Está en la página 1de 5

SIRVAMOS JUNTOS

40 Días de Comunidad - Parte 5


Bienvenidos a la 5 semana de “40 Días de Comunidad”. La primera cosa que Dios dijo al
hombre fue: “No es bueno que el hombre esté solo”. Fuimos hechos para la comunidad.
Fuimos hechos para el compañerismo. Fuimos hechos para las relaciones. Fuimos diseñados
para ello y Dios no quiere que vayas solo por la vida. No importa si sos casado o soltero, lo que
importa es que necesitas gente en tu vida para tener relaciones profundas y significativas.

Dios no te puso en la Tierra para que vivas una vida centrada en ti mismo. Él te puso en la
Tierra para que hagas la diferencia. Dios quiere que hagas una contribución con tu vida. Dios
quiere que devuelvas algo de lo que recibes. Donde quiera que uses tus talentos, tus
habilidades, tu entorno, tu experiencia, tu tiempo, tu energía, para ayudar a alguien más y lo
hagas en nombre de Jesús, la Biblia lo conoce como “ministerio”. Y contrario a la opinión
popular, cada creyente es un ministro. No todo el mundo es un pastor, pero todo el mundo
debe servir usando las habilidades que tiene. Todos estamos llamados a ministrarnos unos a
otros. En el Cielo, ustedes van a servir a Dios. ¿Pero, qué significa servir a Dios aquí en la
Tierra? ¿Cómo servimos a Dios? La verdad es que no podemos. Por lo menos, no
directamente. La única forma en la que podemos servir a Dios aquí en la Tierra, es sirviendo a
otras personas. Mira el primer versículo de tu bosquejo, la Biblia dice en el libro de Filipenses,
capítulo 2 –y lee conmigo, por favor-, “…siendo del mismo sentir, conservando el mismo amor,
unidos en espíritu, dedicados a un mismo propósito.”(BLA). De eso es lo que queremos hablar
el día de hoy, de estar dedicados a un mismo propósito.

El hecho es que, HACEMOS MÁS juntos. Todos lo sabemos. No es nada nuevo. El trabajo en
equipo multiplica los resultados. La Biblia dice en Eclesiastés 4, “Más valen dos que uno,
porque obtienen más fruto de su esfuerzo.” Todo es trabajo de equipo. En la Biblia, Dios a
menudo compara “sirviendo juntos” y “trabajo en equipo”, con la siembra y la cosecha. De
hecho, mira el siguiente versículo y leámoslo juntos, “Los que siembran y los que riegan son
iguales, aunque Dios pagará a cada uno según su trabajo.” Subraya las palabras: son
iguales. Dios dice, “Quiero que trabajen juntos.” ¿Por qué el trabajar juntos por un objetivo o
en un proyecto, o en busca de algo deseado, nos hace sentir más vivos? Porque en un equipo
suceden 3 cosas: te acercas, haces más cosas, y te divertis más.

¿Qué se necesita para formar un equipo?

4 cosas. Si quieres verdadero espíritu de equipo en tu oficina o cualquier otro lugar de trabajo
debes hacer 4 cosas. Si quieres que tu grupo pequeño sea más efectivo y haga que la gente
se acerque más, debes hacer 4 cosas.

4 cosas, luego de escuchar esta canción:

¿Qué se necesita para formar un equipo? Estoy hablando de un equipo de amigos, de espíritu
de equipo en tu familia, espíritu de equipo en el trabajo, espíritu de equipo en tu grupo
pequeño. De acuerdo a la Biblia, se necesitan 4 cosas:

1. CONFIAR.

La confianza es el pegamento emocional que une a las personas. No existe la confianza a


medias, o confio o no confio. Nunca tendrás un equipo a menos que tengas total confianza.
Uno de los miembros del equipo de Pablo era un joven que se llamaba Timoteo. Esto es lo que
Pablo le dijo a Timoteo, según 1 Timoteo 6:20, “Timoteo, ¡cuida bien lo que se te ha
confiado!” Subraya la palabra “confiado”. El trabajo en equipo se basa en la confianza.
Para formar un equipo, debes confiar a la gente alguna responsabilidad. Por qué? Porque no
podes hacer todo solo. Tenes que delegar responsabilidades a otros. Mi pregunta para aquellos
que son parte de los grupos pequeños es: ¿Qué necesitas para poder delegar
responsabilidades en tu grupo? ¿Qué necesitas para que otros colaboren? Posiblemente
necesitas pedir que te ayuden a coordinar el momento del estudio bíblico. Te animo a rotar este
rol dentro de tu grupo. No tengas a la misma persona dirigiendo ese asunto cada semana,
delega la responsabilidad. El objetivo es que todos en tu Grupo Pequeño tengan algún trabajo,
algún rol, alguna responsabilidad. Roten las tareas. Así es como crecemos. No crecemos
cuando una persona lo hace todo, sino cuando todos somos responsables.

