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Universidad Pedagógica Nacional de Colombia

Facultad de Humanidades
Departamento de Ciencias Sociales
Lic. Ciencias Sociales
Prueba de validación - Ética y Docencia.
Francisco Javier Alvarez Martinez
Cód. 2019160002 – C.C 1065003501

¿Cuál es la importancia de la ética en la formación docente?

La afirmación de que la educación es un proceso fundamental para el desarrollo


de las personas y de las sociedades es un hecho ampliamente aceptado. La
educación es el proceso por el cual las personas adquieren conocimientos,
habilidades y valores. Estos conocimientos, habilidades y valores son esenciales
para el desarrollo personal y profesional, así como para la participación en la vida
social y política.

Los docentes somos los responsables de guiar este proceso, y por lo tanto, es
importante que contemos con una formación ética que sea sólida. “La ética es la
reflexión sobre los valores y las normas que rigen la conducta humana. En el
contexto de la educación, la ética se refiere al conjunto de valores y normas que
deben guiar la práctica docente” (Cullen, 2010, p. 77). Esto quiere decir que en el
marco del proceso educativo, los valores y las normas deben guiar la práctica
docente, para garantizar una educación de calidad, que promueva la equidad y
forme ciudadanos con una responsabilidad política y social.

Por otro lado, la formación ética es importante para los docentes porque nos
permite mediar procesos educativos, en donde se garantice una calidad educativa,
una promoción de la equidad y una formación de ciudadanos comprometidos con
el cambio social y el pensamiento crítico, en otras palabras, los docentes debemos
actuar de acuerdo con los valores para garantizar que los estudiantes reciban una
educación de calidad, los docentes debemos respetar a todos los estudiantes,
independientemente de su origen, sus creencias o sus capacidades, y además los
docentes debemos educar en los valores y las normas de la democracia.

“La justicia es otro valor fundamental que debe guiar la práctica docente. Los
docentes deben tratar a todos los estudiantes de manera justa y equitativa”
(Sarramona, Noguera, & Vera, 2012, p. 95). A través de esta afirmación los
autores indican como la justicia es ese valor que se refiere a la equidad e
imparcialidad en el trato a los demás. En el contexto de la educación y de nuestra
practica como docentes, la justicia significa que todos los estudiantes deben tener
las mismas oportunidades de aprender y desarrollar sus capacidades y los
docentes debemos evitar al máximo la discriminación, la exclusión y abordar
relaciones interpersonales con nuestros estudiantes en el marco del respeto hacia
su dignidad.

En el marco de las competencias ticas que debemos desarrollar los docentes nos
encontramos con: competencia moral, competencia ética relacional y competencia
ética profesional, haciendo un resumen para el entendimiento de estas tres
competencias podría mencionar que básicamente lo que permiten es que los
docentes podamos tomar desiciones morales autónomas, desarrollar una
capacidad de interactuar con los demás de una manera ética, esto incluye a
estudiantes y a todos aquellos quienes hacen parte del universo educativo, y por
último el respeto y la valoración por las normas que rigen la profesión docente.
Cada una de estas competencias deben estar incluidas a lo largo de nuestra
formación como educadores, desde la formación inicial hasta la formación
permanente.

En el marco de la promoción de estrategias para la formación ética en la formación


docente nos encontramos con lo siguiente: la incorporación de la ética en el
currículo, el ofrecimiento de formación ética específica y la promoción del debate,
estas estrategias lo que procuran es permitir que la ética sea un componente
fundamental en el currículo de formación docente y que los docentes podamos
reflexionar sobre los valores y las normas morales que rigen nuestra práctica
profesional.

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Los Estatutos de Profesionalización Docente (Decretos 2277 de 1979 y 1278 de


2002) son los documentos normativos que regulan la profesión docente en
Colombia. Estos decretos establecen los requisitos y las condiciones para el
ejercicio de la docencia, así como los derechos y deberes de los docentes.

Decreto 2277 de 1979

El Decreto 2277 de 1979 fue el primer estatuto de profesionalización docente en


Colombia. Este decreto estableció los siguientes requisitos para el ejercicio de la
docencia:

Título profesional de licenciado en educación o título equivalente.


Certificación de idoneidad expedida por el Ministerio de Educación Nacional.
El decreto también estableció los siguientes derechos y deberes de los docentes:

Derecho a la estabilidad laboral.


Derecho a la remuneración justa.
Derecho a la formación y actualización profesional.
Derecho a la participación en la vida escolar.
Deber de cumplir con los objetivos de la educación.
Deber de respetar los derechos de los estudiantes.
Decreto 1278 de 2002

El Decreto 1278 de 2002 reformó el Decreto 2277 de 1979. Este decreto


estableció los siguientes requisitos para el ejercicio de la docencia:

Título profesional de licenciado en educación o título equivalente.


Registro profesional expedido por el Ministerio de Educación Nacional.
El decreto también estableció los siguientes derechos y deberes de los docentes:

Derecho a la estabilidad laboral.


Derecho a la remuneración justa.
Derecho a la formación y actualización profesional.
Derecho a la participación en la vida escolar.
Deber de cumplir con los objetivos de la educación.
Deber de respetar los derechos de los estudiantes.
Deber de actuar con ética y profesionalismo.
Análisis comparativo

El Decreto 2277 de 1979 y el Decreto 1278 de 2002 tienen algunas similitudes y


diferencias.
Similitudes

Ambos decretos establecen que el requisito mínimo para el ejercicio de la


docencia es un título profesional de licenciado en educación o título equivalente.
Ambos decretos establecen que los docentes tienen derecho a la estabilidad
laboral, la remuneración justa, la formación y actualización profesional, y la
participación en la vida escolar.
Ambos decretos establecen que los docentes tienen el deber de cumplir con los
objetivos de la educación y respetar los derechos de los estudiantes.
Diferencias

El Decreto 1278 de 2002 estableció el registro profesional como un requisito


adicional para el ejercicio de la docencia.
El Decreto 1278 de 2002 agregó el deber de actuar con ética y profesionalismo a
la lista de deberes de los docentes.
Conclusiones

Los Estatutos de Profesionalización Docente (Decretos 2277 de 1979 y 1278 de


2002) son documentos normativos importantes que regulan la profesión docente
en Colombia. Estos decretos establecen los requisitos y las condiciones para el
ejercicio de la docencia, así como los derechos y deberes de los docentes.

El Decreto 1278 de 2002 reformó el Decreto 2277 de 1979, estableciendo algunos


cambios importantes, como el requisito del registro profesional y el deber de
actuar con ética y profesionalismo.

Estos cambios buscan mejorar la calidad de la educación en Colombia,


garantizando que los docentes tengan las competencias y los valores necesarios
para desempeñar su labor de manera efectiva.

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