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LA MOCHILA

SENDERISTA PARA
PRINCIPIANTES
GUÍA DE EQUIPAMIENTO DEFINITIVA
Año de publicación 2022

AGRADECIMIENTOS:
A Pilar Barranco Padial, Diego Albert Montoro y Noelia Ros
Cartagena por su apoyo en Patreon. Gracias por creer en el
proyecto.

COLABORADORES:
Violeta Matínez Alcañiz

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LA MOCHILA
SENDERISTA
PARA
PRINCIPIANTES
GUÍA DE EQUIPAMIENTO DEFINITIVA

deRutas
w w w. d e R u t a s . e s
A Bill Murray. Probablemente nunca leerás
esto, pero en 2018 te esperé fuera de Harpa,
el centro de conciertos de Reykjavík para
pedirte un selfie. Cuando me preguntaste
si había visto tu obra te dije que sí, pero lo
cierto es que mentí. Entonces no tenía ni
para pagarme una miserable habitación y
tenía que compartir cama con alguien que
conocí por Internet. Ni que decir tiene que
tuve suerte de poder pagar el autobús para
ir verte. Espero que lo entiendas y me dis-
culpes. ¡Un abrazo!
ALGUNAS PALABRAS
SOBRE EL LIBRO
Nunca tuve en mente escribir un libro sobre sende-
rismo tan técnico, pero nunca digas de esta agua no
beberé, porque después vas y bebes, y donde dije
digo, digo Diego.

Hubo dos razones que me motivaron a hacerlo. La


primera fue por vosotros. La mayoría de preguntas
que recibía por las redes sociales eran sobre mate-
rial. Pasaba horas respondiendo las mismas cues-
tiones sin que quedasen demasiado claras: a veces

Si estás en el sur de Chile y quieres recorrer una de las rutas de


senderismo más impresionantes del mundo, pásate por Torres del
Paine. Tanto el “Circuito W” como el “Circuito O” tienen algunos de
los paisajes más impresionantes que puedas imaginarte. Palabra.
5
era por falta de base de quien preguntaba y otras
por desconocimiento propio (por muchos libros y ki-
lómetros que lleve a la espalda, estoy lejos de saber-
lo todo).

Por otro lado, después de practicar senderismo du-


rante años con “cualquier cosa” y tras invertir un buen
pellizco en material, me di cuenta de que el equi-
po importaba más de lo que creía. Decidí entonces
echar toda la carne en el asador y renovarlo por com-
pleto. No me quedó otra que ponerme a estudiar para
conocer el mercado al dedillo. Y ya que estaba, ¿por
qué no escribir un libro sobre todo lo que iba apren-
diendo? Sí, suena algo radical (y probablemente lo
sea), claro que después de haber editado el libro “Mis
mejores 50 consejos e historias sobre senderismo”
(que también publica deRutas), me pareció el mejor
momento para atar algunos cabos que había dejado
sueltos.

Estaba decidido. Si Elon Musk estaba enviando co-


hetes al espacio, revolucionando el coche eléctrico y
planeando montar una colonia en Marte para finales
de siglo, yo también podía alcanzar mi propósito. No
soy Elon Musk, pero escribir un libro es más sencillo
que transformar el mundo del transporte espacial.

El libro “La mochila senderista para principiantes”


sigue la línea gráfica, la estructura y el tono de “Mis
mejores 50 consejos e historias sobre senderismo”,
aunque desde un punto de vista más técnico. Esto
6
es: escrito desde la experiencia, de forma cercana
y sencilla, y con decenas de imágenes e infografías
para que te quede todo cristalino.

En cada uno de los capítulos te enseño la importan-


cia de cada pieza del equipamiento, los materiales y
características y, finalmente, qué llevo yo en la mo-
chila. Súper útil. Además, he incluido un montón de
curiosidades, historias, recuadros y tablas para que
puedas ir picando información de aquí y allá si no
quieres leerlo todo del tirón. No, este no es el típico
libro de senderismo. Si ya has leído “Mis mejores 50
consejos e historias sobre senderismo” sabes de lo
que estoy hablando, y si no, estás a punto de descu-
brirlo.

Y bueno, como nunca me han gustado las introduc-


ciones y quiero que nos metamos en materia lo antes
posible, no añadiré mucho más. Si te surge alguna
duda, escríbeme al correo info@derutas.es o a tra-
vés de mi perfil de Instagram @territoriodeRutas, y
te responderé lo antes posible. En caso de que ten-
gas algún comentario, sugerencia o crítica, no dudes
en hacérmela llegar. Siempre son bienvenidas.

Espero que disfrutes leyendo el libro tanto como yo


lo he hecho creándolo.

¡Un abrazo, querido y desconocido senderista!


Jose Quiles

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UN POCO SOBRE MÍ

Cuando en 2010 decidí dejarlo todo y recorrer el


mundo a pie, me tacharon de loco. Sin embargo, des-
pués de hacer el Camino de Santiago Francés y atre-
verme con el GR-11 (una ruta maravillosa que cruza
los Pirineos en 45 días), descubrí una forma de via-
jar que me enamoró. De la noche a la mañana me
enganché al senderismo y me convertí en un adicto
a las rutas (y aquello solo acababa de empezar). Se
iba a liar bien liada.

Una cosa me llevó a otra y, aunque tuve mis más


y mis menos con la montaña, siempre encontraba
algún hueco para escaparme y disfrutar tirado en
cualquier lugar acurrucado en mi saco de dormir.
Caminé en lugares como Los Alpes, Torres del Paine,
el Himalaya, la estepa lapona e incluso en las mota-
ñas Rocosas en EE.UU. ¡Olé!

“La vida es la única cosa que


se recarga gastándola. Bueno,
eso y la batería del coche”.
Jose Quiles 8
Caminaba e iba escribiendo todo lo que sucedía a mi
alrededor, guardaba los recorridos en el GPS y toma-
ba apuntes en decenas de libretas que todavía guar-
do en algún cajón de casa. Antes de darme cuenta
tenía publicadas mis primeras guías y pronto le si-
guieron los libros. Había nacido deRutas.

En la actualidad me dedico (casi) por completo a


desarrollar material para senderistas para haceros
la vida un poco más fácil, y que disfrutéis de la mon-
taña tanto como yo lo he hecho (es algo que me en-
canta).

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ÍNDICE
(BREVE) INTRODUCCIÓN............................11

01. EL CALZADO DE SENDERISMO (BOTAS)........14


02. LA PRIMERA CAPA.............................................33
03. LA SEGUNDA CAPA............................................47
04. LA TERCERA CAPA.............................................59
05. PANTALONES Y POLAINAS...............................80
06. CALCETINES........................................................95
07. COMPLEMENTOS PARA CUELLO Y CABEZA..107
08. GUANTES Y MANOPLAS...................................116
09. EL SACO DE DORMIR........................................125
10. LA TIENDA DE CAMPAÑA................................148
11. LA ESTERILLA......................................................178
12. LA MOCHILA.......................................................189
13. LOS BASTONES DE SENDERISMO.................217
14. HORNILLOS Y COMBUSTIBLES.....................230
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(BREVE) INTRODUCCIÓN
Qué alegría nos dio a los senderistas el señor Wa-
llace Hume Carothers cuando, en 1931, inventó el
nailon. Con este fantástico material estableció las
bases para el descubrimiento de un mundo nuevo de
fibras manufacturadas que tan comunes son hoy en
día en la montaña. El impacto del nuevo material fue
tal, que cuando EE. UU. entró en la Segunda Guerra
Mundial en 1941, asignó toda la producción de nai-
lon para uso militar.

“Los tejidos sintéticos vinieron para


quedarse y hacerse un hueco entre los
naturales”.

Una década más tarde, y cuando ya habíamos asi-


milado las maravillas del nailon, se desarrolló el po-
liéster gracias a las investigaciones de Carothers en
la década de los 40. Abrid las botellas de champán.

Las posibilidades de estas nuevas fibras eran casi in-


finitas: eran muy fuertes y podían modificarse para
aportar mayor comodidad y resistencia. Además,
con el tiempo se fueron mezclando con otras fibras
sintéticas como el elastano o la aramida, y el abani-
11
co de posibilidades se multiplicó. Finalmente, como
no podía ser de otra forma, todos estos avances lle-
garon al público generalista y, aunque el poliéster no
acompañó a Edmund Hillary y Tenzing Norgay en el
primer ascenso al Everest en 1953, sí lo hizo cuando
Neil Armstrong y su equipo pisaron la Luna en 1969.
Houston, no tenemos un problema.

Íbamos de revolución textil en revolución textil y la


tecnología no tardó en volvernos a sorprender. En
1969 se descubrió el Gore-Tex, que asombró a todos
por su increíble resistencia al agua. Es cierto que el
nailon ya ofrecía esta característica, pero el Gore-Tex
aportaba una transpirabilidad nunca vista en un te-
jido así. Tres años más tarde se introdujo el termo-
sellado en las costuras y, tras incorporar el DWR, las
prendas llegaron a un grado de sofisticación que pa-
recía insuperable.

Mientras tanto, ya entrados en la década de los 70,


Helly Hansen andaba haciendo de las suyas y lanza-
ba al mercado una gama de forros de poliéster des-
tinados a los trabajadores de plantas petrolíferas del
mar del Norte. Eran hidrófobos, cálidos y muy lige-
ros. Se establecían, casi sin saberlo, las bases para
el sistema de las 3 capas.

A partir de los 80 comienza la carrera por crear ma-


teriales más eficientes y se invirtieron disparates
en I+D. Los usuarios pedían prendas cada vez más
avanzadas para caminar más lejos, pero, sobre todo,
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para hacerlo de forma más confortable. En los 90 se
reinventaron las segundas capas con los softshells
y, más tarde, con las segundas capas de relleno. La
forma de vestirse en la montaña cambió para mejor
y no nos costó adaptarnos. ¿Cómo íbamos a quejar-
nos por algo así?

Ya en nuestros días, se ha alcanzado tal grado de


especificidad que la diversidad de materiales que
hay en el mercado es abrumadora. No es de extra-
ñar que acabemos perdidos entre tantos nombres,
porcentajes y promesas casi de ciencia ficción.

Mientras tanto, hemos vuelto a los tejidos naturales


de alto rendimiento como la lana merina, y las com-
binaciones de tejidos sintéticos con naturales es de
lo más normal. Incluso el algodón, que fue desterra-
do de la montaña en los 90, ha resurgido en mezclas
como el polialgodón para mejorar el confort de algu-
nas prendas.

Es posible que no estés familiarizado con algunos


de los términos que he mencionado, pero te asegu-
ro que después de leer el libro, todo te va a quedar
claro. Bueno, voy a dejarme de rollos y vamos al lío,
que es lo que interesa, ¿no?

Sin más, ¡bienvenido al loco mundo del equipamien-


to senderista!

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01. EL CALZADO (BOTA)
DE SENDERISMO
No me canso de recordar a mis colegas la necesidad
de invertir en unas BUENAS botas de montaña. Al
fin y al cabo, son nuestro punto de apoyo sobre el te-
rreno y, por tanto, la herramienta más valiosa cuan-
do hacemos senderismo.

“Si acabas de llegar al mundo del


senderismo, escoge siempre botas para
proteger tus tobillos”.

Ningún elemento de tu equipamiento es tan impor-


tante para el éxito o el fracaso de una aventura. ¡Ojo!
Cuando digo “BUENAS”, no me refiero a que parez-
can más robustas o sean coloridas, ni a que sean un
batiburrillo de materiales y costuras. La palabra co-
rrecta sería: adecuadas. Por “desgracia”, las botas
de senderismo son poco llamativas y feas en com-
paración con las de alpinismo. Te adelanto que aca-
bar con las botas más molonas de la tienda es mala
señal. ¿Es que ningún diseñador de alta costura pien-
sa en la moda senderista?

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1 | EL CALZADO DE SENDERISMO

Antes de continuar, te advierto que dejaré fuera de


este análisis las zapatillas y las botas de alta mon-
taña, pues considero que no son apropiadas para
hacer senderismo. ¿He utilizado yo zapatillas en al-
guna de mis rutas? Sí ¿Han dado buenos resultados?
Casi siempre. Entonces, ¿por qué dejar fuera las za-
patillas? Si estás empezando en esto del senderismo,
lo más sensato es que comiences tus andadas con
botas. A medida que vayas acumulando kilómetros
y experiencia, tal vez podamos hablar de otro tipo de
calzado, ¿te parece? Pues vamos a ello.

Cuando se trata de senderismo, no te la juegues: la bota es


el único calzado que te protege el tobillo y te da una pisada
estable con mochilas pesadas. Algunos senderistas utilizan
zapatillas de caña baja pero, si estás empezando, mejor hazlo
con botas.
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1 | EL CALZADO DE SENDERISMO

1. SUELA. Es el “neumático” de los pies. Dependiendo de la for-


ma del surco y el desgaste, tendrán más o menos agarre. 2.
AMORTIGUACIÓN. Varias capas de espuma dan confort a la
pisada. 3. EXTERIOR O CARCASA. Es el cuerpo de la bota. La
piel es un clásico, pero los materiales sintéticos la han ido des-
plazando. 4. TIRADOR. Facilita que te puedas calzar la bota. 5.
CUELLO ACOLCHADO. Es una almohadilla en la parte alta de la
caña que previene las rozaduras y da confort. 6. MEMBRANA.
Evita que la bota se empape de agua y cale al interior. 7 PUNTA
REFOZADA. La punta es una de las partes más “sufridoras” de
la bota. Si tiene refuerzo, mejor (aunque esto añade rigidez y du-
reza a la parte frontal).

INFOGRAFÍA 1. Aquí te adjunto las partes de una bota de


senderismo. A lo largo del capítulo veremos algunas de ellas
en profundidad y otras solo las mencionaré por encima. ¿Es
necesario que te las sepas de carrerilla? Para nada, pero te
ayudará a poner cada cosa en su sitio.

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1 | EL CALZADO DE SENDERISMO

PROS PROS
L igeras Pisada muy estable
Más transpirables Protección del tobillo
Más baratas que las Mayor agarre
botas
CONTRAS
CONTRAS Más pesadas que
Pisada más inestable unas zapatillas
Poca protección del Son más caras
tobillo

INFOGRAFÍA 2. Verás más comparativas como esta en los


siguientes capítulos del libro. En ellas te muestro de forma
muy breve las ventajas y desventajas de dos piezas del
equipamiento. En este caso, de una bota y una zapatilla de
senderismo. Recuerda que solo recomiendo llevar botas de
montaña para hacer senderismo: tendrás la articulación más
protegida. Eso, es lo primero.
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1 | EL CALZADO DE SENDERISMO

HABLEMOS DEL TEJIDO DE LAS BOTAS

En las tiendas puedes encontrar botas fabricadas en


dos tipos de tejidos: sintético y piel. Los fabricantes
intercalan variantes de estos materiales para dotar
al calzado ciertas características, como flexibilidad
o resistencia. Sin embargo, emplear un mayor núme-
ro de materiales no siempre es un buen indicativo.
Esto implica más costuras y, por tanto, más puntos
débiles en una bota. Tal vez parezcan muy “técnicas”,
pero si las costuras no son de calidad, las botas se
desmontarán, literalmente, en un par de meses. Ten
esto en cuenta.

“Más costuras en una bota no siempre


indica más calidad. Si no están bien
rematadas, se romperán mucho antes de lo
que te imaginas”.

La piel es el único material natural que se utiliza en


botas. Las más comunes son el nobuck (de tacto
aterciopelado) y el serraje (de tacto rugoso y tosco).
Estoy seguro de que las has visto y de que algunas
de tus botas de montaña han sido fabricadas con
ellas. La piel es cómoda, cálida y transpirable. ¿El
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1 | EL CALZADO DE SENDERISMO

problema? Es más cara que los tejidos sintéticos y


requiere un cuidado minucioso. En definitiva: No es
apto para gente descuidada (entre los que me inclu-
yo).

SABÍAS QUE..
Cuenta la leyenda que el estadounidense Charles Goodyear in-
ventó el caucho que conocemos hoy en día cuando, por casua-
lidad, colocó un trozo de hule mezclado con azufre cerca de la
estufa. Esto dio origen al proceso de vulcanización. Lo típico. A
Newton también le pasó con una manzana. ¡Eureka! Es la gra-
vedad. En un momento te voy a hablar de él (del caucho, no de
Newton).

Los sintéticos son más baratos, no requieren casi


mantenimiento y secan más rápido (algo que te
puede venir muy bien cuando la bota se moja por
dentro y tienes que caminar al día siguiente). No son
tan cómodos como la piel y transpiran peor, pero pue-
des hacerles mil “perrerías” y apenas se van a quejar.
Por ejemplo, mientras la piel lleva fatal los cambios
bruscos de temperatura (como ese momento en el
que llegas a un refugio y dejas las botas al lado de
la estufa para que se sequen), los sintéticos ponen
cara de indiferencia. Eso sí, no acerques demasiado
tus botas o te arriesgas aque que los pegamentos
se reblandezcan y se despeguen.

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1 | EL CALZADO DE SENDERISMO

LA SUELA DE LA BOTA

El caucho es el material más utilizado en la ela-


boración de la suelas de senderismo por su gran
agarre y resistencia. Según su dureza y el dibujo de
la suela, tendrán mayor o menor agarre. Para hacer
senderismo, las suelas de dureza blanda-media son
las que más nos interesan, ya que dotan a la bota de
flexibilidad y favorecen la pisada. La marca Vibram
es la más popular y su caucho es conocido por todos
en el mundo de la montaña.

SABÍAS QUE..

Vibram es una marca italiana creada por el montañero Vitale


Bramani a finales de los años 30, en colaboración con Leopol-
do Pirelli (sí, el de los neumáticos).

Para añadir comodidad y absorber el impacto de la


pisada (el caucho es un material pesado y duro), la
mayoría de los fabricantes incorporan capas de es-
puma EVA (etilvinilacetato) o PU (poliuretano) a la
suela. Estas se caracterizan por sus diferentes den-
sidades y su tacto espumoso. Te hablaré en detalle
de estos dos materiales más adelante, en el capítulo
de las esterillas.

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1 | EL CALZADO DE SENDERISMO

Es probable que con una membrana impermeable los pies


transpiren peor, pero si por casualidad se te moja el interior
de las botas en una ruta, irás con los pies mojados un par de
días. ¿Qué prefieres? Yo me quedo con la membrana aunque
los pies transpiren peor.

MANTENIENDO EL CALZADO SECO: LA


MEMBRANA

Muchas botas de montaña incluyen una membra-


na resistente al agua para evitar que el pie se moje
cuando llueve (o cuando pisas ese charco que ha
aparecido de la nada. ¡Suprise!). La más famosa es
el Gore-Tex.

El principal inconveniente de la membrana es que


con ella, las botas pierden transpirabilidad y no es
lo más adecuado para climas secos y muy caluro-
sos. Si la lluvia te va a acompañar de forma habitual
en tus salidas de senderismo, eso es otra cosa. Te
hablaré de estos prodigios tecnológicos en el tema
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1 | EL CALZADO DE SENDERISMO
EL CAUCHO NO ES LO QUE
CREES

El caucho es una sustancia blan-


ca que se obtiene a partir de la
savia de algunos árboles tropica-
les (látex). A través de un proce-
so industrial llamado vulcaniza-
ción, en el que se calienta y se le
añade azufre o selenio, se trans-
forma en el material negro y vis-
coso de la suela de las botas y
en los neumáticos. No te acosta-
rás sin saber algo nuevo. Yo me
he enterado hoy.

de la la tercera capa. Llegaremos a ello y lo entende-


rás todo, no te preocupes.

EL SECRETO DE ESCOGER LA TALLA


ADECUADA

Tienes dos formas para comprobar que la talla de la


bota es la que el universo ha escogido para ti.

Para la primera, saca la plantilla, pon el pie sobre ella


y asegúrate de que sobre 1 cm en la puntera. El pro-
blema con este método es que solo tiene en cuenta
22
1 | EL CALZADO DE SENDERISMO

la longitud del pie y no considera la forma de la bota


ni su ajuste: no puedes sentir qué se siente (¡cuánto
sentimiento!) cuando llevas la bota puesta.

Para la segunda, pruébatela con el calcetín que uses


en tus salidas de senderismo y mete el dedo índice
por detrás de la bota. Si puedes hacerlo sin que te
sangre por la fricción o quede holgado, entonces ha-
brás dado con la talla adecuada. Sé que puede pare-
cer rudimentario, pero funciona. Yo lo aprendí de mi
madre, y mis hijos lo aprenderán de mí.

“Si estás indeciso entre dos tallas de bota,


escoge siempre la más grande para evitar
destrozarte las uñas en las bajadas”.

Es importante que pruebes las botas tanto en baja-


das como en subidas, ya que no se comportan igual
que en llano (tu tienda debería tener una pequeña
rampa para hacerlo). Pruébate las dos: un pie suele
ser ligeramente más largo que otro, y esto puede
influir a la hora de decidirte por el modelo.

Recuerda: cuando escojas la talla de tus botas, prué-


batelas a conciencia y guíate por la que mejores
sensaciones te dé. A veces, la talla es la correcta,
23
1 | EL CALZADO DE SENDERISMO

pero el modelo es estrecho o la horma no se adap-


ta bien. Maldita. Vas a caminar largos trechos con
ellas puestas y no querrás darte cuenta en mitad de
una caminata de 20 kilómetros de que escogiste las
equivocadas. Esos errores se pagan con demasia-
das molestias, rozaduras y ampollas.

SABÍAS QUE..
Una de las peores cosas que le puedes hacer a tus botas de piel
es dejarlas junto a una estufa después de un día de sende-
rismo pasado por agua. Los cambios bruscos de temperatura
hacen que este calzado sufra muchísimo y se agriete.

ALGO NO TAN BÁSICO COMO ATARSE LAS


BOTAS

Uno de los errores más comunes al calzarse las botas


de senderismo, es no atarlas correctamente. Sería
razonable pensar, que cuanto más apretadas, mjor.
Pero no. Esto no es del todo así. Si lo haces, pue-
den suceder dos cosas: que acabes con una tendini-
tis de aúpa en los extensores del pie o en el tendón
de Aquiles, o que te hayas pasado tantos pueblos
que hayas cortado la circulación y se te duerman los
dedos de los pies.

En el caso de que lleves las botas demasiado suel-


tas, puedes acabar con una torcedura de libro: el
24
1 | EL CALZADO DE SENDERISMO

tobillo está desprotegido mientras caminas con la


seguridad y la potencia en la pisada de una bota. Se
masca la tragedia. Te diría que es casi peor que ir
con chanclas a la montaña.

Habrás deducido que, como en la mayoría de las si-


tuaciones de esta vida, en el punto medio está la
virtud. Ni muy sueltas ni muy apretadas. Siéntete
cómodo y, a la vez, seguro.

Atarse las botas correctamente es fundamental para que no


aparezcan males mayores. Tienes que sentirte seguro pero
sin llegar al punto de que el pie esté a punto de explotarte.
Tampoco deben ir muy sueltas: con una bota mal atada es
muchísimo más fácil que sucedan torceduras. Vamos, ni muy
apretadas ni muy sueltas.

25
5 COSAS SOBRE TUS BOTAS DE MONTAÑA EN
LAS QUE DEBERÍAS FIJARTE

1. ACABADOS. ¿Son de buena calidad? ¿Los mate-


riales son duraderos o dan la sensación de que se
van a descomponer en la primera salida? Compára-
las con otras y no dudes en dejarte aconsejar en la
tienda o en Internet (que suele ser más imparcial).

2. MATERIAL DE FABRICACIÓN. Escoge unas botas


de piel solo si has tomado la firme decisión de cui-
darlas como se merecen. Ellas lo harían. Si no, mejor
decídete por las sintéticas. Podrás desentenderte de
ellas (casi) por completo y te ahorrarás un dinero.

3. LIGEREZA. Compra las botas de senderismo más


ligeras que encuentres (siempre que no comprome-
tan la calidad). Esta característica puede ir en de-
trimento de la durabilidad, pero los kilómetros y los
desniveles se harán más llevaderos.

4. SUELA DE DUREZA BLANDA-MEDIA. Favorecen


la pisada y la hacen más natural (tienes que poder
doblar las botas con tus manos sin problema). Si ade-
más de pegadas, también van cosidas, pues eso que
te llevas. Asegúrate de que lleven una entresuela de
espuma para que la pisada sea más agradable.

26
“Compra unas botas con una suela que
puedas doblar fácilmente con las manos”.

5. MEMBRANA IMPERMEABLE. A menos que ca-


mines por climas secos y calurosos, escoge unas
botas que incorporen una membrana resistente al
agua, especialmente si haces salidas largas de va-
rios días. Como siempre digo, es mejor tener menos
transpirabilidad en los pies, que llevar los pies moja-
dos durante días. Palabra de senderista.

Ni te imaginas a la cantidad de lugares a los que puedes llegar


con unas botas y una mochila al hombro. Algunos son tan
impresionantes como el de la foto; otros, más. Otros son una
mierda, pero eso ya es otra historia.

27
1 | EL CALZADO DE SENDERISMO

Las plantillas de gel aportan comodidad y amortiguación a la


pisada. Lo agradecerás especialmente en rutas largas.

MOTIVOS PARA COMPRARTE UNAS


PLANTILLAS

No voy a andarme con rodeos: es una de las mejo-


res inversiones que puedes hacer junto con unas
buenas botas. Es cierto que cualquier calzado que
adquieras hoy en día ya las lleva, claro que, por muy
poco dinero más, te llevas a casa el Ferrari de las
plantillas de senderismo. Yo quiero uno.

Si no tienes un pie delicado, en tiendas de deporte las


hay de silicona que van muy bien: minimizas el im-
pacto en las articulaciones, previenes las ampollas y
caminas más a gusto. Es una de esas ideas brillan-
tes de las que piensas: “¿Por qué no se me ocurrió
antes?”.

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1 | EL CALZADO DE SENDERISMO

¿Tienes algún tipo de problema en la pisada? Visi-


ta a un podólogo para que te diseñe unas a medida
si vas a hacer senderismo de forma habitual. Y si no,
también. A la larga, tu cuerpo te lo va a agradecer:
rodillas, tobillos, espalda… Todos salís ganando. No
son baratas, pero la inversión merece la pena.

“Una inversión en plantillas es una de las


mejores inversiones que puedes hacer”.

ESTAS SON MIS BOTAS

Después de probar varias marcas, modelos y materia-


les, me he quedado con unas botas de piel, con mem-
brana (incluso en climas cálidos) y con una suela Vi-
bram blanda con toda la amortiguación imaginable.
Vamos, el cliché de las botas de senderismo. Me de-
cidí por la piel porque me gusta más que el sintético
y, aunque no le doy los cuidados que debería, cami-
no tanto que, para cuando la piel está comenzando
a agrietarse, la suela hace meses que está para tirar.

Además de una buena bota con una caña lo sufi-


cientemente alta como para cubrirme el tobillo, llevo
unas plantillas de gel que me ayudan mucho en rutas
con mucho desgaste físico o terrenos muy duros. Si
29
1 | EL CALZADO DE SENDERISMO

no las has probado, te las recomiendo “muy mucho”.


Pura poesía para los pies.

VOY CERRANDO EL CAPÍTULO


Hasta aquí el apasionante capítulo de las botas de
montaña. ¿Qué te ha parecido? Espero que no hayas
tirado la toalla, nos queda mucho por recorrer jun-
tos: un mundo de materiales, tejidos y artilugios por
descubrir.

En la siguiente página he adjuntado un cuadro donde


te explico lo que es vestirse con el método de las
tres capas, uno de los pilares fundamentales de la
indumentaria en montaña, y después entro a mache-
te con cada una de ellas.

En los siguientes capítulos aprenderás más acerca


de los tejidos, tanto de los sintéticos como de los
naturales, sobre las membranas y... en fin, la lista de
temas que nos quedan es (casi) interminable.

¿Estás preparado? Pues vamos a por más, que esto


solo acaba de comenzar.

30
VESTIRSE CON EL MÉTODO DE LAS TRES
CAPAS

No hace falta ser ingeniero aeronáutico para adivi-


nar que, el método de las tres capas, está formado
por lo que su nombre indica: tres capas (en climas
muy fríos, pueden ser cuatro). La intención de ves-
tirse por capas es la de crear un pequeño micro-
clima alrededor de tu cuerpo que te proteja de las
inclemencias del tiempo, a la vez que te mantienes
seco y a una temperatura corporal agradable para
la práctica del senderismo (ya verás más adelante
que, lo de mantenerse completamente seco, es cien-
cia ficción. Siempre acabas mojado).

“¡Recuerda! Vístete por capas para ir a la


montaña. Cada una tiene su función”.

A modo de introducción rápida, la primera capa es


la responsable de alejar el sudor de la piel; vamos, la
camiseta de toda la vida pero venida a más. La fun-
ción de la segunda capa es la de retener el calor que
genera el cuerpo; el polar o la chaqueta de relleno
son dos ejemplos de segundas capas. Finalmente,
la tercera capa es la que se lleva la peor parte: es la
barrera que mantiene a raya a la lluvia, la nieve o el
viento. Así de fácil.
31
En general, se puede hablar de tres capas en cual-
quier parte del cuerpo. Como ya hemos visto, en el
tronco las capas suelen ser: una camiseta, un forro
polar y una chaqueta de Gore-Tex. De la misma ma-
nera, puedes abrigar el tren inferior (las piernas) con
unas mallas, un pantalón y una membrana. Esto
puede incluso trasladarse a los pies: un calcetín fino,
otro más grueso y unas botas que hacen de tercera
capa.

En adelante, me centraré en las tres capas del tronco


por ser por donde se pierde la mayor parte del calor
corporal. El sistema funciona igual para el resto del
cuerpo, incluso para manos y cabeza.

Aunque en la mayoría de salidas de senderismo solo llevarás


la primera capa, deberías meter en tu mochila una prenda de
abrigo y una tercera capa fina (hablaremos de ellas a lo largo
del libro).
32
02. LA PRIMERA CAPA
Ocho camisetas de algodón. Esa fue la barbaridad
que metí en la mochila la primera vez que hice sen-
derismo durante varios días. Los cálculos no falla-
ban: una camiseta para cada día de marcha (seis
jornadas) y dos más para dormir en el refugio. En
aquel momento, me pareció algo tan normal que me
resultaba insultante que alguien cuestionara mi de-
cisión. Si lo hiciese hoy, ni ocho ni algodón. Para que
no caigas en el mismo error, vamos a disertar sobre
la primera capa, los materiales que existen y cual es
el que más te conviene. ¡Al lío!

VAMOS A REPASAR ANTES DE CONTINUAR

La primera capa es la prenda que está en contac-


to con el cuerpo. Su función es la de alejar el sudor
que se acumula en la piel y evitar la sensación de hu-
medad aunque, en climas fríos, también puede ser
una prenda más o menos aislante. Es la camiseta de
toda la vida en cualquiera de sus versiones: manga
larga, manga corta, sin mangas, con cremallera en
el pecho, sintética, de tejido natural... Dependiendo
de por dónde hagas senderismo y tus preferencias
personales, tendrá unas características u otras.

33
2 | LA PRIMERA CAPA

1. CAÍDA. Que tenga cierta caída en la parte de atrás, evitará


que no se te congelen los riñones. Muchas primeras capas la
llevan. 2. MATERIAL. Sintética o de lana merina. Vamos a verlo
con detalle en este capítulo y volveremos a estos dos materiales
a menudo, no te preocupes. 3. BOLSILLOS. Las primeras capas
no suelen llevar bolsillos, aunque algunas incorporan uno en el
pecho (y a veces, te salva el día). 4. CUELLO. Que sea redondo
o de pico importa más bien poco, pero una cremallera es estu-
penda para ventilar cuando el calor aprieta. 5. TAMAÑO. Lo ve-
remos a lo largo del capítulo, pero ya te adelanto que en invierno
debe ir ceñida, y en verano, suelta.

INFOGRAFÍA 3. Llevar una segunda o una tercera capa no es


siempre necesario (si me estás leyendo desde el sur de España,
sabes de qué estoy hablando), pero siempre vas a llevar una
primera capa encima. En esta infografía tienes algunos puntos
que trataré durante el capítulo. Dedicaré especial atención a los
materiales: es uno de los pilares básicos a la hora de hablar
del equipamiento. No te preocupes: no hay tantos como te
imaginas y te lo pondré bien fácil para que no te vuelvas loco.

