CURSO DE CRISTOLOGÍA FUNDAMENTAL
FICHA 2
1.1 El objeto de la cristología: La persona y misión de Jesucristo como
objeto de la reflexión cristológica:
- El objeto doble de la cristología es:
o Θεολογία: la relación de Cristo con Dios, es decir, el misterio
de su persona (cristología).
o Οἰκονομία: la acción de Cristo en el tiempo para la salvación de
los hombres, es decir, el misterio de su misión (soteriología).
o “El ser de Dios y la historia del hombre aparecen desde el
comienzo constituyendo el ser y el destino de Cristo. Este
destino, clave para comprender el ser de Dios y sus designios
para nosotros (dispensatio salutis), es también la clave para
comprender nuestro destino de hombres”. GONZÁLEZ DE
CARDEDAL, Cristología, 7.
- Se debe mantener en el estudio esta dualidad del objeto, que siendo dos
polos diferenciables, sin embargo, son inseparables. Por ello, “la
cristología tiene que ser expuesta como conjugación en Cristo del ser de
Dios (Θεολογία) y del tiempo del hombre (Οἰκονομία). Si esto no se da,
Cristo queda reducido a mera facticidad judaica o a mito universal”.
Ibíd.
o A lo largo de la historia de la cristología la separación de ambos
momentos ha tenido consecuencias nefastas:
 Reducción de la cuestión de Cristo a un mero
problema metafísico de cómo explicar la unión de dos
naturalezas para formar una sola persona: la unión
hipostática.
 Pensar la salvación que Cristo ofrece a los hombres
como algo pensable y adquirible al margen del
misterio de su persona: pensamiento puramente
conceptual y abstracto sin referencia a la vida
personal; y reducción de la comprensión de la
salvación a algo funcional, utilitarista y cosista.
- La cristología debe abordar su objeto manteniendo unidos tres
elementos:
o Cristológico: El en sí de Cristo
o Soteriológico: El para mí de Cristo
o Histórico: el allí y entonces de Cristo.
o “No hay otro Cristo que el que es Verbo encarnado para una
misión salvífica, realizada en su lugar propio y destinada a
todos los hombres”. GONZÁLEZ DE CARDEDAL, Cristología, 8.
- La unidad de ambos momentos y la necesidad de estudiarlos
conjuntamente responde a la peculiaridad misma de lo estudiado:
o “No es posible conocer el alcance de la obra redentora de
Jesucristo sin conocer al mismo tiempo quién es Él; como
tampoco es posible conocer su verdadera identidad si no se
tiene en cuenta su misión”. RICO PAVÉS, Cristología y
soteriología, 8.
o Superación del enfrentamiento entre metafísica e historia de la
salvación para volver al modelo patrístico en la reflexión
cristológica:
 Soteriología: principio cognoscitivo. La singularidad
de la pretensión de Jesús y su obra salvífica nos hace
preguntarnos por el fundamento ontológico de
posibilidad, como le sucedió a sus mismos
compatriotas (¿Quién es este que…? Cf. Mt 8,23-27;
Lc 5,21).
 Cristología: principio constitutivo o fundamento de su
potencia salvadora.
1.2. La Iglesia como sujeto de la teología en general y de la cristología en
particular, y su “lugar”
- La Iglesia es el sujeto de la teología, y por tanto, de la cristología por ser el
sujeto de la fe.
o “La Iglesia, en cuanto pueblo de Dios y comunidad de la fe, es
el sujeto de la teología. La fe no es algo que afecte de una
manera aislada e individual a la persona, sino que reclama
esencialmente comunión, comunidad, eclesialidad. El binomio
<yo creo-nosotros creemos>, pone de relieve la tensión entre el
carácter personal y comunitario de la fe. Si la teología es la
ciencia de la fe, la Iglesia es el sujeto primordial de su ejercicio,
pues ella es la que ejercita primordialmente la fe, y por ende,
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también su inteligencia”. CORDOVILLA, El ejercicio de la
Teología, 92.
o En la Iglesia, desde la Iglesia y para la Iglesia es que el teólogo
recibe “el don de la verdad” y su carisma-vocación para el bien
de la Iglesia en su conjunto.
 La tarea teológica nunca puede ser entendida en clave
individual o aislada, sino solo dentro de la comunión
del pueblo de Dios.
 Por ello, al teólogo que se dedica al estudio de la
cristología le es esencial la relación:
• Con el sentido de fe de los creyentes (Cf. LG 12 y
DV 8)
• Con el magisterio (Cf. LG 25 y DV 10).
- “La Iglesia es el sujeto primordial y englobante dentro del cual uno
recibe la fe y es conformado por ella, respondiendo a sus dinamismos
intelectivos y volitivos. Lo mismo que el individuo no cree en soledad
sino que nace y crece como miembro en sociedad y en Iglesia, de igual
manera el teólogo individual hace teología personalmente pero como
miembro, dentro de la comunidad creyente, en la que recibe la realidad
creída, como principio de vida, y en la que le llega la totalidad de la
tradición perceptiva e interpretativa de Cristo. La unidad y pluralidad de
la cristología a lo largo de los siglos se funda en el propio misterio de
Cristo, que al expresar la plenitud de Dios y al recapitular reconciliando
la universalidad de la realidad, excede las posibilidades de comprensión
de cada hombre y de explicitación de cada época. Sólo la fe total de la
Iglesia es capaz de percibir la realidad total de Cristo”. GONZÁLEZ DE
CARDEDAL, Cristología, 12s.
- La Iglesia es el lugar de la teología:
o Melchor Cano, De locis theologicis (1563) abre el sentido de los
lugares de la teología más allá de la interpretación que
Melachton, De locis comunes (1521) hacía de los mismos,
reduciéndolos al contenido específico sobre el que versa la
teología y en el que puede ser dividido su estudio. Para el fraile
dominico se trata además del ámbito desde el que dicho contenido
es correctamente interpretado (lugares fundadores y constitutivos,
lugares de conservación, lugares ciertos, lugares probables,
lugares ajenos).
o Ahora bien, a todos estos lugares se debe añadir el “lugar o
ámbito natural” donde y desde el que se debe hacer teología en
general y cristología en particular: la Iglesia.
 Lugar natural heurístico: donde se encuentra los
datos objetivos de la tradición viva.
 Lugar natural hermenéutico: donde se da la garantía
de poder conocer e interpretar rectamente la revelación
de Dios.
 Lugar natural vital: desde donde se realiza la tarea
teológica.
o “La Iglesia y la fe (objetiva) no son condiciones externas,
impuestas al teólogo, sino las condiciones objetivas de
posibilidad, ya que ellas son el lugar externo y el fundamento
interno para que surjan, crezcan y den frutos, primero la fe
(subjetiva) y luego su inteligencia”. GONZÁLEZ DE CARDEDAL,
Cristología, 13.
BIBLIOGRAFÍA:
COMISIÓN TEOLÓGICA INTERNACIONAL, “Cuestiones selectas de
cristología”, en: ID., Documentos 1969-1996 (Madrid 2000) 233-239
A. CORDOVILLA, El ejercicio de la teología (Salamanca 2007) 75-98.
O. GONZÁLEZ DE CARDEDAL, Cristología (Madrid 2005)
J. RICO PAVÉS, Cristología y soteriología (Madrid 2016)