Traba, Marta Et Al. - Modernidad y PostModernidad

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modernidad y postmodernidad espacios y tiempos dentro del arte latinoamericano Coleccién Delta Solar Museo Alejandro Otero © Museo Alojanckn Otero Caracas, Venezuela, 2000 Presentacion El Museo Alejandro Otero se complace en presentar una nueva publi: caeion de la serie Delta Solar, destinads principalmente a la divulgscion de ideas, reflexiones y documentos historicos que nos proporcionen una mayor comprensign del ante y la cultura contemporinea. La cuestion de la identidad del arte latinoamencano ha adquindo singular ‘elevancia en la dima década. Con el fenémeno multicultural, las discusiones “le temas de identidad, centro-periferia, local x5, global, etc, se ha conver on el oje sabre al rvial ex haca wna tenria ele la diferencia que propane ‘enmatear el pensamiento critico de esta época. La identidad esta intimamente Jigada a las discusiones sobre moslemidad y postmodemidad, en el sentido de «jue las teorias de la postmoderniclad sostienen que ta no es mas que el resul ldo de un preceso de despersonalizacion, de percida de identidad de la eul- Jun moderna. El Museo Alefindro Otero, como instituciin dedicada al estu- ho de nuestra modemidad, encarada en figuras come Alejandro Otero, Jestis ‘oto, entze attos, quienes contrihuyeron de manera significativa 3 la cwacign stieas, pretende, a través de lic un pensamicnto modemo en nuestras artes us exposiciones y publicaciones, crear lecturas cruzadas entre el arte de la ‘nodemnidad y cl de la postmodernidad. En est ocasion, dos exposiciones han ‘ervicho de plataforma para la publicacion de este libro que tecoge una serie de sticulos publieadas originalmente en el "Papel Luerario” del ciario El Nacional, «1 orno al problema de la identidad en el arte Tatinoamericano: la primera, Desafios de la modernidad, una muestra cle ka Coleccion del Museo Jestis Soto de Giudud Bolivar, bajo In cursduria de Ruth Auerbach y Fredely Carreno; la segunda, Puno y letra de Alejandro Otero GD, la cual documenta la pelémicx enbe Marta Trabs, Alejandro Otero, Guillent Pérez y otros intelectuales del jus, presertada en este libro. Fn 1965, las paginas de este suplemento cultural publicarcr un atieulb de \eetico de arte Marte Trab, el cual pone en entreclicho la nuteruicidad de lox movimientos moderistas en Latinaamética. Akyjandno Otero, impulsor de la modernidad en nuestro pats y pensador erkico, no podia dejar de entablar un Clebate, pues el tema Jo tocaba ditectamente con ailista, Ast, publica en este imismo saplemento una talante respuesit los planteamuentos dle Thaba, ger randlese.a parti de all, una sere de articles crticos que Invelkicrarom a varias ppetsonalidades del mundo cullural venezolano. Esta revuela ieirca pone de marufesto una preccupacién constante de Cters; la modemidad y Ix parte pacion de Latinoamérica dentro de ells, Es propicio destaear que, desde la epoca dle Los Disidentes, Otero escablece una lucha en delens ik: jos creacores Yenezolanos en Paris algo rmuy entado por Marts Talat en sus ataques con- talosanistas lainoamericanos eh el exilio, caus principal, segin ella, de una “despersonalizaciin” alaraame del are de lt region), haciendo evidente su deseo dle equiparar lo modemo con lo internacional, postura muy a tona en sstos momentos en Los que la globalizacion es una de los factores deter, antes en la prodluccign cultural de cualquier pais Conesie fin mostramos la polémica tal cal sueedlis ene! “Papel Litera” un documento de incalculable valor ala hors ce esuiat los proceses de formacion cle muestm ideridad cultura, y su el debate en el cortexto masamplio del arte letinewmencano cle boy. Junto a esa meproduccicn histonca, la idertcad ‘th toameticana, ast conto ht modernicl y posmoclernidad ex tuiestro enriinente han servido como tema de reflexidn para los ensayos de los prifesores Gisela Kozak, Vicente Lecuna y Jonge Romero, los cuales nos enorgullece ineluir en este Ubro. Asimistn, la curadora cle la muestra Puno y ea (i), Julia Gonzales. elles ‘lona desc la perspectiva conezeta de In prochvecin sts certermporina lt foamercana A maner de apérelice, incites an texto de la investigidora Celeste Olelquiaga sobre hs tuinasclela mademidadlen Aménica Latins, Todo ello Ppa daufe protagorismo a una reflexion que ain hoy matwiene vigencia e intents Vasco Szinetar Gabaldlén President Funlaskin Museo Alejandso Otero Prologo La Traba moderna. Arte latinoamericano e identidad, polémica de! 65 pot la histo y la eulura perenecemas a Oceadente, no a ese nebulosy Tercer Murido ll que hablan los e2nnomistas y fes politica. Somos un extrema de Oeciderte, un extreme exeentrien,disanante Gesavia Paz e ja al problerna de la ‘Ya sex en la lucha de fas nacionslidices 0 en referencia al pr deloresteion 9 calertamuento global, Tas interaccinnes de ta tdenticad Indivicual y ef marco general som tremenclamente divectas, y las tradi- ciomaleg comonecianas el eisem del moderns. bien, Mucho de Io que por cust déeadas nos ent to occidental y sus consecuencas —digamus, en lis ectrateyias intespre= lovivas de la teorla cxtiea o la aaorreferencialidudl de lao formes Tterarias Ia hice ta liens pnrorre revatio ace noe puree hny gravee shri ySeoperdarent Tercera, aveenia aca har voici yoeron ee hl Tene donde as bales enn levindas x cao en nes done Yon asi, cars ny ti serpcones canoes sauces, eplracionese armas me Sastre dio, agate aera Garin a) desarigacas expen del en, Rehr Sat, Cle and peraon 1 1965, las paginas del *Papel Literario® fueron el eseenatio de un aginie acla cute seston fe ene Mart Taba peices tales del pas. El arculo ce Traba, uuulado El arte ltinoamertcans: an (also apocaipsis, publicaclo el 2 de mayo de ese mismo afo, ocisions un vwuclo general en las esferas culturales del pais, y suscité lis respuestas ily pd ve el si nob directas de Ludevico Silva, [.R. Guillent Perez y Alejandro Otero quienes, a traves del suplemento literurio del diaria El Nacional, sosta Vieron con Marta Traba una discusian que se prolonga hasta mediados de agosto del 65. Hoy. 