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CONCLUSIONES

1.- Si bien las formas y tipos de contratos pueden variar, lo más importante es tener claridad
sobre los términos y condiciones establecidas en cada acuerdo. Si bien ya se cuentan con estos
tipos de contratos básicos o incluso más categorías, debes ser consciente del valor agregado
que otorga un contrato claro y transparente para el éxito de las relaciones comerciales, y, sobre
todo, que se gestione adecuadamente, abarcando todas las etapas que conlleva el ciclo de vida
del contrato.

Las formas o tipos de los contratos interesan de manera especial ya que es el instrumento
mediante el cual se determinan, a posteriori, los caracteres de los contratos particulares, a fin
de establecer qué institutos de la teoría general se pueden, o no, aplicar a cada uno de ellos

Los contratos pueden ser clasificados desde muy diversos puntos de vista según el aspecto que
trate de resaltarse; y una clasificación que puede ser necesaria o útil conforme a un
determinado ordenamiento en un país, puede no serlo conforme a otro.

Entonces podemos decir la clasificación del contrato resulta esencial en cualquier


ordenamiento jurídico en el mundo, ya sea del civil law o del common law, ya que agrupando a
los contratos de acuerdo con sus características comunes y distintivas permitirá: Primero al
intérprete conocer sus efectos o funciones, segundo. determinar las reglas aplicables a los
contratos en ausencia de una voluntad expresa de las partes y también las reglas imperativas
que les imponen ciertas obligaciones o les prohíben ciertas cláusulas, y tercero establecer qué
institutos de la teoría general del contrato les resultará o no aplicables.

2.- En la celebración de un contrato, esta flexibilidad puede ser un terreno propicio para el
abuso, en particular si hay una parte débil en la relación contractual. Por esta razón, si bien
puede resultar conveniente, según las circunstancias, dejar a una de las partes la libertad de
determinar elementos del contenido del negocio en contratos futuros o incluso la posibilidad
de escoger si estos se han o no de celebrar, esta libertad debe estar limitada por criterios de
razonabilidad y debe existir claridad en los términos pactados para no generar una convicción
equivocada entre las partes con respecto a la celebración de los contratos futuros.

3.- La Relevancia jurídica del lugar y del tiempo de la celebración del contrato podemos decir
que este documento es relevante debido a que permite asegurar que se cumplan los acuerdo y
beneficios para las partes involucradas. De lo contrario, existe el riesgo de que los acuerdos no
se cumplan, lo que puede afectar a las dos partes tanto económicamente como
productivamente, las partes pueden manifestar su voluntad de celebrar un contrato de forma
expresa, es decir, de forma verbal, escrita, por medios electrónicos, ópticos o por cualquier
tecnología o por signos inequívocos, y en ciertos casos, también pueden hacerlo de forma
tácita, mediante hechos o actos que permitan suponer.

4.- Sobre la cesión de posición contractual o cesión del contrato vemos que es una figura
admitida por la doctrina y comprendida en la figura general de la cesión de posición
contractual que podría ser utilizada por el contratista en los casos de escisión, cabe señalar
que dicha figura debe permitir la normal gestión del contrato por parte de la entidad, en ese
sentido le corresponde a esta última como beneficiaria de la contratación, evaluar para cada
caso en concreto y según las particularidades de cada prestación, las implicancias técnicas,
legales, económicas y operativas que podrían generarse a partir de una cesión de posición
contractual parcial realizada por el contratista como consecuencia de un proceso de escisión. A
partir de dicha evaluación deberá definir si se garantiza la adecuada continuidad del contrato y
en consecuencia si resulta viable continuar con su ejecución, de lo contrario, podría aplicar los
remedios contractuales correspondientes, considerando que la cesión realizada por el
contratista es un hecho no atribuible a la Entidad.

5.- Al hablar de arras involucraba la entrega de un bien material o de dinero. Cuando la entrega
de arras ya sea estos bienes materiales o dinero se hacía con miras al cumplimiento del
contrato o sea de confirmarlo recibían el nombre de arras confirmatorias. En cambio, cuando la
entrega de las arras se hacía con el objetivo de apartarse del contrato posteriormente, o sea de
resolverlo, recibían el nombre de arras penitenciales.

A diferencia de algunos códigos extranjeros que no son claros sobre el particular, la regulación
contenida en el Código Civil sobre arras, recoge las categorías romanas tanto del derecho
clásico arras confirmatorias y como postclásico que eran arras simples además de una de
creación jurisprudencial que son las arras confirmatorias penales.