En cada grupo pequeño hay un talento escondido. Parte de tu trabajo en el grupo pequeño es
ayudar a descubrirlo, liberarlo, fortalecerlo y confiar en que la persona lo use con
responsabilidad. Así es como se construye un equipo. Las familias son un buen ejemplo de
equipo. Cuando cada miembro de la familia hace lo suyo, o cuando a cada uno de ellos se le
confía una responsabilidad, entonces tenemos “trabajo de equipo”. El Grupo Pequeño es el
ambiente perfecto para descubrir habilidades tales como: hablar en público, enseñar, e incluso
predicar. Tú no sabes para qué eres bueno hasta que lo hayas intentado. La Biblia dice lo
siguiente sobre la confianza en Proverbios 20, “Son muchos los que proclaman su lealtad,
¿pero quién puede hallar a alguien digno de confianza?” Esto fue escrito hace miles de
años, y todavía es un dilema humano. Es difícil encontrar gente en quién confiar. Pero el
propósito del día de hoy no es hablar sobre cómo encontrar gente en quien confiar. El asunto
es, ¿Cómo podes ser vos alguien digno de confianza? Bueno, quiero enseñarles dos formas.
Probablemente vas a querer escribir esto. Si queres que la gente confíe en vos, tenes que
hacer dos cosas:

1) Ser Consistente.

Cuando hablamos de consistencia, hablamos de firmeza, persistencia o estabilidad. La Biblia


dice, en Lucas 16 versículo 10, "El que es honrado en lo poco, también lo será en lo
mucho” Todos queremos hacer algo grande en la vida. Buscamos hacer lo que más llame la
atención, lo más espectacular. Incluso buscamos servir a Dios en cosas grandes. Nadie quiere
servir a Dios en cosas pequeñas. Pero Dios dice: “A mí no me importa el tamaño de las cosas
que haces, lo que me importa es el corazón con el que haces las cosas. Quiero saber si eres
consistente en las cosas pequeñas”. Qué difícil es confiar en alguien que no se mantiene
firme o que vive en una permanente inestabilidad emocional. Somos merecedores de confianza
cuando somos consistentes. La segunda cosa que necesitas hacer para ser confiable es…

2) Estar Cerca

Leamos juntos Proverbios 17:17, “El amigo siempre es amigo, y en los tiempos
difíciles es más que un hermano.” Subraya las palabras ´siempre es amigo´. Ser siempre
amigo implica “estar cerca”. No podes confiar en quienes no conoces. La única forma de ganar
confianza y de merecer confianza, es estar cerca de la gente. . La distancia crea desconfianza.
Deben pasar tiempo junto. Fíjense que dice, “…en los tiempos difíciles”. Escriba esto por
favor “La confianza toma tiempo’. Contrariamente la confianza se podría destruir en un
segundo. Lleva tiempo construir confianza. Por eso cuando pasas tiempo con las personas,
aprendes a amarlas. Y cuando aprender a amarlas, comenzas a confiar en ellas. Y cuando
confias en ellas, te volves íntimo con ellas. Y cuando logras intimidad, generas compañerismo
profundo con otros miembros de tu grupo pequeño y con Dios. No hay verdad si no hay
confianza; y no hay confianza sin tiempo. La confianza necesita tiempo. Vivimos en un
mundo desesperadamente necesitado, de gente merecedora de confianza, que sea capaz de
manejar los problemas de la vida. La pregunta es: ¿Qué se necesita para formar equipos,
grupos, iglesias que logren estas cosas? Se necesita gente merecedora de confianza que diga:
“Vamos a hacerlo juntos. Vamos a ser las manos y los pies del Cuerpo de Cristo”.