'reimia y cinco aos despues, considertunos pertinente rescalar esie documento de singular valor y, sobre todo, hacer una relectura contem. rorinea de los puntos de vista allt expuestos. Una relectura que en la expos:- con se hizo através de un apoyo visual que no era mas que tn registro muy general, y no exhaustivo, de la produccion anissica de nuestro continente en este siglo, pero en especial de los thimos treinta atos. Mas atin, es una relec. {ura que en este ensayo pretendo hacer a través de ottos textos, con et intento dle proporcionar al lector la mas amplia gama de references para la compien- si6n de un tens tan complejo. Es necesario recurtit aqua attos escritos, ala tora crftea que se ha producid antes y clespués de la polémiea. para ast Insertar este debate dentro de un marco mds amplio, que es el gue también corresponde al momento especifico del mismo, ese momento de coyuntura entre modemidad y pastmodernidad que a Latency, ete pam ‘vel XX. com panes com Sian Renee y Andes lle, u quis la ra Regemorea com celle poss. 0 ng, impart, y han enilo gue se eucas por crass laine ome {era Stequeray Caria Cac), por empl, alo eomten el ig 18 Muerte! y poems \jjgumme manera, el ménto de ser una de las iniciadoras en las artes plisticas de Wi movimiento eritico en Latinoamérica, Nelly Richard, Néstor Garcia Can- Jin, Ange! Rama y ones han aruiculado un analisis de Ia situacion culural «le Latinoamerica, que si bien se inscribe dentro del marco cle algunas de las propuestas por sus contrapartes de habla inglesa, se diferencia tamipien ntinuacién Hy otlos spectos que veremos a ci Ledward Said, er su libro Culture and Imperialion, hace referencia las Ine Juan de poder, a las expetiencias del exilio, alas combinaciones de realismno fantasia, « laobsesion con la cartogralia del verrtorio yl experimentacion fon formas hibndas tanto en la teratura como en la musica, Ia arqunecura, cine y el arte; toca esto camo caracteristco de kr realidad actual del “tercer undo”, Sin embargo, Is hibrides siempre ha formado parte integral de la sclemidac” lainoamericana. Somos prodacia de wn largo procesa cle mesti- Ao ¥ esto, por eupuesto, ce relleja en nuestra produccién cultural, La Ievision de nuesiras process coloniales exige unes modelos cle ansilisis dis- ‘os aquellos aplicados para examunar los de Asta o Alrica, donde las formas \utoctonas de cultura no sufrieron procesos vielentos de transformacion, en cl sentido de que no hubo wna mezcla real entre los colons y las pablaciones indligenas®. De esta manera, una critica postcolonial articulada alrededor de las experiencias africanas o asiitieas no es adecusda al momento de hablar de Latinoamérica. La hibride2 es el aspecto de ta cultura latinoamerieana que inpide cualquier intento de insercion de nuestra proshuccion cultural dentro de tn esquema que estublezea un sistema de aposiciones binatias del tipe hhegemanica ys. subalterno, modemicad vs, pre o postmodemidad, alta cul- unt ys. culturas verniculas o populares, etc. En América Latina, las divis jones entre estas calegorlas son, a menudo, poco delinidas y siempre ainbiguas, nunca he prevalecielo uma sobre fa atra, excepto, posiblemente. en 1 ts uapowanic notaragal el hecho de que a agutos plas Linnean cen Heil, Calan oneal y ote ee! Carb nig 6 sien ancme a mea cer semen ete m0 fens thr lg oscane, psa amps clo. ex evant ex sublen Ese ton ale Petnianctemee i eacn ive elon ach eke los tempos de la colonia, y el desea ha sido siempre el de integrarlas entre si, quizis como tna estrategia de delensa o ‘resistencia’, pero, induduble mente también, como una tietiea de conquista “Tupt o not tpt, that isthe question”, Con esta frase, de manera sucinta y ppoetica, Oswald de Andrade se apropia de un paradigma de la cultura clésica europea" y a la vez consuma el acto de canibalismo que propone en st Manifiesto Antropofage de 1928, Mas aun, De Andrade anuncia con esta frase laimpostbilidadl de llevar a cabo la utopis modernista en Latinoamérica, Pues exen esta hibnides, y tambien en ese mimetismo (del tipo agresor) tan eriticado Por Manta Traba, que encontramos el modernism de nuestro concinente. Es eit mista hubridez In que precede el anuncta de su fracaso, que lo antictpa como una especie de postmodernismo avant-la-letire, dado gue el mismo acto dle apropiacion ocupaba el lugar central de nuestra “agenda modernist En este sentido. hablar en estos mamentas 0 al mena a partir re Ine aioe ‘ochenta, de glohalizacidin e hibride2 como una estratopia hacia la integracion del arte del tercer mundo dentro de Tos eircuites cel main-stream parece un. tanto ingenuo, pues ya en 1928 De Andrade decta: “nunca supimos lo que era urbano, suburbano, fromterizo 0 continental. Holgazanes en el mapa- mundi del Brasil", dejando yer que existia ya dentro de los confines de un pals casi tan grande como tin continente, una cultura tan compleja come lit europea 0 norteamericana, donce primer y tercer mundo coexistian en un estado de interaecién constante ‘Nuestra produceion cultural fe dcbe mucho a estos movimientos moder- thos que se dieron en muchas partes del continente (Gin embargo, Venezuela constituye una de las excepciones"), desde la literatura de Alejo Carpentier, Jonge Lus Borges y Octavio Paz, hasta las peliculas de Glauber Racha —quien 9, "To be or ot tobe, hut isthe question’ nase que expres la rmacin de ua ena, gue © de aigum manera bi atrmvetoe umanista de aida dl jet" 10,51 ext dese un pas qu nuncr se sun ensisino pur modem es fs. que mot, tte nent pes pene cnaiencs deel, Akspndo Ciera nd grape Ls Pienen 14 oer pomdead con su “estética del hambre” traté de representa las dificaltades del ercer mun: do dentro de los micro primers mundos del continente, y pespetuabs el humbre antropotigica de una moctemidad brasilena al borde de la extin- ion Pero es sélo ahora, en estas oltimas dos décadas, que a los ojos de Europa y los Estados Unidos nos hemos comenzado a deslastrar del estigma cle lo “fantastico” y del “realismo magico”. y nuestra produccion antstica se hha hecho mis ecléctiea, hibrida y “predstoria’, lo cual la ha puesto al centro dle los debates eulturales de la contemporaneidad. Lugar Jun @ esta hibrides, podemos también reconocer un profundo interés por lo local, entendido como “lugar”, en el are contemporanco de America Latina, No se trata de localismes (tipo el indigenismo de Guayasamin 0 «| ‘ntalismo mexicane), sino de un interés por el lugar y sus especifcidadies Uno dle los aspects centrales de los debates sobre la globalizacion ha sido |i critica a 5u intento de anular sl espacio fisico del lugar en beneficio de un ‘espacio virtual homogeneo: el de los medics de comunicacion de masas y de lu Imemet en particular, Un intento que se materaliza concretamente través de una infraestructura global y transnactonal que hamogeniza e iguala todos los lugares, para ast favorecer Ia insercion de los productos