Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Curso: Apologética
Prof. : Ps. Pedro Gismondi
Director Ej. RZIM LATAM
Apologética Cristiana
Sumario
El curso presentará una introducción a la apologética cristiana con una aplicación a la obra misionera. Si
deseamos comunicar el evangelio con claridad debemos de estar preparados para dar razón de nuestra
fe para hacerlo con humildad y respeto (1 Pedro 3.15-16), debemos conocer nuestra audiencia y buscar
el lenguaje adecuado para llegar a sus mentes y corazones. El material es una traducción y adaptación
hecha por el profesor del libro “Mere Apologetics” de Alister E. McGrath (Baker Books, 2012),
lamentablemente no está traducido al español. Esta es solo una introducción a un tema amplio. Les
animo a seguir leyendo y profundizando en cada punto que tocaremos el día de hoy. Al final dejo
bibliografía. ¡Qué Dios les bendiga ricamente!
1. ¿Qué es la apologética?
a. Definición
Como cristianos somos llamados a proclamar el evangelio y a hacer discípulos en todas las naciones
(Mateo 28:18-20). Al cumplir con este encargo, mandamiento de nuestro Señor, vamos a encontrar
resistencia en algunas personas. Cuestionamientos sea por desconocimiento o por un mal
entendido, no entender lo que es el Evangelio y quién es realmente Jesús.
“sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar
defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que
hay en vosotros; teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de
malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo.”
Apología => una defensa, un caso razonado defendiendo la inocencia de una persona acusada en
una corte o la demostración de la validez de una creencia o argumento.
El objetivo no es discutir, ser antagónico, humillar a los demás o demostrar cuanto sabemos, sino
ayudarles a abrir los ojos a la realidad, confiabilidad y relevancia de la fe cristiana.
2. Recomendar: El apologista permite que la relevancia y belleza del evangelio sean apreciadas por
los demás. No significa que el evangelio no sea relevante, sino que se debe ayudar a las personas a
poder comprender esa relevancia para sus vidas.
3. Traducir: El apologista reconoce que la audiencia no está familiarizada con algunos conceptos
fundamentales del cristianismo y tiene que poder traducir estos elementos al lenguaje común.
Jesús utilizó parábolas, ligadas a la agricultura y ganadería, para enseñar sobre el Reino de Dios.
¿Qué podemos usar nosotros en el siglo XXI?
c. La apologética y el evangelismo
La apologética limpia el camino para el evangelismo. Busca remover los obstáculos para poder
presentar la cruz de Cristo. La primera es una conversación, la segunda es una invitación.
La apologética explica que hay una puerta maravillosa a otra vida, el evangelismo abre esa puerta y
te invita a cruzarla.
a. Apologética y Modernidad
“La modernidad (1750 – 1960) fue el tiempo de las grandes utopías sociales y de los grandes actos
de fe. El ser humano, con la fuerza de la razón, se creyó autónomo e independiente. Ya no era
necesario recurrir a los mitos para explicar los misterios de la naturaleza. Se confiaba en que la
ciencia solucionaría todos los problemas del hombre y acabaría con la ignorancia y servidumbre de
los pueblos. Se creía que las “supersticiones” religiosas dejarían de ser las muletas de la humanidad.
La idea de progreso histórico fomentó la fe en un mundo cada vez mejor y más feliz. Todos los
hombres modernos veían con esperanza y entusiasmo y esperanza la gran marcha de la historia.
El profesor Iñaki Urdanidia señala dos tiempos para la modernidad. “El primero estaría constituido
por el periodo que abarca desde el Renacimiento hasta la Ilustración. La característica fundamental
del mismo sería la creencia de que todos los seres humanos eran, por naturaleza, idénticos entre sí.
