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Ciudadano:

FISCAL SUPERIOR DELA CIRCUNSCRIPCION JUDICIAL PENAL DEL


ESTADO ANZOATEGUI

Su Despacho.

Yo, EURIDICE VIOLETA GUARAPO HERNANDEZ, venezolana titular de la


cédula de identidad número V-13.259.245, en representación de ciudadana
Sexagenaria ALIZHET COROMOTO FARIAS ENRIQUEZ, titular de la cédula de
identidad número V-4.915.560, según consta en instrumento poder debidamente
autentico en la Notaria Pública del condado de HARRIS, Texas, Estados Unidos de
América y debidamente apostillado en atención al convenio de la Haya del 05 de
Octubre de 1.961, de tal manera que surta los efectos legales en nuestro país, el
cual anexo como prueba a la presente denuncia, marcado con la letra distintiva
“A”, y quien es la legítima propietaria de un inmueble ubicado en la Urbanización
Puerto Morro, complejo Turístico el Morro, signado con el número 241, en la
ciudad de Puerto la Cruz, Municipio Juan Antonio Sotillo, del estado Anzoátegui,
debidamente registrado por ante el registro subalterno de la ciudad de puerto la
cruz, en el estado Anzoátegui bajo los numero 3, folios del 18 al 25, Protocolo I,
Tomo 11, del Segundo Trimestre de fecha 24 de Mayo de 1.991, documento este
que consigno marcado con la letra distintiva “B”, para que surta plena prueba.
debidamente asistida por los profesionales del derecho EDGARDO LUIS MATA
PACHECO y DANIEL JOSE HERNANDEZ, titulares de la cédula de identidad
número V-7.224.892, y V-8.236.633, respectivamente e inscritos en el Instituto
de Previsión Social del Abogado bajo el N.º 48.570 y 137.979 también
respectivamente, correo escritoriojuridico.ferreira@gmail.com, teléfonos: 0412-
6979703 y 0424-8668345, con domicilio procesal en el Centro Comercial Vista
Mar, Nivel Superior, Local 39-B, en la ciudad de Lechería, en el estado Anzoátegui;
también respectivamente, acudo ante su competente autoridad a fin de denunciar
al ciudadano MIGUEL BASTARDO CAZORLA, venezolano, mayor de edad,
portador de la cédula de identidad número V-10.294.571, así como también por
un grupo de personas a las cuales no conocemos, por el Delitos de Invasión de
propiedad ajena, previsto y sancionado en el artículo 471-A de nuestro Código
Penal, en virtud de los hechos que narro en la presente denuncia, la cual hago de
conformidad con lo establecido en el ordenamiento jurídico vigente y la expreso en
los siguientes términos:

DE LOS HECHOS

Es el caso ciudadano Fiscal Superior, que en el año 2.007, específicamente el doce


de abril, mi poderdante celebró un contrato verbal de arrendamiento con el
ciudadano aquí denunciado para que ocupara una habitación del inmueble,
estableciendo en esa fecha un canon de 350,00 Bolívares mensuales para esa
fecha, por lo tanto manifestamos que fue la forma utilizada por esta persona para
ingresar a la residencia y con la cual tenía derecho a habitar una de las cuatro
habitaciones que integran la vivienda, así como el derecho al goce de la cocina y
demás arreas a excepción de las otras tres habitaciones.
Ahora bien, ciudadano Fiscal, al final del año 2008, por razones estrictamente de
índole personal y por lamentables sucesos que ocurrieron en el seno familiar de
mi poderdante, esta se ve en la imperiosa necesidad de viajar fuera del país,
razón por la cual deja al ciudadano aquí denunciado ocupando una de las
habitaciones en calidad de inquilino, junto con dos inquilinos más, de nombres
Franklin Acosta y Edecio Rincón, todos en habitaciones diferentes, es decir estaban
alquiladas tres habitaciones y la cuarta habitación la destinó mi poderdante para
depositar y resguardar todas sus pertenencias y enseres, es de hacer notar que
para el momento en que mi poderdante de deja su residencia en manos de estos
tres inquilinos, la deja completamente amoblada, es decir con cocina empotrada,
horno microondas, lavadora y secadora, un televisor a color de 52 pulgadas,
equipo de sonido, mesas de computadoras, muebles de recibo, camas completas
en cada una de las habitaciones, comedor, muebles en la sala de estar, licuadora,
vajillas y tenedores, aspiradora, con cuatro aires acondicionados de ventana y uno
integral de tres toneladas, así como ya lo he mencionado sus pertenecía y enseres
resguardadas, sandwchera, ollas de presión y dos sartenes eléctricos, cuatro ollas
rena were. Con respecto al pago del canon de arrendamiento acordaron que debía
ser cancelado oportunamente a través de depósitos realizados a la cuenta de
ahorro del banco Mercantil signada con el número 01050618200618446737,
propiedad de Daniel Mauricio Sierra Farias.