de fa cultura de consumo alrededor del mando. En este sentido es importante acotar que, tnientras Traba critict a los artistas que se “exitian” en Paris 0 Nuewa York -y mndonen, segiin ella, sus rates y longuajes exprisivos a favor de los“ lus de moda” en estas wubes~ muy por el eontratio, una gran pane de tos intistas contemporaneos ltinoamertcanos se ha dedicado a investigar ls no- clones de lugar y lo que eso significa en fa cultura contemporanea", Por otra 1. tata sole omar iss pois pacaos car a Hello Dien Clo Mele Cale! Onsco, Francis Ay (an lg reals em Mex), Gllemmn Gomes (am aris de bs Foner entte esky os Estos Uni), Meyer Vala, Sergio Vega, Miguel Ang Rios, ent ios parte, las critieas le Marto Trba estan siempre dirgidas hacia los pa aio indice de “modemizacion” y “wrbanzacion” en Amentca Latina part esa fecha, y su tono es veliemente al hablar de la imtacion descarada de ta cultura de consumo norteamericana que se observa en. Caracas, Sto Paulo y Buenos Aves: Sin embargo, esa despersonaizacion a la qu ace slemapre en referencia a bos antstas es, como die antes, una despersonatizacion del contexte cultisral ‘que tracuce en tina del espacio isica del lugar. Jstamemte en los aes sesen escon mas 1a Marshall McLuhan proponia st aldea global, pero solo hoy, 35 antes despucs, ppodemos comencar a set los verdacleros efectos de esta globalizacion, bajo a ‘cual, segin Guy Dehore!, se ha llevado 2 cabo una untficacion del espacio, respondeendlo a las necesicies de Ia produccion capitalists y produclendo la falsa lusion de uy dlesdibajamiento de fronteras enue una sociedad y oma. Esto ha conllevado a un proceso intensivo y extensive de tivializacion, que disipa la calidad independencia de ls lugares. Fn este sentido, es necesasto volver a las tworiee peicoanaltiens y de comporamicnts-pora aplicalas a wit andisis del espacio urbano, de la ciudad, pues Marta Traba establece una relacion directa enize desarollo urbana y est supuesta cespersonalizacion y mimetiso, que al aban de manera tan negativa nuestra procluceion amtstica de esos anos En cunnto al fenomeno del “mimetismo”, y su estrechs relacisin con las ele es “mas avanzadas" de Latinoamérica en los anos sesenta, resultan muy interesantes Ine teorlas de Roger Caillois®, quien seriala el nexo entre ciettos dlesordenes de la personal “esquizonle” con la percepeion e inienaccion con el espacio. La referencia a Caillals no es gratuita, pues de alguna manera él se rellere @ esas expericneias catalogacas por la psiquiatria moderna como *bor- derline™, propias de kx personalidad esquizoide y en crisis de identical 12 Gy Det, cea dt pe Ma, De dtr respaa zac gue Guy Deb fs 13, Roger Cail rte Ines on dey Excel le Socsogia no cm Geos ati ‘Michel Lees. yum dels primera elfvecree dea Meta iyoamereats en Erna ance de 1 vista Ci a Sa (Cras de SF) HLasesperiesiah remorse en hn side obj de nachos abaoe de asus tnasmerimes cone os, Gullo Gees enn Tes Estas Ponicnd el ejemplo de los insectos que se mimetizan eon e] medio am: heme como mecanismo de defenss, Caillots acuta los terminas “psicoaste~ ii legendlaria® y “tentacion del espacio”. que inelican una pérdicla del yo, de \centidad, como resuliado de un mecanismo de delensa mimetica. Habla la formulacton de nuevos espacios dentro del penssamiento de la epoca, “spacios mateméticas, abstracts, gute slo existen en tanta sam representa bstraceion del espacio los y, por ende, no son espacios"™. y de coma es Jha contrisaido « la pereida de \emporanes ubieacién del sujeto en nuestra cultura con: Por otro lado, en su critica al capitalismo, Henri Lefebvre ® vuelve a \nicer uso del termino “espacio abstracco”, pero esta vez para definir un ppacio que se crea a partir de horariosy definiciones de tempo, estable~ laborales en una sociedod capitalisia, Es deci, i0¢ por las exigenci Wc capaciv alatsacio de Lelebyre y de los situacionistas nu es off que |i percepeton Iimitada que wenemes del lugar donde vivimas, condi- ‘clonada por el uso que hacemos del lugar para ir y venir de nuestros ta Innjos ya los poces sitios que las exigencias de nuestro tiempo fibre mos yermiten conocer" nul que tes a beasts eesitos ha leche una espe le apogee rater 9 pone ‘iconic las revoines ene Wemidad y incadadssogrtce. Poa mayor rele we sens Il “The Mullica Paradis An Oper Let The Ratna Ane Comutn” pad en Neon he Fanaa. Contnprary Cc rm La nr, Gerke Mong 1 ager Calo, Mimi and Legendory Poa de Laer tar ue Callas ESFBE se Terma Reman © Aen 1038 ye wie ens oa epectiamerte se cpa Tivologiss, past decile nr ele. The Predation of Spe {7 Dealgma manera qe indica aq ihe’ evel ch ee pdr pee ok nests vias fit cad sin Hep conocer, prox concern aka vis gue noe Hea alia eee Jornets aguelss por done hay mens tafe, ye nxesty resp Hye, emores, vga 91 hos HHonde yelemos gasar el diner, fon de musi tra. uawual que México haya pretendide jovsar el curso de cteacton de una personalidad, que ta haya armada artii- jnlmente supeditandlo la estticaa estructuras politics y metiende el arte, por 1s fuerza, en formaletasideologicas. Los artistas plisticos frzcasaron por este \npeno de administra pollicamente lainvencien libre del artista, pero en loses- \lotes, entre los cuales no extsti la invasora y compulsive imposicion de una vitesteica police, se advierten bs stzomas inequivoces de la personalidad de uy pls que supo estructurarse de acuerdo con una fsonomia peculia. La condicion de discipulos, por cansigwiente, resulta ser una postura Inevitable en maestro medio actual, menos equivocada, desde luego, que ¢! Inoensato emperio de enajenarse gratuitamente dentro de un are social, com- jrometido, patridtico, nacionalista 0 politico, en palses con problemas s0- ales intocades, carentes de toda conciencia nacional, con politicos domi- jyados por grupos antipatriéticos, Pero si aprender a pintar aceptando el Jnyeso tranguilo en una estetica coniemporanes es completamente valida, « {1 juieto, y favorece el desarrollo de buenas artistas meruras América comt- inva en esta especie de prologo de cualquier decision y prefiere someterse y cabscear en cambio de sacudirse y actuar con energia hac cualquier objeti- vo que la desbiele y le permita entrar en una dinamica; st aprender a pintar, repito, o aprender el oficio de la creacion estetica, es valido, la mimetizacion progresiva y creciente es, en cambio, tan desconcertante como peligresa Obligar al arte a revestir una personalidad, una idiosincrasia americana antes de que tal idiosincrasia exista, es, sin duda, un