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1 ¿Realmente existe el “riesgo positivo”?

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6 Alexis Oramas Pérez


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8 Director de AO - CONSULTORES TECNICOS, empresa consultora y de formación en
9 Química y Metrología
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11 11 de agosto de 2022
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13 Es algo muy común, ya casi tradicional, el leer o escuchar a los llamados “gurús” de
14 la Gestión de Riesgos y en el Pensamiento Basado en el Riesgo aseverar que “los
15 riesgos pueden ser tanto negativos como positivos”.

16 Para ilustrar tal afirmación, a menudo apelan a ejemplos como el de “jugar a la


17 lotería”, ya que, según explican, cuando una persona invierte su dinero en comprar
18 billetes de lotería, está corriendo el riesgo “negativo” de perder su dinero, lo cual
19 es lo más probable, ya que es muy difícil ganar en este juego. Sin embargo,
20 también existe la ligera probabilidad de que uno pueda ganarse el premio mayor,
21 lo cual pasaría a ser la “gran esperanza” de nuestra participación en este juego de
22 azar, y es precisamente eso lo que estos señores pasan a llamar “riesgo positivo”.

23 Sin embargo, por más que uno se esfuerce en entender este razonamiento, es muy
24 difícil aceptar el por qué “la posibilidad”, aunque pequeña, de ganarse la lotería, se
25 tenga que visualizar como un “riesgo positivo”, y que no se interprete como lo que
26 realmente debería ser: una oportunidad.

27 Prácticamente es aceptado por todos que el riesgo comúnmente tiene una


28 connotación negativa, lo cual es lógico si tomamos en cuenta la definición que
29 suministra la Real Academia Española en su diccionario on-line para este
30 término, “Contingencia o proximidad de un daño” (https://dle.rae.es/riesgo), lo
31 cual hace que sea mucho más difícil el darle una connotación “positiva” al riesgo.
32 De forma similar, la RAE define a “oportunidad” como “Momento o circunstancia
33 oportunos o convenientes para algo”, o sea, algo “positivo”
34 (https://dle.rae.es/oportunidad).

35 Quizás el problema se remonta a las definiciones que se han dado al término


36 “riesgo” en el ámbito normativo, empezando por la ISO 9000:2015, en la que el
37 Comité ISO/TC 176 lo define (def. Nº 3.7.9) como “efecto de la incertidumbre”, a
38 lo cual agrega, en su Nota 1: “Un efecto es una desviación de lo esperado, ya
39 sea positivo o negativo”.

40 Lo realmente extraño es que en la ISO 9000:2015 se haya decidido asignar esa


41 definición al término “riesgo”, cuando las publicaciones especializadas en la
42 Gestión del Riesgo de la ISO, tanto la Guía ISO 73:2009, como la ISO 31000:2009,
43 vigentes en el 2015, elaboradas por el grupo de trabajo del Consejo de Gestión
44 Técnica de ISO (ISO/TMB) sobre Gestión del Riesgo, definen a este término como:

45 “Efecto de la incertidumbre sobre (la consecución de) los objetivos”.

46 Al igual que en el caso de la ISO 9000:2015, la Guía ISO 73:2009 también


47 agregaba, entre otras, la siguiente NOTA 1: “Un efecto es una desviación,
48 positiva y/o negativa, respecto a lo previsto”. Es decir que, a pesar de ser una
49 definición más explícita, sigue dejando abierta la posibilidad de que un riesgo sea
50 un “efecto positivo de la incertidumbre”.

51 En su segunda edición (2018), la ISO 31000 en esta Nota 1 de su definición de


52 “Riesgo” (3.1), es aún más específica:

53 Nota 1: Un efecto es una desviación respecto a lo previsto. Puede ser positivo,


54 negativo o ambos, y puede abordar, crear o resultar en oportunidades y
55 amenazas.

56 La Guía 73 fue revisada recientemente y convertida en la ISO 31073:2022, en la


57 cual, para la definición de “riesgo”, se adoptó completamente la redacción de (3.1)
58 de la ISO 31000:2018.

