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Piensa en una mujer sabia que conozcas personalmente. ¿Qué la hace sabia en tu
mente? ¿Cuáles son las características de una mujer sabia? Tal vez ella sea
conocedora, hospitalaria, caritativa, amorosa, cariñosa, autocontrolada, amable, contenta,
inteligente financieramente, generosa, maestra, mentora, ejemplo para la próxima
generación, amiga fiel, amante de Dios, entre otras características.
¡La Biblia exalta a las mujeres fuertes, capaces y sabias! ¿Te sorprende esa
declaración? Piensa en las heroínas femeninas de la Biblia:
b) Ester arriesgó su propia vida para salvar a su pueblo, los judíos (“Si perezco, que
perezca” – Ester 4:16).
e) Débora era una mujer piadosa y una de los grandes jueces de Israel.
h) María Magdalena ministró con Jesús y sus discípulos, fue la última persona en dejar
la cruz y la primera en llegar al sepulcro vacío.
Y hay muchas, muchas mas. Las mujeres sabias son elogiadas en las Escrituras y
todavía tienen mucho que enseñarnos a quienes vivimos miles de años después.
CARACTERÍSTICAS DE UNA MUJER SABIA: LA
MUJER VIRTUOSA DE PROVERBIOS 31
Proverbios es uno de los libros de la Biblia que los eruditos clasifican como literatura
sapiencial. Los primeros versículos de Proverbios deja saber al lector que el libro contiene
los proverbios de Salomón hijo de David, rey de Israel, para adquirir sabiduría e
instrucción. Salomón era un hombre que oraba por sabiduría y Dios le concedió su
pedido. 1 Reyes 4:29-34 describe la sabiduría del autor de Proverbios:
"Y Dios dio a Salomón sabiduría y prudencia muy grandes, y anchura de corazón como
la arena que está a la orilla del mar. Era mayor la sabiduría de Salomón que la de todos
los orientales, y que toda la sabiduría de los egipcios. Aun fue más sabio que todos los
hombres, más que Etán ezraíta, y que Hemán, Calcol y Darda, hijos de Mahol; y fue
conocido entre todas las naciones de alrededor. Y compuso tres mil proverbios, y sus
cantares fueron mil cinco. También disertó sobre los árboles, desde el cedro del Líbano
hasta el hisopo que nace en la pared. Asimismo disertó sobre los animales, sobre las aves,
sobre los reptiles y sobre los peces. Y para oír la sabiduría de Salomón venían de todos
los pueblos y de todos los reyes de la tierra, adonde había llegado la fama de su
sabiduría"
Esta sabiduría se recopila en los versículos de Proverbios 31 que nos hablan de la mujer
virtuosa y nos brinda las características de una mujer sabia. Se refiere a una mujer
casada, pero hay suficiente sabiduría en estos versículos para aplicar a cualquier mujer en
cualquier estado de vida.
La mujer de Proverbios 31, como muchos la llaman, es, ante todo, una mujer que teme
al Señor (v30). Ella ama y adora a Dios, priorizando su relación con Él por encima de
todas las demás. Ella posee una virtud rara y un carácter noble “que vale mucho más
que las piedras preciosas” (v. 10).
Ella es digna de confianza y fiel (v. 11). Las personas que la conocen bien tienen plena
confianza en ella. Está llena de bondad y no hace daño a los demás (v. 12). Su belleza
interior supera con creces su belleza exterior, ya que refleja la belleza de su Señor.
Ella es capaz (v. 13,19,22), trabajadora entusiasta y dispuesta (v. 13), ingeniosa (v. 14,
16, 21), diligente (v. 15, 17, 18, 27), proveedora para todos a su cuidado (v.
15), económicamente consciente (v. 16, 18), fuerte (v. 17, 25), compasiva y generosa (v.
20), preparada para el futuro (v. 21, 25) , y bien hablado escogiendo palabras sabias y
útiles (v. 26).
Una mujer sabia no necesita marido ni hijos para ser alabada. Ella será alabada y
honrada por su noble carácter y hechos. Los privilegiados de conocerla, buscarán
emular o imitar su forma de vida y su temor a Dios. Nada que Dios le haya dado será en
vano. Sus metas y estándares para sí misma serán altos y vivirá en consecuencia.
Estas representaciones anteriores de una mujer sabia deben entenderse como rasgos
de carácter y no interpretarse como acciones específicas a implementar. Por ejemplo, no
necesitas plantar una viña ni saber hacer cobertores para tu cama para ser una mujer
sabia. Sin embargo, tu relación con Dios y tu carácter importan sobre todo.
Si deseas ser una mujer sabia, recuerda que “El principio de la sabiduría es el temor de
Jehová...” (Salmo 111:10).
Las mujeres sabias serán mentoras de otras mujeres. ¡Las mujeres verdaderamente
sabias son raras y valiosas y su sabiduría debe ser compartida! La tutoría no requiere
necesariamente tiempo extra; implica invitar a otros a su vida cotidiana, permitiéndoles
observar, aprender y crecer.
Tal vez seas alguien que necesita un mentor sabio. Si al leer este artículo sientes que te
falta sabiduría (como a todos nos pasa a veces), la Biblia da un consejo muy simple:
“El que anda con sabios, sabio será; mas el que se junta con necios será quebrantado”
(Proverbios 13:20).
Primero, ora y pídele a Dios sabiduría. ¡Él promete dársela a aquellos que la pidan!
En segundo lugar, identifica a una persona sabia e intencionalmente pasa tiempo con
ella hasta que se te contagie.
Tercero, lee Proverbios 31 pidiéndole a Dios que lo use para transformarte en una mujer
sabia. Como Salomón, ¡Que la sabiduría sea nuestra oración!