridas o míticas, no
solo de “simples” humanos. Este énfa-
sis en la “superioridad” de los perso-
najes representados está expuesta
visualmente de diferentes maneras a
través de todas las imágenes aquí pre-
sentadas, sean peces alrededor de la
cara (Palometas), pirañas con la forma
de un halo (Pirañas) o el cuerpo de
La Sirena, Iquitos, 2002.
un hombre “retorciéndose” bajo el

Mama) como un “Atlas” mitológico, o


peso de un pez enorme (Cunchi
semióticas se refieren a la viabilidad
incluso los ojos “ciegos” de una ancia- de los conceptos de “observador” o de
na transformados en peces brillantes, “cuerpo sensible” para ser lo más abs-
una mujer “ciega” en su “humanidad” tractos posibles, con el fin de discutir
pero “clarividente” en otra esfera (¿ani- el significado de producción en el dis-
mal? o ¿espiritual?). Estos no son sim- curso. Deliberadamente, la discusión
plemente seres humanos, en el discur- previa ha mezclado al fotógrafo o al
so fotográfico estos personajes son espectador de la imagen con la posi-
individuos aborígenes mitificados por ción semiótica del observador de la
su relación y a veces su fusión con los producción del sentido en el discurso.
animales. Sin embargo, en el caso del análisis de
las imágenes de Silva, la confusión

dad está el observador, rol asumido


En la otra cara de la intersubjetivi- aparente es feliz, porque quien sea
que produzca significado sobre estas
fundamentalmente por los espectado- imágenes se convierte inevitablemen-
res de las imágenes. En la semiótica te en el observador semiótico así
continental el observador es mayor- como el espectador físico. Es por esto
mente un sujeto delegado para “obser- que ambas actividades (producir signi-
var” el discurso, delegado por el enun- ficado y observar) están finalmente
ciador para hacer-saber lo que ocurre asociadas al “ojo”, el cual se convierte
en el discurso; la semiótica tensiva en un punto de vista fijo para contem-
habla de un cuerpo sensible, un cen- plar (en los aspectos cognitivos y
tro de referencia para el despliegue sensibles) los personajes representa-
del discurso. Por supuesto, ambas dos en el discurso. La definición grei-

60 Contratexto n.O 15, 2007


Identidades y multiculturalismo en la fotografía de Javier Silva

masiana16 dice que el “hacer” del


observador es transitivo, “ver” e inter-
pretar sobre el personaje re-
presentado, pero aquí ha sido consi-
derada la posibilidad de que el sujeto
enunciado “devuelva la mirada”. Basa-
do sobre el concepto o cuerpo sensi-
ble por la semiótica discursiva con-
temporánea, es posible incluir en el
campo del discurso a ambos, al obser-
vador (rol semiótico) y al personaje
representado, “cara a cara” compar-
tiendo el mismo espacio.

Entonces, observador e individuo Joven Machiguenga, Manu, 1996.


retratado comparten el espacio del dis-
curso, pero el modo de existencia del El modo de existencia es determi-
personaje representado es diferente al nado por la relación que tienen con el
del observador (posición usada por el discurso (y el texto), el fotógrafo y el
enunciador y el enunciatario); sin espectador “usarán” la dimensión de la
embargo, el retratado tiene el poder de enunciación de las fotografías (el “ojo”
interactuar, de hecho, es presentado del observador), mientras el último
“como si” él nos “viera”.17 estará en la dimensión enunciada. El

16 “El observador es el sujeto cognitivo, el cual es delegado por el enunciador e instalado por él, a través
del proceso de desembrague, dentro de la manifestación-discurso. Ahí el observador está para ejerci-

raleza (esto es, decir sobre los actantes y los programas narrativos en lugar de decir sobre él mismo o
tar el hacer receptivo, y la ocasión debería surgir, el hacer interpretativo, el cual es transitivo por natu-

su propio programa)” (GREIMAS y COURTÉS. Op. cit., p. 217).


