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AREQUIP

LA
CIUDAD
BLANC
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AREQUIP

LA CIUDAD
BLANCA
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PRESENTACION
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INDICE:
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HISTORIA DE AREQUIPA
Arequipa es una ciudad peruana, capital de la provincia y del departamento homónimos. Es la
segunda ciudad más poblada del país, después de Lima, albergando una población de 1 142
900 habitantes en el 2022. Desde el punto de vista político cumple el rol de sede oficial del
Tribunal Constitucional y es considerada por algunos como la «Capital Jurídica del Perú». Su
área metropolitana la conforman veintiún distritos conurbados, incluyendo al distrito de
Arequipa, lugar fundacional, histórico y sede del gobierno de la ciudad.

El emplazamiento sobre el cual se encuentra este núcleo urbano fue fundado el 15 de agosto
de 1540, bajo la denominación de «Villa Hermosa de Nuestra Señora de la Asunta». El 25 de
septiembre de 1541 a través de una Cédula Real dictada por el monarca Carlos V pasó a
denominarse «Ciudad de Arequipa». En el periodo virreinal adquirió importancia por su
sobresaliente papel económico, y se destacó por su fidelidad hacia la Monarquía Española,
hecho que la hizo merecedora de títulos como el de «Muy noble y leal» o «Fidelísima».

A inicios de la vida republicana del país, la ciudad asume una gran importancia política y
económica. Arequipa representa durante el siglo XIX y XX una especie de contrapeso al poder
centralizador limeño fungiendo como una especie de «segunda capital». La ciudad ha sido foco
de rebeliones populares, cívicas y democráticas; así como también cuna de sobresalientes
figuras intelectuales, políticas y religiosas
del país. Siendo así, en este periodo y
durante la guerra con Chile, fue foco
de más de siete levantamientos o
revoluciones, desde la independencia
hasta 1850, y sirvió como sede de
gobierno del país en dos ocasiones.
Durante el golpe de Estado de Salaverry,
el presidente de la república Orbegoso instaló su gobierno en la ciudad desde el 13 de enero de
1835 y ordenó sea denominada como «Heroica ciudad de los libres de Arequipa». Durante el
conflicto armado con Chile, el presidente Lizardo Montero declara a Arequipa el 31 de agosto
de 1882 como la capital del Perú convocando un Congreso Nacional el 28 de abril de 1883.

Su casco histórico, fue declarado, en el año 2000, «Patrimonio Cultural de la Humanidad» por
la Unesco. El patrimonio histórico y monumental que alberga y sus diversos espacios escénicos
y culturales la convierten en una ciudad receptora de turismo nacional e internacional. En
dicho casco histórico destaca la arquitectura religiosa virreinal y republicana producto de
mezcla de características españolas y autóctonas, que constituyen una propia escuela estilística
arquitectónica denominada «Escuela Arequipeña» cuya influencia irradió hasta Potosí.
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LEYENDAS
Una leyenda existente cuenta que el inca Mayta Cápac recibió una petición de sus súbditos al
llegar al valle del Chili. Estos le solicitaban el permiso de quedarse en la comarca para poblarla,
pues quedaron maravillados por la belleza del paisaje y la suavidad del clima. A esta demanda
el Inca respondió «Ari qipay» o «Are quepay» (en quechua: Sí, quedaos); esta fue la etimología
que utilizó el padre Calancha en la crónica "Orden de San Agustín" y que fue traducida por J.
Ignacio Gamio.

OTRAS VERSIONES
Otra versión del origen del nombre de la ciudad es la del padre Blas Valera y contada por el
Inca Garcilaso de la Vega, sostiene que el origen del antiguo nombre proviene de una antigua
voz aimara, «ari qquepan» o «are quepa». Dicha versión sostiene que los nativos llamaban así a
un caracol marino cuya concha usaban a «guisa de trompa bélica» y que en castellano significa
«trompeta sonora».

Otra etimología, expuesta por el historiador Ernst Middendorf, toma en cuenta el hecho que la
región recibió un intenso poblamiento de colonias de origen altiplánico y que el nombre
proviene de la expresión aimara «ari qhipaya» o «ariq qipa», de «ari» (agudo, filoso o
puntiagudo) y «qhipaya» (detrás), que significaría «detrás del pico», haciendo referencia al
cono volcánico del Misti, que domina el horizonte arequipeño.

ÉPOCA PREINCAICA
Hasta poco antes del surgimiento del Imperio incaico existían en lo que hoy es la ciudad
algunos conglomerados nómadas que vivían dedicados a actividades tales como la caza, la
pesca y la recolección, desarrollando la
domesticación de algunos animales
principalmente auquénidos e iniciando
incipientes prácticas de sedentarización y
agricultura. Con el tiempo, luego de
procesos migratorios dentro de la región se
establecieron los primeros
asentamientos, muchos de ellos con conexiones
hasta el mar dando origen a las primeras vías de comunicación con lo que se incrementó la
accesibilidad del territorio.

El emplazamiento sobre el cual se encuentra la ciudad estuvo densamente poblado por


población puquina, mucho antes de la llegada de la población aimara. Basa su aseveración en
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el descubrimiento de la ciudad puquina de Kasa-Patak en la zona de Tingo el 16 de


noviembre de 1942.

Durante esta época se construyeron importantes canales de irrigación o acequias en el valle


del río Chili, los que permitieron cultivar los llanos y las andenerías desarrolladas en los
flancos de las laderas del río. Los yarabayas y los chimbas se establecieron en el
asentamiento actual de la ciudad, que con juntamente con las comunidades collaguas y
cabanas desarrollaron una economía agraria en medio del desierto.

ÉPOCA INCAICA
Cuando Mayta Cápac llegó a la vega del río Chili, no fundó ninguna ciudad. El inca dispuso sus
mitimaes para controlar, espiar y como fuerza de frontera contra los enclaves de pueblos del
interior en expansión. Así, para vigilar a yanaguaras y chumbivilcas destinó a los chillques;
para igual misión con los collaguas, a los callapas; y en la banda oriental del Chili, poblada
por los yarabayas y copoatas, a los chichas.

Según las crónicas de Pedro Cieza de León, no fue Mayta Cápac quien extendió el dominio
hacia el valle de Arequipa dado que dicho personaje murió antes de aprestarse a la conquista
del Kuntisuyu y fue sino su sucesor quien organizó dichas expediciones. Los planes de
conquista sufrieron otra interrupción ante la amenaza Chanca que llegó a cercar a Viracocha
en su propia capital, y por su debilidad y la
de Inca Urca, asumió de hecho el mando Inca
Yupanqui, tomando el nombre de
Pachacutec. Venció y exterminó a los
Chancas y sólo mucho después hizo
llamamiento de gente y con ella logró la
conquista de los Yanaguaras y
Chumbivilcas y a las provincias de la comarca de Condesuyos. Entre ellas estaría el valle del
Chili y aunque no lo dice Cieza de León, queda sobreentendido porque concluyó el dominio
del Callao y sus sucesores serían los encargados de expandir el Incario hacia el Norte.