El segundo tiempo comprendería desde el Romanticismo hasta la crisis del Marxismo. En este
tiempo se cambia el concepto de Hombre por el de Historia. El sujeto es pensado en categorías
colectivas: la nación, la cultura, la clase social, la raza. En este momento cuando surgen las dos
grandes versiones políticas: el Nacionalismo y el Socialismo. El hombre moderno tiene fe en
conceptos como la libertad, la ciencia, el progreso y la historia porque, en definitiva, tiene fe en el
propio ser humano. Está plenamente convencido de su propia bondad natural.” 1
La modernidad fue dominada por los aspectos racionales del ser humano generó una particular
forma de apologética centrada en el razonamiento y la lógica. Este enfoque permitió conectarse con
la audiencia de ese momento y sus particularidades, sin embargo también dejó de lado algunos
aspectos de la fe cristiana como el misterio de algunos conceptos que están más allá de nuestra
capacidad.
b. El surgimiento de la Posmodernidad
“La modernidad es considerada en la actualidad como una manera anticuada de pensar. La visión
dominante del mundo en círculos seculares y académicos se llama hoy día posmodernismo. Los
posmodernistas han repudiado la confianza absoluta del modernismo, en la ciencia como el único
sendero a la verdad. De hecho, el postmodernismo ha perdido todo interés en “la verdad” e insiste
en que no existen verdades absolutas, objetivas ni universales.
“Para el posmodernista, la realidad es lo que el individuo quiera imaginar. Eso significa que lo
“verdadero” es determinado por la opinión subjetiva de cada persona y que no existe una verdad
objetiva con autoridad para gobernar la realidad y que se aplique de forma universal a toda la
humanidad. El postmodernista cree que es inútil sentarse a discutir si una opinión es superior a otra.
Después de todo, la realidad no es más que una construcción abstracta de la mente humana y la
perspectiva que una persona tenga de la realidad es tan válida como la de cualquier otra.”2
La posmodernidad ha surgido como una corriente intelectual que busca rescatar lo mejor del
modernismo y las corrientes clásicas que la precedieron. Aunque sufre de fundamentos filosóficos e
intelectuales fuertes, es hoy la corriente dominante.
c. Apologética y Posmodernidad
Rechazan una única razón porque esta es contextual y meramente relativa. Sospechan de la razón
porque es una historia presentada por gente en el poder para perpetuar su manera de organizar el
mundo natural y social a su alrededor. No creen en una historia universal que conecte todo. De la
misma manera, la historia del yo es siempre reinterpretable. No hay una manera de conectarse con
una identidad definida.
Por eso, la respuesta cristiana es adaptarse a la cultura y comprender que la generación puede verse
más atraída por historias que por argumentos.
Veamos lo que nos dice al respecto el teólogo Kevin Vanhoozer de Wheaton College, Illinois. El
sugiere este fenómeno tan complejo se puede resumir en cuatro críticas que se dirigen a la antigua
forma de pensar:
1. La razón
2. La verdad
3. Historia
Comprender el evangelio
Comprender el contexto en el cual estamos haciendo apologética
Desarrollar enfoques apologéticos que sean fieles al evangelio y buscar los puntos de
contacto con la cultura.
5. Presentar TODO el Evangelio, o el Evangelio completo: Distinguir nuestras ideas de las ideas
del evangelio y presentarlo a Él y no promocionarnos a nosotros mismos.
La apologética no consiste en una serie de técnicas para convencer a las personas sobre la
importancia de creer en Jesús como su salvador. Sino que es trabajar junto con Dios, en ayudar a
las personas a descubrir quién es El y seguirle de todo corazón.
a) Poniendo el contexto
¿A quiénes llama Jesús? ¿Qué hizo que Pedro, Andrés, Felipe y Natanael lo siguieran?
Natanael aprendió que un encuentro con Jesús es mejor que un argumento sobre Jesús. Nosotros
no argumentamos a Jesús - simplemente lo señalamos, mostramos el camino para encontrarse con
El.
• La apologética muestra que la naturaleza humana está dañada, corrompida y rota - y que
solamente la gracia de Dios puede curarla. La ceguera no necesita argumentos o ideas, sino
necesita ser curada; y solo el Señor lo puede hacer.
• Tenemos un papel en esta tarea de predicar el evangelio, una labor importante pero limitada,
acercar a las personas a Dios, y a la fe en Jesucristo. El Espíritu Santo es el que convence de justicia,
pecado y juicio!
