Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
(ITP)
Ingeniería industrial
Técnicas de diseño
Todas las metodologías de desarrollo de software tienen algo en común: son conjuntos de
técnicas y herramientas que se utilizan para planificar, diseñar, desarrollar, implementar y
mantener un software. Es decir, aplicaciones que permiten a los usuarios interactuar con
un dispositivo informático de manera más eficiente.
Sin embargo, las metodologías de desarrollo de software son muy variadas, y cada una de
ellas tiene sus propias reglas y principios. En este post, explicaremos cuáles son las
mejores metodologías para un desarrollo de software exitoso.
Top Down
También conocida como de arriba-abajo y consiste en establecer una serie de niveles de
mayor a menor complejidad (arriba-abajo) que den solución al
problema. Consiste en efectuar una relación entre las etapas de la estructuración de
forma que una etapa jerárquica y su inmediato inferior se relacionen mediante entradas y
salidas de información. Este diseño consiste en una serie de descomposiciones sucesivas
del problema inicial, que recibe el refinamiento progresivo del repertorio de instrucciones
que van a formar parte del programa. La utilización de la técnica de diseño Top-Down
tiene los siguientes objetivos
básicos:
Simplificación del problema y de los subprogramas de cada descomposición. Las
diferentes partes del problema pueden ser programadas de modo
independiente e incluso por diferentes personas. El programa final queda estructurado en
forma de bloque o módulos lo que hace más sencilla su lectura y mantenimiento.
Conocida también como diseño descendente, consiste en establecer una serie de
niveles de mayor a menor complejidad (arriba-abajo) que den solución al
algoritmo.
Se efectúa una relación entre las etapas de la estructuración, de forma que una
etapa jerárquica y su inmediato inferior se relacionen mediante entradas y
salidas de datos.
Para comprenderlo mejor, vamos a hacer un pequeño viaje en el tiempo. Nos vamos al
año 1966, cuando Böhm y Jacopini proponen el teorema del programa estructurado,
con el que demuestran que cualquier programa puede ser escrito utilizando solo tres
instrucciones de control. Imagínate, ¡esto fue toda una revolución! Implicaba la
construcción de programas más sencillos y más rápidos, en los que disminuía la
complejidad de las pruebas y el testing para ponerlos en funcionamiento.