34
2 | LA PRIMERA CAPA

Antes de comenzar a hablar de los tejidos, voy a aclarar


un par de cosas. En primer lugar, muchas de las afirmacio-
nes que haré aquí son orientativas y, hasta cierto punto,
arriesgadas: igual que hay tejidos sintéticos malos, hay
tejidos naturales no tan buenos y que no siempre cum-
plen con lo que prometen. Además, no existe el Santo
Grial que reúna todas las características ideales. Sin em-
bargo, en ocasiones me permitiré la licencia de genera-

Cogí esta foto de Internet porque me pareció bonita y porque...


No he visto peor ropa senderista en toda mi vida: él lleva
una camisa afelpada que huele a algodón desde aquí; unas
zapatillas converse con unos calcetines tobilleros, y me da la
leve impresión de que esos pantalones son tirando a vaqueros.
Ella viste una chaqueta vaquera pero, por lo menos, lleva unas
botas de senderismo. Más vale eso que nada. Solo espero que
llegaran en coche y solo se hayan parado para hacer la foto
(que les ha quedado muy bien, por cierto).

35
2 | LA PRIMERA CAPA

lizar y simplificarlo todo para que no nos explote la


cabeza a la primera de cambio. Dicho esto, ahora sí
nos metemos de lleno con los tejidos, ¡que hay mu-
chas tela que contar!

VEAMOS LOS TEJIDOS DE LAS PRIMERAS


CAPAS

Como sucedía con las botas, en las primeras capas


también podemos distinguir, grosso modo, entre ma-
teriales sintéticos y naturales. En adelante, te darás
cuenta de que es la división principal en casi todos
los materiales de la indumentaria de un senderista,
ya sea de una primera capa, unos calcetines o unos
pantalones.

“Los sintéticos no ofrecen la comodidad


de los materiales naturales, pero son más
baratos, resistentes y secan más rápido”.

LOS SINTÉTICOS BIEN...

Por un lado, los tejidos sintéticos de calidad trans-


piran bien, secan muy rápido y son duros como el
martillo de Tor. El material más común es el poliés-
36
2 | LA PRIMERA CAPA

ter (en cualquiera de sus grosores) y, en menor me-


dida, la poliamida. Además, se pueden mezclar con
pequeñas cantidades de elastano o tejidos simila-
res para aportar elasticidad.

Sin embargo, no son todo buenas noticias y están


lejos de ser materiales perfectos: no transpiran ni
son tan cómodos como los naturales y, después de
un tiempo de uso, acumulan malos olores.

Estas pedazo de ovejas son auténticas bolas de lana merina,


una de las fibras más preciadas por la industria textil: es cálida,
cómoda, seca rápido y no huele. ¿Alguien da más? Te hablo de
ella en la siguiente página.

37
2 | LA PRIMERA CAPA

... LA LANA MERINA, MEJOR

Por otro lado, el grupo de los tejidos naturales (tanto


los que provienen del mundo animal como del vege-
tal) lo conforman el algodón o la lana merina, y otros
menos conocidos como el tencel, muy utilizado en
ropa interior, el pelo de camello o incluso la fibra de
coco.

El algodón rara vez se utiliza en la confección de


prendas de senderismo, pero, cuando lo hace, apa-
rece en pequeñas cantidades para hacer más cómo-
dos los tejidos sintéticos.

SABÍAS QUE..
Si te gusta ir hecho un pincel a la montaña, una camisa es una
buena primera capa para verano: queda holgada y tiene una
ventilación fantástica. Dicho esto, yo las he probado y no me
han convencido en absoluto. Los botones me molestan con las
correas de la mochila y siempre se me acaba escurriendo. Aun
así, a otros senderistas sé que les van de perlas. ¿Qué te pare-
ce a ti?

En las primeras capas ha sido la lana merina la que


se ha llevado el gato al agua, tanto para climas tem-
plados como para climas fríos. ¿Lana? Jose, suena
a que voy a pasar calor. Bueno, eso depende. Hay
camisetas de lana muy finas y transpirables que son
38
2 | LA PRIMERA CAPA

una auténtica maravilla de la ingeniería natural: son


cómodas, mantienen el calor aun estando húmedas
y tienen una enorme resistencia frente a los olores.
Son tan buenas en esto último que parece casi bru-
jería. Podrías pensar que lo tiene todo. ¿El problema?
A menos que se mezcle con otros tejidos, no es tan
resistente como las prendas sintéticas (ni de lejos),
es más cara, seca más despacio y no es lo recomen-
dable en climas muy cálidos.

“La lana merina es un material casi mágico


en las primeras capas. Si la utilizas, nunca
más volverás a los sintéticos. Palabra”.

¿No te llega el presupuesto para una prenda de lana?


Los sintéticos actuales son una pasada y llegan casi
a igualar sus cualidades. Esto incluye la capacidad
para no retener olores gracias a tratamientos quí-
micos con moléculas de plata y cobre. Bienvenido
al futuro. Además, son súper resistentes a la abra-
sión, secan rápido (esto es su mejor baza) y son una
buena alternativa para climas muy cálidos.

39
2 | LA PRIMERA CAPA

LANA MEZCLA LANA -


ALGODÓN SINTÉTICOS
MERINA SINTÉTICOS

COMODIDAD Alta Alta Media Alta

TRANSPIRABILIDAD Alta Alta Media Alta

CAPACIDAD
Baja Media-alta Alta Alta
HIDRÓFOBA

INFLAMABILIDAD Baja Baja Media-alta Baja

AISLAMIENTO TÉRMICO
Muy baja Alta Media Alta
CUANDO ESTÁ MOJADA

CAPACIDAD PARA RETE-


Media Muy baja Alta Baja
NER OLORES

RESISTENCIA Media Baja Muy alta Alta

PRECIO Bajo Alto Medio Alto

TABLA 1. Aquí te adjunto una tabla con los materiales más


comunes con los que se confeccionan las primeras capas.
Léela con “cuidado”. No, no es que sea peligrosa. ¿Por qué digo
entonces lo de “con cuidado”? Pues, por ejemplo, en el apartado
“precio” el algodón aparece como un material barato. Y sí, lo
es. Sin embargo, hay algodones como el egipcio Giza 45, a con
el que se elaboran camisas que pueden llegar a costar más de
1.000 euros. Otro ejemplo es la lana merina y la comodidad.
Por lo general, es un tejido muy cómodo, pero puede contener
mezclas de otras lanas que hagan que la prenda sea ligeramente
irritante. Depende, ¿de qué depende?

40
2 | LA PRIMERA CAPA

PROS PROS
Muy traspirable Seca muy rápido
Súper cómoda Tejido (casi) indes-
Resistente a olores tructible
Calienta incluso hú-
meda CONTRAS
Peor resistencia a los
CONTRAS olores
Se rasga con facilidad Menor capacidad ca-
Le cuesta secarse lorífica que la lana

INFOGRAFÍA 4. La lana merina y los tejidos sintéticos son los


dos materiales que más abundan entre las primeras capas de
senderismo. A mí, la lana (la merina) me parece una material
comodísimo, pero tengo que reconocer que los sintéticos de
gama alta y las mezclas la siguen muy de cerca. ¿Con cuál te
quedas? 41
3 CONSEJOS PARA QUE NO FALLES CON TU
PRIMERA CAPA

1. GUÍATE POR LA CALIDAD Y NO POR EL PRECIO.


Puedes encontrar primeras capas desde 5 hasta más
de 70 euros. Mi consejo es que te quedes con algo
intermedio en precio, que sin ser lo último de lo úl-
timo, tenga una calidad más que probada y funcione
como debe. Apuesta siempre por la lana o por mez-
clas con un alto porcentaje de lana y tejidos sintéti-
co para ganar resistencia.

Si te has movido siempre entre las gamas bajas de


equipamiento, ya es hora de hacer senderismo más
cómodo, dejar a un lado los tejidos de tacto plásti-
co y comenzar a disfrutar de la montaña. Y si es con
materiales naturales, mejor que mejor. ¡Transpirabili-
dad y comodidad al poder!

“Olvídate del algodón en las primeras capas.


Cuando está mojado, puedes llegar a perder
calor muy rápidamente”.

2. EL TAMAÑO SÍ IMPORTA. En climas cálidos,


busca que tu primera capa te quede holgada para
que ventile mejor. En el caso de las prendas inverna-
42
2 | LA PRIMERA CAPA
les, que queden ajustadas al cuerpo pero sin oprimir.
Si no tienen costuras ni resaltes, mucho mejor. Fíja-
te en si tiene zonas reforzadas o de diferente densi-
dad en la espalda y en los hombros, y tejido de malla
menos tupido en las axilas. Una cremallera de medio
pecho te puede ir muy bien para liberar calor cuando
la ruta apriete, aunque a mí me parece muy molesta
(creo que es una manía que tengo).

“Escoge tu primera capa de verano holgada,


y la de invierno, más ajustada”.

3. YO LA PREFIERO LARGA. Que no te quede corta


(más bien larga) o se arrugará en la zona baja de la
espalda por culpa el cinturón lumbar de la mochila.
Además, en climas fríos , es un punto por donde se
pierde mucho calor. No te preocupes: las grandes
marcas de ropa de montaña ya han pensado en esto
y fabrican sus primeras capas con caída trasera. Que
gente más maja, siempre pensando en el pequeño
senderista. Un aplauso.

43
2 | LA PRIMERA CAPA

ESTA SON MIS PRIMERAS CAPAS (Y LAS


ADORO)

Aunque comencé en el mundo del senderismo con


prendas sintéticas tirando a cutrecillas (por temas
económicos, claro), una vez inviertes en calidad, no
vuelves a los tejidos malos ni para hacer trapos.

Si voy a caminar una ruta larga en pleno verano, llevo


dos primeras capas sintéticas y las intercalo en las
etapas. En climas fríos o incluso templados, no lo
dudo y escojo primeras capas de lana merina. Para
el campamento o el refugio, rara vez llevo una pri-
mera capa sintética y me decido por la lana o el al-
godón (en estas situaciones, hago una excepción).

SABÍAS QUE..
Las fibras sintéticas como el poliéster, el nailon o el elastano
se obtienen de productos derivados del petróleo. Son algo así
como los plásticos de los tejidos. Es por esto que muchos de
ellos tienen un tacto más frío que los naturales, aunque hoy en
día se han conseguido acabados muy cómodos y cálidos.

44
2 | LA PRIMERA CAPA
SÉ UN TUAREG

Llega el verano y toca cambio de armario. Nos ol-


vidamos de la ropa de invierno y desempolvamos
las camisetas, los vestidos finos, los bañadores, las
faldas cortas, y obviamente, sustituimos los colores
oscuros por los claros. Todo el mundo sabe que los
colores claros reflejan la luz del sol mientras que
los oscuros la absorben. Culturilla general que lo lla-
man.

Entonces, ¿qué le pasa al pueblo Tuareg del Sáhara,


que siendo los que más entienden del asunto, van
siempre tapados hasta arriba y con colores oscu-
ros? No es que el sol les haya frito las neuronas y no
sepan lo que están haciendo. Lo saben, y muy bien.

Los colores oscuros absorben mucho más el calor


que los claros, pero protegen más contra los rayos
UV. Por aquellos lares no tienen el acceso a las cre-
mas solares que tenemos aquí. ¿Cómo lo hacen para
no pasar calor? Los tejidos son muy finos, y las ropas
amplias para que el aire pueda circular por debajo.
Estos Tuaregs lo tienen todo pensado al milímetro.

45
2 | LA PRIMERA CAPA

PUES PARECE QUE ESTO ES TODO POR AHORA

Con esto y un bizcocho, hemos acabado el capítulo.


Fue breve, pero intenso. En los siguientes capítulos
continuaré adentrándome en el confuso mundo de
los materiales y los tejidos. Volveré sobre algunos
conceptos e iré introduciendo otros nuevos. En las
segundas capas verás que los tejidos que con los
que se elaboran son los mismos que en las prime-
ras, pero con ligeras diferencias. ¿Sabías que las
prendas no generan calor por sí solas y lo que hacen
es retener calor corporal? Te explicaré esto y un buen
saco de cosas más.

Si vives en España y te gusta la montaña (si estas leyendo este libro,


lo doy por hecho), Los Pirineos están en el top 3 de las mejores
opciones para hacer senderismo. No solo tienen una red amplísima
de senderos; además, presume tener la ruta más impresionante de
Europa (bajo mi propio criterio, claro): el GR-11. Una travesía de
más de 800 km que cruza la cordillera de costa a costa.
46
03. LA SEGUNDA CAPA
Quería escribir una historia corta sobre la segunda
capa, pero no se me ha ocurrido ninguna. Ando con
el cerebro seco de ideas. En el libro “Mis mejores
50 consejos e historias sobre senderismo” hay un
buen puñado, algunas de ellas muy curiosas y diver-
tidas (e incluso locas). Te lo recomiendo. Por ahora,
creo que dejaré eso de pensar y me centraré en el
contenido. Si se me ocurre más adelante, te aviso.

SABÍAS QUE..
El nailon, al igual que la licra, es un tejido registrado por la fa-
mosa marca duPond (no la confundas con Dupont, que fabrica
artículos de lujo). Los equivalentes sin patentar son la poliami-
da en el primer caso, y el elastano en el segundo.

La función de la segunda capa es la de aislarte tér-


micamente y favorecer la evacuación del sudor. No
te aíslan de la lluvia y el viento (de eso ya se encarga
la tercera capa), aunque hay soluciones intermedias
que te explicaré un poquitín más adelante: los softs-
hells y las segundas capas con relleno. Para que te
hagas una imagen mental rápida, el mayor expo-
nente de esta segunda capa es el famoso “polar”
en todas sus variantes (que no son pocas).

47
3 | LA SEGUNDA CAPA

A continuacion te hablo de los materiales con los que


se confeccionan las segundas capas. Te serán fami-
liares. En muchos casos son los mismos de los que
te hablé en las primeras capas, aunque con mayor
grosor o confeccionados de diferente manera para
que la estructura retenga mejor el calor. Como ya
hice en el capítulo anterior, al final he incluido un
apartado donde te cuento cuál llevo yo en mis sali-
das de senderismo. Puedes copiarte sin problemas.

“El rey indiscutible en las segundas capas


continúa siendo el sintético”.

VEAMOS QUÉ TEJIDOS HAY EN LAS SEGUNDAS


CAPAS

El tejido predominante en las segundas capas es el


sintético, en concreto, el famosísimo forro polar, que
parece que no puede faltar en ninguna salida de sen-
derirmo. Sí, está hasta en la sopa y no me sorprende
en absoluto: tiene un tacto muy agradable, es cálido
y retiene parte de la capacidad térmica aun estando
mojado. Un hito de la ingeniería textil.

Como en las primeras capas, la lana merina también


podría haber hecho una aparición estelar en las se-
gundas: tiene capacidades térmicas sobradas para
48
3 | LA SEGUNDA CAPA

ello. ¿El problema? Pues que existiendo una solución


sintética tan buena como el polar, es (casi) impensa-
ble una segunda capa de lana merina que peca de
delicada, retiene muchísima agua y cuesta un riñón
y parte del otro. Y sí, muchas marcas trabajan con
ella en prendas técnicas, pero son caras y no es la
tónica general (aunque es un mercado que está cre-
ciendo muy rápido).

Para el frío, la mejor opción es llevar una buena segunda capa.


Esta puede ir desde una prenda fina de lana merina en climas
cálidos, a una gruesa sintética o incluso una chaqueta con
relleno en climas más fríos. ¡Ah, espera! ¿No sabes que es una
chaqueta con relleno? Mis disculpas, me he adelantado. Te lo
cuento en la página siguiente.

49
3 | LA SEGUNDA CAPA

CHAQUETAS CON RELLENO

Esto es otro nivel. Uno superior, claro. Para mí es una


pieza insustituible cuando se trata de luchar con-
tra el frío. A diferencia del polar, las chaquetas con
relleno son un “emparedado” de dos sintéticos muy
finos con un relleno. ¿Qué tenemos? Una chaqueta
comodísima, ligera y muy comprimible. Yo la utilizo
hasta para estar por casa.

El relleno puede ser de pluma o de algún sintéti-


co que la imite (algunos lo hacen realmente bien). A
menos que practiques senderismo en climas fríos,
son chaquetas “de campamento” demasiado cálidas
para caminar con ellas puestas, especialmente las
de pluma. Te cueces.

Islandia es un paraíso en la Tierra. No me canso de caminar por


ese país. La ruta Laugavegur, la más famosa, tiene 55 kilómetros y
recorre paisajes volcánicos de esos que te dejan con la boca abierta
a cada paso. Para mí, uno de los lugares más increíbles del mundo
para hacer senderismo.
50
3 | LA SEGUNDA CAPA

1. CREMALLERA. Aunque las hay sin cremallera en el pecho, pre-


fiero que la lleven. La cremallera es un vía de escape para eva-
cuar ese calor que nos sobra (y de paso, facilitar el ponérnosla
y quitárnosla) 2. MATERIAL. El más común es el sintético, aun-
que comienzan a verse prendas fabricadas con lana merina. 3.
AXILAS. Las segundas capas más técnicas y cálidas tienen teji-
dos menos densos en las axilas para mejorar la traspirabilidad.
Es un buen plus. 4. BOLSILLOS. ¿Todavía hay segundas capas
sin bolsillos? Yo tengo una que no los lleva, y cada vez que voy a
buscarlos, me llevo una minidecepción. 5. CAPUCHA. En gene-
ral los forros polares vienen sin capucha aunque las chaquetas
de relleno sí la llevan. 6. TAMAÑO. Ajustada y sin que oprima
para entrar en calor más rápido.

INFOGRAFÍA 5. Aunque a lo largo del capítulo hemos visto


(y vamos a ver) diferentes tipos de segundas capas, en la
infografía de arriba tienes las partes de un forro polar clásico.
Lo he hecho así porque la más común. ¿Quién no tiene en su
casa uno de estos? Eso sí, no todos son iguales: la calidad
varía mucho de unos a otros (y el precio va a la par).

51
3 | LA SEGUNDA CAPA

PROS PROS
Barato Cortavientos
Retiene el calor cuan- Muy cómoda y ligera
do está húmedo
“Indestructible” CONTRAS
Tejido exterior muy
CONTRAS fino (puede rasgarse)
No funciona como Más caras que los po-
tercera capa lares

INFOGRAFÍA 6. Ambas prendas cumplen la misma función,


pero tienen diferentes acercamientos. Yo lo tengo más que
claro: la chaqueta de relleno es más comprimible y ligera, y
tiene funciones de tercera capa (protege del viento y de lluvia
ligera). No sé tú, yo me quedo con una chaqueta de relleno en
(casi) cualquier situación. Son más caras, aunque continúan
ganando por goleada.

52
3 | LA SEGUNDA CAPA
5 CONSIDERACIONES ANTES DE COMPRAR
TU SEGUNDA CAPA

1. CALIDAD. ”Por supuesto, José, menuda obviedad”,


pensarás; pero te aseguro que he llevado forros po-
lares que literalmente se deshacían después de un
día con la mochila a cuestas. Si no estás familiariza-
do con el tejido, los acabados de la prenda siempre
dan buenas pista. O eso, o la etiqueta: el precio no
falla nunca (y merece la pena pagar la diferencia).

2. MATERIALES DE DIFERENTES DENSIDADES. Las


segundas capas más técnicas tienen tejidos finos
en la zona de las axilas para mejorar la transpirabi-
lidad. Es un buen “invento” en prendas activas, pero
se pierde aislamiento. A mí no me gusta (tengo una
chaqueta que lo lleva), aunque tal vez podría funcio-
narte a ti. Para gustos, montañas.

“Una camisa de manga larga es una


segunda capa estupenda en climas cálidos
(y una primera dependiendo del tejido). No
para mí: no puedo con los botones”.

3. CAPUCHA O CUELLO ALTO. Una de las zonas por


donde el frío se escurre con más facilidad es el cue-
53
3 | LA SEGUNDA CAPA
llo. Si hace viento y las temperaturas son bajas, la
cosa se complica. Los forros polares tienen cuello
alto y las chaquetas con relleno, capucha... En la ma-
yoría de los casos. Por si las moscas, asegúrate de
que lo lleven.

4. BOLSILLOS LATERALES. Son ideales para man-


tener las manos calientes si no llevas guantes y fa-
cilitarte la pérdida de cosas importantes si no cie-
rras las cremalleras. Yo no puedo vivir sin ellos. El
único inconveniente es que pueden quedar “bloque-
dos” por el cinturón lumbar en mochilas grandes. En
estos casos, un bolsillo en el pecho o de canguro te
da acceso rápido al teléfono, un tentempié o al carné
de la biblioteca. No hay muchas marcas que los in-
cluyan en sus prendas, y cuando los llenas, tampoco
te hacen una figura muy estilizada, pero son prácti-
cos.

5. ELÁSTICOS EN LAS MANGAS. Fíjate en que los


puños lleven elástico o cierren ligeramente. Si tienen
un agujero para meter el dedo pulgar, habrás dado
en el clavo: ya nunca más se te escurrirá la manga
cuando te pongas la tercera capa o unos guantes. No
sé quién habrá inventado esto, pero, por favor, que le
levanten un monumento.

54
3 | LA SEGUNDA CAPA

¿DOS CAPAS Y MEDIA? EL SOFTSHELL HACE


SU APARICIÓN

Hace más de una década, entró en escena una nueva


pieza en el equipamiento de los montañeros: el softs-
hell, una prenda todoterreno para climas no demasia-
do adversos que sustituía como aislante a la segun-
da capa y aportaba ciertas características de tercera.
Esta polivalencia acarreaba problemas: como segun-
da capa era poco transpirable y, como tercera, le falta-
ba impermeabilidad. Además, para rematar la faena,
era muy voluminosa y pesada.

“La transpirabilidad y el aislamiento


térmico son las dos características más
importantes de la segunda capa. De la lluvia
y el viento se encarga la tercera”.

Yo nunca le he encontrado sentido en mi equipamien-


to. Es la típica prenda que vale para casi todo, pero
que en realidad no hace bien casi nada. ¿He tenido
uno? Sí. ¿He disfrutado de él? Lo acabé regalando.
Me pareció demasiado rígido para hacer senderis-
mo. Eso sí, lo que no me funciona a mí puede fun-
cionarte a ti. ¿Te parece el softshell un buen invento?
55
3 | LA SEGUNDA CAPA

Para solucionar los problemas del softshell “surgie-


ron” las segundas capas con relleno de las que te
he hablado en la página 50.

ES MENTIRA, LAS PRENDAS NO CALIENTAN

En contra de lo que puedas creer, las prendas no calien-


tan per se. Tejidos como el algodón, la pluma o un sin-
tético como el nailon no tienen ninguna capacidad para
generar calor. Lo que sí poseen, es la capacidad para
retener el calor que genera el cuerpo. De esta forma,
la pluma lo retiene mucho mejor que la lana y esta, a su
vez, mucho mejor que el algodón.

Además del tejido, tus prendas tienen que ser lo más


cerradas posible para evitar que se pierda temperatu-
ra. Si encima te queda ajustada (sin que apriete), el aire
que tu cuerpo tendrá que calentar será mucho menor y
lo hará más rápido. En caso de que tengas calor, tan solo
tienes de abrir la chaqueta para que se ventile.

56
3 | LA SEGUNDA CAPA

Las ventajas sobre el softshell son muchas: mayor


ligereza, más cálidas y cómodas, aunque son menos
resistentes.

Imagino que a estas alturas del libro ya sabrás con


cuál de las dos me quedo. Por si andas algo perdi-
do: con las chaquetas de relleno sin ninguna duda.
Son una de mis prendas estrella.

MI SEGUNDA CAPA FAVORITA


Para caminar en climas fríos, uso una segunda capa
con relleno sintético. Es una prenda que adoro y que
utilizo incluso para mi día a día. Es cálida, cómoda y

EL ALGODÓN, ARCHIENEMIGO DE LOS


SENDERISTAS

El algodón es un auténtico desastre como fibra natural


en la montaña. Ofrece mucho confort por poco dinero,
pero, cuando se moja, acumula mucho peso, tarda una
eternidad en secarse y transmite el frío hasta 25 veces
más rápido que en seco. Una joya, vamos. Esto no evita
que se utilice en primeras capas junto con otros tejidos
sintéticos (con resultados muy buenos).

57
3 | LA SEGUNDA CAPA

también tiene características de tercera capa (ahora


mismo te hablo de ellas). Lleva una capucha que se
ajusta a la cabeza con un elástico y bolsillos amplísi-
mos para meter las manos cuando quiero calentar-
las. No me hace falta mucho más, y no es poco. Para
climas más cálidos, llevo un forro polar con crema-
llera o una prenda fina de lana merina.

YA VOY ACABANDO...

Y hasta aquí las dos primeras capas. Fin.

Antes de continuar, refresquemos los conceptos: la


primera capa es la encargada de mantener el sudor
alejado de la piel y, en climas fríos, proporciona cierto
aislamiento térmico (calor). La ventilación y la trans-
pirabilidad son sus características más importantes.

La segunda capa crea una cámara de aire alrededor


de ti que se calienta con el calor que irradia el cuer-
po. Aquí el aislamiento y la transpirabilidad son las
dos características más importantes.

Hasta ahora no te he hablado de las inclemencias


del tiempo, aunque lo voy a hacer en un momento:
la tercera capa es la que se encargar de lidiar con
estos asuntos. Además, te explicaré los motivos por
los que estas prendas son tan caras y las situaciones
en las que puedes renunciar a todo tu equipamiento
impermeable y sustituirlo por un paraguas.
58
04. LA TERCERA CAPA
La tercera capa, hardshell o, simplemente, membra-
na (con independencia de lo dura y rígida que sea) es
la última capa de ropa de un senderista. Su función
es la de protegerte de las inclemencias del tiempo
como la lluvia, la nieve o el viento. Es el típico chu-
basquero de nailon de toda la vida, pero con tecno-
logía suficiente como para sacarle los colores a la
NASA. El tejido más famoso en terceras capas es el
Gore-Tex.

Hasta hace poco, esta capa era una completa des-


conocida para mí. Sabía que existían los chubasque-

... Ten a mano tu membrana antes de que te pille un buen


tormentazo.
59
4 | LA TERCERA CAPA

ros, los paraguas y las botas “para agua”, pero, inclu-


so yendo a esquiar a menudo, el Gore-Tex y demás
tejidos impermeables me parecían prendas de otro
mundo. Imagino que criarme en Alicante, donde ape-
nas hay sesenta días de lluvia al año (y cuando llue-
ve, lo hace de forma torrencial y no hay membrana
que lo pare), ha tenido la culpa.

No fue hasta 2010 cuando, para caminar el GR-11,


decidí investigar el “asunto de las membranas” y me
llevé a casa dos prendas para las que por poco tengo
que pedir un prestamo a un mafioso napolitano. Fue
entonces cuando nació el amor (con la chaqueta, no
con el napolitano).

SABÍAS QUE...
La marca Gore-Tex, a pesar de ser famosa por sus prendas téc-
nicas de montaña, lleva más de 35 años fabricando parches
cardiovasculares que se utilizan en algunas de las cirugías de
reconstrucción de corazón más complejas que existen. Si quie-
res más información sobre el asunto, puedes visitar la página
de Goremedical. Vas a alucinar.

Voy explicarte este capítulo de forma sencilla para


que tú también te enamores de las terceras capas.
Es probable que caiga en la simplificación de un tema
del cual se podría escribir una enciclopedia, pero no
es la intención de este libro. Como senderistas, en
60
4 | LA TERCERA CAPA

Cuando se crearon las primeras memebranas en los años 70 y


80, se comprobó que los tejidos soportaban muchísima agua
antes de calar, pero no así las costuras: era uno de los puntos
débiles de las prendas. La solución pasó por sellarlas con un
material plástico (termosellarlas). Esto supuso una revolución,
pero también las encareció muchísimo: hasta hoy, el sellado
se aplica a mano en un proceso casi artesanal que requiere
tiempo y precisión.

raras ocasiones nos exponemos a situaciones me-


teorológicas tan adversas como para necesitar lo
último de lo último en equipamiento. Estas tecnolo-
gías marcianas están enfocadas a alpinistas que ne-
cesitan hilar finísimo para enfrentarse a condiciones
que nosotros solo hemos visto en películas y docu-
mentales.

Una vez aclarado esto, nos metemos en materia.


Comenzaré con lo básico e iré introduciendo nue-
vos conceptos e ideas a medida que avance. Como
hasta ahora. Es el capítulo más técnico, así que no
te asustes: si te atragantas, vuelve al paso anterior o
61
4 | LA TERCERA CAPA

escríbeme un correo electrónico maldiciéndome. Lo


que más rabia te dé. Bueno, al lío.

LO BÁSICO SOBRE LAS MEMBRANAS

Como ya te he comentado al inicio del capítulo, el


funcionamiento de la tercera capa es muy sencillo:
evita la entrada del agua, viento o nieve (impermea-
bilidad), al tiempo que permite que el calor corpo-
ral en forma de vapor escape al exterior (transpira-
bilidad).

“Deja que la membrana sea solo la


membrana, y si tienes frío, añade una
segunda capa debajo”.

Lo más complicado aquí es entender que cada marca


tiene sus propios tejidos y su modo de entender lo
que debe ser una prenda impermeable: no todas ofre-
cen los mismos resultados ni se utilizan para las mis-
mas modalidades de deportes de montaña.

Por ejemplo, mientras que un esquiador escogerá una


tercera capa rígida y resistente a la abrasión, donde
el peso no será un factor importante, un senderis-
ta buscará lo contrario: una membrana poco rígida
para facilitar la libertad de movimientos, compacta
62
4 | LA TERCERA CAPA

y con el mínimo peso para que se lleve ligera en la


mochila.

Con esto en mente, puedes imaginarte que las mar-


cas, los tejidos, las diferentes modalidades de depor-
te o los continuos avances dentro del campo de las
prendas impermeables, crean un batiburrillo de con-
ceptos, patentes y términos tal que hay que hacer
un esfuerzo sobrehumano para comprenderlo todo,
pero que no cuenda el pánico.

Las terceras capas actuales han revolucionado el mundo del


equipamiento senderista, pero no son infalibles: si la lluvia es
muy intensa y va acompañada de viento, tienes un problema:
es más que probable que acabes mojado. En estos casos lo
mejor es esperar a que pase: las tormentas no suelen durar
mucho.

63
4 | LA TERCERA CAPA

Independientemente del deporte que practiques o


del concepto de ropa impermeable que tenga una
determinada marca, hay una cosa en la que todas
coinciden: las prendas tienen que ofrecer la mayor
impermeabilidad y transpirabilidad posible. Cuanto
más, mejor. Te dejo en la siguiente página una info-
grafía con las partes de una membrana y continúo-
con la explicación de estos dos conceptos.

DWR (Durable Water Repelent) es una capa que se le añade


a prendas con membrana como el Gore-Tex para que no
se saturen de agua. Seguro que has visto su efecto en las
chaquetas cuando llueve: es la capa que logra que las gotas
no se esparzan y queden perfectamente redondeadas sobre
la superficie del tejido. Echa un vistazo a la foto de arriba, que
queda muy visual.

64
4 | LA TERCERA CAPA

1. IMPERMEABILIDAD/ TRANSPIRABILIDAD. Son las dos ca-


racterísticas más importantes de la tercera capa, aunque no se
llevan demasiado bien: cuando una aumenta, la otra disminuye.
2. COSTURAS. Uno de los puntos débiles de las membranas. Las
mejores van termoselladas. 3. AXILAS. Las membranas más
gruesas llevan cremalleras en las axilas para mejorar la ventila-
ción. No es lo más normal en las de senderismo ya que de por
sí, son muy traspirables. 4. BOLSILLOS. Ni muchos, ni pocos
(mejor que sean grandes). 5. CAPUCHA. No conozco todavía
una tercera capa sin capucha, pero asegúrate de que la lleva:
a veces va enrollada en el cuello de la chaqueta y parece que
no tenga. 6. RIGIDEZ. Para practicar senderismo, la membrana
debe ser poco rígida. Así, facilita la libertad de movimiento.