17 Nuevamente Bryson, discutiendo la estructura albertiana del espacio y el cono de perspectiva en la
pintura: “… el cono de líneas emanando del ojo albertiano es redoblado en su opuesto, un cono emi-
tiendo hacia él fuera del punto del que todas las líneas arquitectónicas emiten (…). En el plano de la

ción entre las pinturas de un principal de alteridad radical, desde que su mirada devuelve eso del
fotografía, los dos conos se intersectan; esto quiere decir que el solo punto de fuga marca la instala-

observador como su propio objeto: algo está mirando a mi mirada: una mirada cuya posición no
puedo ocupar nunca, y cuya vista puedo solo imaginar al revertir la mía propia, al invertir la perspec-
tiva antes de mi (…) ninguna otra mirada está confrontando la mía, a excepción de un vacío rectan-
gular, luminoso en el horizonte.” (Las cursivas son mías.) (BRYSON. Op. cit., p. 106). Mientras Bryson
imagina un ojo devolviendo la mirada fijamente al observador en el centro del punto de fuga de la
perspectiva en la pintura, Silva (como cualquier fotógrafo que retrata caras con miradas) propone una
“verdadera” mirada fija hacia el observador, y, por supuesto, Silva no propone un uso albertiano de la
perspectiva en sus fotografías.

Contratexto n.O 15, 2007 61


José García Contto

aspecto remarcable de esta presencia en una visualización diferente (que


es que, aún en el lugar de entidad también coincide con un esquema clá-
enunciada, se le da el “poder” de sico de comunicación).

“devolver la mirada”, como un actor Aquí está claro que el personaje


(entre los límites de la imagen) que representado permanece como un actor
tiene la facultad de “hacer”, “ver”, en pasivo, solo siendo presentado (“mos-
otras palabras, de convertirse en una trado”) de un rol enunciador a otro, es
posición enunciante de segunda gene- “lo que le ha sido dicho” en el discurso

encaja con una objetivización del per-


ración, dependiente del primer dis- fotográfico. Esta estructura enunciativa
curso que lo crea e instala.
sonaje “indígena” que no es un sujeto
del proceso de comunicación sino el
Intersubjetividad a través de los “mensaje” de alguien a otro alguien. El
roles de la enunciación: fotógrafo, el espectador y la fotografía
Enunciador-enunciatario de por medio (ya figuras sociales) son
roles comúnmente manifestados como
Con el fin de explorar las posibles rela- “artista” —“trabajo de arte”— “audiencia,
ciones intersubjetivas, es posible apli- público”; esta línea puede ser analizada
car los roles básicos de la enuncia- como una línea de comunicación o
ción18 y explorar los posibles inter- como una línea de consumo (produc-
cambios entre ellos. Hay por lo menos tor-producto-consumidor) en el mundo
tres posibilidades diferentes de aplica- del negocio artístico. Ambas opciones
ción de los roles de enunciación en son útiles para estudiar las relaciones
función de los actores en las imágenes entre Silva y su espectador o consumi-
de Silva. La primera ya ha sido presen- dor potencial (particularmente porque
tada en un esquema previo, aquí está sus imágenes son vendidas regularmen-

18 GREIMAS y COURTÉS. Op. cit., pp. 103-105.

62 Contratexto n.O 15, 2007


Identidades y multiculturalismo en la fotografía de Javier Silva

te en galerías de arte en Nueva York y mayoría de las imágenes de Silva (con


Londres). Desde el punto de vista de la excepción de la serie “Paisaje vs.
historia de la fotografía peruana o una Fondo”). Pero cuando la mirada repre-
historia del arte peruano (o inclusive sentada en la imagen muestra ojos que
antropológicamente) debería conside- “devuelven la mirada” al fotó-
rarse relevante la relación entre el fotó- grafo/espectador (misma posición
grafo y la persona representada, con el visual y campo de posición), hay otras
fin de crear la imagen; también sería opciones para interactuar entre solo
relevante la ideología detrás del fotó- dos actores.

