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Juan Miguel Guadalupe Grupo 1152 Cta: 420113100

Último teorema de Fermat


En teoría de números, el último teorema de Fermat, o teorema de Fermat-Wiles, es uno de
los teoremas más famosos en la historia de la matemática. Utilizando la notación moderna,
se puede enunciar de la siguiente manera:

Si n es un número entero mayor o igual que 3, entonces no existen números enteros


positivos x, y y z, tales que se cumpla la igualdad:
Pierre de Fermat

El teorema fue conjeturado por Pierre de Fermat en 1637, pero no fue demostrado
hasta 1995 por Andrew Wiles ayudado por el matemático Richard Taylor. La búsqueda de
una demostración estimuló el desarrollo de la teoría algebraica de números en el siglo XIX y
la demostración del teorema de la modularidad en el siglo XX.

Pierre de Fermat poseía una edición bilingüe (griego y latín) de


la Aritmética de Diofanto, traducida por Claude Gaspar Bachet. Fermat escribió un
comentario, de hecho, un acertijo, en el margen de cada problema, y uno por uno han sido
resueltos por personalidades como Leibniz, Newton, etc. Solo quedó sin resolver el acertijo
que propuso debajo del problema VIII, que trata sobre escribir un número cuadrado como
suma de dos cuadrados (es decir, encontrar ternas pitagóricas). Ahí, Fermat escribió:

Es imposible descomponer un cubo en dos cubos, un bicuadrado en dos bicuadrados, y en


general, una potencia cualquiera, aparte del cuadrado, en dos potencias del mismo exponente.
He encontrado una demostración realmente admirable, pero el margen del libro es muy
pequeño para ponerla.

Historia de la demostración del teorema


Pierre de Fermat
El primer matemático que consiguió avanzar sobre este teorema fue el propio Fermat, que
demostró el caso n=4 usando la técnica del descenso infinito, una variante del principio de
inducción.
Leonhard Euler
Leonhard Euler demostró el caso n = 3. El 4 de agosto de 1753 Euler escribió a Goldbach
reclamando tener una demostración para el caso n = 3. En Álgebra (1770) se encontró una
falacia en la demostración de Euler. Corregirla directamente era demasiado difícil, pero
otros aportes anteriores de Euler permitían encontrar una solución correcta por medios más
simples. Por esto se consideró que Euler había demostrado ese caso. Del análisis de la
demostración fallida de Euler surgió la evidencia de que ciertos conjuntos de números
complejos no se comportaban de igual manera que los enteros.

Sophie Germain
El siguiente mayor paso fue hecho por la matemática Sophie Germain. Un caso especial dice
que si p y 2p + 1 son ambos primos, entonces la expresión de la conjetura de Fermat para la
potencia p implica que uno de los x, y o z es divisible por p. En consecuencia la conjetura se
divide en dos casos:

 Caso 1: ninguno de los x, y, z es divisible por p;