59 Lo realmente curioso es que en el resto de la ISO 31000:2018 no se vuelve a


60 nombrar de nuevo al “riesgo positivo”, aunque en un par de ocasiones más, en su
61 texto, se asocia a la palabra riesgo con la de oportunidad. De hecho, aunque no lo
62 diga directamente, en esta norma se asocia al riesgo con una amenaza que
63 pueda impedir a la organización alcanzar un objetivo en particular.
64 Este criterio se hace particularmente patente en su sección 6.5, donde se dan los
65 detalles sobre cómo “tratar” a los riesgos y sobre cómo diseñar e implementar los
66 Planes de Tratamiento de los riesgos. Allí se deja más que claro que el objetivo
67 primordial del tratamiento es el disminuir el nivel de los riesgos, o compartir el
68 riesgo, y para valorar la eficacia de esa disminución, se crea el concepto de Riesgo
69 Residual. Si este último “no es aceptable” (o suficientemente bajo), se debe
70 efectuar tratamiento adicional.

71 Como ya se comentó, esta diversidad de criterio viene de las definiciones citadas,


72 lo cual se hace patente si realizamos un análisis deductivo de los conceptos en los
73 cuales ellas se basan, y que, en la modesta opinión del autor de esta reflexión,
74 fueron erróneamente diseñadas desde el principio.

75 Para comenzar dicho análisis, debemos dejar claro que según la RAE, la
76 “Incertidumbre” es la “Falta de certidumbre” (https://dle.rae.es/incertidumbre), es
77 decir, la falta de “Certeza” (https://dle.rae.es/certidumbre).

78 El detalle con la incertidumbre es que esa falta de certeza puede generar una
79 diversidad de situaciones y circunstancias que, a la vez, pueden generar resultados
80 o efectos tanto negativos como positivos. Entre los negativos se encuentran los
81 riesgos y entre los positivos, sin duda alguna, se encuentran los beneficios u
82 oportunidades de mejora.

83 Eso es una cosa y otra es decir que esos resultados o efectos “negativos”, los
84 riesgos, puedan llegar a ser considerados como “positivos” u “oportunidades de
85 mejora”. Afirmar eso es en sí, como mínimo, una contradicción, si no un
86 razonamiento absurdo.

87 Hay quienes ante esta situación argumentan que “al gestionar los riesgos y
88 disminuir su importancia, se está creando en sí un beneficio o mejora en el sistema
89 de gestión, por lo que se puede concluir que ese beneficio o mejora es el «lado
90 positivo del riesgo»”.

91 Si analizamos cuidadosamente ese argumento, fácilmente nos damos cuenta de


92 que esa mejora NO surge del riesgo, sino de nuestra gestión de ese riesgo, por
93 lo que afirmar que la mejora u oportunidad es un “riesgo positivo” es una falacia.

94 Hasta el momento hemos visualizado al riesgo como el efecto que afecta a los
95 objetivos de una organización, pero si analizamos el riesgo en el ámbito de la
96 Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo, la irracionalidad del “riesgo positivo”
97 se acentúa aún más. Esto es particularmente cierto si consideramos que en el
98 ámbito de la SST cada día más se asocia al término “riesgo” con el término
99 “peligro”.

100 ¿Es probable darle al término “peligro” una connotación positiva?

101 En el ámbito de la SST, ¿es posible visualizar a un riesgo como algo positivo?

102 ¿Ud. qué opina?

103 Es la opinión del autor que nadie es dueño del 100 % de la verdad, por lo que, el
104 hecho que numerosos “expertos” y “normas” aseguren que el “riesgo positivo” sí
105 existe, en vista de los argumentos planteados en esta reflexión, pareciera ser
106 totalmente lógico concluir lo contrario: “una cosa es que la incertidumbre pueda
107 dar origen a efectos tanto negativos (los riesgos), como positivos (las
108 oportunidades), y otra cosa es decir que un riesgo sea una oportunidad”.

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110 Referencias:

111 1. GUÍA ISO 73:2009 Gestión del riesgo — Vocabulario.


112 2. ISO 31073:2022 Risk management — Vocabulary.
113 3. ISO 31000:2009 Gestión del riesgo — Directrices
114 4. ISO 9001:2015 Sistemas de Gestión de la Calidad ― Requisitos
115 5. ISO 31000:2018 Gestión del riesgo — Directrices

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