grafo sobre el significado de sus imá- El “yo” del espectador es conside-


genes y lo que él espera de su público rado aquí el “centro” del acto discursi-
o hasta de sus “consumidores”. Estos vo; este esquema permite un análisis
aspectos no serán considerados en las de la producción de significado y los
páginas siguientes, debido a obvias discursos que pueden ser evaluados
limitaciones de tiempo y espacio; sin en los múltiples roles sociales, o com-
embargo, tomamos nota de las relevan- petencias que pueden ser relacionadas
cias de estas aproximaciones para el a la recepción social de la imagen. Este
estudio de la fotografía y de sus senti- esquema alcanza el problema de las
dos posibles. “audiencias” de fotografía como arte, o
el uso de la imagen por académicos en
En las siguientes variaciones, el las diferentes disciplinas de ciencias
fotógrafo desaparece y el espectador (antropología, sociología, psicología,
asume el control de los roles de la etcétera). Desafortunadamente, conti-
enunciación interactuando con el actor nuar con esta línea de búsqueda nos
en la imagen. Un elemento clave para alejaría del análisis de las imágenes
considerar esta interacción es la mira- mismas, sin importar lo interesante
da representada del personaje retrata- que sería un estudio de las audiencias
do. El cuadro previo no depende de de arte. Por otra parte, puede que sea
ningún tipo de mirada, de modo que productivo considerar un acercamien-
puede permanecer como una estructu- to bastante abstracto de los roles socia-
ra general de enunciación para la les realizados por los fotoespectadores

Contratexto n.O 15, 2007 63


José García Contto

de las imágenes de Silva. Desde una espectadores. Luego, la alteridad es


perspectiva semiótica es relevante cambiada al espectador, quien se vuelve
notar que a pesar del “ojo” fijo desple- el “otro” para el indígena en la imagen.
gado por el enunciador del discurso Es relevante en esta estructura que el
fotográfico (la imposibilidad final de personaje “indígena” se convierte en el
cambiar el punto de vista real sobre el “yo” central de la intersubjetividad con
personaje representado), las compe- el espectador, donde el tema del “diálo-
tencias (conocimiento general, ideo- go” es el mismo personaje representa-
logías o conocimiento de una ciencia do. Esta manifestación consta de un
específica, incluso experiencia de plano de la expresión (cara, mirada,
vida) del espectador le proporcionan gestualidad, postura) y un plano del
las herramientas para “cambiar” no el contenido (emociones, sentimientos,
punto de vista, pero sí la interpretación identidad); por supuesto, la competen-
de cierta imagen. cia para “decodificar” reside en el posi-
ble espectador de la imagen. Un asun-

cualidad del “yo” como enunciado. No


La relevancia del esquema es que el to más delicado en esta estructura es la
personaje “indígena” no es más un
objeto (“Él”) pero sí un sujeto (“tú”) solo la manifestación misma depende
con quien se inicia un diálogo. El per- de la competencia del enunciatario
sonaje “indígena” se vuelve un “otro”, (para entender o “alcanzar” las emo-
alteridad subjetiva (no más objetiviza- ciones y/o la identidad de los perso-
do) con quien se abre un diálogo najes), aún más importante, es el enun-
(“yo”-“tú”).

Todavía, otra posición es posible:

Una vez más, solo es posible cuando ciatario el único en la dimensión del
el actor enunciado “devuelve la mirada”; enunciado y el único que posee el
es posible considerarlo a él como el ini- “poder” de darle al personaje enuncia-
ciador de la relación con nosotros los do la posición del “yo” que le dice algo

64 Contratexto n.O 15, 2007


Identidades y multiculturalismo en la fotografía de Javier Silva

a él. A pesar de la actividad aparente


del personaje representado al “devolver
la mirada” al observador, es solo a
través de la “lectura” de la dimensión
de la enunciación (enunciador/enun-