La tesis de Cieza de León se contrapone a la tradicional tesis garcilasista la cual sostiene que
la ciudad tuvo una fundación de origen incaico. Considera como equívoca la suposición de
que los Incas alguna vez hayan hecho fundación de una ciudad en el valle del Chili. Los incas
se asentaron en el valle del Chili, conquistaron, tomaron algunas medidas administrativas
para seguridad de los mitmaes y sometimiento de etnias aborígenes, y siguieron de largo,
que bien podía hacerla un tucuiricuc o el Villac Umu y no necesariamente el gobernante del
Cusco. Antes de esto actuaba con naturalidad y no tenía las formalidades que usarían los
españoles por su arraigo feudal.
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Por otro lado, las crónicas garcilasistas extendidas ampliamente en los proto-historiadores
arequipeños, todos los cuales, en la segunda mitad del siglo XVIII y comienzos del XIX, dan
por hecho que fue Mayta Cápac el primer Inca que halló el valle del Chili. Por ello, Francisco
Javier Echeverría y Morales, Juan Domingo Zamácola y Jáuregui y sendos plagiarios: Juan
Gualberto Valdivia y Antonio Pereyra y Ruiz, repiten puntualmente la cita del cronista
cusqueño. De dicha visión hispánica se desprende la crónica de Garcilaso de la Vega,
calificada como históricamente imprecisa, y que describe que alrededor del año 1170 Mayta
Cápac se detuvo con su ejército en el despoblado valle del río Chili, al que llamó «Ari-
qquepay», expresión que significa «quedémonos aquí». Dicho inca repartió terrenos entre
tres mil familias, que fundaron los caseríos o pueblos de Yanahuara, Cayma, Tiabaya,
Paucarpata, Socabaya, Characato, Chiguata y otros.

La tarea de poner mitimaes en el Imperio Incaico no estaba relacionada con la fundación de


un poblado, la cual tiene una connotación más hispánica que andina. Eso fue lo que ocurrió
en Arequipa, donde Mayta Cápac repitió lo que había hecho antes en Chuquisaca (Charcas,
Alto Perú), donde no creó un pueblo, sino que reemplazó a nativos por mitimaes.

ÉPOCA COLONIAL

Arequipa es fundada el 15 de agosto de 1540 por Garci Manuel de Carbajal en el valle del río
Chili como la «Villa de la Asunción de Nuestra Señora del Valle Hermoso de Arequipa», en un
área ocupada por algunos poblados indígenas. Una vez llevada a cabo la fundación se procede
a repartir los solares; para Pizarro, el Cabildo y la Orden de Santo Domingo se les asigna para
cada uno un solar cuya extensión abarca toda una manzana, para los fundadores un solar de un
cuarto de manzana, y para la Iglesia Mayor un solar de media manzana separada del resto de
solares vecinos por el pasaje de la Catedral.

La ciudad en el momento de la fundación ya contaba con un cabildo establecido, debido a que


la fundación de la villa se da como consecuencia del traslado de la Villa Hermosa de Camaná, y
cuyo nombre fue parcialmente conservado y sustituido por Villa Hermosa de Arequipa, hasta
que Carlos V de Alemania y I de España la eleva a la villa a la categoría de ciudad por real
cédula fechada en Fuensalida, el 22 de septiembre de 1541. Las gestiones del traslado
estuvieron a cargo de Garci Manuel de Carbajal, que se constituyó como la autoridad política
para realizar la fundación de la nueva villa y designar al nuevo regidor, cargo que recayó sobre
don Juan de la Torre.

Una vez llevada a cabo la fundación de Arequipa, y luego de que se levantaran las primeras
viviendas, se nombró primer alcalde para dirigir el destino de la ciudad al mismo fundador,
Juan de la Torre y Díaz Chacón, quien recibió dos fanegas de tierra para fabricar su casa y las
caballerizas.
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Posteriormente, el Virrey D. Francisco Álvarez de Toledo, quien se encontraba en la ciudad


realizando una visita general al territorio de su jurisdicción, le concedió a la ciudad, mediante
decreto de 20 de agosto de 1571, el título de «Muy noble y leal», en virtud de sus méritos y
servicios a la causa real.

El título fue confirmado por Felipe II «con muchas más honras» en dos cédulas: una fechada en
Badajoz el 20 de septiembre de 1580 y la otra en Madrid el 28 de enero de 1594, lo cual no
parece muy exacto, toda vez que en esa como en otras cédulas se hacía únicamente referencia
a ese título, que ya tenía Arequipa. La cédula de Badajoz contiene elogios para las matronas de
esta ciudad por el valioso donativo que hicieron de sus joyas a fin de aliviar la situación del
Tesoro Real.

El 25 de septiembre de 1541 a través de una Cédula Real dictada el monarca Carlos V eleva la
villa a categoría de ciudad y asimismo le concede un escudo de armas. El escudo de armas está
coronado por un grifo en cuya mano trae una bandera, en la cual se lee la inscripción «Carlos
V» o «Del rey».

ÉPOCA VIRREINAL
El cabildo durante el virreinato era el encargado de elegir las autoridades competentes
quienes asumían el cargo el primer día del año, nominando a los alcaldes, al procurador, al
mayordomo de la Ciudad, al fiel ejecutor, los tenedores de bienes de difuntos y al
administrador del nosocomio visitador de botica. Este orden político es quebrado en épocas
de guerras civiles, debido a que la tarea de designación se realizaba por parte de los grupos
rebeldes beneficiando a sus adeptos. Desde 1553 por disposición del virrey Martín Enríquez
de Almanza se inicia la aplicación del sistema de insaculación y bajo este sistema se elige un
alcalde «de vecinos» y otro «de soldados», que posteriormente fueron sustituidos por el
alcalde «de vecinos» y «de ciudadanos».

Al contador, al tesorero y a los oficiales reales de la caja hacendaría de la ciudad, por decreto
de Felipe II, se les asigna la facultad de desempeñar el cargo de regidor de manera
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simultánea, produciendo duplicidad de competencias y discordias de poder. Para evitar los


conflictos de competencias, se decide que los cargos de alferazgo y regidores se venderían
convirtiéndose en perpetuos. Este sistema tuvo vigencia hasta el momento de la
independencia del país.