Así como cuando llevamos a un amigo a la cima de un monte para apreciar el paisaje, nosotros
debemos llevar a la gente a apreciar la hermosura y relevancia del cristianismo. Nosotros no
creamos su belleza - la belleza ya estaba allí, nuestra labor es señalarla.
Así como la luz, la visión cristiana de la realidad es compleja y hermosa, pero a menos que
pongamos un prisma y la podamos descomponer en sus elementos más simples, no podemos
apreciar su belleza.
2. La cruz y resurrección de Cristo han logrado la victoria sobre el pecado y la muerte. Heb. 2: 14-15
3. La cruz trae sanidad a un mundo quebrantado y herido. Is. 53: 4-5, Mal. 4:2, Ap.21:4
4. La cruz demuestra el amor de Dios por la humanidad. Rom. 5:8, Jn. 3:16, Lucas 15
“Los cristianos no piensan: ‘Dios me ama porque soy bueno’ sino ‘Dios me hará bueno porque me
ama’” C.S. Lewis
El mensaje siempre tiene que estar orientado en el receptor, a develar las oportunidades que
esperan en la audiencia. Las dos secciones del N. Testamento que presuponen una audiencia de
inconversos interesados son el evangelio de Juan y Hechos de los Apóstoles.
El mensaje de Pedro nos recuerda que podemos presentar de manera persuasiva que Jesús es la
culminación del plan de Dios con respecto a su Pueblo, el Mesías prometido.
Una buena apologética no solamente presenta los acontecimientos históricos, que Jesús murió y
resucitó, sino que buscamos dar el significado de estos hechos a un mundo caído y perdido.
Apologética para los griegos: Sermón de Pablo en Atenas (Hechos 17)
Este es un pasaje muy importante, nos muestra una de las primeras interacciones entre el
cristianismo y la filosofía griega. Atenas estaba venida a menos, ya no era el centro cultural como en
tiempos de Pericles, sino que era una provincia romana más, pero mantenía su fama.
Pablo adapta su retórica a la situación que enfrentó y a su auditorio, citó una autoridad local (Arato),
aprovechó el potencial apologético de un monumento local (altar al dios no conocido) y
desarrollando una línea de pensamiento similar a las ideas atenienses acerca de la presencia de lo
divino en el orden natural. Esta forma de acercarse a su audiencia se puede usar hoy en día,
adaptándola por cierto.
Apologética para los romanos: los discursos legales de Pablo (Hechos 24-26)
Esta fue la tercera audiencia que enfrentó el cristianismo, los romanos. El imperio que dominaba en
aquel tiempo, miraba con preocupación a los cristianos, por su potencial de rebelión y por estar
contra el culto imperial -la divinidad del emperador.
Pablo conocía muy bien la ley romana, y el mismo hizo su defensa ante las autoridades. Los
principales pasajes donde se aprecian los procedimientos legales los encontramos en Hechos 24 al
26. En Hech.24:10-21 responde las acusaciones de Tértulo y lo hace siguiendo el discurso legal.
Refuta punto por punto las acusaciones, también apela a las reglas de la evidencia.
Esto nos ayuda de dos formas hoy en día: primero, tenemos que defender el cristianismo pero
reconociendo que las personas que rechazan la fe, lo hacen en base a diversas razones. Un
argumento que funciona en un caso puede ser contraproducente en otro caso. Segundo, Pablo
menciona claramente que es lo que cree. Muchas personas tienen una idea distorsionada de lo que
es la fe cristiana.
1. Dirigirse a una audiencia específica: meditar sobre sus necesidades específicas, sus valores, y sus
creencias.
2. Identificar cual es la autoridad que se respeta en la audiencia: El Antiguo Testamento para los
judíos, a los poetas griegos para los atenienses.
Para algunos, el camino a la fe será a través de la razón. Para otros será a través de la imaginación,
para otros será a través de un deseo profundo de búsqueda personal.
