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¿Eres tú uno de los nuestros?

Polarización en tiempos de crisis


Felipe Alves Masotti
1. Introducción:
– En tiempos de pandemia y distanciamiento social, el uso creciente de mecanismos de
comunicación virtual parece acercarnos. Sin embargo, diversos estudios modernos
sugieren que la aparente percepción de intimidad promovida por esos instrumentos es en
realidad un subproducto de nuestro creciente distanciamiento unos de otros. Cuando más
cercana nos parece la imagen de la vida ajena en los medios virtuales, tanto más lejos
estamos unos de otros en realidad.
– Un tópico derivado de esta realidad es la creciente polarización y dificultad de
comprensión mutua en nuestro medio. Todo mensaje, todo texto, necesita de un contexto y
en tiempos de distanciamiento nuestras comprensiones de la vida espiritual pasaron a
formar parte de esta intensa polarización generalizada de la sociedad. El desafío, sin
embargo, para los que procuran una relación con Dios es identificar si nuestras
polarizaciones terrenales pueden afectar nuestra habilidad de comprender sus mensajes.
La Palabra del Señor parece sugerir que sí.
– Para comunicarse con los hombres el Señor les concedió sus profetas. Pero, para que el
mensaje se hiciera vivo, él permitió que viviéramos y nos expresáramos en comunidad. El
mensaje, por lo tanto, presupone el diálogo y habitualmente está expresado como tal en la
Palabra de Dios. En varias ocasiones, el Señor parece buscar al ser humano en sus errores
y animarlo en su conversación íntima destinada a reorientarlo. Preguntas como: “¿Dónde
estás tú?” (Gén. 3:9); y “¿Qué haces aquí, Elías?” (1 Rey. 19:9) son ejemplos famosos de
esta realidad.
– No es por casualidad que nuestro texto para la meditación explore un diálogo entre un
enviado celestial y un interlocutor humano. Y este diálogo intencionalmente explora las
diferencias de percepción de la realidad entre seres humanos y seres celestiales,
sugiriendo una alternativa a nuestra tendencia polarizadora.
Lectura del texto: Leamos Josué 5:13–15.
2. Cuerpo del sermón:
1. La reforma y su cumplimiento
Exploración textual: – Nuestro pasaje representa un momento impactante para la vida de
Josué. Se trata de un divisor de aguas para uno de los grandes líderes de Israel. Al pasaje
se lo comprende comúnmente como un evento similar al encuentro de Moisés con Dios
ante la zarza ardiente. Sin embargo, el pasaje también es un divisor de aguas para el
pueblo.
– Así, algo curioso de Josué 5:13–15 es que esta sección une dos grandes procesiones del
arca del pacto. La primera está registrada en Josué 3:1-17. Y se refiere al cruce del río
Jordán y la apertura milagrosa del mismo ante el paso del arca del pacto delante del
pueblo. El énfasis del texto está en la idea de que Dios acaba de entrar en la tierra
prometida junto con su pueblo.
– El texto describe el rito de la purificación del pueblo de Israel para entrar en la tierra
prometida, cuando el pueblo fue circuncidado en Josué 5:1-9, la primera Pascua celebrada
en la tierra prometida en Josué 5:10, 11, y el maná que dejó de caer para Israel en Josué
5:12.
– La segunda procesión del arca del pacto se relata en Josué 6:1-27. Allí, los sacerdotes la
llevaron alrededor de la ciudad de Jericó solo para ver al Señor actuar poderosamente
destruyendo las murallas de la ciudad. El énfasis parece estar en el poder divino para
luchar por su pueblo y abrir las puertas de la tierra prometida para ellos.
– Por lo tanto, el contexto general del encuentro entre Josué y el Comandante del ejército
de Israel enfáticamente sugiere un ambiente sacerdotal para los eventos relatados allí. De
esta manera, el pueblo pasó por una consagración ritual al mismo tiempo que dejó atrás el
tiempo provisorio del desierto. Es en ese momento que aparece el príncipe del ejército del
Señor para comenzar la próxima fase de la historia del pueblo de Dios. El pueblo
aparentemente estaba listo para iniciar la guerra. Israel se consideraba preparado para el
siguiente paso en dirección a su futuro.