Entre las primeras obras públicas realizadas en la ciudad se lista a la Iglesia Mayor, la casa del
ayuntamiento, el puente sobre el río Chili y el monasterio de Nuestra Señora de Gracia. En
1609, por solicitud elevada al papa Paulo V el 20 de julio de 1609 accedió en Bula y el 6 de
enero de 1612 autoriza la demarcación del obispado de Arequipa. El monarca Felipe III
encomienda esta misión al Virrey Juan de Mendoza y Luna.37

Hallándose en esta ciudad el Virrey D. Francisco de Toledo, con motivo de la visita general
que hizo al territorio de su jurisdicción, a pedido del Cabildo y siendo procurador general
Diego Hernández Hidalgo previa una información de nueve testigos de los más antiguos
vecinos y fundadores de la ciudad, mandada actuar por el decreto de 20 de agosto de 1571
ante el Escribano Juan Ruiz de Gamarra, le concedió, con fecha de 7 de noviembre de 1575, el
título de "muy noble y muy leal", en virtud de sus méritos y servicios a la causa real.

Según Travada ese título fue confirmado por Felipe II "con muchas más honras" en dos
cédulas, una fechada en Badajoz el 20 de septiembre de 1580 y la otra en Madrid el 28 de
enero de 1594, lo cual no parece
muy exacto, toda vez que en esa
como en otras cédulas se hacía
únicamente referencia a ese
título, que ya tenía Arequipa.
La de Badajoz contiene elogios
para las matronas de esta
ciudad por el valioso donativo
que hicieron de sus joyas a fin de
aliviar la situación del
Tesoro Real, exhaustos por los
fuertes gastos que ocasionaban las guerras contra los musulmanes y protestantes, y la de
Madrid es también de agradecimiento por haber aceptado la nueva contribución de la
Alcabala, que produjo una buena renta.

Durante el virreinato la ciudad destacó por ser el eje comercial del centro y sur de este, a
través del puerto de Quilca e Islay. Esto influyó en el desarrollo de una pequeña burguesía en
desmedro de los grandes terratenientes. Arequipa se mantuvo fiel a la causa real durante las
guerras civiles de los conquistadores por lo que recibió el título de "Muy noble, leal y
fidelísima". Sin embargo, no estuvo ajena a los pensamientos e ideales libertarios que se
manifestaron a través de la Academia Lauretana. Entre los próceres de la Independencia
destaca el poeta Mariano Melgar quien fuera fusilado por los realistas después de la batalla
de Humachiri.
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FUNDACIÓN DE AREQUIPA

Arequipa es fundada el 15 de agosto de 1540 por Garci Manuel de Carbajal en el valle del río
Chili como la «Villa de la Asunción de Nuestra Señora del Valle Hermoso de Arequipa», en un
área ocupada por algunos poblados indígenas. Una vez llevada a cabo la fundación se
procede a repartir los solares; para Pizarro, el Cabildo y la Orden de Santo Domingo se les
asigna para cada uno un solar cuya extensión abarca toda una manzana, para los fundadores
un solar de un cuarto de manzana, y para la Iglesia Mayor un solar de media manzana
separada del resto de solares vecinos por el pasaje de la Catedral.

La ciudad en el momento de la fundación ya contaba con un cabildo establecido, debido a


que la fundación de la villa se da como consecuencia del traslado de la Villa Hermosa de
Camaná, y cuyo nombre fue parcialmente conservado y sustituido por Viila Hermosa de
Arequipa, hasta que Carlos V de Alemania y I de España la eleva a la villa a la categoría de
ciudad por real cédula fechada en Fuensalida, el 22 de septiembre de 1541. Las gestiones del
traslado estuvieron a cargo de Garci Manuel de Carbajal, que se constituyó como la
autoridad política para realizar la fundación de la nueva villa y designar al nuevo regidor,
cargo que recayó sobre don Juan de la Torre.36

El acta de fundación de la “Villa de la Asunción de Nuestra Señora del Valle Hermoso de


Arequipa” dice lo siguiente:

"Es después de lo susodicho, en el valle de Arequipa, a quince días del mes de agosto de mil
quinientos cuarenta años el muy magnífico señor Garcí Manuel de Carvajal teniente e capitán
por el ilustre señor Marqués Don Francisco Pizarro gobernador en estas provincias por su
majestad, en cumplimiento del mandamiento de dicho señor gobernador anduvo por el dicho
valle de Arequipa, se informó del asiento más conveniente y sano de menos perjuicio de los
naturales; y habiéndolo visto según dicho es, dicho que en nombre de su majestad del dicho
señor navegador Don Francisco Pizarra en su real nombre, fundaba e fundó la dicha Villa
Hermosa en el Valle de Arequipa, en la parte de Collasuyo, donde su Señoría mandó, encima
de la barranca del rió, del dicho valle; a su merced en la cruz en el sitio que viene señalado
para iglesia, e asi mismo puso la picota en la plaza de la dicha villa, lo que dicho que hacía e
hizo en nombre de su majestad y del dicho señor gobernador en su real nombre como dicho
es e por posesión, asi hecho su merced mandó pregonar y fue pregonando que los vecinos de
otras personas que tienen solares en la dicha villa hermosa los pueblen que edifiquen sus
casas en ellos dentro de seis meses cumplidos primeros siguientes son las penas que el señor
gobernador manda y asi fue pregonado públicamente por vos Pedro Ires, pregonero público
que su merced lo firmó de su nombre siendo testigos Hernando de Silva y Hernando de Torres
regidores de Juan de la Torre alcalde e Luis de León e el Padre Rodrigo Bravo e Fray Bartolomé
de Ojeda el Padre Fray Diego Manso y Diego de Hernandez, otras muchas personas que en el
estaban a su merced lo firmó como dicho es--Garci Manuel de Carbajal-- todo lo cual que
dicho es pasó ante mi--Alfonso de Luque escribano público."
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Una vez llevada a cabo la fundación de Arequipa, y luego de que se levantaran las primeras
viviendas, se nombró como primer alcalde para dirigir el destino de la ciudad al mismo
fundador, Juan de la Torre y Díaz Chacón, quien recibió dos fanegas de tierra para fabricar su
casa y las caballerizas.

Posteriormente, el Virrey D. Francisco Álvarez de Toledo, quien se encontraba en la ciudad


realizando una visita general al territorio de su jurisdicción, le concedió a la ciudad, mediante
decreto de 20 de agosto de 1571, el título de «Muy noble y leal», en virtud de sus méritos y
servicios a la causa real.

El título fue confirmado por Felipe II «con muchas más honras» en dos cédulas: una fechada
en Badajoz el 20 de septiembre de 1580 y la otra en Madrid el 28 de enero de 1594, lo cual
no parece muy exacto, toda vez que en esa como en otras cédulas se hacía únicamente
referencia a ese título, que ya tenía Arequipa. La cédula de Badajoz contiene elogios para las
matronas de esta ciudad por el valioso donativo que hicieron de sus joyas a fin de aliviar la
situación del Tesoro Real.

