Está en la página 1de 3

LECCIÓN 8 | Mayordomía – El Dador Alegre

Objetivo: Que los participantes puedan entender la importancia de ejercer la


mayordomía cristiana, la cual abarca no tan sólo lo material, sino también todas las
áreas de nuestra vida. Entender cuál debe ser la actitud correcta al ofrendar y el
beneficio que nos trae ejercer el principio de dar.

¿Qué significa ser mayordomo?


Mayordomo es un administrador y la biblia nos enseña que debemos ser
administradores con todo lo que Dios nos ha entregado, esto es; nuestra vida, nuestra
familia, tiempo, dinero, trabajo y negocios. Dios siempre quiere prosperarnos, pero
tenemos que aprender a ser mayordomos sabios.

¿Cómo ser un mayordomo sabio?

1. Desarrollar una actitud de Administrador


En la vida encontramos muchos recursos, pero frecuentemente se pierden por
falta de manejo, o juicio administrativo (Proverbios 13:23),
Entonces, cómo podemos desarrollar una actitud de administrador.

a. Teniendo una visión correcta del dinero


El dinero no es malo, lo incorrecto es aferrarse codiciosamente a él, ya
que no es lo verdaderamente importante (1 Timoteo 6:10,17). Lo que
tiene valor ahora, puede que mañana no lo sea; lo que tenemos hoy,
podríamos perderlo en el futuro. Es por ello que es sabio depositar nuestra
confianza en Dios.
b. Control de las deudas
El buen administrador de Dios es aquel que siempre es responsable con
los compromisos que ha adquirido, pagando lo que debe (Romanos 13:7- 13:7
8). La biblia nos aconseja que no debamos nada a nadie. La deuda se
puede volver una maldición, por lo tanto debemos evitarla.
c. Un presupuesto realista
Determinando las entradas podemos crear un presupuesto. Para ser buen
mayordomo es importante calcular gastos (Proverbios 21:20). Cuando
gastamos sólo lo que tenemos, entonces somos libres de deudas.

2. Aprender el principio de dar


La entrega del diezmo y ofrendas es un tema muy delicado para Dios, tanto que es lo
único en lo que Dios nos dice “Probadme ahora en esto”. Diezmar y ofrendar es una
bendición y el no hacerlo es robar a Dios (Malaquías 3:8-10).

a. La reciprocidad por parte de Dios


Hay una ley universal: tu das, Dios te da a ti (Lucas 6:38). Cuando
sembramos una semilla, el terreno nos rinde cosecha. Esta es la relación
recíproca, el terreno no nos da si nosotros no le damos al terreno; sin
embargo, hay algunas personas que quieren recibir sin dar nada.
b. Diezmar y ofrendar
La ofrenda y el diezmo no es una cuota obligatoria que pide la iglesia, ni
mucho menos el pago por la predicación, oración o por la salvación.
El diezmo es un acto de obediencia en el cual el discípulo consagra sus
ingresos a Dios (Génesis 28:20-22).
La ofrenda es un donativo, regalo o tributo que le doy a Dios conforme a
la bendición recibida (Deuteronomio 16:17).
c. Razones por las cuales debemos dar
Por obediencia a la Palabra de Dios.
Porque se haya más bendición en dar que recibir. En la vida es mucho
mejor ser fuente que estanque.
Porque es una manera de honrar a Dios.
Porque la obra de Dios (trabajo de la iglesia) necesita nuestro apoyo.
Nuestro aporte sirve para extender el Reino de Dios sobre la tierra, la
iglesia necesita recursos materiales para llevar a cabo su labor.
d. Actitud correcta al dar
Proporcionalidad de acuerdo a los ingresos (1 Corintios
16:2) Generosidad (2 Corintios 9:6)
Gozo y alegría (2 Corintios 9:7), dar con alegría también significa superar el
egoísmo.

3. Resultados de ser un mayordomo sabio


Bendición sobreabundante de Dios
El devorador es reprendido de nuestro trabajo y
familia El trabajo será productivo, no habrá
esterilidad financiera Seremos bienaventurados.

El principio de esta enseñanza es que Dios quiere bendecirnos y prosperar nuestra


vida económica, pero ello depende de la aplicación del principio de dar y recibir y luego
administrar sabiamente.

Tarea

I. ¿Cómo podemos ser buenos mayordomos?

II. ¿Qué enseñanza en común tienen estos textos bíblicos 2 Corintios 9:6-7; Lucas 6:38;
Hechos 20:35?

III. ¿Por qué debemos dar?

IV. Memorice 2 Corintios 9:6


"El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente,
generosamente también segará”

También podría gustarte