Es por eso que a pesar de lo que sugieren las normas que regulan las arras simples, éstas no
cumplen una verdadera función de garantía, la cual incluso tampoco puede predicarse de las
arras confirmatorias, pacto que además resulta inútil y constituyen tan sólo una reminiscencia
del Derecho antiguo. El efecto propio de las arras simples es permitir el derecho de retracto,
por lo que resulta evidente que no cumplen función de garantía dado que tal retracto no puede
calificarse como incumplimiento.
1.-Aunque exista una gran variedad de formatos y tipos de contrato, es fundamental
comprender los términos y condiciones establecidos en cada acuerdo. Aunque se tenga estos
tipos fundamentales de contratos o incluso más, debe ser consciente de las ventajas que un
contrato claro y transparente y, lo que es más importante, que se gestione adecuadamente,
teniendo en cuenta todas las etapas que intervienen en el ciclo de vida del contrato que aporta
al éxito de las relaciones comerciales.

Dado que son el medio por el que se establecen a posteriori las cualidades de los contratos
específicos, las formas o tipos de contratos son de especial relevancia, ya que deciden si las
instituciones de la teoría general pueden aplicarse o no a cada contrato individual.

Dependiendo de la característica que deba destacarse, los contratos pueden clasificarse desde
diversos ángulos. Sin embargo, una clasificación que puede ser necesaria o útil con arreglo a un
sistema jurídico concreto en una nación puede no serlo en otra.

Por lo tanto, ya sea en virtud del derecho anglosajón o del derecho civil, es fundamental
clasificar los contratos porque hacerlo permitirá lo siguiente: Primero, al intérprete conocer los
efectos o funciones de los contratos; segundo, determinar las normas que se aplican a los
contratos en ausencia de voluntad expresa de las partes; y tercero, identificar las normas
imperativas que imponen obligaciones específicas o las prohíben en determinadas
circunstancias.

2.- Esta flexibilidad en las negociaciones contractuales puede ser aprovechada, especialmente
si hay una parte débil en el vínculo contractual. Por ello, aunque pueda ser conveniente, según
las circunstancias, dar libertad a una de las partes para elegir determinados aspectos del
contenido del negocio en futuros contratos o incluso la opción de decidir si se celebran o no
futuros contratos, esta libertad debe estar limitada por criterios de razonabilidad y debe existir
claridad en los términos acordados para evitar que las partes lleguen a una conclusión
equivocada sobre la celebración del contrato.

3.- El lugar y el momento de la celebración del contrato tienen trascendencia jurídica, y este
documento es significativo porque permite verificar el cumplimiento de los acuerdos y
prestaciones de las partes. Las partes pueden manifestar su voluntad de celebrar un contrato
de forma expresa, es decir, verbalmente, por escrito, por medios electrónicos, ópticos o de
cualquier tecnología, o mediante signos inequívocos y, en algunos casos, también pueden
hacerlo de forma tácita, mediante hechos o actos que permitan suponerlo. De lo contrario, se
corre el riesgo de que los acuerdos no se cumplan, lo que puede afectar económica y
productivamente a ambas partes.

4.- En cuanto a la cesión de posición contractual o cesión del contrato, que es un importe
reconocido por la doctrina y que forma parte del importe general de cesión de posición
contractual que el contratista puede utilizar en los casos de escisión, cabe señalar que dicho
importe debe permitir la normal gestión del contrato por parte de la entidad. En este sentido,
corresponde a ésta, como destinataria del contrato, valorar las ramificaciones técnicas,
jurídicas, económicas y operativas que pudieran derivarse de la cesión parcial de posición
contractual por parte del contratista como consecuencia de un proceso de escisión para cada
caso concreto y de acuerdo con las particularidades de cada servicio. A partir de esta
valoración, debe determinar si está asegurada la adecuada continuidad del contrato y, en
consecuencia, si es posible continuar con su ejecución; en caso contrario, podrá aplicar los
remedios contractuales que correspondan, teniendo en cuenta que la cesión del contratista es
un hecho no imputable a la Entidad.
5.- Cuando se referían a las arras, se exigía la entrega de un bien tangible o en metálico. Se
denominaban arras confirmatorias cuando la entrega de las arras o de un bien tangible se
realizaba con vistas al cumplimiento del contrato, es decir, para confirmarlo. En cambio, se
conocían como arras penitenciales cuando la entrega de las arras se hacía con la intención de
apartarse posteriormente del contrato, es decir, para rescindirlo.

A diferencia de otros códigos extranjeros, que son ambiguos en la materia, la regulación del
Código Civil sobre las arras incluye las categorías romanas tanto del derecho clásico las arras
confirmatorias como del derecho postclásico las arras simples, así como una de invención
jurisprudencial las arras confirmatorias penales.

Por ello, a pesar de lo que pudieran dar a entender las leyes que regulan las arras básicas, no
cumplen una verdadera función de garantía, que ni siquiera puede basarse en las arras
confirmatorias, acuerdo que carece de sentido y no es más que un retroceso a la legislación
preexistente. Dado que lo que se pretende con las arras simples es conceder el derecho de
retracto, es obvio que no cumplen una función de garantía porque tal retracto no puede
calificarse de incumplimiento.

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