El 25 de septiembre de 1541 a través de una Cédula Real dictada el monarca Carlos V eleva
la villa a categoría de ciudad y asimismo le concede un escudo de armas. El escudo de armas
está coronado por un grifo en cuya mano trae una bandera, en la cual se lee la inscripción
«Carlos V» o «Del rey».

...Y por la presente hacemos merced y queremos y mandamos que ahora y de aquí adelante
la dicha Ciudad de Arequipa haya y tenga por sus armas conocidas un Escudo que en lo bajo
de él esté un Río y sobre él un mogote del cual salgan unos humos a manera de volcán, y a
los lados del cerro mogote, de la una parte, y de la otra; estén unos árboles verdes y encima
de ellos dos leones de oro, de la una parte, y el otro de la otra; todo ello en campo
colorado; y por orla ocho flores de lis y de oro en campo azul, y por timbre un yelmo
cerrado; y por divisa un grifo con una bandera en las manos en la cual estará escrito las
letras del nombre de Mi el Rey; con sus trascoles y dependencias y follajes de azul y oro
según que aquí van figurados y pintados; las cuales dichas armas damos a la dicha Ciudad
de Arequipa por sus Armas y Divisa...

El tradicionalista Ricardo Palma en su libro Tradiciones Peruanas, brinda una explicación del
porqué de la ubicación de los componentes en el escudo. Palma, basa sus explicaciones en lo
descrito por un cronista con conocimientos en heráldica. En la tradición «El ahijado de la
providencia», dicho autor, lo describe como se cita:

«Nada entendido en heráldica el demócrata que esto escribe, atiénese a la explicación que
sobre tal alegoría da un cronista. Dice que la inscripción de la bandera expresa la posesión que
el rey tomó de Arequipa y que al colocar aquélla, no bajo los pies, sino en la mano del grifo,
quiso el monarca manifestar su aprecio por la ciudad, no pisándola como a vasalla, sino
dándole la mano como a favorecida. Si hay quien lo explique mejor, que levante el dedo.»
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Escudo heráldico de la ciudad de Arequipa.

INDEPENDIENCIA
En la ciudad se vivió la independencia igual que todas las provincias de Perú, en guerra civil.
Por su geografía y ubicación, tuvo circunstancias especiales; por ejemplo, cuando la
revolución de Pumacahua y las tropas rebeldes entraron a Arequipa por poco tiempo hubo
un momento de euforia, pero luego salieron de la ciudad, y se mantuvo el poder virreinal en
Arequipa hasta la batalla de Ayacucho; no es que Arequipa estuviera en contra de la
independencia, sino que libraba una guerra civil.

Las autoridades virreinales se mostraron flexibles frente a la inquietud libre pensadora de los
arequipeños una muestra de ello es
la fundación de la Academia
Lauretana Ciencias y Artes el 10 de
diciembre de 1821, bajo dirección de
Evaristo Tadeo Gómez Sánchez,
que tuvo a su vez la primera imprenta
del departamento. Apenas construida
la Academia, sus principales
integrantes Francisco Xavier de Luna
Pizarro, Aparicio Gómez Sánchez,
Francisco de Paula González Vigil,
Gaulberto Valdivia, Manuel Amat y León y Juan de Dios Salazar, tomaron partido a favor de la
emancipación.
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El historiador de la Puente afirma que existe duda en cuanto a que, si se firmó primero en
Supe o en Ica, la primera acta de independencia, pero gran mayoría afirma que fue el cabildo
de Supe el primero en hacerlo en todo Perú en abril de 1820

Un hecho interesante es que el obispo de Arequipa José Sebastián de Goyeneche, fue obispo
de Arequipa en el virreinato, durante la independencia y entrada la república, y murió en los
años 60 del siglo XIX, como arzobispo de Lima. Goyeneche era obispo de Arequipa en el
tiempo del virrey Pezuela, siguió como obispo en el tiempo de San Martín y de Bolívar, lo que
prueba que Perú era el que se independizaba, y no las intendencias las que lo hacían o lo
hicieron, que había una continuidad en el cambio. Continuaron las mismas personas, las
mismas costumbres, el cambio fue progresivo, lento.

EPOCA REPUBLICANA
Tras la independencia, el territorio correspondiente a la Intendencia de Arequipa fue designado
como departamento mediante decreto del 26 de mayo de 1822. El congreso de 1826 y la
Constituyente de 1827 tuvieron como presidente al arequipeño y «lauretano» Javier de Luna
Pizarro. Durante el gobierno de Bolívar, después de la victoria de Ayacucho, la ciudad fue un
activo centro contrario a la propagación de los poderes dictatoriales del Libertador. Los letrados
arequipeños Domingo Tristán, Benito Lazo, Gualberto Valdivia se opusieron de forma pública y
tajante a la constitución vitalicia bolivariana. Fruto de la actividad de la Academia Lauretana
fue la fundación del Colegio Nacional de la Independencia Americana y de la Universidad
Nacional de San Agustín creadas en 1827.

La ciudad de Arequipa durante la república ha gozado de gran importancia en el campo político


y económico perfilándose para el Perú como una especie de «segunda capital». La ciudad ha
fungido como contrapeso al poder centralizador de Lima abogando por intereses económicos
del Sur del país. Sobre este aspecto fue precisamente el historiador Jorge Basadre quien
expone la clara representatividad de Arequipa definiendo el rumbo político del país durante la
era republicana.

Es un hecho sin discusión que Arequipa marca la pauta política de la conducción del país. Este
fenómeno histórico aceptado como un hecho sin discusión se fundamenta en el ciclo
revolucionario de Arequipa, el cual fue bien estudiado por Jorge Basadre, Belaúnde, Polar y
Bustamante y Rivero.

Es durante este periodo que entre Lima y Arequipa surge una oposición económica, pero
también política y cultural. La región arequipeña es además un espacio político regionalista, en
oposición constante con la capital del país y con la política centralizadora de la oligarquía
tradicional limeña.
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A partir del año 1834, se producen en Arequipa una serie de movimientos políticos destinados
a orientar la marcha de la república, se convierte así Arequipa en el "caudillo colectivo del
Perú", pueblo en armas, cuya voz se hace escuchar al lado del tanido de las campanas de los
numerosos templos de la ciudad.

A partir de la segunda década del siglo XIX hasta finales de la misma década se forjó una
sociedad de transición en el Perú, asimismo los pilares económicos sobre los que la ciudad
basaba su sostenimiento — la manufactura de la lana y el Ferrocarril del Sur — comienzan a
decaer y por esta
y otras razones,
Arequipa comienza
a producir
una serie de
líderes políticos

conformados por una creciente clase media de profesionales, intelectuales y tecnócratas,


quienes tendrán participación en la defensa de la legalidad y la estabilidad económica.48 En
esta etapa es durante la cual la ciudad adquiere un incremento poblacional significativo, y por
otro lado una participación política destacada, consolidándose como la segunda ciudad del
país, y como una ciudad en continuo desafío frente a Lima.

