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FLUJO DE CAJA LIBRE

JULIE STEPHANY ARIAS ARIAS

DOCENTE: ALEXANDER BARRIOS ESCORCIA

CORPORACIÓN UNIVERSITARIA AMERICANA


CONTADURIA PÚBLICA VIRTUAL
GERENCIA FINANCIERA
CUCUTA
2023
Flujo de caja libre

El flujo de caja libre representa el efectivo que una empresa puede generar después

de disponer del dinero requerido para mantener o ampliar su base de activos,

respaldando sus operaciones. Se puede decir que este flujo de capital representa una

medida de la rentabilidad que excluye los gastos no monetarios del estado de

resultados e incluye el gasto en equipos y activos, así como también los cambios en

el capital de trabajo. En esto se diferencia de las ganancias o el ingreso, ademas de

esto hay que tener en cuenta dos cuestiones:

- Que los pagos de intereses están excluidos de la definición generalmente aceptada

de esta medida.

- Que, de manera similar a lo que ocurre en el caso de las ventas y ganancias, el

flujo de caja libre a menudo se evalúa por acción, para analizar el efecto de la dilución.

¿Por qué el flujo de caja libre es tan relevante para la empresa? El flujo de caja

libre es importante porque permite a la empresa buscar oportunidades que mejoren el

valor para los accionistas. Sin efectivo, es difícil desarrollar nuevos productos,

realizar adquisiciones, pagar dividendos y reducir la deuda.

Algunos inversionistas prefieren usar el flujo de efectivo libre en lugar del ingreso

neto para medir el desempeño financiero de una compañía, porque el flujo de efectivo

libre es más difícil de manipular que el ingreso neto.Además, es importante tener en

cuenta que el flujo de caja libre negativo no es malo en sí mismo; puesto que podría

ser señal de que la empresa está haciendo grandes inversiones. Y, si estas inversiones

obtienen un alto rendimiento, la estrategia tiene el potencial de amortizarse a largo

plazo.
Cómo calcular el flujo de caja libre

El flujo de caja libre se puede calcular restando al flujo de caja operativo los gastos

de capital, lo que supondría sumar al beneficio neto la amortización y restarle al

resultado la inversión en necesidades operativas de fondos y la inversión en activos

fijos.

Cuando el flujo de caja libre es positivo, indica que la empresa está generando más

efectivo del que se necesita para la gestión y se reinvierte para hacer crecer el negocio.

Las empresas también pueden aumentar temporalmente este flujo de efectivo

extendiendo sus pagos, ajustando las políticas de cobro y agotando los inventarios.

Pero por el contrario, si el flujo de caja libre es negativo revela que la empresa no

puede generar suficiente efectivo para respaldar el negocio.

Para determinar el flujo de efectivo libre, fórmula que descubre el alcance del

capital de una empresa, es necesario poner en práctica una operación que se divide en

tres pasos. El primero nos revela el margen operativo bruto, el segundo el beneficio

neto, y el último el flujo de caja libre.

Como tal, el primer cálculo sería el siguiente:

Ingresos de las ventas

– Costos de venta

– Gastos generales

= Margen operativo bruto

Tras conocer el margen operativo bruto, sigue el descubrir cuál es el beneficio

bruto de la empresa, necesario para determinar el beneficio neto. Para conseguirlo,

hay que tomar en cuenta las amortizaciones de los activos de la empresa y la

obsolescencia o pérdida de vigencia en materia tecnológica de los mismos:


Margen operativo bruto

– Amortizaciones

= Beneficio bruto

Del beneficio bruto debemos calcular el beneficio neto. Para hacerlo, hay que

sustraer del primero todos los gastos tributarios que la empresa, por ley, está obligada

a cancelar.
Beneficio bruto

– Impuestos

= Beneficio neto

Ahora, ha llegado el momento de descubrir cuál es el monto que representa a las

necesidades operativas de fondo o la cantidad de capital requerido para cubrir el total

de inversiones que demanda el ente comercial en cuestión para mantenerse en

funcionamiento. Estas necesidades operativas de fondo se obtienen siguiendo esta

sencilla fórmula:

Existencias

+ Deuda de clientes

+ Tesorería

– Pasivo espontáneo

= Necesidades operativas de fondos

Si te preguntas qué son las existencias, éstas no son más que el volumen total de

inversión que acumula el stock de los productos que ofrece tu negocio. Las deudas de

los clientes es la cifra de dinero que esperas recibir por parte de los morosos. La
tesorería, por su parte, se refiere a la liquidez total con la que cuenta la empresa. Por

último, el pasivo espontáneo reúne el total de las deudas de la compañía, como los

pagos de nóminas o los pagos a proveedores, que son cancelaciones libres de intereses.

Beneficio neto

+ Amortización

– Adquisición de activos inmovilizados

– Inversión en necesidades operativas de fondos

= Flujo de caja libre

Utilidad del flujo de caja libre

A grandes rasgos, podemos segmentar la utilidad del flujo de caja libre en dos

apartados:

El primero, nos señala que el flujo de caja libre es esencial para analizar la

situación financiera de la empresa. Como dicen, los números no mienten, y con el

resultado de esta fórmula es posible saber si un negocio produce menos de lo esperado,

lo esperado o más de lo esperado. De hecho, un flujo de caja libre con cifras

satisfactorias incide en todos los márgenes de financiación de la empresa.