acto cle coercién per: fectamente inconducente. Pero la radicalizscién del problema en sentido abdicacion cle cualquier individualidad sin haber intentado ser de alguna | ‘puesto, es decir, la rendicién incondicional antes de librar batalla alguna, ba manera individuo, e5 unt error tan protuberante y patético como el primero, No estoy especulando sobre tenrias generales. Fn Ins tkimas cinca ans he vist una pintora recia y misteriosa como Marfa Luisa Pacheco (boliviana) legar en Nueva York a la pintura gestual iotalmente vacia de significado, Al angentino Antonto Segu, en Pais, converse en un brillane epigono de los reo-figurativos europeos; a los exttaordinarios colontmos de Alejandro J otero conventise en puertas de alacenas viejes (en Paris); el colombiano Miguel Angel Cardenas (en Holanda) volverse un “nieuwe realisten”capaz de infltrarse entre los mayores inventores de extravagancias. A la argentina Sarth Grlo lenando sas tersas y punzates superfcies poéticas de letras ssgnos disparatados (en Neva York); al mexicano Gironella abandonando su materia enone y dranatica por ensaunblajes ridiculos de patas de sila, y ast podria seguir senalando casos de mimeismo en una lista interminable Ast como la literatura de cienciaciccion, desde los sbominables comics hasta los estupendos cuentos de Ray Bradbury, ha invadido en poco tiempo nuestro mundo, también ka pintara parece haberse convertido en pintura-fic. clon o ane liccién. No se trata, bien entendido, del arte otro que tan admi- rablemente desarrollé Jean Dubulfet en Francia, o de soluciones distintas pro- puestus por los mejores “pop” norteamericanos, o tampoco del arte derivaclo de Investigaciones espactales, luminicas 0 auditivas, tal como lo vienen desa- jyollando los artistas relacionados con las “recherches de Tat visu \uropa, o de un genio aislielo camo Linguely. No, se trata del arte mas lo soto, en una suma grotuita y no premechtadk, en plena contradiceion con \quel dogma de la infancia que nos repetia infatigablemente: “no pueden nase diez naranjas y cuatro zapates’, “no pueden sumatse eutatra hom- yseis automauiles’, etc El arte de ficcion suma “arte” elementos poten- les de espirity inventv de orden © desorden) mas alqulier cosa”, emtendiendo por cualquier cosa los fragmentos visihles de lac] (mangueras, escobas, chentes, letras, guantes), y tambien las actl- iuiles contradictoras con Tt propia nociin de arte: hacer porque si, crear coaflctos, aparentes y gratuitos, apelar al gesto, utilizar el choque, al ex hrupto o ta pornografia. A este estado general del submundo de It pintura y la escultura jjocanea (sobre el cual se eleva un nvundo todavia inelemne, de incuestiona- bles valores estéticos), se adieren surmisamente los mimettcos. feste esquema desalentador no sin embargo, total. Algunas reacciones \ulividuales proponen una solucion al dilema que aftonta el arte latinoame- ano enue tar de ser, abusivamente y a prior, un are con identidad equi- roa. y declararse por luera de cualquier intento de individualidad, {as soluciones son personales, No tienen, no pueden tener, ninguna ambi- con de generalidad Jampoco som las tinieas, Me refesiréa dos que conozco bien a través de su desarrollo a obra de Alejandro Obregon, colombiano, y Ia abra ce Fernando peruano.” La obra de Obregon mantiene con América y mas exactamente con st jias, Colombia, una referencia directa, de imagen geografica. La de Szyszlo Jusca una relacion indireeta, ky historia precolombina en el Pera ‘Obregon acepta los elementos del paisaje situandolos en su antitesis cordillera y mar, voleanes y playas. Para habitar el paisaje no acude al hom bre, sino a los animales y-a las plantas. En la cordillera coloca al condor y |vego, mezela al toro con et condor hesta llegar casia inventar un hibrido: el toro-condor Fn la playa encuentra ol pescado y la iguana, a veces los pajaros, final mente el mangiar. Nada de lo que cscoja, ni flora ni fauna, pertenece al mundo trivial, de la vica posible y cotidiana, Sus seres corresponden a las nociones raclicales de fuerza extrema o extrema tragilidad y stempre a las de magia y misterio. NI paisaje nt se1es o flora son, desde luego, plenamente identificables. Para extraetios de su realismo y confesitles una verdad pic- A6rica y poetica, Obregon los integra con si espacio inreal, el superespacio poblado, entrelazada y barroca, lleno ele formas de cordillera, condores y voleanes, 0 el espacio invenido de playas y mar, donde el eicly pareve playa y la ploya es tan transparente y aténita como si fuera un clelo al revs, insistlenclo ambos, cielo y playa, en volverse puntos de liga, absolutes, desi- fiantes y perturbadlores. Laconversion de una geografia real en mito, por la sola fuerza de las solu clones pictoricas, me parece una ptneza de insospechada magnitud, Por eso quiero subrayarla,snsistir en | ponerla bien de relieve, Ast se comprendera que la obra de Obregon no es una explicacion de psajes con temas laterales, sino la asuncién de un hecho clerto, una tierra, tun ammbito ineludible donde se vive y muere, para darle poder expresivo, tn eexistir estética tan coherente y tan fuerte que permita deducir de él un iem- peramento no seo del artisa Obregon, sino de las circunstarclas: de la ele cunstaneia Colombia qui él declara y explica, Soledad ¢ irracionalidad, con- \radicciones, batalla sonambuts y sin senuido, vida fagaz de las casas, Lge y explosiva; muertes subitas, esplendor incontaminado de las cosasen sf toda ue el hombre ext ausente. ¥ cuando aparece, raramente, el hombre, es hije en yoracion de muerte. No de una muerte cuudquiers, De ls muerte \\pelteta, muerte sobre la inocencia (Violencta, 1962), muerte en la kucha, yne?, pdefendiendoa quien’, jatacando qué? (Violencia, 1963), Obregon lestimonio mas lacerance del hombre colombiano; vida y muerte sin vin motivacion lagien rox por sabre los riesgos de descripcion, folklorismo, de la acusacion de) Joo) pimiura @ seeas (0 sea, hoy, pintura anticuada), No cae en ninguna ‘ph as somtea magnificamente com un lenge Kal a st mismo, jamas \lilo porakeraciones distintas que su propia pasion, la que él explaya o asta, El podlema gue alton Ferman de Sysco neler ge ‘cll como el de Obregon en Colombia, aunque de distinta natu gresara los meas en un pais esttico como el Pera, recostado sobre ses precolombinos y coloniules pars jusificar, eomo cast todos los Jobe htinoamericanos ricos en tnidiciones, sus inerclas presentes, era una ‘pres desesperada. Porque, gque som los incas