En 1835 general Orbegoso trasladó su gobierno de Lima a Arequipa, y solicitó apoyo del
entonces presidente boliviano Andrés de Santa Cruz contra las pretensiones de Gamarra y
Salaverry. Las batallas decisivas entre las tropas de Salaverry y las de la Confederación se dieron
en Uchumayo, en las inmediaciones de la ciudad de Arequipa, el 4 de febrero de 1836, donde
venció Salaverry; y en Socabaya, tres días después, el 7 de febrero, donde venció Santa Cruz.50
El 18 de febrero de 1836, Salaverry y sus principales colaboradores son fusilados en la plaza de
Armas de la ciudad.

Luego de expresar su rechazo a la Confederación, Chile envió al mando del general Ventura
Blanco Encalada una expedición militar que llegó a territorio arequipeño el 12 de octubre de
1837.52 Antes de entrar en batalla hubo negociaciones que permitieron firma un tratado de
paz en Paucarpata, distrito aledaño a la ciudad, el 17 de noviembre, entre el jefe militar chileno
y el general Quiroz, de la Confederación. Chile no refrendó el tratado y envió una segunda
expedición al mando del general Bulnes, al año siguiente, en apoyo de Ramón Castilla y otros
militares caudillos peruanos contrarios a Santa Cruz.
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En los años siguientes la ciudad fue sede de sucesivos pronunciamientos militares


insurreccionales. El 20 de febrero de 1843 se proclamó ahí como supremo director de la
República el general Manuel Ignacio de Vivanco, cuyas ambiciones concluyeron con la batalla
de Carmen Alto el 22 de julio de 1844. El 14 de abril de 1854 insirió desde Arequipa como
presidente provisorio el general Ramón Castilla, quien logró hacerse del poder. Contra este
gobierno de facto, el 1 de noviembre de 1856 se alzó en arma nuevamente en Arequipa, el
general Vivanco. Tras fracasar sus expediciones militares a Lima y Trujillo, tuvo que regresar a
Arequipa a fines de 1857 para organizar su defensa. Las fuerzas comandadas por Miguel de San
Román se enfrentaron a Vivanco en la batalla de Paucarpata el 29 de junio de 1857.

«Hasta 1867, Arequipa fue “una pistola que


apuntaba al corazón de Lima”, el caudillo colectivo
del país. El mestizaje ya logrado en su población
se acendró en el aislamiento geográfico. Estaba
Arequipa separada de la Costa por un vasto
desierto, y de otras ciudades importantes por
montañas y pampas, de modo que la suya era una
vida señera.»

—Jorge Basadre, El Perú republicano y los


fundamentos de su emancipación

GUERRA DEL PACÍFICO


Lizardo Montero llegó a Arequipa el 31 de agosto de 1882, declarándola capital del Perú.
Asimismo, Montero convocó un Congreso Nacional el 28 de abril de 1883.

«De la noche a la mañana Arequipa se convirtió en la «Capital del Perú»: con presidente y
escolta en «palacio», con ministros y secretarios en sus despachos, con el alto mando
militar en sus cuarteles. Un viejo y reiterado sueño se transformaba en realidad, aunque
con visos de sainete y de tragedia: el gobierno no ejercía el poder en todo el territorio
nacional que en sus zonas neurálgicas estaba militarmente ocupado por el enemigo...»

El gobierno de Montero contó con un «Congreso Nacional» instalado el 22 de abril de 1883 en


los claustros del Colegio Independencia y de la Universidad Nacional de San Agustín, un
respaldo militar formado por todos los varones de 20 a 60 años que conformaban un ejército
de 4000 hombres y de 8000 a 10 000 guardias nacionales y un soporte económico importante
basado en los cupos y erogaciones impuestos tanto a la élite económica como a los distintos
distritos agrícolas sureños.

Sin embargo, las fuerzas peruanas de Arequipa se sublevaron contra la autoridad de Lizardo
Montero. El 25 de octubre de 1883, una revuelta popular y militar depuso el gobierno de
Lizardo Montero Flores en Arequipa quien se retiró a La Paz, con lo que las tropas chilenas al
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mando de José Velásquez ocuparon la ciudad el 29 de octubre, siendo esta entregada por el
cuerpo diplomático de la ciudad.

REVOLUCIONES DE AREQUIPA
A partir de la segunda década del siglo XIX hasta finales de la misma década se forjó una
sociedad de transición en el Perú, etapa durante la cual Arequipa adquiere un incremento
poblacional creciente, y por otro lado una participación política destacada consolidándose en
este periodo como la segunda ciudad del país, y como una ciudad en continuo desafío frente a
Lima.

Desde inicios del siglo xx el espíritu rebelde arequipeño

A lo largo del último siglo hasta 1930, Arequipa se convirtió en un centro económico basado en
la manufactura de la lana y en el Ferrocarril del Sur, alrededor de 1930 estos pilares
económicos comienzan a decaer y por esta y otras razones, Arequipa comienza a producir una
serie de líderes políticos conformado por una creciente clase media de profesionales,
intelectuales y tecnócratas, quienes tendrán participación en la defensa de la legalidad y la
estabilidad económica. Dos de estos líderes, Víctor Andrés Belaunde y José Luis Bustamante y
Rivero, dejando su huella como constitucionalistas de carácter fuerte a principios de 1930, y de
1945 a 1948 José Luis Bustamante y Rivero quien sirvió como presidente del Perú.

En 1950 el abogado Francisco Mostajo (prominente liberal arequipeño desde 1901) encabeza
una revolución en Arequipa contra Odría, en 1956 el arequipeño Fernando Belaunde Terry
logra obtener un gran bloque de la votación de la clase media y en 1962 y 1963 Acción Popular
de Belaunde Terry con el apoyo de otro partido originario de Arequipa, Democracia Cristiana,
tuvo un apoyo tan fuerte que fue suficiente para obtener la presidencia del Perú.

Con un tercio del electorado se alió con el APRA, el vestíbulo de Arequipa y sus partidarios en
Lima y en otras partes del país se tornaron invencibles en 1945; tiempo después al diferir
claramente las ideologías de estos demócratas de centro-derecha con el APRA, la alianza rápida
y permanentemente se vino abajo.

TENDENCIA POLÍTICA
Según Leslie Bethell el punto de partido del camino político seguido por Arequipa está marcado
por la nueva burguesía nacional, que aparece para desafiar a la élite burguesa ya existente en
19

el Perú; en donde existía un estrato importante y creciente de personas en Perú con intereses
profesionales, administrativas y comerciales.