INFOGRAFÍA 7. La tercera capa es la pieza del equipamiento


más técnica y cara de todas; escógela con cabeza. Existen
tantos tejidos y tantas variantes que puedes llegar a volverte
loco. Cada marca tiene sus peculiaridades, pero todas siguen
un estándar de impermeabildad y traspirabilidad. Lo vamos a
ver en detalle en la página 70.

65
4 | LA TERCERA CAPA

TRANSPIRABILIDAD E IMPERMEABILIDAD

Por un lado, la transpirabilidad es la capacidad que


tiene una prenda para evacuar el vapor de agua que
genera tu cuerpo. Cuando es baja, el sudor tiende a
conensarse con más facilidad en las paredes del te-

¿QUÉ SON LOS MILÍMETROS DE COLUMNA DE


AGUA DE UNA MEMBRANA?

Para medir la impermeabilidad de un tejido, se le pone


encima un tubo al que se le va añadiendo agua. Cuando
el peso del agua traspasa la prenda (cala), se mide la al-
tura de la columna de líquido (milímetros), y esa será la
impermeabilidad del material en cuestión.

Claro que esto es una prueba que se hace en un labo-


ratorio. En el mundo real, la impermeabilidad de una
prenda depende de muchos otros factores: el viento (si
hace viento, el agua golpeará con más fuerza la mem-
brana y calará con mayor facilidad) o la presión (si algu-
na parte de la membrana está bajo presión, como suce-
de con las correas de la mochila, creará un punto débil y
será más sencillo que te mojes). Incluso cosas como el
desgaste o la suciedad pueden influir de negativamente
en la impermeabilidad.

66
4 | LA TERCERA CAPA

jido, y corres el riesgo de acabar cocido al vapor den-


tro de su chaqueta. ¿Te imaginas ponerte una cha-
queta impermeable en pleno mes de julio sevillano?
Es una muy mala idea. En estos casos, como te co-
mentaré más abajo, un paraguas es la mejor opción.

SABÍAS QUE..
Con el uso y el tiempo, las cualidades de las membranas dismi-
nuyen. Las rozaduras pueden afectar a la resistencia al agua, y
las manchas, a la transpirabilidad. No, no duran eternamente,
y dependiendo del uso que le des y de la calidad, en un par de
años pueden estar para jubilarse.

Por otro lado está la impermeabilidad (o resistencia


al agua). Esta evita que el agua, el viento o la nieve
traspasen la chaqueta y te mojes. En la mayoría de
los tejidos se utiliza un sistema con un poro lo sufi-
cientemente pequeño como para que el vapor esca-
pe (transpirabilidad), pero no para que entre el agua
de lluvia. Esto es una simplificación, pero nos sirve
muy bien para entender el concepto.

Vale, ahora que ya lo tenemos todo claro (espero)


y llegados a este punto, puedes pensar: “Pues muy
sencillo, Jose, que fabriquen una prenda muy imper-
meable y muy transpirable”. Por desgracia, no es tan
sencillo. La impermeabilidad y la transpirabilidad
son dos propiedades opuestas: cuando una crece,
67
4 | LA TERCERA CAPA

la otra disminuye. Desarrollar una membrana con


unos valores aceptables para estas dos característi-
cas no es nada fácil y el precio va acorde con la di-
ficultad (he visto algunas acercarse a la barrera de
los 1.000 euros. Me explota la cabeza).

“La impermeabilidad y la transpirabilidad


no se llevan demasiado bien: cuando una
aumenta, la otra disminuye (y viceversa)”.

El paraguas es una herramienta maravillosa incluso en la


montaña. Eso sí, nada de sacarlo cuando tienes una tormenta
encima, es muy peligroso: la estructura metálica central atrae
los rayos como las sardinas a un gato.

68
4 | LA TERCERA CAPA

COLUMNA DE AGUA RESISTENCIA AL AGUA (IMPERMEABILIDAD)


Cero significa resistencia nula. Con 5.000 mm tienes ase-
0 - 5.000 mm gurada la protección contra una lluvia ligera o nieve seca.
Muchas veces, no hace falta más.

Una membrana en este rango soporta lluvias moderadas:


ya puedes ir tranquilo a hacer senderismo si el tiempo se
5.000 - 10.000 mm tuerce. A menos que estés en una ruta de varios días y no
te quede otra, no es muy agradable caminar bajo lluvias
más fuertes de lo que soporta esta membrana.
Las cosas comienzan a ponerse serias. A partir de los
10.000 mm, la membrana aguanta lluvias de moderadas a
10.000 - 15.000 mm fuertes. Llegados a este punto, es casi mejor quedarse en
casa.
Lluvias de fuertes a muy fuertes y tormentas intensas de
15.000 - 20.000 mm nieve. Necesitas tener una excusa muy buena para salir en
estas condiciones a hacer senderismo.

Tecnología de ciencia ficción. ¿Existe? Sí. ¿Te hace falta?


Superior a 20.000 Solo si vas al Amazonas en temporada de lluvias.

TABLA 2. Tabla con los valores más comunes de


impermeabilidad de las membranas. Para hacer senderismo,
10.000 mm está muy bien y yo no me iría más allá de los 15.000
mm de columna de agua.

RESISTENCIA TEXTIL A
TRANSPIRABILIDAD
LA EVAPORACIÓN

Un coeficiente muy transpirable y que da mucho confort.


Tu membrana de senderismo debería estar en este rango,
RET 0 - 6 entorno a 4-5. Por debajo, está orientado a actividades más
intensas como el trail running.

Transpirable. Continúa siendo una buena opción en la zona


RET 6 - 13 baja del rango.

Poco transpirable y bajo confort en la actividad. Hablar


RET 13 - 20 de RET superiores a esto en deportes de montaña no tiene
mucho sentido.

TABLA 3. No es tan común ver el valor RET el las etiquetas,


pero la mayoría de las prendas de gama alta lo indican.
69
4 | LA TERCERA CAPA
ANTES DE COMPRAR UNA TERCERA CAPA,
FÍJATE EN ESTAS 5 COSAS

ENTRE 10.000 Y 15. 000 mm DE COLUMNA DE


AGUA. Aunque las hay con columnas de agua muy
superiores, con esto tienes más que suficiente. Qué-
date en estos rangos y compra la más ligera y menos
rígida que puedas encontrar: ganarás en movilidad
y comodidad.

BUENA TRANSPIRABILIDAD. Como hemos visto en


la página anterior, la impermeabilidad y la transpira-
bilidad son dos características que no llevan bien.
Cuando una aumenta, la otra disminuye. Escoge una
prenda equilibrada. Esto repercutirá en el precio, sí,
pero evitará que te cuezas dentro de tu chaqueta.

“Para senderismo, lleva una tercera capa lo


más transpirable que encuentres”.

SOLO LA MEMBRANA. Cuanto más específica y


menos polivalente sea una prenda de ropa, mucho
mejor. Si sirve en muchas situaciones, probablemen-
te no sea buena en ninguna. Deja que la membrana
sea una membrana, y si tienes frío, añade una segun-
da capa debajo.
70
4 | LA TERCERA CAPA

CAPUCHA Y COSTURAS TERMOSELLADAS. Ni que


decir tiene que la tercera capa debería llevar capu-
cha (no recuerdo la última vez que vi una sin ella, tal
vez nunca) y las costuras termoselladas: un sella-
do con calor que evita que cremalleras y costuras
se conviertan en puntos por los que pueda entrar el
agua.

TAMPOCO DESCUIDES ESTO. Bolsillos laterales o


bolsillo frontal, una goma elástica que ajuste a la cin-
tura, caída en la parte trasera para que quede por
debajo del cinturón lumbar de la mochila, cremalle-
ra para ventilar las axilas (para las membranas más
gruesas) o puños cerrados con velcros.

El Cervino es una montaña que no necesita presentación. Hace de


frontera entre Suiza e Italia y tiene una de las siluetas más famosas
de Europa. Lo mejor es que la región está plagada de senderos
para todos los niveles. Si te gustan las travesías largas, el Tour del
Cervino da la vuelta al macizo en 8 días.

71
4 | LA TERCERA CAPA

2 TERCERAS CAPAS BÁSICAS

Aunque en el marcado existen membranas para abu-


rrir, a grandes rasgos, pueden dividirse en dos tipos
tipos:

CORTAVIENTOS. Son prendas muy ligeras y com-


primibles hasta que quepan en un puño. Se utilizan
para evitar la pérdida de calor por efecto del vien-
to y tienen cierta resistencia a la lluvia. Están fabri-
cadas con tejidos tupidos como el nailon, pero con
grosores tan finos que son carne de cañón para pin-
chos o ramas: no importa cuánta resistencia a des-
garros te garantice la etiqueta, si se engancha, pro-
bablemente le hagas una buena raja. No te olvides
la cinta americana.

“Llevar una membrana para la lluvia y un


cortavientos puede parecer redundante,
pero tienen funciones diferentes”.

MEMBRANA RESISTENTE AL AGUA (IMPERMEA-


BLE). Es una prenda con mucha resistencia al agua
(gracias por lo obvio, Jose). Esto no es destacable,
muchas prendas lo son. Lo que las hace tan espe-
ciales es su gran transpirabilidad.
72
4 | LA TERCERA CAPA
PON UN PARAGUAS EN TU VIDA

Si vives en una zona muy calurosa, es probable que


eso de ponerte una membrana encima cuando llue-
va no sea la mejor opción. Es innegable que estas
prendas tienen cierta capacidad para liberar el vapor
de agua que produce el cuerpo (transpiración), pero
con unos límites: por mucho que transpire, si estás
sudando a mares, un paraguas puede ser tu única
salida.

Con el paraguas evitas ponerte una tercera capa. Esto


hace que camines más fresco a la vez que tu cuerpo
transpira a través de la primera capa (si hace calor,
dudo que lleves una segunda). Además, en caso de
que salga el sol, también te protegerá de él. Todo
son ventajas.

73
4 | LA TERCERA CAPA

PROS PROS
Proteje contra viento, Protege de la lluvia
lluvia y nieve Ideal en climas cáli-
dos
CONTRAS
Si hace mucho calor, CONTRAS
te cueces Engorroso de llevar
Es cara Con viento o en una
tormenta, no sirve

INFOGRAFÍA 8. Sé que puedes pensar que son dos piezas del


equipamiento excluyentes, pero nada más lejos de la realidad:
como pongo en el título, son dos compañeros de senderismo
inseparables. Mientras que la membrana está más orientada
a climas templados y fríos, un paraguas te puede salvar el día
en climas calurosos y en situaciones en las que no haya viento
y el terreno no sea muy irregular.

74
4 | LA TERCERA CAPA
ALGUNOS CONSEJOS PARA PERDER EL MIEDO
A LAVAR TU TERCERA CAPA

UTILIZA LA LAVADORA. Sé que puede parecer una


locura, pero exceptuando casos muy concretos, no
hay ningún problema en que la uses para lavar tu
membrana. Hazlo siempre a baja temperatura y en
un programa corto, no la centrifugues en exceso y no
utilices detergentes en polvo ni suavizantes. Si tienes
una bolsa para ropa delicada, métela dentro para que
no roce con las partes metálicas de la lavadora.

QUITA LAS MANCHAS DE GRASA ANTES DE LA-


VARLA. Como sucede con cualquier otra prenda, si
tiene manchas de sardinas en aceite o mejillones en
escabeche de tu última salida, frótalas suavemente
con algún antigrasa antes de meterla en la lavadora.

“No tengas miedo de meter tu tercera capa


en la lavadora. Sécala al aire y acaba con
20 minutos de secadora para activar el
DWR”.

DEJA QUE SE SEQUE AL AIRE. Después hacer un


centrifugado suave, déjala al aire y cuando esté seca,
utiliza un programa de veinte minutos en la seca-
75
4 | LA TERCERA CAPA
dora para devolver a la vida el DWR (revisa antes la
etiqueta). También puedes “activarlo” planchando la
membrana a baja temperatura con un paño entre la
plancha y el tejido, aunque a mí, pasar la plancha por
encima de una prenda tan cara... Mejor la secadora.

“En las membranas, la transpirabilidad


es incluso más importante que la
impermeabilidad”.

NO HAGAS CASO A LO QUE TE HE DICHO Y LEE LA


ETIQUETA. Estos consejos son generales, pero te
los doy con conocimiento de causa: he lavado mis
terceras capas así durante años con unos resulta-
dos impecables. Sin embargo, no está de más que
le eches un vistazo a la etiqueta o contactes con el
fabricante si tienes dudas. Hay tantos tejidos en el
marcado (y los que están por llegar), que solo Dios
sabe cómo se lavarán los que surjan en el futuro.

76
4 | LA TERCERA CAPA

ESTA ES LA TERCERA CAPA QUE LLEVO YO

He llevado de todo, desde prendas de Gore-Tex lige-


rísimas hasta membranas menos sofisticadas de al-
gunas marcas deportivas. ¿Qué conclusión he saca-
do? Pues que si las condiciones no son extremas (y
rara vez lo son), todas las prendas de buena cali-
dad dan la talla: el senderismo no es una actividad
tan intensa ni exigente como para justificar un gasto
desorbitado en la tercera capa.

Cuando nació el nailon trajo debajo del brazo una resistencia al


agua nunca vista, pero fueron las membranas las que aunaron
una impermeabilidad estupenda con una transpirabilidad
todavía mejor. El giro en la equipación de montaña fue enorme
y los senderistas, tan contentos.

77
4 | LA TERCERA CAPA

Además de la membrana impermeable, llevo un cor-


tavientos. Sé que puede parecer redundante y, hasta
cierto punto, lo es. Pero cuando estás en altura, sopla
viento y el día es soleado, una primera capa y un cor-
tavientos son la mejor combinación. En esta situa-
ción, las membranas impermeables no transpiran lo
suficiente y son muy incómodas si estás sudado. Una
chaqueta fina con relleno también es una buena al-
ternativa: aporta calidez a la vez que hace de cor-
tavientos.

“Invierte en una buena membrana. Si sueles


caminar por zonas lluviosa, aún con más
motivo”.

Una última recomendación antes de acabar: inclu-


ye un paraguas en tu mochila. Los mejores sende-
ristas que he conocido, especialmente los que viven
en zonas lluviosas, siempre lo llevan. Y nada de pa-
raguas plegables y compactos, en absoluto. No se
andan con chorradas: paraguas de más de un metro
y medio de diámetro que sobresalen de las mochi-
las casi un palmo. Eso sí, cuando se pone a llover
son los reyes del mambo.

78
4 | LA TERCERA CAPA

En climas muy lluviosos, no queda otra: o te forras el cuerpo


con membranas o lo vas a pasar realmente mal. En la
foto, tres senderistas (y buenos amigos) charlan antes de
reemprender la marcha en una de las rutas más famosas
de Suecia, la Kunsgleden. Fíjate como solo la chica de rojo
lleva cubremochilas. Los otros dos llevan el equipamiento
impermeabilizado dentro de la mochila. Te explicaré más sobre
estocuando veamos el capítulo de la mochila.

CREO QUE HEMOS ACABADO CON ESTE TEMA

Y, bueno, hasta aquí las capas del tronco superior.


Este último capítulo ha sido más intenso que el resto,
pero no hay una forma rápida y sencilla de contarlo:
las terceras capas son tecnología y ciencia en es-
tado puro. Si te han quedado dudas, escríbeme un
correo electrónico y te responderé tan pronto como
pueda o descargarte el libro “Mis mejores 50 con-
sejos e historias sobre senderismo” donde resuel-
vo las preguntas más comunes sobre senderismo.
79
05. PANTALONES Y
POLAINAS
Ahora que hemos acabado con la parte del tronco,
vamos a dar un pequeño salto hasta el tren infe-
rior, y qué mejor que comenzar con lo más evidente:
los pantalones. Como siempre, comenzaré con una
breve introducción y sobre el papel de las capas en
los pantalones, y después nos pondremos en mar-
cha con la artillería pesada. ¡A por ello!

¿QUÉ SON LAS POLAINAS?

La polaina es un complemento que


cubre la pierna desde el pie hasta
la mitad de la pantorrilla (o incluso
más arriba) y que sirve para pro-
teger las botas y los pantalones,
o como prenda de abrigo. Incluye
una membrana impermeable en el
interior y un tejido muy tupido en el
exterior para evitar los desgarros.
Van sujetas a la bota por debajo de
la suela y cierran arriba con un elás-
tico.
80
5 | PANTALONES Y POLAINAS

Como ya te comenté en la página 30, el sistema de


las 3 capas funciona de forma similar en todas las
partes del cuerpo a la hora de crear ese pequeño
microclima que mantiene la temperatura corporal:
la primera capa aleja el sudor de la piel, la segunda
capa retiene el calor de nuestro cuerpo y la terce-
ra nos protege de las inclemencias del tiempo. Los
pantalones siguen estos principios, pero con algu-
nos matices. Te los cuento.

SABÍAS QUE..
El término en inglés para referirnos al nailon (nylon) proviene de
las siglas NY (New York) y Lon (Londres), porque fueron las dos
ciudades que llevaron a cabo las investigaciones para el desa-
rrollo del material.

A diferencia del tronco, donde añadir y quitar capas


es el pan nuestro de cada día en la vida de un sen-
derista, con las piernas no sucede lo mismo. ¿Has
visto alguna vez a alguien cambiarse los pantalones
en medio de la calle? Yo no, ni en la calle ni en la mon-
taña. Esto es porque, exceptuando condiciones muy
adversas, rara vez se añaden más de dos capas al
tren inferior.

Uno de los motivos es que las piernas están en conti-


nuo movimiento y la sensación de frío es menor que
en otras partes del cuerpo: es difícil que te quedes
corto de abrigo, a menos que tengas la ocurrencia
81
5 | PANTALONES Y POLAINAS

En ocasiones muy (muy) puntuales podría defender el uso de


los pantalones cortos en rutas de senderismo, pero mi postura
es clara: siempre recomiendo llevar pantalones largos. Más
adelante te explico el porqué (es más importante de lo que te
imaginas).

de viajar a Islandia a hacer senderismo en pantalón


corto. Algo, por otro lado, no muy inteligente (pero
sucede).

¿QUÉ TIPO DE PANTALONES NECESITO?

Utiliza pantalones de verano largos en cualquier ruta


en climas cálidos o templados. Son finos y transpira-
bles, con cierta resistencia al viento pero casi ningu-
na a la lluvia. Así es la vida, no se puede tener todo.
Si tienes frío llévalos con a unas mallas debajo (aun-
que es una combinación que no le funciona a todo
el mundo, menos aún si hay lluvia de por medio).

82
5 | PANTALONES Y POLAINAS

Si eres de los que pasa mucho calor y quieres una


solución polivalente, opta por unos pantalones con-
vertibles (de los que puedes desmontar la pernera a
la altura de la rodilla). A mí no me despietan mucha
simpatía y siempre recomiendo pantalones largos
incluso en los climas más cálidos: te protegen del
sol, de arañazos o de picaduras de insectos. Te lo
digo yo que vivo en Alicante y salgo en verano a re-
correr las sierras de la zona a más de 30 ºC.

Si haces senderismo en climas fríos con temperatu-


ras por debajo de los 10 ºC, consigue unos de invier-

A tan solo 30 kilómetros de Barcelona se encuentra Montserrat, un


macizo famoso por su Monasterio pero que guarda algunas rutas
de senderismo que son auténticas joyas. No me canso de visitar
esas montañas.
83
5 | PANTALONES Y POLAINAS

no (algunos tienen un forro interior que los hace más


calientes y confortables). Estos, por lo tupido y grue-
so del tejido, protegen bien contra el viento y ofrecen
cierta resistencia a la lluvia, pero puedes llegar a eva-
porarte de calor en verano. ¡Ojo! No confundas unos
pantalones de senderismo de invierno con unos de
esquiar, no tienen nada que ver.

HABLEMOS DE TEJIDOS EN LOS PANTALONES

Imagino que a estas alturas, después de haber escri-


to hasta el aburrimiento sobre tejidos en las capas

Las polainas están pensadas para salidas invernales con


raquetas donde la nieve puede llegarte hasta la rodilla. Sin
embargo, son muy útiles para hacer senderismo en zonas
lluviosas y no acabar lleno de barro, evitar que el agua cale
dentro de la bota por el roce continuo con plantas y arbustos,
o incluso para cruzar un río.
84
5 | PANTALONES Y POLAINAS

1. ELÁSTICO. Ajusta alrededor del tobillo para que estés me-


jor aislado. 2. CREMALLERAS. Algunos pantalones tienen cre-
malleras a la altura de la rodilla para hacerlos cortos. No soy
un gran amante de este sistema, pero admito que funciona. 3.
CINTURÓN. A alguien se le ocurrió incluir en los pantalones de
montaña un cinturón, y hoy en día es algo de lo más común. Si
vas a hacer una ruta de largo recorrido, es probable que esos
pantalones que tan bien te quedaban al comienzo, te queden
holgados al final (y el cinturón te venga muy bien). 4. REFUER-
ZOS. Son refuerzos de materiales más tupidos en las zonas de
mucho desgaste: rodillas y culo. 5. MATERIAL. Sintético en su
mayoría, aunque algunas marcas incluyen algodón para hacer-
los más cómodos.

INFOGRAFÍA 9. Los pantalones son la segunda capa en las


piernas. ¿Cómo? Como lo oyes. La primera capa son las mallas
o prendas similares. Puedes llevarlas debajo si eres friolero,
aunque irás más cómodo con unos pantalones gruesos.

85
5 | PANTALONES Y POLAINAS

PROS PROS
Protegen contra roza- Buena ventilación
duras y picaduras de
insectos
Protegen contra el sol CONTRAS
Mala protección con-
CONTRAS tra arañazos, picadu-
Mala ventilación ras y radiación solar

INFOGRAFÍA 10. Ya te he comentado más arriba que no soy


amante de los pantalones cortos. Esto no es una manía mía,
para nada. El pantalón largo tiene muchísimas ventajas frente
al corto; te las he dejado en la infografía de arriba. Una de las
más importantes es la creciente presencia de la enfermedad
de Lyme en nuestras montañas: es una enfermedad transmitida
por garrapatas que puede dejar secuelas graves.

86
5 | PANTALONES Y POLAINAS

superiores, te los sabrás al dedillo. En este capítulo


los mencionaré por encima, pero sin entrar a enu-
merar sus características. Ya lo he hecho en varias
ocasiones. En caso de que quieras repasarlas, pue-
des echar marcha atrás y revisar las primeras pági-
nas (que nunca viene mal para asentar conceptos).

Si eres muy friolero y quieres llevar unas mallas como


primera capa en las piernas, los tejidos son los mis-
mos que los de las primeras capas del tronco, es
decir: lana merina y tejidos sintéticos. Ya sabes:
busca siempre la comodidad y la transpirabilidad.

“Unos pantalones impermeables o unas


polainas te mantendrán el barro a raya. Que
estés en la montaña no quiere decir que
vayas hecho una brocha”.

En mi caso, y después de más de una década de ha-


ciendo senderismo por medio mundo, no me he en-
contrado en una situación en la recurrido a unas ma-
llas debajo del pantalón. Las encuentro incómodas
(aunque muchas mujeres hablan maravillas de ellas).

Los pantalones son la segunda capa del tren in-


ferior, aunque el aislamiento térmico no es tan im-
87
5 | PANTALONES Y POLAINAS

portante como en el tronco. Esto se debe a que las


piernas están en continuo movimiento, así que muy
despistado tienes que estar a la hora de hacer la mo-
chila para acabar con las piernas congeladas.

Aquí el tejido sintético es el rey indiscutible y la re-


sistencia del material y su transpirabilidad son dos
de las características más importantes: piensa que
es una prenda que va a estar rozando continuamen-
te con ramas y piedras, y sobre la que te sentarás
más de una docena de veces al día.

SABÍAS QUE..
El kevlar es una fibra artificial muy ligera y robusta que se utiliza
en cosas tan dispares como la confección de velas náuticas o
de chalecos antibalas. Desde hace algunos años, se ha dejado
ver en pantalones técnicos de escalada para reforzar la zona de
las rodillas, los glúteos y la parte baja de las perneras. Si eres
de esos a los que los pantalones les duran un par de salidas, no
estaría mal que te hicieses con unos de estos.

El nailon es el tejido más común, pero algunos pan-


talones incluyen pequeñas cantidades de elastano o
licra (son básicamente lo mismo) para darles cierta
elasticidad (muy de agradecer si el pantalón es de
corte estrecho), y zonas reforzadas con tejidos más
tupidos como el kevlar del que te he hablado en el
recuadro de arriba.

88
5 | PANTALONES Y POLAINAS

La tercera capa (y ya con esto voy acabando) apenas


se diferencia de las membranas de las que te hablé
para el tronco. con ella, además de protegerte con-
tra la lluvia y el viento, evitarás ir recogiendo todo el
barro del camino con las perneras. Y no, no es que
yo tenga problemas con la suciedad; de hecho, des-
pués de una ruta con lluvia y barro, suelo acabar más
sucio que un combatiente vietnamita. Sin embargo,
si el recorrido es largo o incluso de varios días, se
agradece no acabar lleno de fango hasta las cejas.

“Escoge unos pantalones con elastano para


un mejor ajuste y una mayor comodidad”.

ESCOGIENDO LA TALLA DEL PANTALÓN DE


SENDERISMO

Como pasa con los pantalones “de calle”, los hay de


varios cortes (ajustados, sueltos, regulares…). No te

89
5 | PANTALONES Y POLAINAS

compliques: lleva pantalones ajustados para rutas


más frías, y otros holgados que favorezcan la venti-
lación en zonas calurosas.

Sigue estos consejos, pero, sobre todo, quédate con


los más cómodos y mejores sensaciones te trans-
mitan: vas a caminar muchos kilómetros con ellos
puestos.

ESTOS SON MIS PANTALONES

Ahora mismo solo tengo un único par de pantalones


largos sintéticos con una buena dosis de elastano.
Hace tiempo que no utilizo cortos, y no creo que
vuelva a ellos.

“Utiliza pantalones ajustados para climas


fríos y holgados en zonas más calurosas”.

Tenía que ponerme constantemente crema en las


piernas, preocuparme por los mosquitos cuando caía
la tarde y, más recientemente, por la enfermedad de
Lyme que se ha vuelto endémica en prácticamente
todo el hemisferio norte (puedes leer sobre ella en
el libro “Mis mejores 50 consejos e historias sobre
senderismo”). Si son de calidad, los tejidos son có-
modos y frescos incluso cuando el calor ahoga.
90
5 | PANTALONES Y POLAINAS
¿Y LA ROPA INTERIOR?

No podía dejar fuera de este capítulo la ropa interior.


Lo cierto es que, por ahora, no existen prendas tan
técnicas que se considerarse de senderismo (aun-
que me da que acabará llegando), pero sí hay va-
rios fabricantes especializados en marcas deporti-
vas que tienen soluciones muy buenas. Aquí te dejo
tres cosas que deberías tener en cuenta antes de
irte de compras:

“En la ropa interior de senderismo, la


comodidad y la transpirabilidad prima sobre
cualquier otra cosa”.

1. COMODIDAD. Por supueto. Si una prenda de ropa


interior no es cómoda (los sujetadores en el caso de
las mujeres con más motivo), una salida a la mon-
taña puede torcerse. Si a esto le añades algo de
sudor, tienes unos ingredientes fantásticos para que
se convierta en un pequeñogran calvario.

2. COSTURAS. Repercuten en la comodidad. Deben


ser planas, aunque lo ideal sería que la prenda no
tuviese. Una costura en mal sitio puede crear más ro-
zamiento que un trasbordador entrando a la atmós-
fera, más aún en zonas en las que hay fricción con
91
5 | PANTALONES Y POLAINAS
la mochila (que son casi todas, tanto en hombres
como en mujeres).

3. TRANSPIRABILIDAD. Si la transpirabilidad ya era


importante en la primera capa del tren superior, ima-
gínate en la ropa interior: o hay buena transpiración,
o los malos olores comienzan a acumularse (y pro-
bres de los que compartan ruta contigo).

Tejidos naturales como el modal o el algodón, mez-


clados con sintéticos como el poliéster o el elastano,
van muy bien. Hay ropa interior confeccionada 100%
con tejidos sintéticos y tratamientos químicos para
los olores, pero personalmente, cuando se trata de
partes tan nobles, escojo tejidos naturales.

Si te las pones una vez, ya nunca más podrás vivir sin ellas: las
polainas son una solución maravillosa en climas muy húmedos
para evitar que el pantalón se embarre o se moje por el roce de
plantas y arbustos.
92
5 | PANTALONES Y POLAINAS

Por otro lado, si voy a hacer una ruta de varios días


en tienda de campaña y espero lluvia, suelo meter
una tercera capa o unas polainas. No me arriesgo
a llevar los pantalones mojados y mucho menos
el interior de la bota o los calcetines. Mantenerse
seco durante el día cuando vas a dormir en tienda
de campaña por la noche es fundamental. Si pasas
la noche en refugio, es otra historia: ahí siempre pue-
des calentarte con la estufa o la chimenea.

VOY CERRANDO EL CAPÍTULO

Y hasta aquí hemos llegado con los pantalones pues-


tos. Como habrás visto, el funcionamiento de las

¿SABES POR QUÉ NOS VESTIMOS PARA IR A


LA MONTAÑA?

Probablemente pienses que es una de las preguntas


más estúpidas que te han hecho jamás (así de prime-
ras, yo también lo haría); pero ¿realmente has pen-
sado el porqué de tantos tejidos, tecnologías, capas,
etc.? ¿Por protección? Sí. ¿Para evitar el frío? Sí. ¿Para
protegernos del sol? También. ¿Para no mojarnos?
Por supuesto. Sin embargo, hay una motivo que re-
sume la mayoría de estos puntos en uno solo: man-
tener la temperatura corporal a niveles normales.
No hay más.
93
5 | PANTALONES Y POLAINAS

capas no es muy diferente al del tronco. Espero que


hayas tomado nota y a partir de ahora lleves siem-
pre pantalones largos a la montaña. Estarás mucho
más protegido.

“Utiliza pantalones largos en tus rutas


para evitar roces y picaduras de insectos, y
protegerte de los rayos UV”.

En el siguiente capítulo, te voy a hablar de una de las


prendas del equipamiento que más me gusta, los
calcetines. No hace tanto que yo mismo era el pri-
mero en escatimar a la hora de renovarlos y comprar
unos de calidad.

El punto de inflexión lo marcó una tarde en un refu-


gio del GR-20 de Córcega, al que no me dejaron en-
trar por lo mal que olían. El guarda vació un aerosol
de ambientador y, aun así, todavía quedó un buen
perfume en la habitación. Malditos calcetines sinté-
ticos baratos. A partir de ahí, empecé a utilizar lana
merina. Pero esa, ya es otra historia.

94
06. CALCETINES
Ya lo decía mi abuelo: “Cuando se trate de calceti-
nes, no escatimes en gastos”. Y cuánta razón tenía;
después de todo, es la primera capa para los pies,
y si fallan, mal asunto. Así que ya puedes imaginar,
que de la calidad de los calcetines, dependerá que
tus pies aguanten como unos campeones, transpi-
ren bien y no se formen rozaduras. Mal asunto (otra
vez). Las rozaduras son la antesala de las ampollas,
y este es un lugar que es mejor no visitar.

Aprovecha los dencansos largos para descalzarte y dejar que


los pies se ventilen. Sé que da pereza (a mi me cuesta horrores
quitarme las botas una vez puestas), pero tu pie estará mucho
más sano y “feliz”, especialmente en salidas de varios días.

95
6 | LOS CALCETINES

Si has pasado media vida llevando los típicos calce-


tines blancos con una raya roja y otra azul, te invito a
un viaje de ensueño por el maravilloso mundo de los
calcetines técnicos, donde la lana merina, las zonas
con diferentes densidades, las hormas diferenciadas
para pie izquierdo y derecho, e incluso los calceti-
nes específicos para hombre y mujer serán tus nue-
vos compañeros de viaje. ¿Quieres saber más? ¡Pues
vamos, que hay mucho que contar!

“Lleva las botas bien ajustadas para que


el calcetín no haga fricción con el pie y se
formen rozaduras”.