Aplicación: Las dos grandes procesiones del arca del pacto encapsulan el encuentro del
líder de la nación de Israel con el Líder del ejército del Cielo, comunicando una verdad
importante para la vida espiritual de la nación: para que los planes divinos puedan
concretarse, el énfasis debe estar en el poder de Dios.
– El poder de Dios es el que inicia y termina la obra de preparación de su pueblo para el
gran regreso del Señor. El poder de Dios es el responsable de la gran obra de influenciar y
llevar a cabo su obra en nuestro planeta.
– La preeminencia de las obras divinas sobre las humanas es un poderoso llamado a la
humildad. Así, al asumir el control de la historia, Dios nos invita a ser modestos en nuestras
afirmaciones sobre la opinión ajena. La imagen del Arca del pacto al frente de su pueblo es
una predicación poderosa en sí misma. Él va al frente, por lo tanto, nos invita a observar
más y juzgar menos, a mirarnos primero a nosotros mismos cuando somos confrontados
con un error o idea contrarios a la búsqueda del diálogo en lugar de la confrontación
irracional.
– El Señor está al control, por lo tanto, dedique tiempo a conocerlo en vez de defenderlo,
pues él completará sus propósitos por sí mismo. En otras palabras, él no depende de
nuestras discusiones y defensas apasionadas para realizar sus planes, sino que su amor
en el mundo se dará conocer a través de nuestra habilidad para reflexionar. “En esto
conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros” (Juan
13:35).
1. ¿Eres tú uno de los nuestros?
Exploración del texto: – La organización de nuestro pasaje es bien clara. Josué hace dos
preguntas y le responden dos afirmaciones del Comandante de las fuerzas celestiales. Esta
organización es sugerente, pues parece explorar el hecho de que Josué conoce poco de la
realidad espiritual, mientras que el Comandante celestial le informa sobre la real naturaleza
del Cielo.
– El acto de desenvainar la espada era declaradamente una invitación a la batalla (cf. 1
Sam. 9:54; 2 Sam. 24:9). En Josué 5:13 vemos la segunda mención a una espada en el
libro de Josué. La primera vez, el término está utilizado para referirse a los cuchillos de
piedra utilizados para la circuncisión (Jos. 5:2–3). El cambio de referencia de la palabra
puede indicar un cambio intencional de la vida tribal y nómade a la conquista de la tierra
(Josué 6:21; 8:24; 10:28, 30, 32, 35, 37, 39; 11:10, 11, 12, 14).
– La imagen del versículo es de una especie de espejo. Josué está mirando a otro guerrero
como él. Por lo tanto, su pregunta sigue modelos terrenales. Al preguntar si el ángel está
con ellos o contra ellos, Josué mantiene una fuerte visión binaria, polarizadora. Para Josué,
solo hay dos respuestas posibles.
– En Josué 5:14, la respuesta del ángel a la pregunta de Josué es intrigante. Nuestras
traducciones interpretan el hebreo de este pasaje. Originalmente, la respuesta del
Comandante celestial es un sencillo no. Esta palabra parece indicar que el ser divino no
responde a la pregunta de su interlocutor humano. En realidad, él niega la pregunta como
un todo y la presuposición de la división binaria de los seres humanos entre amigos o
enemigos. En otras palabras, el ser celestial responde: “Yo no encajo en sus categorías de
razonamiento binario. Yo pertenezco a otro ambiente. Yo soy el Comandante del ejército
del Señor. No, no soy ni de los suyos ni estoy contra ustedes”.
– La respuesta del ángel introduce un elemento nuevo en la conversación, indicando que la
batalla que será trabada no tiene un carácter humano y no se trata de una pelea entre
amigos y enemigos. La guerra es santa y, por lo tanto, el Cielo necesita descender a la
tierra.
Aplicación: – El encuentro del Mensajero celestial con Josué y la conversación que sigue
enfatizan la necesidad de una entrega completa al servicio del Señor.
– Aunque Josué hubiera implementado una reforma ritual en el texto anterior, Josué 5:13-
15 indica claramente que su visión binaria del mundo no podía ser proyectada sobre el
Cielo.
– “No,” comenzó a decir el príncipe del ejército divino, el Cielo no se encaja en nuestras
categorías humanas, por eso la entrega y la comunión son imprescindibles para
comprenderlo.