para un peruano contem- Joivines? {Un argumento sofistico acerca de Ia continuidad de las tradi- vonjes? Ung forma retstica de ser “alguien” con arbol genealogico? Lina ‘eporiclin de austeras formas geométricas? ZE1 encuentro de un signo? ;E1 Pacibrinleto de un expt? 3 Tal vez fue esto alimo to que le paso a Szyselo, Para él revestia mis earac- Jo) de deseubrimiento que pars un verdadero peruano, Seysclo es hijo de Hyulie pertana y padre polonés, tal como el mas grande pintor cubano, Willedo Lam, es hija de madre cubana y padre chino; y no es una simple Uii\cldencia que ambos vieran con extraria lucidez y curiosidad profunda ka eloncolia y la magia subyacentes en sus respectivos pueblos. Lo cierto es fiw Fernando de Szysclo hallo en la historia, los textos y la poesia prove IWienle de los ineas, ef sertido que te daria razdn y significado a sus Forma ‘eras, rotas en tuna lucha vana sobre colores densos, atmostéricos, Su obra, {ie planteaba combates de formas en busca de significado, se cargo, vinculindose con los textos incas, de esa poderasa nostalgia de est recep, lividad algo meomprensible y pasiva de la muerte, que eta desde un princi- Pio, tal v pe que encontraba en un gran drama estitico su mas autentica afinidad, ka obra de Szyselo diba a toda la pintura peruana tna dimension épica, de canto y epopeya reencontrach, Hacta una pintura de linaje: espesa, altiva- mente sombria, ena de hermetismos sin clave, desdenosa de cualquier explicacion, inconselentemente, sux verdadera vocacidm, Peto al mismo tem La obra de Obregon define un pas, una existencla atin primitiva, encre ka realidad y el signo, sin aleanzar a develar alnguno de ambos terminos. La obra de Szyselo define una raza, una negacion desgarradora de todo devenir, luna insistencia en la antigua tradicidn no vencida, He citado a Lam y habria que ahadir qe este admirable cubano foe un descubridor de América en pintura con un talento que muchas veces tocd Io genial. Y lo mismo podria decirse de Manta o de Tamayo, Pero la generacion de Matta, Tamayo y Lam entro sin conflicto en el tstteno de la pintura porque el frente de oposicion de Ios realisias americanistas era demasiado endeble para molesiar sus firmes talentos, Proclamaban la pintuza cuando los euiropeos y norteamericanos estaan en Jo mismo, busaindola y enconirdn- ola. Coineidian con una explosion general surmalista, que reorgmizaba el desorden dentro del orden magico y de la libre invencién doblada hucia los significados imeversibles de la poesia El caso de Obregon y de Szyszlo es completamente diferente. No corres- ponden con ninguna escuela nt actitud general, y'se expresan en un lengua- je de superficie pintada que ba sido pisoteadla por la avalancha del artefie- Gion y tambien de los neo-figuratives con tendencia a lo monstruoso y grotesco, Siguen delatando una filiactén postiea cuando la poesia pictorica parece haber sido brutalmente cancelada. No son sol es elegos; claro que no, Persisten a sabiends de su ubicacion, mus aun, padeciendola, pero 30 Hoda y pled snclose a la maimetizacion ambiente. $i esto es una lucha publica, la tienen Vlada, al menos transitoriamente: el contrario €s arrolladar en numero. ‘let de invencion y mixtificacion, imereses creados, mercado. Si esio es un «uvhate personal, un cuerpo a cuerpo com el angel, Io tenen ganado, Solo Jive verim despuntar el alma mientras les voellerantes “miiméticos" , enreda- 1 sus propias arguecias, no advertiran esa Iu indecisa 14) momentos en que la estética admirable y_ general del siglo parece de. ida por una momenianea histeria colectiva, no hay mas asidero que las )nvicciones personales. Eso es bien dificil porque, ademas de todo, los apo- |e son terriblemente seductores, La mayoria de los buenos pintores y es- \ioves lainoamericanos actuales, decidieron convertirse en los enanos y vlones del Gran Apocalipsis. Pero no advirieron un hecho tremendlo, que |ve completamente eatérles sus contorsiones: que América esti en el lim- hiv ve, nl oye, ni presiente, « log trompeteres y 2u5 trompetas. En: "Papel Literatio", El Nasional, Caracas 2 de mayo ce 1903 El falso apocalipsis del arte tatinoamericano | R Guillen Perez Enel “Papel Literario® del chario £1 Nacional del 2 de mayo proximo pase- do, Marta Traba propone en torno a la pinturat hoy predominante en Latinoa- mmerica, una serie de cuestiones que merecen ser cstudiacas con summa aten sign, Iniecia ef artfeulo con la alirmacion de ti falta de personalidad que prevalece en el presenie entre nuestros pintores latinoamericanos; pasa luego 4 enfocar Io que es ta cultura de nuestro continente: y finalmente, coloca todas sus apreciaciones antenores a la luz del apocalipsis mimético, que segtin ella. padece hoy dia el anista latinoamenieann Las aseveraclones que hace Marta Traba tienen profundo interes: son una voz de alena y un llamado angustioso sobre lo que pudieramos denominar el quehacer verdadero y autentico de tn latinoamericano. {Qué clase de pin- ‘ura ha de hacer um pintor nacido en estas latitudes? {Que nene que ser ln poesia para uin poeta venezolano o argentino? sobre todo entre fos pintores, a partir de 1945, que se produce en Latnoamentca el novedoso acontecimiento de que los latinoamericanos deci- ddan ponerse a la par de Jos europeos y nutritse de las mismnas raices. Por primera vez en losanales de la historia de nuestro continente-podemos decir {que hay algunos lstinoamericanos que estin a la altura de los tiempos, com- Jrrometidos con su obra en lo que se esta dicienelo en el campo internacional Por vez primera, los latinoamericanos asun 1 electivamente su adscripcion «sla cultura occidental. Noa la espera de las solucianes dadas por otro sino ‘com ft intencion de partictpar en igualdadl de condiciones en lo que el hom- be de hoy y de mafana habra de entender por arte, Marta Traba al negarle 1 Latinoamérica el derecho de asumir el nihilismo, nes esta clespojando del mejor instramento que tenemos hoy para ser plenamente nasotros mismos La mejor via que tenemos « nuestro aleance, Jos latinoamericanos, para tener derecho a partictpar en un dislogo con las demas civilizaciones del pla- eta -dialogo que cada vez se hace mas apremiante-, la mejor via es, repito, asuinir nuesint adscrpcion a la cultura occidental Pensar que Latinoamérica puede dar al mundo una nueva cultura, signilies una perfecta mgenuidad histonica. gs que los ctentificos latinoamericanas, cuando los haya, podran ser otra cosa que eso, cientficos? Los latinoamericanos Heya a ser