HABLEMOS DE TEJIDOS EN LOS CALCETINES


(MÁS TEJIDOS)

Leer la descripción de la etiqueta de unos calcetines


de montaña en según qué tiendas, puede ser peor
que ojear el manual de un televisor de esos ultramo-
dernos: tienen tanta tecnología y prometen tanto, que
acabas perdido entre materiales, características, nú-
meros y nombres de patentes: Mythlan, Robur, Regen-
active, Microlon, Bisentio, algodón APANI, Cooltech… y
así hasta (casi) el infinito. Al final son todos un poco
lo mismo: patentes de combinaciones de materia-
96
6 | LOS CALCETINES

les sintéticos y/o naturales tratados, que ofrecen


unas características orientadas a mejorar el confort,
el aislamiento térmico y la transpirabilidad, y a redu-
cir los malos olores. Nada nuevo sobre el horizonte
y todo nuevo sobre el horizonte.

Sin embargo, a pesar de la gran cantidad de com-


binaciones que existen, la lana de merino continúa
siendo el material por excelencia en los calcetines
de montaña gracias a sus fantásticas propiedades.
¿Hace falta que diga más? Lo cierto es que sí: si los
juntamos con los tejidos sintéticos, que ofrecen gran
resistencia y rapidez de secado, tenemos la fórmula
perfecta.

SABÍAS QUE..
Existen calcetines para hombre y para mujer. Esto es porque
las mujeres tienen el pie más estrecho y un talón diferente al
de los hombres. Claro que esto es una explicación general y no
siempre es así. ¿Puro marketing? Yo diría que no. Sea como sea,
tenlo en cuenta cuando vayas a comprar tus siguientes calceti-
nes.

97
6 | LOS CALCETINES
3 TIPOS DE CALZADO QUE DEBERÍAS
CONSIDERAR SI VAS A HACER UNA RUTA DE
SENDERISMO DE VARIOS DÍAS

Una de las cosas que tendrás que pensar a la hora


de hacer la mochila para una ruta de varios días, es
qué tipo de zapatilla vas a usar para pasear por el
campamento o el refugio. ¿Sandalias? ¿Deportivas?
¿Patucos? ¿Tipo “Crocs”? Todas tienen sus ventajas
y sus inconvenientes. A continuación, te hago un re-
paso por mis zapatillas favoritas.

1. SANDALIAS. La mejor opción para que el pie pueda


ventilarse y descansar en el refugio o en la zona de
acampada. No son lo mejor para climas fríos (combí-
nalas con un buen calcetín en estos casos), pero son
muy polivalentes y puedes utilizarlas, por ejemplo,
para cruzar un riachuelo o bañarte con ellas. Algu-
nas montan suelas de caucho maravillosas, pero son
bastante más pesadas. Las tipo “Crocs” no van mal:
pesan poco y son cómodas. El problema es que son
enormes y se comen un buen trozo de la mochila.

Una cosa más: por mucho que lo diga la publicidad,


no hay sandalias de senderismo. Pueden ser más o
menos cómodas, tener una suela con más o menos
agarre, pero nunca serán un calzado para caminar
por la montaña. Hacer senderismo con sandalias es
peligroso por cientos de motivos fácilmente imagi-
nables. No lo hagas.
98
6 | LOS CALCETINES

2. ZAPATILLAS DE DEPORTE. Muy cómodas y trans-


pirables. Puedes salir con ellas a dar una vuelta sin
preocuparte de si te vas a destrozar un dedo contra
una piedra o un zorro te va a pegar un mordisco en
un pie. Algunos modelos son muy ligeros y no abul-
tan (casi) nada en la mochila.

3. PATUCOS. En climas fríos es como meter la mano


en un saco de alubias: ¡qué gusto!. Funcionan como
una chaqueta con relleno, pero en los pies. Son fan-
tásticos para caminar por el refugio (si tienen suela)
o dormir en el saco y que los pies tengan un extra
de calidez (es la parte del cuerpo que primero se en-
fría dentro de un saco).

Solo se me ocurre un motivo por el que deberías llevar los


calcetines por fuera de las botas: que seas un moderno y que
quieras que todo el mundo en la montaña lo sepa. No lo hagas.
Con los calcetines por fuera acabarás con los pies chopados
si llueve; con las botas llenas de piedras; y se lo pondrás muy
fácil a los insectos para que trepen por tus piernas.
99
6 | LOS CALCETINES

ASÍ SON LOS CALCETINES IDEALES PARA


HACER SENDERISMO

LA TALLA. Por supuesto, que sea la correcta. En el


caso de que estés entre dos tallas, escoge la más
pequeña, siempre y cuando no te comprima el pie.

Muchos calcetines incorporan pequeñas cantidades


de elastano, un material elástico que ayuda a que el
calcetín se ajuste mejor. Te lo recomiendo.

“Guarda unos calcetines limpios para


dormir. A medida que se ensucian, van
perdiendo transpirabilidad y confort
térmico”.

LANA MERINA. A menos que estés en una zona muy


cálida, la lana merina es la mejor elección. Lo más
habitual es que se combine con algún sintético para
aunar la crème de la crème de los dos mundos: trans-
pirabilidad y durabilidad. Evita a toda costa calceti-
nes baratos. SPOILER: nunca acaba bien.

SIN COSTURAS. Aunque las costuras son algo del


pasado en los calcetines, asegúrate de que no las
tenga o, si las tiene, de que sean planas: evitarás ro-
100
zaduras y futuras ampollas. En serio, si vas a una
tienda especializada en productos de montaña y en-
cuentras unos calcetines con costuras abultadas,
vete y no vuelvas nunca.

UNA COSA MÁS. No te olvides de los refuerzos y


acolchados en el talón, el puente y los dedos. Nor-
malmente tienen un color y una densidad diferente
a la del resto del calcetín. Aportan comodidad, resis-
tencia y amortiguación.

Secar los calcetines en una hoguera o en una chimenea es una


muy buena idea... O no. Casi todos los materiales sintéticos
se queman con facilidad si los acercas al fuego. No van a
incendiarse, pero las fibras tienden a deformarse: recuerda
que son tejidos derivados del petróleo. A pesar de esto, yo los
pongo y, ¡oye! Bien caliente que voy después (aunque tengo
que reconocer que alguno que otro sí que he quemado).

101
¿POR QUÉ HUELEN LOS PIES?

A veces me sorprendo de lo mucho que pueden lle-


gar a sudar los (mis) pies, pero no es ningún miste-
rio: tienen un número glándulas sudoríparas muy
superior al de otras partes del cuerpo. Esto tam-
bién sucede con las axilas, las manos y las ingles.
Enigma resuelto.

El olor aparece cuando las bacterias de la piel co-


mienzan a descomponer el sudor. Puaj. Además, los
cambios hormonales, la alimentación, los hongos o
incluso el estrés hacen que el olor empeore. Así que,
si no quieres acabar como yo en el GR-20 (algo de lo
que te he hablado en el cierre del capítulo anterior),
es fundamental que manten-
gas los pies frescos y sanos, te
cambies los calcetines a diario
si haces una ruta de varios
días, seques bien las botas
de montaña por dentro
después de cada uso,
y dejes que los pies se
ventilen un par de veces
al día.

102
6 | LOS CALCETINES
EL SISTEMA DE DOBLE CALCETÍN

Escuché por primera vez hablar del sistema del doble


calcetín cuando estaba en el Camino de Santiago.
Aquello era una suerte de remedio que prometía lo
imposible a los peregrinos: ni una ampolla en ocho-
cientos kilómetros. Vendido.

Lo cierto es que aquella magia no carecía de senti-


do: dado que el principal motivo de que se formen
las ampollas en los pies es el rozamiento del calcetín
contra la piel, si uno se pone un calcetín fino y muy
ajustado y encima otro calcetín “normal”, este último
no rozará contra la piel, sino contra el calcetín fino,
que estaría tan sujeto que no podría moverse. Si en-
cima te embadurnabas los pies con vaselina, conse-
guías el séptimo cielo en la tierra.

“El sistema de doble calcetín es un método


muy bueno para evitar las ampollas”.

Este sistema está muy bien y su eficacia contra las


ampollas está más que probada en rutas muy lar-
gas, pero no es la panacea y tiene algunos inconve-
nientes que creo que deberías conocer:

PRIMERO. Al Llevar dos calcetines el pie transpira


peor, suda más y se reblandece. Si los calcetines no
103
6 | LOS CALCETINES
están bien ajustados, se puede producir el efecto con-
trario al que se va buscando. Ampollas y molestias.

SEGUNDO. Dos pares de calcetines suponen mayor


presión sobre el pie. Sé que puedes pensar que cuan-
tos más calcetines lleves, más calor, pero esto no es
así. A medida que añades calcetines a los pies, la
circulación empeora, y entre otras cosas, el pie se
enfría más rápido. Esto no es nada bueno.

TERCERO. La vaselina en pequeñas cantidades ayuda


a prevenir las rozaduras, pero untarla por toda la su-
perficie del pie como el que pone Nocilla a las tosta-
das para merendar (unta solo un poco más), lo dejará
ahogado y sin transpiración. Volvemos al problema
del primer punto: el pie suda más y se reblandece.

“Unta las zonas de roce de los pies con


vaselina, pero sin pasarte”.

Dicho esto, te doy mi opinión: no soy aficionado a


estos remedios caseros. Es un defecto de fábrica
que tengo. Entiendo que hay personas a las que les
salen ampollas con más facilidad que a otras, pero
con el calzado adecuado y bien entrenado, y unos cal-
cetines competentes, también se minimiza el riesgo
de sufrir rozaduras y ampollas. ¿Tú lo has probado?
¿Qué te parece?
104
6 | LOS CALCETINES

ESTOS SON LOS CALCETINES QUE USO YO

Hace tiempo que no utilizo calcetines exclusivamen-


te sintéticos: acababan apestando a los pocos días
de uso. Ahora llevo mezclas de lana merina con ma-
teriales sintéticos y un puntito de elastano. La re-
ceta perfecta. Es la parte del equipamiento en la que
más he notado la diferencia al pasar de un calcetín
básico a uno más técnico. Una de las mejores inver-
siones de mi vida. Y me ha salido tirada de precio.

SABÍAS QUE..
Los primeros “prototipos” de calcetines se remontan a la Edad
de Piedra. En aquella época, los hombres del neolítico ya utili-
zaban pieles para cubrirse los pies. No obstante, los primeros
calcetines tal y como los conocemos hoy en día (y de los que te-
nemos constancia), se fabricaron en Egipto en torno al año 300
d. C. Como estoy seguro de que quieres saber más sobre ellos
y sobre su interesantísima historia, se encuentran en el British
Museum de Londres. Hala, ya puedes ir reservando el vuelo.

Incluir calcetines de lana en mi mochila me ha ayu-


dado mucho en rutas largas. Con los sintéticos de
dudosa calidad, no cambiarlos cada día era un pro-
blema (concretamente, para los que dormían con-
migo). Con la lana, incluso calcetines que no son el
summum de la calidad, puedo cambiarlos cada dos
o tres días sin problema. No es lo ideal, pero en la
105
6 | LOS CALCETINES

montaña, no siempre es posible lavar la ropa cuan-


do uno quiere.

“Con los calcetines no me la juego: no hay


quien me saque de los de lana merina pura
o mezclada con algún sintético”.

Para pasar las noches en la tienda de campaña, llevo


unos calcetines de lana gruesos y holgados que
puedo utilizar para caminar en el caso de que las
cosas se compliquen mucho (mucho). Si va a hacer
frío, meto directamente los patucos. No pesan nada
y abultan todavía menos.

¿VAMOS CON OTRA COSA?

Bueno, ¿cómo lo llevas? Imagino que, a estas alturas,


soñarás con tejidos sintéticos, lana merina y mem-
branas, y que te levantarás por las noches gritando
¡Gore-Tex! Si encima has pasado por una tienda de
deportes de montaña, habrás analizado todas y cada
una de las etiquetas que hayas encontrado a tu paso.
Pobre de quien haya ido contigo. Si te soy sincero,
me alegro. Eso es que has cogido el libro con ganas
y está siendo útil. Bravo.

106
07. COMPLEMENTOS
PARA CUELLO Y CABEZA
Aunque siempre se ha dicho que por la cabeza se
pierde entre un 40 y un 50 % del calor corporal (al-
gunos escritores han llegado a afirmar que puede
llegar incluso al 75 %), estudios recientes han reba-
jado este porcentaje al 10 %. ¿Quién sabe? Es como
la leche: un año es buena y al siguiente es peor que
el cianuro.

Sin llegar a desmentir una cifra u otra (al final, los nú-
meros, números son), hay una cosa que está clara:

¿Estás de viaje por el centro de Estados Unidos y tienes mono de


senderismo? Las Montañas Rocosas cruzan el país de norte a sur
y son una auténtica maravilla. Tienen una longitud de 4.400 km:
kilómetros de senderos no te van a faltar. Si te encuentras muy arriba
de ánimos, tal vez quieras meterle mano al CDT (Continental Divide
Trail), una ruta de 4.800 km. Un paseo de un domingo cualquiera.
107
7 | COMPLEMENTOS PARA CUELLO Y CABEZA

la cabeza es una parte importantísima de tu cuer-


po y necesitas protegerla de las inclemencias me-
teorológicas, ya sea lluvia, viento, sol o frío.

En este capítulo haré un pequeño recorrido por los


diferentes gorros de montaña. Para organizar las
cosas, los he dividido en los que protegen contra el
sol y los que lo hacen contra el frío. Como ya te he
comenté en el capítulo de la tercera capa, para la llu-
via echa mano de un buen paraguas. Si viene acom-
pañada de viento, usa una membrana con capucha.
Aunque eso, es otra historia. Vamos con los gorros
que me disperso.

SABÍAS QUE..
El paraguas es una pieza del equipamiento que se relaciona con
la lluvia, pero que funciona igual de bien o incluso mejor con el
sol. Si eres como yo, incapaz de llevar una gorra puesta más de
diez minutos seguidos, prueba con un paraguas para caminar
durante las horas centrales del día. Es engorroso, sí, pero vas
a ser el senderista más fresco de la montaña, te lo garantizo.

PARA EL SOL:

GORRA. Un clásico. Protege bien la cabeza, pero


deja al descubierto las orejas y el cuello, dos par-
tes que se queman con facilidad si no les pones una
buena capa de crema solar. Saca el yeso, Patxi. No
108
7 | COMPLEMENTOS PARA CUELLO Y CABEZA

comprime muy bien al meterla en un bolsillo, y aun-


que esto pueda parecerte que carece de importan-
cia, la tiene cuando te la quitas y no sabes bien qué
hacer con ella. SPOILER: la acabas perdiendo.

GORRA SAHARIANA. Es igual que la gorra “común”


y añade un cubrecuello (que no siempre se puede
quitar). Es una alternativa mucho más completa que
la anterior: protege las orejas y el cuello del sol, aun-
que te adelanto que es molesta cuando hace viento.
Si sudas mucho, se pega al cuello más que una cor-
tina de ducha.

SOMBRERO DE ALA ANCHA. Una alternativa a medio


camino entre la gorra común y la sahariana. Ofrece
protección en orejas y cuello, y no ondea si hace
viento. Es mi opción preferida o, como siempre digo,
la menos mala (para mí).

“Un gorro de ala ancha es una de las


mejores elecciones para el sol. Además de
la cara, protege las orejas y el cuello”.

PARA EL FRÍO:

BRAGA. Se hicieron famosas gracias a la marca es-


pañola Buff. Es un pañuelo tubular que fue pensado
para el cuello y es igual de bueno para cubrir la ca-
109
7 | COMPLEMENTOS PARA CUELLO Y CABEZA

beza. Las hay sintéticas, de lana merina, cortavien-


tos y de casi cualquier material que te puedas imagi-
nar. En la variedad está el gusto, seguro que hay una
a tu medida y a la de tu ruta.

GORRO. Aquí no puedo ser objetivo. De pequeño me


traumatizaron a base de gorros de lana que picaban
horrores. Desde entonces, no puedo ni verlos. Hoy
en día, la lana común continúa utilizándose, aunque
ha dejado paso a tejidos sintéticos mucho más apro-
piados para la montaña y a la lana merina, la reina
indiscutible del baile.

“Un gorro ushanka o de aviador es perfecto


para condiciones muy frías. ¿Lo has
probado?”.

PASAMONTAÑAS. Un gran aliado para climas muy


fríos y que rara vez utilizarás en una ruta de sende-
rismo, a menos que vayas a atracar un banco por el
camino. Si tienes que incluirlo en la mochila, proba-
blemente el tiempo sea tan malo que lo mejor que
puedas hacer sea quedarte en casa.

USHANKA. Mi favorito. Llevo desde que empecé a


escribir el libro con ganas de contarte las maravillas
110
7 | COMPLEMENTOS PARA CUELLO Y CABEZA

de este tipo de gorro. Tal vez no te suene el nombre,


pero si te digo que es el típico gorro ruso o de avia-
dor, la cosa ya cambia, ¿verdad? Es cálido, amplio y
protege las orejas del frío como ninguno. Como con-
trapartida, incluso los modelos más finos son dema-
siado cálidos para la actividad, aunque en el campa-
mento o en el refugio, son una auténtica joya.

MIS GORROS FAVORITOS

Para el sol, me quedo con el sombrero de ala ancha.


Es cómodo, ligero y cubre todas la zona alrededor de
la cabeza. Además, no ocupa nada cuando lo pliegas
en un bolsillo.

El gorro ushanka es una de las mejores formas para mantener


las ideas calientes cuando hace frío, y cubre el cuello y las
orejas perfectamente.
111
7 | COMPLEMENTOS PARA CUELLO Y CABEZA

1. GORRO/SOMBRERO DE ALA ANCHA. Ideal para el sol. No


hay nada mejor. 2. PASAMONTAÑAS. Algo excesivo para la prác-
tica del senderismo. Nunca lo he utilizado y no imagino en que
situación lo haría 3. USHANKA. Una auténtica delicia en climas
muy fríos (y no tan fríos). No tiene porque estar fabricado con
pelo de animal: los hay sintéticos que funcionan incluso mejor.
4. GORRA SAHARIANA. Una buena alternativa al sombrero de
ala ancha, aunque no es la la mejor alternativa si hace viento.
5. GORRO. Clásico entre los clásicos. 6. GORRA. Todos la he-
mos llevado en alguna salida de senderismo. No cubre el cuello,
una de las partes más susceptibles a quemarse. 5. BRAGA. La
puedes utilizar de mil maneras, pero fue diseñada para cubrir el
cuello.

INFOGRAFÍA 11. No están todos los que son, pero son todos
los que están. Por más que lo pienso, no se me ocurren más
gorros... ¿o sí? Si aprieta el frío, puedes utilizar la capucha de tu
segunda capa y protegerte con ella. En verano, usa un paraguas
para cubrirte del sol: te garantizo que funciona incluso mejor
que para la lluvia. Palabra de senderista.

112
7 | COMPLEMENTOS PARA CUELLO Y CABEZA

Para el frío, incluso la lana más suave me produce


picores y me molesta detrás del cuello y en las ore-
jas. La capucha de mi chaqueta de relleno es sufi-
ciente cuando hago senderismo, pero, si las cosas
se complican mucho y baja la temperatura, el us-
hanka sintético no me falla: es ligero y amplio (esto
muy importante), tiene un poder calorífico enorme.
y aunque abulta una barbaridad, da muchísimo con-
fort. Estoy enamorado de él.

“Un gorro ushanka o de aviador es perfecto


para condiciones muy frías. ¿Lo has
probado?”

SUMA Y SIGUE
Un capítulo más, un capítulo menos. No me
he extendido demasiado porque tampo-
co hay mucho más que explicar. Man-
tén las ideas protegidas y las salidas a
la montaña te irán mucho mejor, te lo
garantizo.

113
7 | COMPLEMENTOS PARA CUELLO Y CABEZA

Con el tema de los gorros acabado, vamos a ver ahora


qué hacer con las manos en esos días fríos o vento-
sos en los que se te hielan hasta los empastes. No
voy a profundizar mucho.

Aprovecho así para hacer un pequeño descanso,


antes de adentrarnos en la segunda mitad del libro:
el material de acampada. Pero vamos por partes. Te
dejo por ahora con el increíble mundo de los guan-
tes y las manoplas y con todo lo que siempre quisis-
te saber sobre esta pieza del equipamiento.

Caminar en verano y primavera es una auténtica gozada, pero el


otoño, trae a las montañas de hoja caduca algunos de los paisajes
más impresionantes que existen. Es mi época favorita.

114
7 | COMPLEMENTOS PARA CUELLO Y CABEZA
¿CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE LA LANA
COMÚN Y LA LANA MERINA?

Además de que el animal del cual provienen es dife-


rente, la lana merina tiene un grosor la mitad del de
la lana común. Las fibras
son tan finas que su tacto
no se percibe
como desa-
gradable y no
dan la sensa-
ción de que
pican, como
sí ocurre en el
caso de las fi-
bras de lana común.

Ahora bien, no todo


lo que se etiqueta
como lana merina es
100% merina; a veces
incluye otras lanas.
Es algo así como ese
zumo de frambuesa en
el que el 25 % es man-
zana; el 20 %, uva; y solo
un 55 %, frambuesa. Cosas
del marketing.

115
08. GUANTES Y MANOPLAS
Si no estás acostumbrado al clima de montaña, pro-
bablemente relaciones los guantes y las manoplas
con el invierno, los climas fríos y la nieve. Es más, te
puede parecer impensable estar sudando a mares a
medio día y que por la mañana el termómetro esté
por debajo de los 0 ºC.

Como ya te he comentado en un par de ocasiones,


yo soy de Elche, una ciudad en la provincia de Alican-
te y, en mis inicios como senderista, también lo creía
así: o hace frío o calor, pero ambas cosas, imposible.

En situaciones de emergencia, incluso unos guantes de


jardinería pueden salvarte el día. Agarrar una cadena de acero
cuando el termómetro marca 2 ºC, no es agradable para nadie.
116
8 | GUANTES Y MANOPLAS

Me equivocaba. Imagino que es un pensamiento muy


sureño y, como siempre digo, en el sur nos tienen mal-
acostumbrados con eso del tiempo.

SABÍAS QUE..
Las manoplas se inventaron antes que los guantes, y estos úl-
timos solo empezaron a utilizarse a partir del s. XII. Un tema
de conversación como cualquier otro para tu siguiente cena de
amigos.

Después de caminar por las montañas de medio mundo


y de haber vivido un par de años en Islandia, se me ha
quitado la tontería: incluso en verano llevo los guan-
tes en la mochila, por lo que pueda pasar.

En muchas rutas de senderismo, los guantes no son


solo recomendables, sino una pieza más del equipa-
miento básico. Si nos cubrimos las piernas, la cabeza y
el tronco, ¿por qué no hacer lo mismo con las manos?
Las mañanas frías de los Alpes suizos o los fortísimos
temporales de Islandia pueden dejarlas fuera de juego
antes de que te des cuenta: no tienen mucha irrigación
sanguínea y se enfrían y entumecen muy rápido.

En la página siguiente comparo el guante y la mano-


pla y te he dejado una infografía con las ventajas y las
desventajas de cada uno. Vamos a verlo.

117
8 | GUANTES Y MANOPLAS

¿GUANTE O MANOPLA? AQUÍ ESTÁ LA


RESPUESTA

No entraré a definir lo que es un guante (imagino


que, como futuro senderista top, tendrás el concep-
to más que superado), pero sí explicaré lo que es
una manopla de forma rápida: es un guante que no
tiene separación entre los dedos, exceptuando para
el pulgar. Esto hace que, al estar los dedos juntos,
sean más calientes que los guantes clásicos.

Sin embargo, tienen un problema: la misma caracte-


rística que las hace más cálidas, también hace que
sea casi imposible maniobrar con ellas. ¿Has inten-
tado utilizar el móvil con unas manoplas puestas?
Pues no lo intentes: es más difícil que doblar una sá-
bana con elástico.

“Escoge los guantes sobre las manoplas: te


será más fácil trabajar con las manos”.

Con esto sabido, puedes imaginarte que, en el mundo


del senderismo, los guantes están mucho más ex-
tendidos que las manoplas. Tareas como desmon-
tar la tienda de campaña o cocinar, hacer una foto
o beber agua, pueden convertirse en pura aventura
con las manoplas puestas.
118
8 | GUANTES Y MANOPLAS

PROS PROS
Mayor facilidad para Muy cálidas
manipular cosas
Mayor oferta en tien- CONTRAS
das Las tareas más bási-
cas con las manos se
CONTRAS vuelven casi imposi-
No tan cálidos como bles
unas manoplas

INFOGRAFÍA 12. Si has utilizado manoplas, sabrás que no es


lo mejor para hacer senderismo: son mucho más calientes que
unos guantes, pero lo cierto es que rara vez necesitarás ese
estra de calidez. Lo que realmente hace a los guantes mejores
para un senderista es la facilidad para trabajar con las manos.
Incluso con los más gruesos es posible realizar tareas como
cocinar, montar una tienda de campaña o hacer fotos si son
“táctiles”.

119
8 | GUANTES Y MANOPLAS
CUATRO CLAVES PARA COMPRAR TUS
GUANTES DE SENDERISMO

1. PON ATENCIÓN A LA TALLA. Una talla dema-


siado grande te restará movilidad, mientras que una
pequeña te oprimirá las manos, el riego sanguíneo
será menor y sentirás más frío. Sé que puede pare-
cer muy evidente, pero escoge la talla correcta, nada
de pedírselos a un amigo que “solo” gasta una talla
menos.

“Unos guantes de una talla demasiado


pequeña, harán que tengas menos riego
sanguíneo en las manos y pasarás más frío”.

2. YA PUESTOS, CON MEMBRANA. Si vas a com-


prar unos guantes para hacer senderismo en climas
fríos, mejor que los compres con membrana. Vas a
gastar un poco más y las manos no van a traspirar
igual de bien, pero es una parte del cuerpo con poco
riego sanguíneo y que se enfría mucho y rápido. Si,
además, utilizas bastones de senderismo, las manos
quedan mucho más expuestas a la lluvia o al viento.
Doble motivo.

3. COMPATIBLE CON PANTALLAS TÁCTILES. Si


eres de ese 99 % de senderistas que hacen fotos con
120
8 | GUANTES Y MANOPLAS
el móvil, lo mejor es que compres unos guantes que
sean “táctiles”. Normalmente solo tienen capacidad
táctil un par de dedos, pero con eso es suficiente.
Evitarás tener que quitarte el guante cada vez que
quieras hacer una foto o tengas que responder una
llamada. No es recomendable, es casi necesario hoy
en día.

4. Un inyectado de silicona para mejorar el agarre


de los bastones, sujeción antipérdida para perder los
dos guantes a la vez (suele pasar) o un refuerzo en
el puente entre el índice y el pulgar son otras carac-
terísticas que, sin ser demasiado importantes, tam-
bién suman.

La cordillera del Himalaya no solo es un sueño para los mejores


alpinistas del mundo: los senderistas también podemos disfrutar
como niños con algunas de las rutas más espectaculares que existen.
En concreto, la región del Anapurna es un paraíso. El contraste de
los glaciares, los valles rebosantes de verde y las banderas tibetanas
de plegaria, no se encuentra en muchos otros lugares.
121
8 | GUANTES Y MANOPLAS
TRES TIPOS DE GUANTES PARA INCLUIR EN
TU MOCHILA SENDERISTA

1. FINOS. Ideales para las salidas de montaña ve-


raniegas en las que durante el día te asfixias, pero
en las primeras horas de la mañana y de la noche las
temperaturas descienden mucho. Si pasas la noche
en tienda de campaña, te vendrán genial para las ta-
reas matutinas como preparar el desayuno o des-
montar el chiringuito.

2. GRUESOS. Además de una capa sintética fina, lle-


van forro polar por dentro para hacerlos más cáli-
dos. Están pensados para climas fríos en los que
unos finos no son suficiente. Es posible hacer cier-
tas maniobras con ellos, pero el uso del teléfono em-
pieza a complicarse.

3. CON MEMBRANA. Incluyen una membrana para


proteger las manos del viento, la lluvia y la nieve.
No son mucho más voluminosos que los anteriores,
pero es complicado maniobrar con ellos para utili-
zar el teléfono o enhebrar agujas. Si vas a caminar
con bastones y no esperas buen tiempo, es lo que te
hace falta. ¿Puedes utilizar tus guantes de esquí? Sí,
pero los hay que abultan mucho menos y son más
adecuados para el senderismo.

122
8 | GUANTES Y MANOPLAS

SABÍAS QUE..
Si practicas senderismo en climas muy fríos, utiliza un sistema
de doble guante: unos finos debajo y otros gruesos con mem-
brana encima. Puedes llevar los dos pares puestos durante el
día, y quitarte el grueso cuando tengas que hacer alguna manio-
bra que requiera mucha movilidad de los dedos. De esta forma,
siempre tendrás unos guantes puestos.

ESTOS SON LOS GUANTES QUE YO LLEVO


Nunca me dejo en casa unos guantes finos sintéti-
cos, especialmente si voy a hacer una ruta de varias
etapas. No me gustan las manoplas porque, como
ya te he explicado más arriba, es complicado mani-
pular objetos con ellas y nunca he necesitado ese
calor extra que aportan.

“Lleva dos pares de guantes en la mochila


para climas adversos, si hay lluvia de por
medio, con más motivo”.

Llevo dos pares cuando espero temperaturas por


debajo de 0º C, lluvias o vientos fuertes. Unos finos
para los quehaceres de primera hora de la mañana
o de la noche, y otros con forro y membrana para
123
8 | GUANTES Y MANOPLAS

cuando la situación se complica meteorológicamen-


te hablando. Si llevas bastones, las manos no suelen
aguantar mucho el mal tiempo. En esos casos, mejor
que los guantes lleven membrana.

VAMOS RECOGIENDO

Hemos acabado con la primera parte del libro: la


indumentaria. En adelante te hablaré de las piezas
del equipamiento que se utilizan en la acampada: el
saco de dormir, la tienda de campaña, la esterilla y el
hornillo y los sets de cocina.

Por ahora, me quedo con los sacos de dormir. Como


he hecho en cada capítulo, te hablaré de los mate-
riales y de los tipos, pero también te enseñaré cómo
interpretar los rangos de temperatura, en qué tienes
que fijarte antes de comprarlo y te daré algunos tru-
cos “caseros” para dormir más caliente por las no-
ches.

Por cierto, ¿sabes qué compañía fabrica el único


saco de dormir del mundo que sirve para cualquier
tipo de clima? Yo tampoco, porque no existe tal cosa:
cada saco de dormir tiene unas características. ¿Las
vemos juntos?

124
09. EL SACO DE DORMIR
Creo que los peores errores que he cometido en la
montaña han sido con los sacos de dormir. Cuando
en 2010 caminé el GR-11, no se me ocurrió mejor idea
que llevar el mismo saco sintético que había utiliza-
do unos meses antes en el Camino de Santiago.

¿La diferencia? Pues que este último lo había hecho


en junio y durmiendo en albergues, mientras que el
GR-11, una ruta que cruza toda la cordillera pirenai-
ca, lo comencé a mediados de septiembre y crucé la
parte central con las primeras nieves. Un aplauso.

Poco pasó para lo que podía haber pasado. Todavía


hoy recuerdo uno de los días más fríos de toda la
ruta: me desperté con los pies completamente hela-
dos y, al apoyarlos, caí al suelo a plomo y me clavé el
hornillo en la cadera. No me hice una cirugía de mi-
lagro.

SABÍAS QUE..
No metas el saco de dormir en su bolsa nada más te levantes.
Ponlo al sol para que la humedad que se ha acumulado duran-
te la noche se evapore. Esto es así tanto si el saco es de pluma
como sintético, pero es mucho más importante en la pluma para
que no se apelmace y se dañe el relleno.

125
9 | EL SACO DE DORMIR

Te lo digo por propia experiencia: no escatimes a la


hora de escoger el saco de dormir, no es algo con lo
que bromear (exceptuando en las carreras de sacos
con las tiendas de campaña vecinas).

En muchas ocasiones podrás prescindir de una tien-


da de campaña o un sistema de vivac. Incluso, si
tras años durmiendo a la intemperie has desarrolla-
do habilidades de faquir, no te hará falta ni la esteri-
lla. Pero el saco… Da igual en qué estación, monta-
ña o situación estés: siempre te va a hacer falta uno
por muy fino que sea.

Cuando vayas a guardar el saco de dormir en el armario, hazlo


en una bolsa de descanso (como la de la foto). Son bolsas más
amplias que las de compresión y tienen una rejilla para que el
saco se ventile.