Estos nuevos intereses toman estructura política con mayor claridad en el interior del país cuya
estructura política más fuerte era la ciudad de Arequipa, y sus puntos fuertes de este potencial
electoral a nivel nacional se vio reflejada por fortaleza en la candidatura de Fernando Belaunde
Terry en las elecciones presidenciales de 1956.

La región sur, dominada por la ciudad de Arequipa tiene una larga historia de separatismo con
la República del Perú, y la clase alta arequipeña del siglo xx ha conservado una distintiva
identidad regional.

La oposición arequipeña a la centralización política y económica del país condujo de forma


natural a una posición constitucionalista en la década de 1930 y la subsecuente adopción de
ideologías Demócrata-Cristianas en las décadas de 1940 y 1950. Los abogados y la iglesia
proyectaron una fuerte influencia en la política arequipeña, así como también la clase media
que obtuvo mayor participación al declinada la prosperidad económica en el sur del país

CARACTERIZACIÓN DEL
DEPARTAMENTO DE
AREQUIPA
I. CARACTERÍSTICAS SOCIOECONÓMICAS
1. UBICACIÓN GEOGRÁFICA
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El departamento de Arequipa está ubicado en el sur del país, con las siguientes coordenadas
geográficas: 70º48'15" a 70º05'52" de latitud oeste y 14º36'06" a 17º17'54" de latitud sur;
limita con los departamentos de Ica, Ayacucho, Apurímac, Cusco, Puno y Moquegua, en una
longitud de 1 071 km. por sus linderos nor-este y sur, por el oeste presenta un extenso litoral al
Océano Pacífico de 528 km., representando el 18,1 por ciento de la longitud de la costa
peruana. Arequipa está conformada por 8 provincias: Arequipa, Camaná, Caravelí, Caylloma,
Condesuyos, Islay y La Unión, que cuentan con 109 distritos; tiene una superficie de 63 345
km2 , representando el 4,9 por ciento de territorio nacional, con una densidad poblacional de
19,2 habitantes por km2; su geografía es accidentada siendo la actividad volcánica un factor
importante en la configuración de su territorio que es atravesado de norte a sur por las
derivaciones de la Cordillera Occidental de los Andes.

Se presenta como un espacio de fuertes contrastes físicos, donde colindan escenarios


extremos: Costa estrecha y rocosa y formaciones de desierto, pampas de mediana altura,
mesetas disectadas por profundos cañones, así como elevaciones imponentes salpicadas de
cumbres volcánicas. Si nos es permitido afirmar que Arequipa constituye uno de los ejemplos
más claros de la dinámica y vitalidad del territorio peruano.

El relieve del departamento comienza a gestarse hace aproximadamente 120 millones de años,
durante andino. Este levantamiento continúa en la segunda fase del plegamiento andino,
durante el Oligoceno. Testimonio de ello son las grandes formaciones de material volcánico
que abarcan casi el 50% de la superficie del departamento y que van desde la divisoria
continental hasta encima de los 2000 de altitud. En el Mioceno ocurre la tercera fase del
plegamiento andino, formándose la puna, desde hace aproximadamente 35 millones de años.
21

Hace quince millones de años. Hace quince millones de años verificó la última fase del
plegamiento andino.

Las rocas más antiguas del territorio arequipeño se localizan en la costa, en los restos de la
denominada Antigua Cordillera de la Costa. Los materiales procedentes de ésta cuentan con
una antigüedad mayor de 500 millones de años y corresponden al Precámbrico.

La segunda característica es que en el sur peruano, y en Arequipa particularmente, a la altura


del paralelo 16°, la cadena andina se vuelve más ancha, hasta se la de mayor anchura del país.
Si atravesar los Andes en el norte y centro puede tomar escasas horas, en el sur peruano esta
tarea es ardua e insume mucho mayor tiempo. De hecho, ir de Arequipa a Puno por ferrocarril
puede resultar muy pesado (y, como uno puede ver en Puno, los Andes todavía continúan
hacia territorio boliviano).

Este contrastado y dinámico espacio debe sus características a un pasado geológico


particularmente activo que ha conformado en el tiempo los siguientes conjuntos: la cordillera
de la costa, las pampas desérticas, la cadena volcánica, la meseta altoandina y las cumbres de
la cordillera occidental.

La costa arequipeña constituye uno de los pocos espacios actuales donde aún se manifiestan
vestigios de la antigua cordillera de la costa, cuya prolongación todavía se observa en la
península de Bayóvar, en el departamento de Piura. Con una altura promedio de 500 m, esta
cordillera forma en sectores del litoral un paisaje rocoso y escarpado que es visible desde la
carretera Panamericana misma. Sin embargo, existen algunas playas abiertas y de gran belleza,
cuya formación ha sido favorecida por la erosión marina, o también por estar asociadas a la
desembocadura de ríos importantes. Estas playas se ubican al sur y son Mejía, Mollendo y
Camaná.

Al este de la cordillera aparecen las pampas desérticas, que pueden llegar hasta una altitud de
2 500 m. En ellas se manifiesta el desierto arenoso, en sus partes bajas, con la presencia de
dunas en forma de media luna o barkanes. Las pampas más amplias y conocidas son las de
Majes, Sihuas y La Joya, donde se pueden apreciar abundantes dunas, ya sea en forma aislada
o en familias de barkanes.

Es la cadena volcánica, sin embargo, la que le otorga al departamento gran parte de su


personalidad. De su activo pasado y presente geológico son testimonio las abundantes
erupciones volcánicas que, desde el inicio del terciario y a lo largo del tiempo, otorgaron a
grandes extensiones del sector interandino un abundante material que recubre estructuras
geológicas ya existentes. De hecho, parte de este material se apila en las canteras que son
explotadas para extraer el insumo con el que se ha construido históricamente en el
departamento: el sillar.
22

Lo que más destaca, y también representa el legado físico del departamento arequipeño, son
sus majestuosas sierras alineadas en la denominada cordillera volcánica, que se extiende
también por los departamentos de Moquegua y Tacna y que ha conformado elevaciones los
volcanes Coropuna, de 6 425 m (la tercera cima más alta del Perú), y Ampato, de 6 310 m (la
décima montaña más alta del país). Su altitud e imponencia han marcado la historia del
departamento, como lo demuestran los hallazgos hechos en 1995 al pie de su cima: los restos
de una niña momificada durante el periodo inca, entregada probablemente como ofrenda a los
dioses tutelares de la montaña.

Además del Coropuna y el Ampato, hermosas cumbres volcánicas alineadas de norte a sur,
marcan el paisaje andino arequipeño el Solimana, con más de 6 100m.; el Anadahua o valle de
los volcanes, un espectacular conjunto de 85 cráteres pequeños sin cono, indicio de erupción
de gases; el Mismi, origen, por un lado, del brazo más largo del Amazonas y, por otro, de las
nacientes del Colca; y más al sur flanqueando la Ciudad Blanca, los custodios de la capital
arequipeña: el Chachani, el Misti y el Pichu Pichu.