logra alcanzar una posición de enun-


ciatario) que el personaje representado

ciador simulado (un enunciador enun-


ciado). Esta naturaleza del personaje
“indígena” en las imágenes de Silva es
un aspecto clave de considerar para los
siguientes párrafos, en cómo estas
estructuras enunciadoras recaen en dis-
Viejo Ángel, Pucusana, 2002.
cursos ideológicos asociados con la
imagen “indígena”.
La primera estructura de la enun-
ciación presentada en las páginas pre-
Vista colonial, mirada vias está asociada con una mirada
descolonizada colonial, donde los personajes indíge-
nas están simplemente enunciados
A través de la teoría de la enunciación y
desde una posición de poder, y desti-
las posibles estructuras de enunciación
nados a otra posición de poder, y el
que han sido presentadas, es posible
personaje representado se vuelve “él”.
también analizar ciertas ideologías rela-
En la teoría de la enunciación “él” es la
cionadas con la representación de la
posición que nunca puede hablar, la
gente indígena en la historia occidental
posición objetivizada. Siempre nos
sobre la gente aborigen de las Américas
referimos a un “él”, pero “él” nunca
(y de otros rincones del globo).
dice o hace nada, porque en el
Estas representaciones, sean escri- momento que “él” nos dice algo se
tas o visuales, están relacionadas tam- convierte en un “yo” o “tú”, los pro-
bién con la historia de la colonización ductores de las posiciones deícticas en
política, la independencia y la poste- la enunciación. En este sentido, los
rior dependencia económica, particu- colonizadores asumieron un estado
larmente de los países latinoamerica- infrahumano de la población indígena;
nos. Estos eventos políticos, económi- por lo tanto, no fueron un actor de
cos y geográficos también fueron igual categoría dentro del diálogo (ni
estructurados y justificados por etnias, el “yo” ni el “tú”). Los colonizadores
políticas, ciencias y religiones de los occidentales desarrollaron descripcio-
reinos occidentales. nes de los aborígenes que encontra-

Contratexto n.O 15, 2007 65


José García Contto

ron, donde el lector evidente era otro que la anterior en Saint Louis, los abo-
occidental, de modo que las personas rígenes de Nueva Caledonia (colonia
indígenas se convirtieron en un objeto francesa) fueron forzados a comer
del discurso, “él”. carne cruda para probar su antropofa-
gia, y sus mujeres fueron obligadas a
Incluso hasta inicios del siglo XX
bailar casi desnudas. Estos son, por
los discursos sobre las “razas exóticas”
supuesto, ejemplos extremos de la vi-
fueron seguidos a través de eventos
sión colonial sobre las tierras y perso-
notorios, ejemplos claros y extremos
nas colonizadas; visión que no es tan
son las exhibiciones universales que
antigua ni obsoleta en Norteamérica o
datan de 1931 en París y previamente
en los países europeos. La estructura
en Saint Louis, en 1904, donde los
euforia (atribución de un valor positi-
elemental de este discurso reside en la
seres humanos (de diferentes partes
vo) del fenotipo caucásico, y la disfo-
“exóticas” del mundo) fueron exhi-
ria20 (atributo de un valor negativo) de
bidos como un esfuerzo “del hombre
que se estudia a sí mismo”:
cualquier otro “color de piel”. Estas
exhibiciones universales solo precisan
El hombre a ser exhibido y estudiado,
una manifestación discursiva extrema
que el organizador tuvo en mente fue
de una disforia de un “otro” como algo
ese hombre, objeto privilegiado del estu-
dio de la Antropología física, pero tam-
tan distinto que es casi deshumaniza-
bién de la Antropología social: el hom- do. En contraste con el “hombre salva-
bre salvaje. (…) El organizador de la je”, el “hombre civilizado” posee cono-

(“las bellas letras y las bellas artes”), eco-


Exhibición Universal de St. Louis buscó cimiento, ciencia, ética, cultura del arte
ayuda en la antropología, consultó con-
sejos, y pidió a especialistas que aporta- nomía, riqueza, propiedad, industria;
ran especímenes humanos que pudieran todo esto estructura por comparación
ser exhibidos en público…19 las carencias y deficiencias de esos
“otros” individuos, quienes en vista de
En la exhibición universal en París, estas ausencias son considerados nece-
en 1931, que siguió el mismo esquema sitados e insuficientes. Las ideologías21