clent- ficos no por poner de manifesto pecuiiaridades de muestra raza, medio fico, idiosmerasia, ete, sino, al asumir aquello que ti sido y es el motor de he inveaigicion cientifica: el hombre atenide a sus salas posibilicades racin- nals pata deselfrar los enigtnas de la vida y del univers. EI lauinoamencano que quiets ser cientlico Uene que olvidarse Ge su idiosinerasia de latinoamencano, Lo misino para las demas acuvidaes supe~ riores del home. Nila filosoia ni el arte admiten tampoco que se les pong ton apellido racional o regional, El venezolano que haga valer su condicion: de tal cuando hace ciencia, entiende mal lo que es ser venezolana y lo que es ser Licuiifi, Asinismo, un pintor 0 un posta que ne atribuya mayer sig de lamentablemente las cosas, El jano es un mal vent nificacion a su condicion de sttista, conf pintor que con su obra busque ser vent En resumen: 1") El nibilismo no es ninguns bestia negea que va saniquilamas: sino, mis bien. una de ls posibilidades mnas hermosas y auten- ticas del hombre. 2°) Fl nihilismo no es resultade del capricho de algunos intelecutales 0 artistas de este siglo, sino, el proceso culminatorio de veinti- ‘cuatro siglos de predomtnio de la interpretacion racional del mundo 3°) El nihilismo es el lugar ontolagico doncle el hombre actual! hia de abrevar para cobrar (uetzas para abrivse paso hacia delante. 4°) La América Latina tiene ya su destino trazado por la historia: asimir su adseripeton « la cultura occi- dental. 5°) $i esta auscripeidn Ia astimimos plenamente hoy, tendra que ser metiéndonos dentro de lo que eleetivamente le acontece en el presente a ka ‘cultura de oceidente, es decit, asumniendlo la exestion del nihilism, 6°) Pen sar que Jos kainoamericanes podamos permmecer fuera del drama del rihilismo signilica padecer un lamentable miopla histarica, 7°) Frente al nacronismo habitual de la cultura latinoamericana, el intent cle nivelacion histériea intentade por hs mis reciemtes generaciones de pintores, nos sch cl mejor camino para la definitiva reeuperacién de Io que somos. Todos los demas artistas, ast como los esentores, dlebteran seguirel ejemplo de los pin= totes, 6°) Silos latinoamericanos nos decidiénamos a asumir cecididamente laseiuslidad viviente en el presente en la cultura ocetdental, con toda proba- bilidad, @ la vuelta de treinta anos, estariamos en situacidn de que nuestra ‘voz se eseuichara en el escenario mundial. No sé si Marta Traba problemas que se b (ard dispuesta a seguir polemizando en tomo a los in suscitado en estos articulas, En cl caso que si este dis- jmesta, le aconsejo que en lugar de hacer citas y mas citas de autores y artis- las, desurrolle coherentemente un planteamiento, para ast poder saber gue es lo ue efectivamente piensa sobre América, el ane y el apocalipss. tine “thpel Litcraiot, 1 Nl, Cam de jamin ae 196 Por mi parte, punto final Marta Truba Voy a escribir cono porque me estoy abuuriendo. Ya llegamos al punto en que unos dicen que dije lo que no die, otros afir- ‘man que no dije lo que dije, nadie sabe lo que se dijo primero ni comose le- £6 « lo ultimo; la discusion se encurnize sobre palabras y se pierden de vista Jos conceptos principales: Hegamos al punto de las trampas, en que ya naclie quiere diseutir sobre tna tesis sino preparar la caida del antagonists, En America toda discusion teoricase vuelve un laberiato y coda discuston directa puede acabar en asesinalo; lo cual prueba una vez mas nuestra poderosa incapacidad racional. Por eso, porque odio los recovecos y ademas quiero sobrevivir, pongo. al menos por mi parte, punto final La pri La segunda, para Guillent Perez en particulur, por ser con él con quien se trabo esta discusion. 1a conlestacidn es para el piblico y para los polemistas en general He leido con el mayor culdado todos los articmlos que genetosamente me han dedicada los escritores de el “Papel Literary” de El Nacional Descarto las apreciaciones personales sobre ml, que franeamente no me interesan, y tambien las posiciones como la de Ludovico Silva afirmando que cl artista hace To que Te da la gana; por supuesio que ef munclo del site esta ene de gente que hace lo que le da la gana y sus olimpicas voluntades pueden proferir toda clase de estupideces que, no obstante, ni euentan (rente ala estttica ni son capaces dle mockificara Sin embargo, a pesar de que los aniculos sean de muy diferente calidad y nivel, hay en ellos una extrafa, insbliia unanimidad. Silva dice que el con- ccepto cle patria es curt y ridicule en referenciaal ate yque no hay mas patria que el mundo. Otero eserbe que et la pintura no se trata de mantener tt cordon umbilical, de cualquier sentido que sea, con lo que somos como ‘municipios del mundo, sino uno mas amplo, cuyas dimensiones son tmypre~ visibles: Guillent Pérez escribe que la América Latina tiene ya su destino trazado por la historia: asumir su adscripeidn a ka cultura occidental La afirmacion de Guillent es, en mi concepto, la que aclara mas neta- mente los puntos de esta polemica, que ademas es una POLEMICA DE VERDAD, que no terminara como las discusiones entre politicos din- donos golpecitos amistosos en ta espalda y confesando que en el fondo estabamos de acuerdo y todo fue un malentendiido. No. Por suerte las declaraciones iiltimas de Guillent son tan claras que detinen nuesiro abso. tuto y profundo desacuerdo y nuestra diferencia de opinion de fondo y no de forma. El desacuerdo esti en que, con la misma virulencia congue he combatida por retrograda € invalida artisticamente Ia posicidn de los mexicanistas indigenistas (en libros que, hasta ahora, son los textos mas feroces que se han escrito sobre el tema), debo también oponerme a la perdida de identidad que propone el senior Guillent, a su actitud de sumision y enteega que me parece tan inaualita como inadmisible, de adseribir ala cultura occidental asumlen- do a fondo su athilismo, como un apendice sin vida propa y tamiien sin intenciones de poseerla algun dia. Rechazo con la mayor vehemencia ese criterio de vasallo, de colonizado. No ved ninguna diferencia entre pedir que adscribamos a la cultura oeci- dental y solicitar que desembarquen los “marines” en estos infelices patses uestras; son dos formas de tma misma conducts; el servilismo ante el coloniaje Yo estoy pidiendo para el ane latinoamericano nicamente esto: identidad, Solo una interpretaciontorcida o malintencionada puede confund el rel ‘mo de identidad con el color local, el folllore o el nacionalismo barato. La identidad