2. POBLACIÓN

Según información proyectada por el INEI al 2011, el número de habitantes en el


departamento es de 1 231 553, conformando el 4,1 por ciento de la población nacional. En el
período intercensal 1993-2007 (14 años) la población del departamento se incrementó en 235
mil 497 habitantes, equivalente a 16 mil 821 habitantes por año; es decir, tuvo un incremento
de 25,7 por ciento respecto a la población de 1993, que fue de 916 mil 806 habitantes.

Dentro del departamento se observa un acentuado proceso de crecimiento urbano, el 90,6 por
ciento de la población vive en el área urbana y 9,4 por ciento en la rural; según sexo, está
distribuida de forma casi equitativa: 50,8 por ciento mujeres y 49,2 por ciento hombres. De
acuerdo con la distribución por grupo de edad, el mayor número de personas tienen edades
que oscilan entre los 15 y 64 años de edad que representan el 66,2 por ciento, siguiendo el
grupo de 0-14 años con el 26,4 por ciento, mientras que los de 65 y más años conforman el 7,4
por ciento.

3. CLIMA E HIDROGRAFÍA
Por su ubicación, topografía variada y diferentes altitudes, su clima es variado; cálido en la
costa con temperaturas entre 12ºC a 29ºC, con lloviznas menudas que fluctúan de 0 a 50 mm,
el viento dominante es el alisio; en la sierra el clima es seco y varía según la altitud desde cálido
templado hasta frío intenso, con una temperatura promedio de 14ºC y con precipitaciones
pluviales estacionarias que van de 100 a 700 mm al año, entre los meses de octubre a marzo.
23

Todos los ríos que conforman el sistema hidrográfico de Arequipa se originan entre las cumbres
cordilleranas, de donde se desplazan por pronunciadas pendientes y laderas al oeste de la
cordillera occidental, formando fértiles valles y profundos cañones, para desembocar en el
Océano Pacífico.

Ocho son los principales ríos, entre ellos 3 cuentan con infraestructura de regulación para el
desarrollo de la actividad agrícola:

a) Río Yauca, nace en el departamento de Ayacucho, provincia de Parinacochas, y cuenta con la


represa de Ancascocha.

b) Río Camaná, denominado también Majes o Colca, es uno de los más largos de la costa
peruana, sus nacientes se encuentran al sur este de la provincia de Caylloma; en su recorrido
irriga valles intensamente cultivados y con estas aguas se abastece la represa de Condoroma
que riega las pampas de la Irrigación Majes.

c) Río Quilca, formado por los ríos Siguas y Vítor, que luego divide su cuenca en dos grandes
sectores, el que recorre el río bastante encajonado y el otro extremo que corresponde al río
Vítor, llamado también río Chili, con cuyas aguas se abastecen las represas de El Frayle, El Pañe,
Aguada Blanca y Pillones, el más importante, no sólo por el área agrícola atendida sino por los
diversos usos que genera para consumo humano, minero, energético e industrial.

El clima de este conjunto es también desértico; no obstante, la diferencia respecto al conjunto


anterior estriba en que, al ubicarse en un piso superior, usualmente por encima del techo de
nubes, las condiciones de temperatura y luminosidad son mayores, identificándose más con la
imagen usual de desierto.

4. ESTRUCTURA PRODUCTIVA
El departamento de Arequipa aporta el 5,6 por ciento del Producto Bruto Interno Nacional,
siendo las actividades más importantes las de manufactura (18,2 por ciento), otros servicios
(17,0 por ciento), comercio (14,6 por ciento) y agricultura (12,6 por ciento).
24

II. EVOLUCION DE LA ACTIVIDAD PRODUCTIVA


1. AGRICULTURA
La actividad agropecuaria es una de las principales desarrollada en el departamento, en la
costa se aprovecha los valles, tablazos y áreas irrigadas, y esporádicamente en las lomas
constituidas por pastos naturales. En la sierra se desenvuelve en los valles, quebradas y en
algunos andenes pre colombinos.

La participación del sector agropecuario es del 12,6 por ciento en el PBI departamental y de 8,8
por ciento en relación con el aporte nacional. Las tierras de uso agropecuario dentro del
departamento suman 2 041 093 hectáreas, de las cuales el 92 por ciento corresponde a pastos
naturales y otras tierras ubicadas mayormente en las partes altas de la región; el área agrícola
es de 117 344 hectáreas, de las cuales el 96 por ciento está bajo riego principalmente en los
valles interandinos y en la zona costera, donde se realizan hasta dos campañas agrícolas por
año; el resto del área agrícola (4 por ciento) corresponde a secano especialmente en las zonas
alto andinas, donde los cultivos se desarrollan entre agosto y mayo, debido a la estacionalidad
de las lluvias en esta zona.

De acuerdo con la concentración de las tierras entre las unidades agropecuarias, la agricultura
se caracteriza por ser de minifundio y pequeña escala: el 62 por ciento de las unidades
agropecuarias tiene terrenos menores a 3 hectáreas; el 25 por ciento posee áreas entre 3 y 9,9
hectáreas; el 6,3 por ciento tiene entre 10 y 40,9 hectáreas; y el 6,5 por ciento tiene más de 50
hectáreas.

Los principales cultivos del departamento son arroz, cebolla, ajo, maíz amiláceo, fríjol y papa,
entre los transitorios, y pastos cultivados, olivo, pera, vid, entre los permanentes.
Gradualmente vienen tomando mayor importancia los cultivos agroindustriales, como
pimiento páprika, orégano y alcachofa.

La actividad pecuaria está relacionada principalmente con la producción de leche fresca, así
como de carne de vacuno, aves y la producción de huevos, actividades desarrolladas en las
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granjas establecidas en la zona costera de la región. Asimismo, en menor cantidad se produce


carne de porcinos, ovinos y camélidos sudamericanos.

2. Minería

El valor generado por este sector en el departamento determina en promedio el 9,3 por ciento
del PBI departamental y el 9,7 por ciento del PBI minero nacional, con una tendencia creciente
por mejoras en la capacidad de tratamiento de las empresas mineras que operan en la zona.

La producción minera está mayormente orientada a la extracción de cobre, siendo su mayor


representante La Compañía Minera Cerro Verde que se desenvuelve dentro de la Gran Minería,
registrando una producción anual promedio de 60 mil toneladas de cátodos de cobre;
habiendo incorporado su nueva planta de sulfuros primarios entre el 2005 – 2007, con una
producción anual de hasta 481 millones de libras de concentrado de cobre.

Dentro de la mediana minería se encuentran las Compañías Mineras Buenaventura en primer


lugar, seguida por Orcopampa, Ocoña y Arcata, orientadas a la producción de plata, oro y
molibdeno.