19 MÉNDEZ, Lourdes. La antropología ante las artes plásticas. Madrid: Centro de Investigaciones Socioló-
gicas/Siglo XXI, 2003, p. 30.
20 En la semiótica greimasiana una estructura semántica como /naturaleza/ - /cultura/ o /vida/ - /muer-

con la categoría tímica /euforia/ - /disforia/, esas categorías semánticas son consideradas axiologías,
te/ es solo una oposición que no posee un valor agregado, y se da precisamente en la combinación

las cuales son microsistemas de valores que permanecen en las estructuras semióticas profundas del
discurso (GREIMAS y COURTÉS. Op. cit., p. 21).
21 Siguiendo la definición greimasiana, una ideología es una estructura semiótica de nivel superficial que

66 Contratexto n.O 15, 2007


Identidades y multiculturalismo en la fotografía de Javier Silva

que están detrás de las justificaciones Y dentro de esta estructura de


“científicas” son entretejidas con pro- enunciación y esas ideologías, las imá-
yectos políticos (no solo de la coloni- genes de Silva se pueden “leer”, y ser
zación antigua sino también del neo- vendidas regularmente a “coleccionis-
colonialismo contemporáneo y la tas de arte” en los mismos países
dominación económica) que con- donde las ideologías son hegemónicas.
tinúan hasta la fecha en sutiles y varia- Precisamente, es el uso de lo “exótico”
das formas a través de estrategias lo que está asociado semánticamente a
visuales y discursivas (documentales la contemplación y exploración del
de tribus y/o tradiciones culturales “otro” como algo casi completamente
“exóticas” y tierras “lejanas”). ajeno a “nosotros”, los espectadores.
En los medios contemporáneos, la
Insertado junto a estas estrategias televisión documental se muestra
visuales, la primera estructura de como espacios para reconocer cual-
enunciación encaja perfectamente con quier cosa que sea tan diferente, tan
las ideologías de colonización o exoti- “incivilizado” o tan “primitivo” en las
cismo contemporáneo: prácticas de las culturas tradicionales:

Rol Enun- Enun- Enuncia- Desde finales del siglo XIX, los nuevos
ciador ciado tario procedimientos técnicos usados para la
reproducción del arte visual haría posi-
ble una difusión sin precedentes de las
imágenes de “otros”; y en el siglo XX, el
Deíctico “Yo” “Él” “Tú” vistazo occidental propone toda clase de
documental en el que sus cuerpos y cul-
tura material, sus prácticas “exóticas”,
aún ocupen un lugar central.22
Actor Fotógrafo Personas Espec-
indígenas tador
Las fotografías de Silva encajan en
esta “esfera de la imagen” y este para-

lizado por querer ser y, subsecuentemente, por querer hacer” (GREIMAS y COURTÉS. Op. cit., p. 149).
propone valores que son “actualizados y solicitados por un individuo o sujeto colectivo que es moda-

Una ideología es un discurso que propone una petición permanente de valores, articulando estratégi-
camente disjunciones con valores, esto es, proponiendo a los sujetos como necesitados de hacer algo
o de ser algo. En el caso de la ideología colonial, los occidentales están siempre necesitados de rique-
zas y poder, mientras que los colonizados están necesitados de cultura, religión y “humanización”, bajo
este esquema la colonización misma no es solo coherente y racional sino también necesaria.
22 MÉNDEZ, Lourdes. Op. cit., p. 34.

Contratexto n.O 15, 2007 67


José García Contto

digma de exoticismo, que hace de sus coherentes con algunas ideologías


fotografías un producto bastante ven- poscoloniales.

