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RESEÑAS SCRIPTA THEOLOGICA 27 (1995/3)

Sólo nos queda repetir que estamos formadoras que, como acertadamente
ante una obra de gran madurez teológi- insiste el autor, no deberán nunca ser
ca, fruto de muchas horas de trabajo y aplicadas por iniciativa individual,
de oración. Es cierto que se han desliza- mientras no sean acogidas y promulga-
do numerosas erratas, pero ello no des- das por la legítima autoridad.
merece del valor de su reflexiones teo-
Las sugerencias de A. Nocent se
lógicas, así como del impresionante
presentan divididas en cuatro apartados:
acopio de materiales de primera mano
celebración eucarística, iniciación cris-
que aporta.
tiana, sacramento de la reconciliación y
relectura global de la reforma.
A. García-Moreno
Algunas propuestas afectan a cues-
tiones de detalle. Así sucede cuando, en
Adrien NOCENT, Le renouveau liturgi· la primera parte de su trabajo, trata de
que. Une relecture, «Le point théologi- la simplificación de los ritos iniciales de
que» 58, Beauchesne, Paris 1995, 175 la reunión eucarística, de la traslación
pp. 13, 5 x 21, 5. del gesto de la paz al momento de la
presentación de los dones... Otras suge-
Cuando han pasado treinta años lar- rencias son de mayor calado. Así, el
gos desde que fue promulgada la Cons- autor propone que durante la liturgia
titución Sacrosanctum Concilium, cuan- de la Palabra de los domingos del tiem-
do todos los libros litúrgicos -excepto po ordinario, la lectura semicontinua de
el mart'i rologio- llevan varios lustros las cartas apostólicas se sustituya por la
en uso, es ya hora de hacer un balance lectura temática, a partir de una selec-
de cuanto la renovación conciliar ha su- ción de fragmentos, escogidos en fun-
puesto en un aspecto tan importante de ción de la unidad de contenido con las
la vida de la Iglesia. Muchos son los otras dos lecturas. A. Nocent ofrece, in-
que han procedido a esta reflexión. En- cluso, un elenco de las perÍcopas que
tre ellos se cuenta el profesor Adrien podrían elegirse para cada uno de los
Nocent, voz autorizada después de sus tres ciclos del tiempo ordinario. Y justi-
muchos años de docencia en el Pontifi- fica su propuesta en la dificultad que
cio Instituto Litúrgico de Roma y de los pastores encuentran hoy para que la
sus valiosas publicaciones en torno a la homilía armonice los textos proclama-
reforma litúrgica en cuyo proceso inter- dos. Por el contrario, según el esquema
vino de modo muy activo. alternativo, podrían explicarse a los fie-
les todas las lecturas, de modo unitario.
La «relectura» del profesor Nocent
parte de una valoración altamente posi- La idea del autor nos parece intere-
tiva del resultado obtenido por la reno- sante. Pero consideramos que el esque-
vación conciliar, operada sobre una só- ma propuesto tendría el inconveniente
lida base dogmática, histórica y de desarticular la exposición de cada
pastoral, con el fruto de una compren- una de las epístolas, que, de este modo,
sión más profunda y una mayor partici- quedarían excesivamente fragmentadas.
pación del pueblo cristiano en los divi- ¿Es preciso que toda lectura proclamada
nos misterios. Sin embargo, los años haya de ser predicada? ¿No cabría la
transcurridos nos dan también la pers- posibilidad de que la homilía se centre
pectiva para observar los aspectos de la en el Evangelio, iluminado por la lectu-
renovación litúrgica susceptibles de me- ra del Antiguo Testamento, mientras la
jora. Surgirán así algunas propuestas re- segunda lectura se haga inteligible con

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unas sencillas palabras esclarecedoras vez más extendida- de la admisión a la