El segundo, nos habla de que el flujo de caja libre es absolutamente necesario para

ejecutar cualquier tipo de valoración financiera, bien sea por un período de tiempo

corto, a través del tiempo, o incluso a futuro como proyección especulativa en

relación a su propio mercado.

Potenciales problemas relacionados con el flujo de caja libre: Las máximas de

la economía, al depender muchas veces de la acción humana, son proclives al fallo.


Por ello, a la hora de valorar una empresa, no siempre es del todo positivo confiar en

que los flujos de caja no harán otra cosa que aumentar con el paso del tiempo.

Entonces, es importante aceptar que el movimiento de efectivo de una empresa es

fluctuante y que también puede estar atado a múltiples condiciones externas que son

poco controlables por parte del inversor. Ante estas eventualidades, lo importante es

estar preparado para los momentos difíciles, protegiendo el capital en tiempos de

bonanza en vez de despilfarrarlo.

Recuerda que los sistemas de valoración contables están atados a lo que podemos

llamar las buenas o las malas decisiones de un mánager empresarial. Un flujo de caja

saludable debe ser cuidado al extremo, ya que el crecimiento de una empresa se fija

en base a todas las inversiones inteligentes que pueda hacer su responsable.

¿Cómo mejorar el flujo de caja?

Poner el foco en optimizar la gestión de pagos y revisar la de gastos operacionales

puede aumentar el flujo de caja. De manera complementaria, puede ser buena idea

mejorar la gestión de inventario para reducir los costes operativos también.

Entre las acciones más efectivas a emprender destacan las cinco siguientes:

- Reunirse con los proveedores. El inventario de productos y los bienes y

servicios operativos que entregan los proveedores son líneas de pedido esenciales,

pero si simplemente se agregan como gastos al balance al final de cada mes sin

preguntas ni exploración, es posible que se llegue a gastar más de lo necesario.

Convendría preguntarse si se mantiene una relación saludable a largo plazo con los

proveedores y habría que considerar reunirse con ellos para renegociar precios,

condiciones de crédito y / u obtener descuentos para pedidos más grandes, logrando

así reducir costes.


- Reevaluar el gasto. ¿Podría suceder que se estuviese pagando por muchos bienes

o servicios que no necesita el negocio? ¿Pueden eliminarse algunas de las líneas del

presupuesto mensual? Con el tiempo, se suman gastos pequeños, pero innecesarios,

que repercuten negativamente en el flujo de caja. Para reevaluar la estrategia y

aumentar el efectivo hay que prestar atención a esos gastos que consideramos triviales.

Nunca deben pasarse por alto, ya que, a menudo, pueden terminar suponiendo cientos

de euros en facturas y tarifas innecesarias al cabo del año. Es preciso echar un vistazo

a sus facturas y determinar dónde pueden hacerse recortes, incluso si es

momentáneamente.

- Volverse más eficiente. La eficiencia es un concepto que puede aplicarse a todo,

desde cómo se usan las instalaciones y equipos a cómo se programan y distribuyen las

tareas entre ñ fuerza de trabajo. Cualquier momento es bueno para ver las formas en

que se puede recortar sin dañar las ventas y los ingresos. Pequeños gestos, como el

uso de tecnología inteligente para controlar los esfuerzos de calefacción o

refrigeración, o cambios, como la sustitución de máquinas viejas por equipos más

eficientes, incluso la reorganización de los puestos de trabajo son decisiones que

pueden hacer que el negocio reduzca su nivel de gasto general, gracias a operar de

manera más eficiente.

- Estandarizar la facturación. Es fácil dejar atrás algunas tareas operativas

cuando se trabaja a pleno rendimiento, pero nunca habría que perder de vista un tema

tan importante para el flujo de caja como es la facturación. Enviar las facturas a

tiempo todos los meses y tener presentes las fechas de vencimiento son aspectos clave

para una buena gestión. Al hacerlo, se establecerán expectativas claras sobre el

acuerdo financiero entre la empresa y sus clientes, y eso ayudará a alcanzar sus
objetivos financieros. Y, un clásico que no suele fallar: siempre que sea posible,

ofrecer incentivos a los clientes que pagan por adelantado.

- Facilitar el pago. Si solo se aceptan una o dos formas de pago, como pagos en

efectivo o con tarjeta de débito o con tarjeta de crédito, puede ser el momento de

considerar agregar algunas opciones más para satisfacer las necesidades de sus

clientes. Esto puede significar ofrecer opciones de pago en línea o configurar una

opción de autodeducción, algo que beneficiaría en gran medida al flujo de caja.

Ya para concluir, es importante comprender que el análisis de flujo de caja libre es

una pieza fundamental para toda empresa que desea calcular su propio valor. También

es útil para definir y proyectar sus posibilidades de crecimiento, y no solo en la

multiplicación del capital, sino como marca. Además, nos sirve para fijar la cotización

de las acciones de una empresa, lo que a la larga puede traducirse en un atractivo para

futuros inversores.

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