dido en los mercados de fotografía de Esta ideología reversa hace del


arte en Nueva York y Londres. Esto es, actor indígena un actor activo, deja de
por supuesto, asumiendo que la ser el silencioso “él”, para convertirse
mayoría de los consumidores eventua- en un “yo” activo al cual le es dado
les, comprando sus imágenes, están (por la enunciación) el poder de decir,
inmersos en una ideología colonial; o que ha tomado (en un sentido polí-
podría haber, posiblemente, otras tico) el poder de hablar de su antiguo
razones23 para el éxito de las imágenes colonizador. En la imagen, esto queda
de Silva en un mercado tan competiti- claro tan pronto como se concibe a los
vo. Esta estructura de la enunciación indígenas representados como “devol-
evidencia algunas implicaciones socia- viendo la mirada” y “diciendo” algo;
les y económicas de los individuos por supuesto, las imágenes de Silva
socialmente activos usando y tomando son solo un ejemplo de este discurso
control sobre los roles de los actores en el Perú, en Latinoamérica o inclu-
que giran alrededor de estas imágenes. so en otros países del mundo con
población indígena. En muchos luga-
Por otro lado, en la tercera estruc- res de Latinoamérica los pueblos indí-
tura de enunciación propuesta hay una genas y aborígenes están creciendo or-
completa subversión de los roles, ganizadamente en las últimas décadas,

23 Incluso la exacta ideología opuesta podría ser una razón para un comprador potencial, quizás porque
precisamente un comprador “siente” que el personaje representado lo está “mirando” a él es la razón
por la cual compra la imagen. Aquí la pertinencia no es hacer un estudio sociológico o de mercado
de los consumidores de Silva, sino más bien hacer evidente algunas estructuras ideológicas de esa con-
cepción.

68 Contratexto n.O 15, 2007


Identidades y multiculturalismo en la fotografía de Javier Silva

y ya están ocupando roles claves en la dos estrategias de enunciación princi-


política24 de algunos pocos países pales en el discurso poscolonial: una
andinos (Ecuador y Bolivia). Ellos tam- basada en el centro de los indígenas
bién se han vuelto muy activos en la transformado en el “yo” hablando a
protección de su ambiente natural a nosotros “occidentales”, y una trans-
través de las ONG y de sus gobiernos formación de la estructura de la anti-
nacionales.25 Hay que subrayar aquí gua colonia, donde los “occidentales”
que las estructuras enunciativas son hablan a los indígenas en una igualdad
parte de las estrategias discursivas bajo de “tú”. Estudiosos contemporáneos
cada ideología. confirman esta apreciación:

En este sentido, la segunda estruc-


La aparición en la escena continental de
tura de enunciación, en la que el rol
movimientos de pueblos autóctonos,
del fotógrafo es asumido por el espec- constituye ciertamente uno de los
tador, también coincide con este hechos notables de la historia social
esquema ideológico; el actor indígena reciente en Latinoamérica. Esencialmente
también es sacado del “Él” deíctico caracterizada hasta tiempos recientes por
hacia el “tú”. Es posible decir que hay las relaciones de dominación, de explo-

24 Luis Esteban Gonzales, del Real Instituto Elcano, presenta este aspecto de eventos tardíos en Latino-
américa en un artículo titulado “Etno-nacionalismo: Nuevas tensiones inter-etnias en Latinoamérica” [en
línea]. Publicado el 19 de julio del 2005. <http://www.nuevamayoria.com/EN/ANALISIS/institucio-
nes/050719.html>. Una rápida revisión del panorama político contemporáneo en Latinoamérica es útil
para verificar este aspecto: en Bolivia, Evo Morales ha sido elegido presidente; en México, el zapatis-
mo sigue constituyendo movimientos representativos de la región de Chiapas; en Ecuador, los movi-
mientos indígenas son bien organizados y poseen una presencia política importante, y en el Perú, el
candidato presidencial Ollanta Humala representa un movimiento de vindicación nacionalista (basado
parcialmente en argumentos indígenas y raciales).
25 Por ejemplo, el Coica (Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca del Amazonas) fue crea-
da en Lima en 1984 y ha crecido en los últimos 20 años, ahora integra nueve organizaciones nacionales
(de Ecuador, Perú, Brasil, Bolivia, Colombia, Guyana, Guyana Francesa, Venezuela y Surinam). La
influencia política de estas organizaciones ha ido creciendo a través del tiempo, y ellos también han
buscado el respaldo de organizaciones internacionales como las Naciones Unidas y la Organización de
Estados Americanos, entre otras. Se ha ejercido presión sistemática sobre los gobiernos nacionales y sus
políticas, así como sobre las empresas multinacionales que se alojan en las tierras vecinas de los indí-
genas (o en sus mismas tierras), con el objetivo de defender su medio ambiente de posibles daños. En
el Perú, después de algunos escándalos políticos relacionados con la mala administración, se ha creado
una nueva institución para cuidar los intereses de los pueblos indígenas: Indepa (Instituto Nacional de
Desarrollo de los Pueblos Andinos), que inició sus actividades en el 2004. No obstante en este corto
periodo ya ha dado signos de continuar las mismas malas prácticas del instituto predecesor. Esto pone
en evidencia que una nueva administración debe imponerse nuevamente. Véase Coica en:
<http://www.coica.org/en/welcome.php> y Servindi en: <http://www.servindi.org/antiguo/index.html>.

