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ya que los argumentos recursivos carecen no sélo de sustento todo, de 167 del doctrinario y jurisprudencial univoco sino, ante fundamento legal, a la luz de lo dispuesto por el art. Cédigo Tributario Municipal (ordenanza 10.363/2001) - Negé que la sentencia recurrida se encuentre des- provista de fundamentos por desconocer 1a doctrina de 1a Corte fe "Compafisa Suprema de Justicia de la Nacién en el precedent Quimica", ya que la legalidad de la gabela se sustent’ (el resaltado pertenece al original) que autorizando a a en "normas locales" delimitan el poder tributario de los municipios, ja demandada a obrar como.1o hizo (art. 9 -inc. b., pérrafo segundo- de la ley 23.548; arts. 180, 162, 186, arts. 2, 43, 45 y 47 de 187, 188 inc. 1° y 189 de 1a Constitucién Provincial; la Carta Orgénica de 1a Municipalidad de c6rdoba y 167 det ee hetrng gue on funcn de onan soma [ince @istincién entre impuestos y tasas que realizaba la doctrina Eradicionel carece de perfiles claros 0 talented: yeas Se tradicional carece de perftie haturaleza es meramente estructural. Por ello, especificé que al de un mismo hecho imponible operaré como Ja definicién leg {asa o como impuesto segiin la modalidad de prestacién de la actividad sobre la que recaiga el tributo y, en ambos casos, jo seré en virtud de los servicios municipales de contralor, salubridad, higiene y asistencia social y cualquier otro no yetribuido por un tributo especial, pero que tienda al bie- nestar general de 1a poblacién. J Por ello, neg 1a existencia de los vicios imputados por la actora a la sentencia de mérito, toda vez que fue debidamente acreditada la actividad comercial de la empresa en el ejido de 1a demandada y la prestacién de los servicios municipales dentro de ese territorio, aspectos ambos que sus- tentan el acto de imposicién cuestionado y llevan a desestimar naporaToRros RAPPO SA C/ MUNICIPALIDAD DE ‘CORDOBA. g.C, 1.1303, B.XLIT. Procunaciin General da la acion el recurso de casacién deducido. -a1r- Disconforme, la accionante interpuso el recurso extraordinario de fs. 242/266 que, denegado a fs. 290/301, motiva esta presentaci6én directa. En sintesis, subray6 que la CCIES es inconstitucio- nal, tanto si se la considera una tasa como si se la analiza como un impuesto, Respecto de la: resefié la constante juris- prudencia de V.E. que [requTere de una concreta, efectiva e individualizada prestacién de servicio sobre algo no menos individualizado (acto o bien) del cont ribuyente. | Negé que, bajo las exigidas condiciones, puedan prestarse servicios a aquellos contribuyentes que carecen de presencia fisica en el ejido municipal, como ocurre en su caso. Impugn6, asimismo y de manera simétrica, la consti- tucionalidad del mentado tributo visto como impuesto, por contrariar el régimen de coparticipacién federal y el "Pacto Fiscal para el Empleo, la Produccién y el Crecimiento". En lo atinente al primero, sefial6 que la CCIES -en cuanto no retri- buye un servicio efectivamente prestado y se calcula sobre la base de los ingresos totales producto de la actividad- es an&loga al impuesto al valor agregado, en transgresién a lo dispuesto por el art. 9, inc. b, de la ley 23.548. Respecto del segundo, subrayé que la pretensién tributaria aqui deba- tida deviene incompatible con la obligacién provincial de promover la derogacién de aquellas tasas municipales que no constituyan la retribucién de un servicio efectivamente pres- tado. Q r 1ABORATORIOS RAPFO SA C/ MUNICIPALIDAD ‘CORDOBA. .¢, 1.1303, L.XDIT. & iin General da la Nacibn a derivada del al definir 1a(¢aga)cono una] categoria tributarii i ra poder de imperio~Gel Bstado, que si bien posee una estructw Juridica andloga al impuesto, se diferencia de éste por el Presupuesto de hecho adoptado por la ley, que consiste en el @esarrollo de una actividad estatal que atafie al obligado y que, por ello, (desde el momento en que el Estado organiza el servicio)y lo pone a disposicién del particular, éste no puede rehusar su pago aun cuando no haga uso de aquél, o no tenga interés en é1, ya que el servicio tiene en mira el interés Se ae ee eo et general |(Fallos: 251:50, 222; 312:1575; 323:3770; 326:4251, entre otros). Con 1a guia certera de esta consolidada jurispru- dencia, resulta préstino ave[ia diferencia entre tasa e im- puesto queda indubitablemente determinada por la existencia o no -en sus respectivos presupuestos de hecho- del desarrollo de una actividad estatal que atafie al obligado. Por ende, los diferentes modos bajo los cuales los contribuyentes desempefien sus actividades no causan mutacién en la naturaleza juridica del tributo, establecida por el legislador en ejercicio de sus facultades constitucionales Propias y exclusivas (arg. arte. #, 5*, 17, 52, 75 -incs. 1 y 28, 99 -ine. 3 y 121 de 1a Carta Magna) . Cabe destacar que esta distincién entre especies tributarias no es meramente académica, sino que ademis desem- pefia un rol esencial en 1a coordinacién de potestades tribu- andlogos a los nacionales distribuidos. ordenando 1 coordinando el transporte; trénsito y denominande, numerando y general, regulando el estacionamiento; asignando sentido a las calles y, en organizando las reglas bésicas para la promocién, ejercicio Y Progreso de las actividades comerciales, Andustriales y de servicios que se desarrolian en la ciudad, entre ellas, las cumplidas por el impugnante" (cfr. resolucién Ge 1a Direccién General de Recursos Tributarios N’ 1229, del 25 de julio de 2001, fs. 314/317 de los administrativos) . antecedentes Esta postura municipal se evidencia contraria a todas luces a un} requisito fundamental respecto de las tasas, xeiteradamente exigido por una extensa y constante jurispru- dencia del Tribunal, como es que al cobro de dicho tributo debe corresponder siempre 1a concreta, efectiva e individua- lizada prestacién de un servicio referido a algo no menos individualizado (bien o acto) del contribuyente ](Fallos: Cees 234:663; 236:22; 251:222; 259:41 312:1575; 325:1370; 329:792 y M.1893, L.XLII, "Mexicana de Aviacién S.A. de CV c/Estado Nacional", sentencia del 26 de agosto de 2008, entre otros). Aplicada dicha doctrina a las constancias de autos, queda en evidencia que la pretensién fiscal de 1a demandada carece de todo ajuste a los principios y reglas desarrollados en el parrafo anterior, los cuales encuentran sustento en el art. 17 de la Constitucién Nacional. Por este motivo, es ile- gitimo el cobro de 1a gabela aqui tratada (Fallos: 312:1575 y sus citas). Por Gltimo, no es ocioso recordar que si bien la Corte Suprema s6lo decide en los procesos concretos que le son sometides y su fallo no resulta obligatorio para casos andlogos, los jueces infériores tienen el deber de conformar ant

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