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Estar delgado no es sinónimo de estar sano

23 diciembre, 2016

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Se trata de personas que tienen un peso normal de acorde a su estatura, pero que presentan características
relacionadas con la obesidad

Los biomarcadores que delatan a los falsos delgados


.

Un grupo de investigadores de la Universidad de las Illes Balears y del CIBEROBN descubre


biomarcadores tempranos en sangre para identificar los riesgos de salud asociados al fenotipo de
«obesidad normopeso».

UIB / Los problemas de salud asociados a la obesidad son bien conocidos. Sin embargo, estar delgado no es
sinónimo de estar sano. De hecho, en la última década se ha caracterizado la existencia de individuos «falsos
delgados». Se trata de personas que tienen un peso normal de acorde a su estatura, pero que presentan
características relacionadas con la obesidad, como deposición de grasa visceral, y un mayor riesgo de padecer
diabetes mellitus tipo 2 y enfermedad cardiovascular.

ESTE SÍNDROME, CONOCIDO EN LA LITERATURA CIENTÍFICA COMO «OBESIDAD


NORMOPESO» VA ASOCIADO A LA INGESTA DE DIETAS DESEQUILIBRADAS

Este síndrome, conocido en la literatura científica como «obesidad normopeso» va asociado a la ingesta de dietas
desequilibradas, ricas en grasas o con exceso de azúcares sencillos y a un descenso en la actividad física, y
constituye un serio problema de salud pública. Se estima que hasta un 20% de la población mundial podría
encontrarse en situación de riesgo metabólico, pero estos individuos no serían diagnosticados debido a la ausencia
de signos evidentes de sobrepeso u obesidad, y en algunos casos podrían incluso no presentar alteración de
marcadores sanguíneos. Por ello, es importante encontrar nuevos biomarcadores que permitan identificar de manera
temprana el riesgo de desarrollar un fenotipo falso delgado, para poder poner en marcha estrategias de prevención
adecuadas.

El grupo de investigación en Nutrigenómica y Obesidad de la Universidad de las Illes Balears, liderado por el doctor
Andreu Palou, junto con la doctora Paula Oliver, lleva años caracterizando el fenotipo falso delgado y buscando
biomarcadores tempranos de riesgo metabólico. Estos estudios se han llevado a cabo como parte de las líneas de
investigación del CIBER de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBEROBN) al que pertenece el grupo, y están
incluidos en la tesis doctoral del doctor Rubén Díaz-Rúa que ha sido defendida recientemente.

Los investigadores de la UIB Paula Oliver y Andreu Palou / UIB

Los investigadores de la UIB han demostrado que el fenotipo falso delgado va asociado a una deposición anómala de
grasa en el hígado, aun en ausencia de obesidad, y sin incremento de los niveles en sangre de marcadores clásicos
como el colesterol y los triglicéridos que puedan servir como señal de alarma. Esta situación es preocupante, pues el
hígado graso está reconocido como uno de los principales desencadenantes de enfermedades metabólicas y
hepáticas. De hecho, el grupo de Palou ha demostrado por primera vez que la ingesta de una dieta desequilibrada
rica en grasas incrementa la expresión de una proteína, la KRT23, en el hígado de los animales con fenotipo falso
delgado. Esta proteína ha sido descrita como marcador de enfermedad hepática en humanos (esteatohepatitis y
progresión a hepatocarcinoma).

LOS INVESTIGADORES DE LA UIB HAN DEMOSTRADO QUE EL FENOTIPO FALSO


DELGADO VA ASOCIADO A UNA DEPOSICIÓN ANÓMALA DE GRASA EN EL
HÍGADO

Las investigaciones realizadas en la UIB también han permitido identificar la utilidad del análisis de expresión génica
en una fracción de células de la sangre de fácil obtención, las células mononucleares de sangre periférica (PBMC),
para monitorizar las desviaciones de salud que se producen en los animales con fenotipo falso delgado.

A raíz de estas investigaciones, en un artículo publicado recientemente, el grupo propone el análisis de la expresión
del gen CPT1A, cuyo aumento en células sanguíneas es predictivo del futuro desarrollo de alteraciones tales como la
resistencia a la insulina y, particularmente, deposición de grasa en el hígado. Las investigaciones se han realizado
utilizando roedores, pues permiten realizar diseños experimentales que de otra forma no serían posibles. El
siguiente paso es el de testar la utilidad de estos biomarcadores directamente en humanos para poder de esta
manera contribuir a los diagnósticos preventivos, mejorar así la salud de la población y reducir futuros gastos
sanitarios.
.

Referencias bibliográficas:

Díaz-Rúa, R.; Palou, A.; Oliver, P. «Cpt1a gene expression in peripheral blood mononuclear cells as an early
biomarker of diet-related metabolic alterations». Food and Nutrition Research, 2016; 60: 33554. doi:
10.3402/fnr.v60.33554.

Díaz-Rúa, R.; van Schothorst, E. M.; Keijer, J.; Palou, A.; Oliver, P. «Isocaloric high-fat feeding directs hepatic
metabolism to handling of nutrient imbalance promoting liver fat deposition». International Journal of Obesity,
2016; 40(8):1250-9. doi: 10.1038/ijo.2016.47.

Díaz-Rúa, R.; Keijer, J.; Caimari, A.; van Schothorst, E. M.; Palou, A.; Oliver, P. «Peripheral blood mononuclear
cells as a source to detect markers of homeostatic alterations caused by the intake of diets with an unbalanced
macronutrient composition». The Journal of Nutritional Biochemistry, 2015; 26(4):398-407. doi:
10.1016/j.jnutbio.2014.11.013.

Díaz-Rúa, R.; García-Ruiz, E.; Caimari, A.; Palou, A.; Oliver, P. «Sustained exposure to diets with an
unbalanced macronutrient proportion alters key genes involved in energy homeostasis and obesity-related
metabolic parameters in rats». Food and Function, 2014; 5(12):3117-31. doi: 10.1039/c4fo00429a.

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