126
9 | EL SACO DE DORMIR

¿CUÁL ES LA FUNCIÓN DEL SACO?

Explicado de forma sencilla, el saco es el encarga-


do de “almacenar” el calor corporal mientras duer-
mes. No lo genera calor por sí mismo, sino que re-
tiene el que desprende tu cuerpo. Cuanto mayor sea
su capacidad de retención, mayor será su capacidad
calorífica. ¿Te acuerdas de las segundas capas de
relleno? Pues el saco es algo parecido: un empare-
dado de dos tejidos muy finos entre los que hay un
aislante.

Vamos a ver qué tipos hay en el mercado. ¡Nos po-


nemos en marcha!

“El saco de dormir es un emparedado de


dos tejidos finos con un aislane (pluma o
sintético) en medio ”.

UN SACO DE DORMIR, DOS FORMAS POSIBLES

Podemos clasificar los sacos de dormir de mil ma-


neras, incluso por colores (esto sería bastante inútil,
claro), sin embargo, la que primero llama la atención
es aquella que atiende a su forma. A grandes rasgos,
pueden ser de momia o rectangulares.
127
9 | EL SACO DE DORMIR

SACO DE MOMIA. Reciben este nombre porque su


forma es parecida a la de un sarcófago. Vale, sé que
puede sonar tétrico, pero son, con diferencia, los más
comunes en el mundo del senderismo. Tienen una
apertura superior estrecha, llevan capucha y se ajus-
tan al cuerpo para conservar mejor el calor.

SACO RECTANGULAR. ¿Hay algún valiente que lleve


estos sacos en la mochila? Espero que no. ¿El moti-
vo? Ofrecen muy poca eficiencia térmica. Lo mejor
que tienen es se pueden abrir por completo y uti-
lizarse como manta, o incluso puedes juntarlo con
otro para hacer un saco en el que quepan dos per-
sonas.

La pluma y el plumón son el mejor relleno si buscas buena


capacidad calorífica con poco peso. En la foto, la pluma esta
arriba y el plumón abajo. Te hablaré de estas fibras dentro de
muy poco.
128
9 | EL SACO DE DORMIR

Son muy cómodos y amplios, bien ventilados y se


utilizan sobre todo en salidas veraniegas. Su hábitat
natural es el camping, y su transporte, el maletero del
coche. A menos que no te quede otra (literalmente),
no son sacos de senderismo: son pesados y abultan
mucho. ¿Lo puedes llevar a una ruta? Por supuesto.

“Para senderismo, olvídate de los sacos


rectangulares y escoge uno de momia, son
muchísimo más eficientes”.

Cuando te levantes, deja que el saco se ventile y pierda la


humedad que ha acumulado durante la noche. Mientras,
puedes ir haciendo otras cosas como preparar el desayuno o
hacer la mochila.
129
9 | EL SACO DE DORMIR

1. CAPUCHA. Básica en los sacos de tres estaciones, pero pres-


cindibles en algunos de verano. Dentro de nada vemos qué sig-
nifica esto de las estaciones, no te preocupes. 2. BOLSILLO IN-
TERIOR. Fantástico para guardar cualquier cosa para que no
se pierda. A mí, si meto algo me molesta para dormir y alguna
que otra vez se me ha olvidado dentro al plegar el saco. Mi**da
3. CREMALLERA. Abre y cierra el saco. ¿Demasiado obvio? No
tanto como te imaginas 4. REFUERZO EN PIES. Extra de relleno
para aislar mejor una de las partes que más rápido se enfría. 5.
RELLENO. Puede ser de pluma o sintético. Lo vamos a ver en la
siguiente página. 6. CEÑIDOR. Es un cordón que ajusta la aper-
tura de la boca del saco. 7. COLLAR TÉRMICO. Cubre la zona
del cuello y evita que entre frío.

INFOGRAFÍA 13. Aquí te dejo una infografía con las partes


esenciales de un saco de dormir. Algunas de ellas como la
capucha, el collar térmico o el refuerzo de relleno en los pies
son características que solo están en los sacos de momia y
no en los rectangulares. Claro que los rectangulares no suelen
verse en las rutas de senderismo, y están más orientados a
camping. 130
9 | EL SACO DE DORMIR

HABLEMOS DE TEJIDOS (POR ÚLTIMA VEZ)

A estas alturas, probablemente ya sepas tanto de


tejidos como yo. ¿Te he machacado mucho? Espero
que sí, era mi intención: los tejidos son el pilar básico
del equipamiento de senderismo. Pero todo lo boni-
to llega a su fin y tengo una mala noticia que darte.
Esta será la última vez que te hable de ellos o, por lo
menos, en cuanto a prendas de ropa se refiere.

“En climas muy húmedos, el tejido sintético


puede ser una buena alternativa a la
pluma”.
Así que, antes de decirles adiós, vamos a ver los te-
jidos de relleno de los sacos de dormir. Verás que
son muy parecidos a los de las segundas capas de
relleno... Bueno, lo cierto es que son los mismos: la
pluma y el relleno sintético. Démosles un repaso y
una despedida como se merecen.

PLUMA. Es un tejido termorregulador excelente. Es


ligera, muy confortable y, a pesar de lo que la lógica
pueda decirnos, es mucho más duradera que las fi-
bras sintéticas. Por otro lado, se trata de una fibra
delicada, cara y se apelmaza y se vuelve inútil si se
moja.
131
Por suerte, los tejidos con los que se construyen los
sacos (la capa esterior) no solo evitan que la pluma
se “escape”, sino que ofrecen una resistencia al agua

SABÍAS QUE..

El fill power (medido en CUIN) es la capacidad de inflado de la


pluma o plumón del relleno de un saco de dormir (o chaqueta),
y está comprendida entre 550 y 900 (abajo tienes una imagen
de rellenos con diferentes CUIN). Cuanto más pueda inflarse el
plumón (expandirse), más aire caliente podrá retener en su es-
tructura y más capacidad calorífica tendrá para una determina-
da cantidad. Más claro aún: cuanto más CUIN tenga un relleno,
menos cantidad necesitaremos para estar calientes, y por tanto,
menos pesará nuestro saco. Creo que así es más sencillo de
entender.

No hace falta que busques demasiado en la descripción de un


saco de dormir para encontrarte con su CUIN (en la foto de la
página 135 tienes un ejemplo): es una de las características más
importantes y la que hace que el precio de algunos sacos se ca-
tapulte hasta las estrellas.

Recuerda que el concepto CUIN solo se aplica a la pluma. Los


tejidos sintéticos pueden tener un equivalente, pero nunca se
hablará de CUIN en ellos.

132
9 | EL SACO DE DORMIR

bastante aceptable. Por si esto fuera poco, hace años


que se comercializa pluma con tratamientos imper-
meabilizantes para que no se empape con tanta fa-
cilidad (te lo explico en la página 142). This is scien-
ce.

TEJIDOS SINTÉTICOS. No son tan cómodos ni re-


tienen el calor igual que la pluma, aunque se han
conseguido auténticas virguerías tecnológicas que
se han quedado muy cerca. Naturaleza: 1 – Ciencia:
0. Sin embargo, presentan una ventaja enorme: si
se mojan, no pierden la capacidad térmica. Natura-
leza: 1 – Ciencia: 1. Es cierto que son más pesados
que la pluma, pero apenas necesitan mantenimiento
y aguantan casi lo que les pidas. Por si esto no fuera
suficiente, son más baratos que su equivalente en
plumón.

¿Nos quedamos con los tejidos sintéticos? Pues po-


dría estar de acuerdo en que ofrecen ciertas venta-
jas en climas muy húmedos o si eres un senderista
muy despreocupado, pero, cuando la temperatura
baja mucho, todavía no se ha inventado nada que
pueda superar a la pluma. Tenemos un ganador.

133
9 | EL SACO DE DORMIR
NO MÁS CRUELDAD. LLEGA LA PLUMA
SOSTENIBLE

Todavía recuerdo que hace algunos años, aparecie-


ron varios vídeos en Internet con imágenes de gran-
jas chinas donde desplumaban vivas a centenares de
ocas. Todos sabíamos el destino de aquella pluma:
almohadas, edredones y prendas de ropa casuales y
de montaña. La crudeza de aquellas imágenes nos
revolvió el estómago y la conciencia. Aquello era una
auténtica barbaridad.

Tras el revuelo, muchas empresas se apresuraron


a crear estándares que aseguraran una producción
responsable de pluma, y como había sucedido con
otros materiales de prendas de senderismo, la sos-
tenibilidad también llegó a los rellenos. La calidad ya
no era el único criterio: la protección del medio am-
biente y el bienestar animal habían entrado en esce-
na.

Hoy en día es normal que muchas marcas tengan


sus propios sellos de trazabilidad que permitan ras-
trear el origen de la pluma, o que se rijan por estánda-
res globales como el RDS (Responsible Down Stan-
dard), que garantiza que la pluma no se haya obtenido
a través de procedimientos que infrinjan dolor, sufri-
miento o estrés a los animales.

Una muy buena noticia.


134
9 | EL SACO DE DORMIR

DE RANGOS VA EL ASUNTO
El rango de temperaturas de un saco de dormir in-
dica a qué temperaturas puede utilizarse de forma
segura sin pasar un calor excesivo (máxima), o aca-
bar al borde de la hipotermia (límite). La temperatu-
ra idónea viene marcada por una zona llamada “de
confort” y es en ese rango donde siempre deberías
moverte.

En la imagen de arriba puedes ver una etiqueta de saco de


dormir muy completa. Disculpa que esté tan gastada, pero
ese saco ha visto más noches de las que puedo recordar.
A la izquierda, tienes los rangos de temperatura: comfort,
límite y extrema. A la derecha, hay una columna que añade
información muy interesate (de arriba a abajo): forma del
saco, material exterior, material interior, peso del relleno, tipo
de relleno, calidad del relleno (del que te he hablado en la
página 132), dimesiones del saco y peso total. Información
no falta.
135
9 | EL SACO DE DORMIR

Cuando hace demasiado calor (rebasas la tempera-


tura máxima), siempre puedes abrir el saco o inclu-
so utilizarlo como manta, pero: ¿qué pasa cuando
hace demasiado frío y la temperatura está entre las
zonas límite y extrema? Ya te adelanto que lo mejor
es no tener que llegar a ese punto.

En esta zona resulta imposible dormir, los pies co-


mienzan a congelarse y te acercas peligrosamente
a la hipotermia. Más claro aún: la palabra “extremo”
marca la línea entre la vida y la muerte por conge-
lación. Bajo ningún concepto deberías llegar a este
punto. La experiencia me dice que incluso en la zona
alta del “límite”, no se pasa nada bien.

“Cuando se trata de sacos de dormir, la


pluma es la mejor opción en (casi) todas las
situaciones”.
Una recomendación final: lleva siempre una prenda
para dormir cómoda, de algún tejido natural (aquí,
incluso el algodón es aceptable), pero, sobre todo,
que esté limpia. El cuerpo transpirará mejor y esta-
rás más cómodo. Nada de meterte en el saco de dor-
mir con la ropa que has llevado todo el día (vale que
todos lo hemos hecho… mejor no).

136
9 | EL SACO DE DORMIR
FÍJATE EN ESTO CUANDO COMPRES TU
SIGUIENTE SACO DE DORMIR

Aquí tienes un listado con unas cuantas cosas en


las que fijarte a la hora de comprar tu saco de domir.
Algunas ya las he mencionado en la infografía de la
página 130, así que es probable que te sean familia-
res.

1. TALLA. El saco tiene que quedarte ajustado para


optimizar las cualidades térmicas, pero no tanto
como para que impida el movimiento normal cuan-
do duermes (esto depende un poco de cada uno, yo
soy un torbellino en la cama). Un saco muy estre-
cho te restará movilidad y acabarás despertándote
por las noches cada dos por tres. Si te queda holga-
do, te costará horrores calentarlo (aunque puede no
venir mal en climas cálidos donde la amplitud favo-
rece la ventilación).

2. COLLARÍN CEÑIDOR. Evita que entre aire frío por


el cuello. La mayoría de los sacos de dormir de in-
vierno lo llevan.

3. CREMALLERA. Es uno de los puntos débiles de


un saco. Si es de mala calidad, el frío entrará a rau-
dales por ella incluso estando cerrada. Lo mínimo
exigible es que incluya una solapa para taparla y evi-
tar el contacto con el metal o el plástico (que están
fríos de narices). La cremallera tiene que ser doble y
137
9 | EL SACO DE DORMIR
con dos caras para que se pueda abrir y cerrar tanto
por dentro como por fuera, y desde arriba o desde
abajo.

“Los sacos, como la ropa, también tienen


talla. No te olvides de esto cuando lo
compres. Es más importante de lo que
imaginas”.

4. CAPUCHA. Para los sacos de dormir de verano o


rectangulares, la capucha es más abierta (muchos
no la llevan). Como te comenté al comienzo del capí-
tulo, no son sacos técnicos y rara vez se ven fuera
de los cámpines. En el resto, las capuchas son ce-
rradas para evitar la pérdida de calor por la cabeza.

5. ALGUNAS COSAS MÁS: bolsillos interiores e in-


cluso exteriores, tejido elástico en el cuerpo del saco
para facilitar el movimiento y evitar que te despier-
tes, o relleno de refuerzo en la zona de los pies.

138
9 | EL SACO DE DORMIR

ASÍ ES MI SACO DE DORMIR IDEAL

En esto nunca he tenido ninguna duda: plumón siem-


pre. Son sacos más calientes, cómodos, compactos,
ligeros… ¡Lo tienen todo! El problema es que, ade-
más de no ser precisamente baratos, la humedad y
el agua los hacen un asco. No es de extrañar, que en
algunas salidas largas que he hecho por Escocia o
durante el tiempo que he vivido en Islandia en tienda
de campaña, me haya decantado por sacos de dor-
mir con rellenos sintéticos. No tengo que preocupar-
me de casi nada, son auténticos todoterrenos.

Los sacos vienen en todas las formas y colores. No te dejes


engatusar por el aspecto y el tamaño. Lo más importante es
el tipo de relleno y el rango de temperaturas. Solo así sabrás
si puedes llevártelo a tu siguiente ruta.

139
9 | EL SACO DE DORMIR

En cuanto al rango de temperaturas del saco que


llevo conmigo, oscila entre los 0 ºC y los 5 ºC, y sirve
perfectamente para hacer senderismo veraniego en
los grandes macizos montañosos de medio mundo.
Si pretendes ascender más allá de los 3.000 metros,
es probable se quede algo corto, aunque exceptuan-
do casos muy concretos, como senderista rara vez
dormirás a esas alturas. Ese territorio es de los alpi-
nistas y de sus locuras.

Para salidas en cotas bajas y con mucho calor (lo


que viene siendo el verano en la mayoría de la Penín-
sula Ibérica), tengo un saco sintético muy fino que
se comprime al tamaño de una botella de medio litro
de agua. ¡Ojo! Por mucho calor que haga en altitudes
bajas, en la montaña la temperatura puede desceder
mucho más de lo que te imaginas. Comprueba la
previsión meteorológica y ten en cuenta el gradiente
térmico del que te hablo en el libro “Mis mejores 50
consejos e historias sobre senderismo”.

Ya para acabar, además del saco de dormir, llevo


una sábana de polialgodón con la que gano confort
y algunos grados extra (pocos). El tacto es mucho
más agradable que el del material sintético del saco
y se lavar aparte para no tener que meter la pluma
en la lavadora después de cada ruta.

140
9 | EL SACO DE DORMIR

ROPA BIEN CALIENTE POR LA MAÑANA

Te levantas por la mañana, desayunas y cuando vas


a ponerte la ropa, está más fría que el corazón de tu
ex. Es lo más normal, a todos nos ha pasado alguna
vez, y no es la mejor forma de comenzar el día.

Para que esto no te suceda, guarda tu ropa dentro


del saco mientras duermes. Si no te cabe la chaque-
ta por falta de espacio, guardar por lo menos los los
calcetines, la camiseta y los pantalones que vayas
a ponerte al día siguiente. Solo con esto ya tendrás
mucho ganado.

En caso de que no tengas espacio en el saco o te sea


incómodo dormir con tanto bulto rondando, guarda
la ropa dentro del saco mientras desayunas, para que
el calor residual que todavía queda dentro la calien-
te.

141
9 | EL SACO DE DORMIR
¿PLUMA IMPERMEABLE? SÍ, GRACIAS

Como imagino que ya habrás leído un poco más arri-


ba, la pluma es uno de los mejores aislantes que
existen, pero pierde sus propiedades a medida que
se humedece, y se vuelve inútil cuando está mojada
(y una vez llegas a este punto, ya puedes ir buscan-
do una secadora, porque se apelmaza, y no hay sol
que la seque).

Esto hizo, que durante años, una buena parte de la


inversión en investigación de rellenos de pluma (ima-
gino que existirá una partida para este tipo de cosas)
se invirtiera en desarrollar un tratamiento que los vol-
viera repelentes al agua. Fue el ejército de EE. UU.
el que dio con la solución. Para ello, “tan solo” tuvo
que impregnar la pluma con un químico con base de
silicona y… ¡Voilà! Se inventó la pluma hidrófoba. Que
comiencen los festejos.

“La pluma impermeable no hace milagros,


pero ha sido una gran revolución”.

Como suele suceder con estas cosas, con el tiem-


po se fue perfeccionando y se incorporó a otros ám-
bitos como el de la montaña. A día de hoy, este tipo
de pluma “mágica” se ha hecho un hueco en nues-
142
9 | EL SACO DE DORMIR
tros corazones y parece que ha venido para quedar-
se. Nombres como Ultra-dry down, tratamiento Kdry
o, simplemente, tratamiento repelente al agua, son
habituales en las descripciones de sacos y chaque-
tas de pluma de gama alta. Sí, de esos que con solo
mirar la etiqueta ya duele el bolsillo.

¿Y funciona? Por supuesto, está más que demostra-


do que mejora la impermeabilidad y la rapidez de
secado. ¿Cuánto? De entrada, no esperes poder lan-
zarte a un lago con tu saco de dormir y que salga sin
despeinarse, o pasar la noche bajo una lluvia mon-
zónica y levantarte como si nada. La pluma hidrófo-
ba ofrece cierta repelencia al agua, sí, pero no hace
milagros.

Caminar por rutas costeras puede ser una experiencia muy diferente
y muy... “mojada”. Mucho ojo con los sacos de pluma aquí: la
humedad de este tipo de climas les afecta muchísimo y es muy
normal levantarse con el plumón apelmazado y muerto de frío (el
frío que pasas tú, no el plumón).
143
9 | EL SACO DE DORMIR
¿TIENES FRÍO EN EL SACO DE DORMIR? AQUÍ
TE DEJO CINCO TRUCOS PARA EVITARLO

1. UTILIZA UN GORRO. Ya lo hablamos en el capí-


tulo 7: por la cabeza se puede llegar a perder mucho
calor. Usa un gorro para mantener las ideas calien-
tes por la noche. Si encima le añades la capucha del
saco, ole tú.

2. USA UNA BOTELLA DE AGUA CALIENTE. Una


idea arriesgada a la vez que efectiva es la de meter
una botella de agua caliente dentro del saco diez
minutos antes de irte a dormir. Y digo lo de arriesga-
da, porque si por casualidad se queda medio abier-
ta, puedes crear un desastre de dimensiones impor-
tantes. Aquaman approves. Si el saco es de pluma,
apaga y vámonos. Mucho cuidado: no serías ni el
primero ni el último en acabar con el saco empapa-
do. Puedes utilizar el agua de la botella a la mañana
siguiente para hacer café o incluso para beber si vas
escaso.

“Mete una botella de agua caliente en el


saco 10 minutos antes de irte a dormir,
verás qué gustazo”.

144
9 | EL SACO DE DORMIR

3. NO LEVANTES LOS PIES. En un intento por ais-


lar los pies del suelo, puedes tener la tentación de le-
vantarlos. Mala idea. Esto solo hará que el riego san-
guíneo empeore y se enfrien todavía más.

4. CALCETINES LIMPIOS. No hay nada que transpi-


re peor que unos calcetines sucios. Te recomiendo
que guardes unos limpios para dormir y los utilices
exclusivamente para eso.

“¿Tienes frío en el saco? Haz un par de


tandas de abdominales y verás que rápido
entras en calor”.

5. HAZ ABDOMINALES. De acuerdo, no es la forma


más elegante de calentarte por la noche ni la más
discreta si duermes con más personas, pero si tie-
nes frío, una buena ronda de abdominales te calien-
ta en un par de minutos. También es cierto que esto
te activará y te costará dormir el doble. No se puede
tener todo en esta vida.

145
9 | EL SACO DE DORMIR
UNA SÁBANA PARA EL SACO

Me encanta utilizar un saco-sábana en mis noches


en la montaña. Son forros cerrados finos, fabricados
con tejidos suaves (algodón, polialgodón o incluso
seda), que se introducen dentro del saco. Tienen va-
rias ventajas: añaden algunos grados de tempera-
tura; el tacto mejora mucho, y el saco de dormir se
mantiene limpio. ¿Quién da más?

A menos que esté fabricado con seda de Uzbekis-


tán, no es una pieza del equipamiento cara ni tampo-
co pesada (unos 100 gramos). Así que, si eres de los
que pasa más días en la tienda de campaña que en
su casa, te recomiendo que te hagas con uno ahora
mismo. Verás cómo tu sueño mejora.

Ya sabes lo se dice en la montaña: el senderista que


duerme a gusto, no se pincha con ningún arbusto...
Bueno, me lo acabo de inventar.

146
9 | EL SACO DE DORMIR

A OTRA COSA, MARIPOSA

Menudo capítulo interesante. Como ya te habrás ima-


ginado a estas alturas, soy un auténtico aficionado
a dormir en la montaña y, para mí, tener una buena
gama de sacos en casa es (casi) una necesidad:
dependiendo de dónde y cuándo vaya, utilizo uno u
otro. Sé que algunos pueden parecer caros, pero si
lo vas a exprimir al máximo, no escatimes y cóm-
prate uno estupendo.

En el siguiente capítulo te voy a hablar de las tien-


das de campaña. Es cierto que hay otros métodos
para pernoctar en la montaña (que nombraré por en-
cima), pero me voy a centrar en estas por ser, de
lejos, la forma más habitual de hacerlo. Te hablaré de
la acampada en España, de qué está prohibido y de
qué no y, como siempre, te ayudaré a aclarar dudas
para que puedas escoger la tienda de campaña que
mejor te convenga para tu tipo de senderismo. Coge
la mochila porque… ¡continuamos con nuestro viaje!

147
10. LA TIENDA DE CAMPAÑA
Hacer una ruta de senderismo de varios días y dormir
en la montaña es una de esas cosas que me apasio-
na. A decir verdad, no tiene por qué ser en la mon-
taña. No importa si voy caminando, en canoa o en
bici. Saber que llevas en la mochila algo que hace
de casi cualquier sitio un buen lugar para dormir,
es una de las mejores descripciones que conoz-
co de libertad absoluta. Pero claro, antes de llegar
hasta aquí hay que conseguir una tienda de campa-
ña apropiada. ¿La buscamos juntos?

“Olvídate de las tiendas que se montan en


cinco segundos y cómprate una de verdad
para tus rutas”.

No es que sea difícil encontrar la que mejor se adap-


te a tu tipo de senderismo, pero tampoco es tan sen-
cillo como en el caso de un saco de dormir en el que
manejas únicamente un par de variables.

Para la tienda de campaña tienes que considerar


cosas como la amplitud, la forma, la resistencia al
agua y la transpirabilidad, o incluso detalles que pue-
den parecerte tan insignificantes como el tamaño del
148
10 | LA TIENDA DE CAMPAÑA

SABÍAS QUE..

Muchas tiendas de campaña vienen sin “suelo” sobre el que


ponerlas. Esto no es demasiado importante, pero con él evita-
rás el desgaste cuando duermas en terrenos muy abrasivos.
Como contrapartida, el agua se estancará más cuando llueva.
Nada dramático. Importante: nunca pongas un suelo de plásti-
co. El vapor de la respiración se condensará debajo de la este-
rilla, y si llueve, acabarás con una bonita piscina alrededor de la
tienda .

Puedes conseguir un suelo (que al final no es más que una


lona) en el mismo lugar donde hayas comprado la tienda de
campaña. Si andas escaso de presupuesto y se te dan bien las
manualidades, compra el tejido y hazte uno a medida por mucho
menos. Esto lo dejo en tus manos.

vestíbulo, si tiene bolsillos o incluso un gancho para


poder colgar una lámpara. De insignificantes nada.
Por ejemplo, los bolsillos son básicos para tener la
tienda más o menos organizada (más menos que
más). A mí siempre me faltan: si por mí fuera, ten-
dría la tienda llena de bolsillos... ¡O directamente le
metería una cajonera dentro!

Como ya hemos visto en otros capítulos del libro,


cada marca tiene su idea de cuál es la mejor solu-
ción para una pieza del equipamiento, en este caso,
para la tienda de campaña. Empezaré con una breve
clasificación según la forma (algunas de ellas son in-
149
10 | LA TIENDA DE CAMPAÑA

Por raro que te suene, las tiendas de campaña son lugares


muy secos incluso bajo las peores lluvias. La mayoría de
los problemas vienen por culpa de la condensación. No te
preocupes, sucede hasta en las mejores tiendas. Lo único que
puedes hacer para evitarla es abrir la tienda de campaña y dejar
que se ventile.

descriptibles) para luego tratar algunos puntos algo


más técnicos (aunque ya sabes que me los intento
ahorrar siempre que puedo). Vamos a la faena, que
no tenemos todo el día.

UNA ACLARACIÓN Y CUATRO FORMAS DE


DORMIR EN LA MONTAÑA

PERNOCTAR (esto es la aclaración). No hay que con-


fundir la pernocta con vivaquear y mucho menos con
150
10 | LA TIENDA DE CAMPAÑA

acampar. La pernocta es un término más general y


hace referencia a dormir fuera de la vivienda ha-
bitual. Así de simple. ¿Se refiere a dormir exclusiva-
mente en la naturaleza? Para nada. Una cueva, deba-
jo de un árbol, junto a un río, en tu coche o cualquier
otro lugar que se te ocurra pueden ser lugares de
pernocta. ¿Recuerdas esa noche que te pasaste con
la cerveza y acabaste durmiendo en un portal? Pues
bien, eso también es pernocta. Hasta aquí la aclara-
ción. Vamos ahora con las formas de dormir.

“El peso de una tienda de campaña es


fundamental. Si la piensas cargar en la
mochila, procura que no pese más de 1,5
kilos por persona”.

AL RASO. Dormir al raso es dormir al raso: una es-


terilla, un saco de dormir y tú encima aguantando
como un titán lo que quiera que el tiempo haya deci-
dido traer. Personalmente, he dormido en tienda de
campaña en las montañas de medio mundo, en los
climas más adversos que puedas imaginarte (inclu-
yendo Islandia y Siberia en pleno invierno) y, a pesar
de eso, no he sido capaz de dormir al raso ni en el
jardín de mi casa. Me da que la culpa la tienen las
arañas. Pavor es poco.
151
10 | LA TIENDA DE CAMPAÑA

VIVAC. La definición de vivaquear es bastante ambi-


gua, pero hace referencia a dormir en la naturaleza
sin ningún tipo de estructura. Vivaquear y dormir al
raso se utilizan como sinónimos, aunque he deci-
dido separarlo, y aquí solo he incluido aquellas sali-
das en las que se utilice una funda de vivac exclusi-
vamente.

¿Y qué es una funda de vivac? Pues podríamos decir


que es la forma más ligera con la que resguardarse
del mal tiempo mientras duermes. Puede ir desde
un simple saco impermeable dentro de cual se mete
el saco de dormir, hasta tiendas de campaña muy
(muy) minimalistas. En la página 157 te he dejado
una comparativa.

HAMACA. Por algún motivo, a alguien se le ocurrió


que una hamaca sería una buena forma de pasar

152
10 | LA TIENDA DE CAMPAÑA

la noche en la montaña. Como puedes imaginarte,


tiene varios inconvenientes: el primero y más eviden-
te es que necesitas dos árboles de los que colgar-
la. Complicado, aunque no imposible. Pero es que,
además, no puede haber una distancia muy grande
entre ellos. Vete tú a los Pirineos y encuentra dos ár-
boles que estén cerca el uno del otro por encima de
los 2.500 metros. Yo he visto bien pocos.

“Los iglús se han convertido por méritos


propios, en una de las mejores opciones
entre las tiendas de campaña”.

El otro gran problema es que, si nunca has dormido


en una hamaca, la curvatura no te sea muy cómoda.
Si vas a pasar varias noches en ella, ve reservando
cita en un quiropráctico para que te arregle las con-
tracturas cuando vuelvas a casa.

La hamaca es lo que es: un lugar estupendo si tienes


que dormir elevado (como sucedería en la selva ama-
zónica para evitar a los bichos y las alimañas que se
arrastran por el suelo), pero son (casi) un sinsentido
en la mayoría de rutas de senderismo. Si caminas
por encima de la línea de bosque, ni te cuento. No,
las hamacas no son para la montaña: para un rato
van bien, para más… ya si eso coge otra cosa.
153
10 | LA TIENDA DE CAMPAÑA

TIENDA DE CAMPAÑA. Es la forma más común de


pernocta y tiene una clara ventaja sobre el resto: ofre-
ce una enorme protección contra las adversidades
meteorológicas (nieve, viento y lluvia). No es el mé-
todo más barato ni el más ligero, claro que si pien-
sas pasar varios días en una ruta de senderismo y
quieres dormir “en la naturaleza”, es la opción más
cómoda.

Aunque la tienda de campaña es un lugar estupendo para pasar


la noche, no siempre es posible plantarla donde a nosotros
nos gustaría. En esos casos, un refugio puede ser tu mejor
alternativa. El entorno de algunos de ellos te dejan con la boca
abierta. Alucina con el de la foto.

154
10 | LA TIENDA DE CAMPAÑA
TIPOS DE TIENDAS DE CAMPAÑA

A continuación te dejo los tipos de tienda de campa-


ña más comunes.

CANADIENSE O DE DOS AGUAS. Tienen forma trian-


gular y son esas con las que ibas de vacaciones con
tus padres cuando eras niño (o con tus hijos o nie-
tos si ya estás entrado en años). Hoy en día se ven
en algún que otro camping aunque son pocas las
marcas que las fabrican. Son espaciosas, pero sue-
len tener un montaje tosco, un mal aprovechamiento
del espacio y un peso poco recomendable para car-
garl en una mochila senderista. Si algún día estás de
paseo por la montaña y ves una, envíame una foto
para ponerla dentro de mi carpeta de misterios sin
resolver.

DE MONTAJE AUTOMÁTICO. En España las hizo fa-


mosas Decathlon, y gracias al marketing, se han ven-
dido como churros. Tardan en montarse cinco se-
gundos y una eternidad en volver a meterlas en la
bolsa. La lista de trabas que podría poner a una tien-
da de este tipo es casi infinita, pero como no son
tiendas de campaña de senderismo, me la ahorro.
Útiles para salidas veraniegas a un camping o para
llevarlas a la playa. Compactan fatal. O mejor dicho,
directamente no compactan.

155
10 | LA TIENDA DE CAMPAÑA
IGLÚ O MEDIO IGLÚ. Son las más comunes. Tienen
un diseño de media esfera para las grandes y de
cuarto de esfera para las pequeñas (incluso las hay
todavía más minimalistas). Su forma las hace muy
resistentes al viento y su espacio es totalmente uti-
lizable. Además, tienen un vestíbulo para dejar los
trastos. Lo que más me gusta de estas tiendas es
que se mantienen de pie sin piquetas y que, incluso
en las más pequeñas, puedes estar sentado sin pro-
blemas.

“Las tiendas con forma de iglú y las de


túnel son las más comunes hoy en día en la
montaña”.

TÚNEL. Son más bajas, más compactas y ligeras,


y con mejor aerodinámica que los iglús. Sin embar-
go, tienen un problema: para que se mantengan,
es necesario clavarlas al suelo; la estructura no es
suficiente por sí sola. Muchas son pequeñas, muy
pequeñas, y no aptas para los más claustrofóbicos.
Pero de todo hay en la viña del Señor, así que te re-
comiendo que, si te gusta el minimalismo, les eches
un vistazo. A lo mejor es lo que buscas.