 Caso 2: uno y sólo uno de x, y, z es divisible por p.
Sophie Germain probó el caso 1 para todo p menor que 100 y Adrien-Marie
Legendre extendió sus métodos a todos los números menores que 197. Aquí se encontró
que el caso 2 no estaba demostrado ni siquiera para p = 5, por lo que fue evidente que era
en el caso 2 en el que había que concentrarse. Este caso también se dividía entre varios
casos posibles.
Ernst Kummer y otros
No fue hasta 1825 cuando Peter Gustav Lejeune Dirichlet y Legendre generalizaron para n=5
la demostración de Euler. Lamé demostró el caso n=7 en 1839.
Entre 1844 y 1846 Ernst Kummer demostró que la factorización no única podía ser salvada
mediante la introducción de números complejos ideales. Un año después Kummer afirma
que el número 37 no es un primo regular (Ver: Números de Bernoulli). Luego se encuentra
que tampoco 59 y 67 lo son. Kummer, Mirimanoff, Wieferich, Furtwänger, Vandiver y otros
extienden la investigación a números más grandes. En 1915 Jensen demuestra que existen
infinitos primos irregulares. La investigación se estanca por esta vía de la divisibilidad, a
pesar de que se logran comprobaciones para n menor o igual a 4 000 000.
Andrew Wiles
En el año 1995 el matemático Andrew Wiles, en un artículo de 98 páginas publicado
en Annals of mathematics, demostró el caso semi estable del Teorema de Taniyama-
Shimura, anteriormente una conjetura, que engarza las formas modulares y las curvas
elípticas. De este trabajo, combinado con ideas de Frey y con el Teorema de Ribet, se
desprende la demostración del Último Teorema de Fermat.4 Aunque una versión anterior (no
publicada) del trabajo de Wiles contenía un error, este pudo ser corregido en la versión
publicada, que consta de dos artículos, el segundo en colaboración con el
matemático Richard Taylor. En estos trabajos por primera vez se establecen resultados de
modularidad a partir de modularidad residual, por lo cual los resultados del tipo de los
probados por Wiles y Taylor son denominados "Teoremas de Levantamiento Modular". En la
actualidad resultados de este tipo, mucho más generales y poderosos, han sido probados
por varios matemáticos: además de generalizaciones probadas por Wiles en colaboración
con C. Skinner y de Taylor en colaboración con M. Harris, los más generales en la actualidad
se deben a Mark Kisin. En el trabajo de 1995 de Wiles se abrió una nueva vía, prácticamente
una nueva área: la de la modularidad. Con estas técnicas, de las que este trabajo fue
pionero, se han resuelto más recientemente otras importantes conjeturas, como
la Conjetura de Serre y la de Sato-Tate. Curiosamente, la resolución de los primeros casos
de la Conjetura de Serre (trabajos de Khare, Wintenberger y Dieulefait), como observara el
propio Serre al formular la conjetura, permite una nueva demostración del Último Teorema
de Fermat.5
Los trabajos de Wiles por lo tanto tienen una importancia que trasciende ampliamente su
aplicación al Último Teorema de Fermat: se consideran centrales en la Geometría Aritmética
moderna y se espera que sigan jugando un rol vital en la demostración de resultados de
modularidad que se enmarcan en el Programa de Langlands.

Definición de Teorema de Fermat


En el ámbito de la aritmética existió un famoso matemático francés llamado Pierre de
Fermat, quien enunció por primera vez en 1637 un teorema el cual quedó de la siguiente
manera: “si una función f alcanza un máximo o mínimo local en c, y si la derivada f´(c) existe
en el punto c entonces f´(c) = 0. Este teorema suele aplicarse para hallar máximos y
mínimos locales de funciones diferenciables en intervalos abiertos, puesto que todos son
puntos estacionarios de la función, es decir son esos puntos en donde la función derivada
es igual a cero (f´(x) = 0).
El teorema de Fermat solo brinda una condición necesaria para los máximos y mínimos
locales, aunque no explica otra clase de puntos estacionarios, como serían en algunos
casos los puntos de inflexión, sin embargo la segunda derivada de la función (f´´) (si en
realidad existe) puede señalar si el punto estacionario es un máximo, un mínimo, o un punto
de inflexión.

Para las matemáticas, un teorema representa una proposición que partiendo de


una hipótesis enuncia una verdad no explicable por sí misma, el teorema de Fermat es una
tesis de enunciado sencillo y realizable, sin embargo para poder ser resuelto, se necesitaron
de los métodos matemáticos más complejos del siglo XX.

Este teorema fue encontrado 5 años después de la muerte de Fermat (1665) por su hijo, este
lo consiguió anotado en el margen de un libro de aritmética de Diofanto de Alejandría.
Desde ese momento muchos han querido resolverlo, inclusive se han ofrecido grandes
sumas de dinero para aquel que llegase a descifrarlo.

