Actualizar y modernizar las leyes laborales para abordar los desafíos
específicos que enfrentan los trabajadores extranjeros, como el acceso a servicios de salud, vivienda y educación. Establecer mecanismos claros y transparentes para la contratación de trabajadores extranjeros, incluyendo la requisitos de visados y permisos de trabajo. Implementar políticas de igualdad de trato y no discriminación en el lugar de trabajo, garantizando que los trabajadores extranjeros reciban el mismo trato y protección que los trabajadores nacionales. Establecer sistemas de monitoreo y seguimiento para garantizar que los empleadores cumplan con las regulaciones laborales, incluyendo el pago justo de salarios y la provisión adecuada de beneficios laborales. Fomentar la integración de los trabajadores extranjeros en la sociedad y en el mercado laboral, a través de programas de capacitación y asesoramiento laboral. Promover la cooperación internacional y el intercambio de mejores prácticas en materia laboral en relación con los trabajadores extranjeros. Fortalecer la inspección laboral y las sanciones a aquellos empleadores que violen las regulaciones laborales, con el fin de disuadir la explotación laboral de los trabajadores extranjeros. Establecer canales de comunicación efectivos entre los trabajadores extranjeros, las autoridades laborales y las organizaciones sindicales, para facilitar la denuncia de abusos y la investigación de posibles violaciones laborales. Fomentar políticas de migración laboral seguras y ordenadas que protejan los derechos de los trabajadores extranjeros y eviten la explotación y el tráfico de personas. Promover la educación y la sensibilización pública sobre la contribución de los trabajadores extranjeros a la economía y la sociedad, para fomentar una actitud positiva hacia la inmigración laboral.