156
10 | LA TIENDA DE CAMPAÑA

PROS PROS
Muy amplia Muy ligera
Puedes hacer “vida” Un sistema sin
en el interior complicaciones

CONTRAS CONTRAS
El peso No apta para claus-
Más cara que otros trofóbicos
sistemas para dormir No recomendable en
rutas largas

INFOGRAFÍA 14. Lo cierto es que, con la ley en la mano, es


complicado encontrar un sitio en España donde poder hacer
acampada libre. Lo cierto es que, más allá de situaciones muy
especiales, esto no es posible (aunque en las inmediaciones
de algunos refugios, se tolera). En estos casos, una funda de
vivac puede ser una buena opción... Aunque es algo no apto
para los más claustrofóbicos.
157
10 | LA TIENDA DE CAMPAÑA

ESTAS SON LAS PARTES DE UNA TIENDA DE


CAMPAÑA

Ahora que ya hemos visto por encima las principales


formas de las tiendas de campaña, vamos a echar-
le una ojeada a las partes (a las de la tienda). Una
vez las veamos, te dejaré una infografía para que las
puedas visualizarlo todo, pero, si quieres ir directa-
mente a “lo visual”, la tienes en la página 162. Prepá-
rate que viene el plato fuerte. Toma nota para que
nunca más llames “palos“ a las varillas, ni “cuerdeci-
tas” a los vientos. ¡Hablemos como senderistas que
somos!

“Bolsillos, un gancho para una linterna u


orificios de ventilación son características
que deberías considerar en tu tienda”.

ESTRUCTURA. Es el conjunto de varillas que so-


portan la tienda de campaña y le dan forma. Son
piezas metálicas, flexibles más allá de lo imaginable
(aunque te recomiendo que lleves siempre un tubo
metálico hueco para repararlas en caso de que se
rompan. Suele ir incluido con la tienda). ¡Ojo! porque
algunas estructuras no son muy intuitivas. Pruéba-
la antes de tu primera salida a la montaña o puedes
158
10 | LA TIENDA DE CAMPAÑA

acabar como yo en Escocia (te cuento la historia en


el libro “Mis mejores 50 consejos e historias sobre
senderismo”,).

SUELO. Un suelo es… Un suelo: una pieza de nailon


u otro sintético tupido muy resistente, que evita el
desgaste del suelo de la tienda. No es necesario,
pero sí recomendable: la tienda dura más y es más
difícil que se pinche la esterilla en el caso de que la
que lleves sea hinchable. Te hablaré de ellas en el si-
guiente capítulo.

Alucina con el valle de Yosemite en California. Es cierto que es


mucho más frecuentado por escaladores, pero tiene rutas de
senderismo impresionantes. Tanto es así que dos de los recorridos
más famosos de los EE.UU. pasan por él: el John Muir Trail (340
km) y el Pacific Crest Trail (4.250 km), una de las rutas señalizadas
más largas del mundo.
159
10 | LA TIENDA DE CAMPAÑA
CAPA EXTERIOR O MEMBRANA. Hace que la tienda
sea resistente al agua, a la nieve y al viento. Tan im-
portante es que te proteja del mal tiempo, como que
sea transpirable para evitar la condensación dentro.
SPOILER: es inevitable.

MOSQUITERA. Es una malla fina con agujeros di-


minutos que permite la ventilación y evita la en-
trada de insectos y animales no bienvenidos. En la
mayoría de tiendas de campaña, puedes utilizarla por
separado sin necesidad de emplear la capa exterior.
Esto te vendrá de perlas en climas muy calurosos o
en esa cita romántica tan especial para ver las es-
trellas por la noche. Poca broma, porque puede ser
una cita maravillosa.

VENTILACIÓN. La mayoría de las tiendas de campa-


ña (por no decir todas) incluyen unos orificios en la
capa exterior que hacen de ventana para mejorar
la ventilación (sí, de ahí su nombre). A menos que
haga un tiempo infernal, mantenlas abiertas mien-
tras estés dentro para evitar la condensación (o al
menos, para reducirla).

160
10 | LA TIENDA DE CAMPAÑA

PIQUETAS. Fijan la tienda de campaña al suelo. Vie-


nen incluidas hasta en las tiendas más básicas y sue-
len ser de acero o aluminio. No te hace falta mucho
más. Te recomiendo que tengas un par de repuesto
porque pueden doblarse, y tienen una gran afición a
perderse. En suelos muy duros, ayúdate de una pie-
dra para clavarlas. Eso sí, si el suelo es de roca, olví-
date: los milagros a la Virgen de los Caracoles.

VESTÍBULO. Es ese espacio más o menos peque-


ño (dependiendo de la tienda de campaña que ten-
gas) fuera de la mosquitera, pero debajo de la capa
exterior: algo así como el porche de una casa de
campo. Es un buen lugar para dejar las zapatillas, la
ropa mojada o incluso la mochila si dentro vas esca-
so de espacio.

Algunos senderistas lo utilizan para cocinar cuan-


do el tiempo no acompaña. Si lo haces, ten cuidado
con el fuego: los tejidos de las tiendas son inflama-
bles. Deja el tanque de gas fuera cuando duermas
por si tiene algún escape.

VIENTOS. Los vientos son cuerdas finas que salen


de la tienda de campaña, se clavan al suelo con pi-
quetas y ofrecen una sujeción extra para los días de
mucho viento. No son necesarios en todas las tien-
das, algunas se sostienen siemplemente con la es-
tructura. Sin embargo, las de tipo túnel los necesitan
para mantenerse en pie.
161
10 | LA TIENDA DE CAMPAÑA

1. PIQUETAS. Fijan la estructura al suelo y evitan que la tienda


se vuele, pero sobre todo, le dan rigidez y estabilidad. 2. VES-
TÍBULO. Es ese pequeño avance techado que tienen la mayo-
ría de las tiendas. Está dentro de la estructura, pero fuera de la
mosquitera. 3. VENTILACIONES. Son pequeñas aperturas en lo
alto de la tienda que facilitan que el aire se renueve y evitan una
excesiva condensación. 4. VARILLAS. Conforma la estrutura de
la tienda de campaña. Si se parte una, tiene muy mal arreglo. 5.
MEMBRANA. Es la capa exterior de la tienda de campaña y la
que te proteje del viento y la lluvia. Puedes prescindir de ella si
hace buen tiempo. 6. VIENTOS. Los vientos son esas cuerdas
finas que salen de la membrana de la tienda, se clavan al suelo
con piquetas y dan más estabilidad al cojunto. Con los vientos
en su sitio y bien clavados, el viento partirá antes los árboles de
alrededor que moverá la tienda del sitio. 7. BOLSILLOS. Dame
que me faltan. 8. MOSQUITERA. Es la parte interior de la tienda
de campaña y la que mantiene fuera a bichos y alimañanas in-
deseables. 9. SUELO. Evita que la tienda se rasgue o se aguje-
ree. Si no lo lleva, hazte con uno.

INFOGRAFÍA 15. Aunque la tienda de la infografía es un medio


iglú, las partes son las mismas para casi cualquier tipología.

162
10 | LA TIENDA DE CAMPAÑA
CONDENSACIÓN, ¿OTRA VEZ TÚ?

Uno de los problemas más comentados sobre las


tiendas de campaña en foros y entre grupos de sen-
deristas es el de la condensación. Cuando alguien
más o menos metido en el mundillo le echa un ojo a
tu tienda, lo primero que pregunta es aquello de: “¿con-
densa mucho?”. Ya vino el pesado de turno. Bueno,
antes de nada, definamos qué es esto de la conden-
sación y luego veamos cómo lidiar con ella. Se apro-
xima rollo por el noroeste.

“La condensación es inevitable, aunque


mejora mucho con la ventilación”.

Nuestro cuerpo es una máquina maravillosamente


compleja que emite vapor de agua por exhalación y
por la transpiración que se produce a través de los
poros. Es el vaho que ves cuando hace frío y el vapor
que sale de tu cuerpo si estás haciendo ejercicio y
te quitas la chaqueta. Pues bien, cuando estás den-
tro de la tienda, este vapor asciende, y al encontrar-
se con la membrana, choca con ella y se condensa
por la diferencia de temperatura. Pura física.

¿No te ha pasado nunca que te levantas por la ma-


ñana y el interior de membrana está completamente
163
10 | LA TIENDA DE CAMPAÑA
mojado? Esto se debe a la condensación. Cuantas
más personas durmáis dentro, más pequeña sea la
tienda y menos ventilación y transpirabilidad tenga,
más condensación habrá.

Quizá pienses que no es un gran problema, y salvo


casos excepcionales, no lo es. Algunas tiendas son
más transpirables y tienen mejor ventilación que
otras, pero por mucho que prometan las marcas, este
inconveniente sucede hasta en las mejores casas.
¿Quieres minimizarlo? Abre las “ventanas” y las
“puertas” para que corra el aire, aunque si el espa-
cio es pequeño, una vez lo cierres todo, comenzará
a condensar de nuevo. Tendrás que aprender a con-
vivir con ella.

Igual que sucede con las tapas de las ollas al cocinar, el vapor
de agua que emite nuestro cuerpo se condensa en las paredes
de la tienda de campaña por la diferencia de temperatura. Es
un fenómeno físico de lo más normal.
164
10 | LA TIENDA DE CAMPAÑA

¿SON DIFERENTES LAS TIENDAS DE CAMPAÑA


DE VERANO E INVIERNO?

La respuesta es “sí”, y para ponértelo fácil, los fabri-


cantes las han dividido en número de estaciones:
las hay de dos, tres y cuatro estaciones. Antes de
continuar me gustaría hacer una aclaración: que una
tienda tenga cuatro estaciones no significa que sea
mejor que otra que tenga dos. El número de esta-
ciones de las tiendas de campaña indica para qué
época del año o condiciones climáticas son útiles.
Vamos a verlas y luego continuamos.

DOS ESTACIONES. Se usan para acampada con buen


tiempo, sin lluvias fuertes y con viento moderado.
Tienen techos altos, son amplias, ligeras y con muy
buena ventilación.

TRES ESTACIONES. A esta categoría pertenece la


gran mayoría de las tiendas de campaña de sen-
derismo. Son polivalentes y ligeras, y aguantan casi
cualquier lluvia, vientos fuertes y alguna que otra ne-
vada (aunque si son copiosas, pueden llegar a hun-
dirlas). Te lo digo por propia experiencia: yo pasé todo
un año en Islandia viviendo en una de estas y aquí
continúo, con ganas de más.

CUATRO ESTACIONES. Sobreviven a todo lo que le


echen encima y más: tormentas, grandes nevadas y
165
10 | LA TIENDA DE CAMPAÑA

vientos (casi) huracanados. Se utilizan en expedi-


ciones, son super robustas y te dejan la tarjeta de
crédito tiritando cuando las pagas. Ya te adelanto
que no es lo que buscas a menos que te dediques al
alpinismo.

“Las tiendas de 3 estaciones son las más


polivalentes. Para hacer senderismo, son las
mejores”.

¿CUÁNTA GENTE CABE EN LA TIENDA DE


CAMPAÑA?

Te he hablado de prácticamente todo: de las partes


de la tienda de campaña, de las formas, de los tipos
según las estaciones… Pero todavía no he tratado
una cuestión fundamental: ¿cuántas personas pue-
den dormir en ella? Menuda chorrada. ¿Demasiado
obvio? Vas a ver que no. Te lo explico.

SABÍAS QUE..
Algunos autores y marcas diferencian un tipo de tienda de cinco
estaciones para climas extremos. Se utilizan en alpinismo y
en condiciones invernales extremas (muy lejos del mundo en el
que nos movemos los senderistas).

166
10 | LA TIENDA DE CAMPAÑA

¿Crees que estas fotos solo pasa en las películas y en las


cuentas que sigues de Instagram? Te aseguro que no. En
muchos lugares del mundo está permitida la acampada libre
y es perfectamente posible levantarse con este panorama. Si
encima es en buena compañía, mucho mejor.

Si quieres una respuesta fácil, te diré que los fabri-


cantes establecen para cada tienda de campaña
el número de personas que pueden dormir en ella.
Arreglado. No obstante, el tamaño reservado a cada
senderista está lejos de ser el de una cama de ma-
trimonio: no suele ir mucho más allá de los 70 cen-
tímetros de ancho. Y eso, en el mejor de los casos.
Si eres más bien grande y quieres estirarte, acabarás
con la mano en la boca a tu compañero. Si además
ronca, no vas a pegar ojo en toda la noche.

Mi recomendación en estos casos es que compres


una tienda de campaña para una persona extra. Es
decir: si vais a dormir dos, que la tienda de campaña
167
10 | LA TIENDA DE CAMPAÑA

sea de tres; si vais a dormir tres, que sea de cuatro, y


así sucesivamente. No añadirás mucho peso extra,
descansarás mucho mejor y tendrás más espacio.

Este escenario puede generarte un par de preguntas.


En primer lugar, cuanto más grande sea la tienda,
más difícil será encontrar un espacio donde montar-
la. En segundo lugar, ¿qué pasa cuando hay que lle-
var una tienda de campaña para tres o cuatro per-
sonas en la mochila? ¿Hay que dividirla? ¿La lleva
una persona sola? A ver, vamos a aclarar esto.

SABÍAS QUE..

Te estoy eternamente agradecido por haber comprado el libro;


por haber llegado hasta aquí y por apoyar un proyecto como de-
Rutas para que algo tan maravilloso como el senderismo pueda
llegar a tanta gente.

Sobre la primera cuestión, si sabes que en el lugar al


que vas no es fácil encontrar una zona de acampada,
lleva la tienda de campaña más pequeña que puedas
conseguir para el número de personas que seáis.
Esto puede implicar, que en el peor de los casos, ten-
gáis que llevar varias tiendas de campaña individua-
les. Sé que muchas veces es complicado saber con
qué te vas a encontrar cuando llegues, pero hoy en
día con un par de clics, puedes conocer mucho del
entorno.
168
10 | LA TIENDA DE CAMPAÑA

Sobre la segunda cuestión, la tienda de campaña la


debería llevar una única persona. Sí, has oído bien.
Si la dividís, haréis más complicado encontrar las par-
tes a la hora de montarla, facilitaréis el que se pier-
dan y no será una unidad funcional: las partes por
separado no sirven para nada.

Te pongo un par de ejemplos: si está anochecien-


do, la persona que lleva la tienda de campaña puede
adelantarse y comenzar a montarla antes de que lle-
gue el resto. Lo mismo sucede con otras partes del
equipamiento. ¿Hay hambre? Pues que el que lleva
los utensilios de cocina apriete un poco el paso para
que el resto llegue a mesa puesta (los amigos que
están dispuestos a hacer este sacrificio por el grupo,
tiene un lugar muy especial en el cielo).

“Si lleváis una tienda para varias personas,


no la separéis en varias mochilas, que la
lleve una única persona”.

DOMIR INCLINADO

Soy un auténtico sibarita a la hora de escoger donde


plantar la tienda o montar un vivac. De hecho, he lle-
gado a tener discusiones relativamente acaloradas
169
10 | LA TIENDA DE CAMPAÑA

por algo tan sencillo como la inclinación del terreno.


No, no me conformo con cualquier cosa: el suelo
no debe tener la más mínima inclinación. Y cuando
digo sin inclinación, me refiero a sacar un nivel de la

“Dedica todo el tiempo que te haga falta a


buscar un lugar bien llano para montar tu
tienda de campaña. Las prisas nunca fueron
buenas”.

Dormir en tienda de campaña en plena naturaleza es una


experiencia inolvidable. Tal vez te sientas intimidado por salir
solo con ella, pero te aseguro que, una vez lo pruebas, te cuesta
volver a los refugios.

170
10 | LA TIENDA DE CAMPAÑA

mochila y asegurarme de que la burbuja se encuen-


tra justo entre las líneas. Perfecto.

A menos que seas de los que puede dormir en cual-


quier sitio, una tienda inclinada no es un buen lugar
para descansar. Si la inclinación está en el eje de la
cabeza-pies, no es algo grave. En este caso, que la
cabeza quede en la parte alta. En cambio, si la tienda
está inclinada en el eje de los hombros, es proba-
ble que acabes estampado contra la zona más baja,
algo no muy agradable si duermes con un amigo al
que no le gusta mucho el contacto físico. Lo dicho:
tómate tu tiempo (si lo tienes) y asegúrate de selec-
cionar bien la zona.

Saca el quisquilloso que hay en ti.

ASÍ ES TU TIENDA DE CAMPAÑA IDEAL

Como este capítulo es uno de los más extensos del


libro, aquí te dejo un resumen con todo lo que hemos
visto hasta ahora que te ayudará a valorar cuál es la
mejor tienda de campaña para tus salidas.

Obviamente, lo primero que debes tener en cuenta es


el número de personas van a dormir en ella. Esto te
dará una idea aproximada del tamaño, aunque como
ya te he comentado, las dimensiones del fabricante
“por persona” oscilan entre los 60 y los 80 centíme-
171
10 | LA TIENDA DE CAMPAÑA

tros. Demasiado ajustado. En la etiqueta debería in-


dicar las dimensiones de la tienda desplegada.

Vale, ya tenemos claras las personas. Ahora debe-


mos considerar de cuántas estaciones queremos la
tienda. A menos que vayas a una expedición (en cuyo
caso este no es el mejor libro para infórmate sobre el

Con lugares así para plantar la tienda de campaña, entiendo que


a muchos senderistas se les haga cuesta arriba lo de dormir en
un refugio: la mayoría de los guardados son una pasada, pero
como des con uno malo... se te quitan las ganas de senderismo
para el resto de la temporada.

tema), escoge una de tres estaciones. Son las más


polivalentes, aguantan el viento fantásticamente bien
e incluso el peso de alguna nevada. Si te mueves por
terrenos muy calurosos y pisas poca montaña, una
de dos estaciones es tu media naranja.
172
10 | LA TIENDA DE CAMPAÑA

Con esto arreglado, fíjate en detalles como el peso:


¿hay alguna más ligera? Cuando vayas deRutas, todo
lo que sea aligerar el peso de la mochila es bienveni-
do. Probablemente tengas que pagar algo más, y, en
algunos casos, los materiales no serán tan resisten-
tes, pero merece la pena. ¿Se mantiene de pie solo
con la estructura o hace falta clavar las piquetas? Si
llegas a un sitio, el suelo está duro como una piedra
y no puedes clavar las piquetas, una tienda que se
sostenga sola te sacará del apuro.

No te olvides de comprobar la altura una vez monta-


da (¿te puedes sentar una vez estés dentro?), el ta-
maño del vestíbulo, si tiene orificios para mejorar la
ventilación o bolsillos para meter un frontal, el móvil
o un hurón albino rescatado de las garras de una
águila calva de la Baja California.

El monte Kailash, en el Tíbet, es una de las montañas más sagradas


del mundo. Está prohibido escalarla, pero en su base sucede uno de
los peregrinajes más remotos del planeta, y una de las experiencias
más impresionantes que existen.
173
10 | LA TIENDA DE CAMPAÑA
¿ES LEGAL LA ACAMPADA LIBRE EN ESPAÑA?
LA RESPUESTA QUE ESTABAS ESPERANDO

La respuesta general y corta es “no”, pero si quie-


res saber los pormenores, continúa leyendo. Menu-
do rollo cervantino que te espera.

“La acampada libre no está permitida, pero


el vivac está tolerado en muchos lugares”.

Para contestar a la pregunta, tenemos que remon-


tarnos a 1966. En aquel año se publicó en el BOE
la Orden del 28 de julio de 1966, que autorizaba la
acampada libre en toda España. Vamos bien. La cosa
cambió en 1978. Con la nueva Constitución, las co-
munidades autónomas tomaron el relevo en materia
de turismo y tiempo libre (y, por tanto, en el tema de
la acampada), y fue ahí donde el asunto se empezó
a torcer. Vamos mal. Todavía se enrevesó más con
los ayuntamientos tomando cartas en el asunto. La
faena se acabó de rematar cuando cada parque y re-
serva natural estableció su propia normativa.

¿Dónde nos deja esto ahora mismo? Pues con un


panorama de 8131 municipios, 15 parques nacio-
nales, 195 parques naturales y 49 reservas de la
biosfera con una legislación en potencia diferen-
174
10 | LA TIENDA DE CAMPAÑA
te. Esto puede sonar prometedor, pero lo cierto es
que, por regla general, está prohibida la acampada
en cualquiera de estos sitios.

¿Y qué pasa con el vivac? No está tan perseguido


como la acampada y se tolera en algunos lugares.
¿El problema? La delgada línea que existe entre el
vivac y la acampada. El vivac nunca debería ser in-
tencionado (y en la mayoría de los casos, lo es). Así
que ve tú y explícale a un guarda forestal o a un guar-
dia civil que llevabas un saco de dormir, una esterilla
y una funda de vivac en la mochila por casualidad.
Si la cosa se complica mucho y has metido la pata
hasta el fondo, puede que tengas que explicárselo a
un juez.

En el territorio español está prohibida la acampada libre, pero


en muchos otros países está tolerada e incluso permitida,
siempre que se sigan ciertas normas y se respete el entorno.
175
10 | LA TIENDA DE CAMPAÑA

ASÍ ES MI TIENDA DE CAMPAÑA


Ahora mismo en mis salidas utilizo una tienda con
forma de ¼ de iglú. Es bastante minimalista (solo
cabe una persona) pero tiene un vestíbulo lo suficien-
temente grande como para poder dejar la mochila,
las zapatillas y la ropa mojada. No me suele hacer
falta más.

“Para principiantes, la tienda con forma de


iglú es la mejor opción. Yo las he utilizado
todas y he vuelto siempre al iglú”.

La he probado en las condiciones más duras y ha


aguantado como si nada. El problema viene con la
nieve: la membrana puede no soportar el peso y co-
lapsar si se acumula demasiada encima.

Lo que más me gusta de este tipo de tiendas es que


puede montarse sin haber puesto ni una piqueta.
Esto ayuda en terrenos duros en los que no siem-
pre es fácil clavarlas. El interior está lleno de bolsi-
llos (tres) donde puedo dejar las cosas, e incluye un
gancho donde colgar una pequeña linterna para que
haga de lámpara. Sé que parece poca cosa, pero es
de gran utilidad cuando dejas la tienda por la noche
por culpa de un apretón y tienes que volver después
a oscuras.
176
10 | LA TIENDA DE CAMPAÑA

¿VAMOS A POR MÁS?

En el próximo capítulo te voy a hablar de las esteri-


llas, las grandes olvidadas a la hora de dormir en las
rutas de senderismo. Nos centramos tanto en los
sacos y en las tiendas de campaña, que olvidamos
por completo lo importante que es el aislamiento
del suelo.

Para que te hagas una idea, en condiciones inverna-


les he llegado a apilar hasta cuatro capas aislantes
en el suelo para huir del frío. ¿No te lo crees? Te lo
cuento en las siguientes páginas.

Cuando voy a Madrid, rara vez dejo pasar la oportunidad de darme


una vuelta por la Sierra de Guadarrama y visitar sus pueblos. He
perdido la cuenta de las veces que he subido a la Bola del Mundo.
177
11. LA ESTERILLA
No supe lo que era dormir como un capitán gene-
ral hasta que probé una buena esterilla hinchable.
Siempre me había sentido cómodo encima de una
de espuma, así que no veía cómo una hinchable iba
a mejorar mi senderismo.

Tampoco me convencía aquello de tener que hinchar-


la y deshincharla después de una jornada de sende-
rismo mastodóntica. ¿Lidiar con pinchazos y repara-
ciones en medio de la montaña? No, gracias. La cinta
americana da para mucho, sí, pero tenía mis dudas
sobre si la podría llevarla tan lejos. Además, la este-
rilla de espuma era indestructible y podía olvidarme
de ella casi por completo. En definitiva: aquello no
era para mí. ¿O sí?

El macizo del Mont Blanc es uno de los lugares más populares de


Europa para hacer senderismo. No te dejes intimidar por el nombre:
hay rutas para todos los gustos y niveles (y tiene algunos de los
paisajes más impresionantes de todo el continente).
178
11 | LA ESTERILLA

Pues bien, con las esterillas hinchables me pasó


como con los calcetines de lana merina: una vez que
los probé ya no hubo marcha atrás. Esterilla de espu...
¿Qué?

SABÍAS QUE..
Aunque hay almohadas de senderismo que pueden comprimir-
se al tamaño de una gaviota pequeña, muchas veces es sufi-
ciente con introducir tu chaqueta dentro de la bolsa de com-
presión del saco y enrollarla con una camiseta para que mejorar
el tacto.

No hay nada mejor que dormir en la montaña cuan-


do tienes el equipamiento adecuado. Incluso dur-
miendo en el frío invierno islandés, he llegado a estar
mejor que en casa. Palabra. A veces alguien me pre-
gunta: “pero ¿cómo es posible dormir en esas con-
diciones?”. Yo siempre respondo lo mismo: “Si hay
gente que puede dormir en el campamento 4 del Eve-
rest a 8.000 metros de altitud, es posible hacerlo en
cualquier parte”. La esterilla es la base para aislarte
del frío: no importa el saco de dormir que tengas, si
te acuestas sobre una plancha de hielo, o bien lle-
vas una buena esterilla, o se te va a congelar hasta
el alma. Comienza la casa, pero comiénzala por los
cimientos.

179
11 | LA ESTERILLA

Vamos a ver los tipos de esterillas que puedes en-


contrar ahí fuera. Son solo tres.

¿QUÉ TIPOS DE ESTERILLAS EXISTEN?

Hay tres familias: las de espuma, las hinchables y


las autohinchables.

DE ESPUMA. Son las clásicas. Para la montaña, ol-


vídate de las lisas: es posible que sean estupendas
para hacer yoga, pero no son las más adecuadas
para senderismo. Las que tienen patrones con re-
lieve son mucho más eficientes: atrapan el calor en
los “agujeros” a la vez recogen la condensación para
evitar que acabes mojado. ¡Chapó!

Las esterillas de EVA son casi indestructibles. La mía tiene


más de diez años y no es que esté nueva, pero le quedan, por
lo menos, otros diez años más de montaña.
180
11 | LA ESTERILLA

Por si esto fuese poco, son superligeras y casi in-


destructibles. ¿El problema? Abultan más que unos
muebles antiguos y muchas veces no queda más
remedio que llevarlas fuera de la mochila. Si este es
el caso, sujétala bien y que no sobresalga para evitar
desequilibrarte con algún roce (en el libro “Mis me-
jores 50 consejos e historias sobre senderismo” tie-
nes una historia que me sucedió en el Tour del Mont
Blanc por culpa de una esterilla mal colocada en una
mochila. Menuda liamos).

HINCHABLES. Son ligeras y muy cómodas. El princi-


pal inconveniente es que, si se pinchan (algo proba-
ble si no llevas cuidado con dónde la pones), pierdes
toda la amortiguación y el aislamiento. Vamos, que
acabas durmiendo prácticamente sobre el suelo. En
caso de que te decidas por este tipo, incluye unos
parches para repararla sobre la marcha o un buen
rollo de cinta americana. Si vas a abusar de ella o
eres de los que hace vivacs en cualquier sitio, no es
el tipo de esterilla más recomendable. En la página
185 te he dejado un truco para evitar pinchazos.

AUTOHINCHABLES. Están compuestas por una es-


tructura de celdas de espuma con pequeños hue-
cos. Al desenrollarse, las celdas absorben el aire y
“se hincha”. Escribo esto entre comillas porque sí,
se hincha, pero solo a medias. Tendrás que ayudar-
le a base de pulmón para dejarla lista. No lo hacen
todo solas.
181
11 | LA ESTERILLA

ESPUMA HINCHABLES AUTO HINCHABLES

Aceptablemente li-
Las más pesadas de
geras: las de monta-
todas. Pueden superar,
PESO Muy ligeras ña suelen estar entre
tranquilamente los 500
los 300 y los 500
gramos.
gramos

Son frías. Solo


CALIDEZ aptas para verano
Cálidas Cálidas

No recomendables
para uso intensivo en Pueden pincharse, aun-
RESISTENCIA Indestructibles montaña, a menos que son más resisten-
que se combine con tes que las hinchables
una de espuma

Se hinchan solas, aun-


FACILIDAD DE Desplegar y listo
Tienes que hincharla
que hay que echarles
MONTAJE a pulmón
una mano al final

Ocupan tanto que A medio camino entre


muchas veces la las hinchables y las de
PLEGADO única opción es Muy compactas espuma. Digamos que
llevarlas fuera de son aceptablemente
la mochila compactas

Ni tan baratas como las


Las más caras de
PRECIO Baratas
todas
de espuma ni tan caras
como las hinchables

Son baratas, lige- Muy cálidas y más re-


LO MEJOR ras e indestructi- Muy cómodas sistentes que las hin-
bles chables

Son caras y hay que


No son las que
llevar más cuidado
mejor aislan y Abultan y pesan más
LO PEOR abultan una bar-
que un relojero suizo
que las hinchables
para que no se pin-
baridad
chen

TABLA 4. En esta tabla tienes una comparativa con las


características de los tres tipos de esterillas que existen.
Disfrútala, y si tienes dudas, no tengas miedo en escribirme:
te ayudaré en todo lo que pueda.

182
11 | LA ESTERILLA
ESCOGE BIEN DONDE DORMIR

SOBRE VEGETACIÓN. Muy agradable. Si la capa es


de césped o de hojas secas y es gruesa, incluso dor-
mir con una única esterilla de espuma puede ser com-
parable a un colchón duro. El mayor inconveniente
es que no deja ver bien qué hay debajo, y una vez
montado todo el chiringuito, puedes descubrir que
justo en mitad de la tienda, hay una piedra que se
clava como un puñal en la vértebra T6.

“Una zona de césped bien tupida combianda


con una esterilla hinchable, puede (casi)
rivalizar con un colchón duro”.

SOBRE TIERRA. No está nada mal. No tienes el con-


fort de dormir sobre vegetación, pero sabes bien qué
hay debajo. Si ves alguna piedra que pueda ser un pe-
ligro potencial para tu sagrada comodidad nocturna,
bárrela o retírala con la mano. Además, es más sen-
cillo ver si el terreno está inclinado. Utiliza tu esteri-
lla de espuma junto con una hinchable si puedes.

SOBRE MADERA. Algunas zonas de acampada


están levantadas sobre tablones de madera (así a
bote pronto, me vienen a la cabeza el refugio de Los
183
11 | LA ESTERILLA
Cuernos de Torres del Paine, en la Patagonia chile-
na). Gracias a esto, el terreno se aprovecha mucho
mejor y se pueden delimitar con más facilidad las
zonas de acampada si es un lugar concurrido. Una
esterilla hinchable sobre una de espuma es tu mejor
baza. Ojito con las astillas. El suelo comienza a estar
duro.

“Dormir sobre cemento te asegura un


terreno plano, pero si no tienes entrenada la
cadera, lo vas a pasar regular”.

SOBRE CEMENTO. Si la madera ya te parece dura, el


cemento es otro nivel. Vale, es raro que te encuentres
un bloque de cemento en la montaña… O no, si hay
una construcción cerca: una planicie perfecta hecha
de cemento puede salvarte la noche. Si acabas dur-
miendo sobre ella y te gusta hacerlo de lado, prepa-
ra las caderas: no te van a salvar ni media docena de
esterillas. En este caso, cualquier tipo de aislamien-
to/amortiguación es bueno. Cualquiera.

184
11 | LA ESTERILLA
DOS ESTERILLAS MEJOR QUE UNA

¿Para qué escoger entre una esterilla hinchable y una


de espuma si puedes tener las dos? Sé que parece
redundante, pero es una combinación perfecta. Pon
la esterilla de espuma primero y encima la hincha-
ble. ¡Voilà! Dureme como una princesa Disney. Al lle-
var dos aislamientos perderás espacio en la mochila,
aunque ganarás en confort y evitarás que la esterilla
hinchable se pinche (sucede más de lo que nos gus-
taría).

(Venimos de la página 181)

Son cálidas, más resistentes que las hinchables y


más cómodas que las de espuma: aúnan lo mejor
de los dos mundos. Aun así, continúan siendo sus-
ceptibles de pincharse y son las más pesadas de los
tres tipos.

185
11 | LA ESTERILLA
EL VALOR “R”
El valor R indica la resistencia térmica (llamémos-
lo “calidez”) de una colchoneta, y para las de sen-
derismo, el valor suele estar comprendido entre 1 y
6. Cuanto mayor es esta cifra, más aislante será el
material.

