127 .

Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a
quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los
dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a
Jehová. Josué 24:15.
Si no desean servir al SEÑOR, decidan hoy a quien servirán, ya sea a los dioses a los que sus
antepasados servían allá al otro lado del río Éufrates, o a los dioses de los amorreos en cuya
tierra estamos. ¡Pero yo y mi familia hemos decidido servir al SEÑOR!
Intro… El Salmo 127 está especialmente diseñado para bendecir a las familias de la tierra, menciona de
forma específica dos áreas muy importantes de la vida: el trabajo y la familia. Por regla general, nuestros
días giran alrededor de estas dos actividades; sin embargo lo primero lo hacemos (por lo general)
conscientes de que aquellas personas que forman nuestra familia son de las que se ocupa en gran medida
nuestro corazón. Por eso, este Salmo nos puede ayudar a descubrir cómo tener una familia realmente feliz
(no sin problemas, pero feliz). Deja que el Señor edifique tu familia y disfruten juntos de su presencia, su
amor, apoyo, protección y sus bendiciones, entre muchas cosas más.
Lectura Bíblica: Salmos 127.
1. SATISFACCIÓN Y SENTIDO. Salmos 127:1-2 Si el SEÑOR no construye la casa, los constructores pierden
su tiempo. Si el SEÑOR no vigila la ciudad, los guardias pierden su tiempo. Pierden el tiempo ustedes,
que se levantan temprano y se acuestan tarde para comer un pan conseguido con sufrimiento
porque Dios se provee para quien ama, aun mientras duerme.
Cuando Dios no está en el centro de nuestra vida, nada de lo que hacemos tiene demasiado valor. Trabajar,
construir, proteger los bienes, todas esas cosas son inútiles si Dios no está presente. Todo aquello en lo que
trabajamos hoy, pasará, pero Dios es eterno. Solamente Dios nos da satisfacción y sentido en la vida.
Mateo 7:26-27 Pues todo aquel que oiga las palabras del Señor y no las ponga en práctica, será como el
insensato que construyó su casa sobre arena. Llovió fuerte, los ríos crecieron, los vientos soplaron y
golpearon contra la casa. La casa se derrumbó y fue todo un desastre, lo perdió todo».
Dios es bueno y a él le gusta bendecirnos. Cuando nuestra vida está bajo la dirección de Dios, él nos concede
descanso y la oportunidad de disfrutar sus bendiciones con contentamiento. Dios consolida y protege
nuestra vida garantizando nuestro sustento.
2. FORTALEZA Y ESTABILIDAD… Salmo 127:3-5 Los hijos son la herencia que nos da el SEÑOR; los
frutos del vientre son la recompensa que viene de Dios. Los hijos de un hombre joven son como
flechas en las manos de un guerrero. Qué afortunado es el hombre que llena su aljaba con flechas
como esas. No será avergonzado por sus enemigos en caso que tenga que tratar con ellos en los
tribunales.
Dios nos dio la familia como una bendición especial que alegra nuestra vida. Una familia unida en Dios
fortalece a cada uno de sus miembros. Cuando tenemos familia, no hay ninguna razón por la cual debamos
enfrentar los problemas solos (el apoyo familiar debe ser incondicional) reflejar el amor sacrificial.
Normalmente, son los hijos los que reciben la herencia de sus padres. Aquí en cambio el Salmista a los hijos
como la más valiosa herencia de los padres. Dios no nos da los hijos como si fuesen carga, Él espera que
sean la alegría del hogar, una bendición constante. “Los hijos son recompensa para los que aman a Dios”.
 El salmo enfatiza que en todas las áreas de nuestra vida, y sobre todo en la familia, Dios debe estar
en el centro. Él nos ama y nos bendice con su buena voluntad, agradable y perfecta. Pero cuando nos
alejamos de Dios, nuestra vida se derrumba. Si queremos tener una vida firme, sintiendo seguridad y
alegría, debemos poner todo en las manos de Dios (construir según las instrucciones del Maestro
Arquitecto y sobre el Maestro Arquitecto, La Roca de Salvación). Él nos da la vida, el sustento y la
provisión para la familia, es con Él y en Él que lograremos tener una vida verdaderamente
Fortalecida y Estable.
Mateo 7:24-25 debo afirmar que ciertamente, quien escuche las enseñanzas del Señor y las ponga en
práctica, será como el hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Llovió fuerte, los ríos crecieron,
los vientos soplaron y golpearon contra aquella casa. Sin embargo, la casa no se cayó porque estaba
construida por y sobre aquel quien es la roca.

Te invito a reflexionar:
 ¿Cuánta satisfacción has recibido del Señor Jesucristo a través de tu familia? ¿Quieres hallar el
Sentido correcto de la vida familiar? ¿has pensado y aún más, determinado si quieres que el Señor
sea quien conduzca tu vida personal y familiar? ¿Crees que Dios tiene el poder para ser quien guie tu
familia con seguridad en este y cada tiempo? ¿te gustaría que el mismo Dios creador y constructor
de todo el universo, sea quien edifique tu hogar?
¡Es tiempo de CREER EN JESUCRISTO Y PONER TODA TU CONFIANZA EN ÉL! Renueva tu relación con el Señor
Jesús. Es Tiempo de Comprometerte RADICALMENTE con el Señor Jesucristo. Cree en el Señor Jesucristo, y
serás salvo, tú y tu casa. Hechos 16:31
Oración de fe: Señor Jesús reconozco que soy pecador y me arrepiento de ello con todo mi corazón,
necesito tu perdón, creo que moriste por mis pecados y que tú sangre me limpia de toda maldad. Te invito a
que vengas a mi vida y entres a mi corazón, se mi Señor y salvador, escribe por favor mi nombre en el libro
de la vida. En tus manos entrego a mi familia y te pido que tengas un encuentro personal con cada uno de
ellos y que puedan vivir solo para ti. Amen.
Tiempo de Ofrendar:
En todo tiempo ama el amigo; para ayudar en la adversidad nació el hermano. Proverbios 17:17
Oración de Despedida. Iglesia del Señor: Deuteronomio 12:28 »Padre, a partir de Hoy queremos poner en
práctica todo lo que nos has enseñado. Esperamos que siempre estés con nosotros y con nuestras familias,
deseamos ser obedientes a ti en todo y tomar cada vez mejores decisiones, ser radicales e ir y hacer todo lo
bueno que tú nos has mandado, llévanos a casa, a compartir con la familia y permanece siempre con
nosotros» En el nombre de tu Hijo nuestro Señor y salvador Jesucristo con la ayuda y guía de tu Santo
Espíritu… Amen.