es una manera de ser peculiar, intransferible que todo pais 0 = glomerado humano, at como todo hombre particular, debe aspirar a tener. ESla misma identidad que afirma Borges al decir que hay que ser argentinos sin color local, la identidad que él tiene en maxima medida, (Por eso es un escritor tan importante, porque toda su obraees indeclinablemente argentina honaerense, y esta impmgnada de Ine sicias, maniae, mados de pensar y actuar de los portenios) Parece una perogrullada defender Ia identidad de un estilo, de la expre- sion artistica del pais si se considera que ésta se da “sin proponérsela”. Yo cteo, por el contrario, que una identidad se consigue solo cuando un con- glomerado humano tiene plena conciencia de su personalidad y ademas, se propone y quiere alcanzarla. Porque si los artistas, que son los voceros de una comunidad, afirman que no pertenecen a ninguna parte, que su patria es el mundo, que es necesario sumarse a los ottos, que hay que declinat y cenunclar de antemano a todo propdsito de individualizacion, jeomo podra alcanzarse esa identided si no se cree ni posible ni nece- saria? Guillent Pérez ha hecho una proposicién que me parece sencillamente sgrotesca: que los artistes latinoamericanos “asuman la cuestiOn del nihilismo"” Alejandro Otero, de un modo mucho mis moderade, tambign propone que Jos artistas luchen por una problematica total, con soluciones en comin, 18 Modern y poumalrstal Yo propongo que los artistas latinoamericanos asuman la responsabili- dad de mnvestigar en las cultures nacionales cuales son las esencias, los temperamentas, las conductas a través del tiempo, que pueden incicir sobre el lenguaje general que manejan y deben seguir manejando, para comunicarle 4 ese lenguaje general un peso nuevo, una validez distinta, para impregnario de alguna personalidad que cargue de contenido las formas Es posible que esta indagacién sea prematura 0 que sélo adlare mas atin lo que ya subemos: que no tenemos, la mayor parte de las veces, absolutamcnic hada que decir. Pero To que es inadmisible es que se renuncle ala ubicacioa sin siquiers intentarla Me deja perpleja el internacionalismo rabioso de mis contendores vene- cislinas Me parece avira qnenin haya qiien eefiencla lawnlintad de sery de identificarse, contra esa pertinacia en dispersarse y perdense en un orden general, amorfo y gaseoso, en “el Ambito imprevisible” de Otero, en “el mun- do’ de Silva, en “el nuhilismo” de Guillen. Me parece comico que aprueben esas declaraciones de romanticismo de fin de siglo sobre la necesidad del nihilism, de que nuestra patria ¢s el mundo, insostenibles bajo cualquier ‘angulo del conocimiento contemporanco. El folklorismo y el indigenismo en artes plasticas han side [elizmenie superados en América; pero nuestro continente es tan falto de cultura, de logica y de equilibrio, que sus intelectuales se van ahora para el otto lado. Yano hay buena musica sino es electronica, no hay buena pintura si no es una basqueda dptica 0 cinética, no hay literstura fuera del experi- mento, Esta etapa podria llamarse “del corral cle gallinas st laboraiorio experi- “lo cual, desde Iuego, ¢> para morirse de risa (sobre todo si miramos a nuestro alrededor y nos damos cuenta en qué esplendida ultra-sub-dess- mental’ sii ni i elie iii rrollo estamos chapoteando), y sulbraya urs vez mas nuestro signo lata, per= petuo, inerminable: fa inautenticidad 2 {Como convencer al senor Guillent, nihilista, de ta verdad de un pen- sumniento coherente? Mi pensumiento mis cohetente acerea de los problemas del ane en Latinoamertca fixe expuesto en el libro La pintura neva en Latinoxmerica, publicado en 1961 en Bogoti y celebrado calurosamente por los artistas venezolanos, Sostenkt en ese libro, y lo sigo sosteniendo, que el americans ma @ prion, por decreto, vertido en la tradicion incligenista y socialsta cle las formas reales, era un fenomeno repugnante que habia representado un grave lastre pant la pinuura latinoamericana de este siglo: pera que ya estahamns {elizmente, sakenda de ese problema Posiblemente mis lectores: pensaron que, mostrando de una vez por todas la plena caducidad de esos Mlagelos, proyectaba al tiempo la pintura contemporanea sobre uns esplenclida pantalla de cinemascope intema- clonal. Se equivocaran, Mi Thro tiataba de buscar las causas de diferencias entre los pases con fuerte tradicién precolombina y los de tradicién pobre 9 carentes par completo de ella. Las diferencias entre paises de gran inmi- gnicion 9 comarcas cerradas; com estos tanteos pretendia demarcar Fegiones culturales y hacer, mis adelante, con esos lragmentos culturales, 4un mosaico continental, America se me presentaba como una inguietud y uns posibilidad expresiva, en cinco anes se ha alimmado esa posibilidad en ta Ieratura y se ha extraviado ent la pintura, Pintusra y escultura se han lan- zado, inmoderulamente, a trajinar las sendas abserias por otros. La lite- ratura, mis nevesitada cle uma localizacién, se ha salvado de este mpudor de copistas, de miméticos. Merely oar Yo creo que los moytmientos de las culturas, o inculateas, o expresiones en el continente, son demasiaclo interesantes pam prescindir de ellos “scr bienclo” lisa y lsaamente a la culwara occidental. Creo que si hoy se habla conadmitacién y respeto del ane narteamericano, la novela norleamericana, 1h cultura norteameticana, es porque na sélo se negaron a aclcribir a la cl tura occidental, sino la refutaron inv plésticas, buscaron una expresion que definia un espititw nuevo y antagoni co con el racionalisino y et formalismo que deminaron les investigaciones caropeas clurante medio siglo. sigando la cultura onental y, en artes Me parece una alirmacidn infantil, digna sdlo de los comics de astronau- tas, decir que “el mundo es tino” porque en una hora estamos en Francia Fstamos en una hora, es cierto, pero no en el “mundo uno", sino en Fran ia, parte perfectamente dliferenciad e inconfundible del mundo, conde Jean Dubufler pints como un frances, y no coma un tahano 0 un aleman, Creo que el pensamiento de Guillem Perez est anchilo en el siglo SIN cuando dice: “El letinoamericano que quiers ser cientifico tiene que olvidarse de su idiosincrasia de Latinoamericano. Lo mismo para las demas actividades superiores del hombre”. Voy a permitirme una sola cita (puesto que tanto se molesta por las citas); se trata de un parrafo del profesor 11. Wheeler de kt ‘Washingion and Lee University, donde escribe: *Hisworadores y socislogos de las ciencias nes revelan, en primer lugar, hasta que punto la clencia es particularsta, nacionalista y culturalmente detemminada, como todas las demas instituciones. Han revelado, igual- mente, la posibilidad de ver surgir en una cultura una tecnologta alta- mente refinada, sobre la base de una eiencia considerada como falsa por sabios de otra cultura en que prevalece el mismo universe tecnolagico,. Resumo en algunos puntos mis eritertos acerca del estado actual de las artes plasticas en Latinoamérica, spacey semper issn 8 1) El arte latinoamericano ha sarteado defimitivamente los peligros de ls pintura “mexicanista” y la indigenista; el arte de retvindicacton social carece ya completamente de sentido. 