Un mayor valor R indica un mejor aislamiento, pero


en la inmensa mayoría de los casos, al aumentar el
aislamiento también lo hace el peso: es probable que
el colchón hinchable de invitados de tu casa tenga
un coeficiente R de 20, pero sería una locura llevár-
selo cargado en la mochila a la montaña.

Como hemos visto con otras piezas del equipamien-


to, la virtud está en el equilibrio: en los sacos de dor-
mir es el peso/aislamiento térmico; en las terceras
capas, la impermeabilidad/transpirabilidad, y en este
caso, el peso/valor R.

186
11 | LA ESTERILLA

ESTA ES LA ESTERILLA QUE LLEVO YO EN LA


MOCHILA

Comencé haciendo senderismo con una colchoneta


de espuma, pero solo empecé a dormir bien cuan-
do compré una hinchable. La cosa no quedó ahí: al
combinar las dos, conseguí una perfección solo su-
perable por los colchones de Lorenzo Lamas (esto
solo lo entenderán los más veteranos).

Dos senderistas decidieron hacer vivac en esta cumbre, pero


escogieron esterillas distintas. Mientras que el del fondo se
decidió por una de espuma muy fina (tiene pinta de que esas
piedras no le dejaron pegar ojo en toda la noche), el más cercano
utilizó una esterilla hinchable con la que estoy seguro que durmió
mucho más cómodo. Eso sí, debería haberla combinado con
una fina de espuma para proteger a la hinchable de pinchazos:
son muy delicadas, y con el peso de una persona encima, no
suelen aguantar en terrenos como este.
187
11 | LA ESTERILLA

Durante años, este sistema me funcionó muy bien en


mis rutas de varios días. Descubrí la felicidad junto a
aquella combinación magistral de aislantes. Sin em-
bargo, todo cambió después de rajar dos colchone-
tas hinchables seguidas (que no conseguí reparar).
Decidí entonces tomarme un descanso. Mentiría si
dijese que no las echo de menos. Lo bueno de todo
esto es que se me ha hecho tal callo en la cadera, que
ahora puedo dormir sobre una plancha de hormigón
armado sin inmutarme. Adapt, improvise, overcome.

“Combina una esterilla de espuma con una


hinchable para dormir mejor que en casa y
evitar pinchazos”.

¿CÓMO VAS?

Pues ya hemos acabado con el tema de las esteri-


llas. ¿Estás muy saturado o todavía te quedan ganas
de más? Te aviso de que el siguiente capítulo es el
de las mochilas, una pieza clave del equipamiento de
cualquier senderista. ¿Sabes cuál te conviene para
una salida de un día? ¿Y cuál te llevarías a una ruta
de varias etapas? En las próximas páginas te doy la
respuesta.

¡Vamos que nos vamos!


188
12. LA MOCHILA
Todavía circulan por las redes sociales algunas fotos
de mis primeras mochilas. Es más, hace algunos días
publiqué en mi cuenta de Instagram la que llevé a mi
primer Camino de Santiago: nada más y nada menos
que un monstruo de 55 litros (y que podía extender-
se otros 15 por si las moscas. Nunca se sabe en el
Camino de Santiago. Modo irónico).

“La principal función de la mochila es


cargar lo máximo con la mayor comodidad y
practicidad posible”.

Eran otros tiempos: yo era un muchacho con poca


experiencia, y como joven orgulloso, no iba a permi-
tir que nadie me dijese qué tipo de mochila tenía que
comprar ni los litros que debía tener. Cuanta tontería.
Fue hace ya muchos años y no recuerdo cómo suce-
dió, pero echando la vista atrás, estoy seguro de que
pensé algo como: “Ya que me compro una mochila
y me va a durar media vida (en eso sí tenía razón), no
voy a escatimar en gastos. Me llevo la más cara que
seguro que es la mejor”.

Tengo la suerte de no ser de esos a los que les gusta


acumular cosas y voy por la vida con lo básico, así
189
12 | LA MOCHILA

que cuando llegué a casa y me puse a cargarla, me


di cuenta de que aquello no iba a llenarlo ni aun po-
niendo todo mi empeño. La acabé llevando al Cami-
no de Santiago, por supuesto y, aunque con 35 litros
me hubiese sobrado, no fue tan mal.

¿Qué pasó con aquella mochila? Pues te sorprende-


rá, pero después de haber llevado más de una doce-
na de modelos a mis espaldas, continúa siendo mi
favorita para rutas largas en tienda de campaña. La

Hay tres normas básicas sobre tu mochila que tienes que


cumplir si no quieres que tu viaje se desmorone:
1. Mantén la mochila organizada. No es grande, no te será
difícil (o no debería serlo).
2. Guarda la ropa limpia lejos (muy lejos) de la sucia. Una vez
las mezclas, comienza el declive.
3. Separa la ropa seca de la mojada. No hay forma de sentirse
más miserable que irse a dormir con la ropa húmeda.
190
12 | LA MOCHILA

calidad de esa mochila está fuera de toda duda, pero


fue una equivocación llevarla al Camino de Santiago.

Después del calzado, la mochila es una de las elec-


ciones más importantes del equipamiento. Cómpra-
la con cabeza. Va a ser tu cocina, tu armario e inclu-
so tu sala de estar: toda tu vida a la espalda.

“Compra una mochila con varios


compartimentos y bolsillos. Te será más
sencillo mantenerte organizado”.
A mí las mochilas me apasionan y, aunque reprimo
mis deseos muchas veces, he comprado más de las
que he necesitado. Lo siento, me he equivocado, no
volvera a ocurrir.

A estas alturas, imagino que imaginarás (cuanta ima-


ginación) que en este capítulo te voy a hablar de todo
tipo de mochilas, pero que me voy a centrar en las
de gran capacidad que se utilizan en salidas de va-
rios días. Estás en lo cierto.

¿Puede haber una forma más gratificante de hacer


senderismo sabiendo que eres autosuficiente y lo
llevas todo sobre los hombros? Para mí no, y cuan-
do la descubras, seguro que para ti tampoco.

191
12 | LA MOCHILA

LOS SHERPAS
En el Himalaya, los porteadores siempre han sido
conocidos por los pesos desmesuradas que cargan
sobre la espalda. Y no, no hablo de los porteadores
de senderismo (que rara vez llevan más de 20 kilos),
sino de los de mercancías: esos que se encargan
de abastecer de víveres a las aldeas y los refugios
más remotos; esos que ves subir con montañas de
cacharros sobre sus hombros y que llegan a cargar
a sus hijos o a sus mujeres como si nada.

Pues bien: algunos son capaces de transportar hasta


100 kilos de mercancías sobre su frente. Durante
años, esto ha levantado voces por todo el mundo
para que esta actividad se regule y se mejoren las
condiciones laborales de los sherpas. Sin embargo,
al final del día, es una cuestión económica muy difí-
cil de controlar: cuanto más cargan, más ganan.

192
12 | LA MOCHILA

1. CINTURÓN LUMBAR. Ajusta la mochila a la cadera y traslada


el peso, de los hombros, a las extremidades inferiores. 2.BOL-
SILLO DEL CINTURÓN LUMBAR. Un bolsillo ideal para guardar
dinero, una barrita de cereales o dos pokémon. 3. BOLSILLOS
LATERALES. Mejoran la organización de la mochila. Son ideales
para llevar la ropa de lluvia. 4. TIRANTES. ¿Cómo ibas a colocar-
te la mochila si no los llevase? 5. TAPA. Cubre el cuerpo principal
de la mochila. Tiene bolsillos en la parte superior e inferior para
guardar cosas que necesites tener a mano. 6. COMPARTIMEN-
TO PRINCIPAL. Tu armario a cuestas. 7. ACCESO CENTRAL.
Muchas mochilas tienen una cremallera a mitad del comparti-
mento principal para tener un acceso al equipamiento más fácil.
8. COMPARTIMENTO INFERIOR. Es el mejor lugar para guardar
el saco y la tienda de campaña, pero el cómo organices la mo-
chila, depende exclusivamente de ti. 8. CUBREMOCHILAS. Es
una membrana para impermeabilizar la mochila. Suele venir en
un bolsillo en la parte inferior.

INFOGRAFÍA 16. Podría enumerar una docena de partes más


de una mochila, pero te he escrito solo las más importantes.
No hacen falta más (y ya son muchas).

193
12 | LA MOCHILA

ESTO ES LO MÁS IMPORTANTE CUANDO


COMPRES TU MOCHILA
Hoy en día, hay tantas opciones que es fácil perder-
se. Sin embargo, todas se basan en una única premi-
sa: cargar todo lo necesario con la mayor comodi-
dad y practicidad posible. Como siempre, a partir de
este punto cada marca se encarga de crear la mejor
solución, pero que no te líen: quédate con la más có-
moda de entre las que tengan la capacidad de carga
que necesites. Punto.

Esta es la versión simplificada, pero no todo es blan-


co o negro en el camino de la elección de una mochi-
la, hay muchísimos grises. Piensa que no solo es im-
portante que tenga la capacidad adecuada; también
ha de ser una capacidad útil y diseñada de forma
inteligente. Parece lógico entonces, que la carga se
distribuya en la mayor cantidad de compartimientos
posible (con ciertos límites, claro). Así, el acceso a
diferentes partes del equipamiento será más rápido.

En lo que se refiere a la comodidad, una buena estruc-


tura acolchada para la espalda y un cinturón lumbar
ancho harán que caminar sea mucho más agrada-
ble. Una forma ergonómica, la talla o “el sexo” tam-
bién son características importantes. ¿Creías que iba
a ser sencillo? Bueno, te dije que en esencia sí lo era,
pero que había muchos grises. Vamos a verlos todos.
194
12 | LA MOCHILA

ALGUNAS CARACTERÍSTICAS QUE DEBERÍAS


TENER EN CUENTA AL ESCOGER TU MOCHILA

Aquí debajo te dejo una lista de cuestiones que de-


berías cuenta a la hora de comprar tu mochila de
senderismo. Si tienes dudas, puedes ampliar la in-
formación con la infografía de la página 193, donde
además, tienes señaladas todas las partes. No es que
sea importante que las conozcas, pero nunca está
de más hablar con propiedad y que, en vez de decir
“asa de la barriga”, digas algo más acertado como:
cinturón lumbar (¡buah! Me ha encantado eso de asa
de barriga. Creo que voy a cambiarle nombre).

SABÍAS QUE..
Entre el 75 % y el 85 % del peso de la mochila recae en el tren
inferior. El peso que sujetan los hombros es mínimo gracias al
cinturón lumbar.

CAPACIDAD. La característica más importante de


las mochilas es su capacidad y se mide en litros.
Si no estás acostumbrado, medirla así te sonará un
poco a chino, pero se utiliza porque es más senci-
llo de recordar y queda mucho mejor decir 50 litros,
que 50 decímetros cúbicos (el día que oiga a alguien
decir: “mi mochila tiene x decímetros cúbicos, no me
hago responsable de mis actos). Como te comenté
195
12 | LA MOCHILA

en la introducción, voy a centrarme en las mochilas


de alta capacidad, pero en la página 197, tienes una
tabla con la capacidad recomendada para todo tipo
de salidas. Échale un vistazo y dime qué te parece.

Pues bien, sin andarme por las ramas, la capacidad


ideal de una mochila para una salida de varios días
oscila entre los 40 y los 65 litros. Aquí dependerá
del equipamiento que lleves, de si la salida es en ve-
rano o en invierno, y de si decides dormir y comer en
un refugio o prefieres llevarte la tienda de campaña
y cocinar tú mismo. Yo prefiero esta última.

“Mete tu mochila en un petate si vas


a facturarla: la protegerás de golpes,
rozaduras y posibles robos”.

En el segundo caso (ese en el que eres completamen-


te autosuficiente), no solo tendrás que cargar con la
tienda de campaña, sino con un saco más grueso,
una esterilla, todo el kit de cocina y el combustible.
¡Pam! Esto añadirá hasta cuatro kilos más de peso y,
dependiendo de cómo lo distribuyas, una buena ta-
jada del volumen: tu pericia y experiencia a la hora
de empaquetar es tan importante como saber qué
meter.
196
12 | LA MOCHILA

¿Quieres convertirte en un maestro del embalaje y


que SEUR se rife tu currículum? Hazla y deshazla las
veces que haga falta, utiliza bolsas de compresión,
gestiona los bolsillos de la mejor forma posible y com-
prímelo todo al máximo (ni te imaginas el espacio
que puedes ganar). Comprime, comprime y compri-
me.

TALLA. La talla es la longitud de la mochila y no


debes confundirla con la capacidad (la creencia de

25-35 35-45 45-55 55-65


LITROS LITROS LITROS LITROS

SALIDAS DE UN DÍA P - - -
SALIDAS DE VARIOS
DÍAS EN REFUGIO P P - -
SALIDAS DE VARIOS
DÍAS CON TIENDA - P P -
SALIDAS DE VARIOS
DÍAS CON TIENDA,
HORNILLO Y COMIDA
- - P P
SALIDAS DE VARIOS
DÍAS POR CLIMAS
FRÍOS CON TIENDA, - - P P
HORNILLO Y COMIDA

TABLA 4. Tabla con las diferentes capacidades de mochilas


según el tipo de salida. Como siempre digo, recuerda que es
una tabla orientativa. ¿Llevas una mochila más grande que la
recomendada en la tabla? Intenta reducirla, irás más cómodo.
¿Es más pequeña? Eres un crack. Solo espero que no te hayas
quedado corto con el equipamiento.
197
12 | LA MOCHILA

“a más talla, más capacidad” es errónea). En caso de


que aun escogiendo una de tu talla, sientas que no
te queda bien del todo, puedes hilar más fino con
las correas de ajuste de la parte interna del respal-
do (solo las llevan algunas mochilas de alta capaci-
dad). Si aun así continúas sin estar cómodo, prueba
con otra mochila: como sucede a veces con el cal-
zado, la culpa no la tiene la talla sino la horma. O los
pies, que no hay quien los entienda (me refiero a los
míos).

HOMBRE/MUJER. Sí, existen mochilas para hombre


y para mujer. La diferencia, aparte de los colores (los

Algunas mochilas de alta capacidad tienen en la parte superior


una zona extensible para ganar algo más de carga. La mochila
de la foto tiene 50 litros, pero puede ampliarse 15 litros más.
198
12 | LA MOCHILA

de marketing sabrán), es que el cinturón lumbar de


las mujeres es más ancho, los tirantes se desplazan
de forma oblicua para evitar los pechos y son más
cortas de espalda para ajustarse mejor a la anato-
mía femenina.

Durante algunos años, llevé una mochila de mujer y


me fue muy bien con ella. Claro que cuando cambié
a una para hombres… ¡Mamma mia! Menuda mejo-
ra. Escoge una mochila para tu sexo.

EXPANSIBLE. Es un doble forro en la boca superior


de la mochila para aumentar la capacidad cuando te
haga falta. No todas lo llevan. En muchos casos, es

Aunque suele vincularse más a escaladores que a senderistas, La


Pedriza es un lugar inmejorable para practicar senderismo a las
afueras de Madrid. ¿No eres amante de las aglomeraciones? Evita
el fin de semana.
199
12 | LA MOCHILA

lo que convierte una mochila de verano en una de in-


vierno (más ropa, saco de dormir más grueso, etc.);
por tanto, que sea expansible es ganar en polivalen-
cia.

“Si no te cabe todo el material dentro de


la mochila y lo tienes que llevar cosas
colgando, te hace falta una nueva”.

Eso sí, no tomes esos litros extra como capacidad


habitual y utilízalos solo en caso de necesidad pun-
tual. La carga extra no es igual de cómoda que el
resto. Si de forma recurrente te hace falta más espa-
cio, consigue una mochila más grande.

DIVISIÓN DEL CUERPO DE LA MOCHILA. Que el


cuerpo principal de la mochila esté dividido y tenga
una apertura diferenciada, te va a facilitar mucho la
vida. Podrás acceder a la parte inferior sin necesidad
de sacarlo todo. Genial, ¿verdad? Que le den una me-
dalla a quien se le ocurrió poner una cremallera en el
culo de las mochilas.

Personalmente, me gusta meter debajo lo relacio-


nado con la pernocta, desde la ropa seca para dor-
mir hasta el saco, la tienda de campaña o incluso
una pequeña almohada. ¿Y cabe? Esto dependerá
200
12 | LA MOCHILA

La capacidad y el peso son dos de las características más


importantes que tienes que considerar a la hora de comprar tu
mochila, pero lo más importante de todo, es que sea cómoda
y disponga de bolsillos (muchos) para organizar mejor tu
equipamiento.

de la mochila, la tienda, el saco… Pero sobre todo (y


vuelvo una vez más a ello), de tu habilidad para com-
primir.

BOLSILLOS DEL CINTURÓN LUMBAR. Ideales para


cosas útiles del día a día: una barrita de cereales, algo
de dinero, una navaja multiusos o un limón pequeño.
Por su tamaño, no dan para mucho, pero siempre se
les acaba encontrando alguna utilidad.

DISEÑO AIREADO DEL RESPALDO. Uno de los pro-


blemas de los respaldos de las mochilas, es que al
estar en contacto con la espalda, tienen una trans-
201
12 | LA MOCHILA

piración horrible: con el tiempo, acaban impregnán-


dose de un olor de aúpa. Los diseños aireados de
malla lo arreglan de una forma muy digna. Si quie-
res saber más sobre los respaldos, échale un ojo a
la página 212.

Es un sistema que funciona bien para mochilas de


tamaño medio (hasta 40-45 litros) sin una carga ex-
cesiva. Sin embargo, a medida que vas añadiendo
más y más peso, la mochila puede desestabilizarse
al caminar. Este es el motivo de que no se vea en las
de más capacidad, donde se necesita una estructu-
ra rígida y robusta.

“No sacrifiques la comodidad por llevar una


mochila muy ligera. A medida que pasen los
kilómetros, lo agradecerás”.

BOLSILLOS EXPANDIBLES LATERALES. Las mochi-


las de alpinismo y escalada no los llevan (tienden a
ser lo más estrechas y minimalistas posible), pero
en las de senderismo son comunes. Es una capaci-
dad “extra” que viene muy bien para guardar cosas
que quieras tener a mano. Yo siempre meto ahí mis
terceras capas y todo lo relacionado con el aseo. Si
usas bastones de senderismo (algo que te recomien-
202
12 | LA MOCHILA

“La tapa de la mochila puede ser una


mochila auxiliar fantástica. Quítale las
correas, átale un cordino y a recorrer
mundo”.
do y de lo que te hablaré en el siguiente capítulo), el
mejor lugar para guardarlos es el lateral y esto blo-
quea los bolsillos. Mal asunto. Por lo demás, genial.

TAPA. Es la parte superior de la mochila (con la que


se “tapa” el compartimento principal) y tiene un bol-
sillo exterior y uno interior. Hoy en día todas las mo-
chilas de alta capacidad la llevan, incluso en algunas
es extraíble y se convierte en una mochila auxiliar
muy útil: improvisa unos tirantes con un trozo de cor-
dino y utilízala para excursiones cortas cuando estés
deRutas. Algunos modelos ya vienen con los tiran-
tes incluidos, así que lo tienes todo hecho. ¡Transfor-
mación!

203
12 | LA MOCHILA
VOLAR CON TU MOCHILA COMO EQUIPAJE
DE MANO

En general, hasta los 40 litros es raro que tengas


problemas para llevar la mochila como equipaje de
mano. Todavía son compactas, y si te excedes un
poco de las dimensiones, siempre puedes compri-
mirla para que se ajusten a las medidas que estable-
ce la aerolínea.

A partir de 40 litros, la cosa se complica y puedes


tener problemas en algunos vuelos. Aquí dependerá
de la forma de la mochila y de tu “pericia compreso-
ra”. Recuerda: comprime, comprime y comprime.

Las más grandes (superiores a 50 litros) tienen una


estructura rígida en la espalda que es imposible do-
blar y que llama mucho la atención. Es difícil que te
salgas con la tuya con en estos casos. Lo más común
es que tengas que facturarla.

204
12 | LA MOCHILA
ORGANIZA TU CASA, ORGANIZA TU MOCHILA

Por algún motivo, soy un auténtico desastre cuando


estoy en casa, pero un artista del orden y de la or-
ganización cuando hago senderismo. No llega a ser
un trastorno obsesivo compulsivo, pero casi. En la
montaña, llevar la mochila patas arriba puede mi-
narte el estado de ánimo muy rápido. Para que esto
no pase, aquí te dejo una serie de consejos.

1. UTILIZA BOLSAS PARA SEPARA LA ROPA. No


lleves toda la ropa suelta por la mochila y escondida
por los rincones. Emplea bolsas de viaje de diferen-
tes tamaños para tener el equipamiento organiza-
do y seco. Son bolsas más o menos estancas, así
que cuando las cierres, quítale todo el aire para que
abulten lo menos posible.

2. ROPA SUCIA. Lleva una bolsa para la ropa sucia,


pero que sea de las buenas. Si vas a caminar duran-
te varios días, un “escape” puede crear el apocalipsis
dentro de la mochila, así que nada de bolsas de un

205
12 | LA MOCHILA
solo uso. En cuanto te sea posible, haz la colada o
el olor se impregnará tanto en las prendas que será
imposible librarse de él.

3. LA ROPA MOJADA CON LA MOJADA. Mantén la


ropa mojada apartada del resto del equipamiento.
Cuanto más lejos, mejor.

4. LLEVA LAS COSAS DE USO HABITUAL SIEMPRE


A MANO. Creo que este punto se explica por sí solo:
hacer la mochila por la mañana y dejar el almuer-
zo del día en el fondo bajo una docena de capas de
ropa, cacharros, la tienda de campaña y el saco de
dormir, no parece lo más conveniente.

5. DEJA LA ROPA PARA DORMIR JUNTO AL SACO.


Si lo haces así, te será más sencillo encontrarla cuan-
do pernoctes y no tendrás que rebuscar por toda la
mochila para dar con ella. No la lleves junto con la
ropa de senderismo, porque a medida que pasa el
tiempo y las etapas, comienza a oler mal y a acumu-
lar suciedad. Por mucho que la laves durante una
ruta, no es lo mismo que meterla en una lavadora (ni
de lejos).

6. CUIDA TU ELECTRÓNICA. Nunca dejaré de enfa-


tizar lo importante que es llevar una bolsa estanca
para la electrónica (por muy resistente al agua que
sea tu cámara o tu teléfono). Si vas a caminar por
un lugar muy lluvioso, con más motivo. En una ruta
de varias etapas, los aparatos pueden llegar a estar
206
12 | LA MOCHILA
expuestos a la humedad durante días, y esto no es
nada bueno.

7. LA BASURA, FUERA. Si hay una cosa que reco-


miendo llevar fuera de la mochila, es la bolsa de ba-
sura. Y es que, a menos que tengas confianza ciega
en la calidad de las bolsas, supone un riesgo que es
mejor no correr. Todavía recuerdo cuando metí en
la mochila una lata de mejillones vacía. Acabé dur-
miendo con olor a escabeche durante días. Aborrecí
los mejillones.

Si te han liado para caminar una ruta de varias etapas y tienes


que lavar la ropa, extiéndela en el refugio o cuélgala de la
mochila para que se seque una vez lavada. Si todavía está
mojada y quieres guardarla, asegúrate de hacerlo alejada de la
ropa seca y de la electrónica.

207
12 | LA MOCHILA

LA DISTRIBUCIÓN DEL PESO NO ES TAN


IMPORTANTE EN LA MOCHILA SENDERISTA

Mucho se ha hablado de la distribución del peso en


las mochilas de los montañeros. Se han hecho es-
quemas teóricos casi perfectos sobre dónde debe
ir cada pieza del equipamiento e incluso yo, en mis
inicios, seguí alguno de esos esquemas durante… un
par de días. Y el segundo con desgana. Desde la ex-
periencia, te digo que estos croquis rara vez funcio-
nan.

Si la cosa se complica, echa mano de la imaginación. Una bolsa


de basura de cualquier restaurante puede salvar tu mochila y
evitar que tus cosas acaben empapadas. No es una solución
muy elegante, pero funciona.
208
12 | LA MOCHILA

Primero de todo, porque en la mochila de un sende-


rista el peso del material es más o menos unifor-
me. Cuando se trata de escaladores o alpinistas, la
cosa cambia, ese es otro mundo.

Y segundo, porque la vida en ruta es más compleja


que el escenario teórico que a menudo se plantea:
si un día vas a comer a media mañana un bocadillo,
querrás dejar el hornillo en el fondo de la mochila,
mientras que si vas a comer algo caliente, preferirás
llevarlo arriba.

Con esto, solo quiero decirte que hagas la mochila


de la forma más práctica y lógica que puedas, pero
recuerda tres cosas importantes:

1. EQUILIBRIO. En la medida en que te sea posible,


lleva el peso simétrico en el eje cabeza-pies: evita-
rá que pierdas el equilibrio. Una caída puede no tener
importancia, o puede despeñarte por un precipicio.

2. PESO. No lleves cosas pesadas en la parte alta


de la mochila. Si lo haces, tirará de ti hacia atrás y
parecerá que alguien te está sujetando para que no
avances. En la parte baja de la mochila va mejor.

3. AJUSTE. Llévala ajustada para que no se tamba-


lee y se mueva “al son” del cuerpo. Además, las co-
rreas tienden a desajustarse a medida que pasan los
kilómetros. Reajustalas un par de veces al día para
209
12 | LA MOCHILA

que todo vaya en su sitio. Como siempre, en el libro


“Mis mejores 50 consejos e historias sobre sen-
derismo” tienes este consejo y muchos más para
aprender a hacer las “cosas de senderista” como un
profesional (es más sencillo de lo que imaginas).

“A pesar de lo nos diga el sentido común,


entre el 75 % y el 85 % de la carga de una
mochila recae en el tren inferior, y no en los
hombros y la espalda”.

Un último consejo con respecto al peso de la mochila:


cuando vayas a comprar una, pruébala en la tienda
con una carga razonable. Llénala hasta arriba y ca-
mina durante diez minutos. ¿Continúas teniendo las
mismas sensaciones? Si es así, adelante con ella.

Cuando llegues a casa, cárgala con tu equipamien-


to habitual y sal a dar un paseo “intenso”. Ni se te
ocurra meterte en una ruta de varios días sin haber-
la probado a conciencia o puede costarte un disgus-
to: tendemos a llenarla con entusiasmo, pero no con
el mismo con el que hacemos senderismo durante
dos semanas de sol a sol.

210
12 | LA MOCHILA
AISLAR LA MOCHILA DEL AGUA

El tejido de la mochila es uno muy tupido y aguan-


ta bien las inclemencias del tiempo, pero tiene sus
límites. Es por esto que los fabricantes incluyen una
membrana ajustable y resistente al agua para cubrir-
la.

Ahora bien, ¿es lo más apropiado siempre? Si la lluvia


es fuerte y además hace viento, puede calar al interior
incluso con un crubremochilas. Por eso, te recomien-
do que lleves la parte del equipamiento más sensi-
ble al agua (ropa, saco de dormir o aparatos elec-
trónicos) en bolsas impermeables independientes.
Estas pueden ir desde una bolsa de basura de tama-
ño industrial, hasta soluciones más elegantes como
bolsas específicas de varios tamaños. ¡Ojo! No son
las mismas que se utilizan para hacer barranquismo
o deportes acuáticos. Las de senderismo son más
finas y ligeras.

No te la juegues con el agua. Es probable que por lo


general camines por climas secos y las lluvias sean
ocasionales, pero si el tiempo cambia y empieza a
llover en serio (algo que no debería extrañarte en la
montaña), agárrate los machos: lo último que quie-
res es llegar al refugio con la ropa y el saco de dor-
mir chorreando. Si es de pluma, pregunta por la se-
cadora y ya verás que risas os echáis todos juntos.

211
12 | LA MOCHILA

¿ESTRUCTURA RÍGIDA O SEMI-RÍGIDA?

Ya hemos hablado al comienzo del capítulo de que


las mochilas de senderismo se diferencian por su
capacidad. Pero hay más. Una de las clasificaciones
más importantes es según el tipo de estructura que
monten. Atendiendo a esto, la mochila puede ser rí-
gida, semi-rígida o flexible.

1. RÍGIDA. Se utiliza en mochilas que soportan una


gran carga (con capacidades por encima de los 45
litros). Son las más cómodas y llevan unos sistemas
de acolchado que son una delicia: 15 kilos saben a
gloria con ellas. El inconveniente es que, a pesar de
incluir aleaciones de metal ligeras, son las más pe-
sadas.

“Las mochilas rígidas son pesadas, pero


son más cómodas que las semi-rígidas y las
flexibles”.
2. SEMI-RÍGIDA. No llegan a ser completamente
rígidas ya que montan una estructura de plástico.
Son más ligeras que las rígidas, pero no las sobre-
cargues que se quejan. Aquí están incluidas las que
montan una malla de ventilación en la espalda. Las
hay de casi todos los tamaños.
212
12 | LA MOCHILA

3. FLEXIBLE. Solo tienen el acolchado y carecen de


estructura. Lo más común es ver este “sistema” (o
más bien, la falta de él) en mochilas de entre 25 y
35 litros. Están muy bien para hacer salidas cortas,
aunque no es recomendable cargarlas más allá de
los 6 o 7 kilos, y mucho menos llevarlas a una ruta
de varias etapas.

“Lleva las cosas de uso habitual, siempre a


mano (y eso incluye una botella de agua). La
tapa de la mochila es un buen sitio”.

¿QUÉ MOCHILA LLEVO YO?

Mientras escribo estas líneas, tengo más mochilas


de las que puedo contar en mi armario. Mis discul-
pas, planeta. En verano, llevo una muy ligera de 40
litros con una estructura semi-rígida. Tener espacio
para meter incluso la tienda de campaña, el saco de
dormir y la esterilla. Si duermo en refugio, llevo la
misma, pero voy sobrado de espacio.

Para salidas más frías o en las que tengo que cargar


comida extra, me llevo mi “primera mochila”, esa de
la que te hablé en la introducción del capítulo: 55 li-
tros de fuerza bruta. Es muy amplia y robusta, con
213
12 | LA MOCHILA

muchos bolsillos, una maya superior que le añade


15 litros extra y una de las estructuras más cómo-
das que he probado. ¿El inconveniente? Sus 2,5 kilos
hacen que sea pesada en comparación con otras,
pero es tan cómoda…

Para organizar el equipamiento, utilizo tres bolsas


finas y resistentes al agua. En una meto el saco de
dormir, una pequeña almohada y el “pijama”; en otra,
toda la ropa sin ningún orden específico; en la terce-
ra, algo más gruesa, guardo una funda con toda la
electrónica.

“Utiliza varias bolsas impermeables dentro


de tu mochila. Esto te ayudará a mantener
el orden”.

Finalmente, llevo una bolsa de aseo con lo mínimo


(incluso he cortado el palo del cepillo de dientes para
que quepa) y un estuche con cosas del equipamien-
to pequeñas: una navaja, el frontal, pilas extra, un
trozo de cordino, un mechero, un rollo de cinta ame-
ricana, pegamento instantáneo, unas pinzas para la
ropa, etc. Vamos, algo así como ese cajón de la co-
cina donde acaba todo lo que no tiene un lugar con-
creto.

214
12 | LA MOCHILA

Si la ruta es muy lluviosa, meto un saco impermea-


ble de 60 litros dentro de la mochila y lo pongo todo
ahí. En pocas palabras: aíslo la mochila por dentro.
De esta forma, cuando me topo con una tormenta
y llego al refugio, la mochila estará empapada, pero
todo lo que va dentro de la bolsa impermeable irá
perfectamente seco.

Comprar la mochila adecuada es fundamental, pero también


lo es mantenerla organizada e impermeabilizada. En la foto
tienes tres tipos de bolsas impermeables. La primera (por la
izquierda) es ideal para deportes acuáticos o barranquismo,
aunque es demasiado pesada, gruesa y rígida para senderismo.
La segunda es más fina y progete casi como una bolsa de
plástico. La tercera es muy fina, y aunque tarda menos en
empaparse que la anterior, no hace falta más.

215
12 | LA MOCHILA

“Aislar la mochila por dentro es una buena


solución en climas muy lluviosos en los que
el cubremochilas no es suficiente”.