3. Manufactura
La contribución del sector al PBI manufacturero nacional es de 6,3 por ciento y al Producto
Bruto Interno del departamento el 18,2 por ciento.

Las principales empresas industriales del departamento procesan productos no primarios


destacando las orientadas a la producción de alimentos y bebidas como productos lácteos,
derivados de trigo, cerveza y gaseosas; las empresas dedicadas a la transformación de lana de
oveja y fibra de alpaca, cuya producción se destina casi en su totalidad al mercado externo; las
procesadoras de minerales no metálicos; la industria procesadora de hierro y acero
especialmente fierro para construcción; y la de productos mineros, con cátodos de cobre,
principalmente.

Entre las procesadoras de productos primarios son importantes las empresas mineras que
procesan cobre, así como las pesqueras orientadas a producir harina, aceite y congelado de
pescado.

4. Servicios financieros
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El ratio colocaciones/PBI creció de 10,8 por ciento en el año 2005 a 19,9 por ciento en ela2011,
reflejando con ello una mayor actividad económica, como lo confirma el mayor número de
oficinas financieras abiertas en el departamento, especialmente instituciones de microfinanzas.

III. INVERSION
Entre las principales inversiones de Arequipa destacan:

La construcción de una Planta de Tratamiento de Agua potable en el cono norte de la ciudad,


con una inversión de US$ 86 millones financiada por la Asociación Civil Cerro Verde con fondos
provenientes del aporte voluntario la cual tendrá una capacidad de tratamiento de 500
litros/segundo.

La II Etapa de la Autopista Arequipa – La Joya, obra en ejecución por el Gobierno Regional de


Arequipa en una extensión de 20 kilómetros de largo por 28 metros de ancho, 4 carrilles y 2
puentes, cuya inversión asciende a S/. 174 700 000.

Construcción del Puente Chilina que unirá varios distritos de ambos márgenes del Rio Chili; el
consorcio ganador de la licitación está integrado por Southern Perú, Interbank y Backus, que
invertirán S/. 139 millones, bajo la modalidad de obras por impuestos .

El City Center Quimera, que comprende la construcción de un edificio para oficinas, un hotel,
una institución educativa y una clínica, es financiado por el Grupo Quimera, con un monto de
US$ 40 millones.

La construcción de tres megacentros comerciales: Plaza Norte en el distrito de Cerro Colorado


con financiación del Grupo Quimera por US$ 11 millones; Wong en Cerro Colorado con
financiamiento del Grupo Cencosud y Centro Comercial Tottus en el cercado de la ciudad
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El Estado Peruano y la empresa Concesionaria Angostura Siguas firmaron el contrato de


concesión para la construcción, operación y mantenimiento de las Obras Mayores de
Afianzamiento Hídrico y de Infraestructura para Irrigación de las Pampas de Siguas, “Majes
Siguas II”; luego de adjudicarse esta última la buena pro del proyecto al ofrecer el cobro de US$
26,2 millones por concepto de Retribución por Recuperación de Inversiones (RPI) que hará el
Estado. El Consorcio Angostura Siguas invertirá más de US$ 200,0 millones en la construcción
de las obras de afianzamiento hídrico del proyecto de irrigación.

Las centrales hidroeléctricas de Lluta I (Tarucani), Lluta II, Lluclla y Molloco, consideradas
dentro del Plan de Inversiones del departamento de Arequipa, generará más de mil megavatios
(MW) de energía. Por su parte, la Empresa de Generación Eléctrica (Egasa) solicitó la concesión
definitiva de la Central Hidroeléctrica Molloco de 302 MW la que demandará una inversión de
US$ 650,0 millones y será construida por el sector privado con una participación de Egasa

La empresa minera china Nanjinzhao Group Co. realiza en el distrito de Bella Unión, provincia
de Caravelí, labores de exploración en la zona de Pampa del Pongo, a fin de conocer la
disponibilidad de hierro en un área de 3 019 hectáreas, habiendo invertido en ello US$ 200
millones. En el presente año se tendrían todos los estudios de prefactibilida d y factibilidad
terminados, con lo que la inversión total bordearía los US$ 3 mil millones.

La empresa Tisur, del holding peruano Grupo Romero, invertirá hasta US$140,0 millones en
tres años para construir un sistema de recepción, almacenamiento y embarque de minerales
en el puerto de Matarani (Arequipa), el proyecto contempla la construcción de la segunda faja
transportadora hermética de minerales del país y atenderá en su etapa inicial los concentrados
de cobre de la minera Xstrata Copper.

La Autoridad Autónoma de Majes viene trabajando en la elaboración de los términos de


referencia para la construcción de las represas de Sibayo, Alto Siguas y Condorí-Sumbay. Estas
estructuras almacenarán 450, 40 y 290 millones de m3, respectivamente. La represa de
Condorí-Sumbay se realizará como compensación para los 14 millones de m3 que se pierden
en la de Aguada Blanca, por su compuerta malograda.

IV. PROVINCIAS
Este departamento está conformado por 8 provincias, en el siguiente cuadro se muestran sus
datos.
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GASTRONOMIA DE
AREQUIPA
Entre las costas de Perú, dentro de una multitud amigable y acogedora, se encuentra la ciudad
blanca de Arequipa, un lugar donde todo aquel que lo visite quedara cautivado(a) no solo de su
cultura o de su gente, si no también de la gastronomía de Arequipa que posee una excelente
especialidad culinaria.

AREQUIPA, CIUDAD BLANCA DEL PERÚ PARA EL MUNDO


Arequipa se ubicada en la costa peruana, y es la segunda ciudad con mayor población. No solo
es conocida por sus playas que tienden a sobresalir de una manera sorprendente en el rojizo
atardecer; sino que, por delante de ello, se encuentra la gastronomía arequipeña. Posee una
excelente especialidad culinaria, y la mayor diversidad de platos típicos respecto a otras
regiones del Perú

Durante su transcurso la ciudad blanca tuvo investigaciones que registraron 194 variedades de
platos típicos y 11 bebidas. Que sobresalen gracias al uso de productos netamente de la zona y
las recetas de preparación andinas, como también europeos.

COSTUMBRES GASTRONÓMICAS AREQUIPEÑA


Una de las Costumbres respecto a la gastronomía de la ciudad blanca, tiende a relacionarse con
los días de la semana, siendo así que la gran mayoría de restaurantes y picanterías
acostumbran preparar un plato por cada día de la semana.
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Lunes: Chaqué

Martes: Chairo

Miércoles: Chochoca

Jueves: Chupe colorado o chuño

Viernes: Chupe de viernes

Sábado: Puchero o timbusca

Domingo: Caldo blanco, pebre de lomos o adobo arequipeño.

RECETAS DE AREQUIPA

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