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Parte del sermón Desarrollo: “Por jehová, esforzados y Valientes, cumplamos la Misión”.

Tiempo

Introducción Decía en una ocasión Víctor Hugo, famoso Poeta, francés: “La victoria tiene muchos nombres: Para 00:01:20 min
los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Pero para los valientes es la
oportunidad”

Previo a la gran batalla de las Termópilas, un centinela griego dio la voz de alarma gritando:

— ¡¡Tenemos ya encima a los persas!! ¡¡Tenemos ya encima a los persas!!

Leónidas I de Esparta le corrigió y dijo:

— No los tenemos encima, sino bajo nuestros pies.

— Señor, −replicó el soldado− encima o debajo, sus arqueros son tantos que con sus flechas
oscurecerán el sol.

Leónidas, que en todo tiempo trató de infundir ánimo a sus soldados, comentó:

— Mejor; ası́́ lucharemos a la sombra.

Leónidas se convirtió en un símbolo de la valentía frente a la adversidad insuperable. Ya que,


según la historia, con sus 300 valientes soldados Espartanos lograron repeler la invasión de
Jerjes.

En la Biblia encontramos también la Historia de un Hombre “esforzado y valiente”, que, junto a


300 hombres, también lograron frenar el asedio de los enemigos Madianitas en contra del Pueblo
de Dios.

La historia de Gedeón y los 300 valientes nos provee tres secretos para poder ser fuertes y valientes
para cumplir nuestra misión.

En esta ocasión, el mensaje lo he titulado: “Por jehová, esforzados y Valientes, cumplamos la


Misión”.

Desarrollo EL primer secreto es obedecer el llamado de Dios aún cuando tengas miedo: 00:03:40 min
El llamado de Dios es directo a Gedeón en Jueces 6:14, “…Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con
esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo?”

Ahí estaba aquel muchacho que se escondió mientras sacudía el trigo en un lagar.

- El que dudaba del poder de Dios y pedía pruebas de su llamado.

- el que pidió señales al Ángel de Jehová porque dudaba de que realmente fuera Él.

- aquel que tenía miedo de cumplir con el encargo de Dios de destruir el altar de Asera.

Pero también, ahí estaba aquel Dios que había creado al mundo solo con decir una palabra.

- El que había formado a Gedeón en el vientre de su mamá.

“¿No te envío yo?”

Seguro que aquí están hoy muchos conquistadores que sienten miedo e inseguridad de aprender
un nudo o amarre, de aprender a marchar, de venir a un campamento. Seguro aquí están hoy,
directores, instructores, Guías Mayores, a lo mejor Pastores, que está con miedo e inseguridad de
si el Club vale la pena en sus iglesias, pensando si vale la pena invertir tanto dinero en ir a un
campamento.

Yo te digo hoy: Ante tus miedos e inseguridades, no olvides que el que te está llamando a ser un
Fiel conquistador es el mismo Rey de Reyes, el que dice: “No temas, porque yo estoy contigo; no
desmayes, porque yo soy tu Dios que te fortalezco; siempre te ayudaré; siempre te sustentaré con
la diestra de mi justicia”,

“¿No te envío yo?”, nos pregunta Dios.

El segundo secreto es Pelear confiando en el método de Dios y no a el nuestro:

Jueces 7:2 nos relata que “Jehová dijo a Gedeón: El pueblo que está contigo es mucho para que yo
entregue a los madianitas en su mano, no sea que se alabe Israel contra mí, diciendo: Mi mano me
ha salvado”.
El enemigo era poderoso y, numéricamente, mucho más grande que el de Gedeón, puesto que
eran cerca de 135mil soldados, y Gedeón solo logró reunir 32 mil. Aún así ¡Dios le dijo que
redujera sus fuerzas en dos ocasiones! Al final, se quedó con apenas 300 soldados esforzados y
valientes

¿Por qué?

Porque Gedeón debía aprender que la victoria no era suya, sino de Dios.

Seguramente crees que, porque eres un club pequeño, Dios no te puede utilizar para alcanzar a
otros niños de tu comunidad.

O seguramente crees que por no tener los recursos económicos suficientes no podrás completar
tus clases de conquistador o adquirir tu uniforme o parche de especialidad y eso te desanima.

Si Dios te ha llamado a ser parte de este ministerio, es porque Dios te dará lo necesario para
lograrlo.

Por eso la palabra de Dios declara en el primer libro de Samuel capítulo 14 versículo 6 “Nada
puede detener al SEÑOR. No importa si tenemos muchos soldados o sólo unos pocos.” Así que
solo confía en Dios, y él hará.

El tercer secreto es luchar con las armas de Dios y no con las humanas:

Las armas del ejército de Gedeón eran muy extrañas: Jueces 7:16 describe que sus armas fueron:
trompetas, cántaros vacíos y antorchas…

¿Verdad que hubiese sido mucho más fácil ir con lanzas, espadas y flechas…?

Pero la lucha que tu y yo tenemos dice Pablo, no es “contra sangre y carne, sino
contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”, por lo tanto, no podemos
combatirlas con nada humano, sino solo con la armadura de Cristo.

Aquellos soldados se equiparon con las trompetas que simbolizan el evangelio Eterno.
Y llevaron antorchas en los cántaros vacíos representando al Espíritu santo que mora en nuestra
vida.

Y fueron marchando con la seguridad que iban a vencer “por Jehová…”

Conclusión Tú y yo tenemos una Misión que cumplir, y no importa si tenemos miedos o dudas, debemos 00:00:20 seg.
aceptar el llamado de Dios aún cuando tengamos miedo, debemos confiar en los métodos de Dios
y finalmente debemos luchar con la armadura de Dios. Así tendremos seguridad de poder cumplir
Esforzados y valientes la Misión.

Llamado Déjame preguntarte en esta hora: 00:00:35 seg.

¿Tienes miedos y dudas que te imposibilitan a Cumplir tu Misión como conquistador?

¿Has estado creando tus propios métodos para querer vencer sobre la adicción a la tecnología,
pero lo único que sientes es que te estás hundiendo más en ella?

¿Has estado confiando en tus propias capacidades mentales, sociales o físicas para intentar ser
un mejor Conquistador, pero la realidad es que entre más te esfuerzas peor te comportas en tu
escuela, en tu familia o en tu iglesia?

Yo te invito que como Gedeón y sus soldados tu puedas gritar en tu corazón esta oración: Por
jehová, esforzado y Valiente, cumpliré la Misión, amén.

Total de tiempo 00:05:50 min

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