CREO QUE ESTO YA ESTÁ

No nos queda nada. Apenas 30 páginas. ¡Estamos


en la recta final a la cumbre! Descansamos 5 minu-
tos, bebemos algo de agua y a por los últimos kiló-
metros.

En el siguiente capítulo te enseño las ventajas de


hacer senderismo con bastones, una de las piezas
del equipamiento más importantes, ya que quita mu-
chísima carga a las articulaciones y a la espalda. Ade-
más, tienen muchas otras ventajas, pero eso te lo
cuento más abajo que ya me estoy adelantando.

216
13. LOS BASTONES DE
SENDERISMO
Aunque hace diez años verlos en las montañas es-
pañolas era más difícil que encontrar una cama libre
en el Tour del Mont Blanc en pleno agosto, hoy en
día es raro el senderista que no los lleva.

Yo compré mis primeros bastones cuando fui al Ca-


mino de Santiago. Llevaba ya algunos años saliendo
a la montaña, pero nunca había sentido la necesidad
de usarlos. Imagino que no les veía mucho sentido
en rutas cortas. Me parecían aparatosos y antinatu-
rales. ¿Qué hacía si tenía que trepar? ¿Y si me caía?
¿Y si el camino tenía tanta vegetación que no podía
utilizarlos? Demasiado pensar.

SABÍAS QUE..
Las puntas de los bastones de senderismo están fabricadas
con tugnsteno (también conocido como wolframio), un elemen-
to muy escaso en la naturaleza con el punto de fusión más ele-
vado de todos los metales y el punto de ebullición más alto de
todos los elementos conocidos. Nada más y nada menos que
2.700 ºC.

No tardé ni un día de uso en enamorarme de aque-


llos artilugios. Eran una versión moderna de los bas-
217
13 | LOS BASTONES DE SENDERISMO

tones que se habían utilizado desde el principio de


los tiempos en la montaña con un extra de versatili-
dad, ligereza… En general, con un extra de todo. Les
había dado la espalda toda la vida y ahora un nuevo
mundo se abría delante de mis ojos: ¿qué tipo de
brujería era aquella? Pensarás que estoy exageran-
do y romantizando demasiado el uso de los bastones
(un poco sí), pero te aseguro que hay una diferen-
cia enorme entre practicar senderismo con basto-
nes o sin ellos y te lo voy a explicar en un momento.
¿Estás preparado? ¡Pues vamos!

“Utiliza dos bastones en vez de uno y


mantén el cuerpo equilibrado”.

COSAS DE BASTONES

Puede parecer que los bastones de senderismo ac-


tuales no aportan mucho respecto a uno bastón de
madera, nada más lejos de la realidad. Un garrote
tiene mucho carisma y te da un toque interesante…
si estás haciendo el Camino de Santiago. Si estás en
la montaña subiendo collados interminables o pro-
gresando por torrentes de piedra, necesitas más li-
gereza, agilidad y algo que te garantice que no vas a
acabar lleno de astillas.

218
13 | LOS BASTONES DE SENDERISMO

Aquí debajo te he dejado unas consideraciones bá-


sicas sobre los bastones de senderismo, para que
las medites antes de comprarte unos.

QUE SE ACORTEN Y SE ALARGUEN. Es una de las


características principales. Acórtalos cuando as-
ciendas y alárgalos en los descensos. ¿Puedes uti-
lizar tus bastones de longitud fija de esquiar? Técni-
camente sí, pero vas a acabar hasta las narices de
ellos y no vas a poder plegarlos para guardarlos en
la mochila cuando no te hagan falta. Yo lo hago al
contrario: utilizo mis bastones de senderismo para
esquiar.

¿TELESCÓPICOS O PLEGABLES? Los telescópicos


son más resistentes y pesados, mientras que los ple-
gables son más compactos y ligeros (suelen tener

Las montañas irlandesas son muy suaves y los desniveles son


asequibles para cualquier tipo de senderista. Además, hay castillos
por todas partes y el paisaje es uno de los más verdes del mundo.
¿El precio a pagar? Un clima húmedo en el que raro es el día que la
lluvia da un respiro.
219
13 | LOS BASTONES DE SENDERISMO

más segmentos que los telescópicos). La principal


diferencia con los telescópicos es que tienen menor
recorrido para acortarse y alargarse. Por todo esto,
los telescópicos están más orientados a senderis-
tas y, los plegables, a corredores de montaña. ¿Se
pueden utilizar indistintamente para una actividad
u otra? Por supuesto. En la página 222 he adjunta-
do un cuadro para que veas los pros y los contras de
los dos formatos.

TIPO DE CIERRE. Los plegables no llevan cierre; los


segmentos van encajados uno dentro del otro y ten-
sados por el cordón que hace de nervio central. Los
telescópicos llevan cierres de pinza o uno expan-
sivo interior que se aprieta al girarlos. Al final del
capítulo, cuando te hable de mis bastones favoritos,
verás que hay un sistema mucho mejor que el otro.

EMPUÑADURA. La empuñadura puede ser de es-


puma, caucho, corcho o plástico. Las que mejores
sensaciones transmiten son las de espuma y corcho.
El plástico y el caucho son más resistentes, pero la
mano suda cuando llevas un rato caminando con
ellos.

MATERAL DEL BASTÓN. Estan fabricados con alea-


ciones de aluminio muy resistentes, aunque en los
de gama alta es normal verlos en fibra de carbono,
mucho más ligera.

220
13 | LOS BASTONES DE SENDERISMO

1. ROSETA PARA NIEVE. Es un disco que se acopla a la punta


del bastón para que al clavarlo en la nieve, haga de tope y no se
hunda por completo. Es el mismo sistema que utilizan los bas-
tones de esquí. 2. CORREA/ DRAGONERA. No pierdas el bastón
y llévalo siempre agarrado a la muñeca. 3. EMPUÑADURA. Aga-
rra el bastón por aquí. 4. MECANISMO DE BLOQUEO. Se utilizan
para fijar la longitud de los bastones telescópicos una vez están
a la altura deseada. 5. ROSETA DE TIERRA. Es más pequeña que
la roseta para nieve, pero su función es la misma. 6. PUNTA. Es
la parte del bastón que se clava al suelo. 7. GOMA. Utiliza go-
mas para cubrir la punta en terrenos en los que el bastón no se
pueda clavar como el alfalto o el cemento. La goma hace que el
bastón se “agarre” por fricción y evita que vayas dando la lata:
el sonido de la punta golpeando un material duro es bastante
molesto.

INFOGRAFÍA 17. Después de las partes de una tienda de


campaña, las de los bastones de senderismo son las que más
dudas crean. Aquí arriba te dejo las más importantes para que
aprendas a manejarte en este mundillo.

221
13 | LOS BASTONES DE SENDERISMO

PROS PROS
Muy resistentes Ligeros
Muy extensibles Muy compactos

CONTRAS CONTRAS
Más pesados que Más caros
los plegables No se alargan tanto
Se encasquillan

INFOGRAFÍA 17. Las diferencias entre el funcionamiento de


ambos tipos son mínimas, pero si te gusta alargar los bastones
hasta (casi) el infinito, te recomiendo los telescópicos. La mayor
desventaja que tienen es que se encasquillan con más facilidad
que los plegables, en especial los de expansivo interior de las
gamas más bajas (yo los evitaría a toda costa: te van a dar
más disgustos que alegrías).

222
13 | LOS BASTONES DE SENDERISMO
5. La ropa para dormir siempre con el saco de dor-
CINCO BENEFICIOS DE CAMINAR
mir. Si lo haces así, te será más sencillo encontrarla CON
BASTONES DE SENDERISMO
cuando montes tu chiringuito y no tendrás que ir re-
buscando por toda la mochila para dar con ella.
1.
6. CONCENTRACIÓN.
La electrónica siempre Tener
enque “controlar”
un lugar los bas-
impermeable.
tones,
Nuncahace que
dejaré deestés más pendiente
enfatizar lo importantede tuque
senderis-
es lle-
mo y mejore
var una buenatu bolsa
concentración.
impermeableAl principio
para lano presta-
electróni-
rás tanta
ca, por atención
muy al entorno,
resistente al aguasin embargo,
que tiempo al
sea tu cámara o
tiempo: cuando
tu teléfono. teaacostumbres
Si vas caminar por un a ellos,
lugar se
muy conver-
lluvio-
tirán
so, conenmás
una prolongación
motivo. de tus brazos y los echa-
rás de menos cuando te los olvides en casa.
7. Lleva la basura dentro de una doble bolsa y fuera
2.
de MEJORAN EL EQUILIBRIO
la mochila. Esta es una de lasY pocas
LA ESTABILIDAD.
cosas reco-
Torrentes
miendo llevarde piedras,
fuera. Yzonas nevadas,
es que, a menos cruce
quedetengas
ríos…
El senderismo
confianza esen
ciega unalaactividad
calidad deen la
lasque el equilibrio
bolsas, supo-
es fundamental
ne un riesgo quesiesno quieres
mejor acabarTodavía
no correr. descalabrado
recuer-
en
do una
cuandozanja.
metíLos
enbastones
la mochilaactúan como
una lata dos nue-
de mejillones
vos
vacía.puntos
Acabédedurmiendo
apoyo. con olor a escabeche du-
rante un par de días. Aborrecí los mejillones.
3. TANTEAR SIN LAS MANOS. Es probable que
nunca te pase, pero conozco a un senderista, con el
que compartí mesa en el refugio del Comapedrosa
(Andorra), que esa misma mañana había tenido un
encontronazo con una víbora en un sendero y que
la tuvo que apartar con el bastón; de allí no había
quien la moviera (me extrañó hasta que me enseñó
un vídeo. Son animales huidizos). Yo los utilizo cuan-
do me topo con una telaraña en medio del camino,
de esas que te hacen entrar en pánico si te rozan la
cara.

223
13 | LOS BASTONES DE SENDERISMO
Aunque no solo de bichos va el asunto. Utilízalos
para comprobar la profundidad de un río antes de
cruzarlo, en una zona pantanosa o para ahuyentar a
unas vacas que se hayan acercado demasiado. Me
ha pasado muchas, muchas veces.

“Utiliza puntas de goma en tus bastones


para progresar por terreno asfaltado y en
poblaciones”.

4. FORTALECEN EL TREN SUPERIOR. ¿Tienes agu-


jetas en los brazos y el cuello después de tu primer
día con bastones? Es lo más normal del mundo. Gra-
cias a ellos la actividad se vuelve más completa por
la tracción que ejerces con los brazos cuando cami-
nas. Ya tienes otra excusa para borrarte del gimna-
sio.

5. QUITAN CARGA A LAS RODILLAS. Y no solo a


las rodillas; también a la zona lumbar, a las caderas
y a los tobillos. Tal vez tengas la sensación de que a
corto plazo no tienen demasiada repercusión, pero
sí a la larga, si quieres que las rodillas te aguanten
“hasta el final”. Salva tus rodillas.

224
13 | LOS BASTONES DE SENDERISMO

No poder comprar unos bastones técnicos no es excusa. En


mi peregrinaje de los 88 templos en la isla de Shikoku, me
fue imposible conseguir unos bastones y llevé durante más de
1000 km un bastón de madera y una caña de bambú. Estaban
lejos de ser compactos, pero aguantaron hasta el final.

COSAS QUE DEBES CONSIDERAR ANTES DE


COMPRAR UNOS BASTONES

Lo primero es decidir si los quieres telescópicos o


plegables. Vale, no lo pienses mucho: ve directamen-
te a por unos telescópicos. Son más robustos y se
alargan más. Asegúrate de que tengan un agarre có-
modo y evita el plástico o las manos te sudarán y el
tacto no será nada agradable: el corcho y la espu-
ma funcionan mucho mejor.

En cuanto a los cierres, los de pinza no se encasqui-


llan con la facilidad con la que lo hacen los expan-
sivos (de rosca). En situaciones ideales y con unos
225
13 | LOS BASTONES DE SENDERISMO

bastones nuevos, la diferencia no es apreciable, pero


intenta desenroscar unos con expansivo interior des-
pués de un año de uso, llenos de arena y con las
manos embadurnadas de sudor o crema solar. Im-
posible es poco.

El peso no es un factor determinante a la hora de


escoger unos bastones (si haces carreras de mon-
taña, es otra historia), aunque deberías evitar los que
notes demasiado pesados, que los hay. Y no, no hace
falta que te vayas a los de carbono. Hay aleaciones
de aluminio muy baratas que funcionan bien y tie-
nen un peso ajustado.

Ya para acabar, un último consejo: aunque un bas-


tón es mejor que ninguno, lleva dos bastones para
tener un paso equilibrado y no cargar más una parte
del cuerpo que otra. Si solo tienes uno, cámbialo de
mano cada cierto tiempo.

SABÍAS QUE..
He visto senderistas en la zona de embarque de algunos aero-
puertos con bastones de senderismo, pero en España, AENA
no permite llevarlos en el avión (no depende de la compañía,
sino del control de seguridad). Factúralos con las piquetas de
la tienda de campaña, aunque es probable que sea más barato
comprarlos en tu destino.

226
13 | LOS BASTONES DE SENDERISMO
ME HE QUEDADO SIN LA PUNTA DE MIS
BASTONES, ¿Y AHORA QUÉ?
Primero, que no “panda el cúnico”. Unos bastones con
la punta partida continúan siendo una herramienta
muy útil. Esto no quiere decir que
te olvides de ellos y sigas funcio-
nando como si nada. Es importan-
te que los repares tan pronto como
puedas: un bastón sin punta tiene
menos “clavada” y agarre.

Pero no te preocupes porque tiene


fácil arreglo: en las tiendas de de-
portes de montaña venden recam-
bios para las puntas e incluso, si
lo pides, es probable que te ayu-
den a cambiarlas (llevan un sis-
tema por presión
muy simple, pero
está duro como
mil demonios).

Una vez cambia-


da la punta, el bas-
tón está listo para funcionar. Si
es de calidad, te durará otros mil
kilómetros. ¡A por ellos, tigre!

227
13 | LOS BASTONES DE SENDERISMO

¿QUÉ BASTONES LLEVO YO EN LA MOCHILA?

Comencé utilizando bastones con expansivos en mis


inicios, pero una vez probé los de pinza, nunca más
volví a los primeros. No me gusta que sean ligeros
y prefiero que tengan algo de peso para que la cla-
vada sea más estable. Esto último hizo que desecha-
ra los de carbono desde el principio: parece que “flo-
ten”, en especial si hace mucho viento.

En cuanto a las empuñaduras, tanto con las de cor-


cho como las de espuma son fantásticas al tacto.
Me van bien tanto una como la otra.

¿TIENES HAMBRE?

Pues hasta aquí todo lo referente a los bastones de


senderismo. No hace falta saber más. Sé que lo he
dejado sobradamente claro a lo largo del capítulo,
pero si nunca has utilizado unos, te recomiendo que
lo hagas lo cuanto antes: tu senderismo mejorará
de la noche a la mañana y tu cuerpo lo agradecerá
desde el primer día.

Si quieres saber más sobre los bastones y sobre la


ténica, hay una seccion enterita en el libro “Mis mejo-
res 50 consejos e historias sobre senderismo” que
también publica deRutas. ¿Este libro te ha gustado?
“Mejora tu senderismo” te va a encantar.
228
13 | LOS BASTONES DE SENDERISMO

Llevar guantes para los bastones es una cuestión personal.


A algunos (entre los que me incluyo) se les forman pequeñas
rozaduras o incluso ampollas en el puente de la mano si los
utiliza con energía, pero acaba mejorando si sales a menudo
con ellos a la montaña.

Estás a un paso de acabar este libro, ¡enhorabue-


na! No cantaré victoria todavía, pues aún te queda
el capítulo de los hornillos y los combustibles. Lo he
dejado para el final, ya que entiendo que no a todo
el mundo le gusta meterse en estos jardines: si para
muchos ya es complicado cocinar en casa, no me
imagino lo que tiene que ser hacerlo en la montaña.

229
14. HORNILLOS Y
COMBUSTIBLES
¿Eres de los que no pueden ir a la montaña sin llevar
un hornillo encima para prepararte el café de media
tarde o una cazuela de pasta al final del día? Pues
entonces este es tu capítulo. Olvídate de los pesa-
dos quemadores de camping y de las ollas en las
que tu abuela hacía las lentejas: por algo más de
50 gramos tienes un hornillo que cabe en un puño;
por 150 gramos, un tanque de gas comprimido con
combustible para varios días y, por poquísimo más,
un set de cocina para que te lo puedas llevar a cual-
quier lugar que se te ocurra.

¿Hay más? Mucho más. El mundo de los hornillos y


los combustibles es uno de los más desconocidos
y, a la vez, de los más interesantes.

SABÍAS QUE..
Anders Celsius (sí, el mismo por el que ponemos una “C” detrás
de los grados de temperatura) fue quien creó la famosa esca-
la, pero a la inversa de como la conocemos hoy en día: 100 ºC
era el punto de congelación y 0 ºC era el de ebullición. Fueron
Jean-Pierre Christin y Carlos Linneo los que, tres años más
tarde, intercambiaron los valores.

230
14 | HORNILLOS Y COMBUSTIBLES

Si nunca te gustó cocinar, seguro que seguirá sin


gustarte, pero ya verás qué fácil te lo pongo para que
hagas tus primeros pinitos culinarios en la montaña
(aunque solo sea cocinar un paquete de fideos chi-
nos). ¡Comenzamos!

El quemador de alcohol es el más simple y más barato de


todos. En la foto, uno hecho con una lata de pollo en salsa.
Además del combustible y un mechero para encenderlo, no
hace falta nada más.

SABÍAS QUE..
El propano y el butano son gases inodoros. El olor proviene de
un químico que le añaden los fabricantes para poder detectar
fugas.

231
14 | HORNILLOS Y COMBUSTIBLES

1. CAZO BAJO. No da para hacer una sopa, pero sí cocinar unas


salchicas, un huevo frito o hacer unas tortitas de buena maña-
na. Aun así, lo más normal es utilizarlo como tapadera. 2. CAZO
ALTO. Ideal para sopas y guisos de bolsa. Si eres de los aprove-
cha cualquier situación para sacar el hornillo, se va a convertir
en un fiel aliado. 3. LLAVE DE GAS. Da paso al combustible del
tanque. 4. HORNILLO. El gas sale del tanque, la chispa lo encien-
de y la llama se forma en el honillo. Los hay de mil formas (te las
explico más abajo). 5. CORTAVIENTOS. No hay nada más frus-
trante que cocinar con viento (ni más lento). Con uno de estos,
no te volverá a suceder. 6. CHISPA. Enciende el gas. No todos
los honillos la llevan y puede estropearse, así que mete un me-
chero en la mochila si las moscas. 7. TANQUE. Aquí es donde se
almacena el gas. Que sea de rosca. 8. PIE. Si el honillo enrosca
directamente al tanque (no lleva tubería), un pie dará estabilidad
al conjunto.

INFOGRAFÍA 18. La infografía de arriba es la de un hornillo de


gas comprimido. ¿Por qué no he incluido los otros sistemas? No
son, ni de lejos, igual de habituales en el mundo del senderismo.
A pesar de esto, te los describo más abajo para que seas tú
mismo el que decidas cual se adapta mejor a tus necesidades.
232
14 | HORNILLOS Y COMBUSTIBLES

TIPOS DE HORNILLOS

Hablar de tipos de hornillos me lleva irremediable-


mente a hacerlo de combustibles; no se puede en-
tender el uno sin el otro. Que no te extrañe si los voy
intercalando con mayor o menor maestría durante el
capítulo. Los hay de cinco tipos:

SABÍAS QUE..
Los fabricantes venden tanques de gas con diferentes mez-
clas (propano, butano e isobutano) dependiendo de la tempe-
ratura a la que se vayan a utilizar. Esto no tendría que preocu-
parte en tus salidas veraniegas o incluso si el termómetro baja
ligeramente por debajo de 0 ºC. A partir de -10 ºC, escoge siem-
pre combustible de invierno y, por debajo de los -15 ºC, comien-
za a plantearte el utilizar combustibles líquidos.

1. DE GAS COMPRIMIDO. Son los hornillos más co-


munes. No hay mucha ciencia detrás de ellos: una
vez enroscado el tanque de combustible, tan solo
hay que girar la maneta para que salga el gas. Más
simple que hacer la o con un canuto. Lo mejor es que
son baratos y no requieren ningún tipo de mante-
nimiento. El mayor inconveniente es que y generan
muchos residuos (los tanques son desechables).

233
14 | HORNILLOS Y COMBUSTIBLES

¡Ojo! Cuando compres un tanque de combustible,


que sea de rosca; todos los hornillos de gas compri-
mido que se utilizan en senderismo lo son. Hay otro
tipo que se perfora, aunque se utiliza en equipamien-
to de camping: una vez los “pinchas”, ya no puedes
desconectarlo. Estos no nos interesan.

2. DE COMBUSTIBLE LÍQUIDO. Cuando digo com-


bustibles líquidos, me refiero a combustibles fósiles
como la gasolina, el diésel o el queroseno (en el si-
guiente punto te hablaré del hornillo de alcohol, que
es un mundo aparte). Son más caros que los de gas
comprimido, ya que a diferencia de estos, tienen que
dar presión al combustible antes de que salga por
el quemador (en los tanques de gas, el combustible
ya lleva presión)

Los Picos de Europa son una de las montañas más impresionantes


de España y un paraíso para los senderista, pero cuidado con las
cuestas: la inclinación de sus senderos es mayor que en otros
macizos montañosos. 234
14 | HORNILLOS Y COMBUSTIBLES

Lo mejor de este tipo de hornillos es que el combus-


tible es barato, lo puedes comprar en casi cualquier
sitio, y es la única opción a temperaturas muy (muy)
bajas.

Por el contrario son sucios, necesitan mantenimien-


to, y si por casualidad se te derrama algo de gaso-
lina en la mochila, vas a ir perfumado todo el viaje.
A menos que te muevas por zonas remotas, no es
una buena opción (y defenderé esta postura hasta
la muerte).

“El tanque de gas comprimido es el mejor


combustible en casi cualquier salida de
senderismo”.

3. HÍBRIDOS DE COMBUSTIBLE LÍQUIDO Y GAS


COMPRIMIDO. ¿Quieres tener lo mejor de los dos
mundos? Estos hornillos lo hacen posible: son los
más polivalentes que vas a encontrar en el merca-
do. ¿Son baratos? Para nada. ¿Es lo que necesi-
tas? Si estás empezando en esto del senderismo,
te adelanto que no. Después de diez años recorrien-
do medio mundo a pie, no me he encontrado en la
situación en la que mi hornillo de gas no haya sido
suficiente (y he caminado por lugares perdidos de la
mano de Dios). Como ya pasaba con otras piezas del
235
14 | HORNILLOS Y COMBUSTIBLES

equipamiento, si te dedicas al alpinismo, ya es otra


historia.

4. DE ALCOHOL. En las versiones más simples es


un contenedor en el que se coloca el alcohol, con
unos orificios por lo que sale la llama. He visto a
senderistas fabricarse quemadores de alcohol con
una lata de atún (tienes una foto en la página 231),
así que puedes imaginarte que no hay mucha cien-
cia detrás.

5. DE COMBUSTIBLE SÓLIDO. El quemador es un


soporte sobre el que se pone una pastilla de com-
bustible. ¿Sabes esas pastillas blancas que se utili-
zan para encender la barbacoa? Pues el combusti-
ble sólido es eso mismo. Es poco común verlos en
la montaña, aunque forman parte de muchos kits de
supervivencia por ser un método muy compacto y
fácil de transportar.

¿DÓNDE PUEDO COMPRAR COMBUSTIBLE?

En España, puedes comprar los tanques de gas com-


primido en las tiendas especializadas de montaña.
Los hay en tres tamaños: 100, 230 y 450 gramos (el
más pequeño no es fácil de conseguir). Recuerda que
si vas a coger un vuelo, no lo puedes subir al avión
ni aunque lo factures.

236
14 | HORNILLOS Y COMBUSTIBLES

COMBUSTIBLES PASTILLAS
GAS ALCOHOL
LÍQUIDOS DE ALCOHOL

Alta. Girar
Baja. Se
COMODIDAD la maneta, Baja. Se usan
usan Media
DE USO encender y líquidos
líquidos
listo

PRECIO DE
Alto Bajo Bajo Muy alto
COMBUSTIBLE

PRECIO DEL
Medio Bajo Alto Bajo
HORNILLO

DISPONIBI-
LIDAD DEL Alta Muy alta Muy alta Baja
COMBUTIBLE

MANTENI- Sí. Son bastante


No Limpieza No
MIENTO sucios

RENDIMIENTO
Se usa muy
EN Regular Bueno Muy bueno
poco
ALTITUD

USO EN
CONDICIONES Regular Sí Sí Sí
FRÍAS

RECOMENDA-
BLE EN RUTAS
Sí No No No
DE SENDERIS-
MO?

TABLA 5. Aquí arriba te he adjuntado una tabla resumen con


todos los combustibles y hornillos que te he mencionado más
arriba. Cada uno tiene sus ventajas y sus inconvenientes, pero
si no quieres complicaciones, el más cómodo y limpio es el de
gas comprimido. Además, si estás en un entorno “senderista“,
no vas a tener problemas para encontrar tanques.

237
14 | HORNILLOS Y COMBUSTIBLES

¿Te gusta pescar? Hay destinos para practicar senderismo que


también son ideales para pescar unas buenas truchas y asarlas
a la brasa: Escocia, Irlanda o Laponia son algunos de ellos.

Fuera de España, se ven a menudo en gasolineras


y en supermercados donde hay gran afluencia de
senderistas, pero esto cambia de país a país. Infór-
mate y reserva tu tanque de combustible antes de
llegar a tu destino para no llevarte sorpresas de últi-
ma hora: encontrar uno en una ciudad desconocida
puede llevarte más tiempo del que te imaginas.

En el caso de que quieras comprar alcohol o gasoli-


na para tu quemador, no vas a tener ningún tipo de
problema. Bueno, casi ninguno. Muchos países solo
surten gasolina en envases homologados.

238
14 | HORNILLOS Y COMBUSTIBLES

ASÍ ES TU HORNILLO IDEAL

Si estás comenzando en el mundo del senderismo


y andas detrás de un hornillo, cíñete a uno de gas
comprimido. Te ahorrarás un buen puñado de com-
plicaciones innecesarias (ya tienes bastante con el
resto de cuestiones relacionadas con el equipamien-
to y con caminar ocho horas al día). Y no lo digo por

PANTALLA PARAVIENTOS PARA TU HORNILLO

Si vas a cocinar al aire libre, incluye un parabrisas


para tu hornillo. No, no me refiero al del coche, que
te veo venir. Se trata de unas láminas metálicas muy
ligeras que se pliegan en forma de acordeón, y que
al desplegarse, se colocan alrededor del fuego para
evitar que el viento apague la llama. No solo eso; tam-
bién mejora la eficiencia de tu hornillo. Otro motivo
para incluirlo en la mochila.

Yo siempre lo llevo. Lo mejor de todo es que se plie-


ga, queda muy fino y no pesa nada.

239
14 | HORNILLOS Y COMBUSTIBLES

decir, es el método más equilibrado de todos: muy


buena eficiencia energética, facilidad de transporte
y facilidad a la hora de manipularlo. ¡Chapó!

En cuanto al quemador, compra uno que vaya se-


parado del tanque por una tubería. No son los más
baratos ni los más ligeros, aunque dan más estabili-
dad que los que se enroscan directamente y puedes
utilizar una pantalla paravientos sin arriesgarte a que
el tanque se sobrecaliente.

No es aconsejable cocinar dentro de la tienda de campaña, pero


si lo haces, hazlo en el avance. Asegúrate de que la tienda esté
bien ventilada y que el cacharro donde estés cocinando sea
estable. No serías el primer senderista al que se le derrama una
cazuela, se queda sin comida, y de paso, la llama del hornillo
le hace un agujero en la tienda (seguro que yo tampoco fui el
primero).

240
14 | HORNILLOS Y COMBUSTIBLES

“Incluye en tu mochila una pantalla


cortavientos para tu hornillo. Podrás
cocinar al aire libre incluso con viento”.

¿QUÉ KIT DE COCINA LLEVO A MIS SALIDAS


DE SENDERISMO?

En principio, cualquier kit sirve, aunque hay auténti-


cas virguerías en formatos muy compactos que te
falicitan mucho las cosas. Lo más común son dos
cacharros: una olla honda y una pequeña sartén,
que además de para calentar salchichas o cocinar
un huevo, puede hacer de tapadera.

Algunos sets incluyen un vaso plegable, un plato y


una cuchara. Aquí lo importante es la capacidad (si
vas a cocinar para varias personas) y el peso: no car-
gues con los de hierro forjado de casa, por favor. Los

“Los quemadores separados del tanque de


combustible por una tubería son mucho
más estables que los que se enroscan
directamente a él”.
241
14 | HORNILLOS Y COMBUSTIBLES

Aunque algunos lugares pueden parecer seguros para enceder


un honillo, mucho ojo. En España, y de forma generalizada, no
es posible cocinar al aire libre. En algunos países de Europa
y EE.UU. la cosa es muy diferente: es incluso es posible hacer
hogueras siempre que se sigan unas medidas de precaución.

hay de aleaciones de aluminio muy ligeras, e inclu-


so de titanio, muy resistentes y todavía más livianos:
una auténtica maravilla.

Pregunta en tu tienda sobre las soluciones que tie-


nen para cocinar en la montaña y alucina con algu-
nas de ellas.

¿QUÉ HORNILLO LLEVO YO EN LA MOCHILA?

Durante mucho tiempo cociné con uno de rosca di-


recta al tanque (sin tubería de conexión), aunque des-
pués de derramarme una sopa de fideos ardiendo
mientras cocinaba en las montañas irlandesas, de-
242
14 | HORNILLOS Y COMBUSTIBLES

cidí cambiarlo por uno de tubería con un anillo más


grande. Ahora cocino con más tranquililo.

En cuanto al combustible, los he trasteado todos, sin


embargo, nunca me he aventurado más allá de los
tanques de gas comprimido en salidas reales. Es el
método más limpio y seguro: los combustibles líqui-
dos pueden derramarse y provocar un incendio si no
los manipulas con cuidado.

Dicho esto, llevo un tanque de tamaño mediano y


otro pequeño de emergencia, además de dos me-
cheros por si la chispa del hornillo falla.

Si vas tranquilamente paseando por la montaña y te encuentras


un merendero con barbacoas, ¡aprovéchalo! No pasa muy
a menudo. Pásate por la tienda más cercana, compra algo
extravagante y date un homenaje gastronómico.
243
PUES PARECE QUE
HEMOS ACABADO...
¡Madre mía! Pero… ¿hemos acabado ya? Parece que
sí.

Espero que hayas disfrutado del libro y no se te haya


atragantado mucho. El equipamiento es un campo
amplio y complejo que he intentado explicarte de
la forma más simple y digerible posible. Para mí ha
sido un placer compartirlo contigo. Ahora te toca a
ti desempolvar la mochila, calzarte las botas y poner
en práctica todo lo que has aprendido.

Te aseguro que las mejores aventuras que vas a vivir


están todavía ahí fuera, esperándote entre monta-
ñas, bosques y senderos. No dejes nunca de disfru-
tar de la naturaleza, de lo desconocido y de cada una
de las experiencias que se cruzan por delante nues-
tro cada día. Enfréntate a los retos con diligencia,
valentía e incluso con un poco de locura. Al final, la
vida no es tan corta como dicen, pero tampoco tan
larga como parece. No esperes más: sal ahí y haz
que ocurra.

Para acabar, solo quiero añadir que,si tienes alguna


duda más, puedes contactar conmigo en las redes
sociales, a través del formulario de contacto de www.
244
14 | HORNILLOS Y COMBUSTIBLES

deRutas.es o en el email info@deRutas.es. Si ves


que tardo en responderte, no te preocupes, lo haré.
¡Ah, por cierto! Si te acuerdas, envíame alguna foto
de tus aventuras. Me encanta ver cómo exprimís la
vida hasta dejarla seca (por suerte, ella siempre viene
con más).

Un fuerte abrazo (de los de verdad, nada de mierdas


remilgadas), querido y desconocido senderista.

¡Nos vemos en las montañas!


Jose Quiles

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