Pequeño teorema

El pequeño teorema de Fermat es uno de los teoremas clásicos de teoría de


números relacionado con la divisibilidad. Se formula de la siguiente manera:

Si p es un número primo, entonces, para cada número natural a, con a>0 , ap ≡ a (mod p)

Pierre de Fermat, 1636

Aunque son equivalentes, el teorema suele ser presentado de esta otra forma:

Si p es un número primo, entonces, para cada número natural a, con a>0 , coprimo con p , ap-
1
≡ 1 (mod p)

Esto quiere decir que, si se eleva un número a a la p-ésima potencia y al resultado se le


resta a, lo que queda es divisible por p (véase aritmética modular). Su interés principal está
en su aplicación al problema de la primalidad y en criptografía.
Este teorema no tiene nada que ver con el legendario último teorema de Fermat, que fue sólo
una conjetura durante 350 años y finalmente fue demostrado por Andrew Wiles en 1995.
Fermat estableció tal resultado en una carta a Frénicle de Bessy, pero como era habitual en
él, omitió la prueba del mismo:

Todo número primo mide una de las potencias menos uno de cualquier progresión en la que el
exponente es un múltiplo del primo dado menos uno. (...) Y esta proposición es generalmente
cierta para todas las progresiones y todos los números primos; le enviaría la prueba, si no
temiese que es demasiado larga.
Leonhard Euler daría la primera demostración formal del teorema en 1736.

La primera demostración publicada se debe a Leonhard Euler en 1736 en un artículo


titulado Theorematum Quorundam ad Numeros Primos Spectantium Demonstratio.7 Daría
otras dos demostraciones más a lo largo de su vida,8 aunque era la primera de todas ellas la
misma que había en un manuscrito personal de Gottfried Leibniz, escrito sobre 1683 y que
nunca llegó a publicar. Gauss publicaría otra prueba más en su libro Disquisitiones
arithmeticae en 1801.
La prueba original de Euler (y Leibniz) es sencilla, en términos de comprensión lógica, ya
que sólo utiliza métodos elementales que una persona con nociones básicas
de álgebra puede entender. Su demostración se basa en el principio de inducción, que
consiste en demostrar que si cierta propiedad P de los números naturales se cumple
para n y también se cumple para n+1, entonces se cumple para todo n.11 Es fácil ver que si se
cumple para n, y para n+1, también se cumple para n+2, n+3, etc. ya que, llamando
como n1 a n+1, se cumple para n1 y n1+1, por tanto, para n, n+1 y n+2, y así sucesivamente.
Para la demostración también se utiliza la propiedad de que si p es un número primo,
entonces el coeficiente binomial es divisible por p, para todo n, tal que 1≤ n<p. Esto es así
puesto que el coeficiente binomial se define como:
Donde el signo ! corresponde al factorial de un número, que indica la multiplicación de todos
los números naturales menores o iguales a dicho número, por ejemplo, p! = p·(p-1)·(p-
2)·...·2·1. Puesto que en el denominador, los factoriales de los números involucran números
que son menores que el número primo p, estos no pueden contener p ni dividir al número
primo p del numerador, así pues, el coeficiente es divisible por p.
Dicho esto, la demostración consiste en los siguientes pasos:
Supongamos que

Utilizamos el binomio de Newton para expandir la potencia (n + 1)p:


Agrupando factores y reordenando la identidad:

Por hipótesis, hemos supuesto que np - n es divisible por p, y dado que todos los términos
del sumatorio del miembro de la derecha son divisibles por p, tenemos que p divide a (n +
1)p - (n + 1).

Ahora bien, 1p - 1 es divisible por p, por lo tanto 2p - 2 también es divisible por p, y así
sucesivamente.
Ejemplos

53 − 5 = 120 es divisible por 3

72 − 7 = 42 es divisible por 2.

125-1 − 1 = 20735 es divisible por 5.

(−3)7 + 3 = − 2.184 es divisible por 7.

297 − 2 = 158.456.325.028.528.675.187.087.900.672 es divisible por 97.

Hallar el residuo de 8 (mod 13), aplicando el hecho de que 187 = 12·15 + 7 se simplifica,
mediante el teorema de Fermat, a 87, y al final se llega a 5 (mod13).
Aplicaciones

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