Contratexto n.O 15, 2007 69


José García Contto

tación o de discriminación que recibie- La sociedad peruana aún lucha por


ron durante la época de colonización, superar la ideología colonial “transmi-
establecidos por mucho tiempo en un tida” y “heredada” por generaciones,
estatus de “pueblos-objetos”, los pue- donde los personajes indígenas no son
blos indígenas aparecen hoy como los considerados como iguales respecto
“sujetos”, los actores potenciales, de un de los “blancos” criollos que han teni-
proceso sin precedentes de afirmación, do el control político, social y econó-
afirmación cultural, social y política.26 mico por centurias durante la Colonia,
y también a través de la historia del
Perú republicano.27 Aquí la “lucha por
Observaciones finales superar” significa que hay una crisis de
No obstante, este panorama continental este paradigma ideológico, que está
no nos debe distraer del hecho de que tomando lugar (con matices nuevos)
las imágenes de Silva no son hechas en los últimos 20 o 25 años. Las pobla-
ciones indígenas, y particularmente los
fotógrafo limeño acerca de individuos y
por la población indígena, sino por un
mestizos, han crecido largamente en
recursos económicos y políticos, así
personajes indígenas. Más allá del rigor
como su influencia y presencia con su
del análisis semiótico, la producción
voto en las elecciones presidenciales
social de imágenes aún no está en cada cinco años.28 A pesar de estos
manos de estos pueblos marginados, a cambios, los pueblos indígenas de los

en un enunciador socialmente recono-


pesar de sus esfuerzos por convertirse Andes y la selva del Perú permanecen
desconectados del poder, de la toma
cido y válido. En las imágenes de Silva, de decisiones políticas, y también de la
aún, el “poder” para ser enunciadores producción mediática. Al inicio del
recae en la competencia del observa- siglo XX hubo una importante tenden-
dor/espectador de las fotografías. cia en la fotografía peruana en la que

26 Bernard Duterme, director adjunto del Centro Tricontinental (Louvain-la-Neuve). Presentación en el


“Colloque sur la réalite de la signification des mouvements sociaux”. Institut d’Études Européennes et
Internationales de Luxembourg, FMA, Schengen, 11-13 de enero del 2002. La traducción es del autor
de este ensayo.

sis”. Journal of Latin American Studies. Vol. 28. Cambridge: Cambridge University Press, 1996, pp. 197-
27 MÉNDEZ, Cecilia. “Incas sí, indios no: Notes on peruvian creole nationalism and its contemporary cri-

225.
28 Desde 1990 los resultados de las elecciones presidenciales han sido dramáticamente alteradas debido
a la desconfianza en los líderes políticos. Incluso las compañías privadas que constantemente realizan
encuestas y sondeos para observar las tendencias de la opinión pública o las tendencias de voto, no
han sido del todo eficientes para medir con precisión esas cambiantes tendencias. El voto del mestizo,
del indígena, en suma, del postergado y marginado, afectan notablemente los resultados electorales.