La segunda clave para formar un equipo es…


2. OIR.

No sólo se necesita confianza, sino saber oír a otros para formar un equipo. En 1 Pedro 3:8, la
Biblia dice, “… vivan en armonía los unos con los otros… sean compasivos y humildes.”
En otras palabras, nunca van a tener armonía con sus amigos, su esposo, su esposa, su novio,
su novia, la gente con la que trabajan, con la que estudian; nunca van a tener armonía con
ninguno de ellos hasta que tengan: compasión y humildad.

Todo el mundo necesita ser escuchado por dos razones.

1) Todos necesitamos ser comprendidos.


Tú quieres en tu vida a alguien que constantemente te diga: “Te entiendo. Te comprendo. Sé lo
que quieres decir”. Tú tienes una profunda necesitad de comprensión.

2) Todos tenemos necesidad de que nuestros sentimientos sean validados.


Vos necesitas que te digan: “No estás fuera de lugar. Estás en lo correcto. Me ha pasado lo
mismo. No estás loco”. Necesitas que validen las frustraciones, sentimientos, miedos, fatiga,
fracasos, que experimentas en la vida. Necesitas alguien que cuando te escucha, comprende
todo esto. Si vas a formar un equipo en el trabajo, el hogar, la escuela, o en donde sea; ¿Qué
necesitas para aprender a escuchar? ¿Cómo convertirte en una persona más compasiva y
humilde? La Biblia dice que hay 2 maneras:

1) NO ACELERARME
La velocidad destruye las relaciones porque evita que pongas atención en los detalles. No te
aceleres. Ejemplo diferencia de viajar en avión o en auto de Neuquén a Bariloche. Este es
el punto: Entre más rápido me muevo, más detalles me pierdo. Y en el mundo de hoy, donde
quiera que vivamos, estamos en una cultura donde la vida es muy rápida. Nuestras relaciones
se están volviendo cada vez más superficiales. Por esta razón, solamente estás viendo las
cosas grandes, no estás viendo los detalles en la vida de las personas que están cerca de ti.
Leamos lo que la Biblia dice en Santiago 1:19. Lean conmigo, “que cada uno sea pronto
para oír, tardo para hablar…” ¡Qué gran consejo para todos nuestros grupos pequeños!
Cuando estás apresurado en la vida, te perdes los detalles y las señales, que la gente necesita
que escuches.

2) PREGUNTANDO.
No basta con no acelerarse, hay que hacer preguntas. Por ejemplo, si queres estar más cerca
de tus hijos, empeza a hacerles preguntas. Ver escena de Hoy se arregla el mundo.
Proverbios 20 versículo 5 dice, “Los pensamientos humanos son aguas profundas; el
que es inteligente los capta fácilmente.” Subraya las palabras ‘capta fácilmente’. ¿Por
qué debes captar lo que la gente dice? Debes hacerlo porque la mayoría de la gente no
expresa abiertamente sus emociones. ¿Alguna vez has intentado hablar con un adolescente?
Si es así, sabes que debes ser sabio y muy hábil para llegar a tener una conversación
significativa. Cuando un niño tiene 4 años, no podes hacer que se calle… pero cuando tiene 16,
no es posible sacarle una palabra. Así mismo, algunos adultos tienden a ocultar sus emociones
y a no dejarlas ver.

¿Cómo logramos esto? Pregunta dos veces. ¿Cómo estás?... ¿Cómo estás?
Contame…Tenemos que aprender a manejar el silencio. Espera por una respuesta. La gente
que padece de problemas de atención, encuentra esto terrible. Cada molécula de su sangre
quiere decir: “Hagamos algo más”. Su ritmo cardíaco es bastante acelerado. Pero si vas a
madurar, a veces necesitas aprender a ir en contra de tu propia naturaleza interna. No te
aceleres, sé persistente, no temas al silencio, espera la respuesta y oí atentamente.