Con el transcurrir del tiempo, debido a situaciones provocadas por este ciudadano
Miguel Bastardo Cazorla, que no hicieron posible la permanencia de estos otros
dos inquilinos, éstos se vieron en la necesidad de abandonar el inmueble poniendo
fin a la relación arrendaticia y permaneciendo el ciudadano Miguel Bastardo
Cazorla, quien comienza a hacer disposición y usufructuar el inmueble, a tal
punto que arrienda las habitaciones que se encontraban desocupadas e incluso
dispone de la habitación dispuesta para resguardar las pertenencias ya descritas
propiedad de mi poderdante que hasta la presente fecha no ha dado cuentas por
ello. Por estos motivos mi poderdante comisiona a la ciudadana Elena Gibs, para
que realizara gestiones de supervisión y control de su propiedad, pero esta reportó
que el ciudadano aquí denunciado no le permitió jamás el acceso a la residencia y
se negó a atenderla.

Por lo tanto, en fecha 30 de junio del 2017, la legítima propietaria del inmueble me
apodera para ejercer su representación legal y sostener su derechos e intereses en
todos los asuntos judiciales y extrajudiciales, en fin en todos los asuntos que se
presenten, correspondiéndome por lo tanto la facultad, de recibir todo tipo de
citaciones y notificaciones judiciales o extrajudiciales dirigidas a mi poderdante, así
como la de intentar demandas a las que hubiere lugar en procura de restablecerle
los derechos vulnerados que pudieran pertenecer a mi poderdante.

En cumplimiento de mis facultades, tan pronto recibí el instrumento poder, intenté


comunicarme con el ciudadano aquí denunciado, con la finalidad de cumplir con los
requerimientos que me solicitaba la propietaria, pero este ciudadano, al igual que
lo hiso con la ciudadana Elena Gibs, no me permitía el acceso al inmueble, así
como también me evadía, por lo que no podía conversar con él. Mientras tanto
ese ciudadano no cancela el canon correspondiente, ni paga ninguno de los
servicios, se conduce como si fuera el propietario del inmueble, no permite que
podamos verificar el estado en que se encuentra el inmueble y nos ha manifestado
que para poder entregar el inmueble debemos comprarle una vivienda y esta
vivienda debe estar ubicada en la misma zona donde se encuentra el inmueble
propiedad de mi poderdante, es decir en la zona de Lechería ya que el está
acostumbrado a vivir en la zona.

En vista de estos hechos y del conocimiento del franco y progresivo deterioro en el


que se encuentra el inmueble, en el año 2018 iniciamos el procedimiento previo a
la demanda de desalojo por ante el SUNAVI, allí solicitamos y fue realizada una
inspección técnica donde se pudo verificar no solo el estado de progresivo y franco
deterioro en el que se encuentra el inmueble, sino la inexistencia de todos los
equipos dejados en el mismo por mi poderdante, así como sus documento y otros
objetos personales, también se determinó que este ciudadano tenia las demás
habitaciones alquiladas, es decir se estaba usufructuando con el bien ajeno,
manifestando sus intenciones de apoderarse del inmueble, son por estas razones
que acudo ante usted, para hacer valer los derechos de la propietaria a la cual
represento, solicitando interceda sus buenos oficios a fin de activar las acciones
necesarias que nos conduzcan a un escenario que permitan la satisfacción ante los
requerimientos de justicia que hemos implorado a lo largo de estos años.
Invocando las acciones preferentes que este gobierno revolucionario da a las
personas de la tercera edad, evitando con esto que personas inescrupulosa se
apropien de la manera aquí denunciada del bien ajeno causándole un grave
perjuicio no solo al patrimonio familiar, sino también a la salud de ciudadanos que
toda su vida se han esforzado por conseguir formar su patrimonio y se ven hoy
amenazados e indefensos.

DEL DERECHO

El delito de invasión se encuentra previsto en nuestro , específicamente en el


ARTÍCULO 471-ADEL CODIGO PENAL VIGENTE, en esa disposición existen
igualmente algunas circunstancias atenuantes y agravantes de la pena imponible,
así como también eximentes de responsabilidad penal, en los siguientes términos:

“Artículo 471-A. Quien con el propósito de obtener para sí o para un


tercero provecho ilícito, invada terreno, inmueble o bienhechuría, ajenas,
incurrirá en prisión de cinco años a diez años y multa de cincuenta
unidades tributarias (50 U.T.) a doscientas unidades tributarias (200
U.T.). El solo hecho de invadir, sin que se obtenga provecho, acarreará la
pena anterior rebajada a criterio del juez hasta en una sexta parte.