– Aunque las realidades celestiales orienten la vida de los que están en contacto con Dios,
el Cielo no se define por las decisiones terrenales. Este nuevamente es un poderoso
llamado para que desarrollemos humildad al hablar del Cielo y defendamos visiones
particulares de cómo funcionan las cosas de Dios a través de la discusión ácida y
destructiva. ¡Dios no es hombre!
– Hay un peligro inmenso en fomentar estructuras teológicas binarias e innecesariamente
polarizadoras. Una mente crítica no es lo mismo que un espíritu crítico.
– ¡Toda teología creada con el objetivo de atacar y destruir, aunque esté correcta, está
equivocada!
1. Quítate las sandalias.
Exploración del texto: – La secuencia de la conversación revela la consecuencia de la
auto revelación del Comandante celestial. El propósito más profundo de la teofanía parece
ser iluminar la visión del mundo de Josué a través de la revelación de aspectos no
comprensibles por los sentidos.
– Sin embargo, en Josué 3:15 la respuesta del enviado celestial se remite al llamado de
Moisés en Éxodo 3:5
– Josué recibe la visita de un mensajero divino para inaugurar su ministerio con el modelo
de la experiencia de Moisés. Así como Moisés, su obra tiene contornos sacerdotales, pues
la santidad del lugar donde pisa el Comandante celestial indica que las acciones que se
suceden tienen dimensiones sacrificiales. El arca rodeará Jericó demostrando que el Señor
de los ejércitos inicia su obra de expiación de la maldad de la tierra en la cual su pueblo
ahora comienza a entrar.
Aplicación: – La orden de quitarse las sandalias de los pies y postrarse es una poderosa
reflexión sobre el poder de la adoración, la humildad y la sumisión al Señor para reorientar
nuestras visiones particulares del mundo. Es a los pies del Señor donde deben estar
nuestras visiones del mundo, antes que pueda expresarse cualquier ímpetu personal con
relación al Cielo.
– Solamente a partir de esa perspectiva renovada de la realidad las acciones de Josué de
conquistar el territorio podían ser aceptadas por Dios. Como las demás narraciones futuras
lo demostraron, el pueblo tendría que aprenderlo con grandes dificultades.
-Así, en la vida, las acciones que la componen y las que les dan origen se encuentran en
una existencia sacrificial en la figura de Josué a los pies del Príncipe del ejército del Señor.
– Adoración, comunión, diálogo y respeto mutuos son la única respuesta posible para aquel
que entiende que, por más detalladas que sean nuestras comprensiones de Dios, solo su
presencia podrá finalmente cumplir nuestra esperanza. Y si Dios todavía no apareció así
para toda la humanidad, el respeto y el cuidado con nuestras palabras serán obligatorias
para el cristiano.
3. Conclusión:
Recapitulación: – 1) El Señor es quien inicia y termina el trabajo de redención de su
pueblo. Por lo tanto, la humildad y el espíritu de diálogo caracterizan a quienes saben que
su Señor va adelante.
– 2) Aunque las realidades celestiales orienten la vida de los que están en contacto con
Dios, el Cielo no se define por las decisiones terrenales. Este es nuevamente un poderoso
llamado para que desarrollemos humildad al hablar del cielo y defender visiones
particulares de cómo funcionan las cosas de Dios a través de la discusión ácida y
destructiva. ¡Toda teología creada con el objetivo de atacar y destruir, aunque sea correcta,
está equivocada!
– 3) El punto donde nuestras percepciones espirituales armonizan con el Cielo es a los pies
del Señor. La adoración, la entrega total y el reconocimiento de la naturaleza sagrada de
nuestra experiencia con el Señor forman el ambiente en el cual deben manifestarse
nuestras opiniones e ideas con relación al Cielo. Allí, solamente allí, a los pies del Señor,
toda y cualquier desavenencia puede resolverse, pues allí el diálogo será en la presencia
del Creador del Universo.
Llamado: Ante la experiencia de Josué con el Comandante del Ejército celestial, se nos
invita a la auto reflexión y a una evaluación cuidadosa de la forma como expresamos
nuestra visión del mundo espiritual.
– El texto da una atención especial al decirnos que el Señor no se encaja en categorías
creadas por seres humanos. Él tiene sus propias categorías, más allá de nuestras
creaciones.
– Por lo tanto, cuando seamos confrontados y tentados a tener una actitud polarizadora,
busquemos en primer lugar la presencia del Señor, sin sandalias, postrados ante de
nuestro Maestro.

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