La tercera clave. Si quieres formar un equipo, es…


3. DOCILIDAD.
Formar un equipo requiere docilidad y tolerancia, porque todos somos diferentes. Dios nos ha
hecho distintos a todos, para que aprendamos a ser dóciles ante nuestras diferencias. ¿Qué
significa la palabra docilidad? Significa ser suave, apacible y recibir fácilmente… recibir
fácilmente a alguien más. Abrirles espacio, hacer un lugar para los otros. Abrirles un lugar para
que crezcan o para que satisfagan sus necesidades. La Biblia dice en 2 Timoteo 2:22: “…
vive con rectitud, fe, amor y paz, junto con todos los que de limpio corazón invocan al
Señor” Este es un versículo para llevar a casa esta semana. Mi pregunta no es si te
relacionas fácilmente con los demás, mi pregunta es si los demás piensan que vos te
relacionas fácilmente con ellos. La Biblia dice en Romanos 12, “Hagan su parte para vivir en
paz con todos, tanto como les sea posible”. Me gusta mucho esa última parte. Noten que
dice “hagan su parte…” Eso significa obviamente, que hay dos partes en una relación. Vos
tenes que hacer tu parte y todos los demás tienen que hacer la suya. Por lo tanto, tengo que
ser responsable de mi parte. La biblia dice: No seas gruñón, criticón, temeroso, o paranoico…
Hace lo que tengas que hacer para llevarte bien con todos, tanto como te sea posible. ¿No te
parece fascinante que Dios nos haya enseñado esto? Incluso Dios se da cuenta de que hay
gente desagradable. No importa cuán agradable seas con ellos, ellos no se dan cuenta y son
sencillamente desagradables. Por eso Dios nos dice que debemos se dóciles con otros.

Hay un par de formas en las que podemos ser dóciles y recibir a otros.

1) Ser dóciles ante la personalidad de otros.


La Biblia dice en Romanos 12:6, “Dios nos ha dado diferentes dones”. Es decir, tenemos
diferentes dones, diferentes habilidades, diferente personalidad. Hay una cantidad enorme de
personalidades diferentes. Supongamos que vas a una reunión de tu grupo pequeño y alguien
dice: “Vamos a tal o cual lugar”. Los visionarios diran (que buen lugar para construir un centro
de salud). Los divertidos diran (que vamos a comer). Los pensadores profundos (¿Por qué?).
Los conciliadores (“¿Alguien no quiere ir? ¿Están de acuerdo en ir?”). Lo cierto es que todos
pensamos de maneras diferentes. ¿Por qué Dios nos hizo diferentes? Esta es la razón:
Dios quiere que usemos nuestras diferencias para marcar una diferencia. El quiere que
trabajemos a través de nuestras diferencias para marcar una diferencia en este mundo, pero yo
no puedo cambiar este mundo por mí mismo, y vos tampoco podes cambiar este mundo por
vos mismo. Dios no lo planeó así. Pero trabajando juntos a través de nuestras diferencias,
nuestros dones, habilidades y personalidad, podemos ser usados por Dios para cambiar el
mundo que nos rodea. Esa es la razón por la cual Dios nos hizo diferentes. Veamos 1 Pedro
4:10, “Cada uno ponga al servicio de los demás el don que haya recibido, administrando
fielmente la gracia de Dios en sus diversas formas.” Él nos hizo diferentes para que
podamos servir y marcar una diferencia.

La segunda forma es…

2) Ser dóciles ante las faltas de otros.

Debemos aceptar el hecho de que ninguno de nosotros es perfecto. Todos tenemos faltas.
Leamos Efesios 4:2, “… siempre humildes y amables, pacientes, tolerantes unos con
otros en amor”. Cuando te integras a un grupo, al principio pensas: “Este grupo es casi
perfecto. Es maravilloso”. Pero, no toma mucho tiempo darte cuenta que, “Esta gente está mal
enserio”. ¿Qué haces cuando te das cuenta de ello? Tenes tres opciones:

1. Podes fingir. Puedes pretender que todo es perfecto y sonreír. Eso es muy estresante.
2. Podes dejar el grupo y decir: “¡Me salgo de este grupo! Voy a encontrar el grupo perfecto”.
¡No existe el grupo perfecto!
3. Podes aceptarlos. Podrías decir algo como: “¿Saben qué? Ninguno de nosotros es perfecto.
Aceptémoslo”. ¿Te das cuenta del alivio que es eso? ¿Te das cuenta cómo disminuye el estrés
en tu vida cuando aceptas el hecho de que nadie es perfecto, de que todos tenemos faltas, y
que podemos trabajar en ellas al reconocerlas? Lo increíble de ser dócil, es que parecería que
nos hace más débiles, pero no es cierto. Nos hace más fuertes, porque ahora ya no soy sólo
yo, somos nosotros. Ahora somos nosotros trabajando como un equipo. No fuiste hecho para
correr solo. La primera cosa que Dios dijo cuando creó al hombre fue: “No es bueno que el
hombre esté solo”. Y eso no tiene nada que ver con el matrimonio. Tiene todo que ver con tu
necesidad de que haya gente en tu vida. Tu necesidad de que haya gente en tu vida en la que
confíes, a la que escuches y te escuche, que te acepte y aceptes. La vida gira alrededor de las
relaciones y Dios quiere usarte en un equipo.