5. Indicios que nos llevan a la fe: un enfoque práctico de la apologética (C.6)
En el mundo de hoy tenemos al alcance de la mano una gran cantidad de información. Cada día
somos bombardeados por una gran cantidad de datos, que a veces no podemos procesar. ¿Cómo
entender esta gran cantidad de información?
Necesitamos un sistema que nos permita procesar y ordenar la información. El cristianismo nos
muestra el camino para poder ordenar y hacer inteligible todas las complejas observaciones del
mundo natural, la historia humana y nuestra experiencia personal. Nos permite integrarlas, y verlas
como aspectos interconectados que son parte de algo más grande.
Los seres humanos queremos ver la foto completa, lo que hace que todo lo que observamos tenga
sentido. Pero, más aun, queremos saber cómo encajamos en esta historia. La filosofa y escritora
inglesa Iris Murdoch habló de: “lo calmado, la tendencia integradora del pensamiento humano”,
hablando de la habilidad de ver la foto completa o esa “gran narrativa” que integra nuestra visión de
la realidad. La fe cristiana trata de eso justamente, de poder entender esa foto panorámica, que
nos permite ver de manera amplia y con una comprensión más noble de la realidad, mucho más que
la razón humana.
Sabemos que la fe cristiana es razonable. No puede ser comprobada por la razón, como tampoco
otras cosas importantes en la vida. Como diría Dante, poeta italiano del siglo XIV, “la razón tiene
alas cortas”.
Pero esto no significa que una creencia que no puede ser probada racionalmente, sea inaceptable.
Cuando hablamos de cosmovisiones o teorías de la vida, la evidencia disponible no es suficiente para
probar ninguna de ellas, incluido el ateísmo. Al final, se toma esa decisión de aceptar determinada
cosmovisión haciendo uso de la fe.
Para el cristiano, esta situación se ve con el telón de fondo del cielo, “vivimos por fe, no por vista” 2
Cor. 5:7. Pablo habla con un lenguaje que muestra que caminamos casi a oscuras en este mundo
(Rom. 13:11-12), falta poco para el amanecer, pero todavía no llega (1 Cor. 13:12).
Sin embargo, no se nos deja en completa oscuridad. El mundo está lleno de pistas, que nos hablan
de la naturaleza humana y su identidad. Hay muchas señales que apuntan a la gran realidad, Dios.
Debemos de descubrirlo, de unir esos puntos y buscar la figura escondida. No solamente es el
mundo exterior que nos muestra a Dios, sino también nuestra experiencia interna. La apologética
cristiana tiene la capacidad de conectar de manera clara y credible con las dinámicas subjetivas del
ser humano: los sentimientos y emociones.
A continuación veremos algunas pistas que nos hablan de Dios y veremos cómo los podemos usar
en la apologética. Una pista es algo que sugiere, pero que no es una prueba. Las pistas tienen un
valor acumulativo, apuntan a un patrón que tiene un significado. Una pista sola no es nada, solo es
una sugerencia. Pero cuando encontramos una serie de pistas, estas muestran un patrón, una
tendencia que nos lleva a una conclusión o hallazgo.
“es como si un súper intelecto hubiera estado jugando con la física, química y biología… no hay
fuerzas ciegas dignas de ser mencionadas en la naturaleza”. Fred Hoyle (cosmólogo)
El uso de la razón humana en la investigación es posible por la racionalidad que hay en el mundo.
Existe un deseo o anhelo en hombres y mujeres, de buscar algo más allá de si mismos.
“Si yo encuentro en mí un deseo que ninguna experiencia de este mundo puede satisfacer, la
explicación más probable es que he sido creado para otro mundo.” -CS Lewis
El predicador y teólogo norteamericano Jonathan Edwards utilizó este argumento. Romanos 1: 19-
20
El vive en una comunión perfecta y cuando crea al hombre, lo hace con esa misma característica.
Eclesiastés 3: 11
“…ha puesto eternidad en el corazón de ellos…” RV 60
Tejer las pistas, cruzarlas hasta encontrar un patrón… que nos lleva a ver la mano de Dios!
Bibliografía sugerida para profundizar