previas? Además, no olvidemos que du- comunión eucarística de niños que aún
rante la semana dichas lecturas domini- no han recibido la confirmación. El
cales pueden y deben ser meditadas per- autor alega razones doctrinales e históri-
sonalmente por los fieles, mediante el cas contrarias a una praxis que rompe
auxilio de misales y comentarios a la con el orden tradicional de la recepción
Palabra de Dios. de ambos sacramentos. Y después de ana-
Comentando las plegarias eucarÍsti- lizar en profundidad el significado de la
cas, A. Nocent se felicita por la deci- unción post bautismal y su relación con
sión tomada de no retocar el texto ve- la confirmación, dom Nocent concluye
nerable del Canon Romano. Y, por la que sólo este sacramento, al otorgar el
misma razón, lamenta que la anáfora de don del Espíritu Santo, concede al cris-
Hipólito haya sido sometida a tantas tiano la plenitud del sacerdocio común,
modificaciones para adaptarla al genio disponiéndole, por tanto, para participar
romano y forjar, así, la actual plegaria adecuadamente en la comunión eucarís-
eucarística ll. El autor habría preferido tica, cumbre de la iniciación. No se elu-
que el texto del siglo ID se hubiera de- de, sin embargo, la consideración de las
jado intacto, sin el sanctus, sin las inter- razones, teóricamente pastorales que han
cesiones, y con su propia doxologÍa fi- llevado a la praxis actual: el impacto de
nal. También, habría deseado que las la recepción de la confirmación en la
plegarias III y IV, de nueva creación, se adolescencia o primera juventud, la opor-
hubieran redactado con más fidelidad a tunidad de una profunda catequesis en
la estructura antioquena que las inspira. esa etapa de la vida del cristiano ... ; y por
Pero ¿estas fidelidades no habrían resul- ello, el autor propone que, con indepen-
tado contraproducentes, al romper el dencia de la confirmación -que debería
esquema propio de la liturgia romana? recibirse en la infancia-, se disponga una
La segunda parte del libro -dedi- catequesis ulterior -mystagogia- que
cada, como hemos dicho, a los sacra- provea la adecuada formación a los jóve-
mentos de la iniciación cristiana- alaba nes cristianos y que concluya con una so-
sin reservas el nuevo ritual para la inicia- lemne renovación de las promesas bau-
ción de adultos. Y para el ritual de ni- tismales. ¿Será posible esta catequesis sin
ños, el autor sugiere una ritualización de el "aliciente» del sacramento? He aquí
la necesaria catequesis dirigida a los pa- una cuestión que divide a liturgistas y
dres y padrinos. De este modo, en con- pastoralistas, pero que debe encontrar
formidad con las etapas del catecumena- una respuesta acorde con la tradición de
do detalladas por el Ordo Romanus XI, la Iglesia.
A. Nocent propone la sucesión de cua- Más breve es la parte dedicada al sa-
tro celebraciones que incluyan algunas cramento de la reconciliación. El autor
lecturas procedentes de los domingos 1, defiende la práctica de la confesión per-
m, IV y V del ciclo A de Cuaresma, más sonal e individual como forma habitual
las tradicionales entregas del Símbolo de de celebración del sacramento. Pero, para
la fe y del Padrenuestro, y los exorcis- incrementar la expresividad del signo y
mos y plegarias correspondientes. Todo su sentido eclesial, apuesta por una po-
ello adaptado a las diversas situaciones en sible reforma del ritual que lleve a admi-
las que, con respecto a la fe, se encuen- tir la confesión individual con absolución
tren las familias afectadas. colectiva, con la posibilidad de separar en
Muy interesantes nos han parecido el tiempo ambos elementos, de modo
las páginas dedicadas a la práctica -cada que puedan reconciliarse conjuntamente

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aquellos que, en diferentes momentos, tiano, culmen y fuente de la vida y la


hayan confesado previamente sus cul- acción de la Iglesia (cfr. SC 10). El ca-
pas. Ya se ve que tal práctica sólo pue- racter sitemático del estudio lleva al
de ser factible en grupos o comunidades autor a prescindir de algunas cuestiones
de fieles bien formados. secundarias, aspectos que, de todos mo-
Hasta aquí alguna de las propuestas dos, se encuentran ya implícitos en los
más originales del libro del profesor principios generales.
Nocentj obra ciertamente interesante, El volumen se estructura a partir de
profuna y sugerente, que intenta abrir tres grandes apartados. La primera par-
nuevas pistas en la renovación litúrgica, te, formada por los capítulos I al VI,
camino arduo pero felizmente empren- aborda los fundamentos teológicos de la
dido. Liturgia y sitúa sus características fun-
damentales. La segunda parte, más am-
J. A. Paniagua plia y desarrollada a lo largo de los ca-
pítulos VII al XIV, estudia cada una de
las celebraciones litúrgicas: eucaristía,
Matías AUGÉ, Liturgia. Historia, cele· sacramentos y sacramentales, liturgia
bración, teología, espiritualidad (<<Biblio- del tiempo (liturgia de las horas y año
teca Litúrgica» 4), Centre de Pastoral litúrgico). El último capítulo, como
Litúrgica, Barcelona 1995, 260 pp., 15, auténtica conclusión, constituye un
5 x 21, 5. apartado especial, centrando la atención
en el significado litúrgico de la vida es-
El libro que reseñamos traduce una piritual de los cristianos. Completa el
obra publicada en Italia en 1992, y que volumen una sucinta, pero completa,
ha alcanzado ya su segunda edición, ín- bibliografía acerca de los manuales y
dice inequívoco de su aceptación y va- tratados generales, y algunas obras cen-
lor. Su autor es M. Augé, conocido li- trales de reflexión teológica sobre la Li-
turgista catalán afincado en Roma, turgia.
donde desarrolla su docencia en distin- Entre los aspectos más sobresalien-
tos institutos eclesiales. tes y acertados del libro, podríamos ci-
Las virtudes de este libro no son tar el hecho de que la Liturgia se sitúe
pocas. La claridad de exposición y el es- dentro de sus coordenadas teológicas
quema temático, más que acertado, con- correctas, al considerla como obra al
vierten el estudio de M. Augé en un mismo tiempo humana y divina (cfr.
auténtico manual de liturgia, por su SC 2), y momento de la historia salvífi-
presentación completa y sistematica de ca (cfr. SC 5-6), estudiándola, por tanto,
la celebración de la Iglesia, en un es- en la palabra de Dios y en la tradición
fuerzo de síntesis en la que los distintos que transmite dicha palabra.
aspectos del misterio se presentan, co- El desarrollo histórico sigue, en
mo indica el subtÍtulo, no sólo desde la cierto modo, el esquema propuesto por
perspectiva histórica, sino también teo- B. Neunheuser, al considerar la liturgia
lógica y espiritual, al hilo de las direc- a partir de sus aspectos culturales: genio
trices conciliares. romano clásico, inclusión en el mundo
El libro se dirige a cuantos desean franco-germánico, época de decadencia
participar de un modo más consciente y reformas gregoriana e inocentiana,
y fructuoso de la Liturgia de la Iglesia. crisis bajo medieval y ruptura protes-
Pretende ser así un instrumento para la tante, liturgia del barroco postridenti-
comprensión del misterio del culto cris- no, decadencia moderna bajo la ilustra-

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