70 Contratexto n.O 15, 2007


Identidades y multiculturalismo en la fotografía de Javier Silva

fotógrafos de origen indígena controla- imágenes de arte nos dan la oportu-


ron la cámara,29 pero el desarrollo nidad de explorar múltiples identida-
centralista de la historia peruana pos- des. En el caso de Silva, las poblacio-
puso las provincias a un segundo o nes indígenas son referidas como un

aun siguen siendo solo enunciadas,


último lugar de importancia, y nueva- sujeto válido para el diálogo, pero

no se ubican en la dimensión de la
mente la cámara y su “ojo” quedaron

enunciación del discurso fotográfico.


en manos de limeños (o costeños).30
Por supuesto, los limeños han cambia-
do, ahora prácticamente todos son En el caso de la fotografía, en el Perú
mestizos, y se enfrentan constante- se pueden citar, como excepcionales,
mente a los problemas de los pueblos los Talleres de Fotografía Social
andinos y de la Amazonía. Es posible (Tafos), que desarrollaron la activi-
concluir que el discurso hegemónico o dad de poner la tecnología de pro-
predominante acerca de las poblacio- ducción en manos de los individuos
nes indígenas sostiene este esquema: que habitualmente no son productores

implicó convertir a individuos enun-


La cultura visual es una clave de imágenes.31 En cierta medida, esto

ciados por los medios y el arte, en


dominante de estudios donde las

enunciantes del discurso visual sobre


identidades son construidas, refleja-
das y comunicadas interculturalmen-
te. Los múltiples significados de las sí mismos.

29 BENAVENTE GARCÍA, Adelma. “The Cusco school. Photography in southern Peru 1900-1930”, en His-
tory of Photography. Vol. 24, núm. 2, verano del 2000, pp. 101-105; POOLE, Deborah. “Figueroa Aznar
and the Cuzco indigenistas: Photography and modernism in early twentieth-century Peru”, en Repre-
sentations 38. University of California Press, primavera de 1992, pp. 39-75.
30 A pesar de que otras ciudades tienen una importante producción fotográfica, la “academia en foto-
grafía” radica en Lima, así como la pequeña comunidad de investigadores en fotografía peruana. La
atención que dan los medios a la fotografía artística reposa fundamentalmente en las actividades rea-

31 Recientemente se ha publicado una antología de este trabajo: País de Luz. Talleres de Fotografía Social.
lizadas en Lima.

Perú, 1986-1998, editado por Susana Pastor y Thomas Müller. Lima: Pontificia Universidad Católica del
Perú/Culturas en América Latina, 2006. Los archivos de Tafos han quedado al cuidado de la Pontificia
Universidad Católica del Perú.

Contratexto n.O 15, 2007 71


José García Contto

la de Tafos siguen siendo excepciona-


Lamentablemente, experiencias como tos visuales. Por supuesto, cada estruc-

les, lo cual es un testimonio del carác-


tura se hace concreta a través de dife-
rentes discursos e interpretaciones en la
ter marginal de la producción textual vida social, cultural y política, y cada
de los indígenas sobre sí mismos (o estructura se hace viva a través de las
sobre cualquier otra temática). De no competencias de un observador/espec-
menor importancia es el uso por los tador final. Esta concurrencia de ideo-

nos recuerda la polisemia “natural” del


grupos indígenas y sus asociaciones de logías sobre el mismo texto fotográfico
sitios “web” y de la difusión por medio
de internet, donde pueden tener voz lenguaje fotográfico. Es precisamente

como metáfora de la estructura ideoló-


como productores textuales de sus esta polisemia la que puede ser tomada
propios enunciados. La producción y
uso de los medios están relacionados, gica peruana, esto es, que en la socie-
inevitablemente y en gran medida, con dad y la cultura peruanas concurren y
recursos económicos o políticos que conviven no solo tres sino muchas otras
los pueblos indígenas siguen sin tener. ideologías encarnadas en múltiples acto-
res y sus recorridos. Todas ellas repre-

peruanidad.
Por otro lado, el trabajo de Silva nos sentan y construyen la “polisemia” de la
brinda otro punto relevante; en el aná-
lisis de las imágenes encontramos que
las tres estructuras de la enunciación (Traducción del inglés: Fiorella
son posibles y habitan los mismos tex- Costa Cifuentes)

72 Contratexto n.O 15, 2007

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