2) Los artistas Intinoamericanos manejan con eficacia y Mesibilidad el lengua dc las formas contemporineas pero hasta ahora han sido inexpoces de dotarlo de un sentido propio y de imponerle una identidad, sea como paises, sea como continente 3) Viviendo en un continente cuyas circunstancias son totalmente «listin- ‘as @ las eurapeas o norteamericanas, no pueden adscribira dichas eulturas sin deponer de antemano cualquier intento de identidad. 4) Toda gran forma del ane esta apoyads sobre dos particularismos; el del artista que ctea y el del medio que 1mpregna con sit esto la otra cel antists 5) Silos artistas latinoamericanos establecen, « prior, que es ridicule y ocioso cualquier interto de idemtided, no hacen mas que temunciar a toda forma importante dle expresion Epllogo: “América Latina, ha sentenciado el profeta Guillen, tiene ya su des tino trazado por la historla; asumir plenamente la cuestion del nibilismo” No, no es una frase, una sola y desemparada frase increible pescada malig- namente entre el farrago filosofipedo del articulo. Es la concrecion de una tesis, Fl resumen de todo un planteamiento. Es una aberracién perfectamente planeada. La pregunta es: “gquicren ustedes asumir la cuestion del nihilismo y adscribira la civiizacion oceldental?” (Guillen) “sQuieren ustedes ser ustedes, con los weribles, absurdlos y apasionantes compromisos que tal casa significa?” (Marta Traba). 20 oa y tend Y entonces nos damos cuenta, una vez més, que, a pesar de aparecer en las cajas de galletitas y los programas comicos de TV, Ja frase de Shakespeare sigue slendo a mas inteligente que nunca se ha pronunciado. ‘To be or not to be; that is the question En: ‘Papel Literario", Ei Necioal, Caracas 18 de julio ce 1965 ‘eocor temps dem dl ne tncamercans 79 ‘MI repuesta a Marta Traba Alejand:o Otero Dando por sentado que Ia responsabilidad defiisiva acerca de lo que ey sera la pintura litinoamericana esti en manos de sus pintores, creo que vale 4h pena hacer una sintesis de los plantees hechos por Marta Traba desde las paginas del “Papel Literario” de fT Nacional, ta radio y la television, y sus tres conversaciones sucesivas en el Museo de Bellas Artes, Esta sintesis, por su- puesto, no tendra cl carictet de simple meewerto, sino que tender a discutir aquellos argumentos y juicios emitidos o suscitados por Marit Traba, suscep tibles de proyectar alguna lxz en la rraras cle este debate Comenzaré por decir que no entiendo todavia, y creo que esto no ha qquediida claro para nache, cual fue el proposito de ese stibito estallido de violencia contra la pintura nueva del continente, que ninguno de los escritos anteriores de Marta Trabt hubiera hecho sospechar. Aunque los pin- tores latinoamericanes, al menos los venezolanos, deberiamos estar habi- tuados a esos Intempestives cambios de humor de la critica que nos viene del sur, cuyo primer emissrio fue el argentino Romero Brest. Ya teniames, repito, un ejemplo de esa “ferocidad” que, como en la escuela de nuestra hinez, se torna de pronto latigo y palmeta contra inocentes y culpables, Y sila imagen de aquellos primeros maestros cle nuestra infancia me viene a la memoria, no es por castalidud: las argumentaciones, los ejemplos, los planteos traidos a colacién por Maria Traba en apoyo de sus tesis, son igualmente impositivos, simplistas © inconsistentes. Somos mimé: porque si. Aqui no se ha hecho ni puede hacerse nada, “no podemos aspi rar a tener personalidad antes de haber Mlegaco ser personas”, es tin deereto, 72 Waki eter Macta Traba, repentinaamente y sin aviso, vino a revelamos nuestra condl- tion de yasallos, no solamente en el orden politico y econmico, sino en el cultural; vino a abrimes los ojos ya indicamos el camino de la liberacién. Ein ese camino, lo primero que habriamos de realizar es que no somos nada, excepiuando nuestra falss existencia de “butones”, dle “apétridas” y “desper- somalizados", pero aqui surge algo mis que tampoco entiendo: nos desperso- nalizames sin haber aleanzado a “ser personas”. Valga ly contradiccién para ie catactericando el rigor intelectual de nuestra objetora conciencia Pero no se crea que luego de la negacion, no hay una proposicidn cons tructiva: nuestra autenticidad, la importancia de lo que hagamos depende de que se nos pueda reconocer camo venezolanos, como colomiianos © chile- 10s, 0 como de Fl Manteco, de Gusdalajara o de Cacuta; la obra de Jorge Luis Borges es “importante porque es indeclinablemente argentins, bonae- fonse, 7 eaté tnpieg ada de lus viion, mitts, muelos de pensar y actuar de los portenos", ¢Quien ha podido olvidar semejante profundidad critica? Eso es lo que llama Marta Traba, poseer identidad. El resto, pensar con el pen- simiento que nes viene de los griegos, conmovernos con la pintura de Picasso o confraternizar con la tragedia ocurrida por cualquier pueblo quie no sea latincarericano, significa vender nuestra alma al diablo, rendimnes ante 1a invasién de lo fordneo, adscribimos a un apocalipsis que no nos pertenece- Lo curioao ¢s que se nos permite usar “técnicas" y “\ruces”,“procedimientos” y lenguajes ajenos como passporte de universalidad. Mara Truba no ve “ninguna diferencia entre pedir que adscrtbamos a ra cultars occidental y solickar que desembarquen los “Tmarines’ en estos inf lices paises nuestros: son dos formas de tina misma conducts: el servilisemo ante el colonisje". Yo si que lo veo, y Marta Trabame da la clave cuando dice "Ya no hay buena misica si no es clectrénica, no hay buena pintura sino es una biisqueda dptica o cinetica, no hay hteratura fuera del expertmento. Esta etapa podria llamarse del corral de gallinas al laboratorio experimental” €Quién esta proponiendo que nos mantengames en la “etapa del coral de pcs yan de a aeons 79

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