La pena establecida en el inciso anterior se aplicará aumentada hasta la


mitad para el promotor, organizador o director de la invasión….”

Según el Ministerio Público de Venezuela, en general debe entenderse que el delito


de Invasión se materializa con la acción de “invadir”, que consiste en adentrarse y
poseer -sin derecho legítimo- un espacio.

La falta de un derecho legítimo para la ocupación del espacio al que se ha


adentrado, sin lugar a dudas, es un elemento esencial para la configuración de la
invasión. Esta conducta puede ser ejecutada por cualquier sujeto, siendo necesario
que ella recaiga sobre un bien inmueble (específicamente un terreno o una
bienhechuría) de carácter ajeno, pues -según lo consagrado por la norma in
comento- éste es el objeto material de ese delito.

A los efectos de la citada disposición, para que la invasión constituya un hecho


punible, es preciso además que la acción sea ejecutada con un elemento subjetivo
particular, éste es: el propósito de obtener un provecho ilícito, bien sea para sí o
para un tercero; todo lo cual supone que la buena fe del agente excluye la
adecuación de su conducta al tipo penal analizado.

Resulta definitiva la característica del tipo penal que expresamente califica el hecho
de la invasión refiriéndose al propósito de obtener provecho ilícito, pues ella
elimina la posibilidad de aplicarlo para sancionar a quien obra de buena fe.

Justamente esa calificación, que define el delito, hace compatible su consagración


con las reglas del Estado Social de Derecho.

Ahora bien, en cuanto a la manera en la que se puede cometer el delito hay que
decir que se trata de un delito de mera actividad, toda vez que para ello sólo se
exige que el agente irrumpa y posea el bien ajeno con el propósito de obtener un
provecho ilícito, en beneficio propio o de un tercero; sin que sea necesario para su
punición, que éste (el provecho ilícito) haya sido obtenido efectivamente.

Por último, debe apuntarse que esta modalidad delictual constituye también un
delito permanente, en tanto que implica el mantenimiento de una situación
antijurídica de cierta duración por voluntad del autor, siguiendo su consumación

hasta el momento en que ella cese.

DE LAS PRUEBAS

En este mismo acto consigno acompañando a este escrito, instrumento poder


debidamente autentico en la Notaria Pública del condado de HARRIS, Texas,
Estados Unidos de América y debidamente apostillado en atención al convenio de
la Haya del 05 de Octubre de 1.961, de tal manera que surta los efectos legales en
nuestro país, el cual anexo como prueba a la presente denuncia, marcado con la
letra distintiva “A”, en copia certificada y copia simple para que certificada con el
efectum videndi.

Igualmente consigno documento que certifica que la propiedad del inmueble en


referencia pertenece a mi poderdante.

PETITORIO

Ciudadano Fiscal, en virtud de lo antes relatado, respetuosamente le solicito de


conformidad con lo que disponen los artículos 111 numeral 1 y 12 y 291 del
Código Orgánico Procesal Penal:

 Se sirva ordenar lo conducente a fin de que se de inicio a la


correspondiente investigación y a que se practiquen todas aquellas
diligencias para que este hecho no quede impune.
 Ordene el aseguramiento del inmueble que se encuentra directamente
relacionado con la perpetración del delito.
 Que sea el propio ministerio publico quien practique las diligencias y
experticias necesarias o en su defecto que comisione a un órgano auxiliar
como el C.O.N.A.S o el C.I.C.P.C.
 Se sirva de las resultas de la investigación que a tal efecto realice, de
determinar la comisión de otros tipos penales e iniciar lo que a tal efecto
considere pertinentes.

Por último, ciudadano Fiscal Superior, es significativo señalar que, producto de los
hechos arriba descritos, he recibido anónimas amenazas de atentados contra mi
integridad física, por lo que solicito sean decretadas Medidas de Protección y
Seguridad para mí y para mi núcleo familiar

Jurando la buena fe, es justicia que espero, en la ciudad de Puerto La Cruz, a la


fecha de su presentación.

C/C Vice Fiscalía General

EURIDICE VIOLETA GUARAPO HERNANDEZ


V-13.259.245
Apoderada Judicial.

EDGARDO L MATA DANIEL HERNANDEZ


I.P.S.A. 48.570 I.P.S.A. 137.979
Abg. Asistente. Abg. Asistente.

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