La cuarta característica de un equipo bien formado, es que siempre está…

4. OBRANDO.
Los equipos no han sido formados sólo para que existan. Tienen un propósito. Deben tener una
causa. Deben tener una misión. Deben tratar de obrar juntos. Eso es lo que distingue a un
equipo… que ha sido creado con un propósito. La Biblia dice en Filipenses 2, versículo 2,
“…siendo del mismo sentir, conservando el mismo amor, unidos en espíritu, dedicados
a un mismo propósito.” Los Grupos Pequeños efectivos necesitan ser conducidos con
propósito. Durante esta campaña de ´40 Días de Comunidad estamos estudiando cómo hacer
esto juntos. ¿Cómo cumplimos con los 5 propósitos para los cuales nos puso Dios en la Tierra?
¿Cómo lo hacemos juntos? ¿Cómo adoramos juntos, cómo crecemos juntos, cómo
desarrollamos el compañerismo juntos? ¿Cómo alcanzamos a los de afuera juntos? y…
¿Cómo servimos juntos? Por favor: Subrayen en Filipenses 2:2 la palabra ‘conservando.’ La
pregunta que tengo para vos es: ¿Cómo vas a conservar los 5 propósitos de Dios para tu vida
luego de 40 Días de Comunidad? Hay una sola manera:

Hebreos 10:25 dice, “No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos,
sino animémonos unos a otros”. Que palabra tan actual, en un mundo donde más del 50%
dejo de congregarse luego del COVID. Necesitamos que otros nos ayuden a persistir en hacer
lo que Dios quiere que hagamos. Porque vas a tener tormentas en tu vida, tormentas
relacionales, financieras, de salud. Tendrás toda clase de problemas en tu vida y te harán caer
si permaneces solo. Necesitas un grupo de personas con quien caminar a través de la vida. La
Biblia dice en Filipenses 1:27, “… compórtense de una manera digna del evangelio de
Cristo… firmes en un mismo propósito” Esta es la frase, “firmes en un mismo propósito;
y dice: luchando unánimes” eso es sirviendo juntos, “luchando unánimes por la fe del
Evangelio”. Cuando miro el mundo, veo toda clase de problemas. Muchos de ellos son
demasiado abrumadores. Y es fácil desalentarse. Cuántas veces hemos dicho: “Los problemas
son demasiado grandes”. Cuantas veces nos vemos tentados a preguntarle a Dios: “Dios, ¿por
qué no haces algo al respecto?” Y saben algo, Dios también te pregunta lo mismo… ¿Por qué
no haces vos algo al respecto? ¿Por qué no hace tu grupo pequeño algo al respecto? Somos
nosotros los que estamos en esta tierra. ¿Por qué no hacemos algo al respecto?”

Inclinemos nuestras cabezas. Dios dice que juntos podemos ser imparables. Creo con todo mi
corazón que si continuamos formando grupos pequeños dentro de la familia de la Iglesia, y si
otras iglesias hacen lo mismo; grupos en los que la gente pueda encontrar confianza, escuchar
y ser escuchados, donde sus dones sean valorados y sus ideas aceptadas y, donde tengan
una clara misión en la cual obrar, con la ayuda de Dios, nada será imposible. Si todos los
creyentes trabajan juntos, nuestra generación podrá hacer la familia, el barrio, la ciudad, o el
país que Cristo quiere.

Te invito a que oremos con todo el corazón. Querido Dios, admito que no te conozco muy
bien, pero quiero conocerte y quiero que uses mi vida. Quiero que la uses junto con
otras personas de esta familia llamada CDV, quiero ser parte de este equipo. Querido
Señor, ayúdame a entender cómo, ayúdame a entender más. Pongo mi vida en tus
manos, quiero que me uses. En tu nombre yo oro, amén.

También podría gustarte