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APALACHES

Apalaches o montes Apalaches es una importante cordillera ubicada en el


este de Norteamérica. Se extiende desde la Isla de Terranova en Canadá,
es una importante cordillera ubicada en el este de Norteamérica. Se
extiende desde la Isla de Terranova en Canadá, pasando por
la colectividad de ultramar francés de San Pedro y Miquelón,
hasta Alabama en los Estados Unidos, aunque su parte más septentrional
termina en la península de Gaspé, en Quebec. Constituye el elemento
morfológico más sobresaliente de la parte oriental de América
Septentrional. Se originó en antiguas montañas formadas en el
periodo Paleozoico con relieves suavizados por la prolongada acción de
agentes exógenos. El sistema está dividido en una serie de cordilleras, en
las que la medida de altura de los picos es de unos 1000 m s. n. m. (metros
sobre el nivel del mar). La cima más elevada es el monte Mitchell,
en Carolina del Norte, mide 2037 m. s. n. m. y es el punto más alto de los
Estados Unidos al este del río Misisipi y de todo el este de Norteamérica.

Los Apalaches conforman una barrera natural entre las tierras bajas
occidentales y las llanuras costeras orientales, y sirvieron de hogar a
numerosos pueblos antes de la colonización. En la actualidad en sus
alrededores permanecen ciudades tan importantes como Pittsburgh,
Knoxville y Chattanooga. Estas montañas son de las más estudiadas del
mundo.

Formación de los Montes Apalaches

La cordillera de los Apalaches se formó por una serie de colisiones que


comenzaron hace más de 450 millones de años, en un proceso gradual. Se
sabe que es la cadena montañosa más antigua de Norteamérica, y una de
las más antiguas de la Tierra. Todo comenzó hace 450-480 millones de
años, cuando el borde de la placa tectónica colisionó con la placa del
océano de Jápeto, empezó a hundirse bajo el cratón de Norteamérica y así
la corteza se elevó, de lo que se formaron los más antiguos Apalaches.
Hace unos 270 millones de años las placas continentales de Norteamérica
y África colisionaron, y esto fue el principal movimiento que los levantó.
Durante los siguientes años, las colisiones continuaron y las montañas
tomaron forma; así pues, los Apalaches crecieron en varios cursos. En la
orogenia Apalache del Paleozoico tardío se desarrollaron varias fallas y
pliegues en la sección sur de la cordillera. En el Paleozoico la cordillera fue
una de las más grandes del mundo, y aunque desde entonces su
estructura ha permanecido relativamente estable, en los últimos siglos las
montañas se han expuesto a un proceso agudo de meteorización.

Características de los Montes Apalaches

Los Apalaches se extienden, con una longitud de 2,400 2,500 kilómetros,


desde el sureste de Canadá, específicamente desde la provincia de
Terranova y Labrador, hasta el centro de Alabama, Estados Unidos. Se
considera que la cordillera continúa en el Canadá marítimo, incluidas las
islas de San Pedro y Miquelón. En general, son montañas muy antiguas,
cuyo estudio contribuyó al desarrollo y establecimiento de la teoría de la
tectónica de placas en la década de 1970. El sistema de los Apalaches se
divide en 3 grandes secciones: norte, desde Terranova y Labrador hasta el
río Hudson; centro, que se extiende desde el valle del río Hudson hasta
New River, Estados Unidos; y sur, desde New River hasta el final de la
cordillera. Las características fisiográficas son muy variadas; en la provincia
de Nueva Inglaterra destacan las Montañas Blancas, una pequeña cadena
montañosa que forma parte de los Apalaches; las Green Mountains o
Montañas Verdes corren en el estado de Vermont y en el este de Estados
Unidos se localiza la Cordillera Azul.
La elevación tiende a incrementarse de norte a sur, aunque vuelve a
disminuir ligeramente en los Apalaches centrales. En el rango del norte,
algunas montañas pueden superar los 1,200 metros de altitud, mientras
que en el centro los picos rondan los 900 metros. El pico más alto de toda
la cordillera es el monte Mitchell, que también es el más alto del este de
Estados Unidos, con una elevación de 2,037 metros sobre el nivel del mar.
La mayor parte de esta montaña está cubierta con bosques y no con
glaciares, en contraste con los picos más altos de otras cordilleras,
como los Alpes y la del Himalaya. Uno de los picos más alto de los
Apalaches es el monte Washington (con 1917 metros de elevación); este sí
recibe una cantidad significativa de nieve y en sus partes más altas
experimenta un clima alpino o de tundra. En las zonas más bajas su clima
es subártico.

La cordillera de los Apalaches es rica en diversidad biológica gracias a la


variedad de climas y terrenos en los que se asienta. El pico más alto de
toda la cordillera es el monte Mitchell, que también es el más alto del este
de Estados Unidos.

El monte Washington es parte de las Montañas Blancas, una cordillera que


se ubica en la sección norte. Sus picos más altos suelen cubrirse de nieve,
y algunos creen que por ello llevan ese nombre. Desde luego, el clima de
las montañas varía según la altitud y la latitud a las que se encuentran. En
los Apalaches centrales y del sur la temperatura media anual es de 10 a 18
ºC. En algunas partes de Canadá, el clima, más frío, influye en la
temperatura media anual de la península de la Gaspesia, que es de 3 ºC.
La precipitación anual promedio es de 89 centímetros en los valles de los
Apalaches centrales, pero en los picos más altos de la sección sur la
temperatura media anual es de 198 centímetros.
Flora y fauna de los Montes Apalaches

La cordillera de los Apalaches es rica en diversidad biológica gracias a la


variedad de climas y terrenos en los que se asienta, y hasta en
las regiones al norte es hogar de muchas especies vegetales y animales. En
la península de la Gaspesia y la cordillera Presidencial, esta última
localizada en las Montañas Blancas, la vegetación es corta y no hay
árboles, pero sí hierbas, musgos, líquenes y algunos arbustos.

En las mesetas y colinas del oeste en Estados Unidos existen bosques


mixtos con robles, nogales, pinos, abedules, abetos, olmos, álamos y
castaños, entre otros árboles de gran porte. Sobresalen el cerezo negro
americano (Prunus serotina), el tulipífero de Virginia (Liriodendron
tulipifera), el haya americana (Fagus grandifolia), el falso castaño amarillo
(Aesculus octandra) y el castaño americano (Castanea dentata). En los
bosques de la Cordillera Azul destacan principalmente plantas de hoja
caduca; se calcula que existen más de 158 especies de árboles tan solo en
esta región. En cuanto a la fauna, no es menos numerosa. A lo largo de la
cordillera puede encontrarse, solo por mencionar algunos ejemplos,
a ciervos de cola blanca (Odocoileus virginianus), pumas (Puma concolor),
alces (Alces alces), ardillas voladoras del norte (Glaucomys sabrinus),
mofetas rayadas (Mephitis mephitis), linces rojos (Lynx rufus), zorros rojos
(Vulpes vulpes), zorros grises (Urocyon cinereoargenteus), grévoles
engolados (Bonasa umbellus), serpientes de jarretera (Thamnophis
sirtalis), tortugas mordedoras (Chelydra serpentina), ranas de bosque
(Lithobates sylvaticus) y castores americanos (Castor canadensis).

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