Está en la página 1de 12

Exploración cardiológica

L. Fernández Pineda, M. López Zea


Servicio de Cardiología Pediátrica. Hospital Ramón y Cajal. Madrid.

Rev Pediatr Aten Primaria. 2008;10 Supl 2:e1-12


Luis Fernández Pineda, lfernandezp@hotmail.com

Resumen
El soplo cardiaco es el motivo de consulta más frecuente en cardiología pediátrica. La in-
mensa mayoría de los casos vienen referidos desde la consulta de pediatría de Atención Pri-
maria, y es aquí donde se plantean las primeras dudas acerca de la naturaleza del soplo: fun-
cional u orgánico. En el presente trabajo se pretende recordar los puntos principales en los que
se apoya el reconocimiento o al menos, la sospecha, de una u otra clase, de soplo cardiaco. Sin
olvidar la gran importancia que tiene una historia clínica y una exploración pormenorizadas, se
detiene principalmente en la exploración cardiovascular y, especialmente, en la descripción de
los diferentes soplos, con especial atención a los de carácter funcional o inocente. También se
sugieren algunas de las principales razones para derivar a un niño portador de soplo cardiaco,
a la consulta de cardiología pediátrica. En el taller se presentarán casos clínicos característicos
cuyo diagnóstico se discutirá de manera interactiva con los alumnos.
Palabras clave: Soplo cardiaco, Cardiopatía congénita.

Abstract
The cardiac murmur is the mean cause of consulting in Paediatric Cardiology. The majo-
rity of the cases is referred from the Primary Care paediatrician, and is here where the doubts
about the nature of the murmur (functional or pathologic) are first posed. The aim of the pre-
sent work is to remember the main aspects to distinguish them, with special emphasis in the
description of the different kind of murmurs, without forgetting to make a detailed physical
exam and a complete clinical history. Also, some of the mean reasons to refer the case to the
paediatric cardiologist are exposed. In the workshop, some characteristic cases will be presen-
ted with discussion of their diagnosis.
Key words: Cardiac murmur, Congenital heart disease.

Introducción sonoras con frecuencias comprendidas


Los soplos son consecuencia de las tur- entre 20 y 2.000 hertzios.
bulencias en el flujo sanguíneo, dentro o En un niño sano, sin antecedentes y sin
fuera del corazón, que originan ondas síntomas o signos de enfermedad cardia-

Los autores declaran no presentar conflictos de intereses en relación con la preparación y publicación de este artículo.

e1
Revista Pediatría de Atención Primaria
Vol. X, Suplemento 2, 2008
Fernández Pineda L, y cols. Exploración cardiológica

ca, el diagnóstico de soplo funcional o diopatías congénitas (aumenta entre 3 y


inocente puede hacerse sólo con la aus- 10 veces la incidencia en la población
cultación. La precisión diagnóstica de- general, situada en 6-12 por cada 1.000
pende en buena parte de la formación recién nacidos vivos), o de muertes súbi-
del médico que lleva a cabo la ausculta- tas en la familia (síndromes con arritmias
ción. Así, un cardiólogo con experiencia potencialmente letales, miocardiopatía
no precisará habitualmente otras prue- hipertrófica), o de otras enfermedades
bas complementarias; en sus manos, no sistémicas o infecciosas presentes en el
todos los soplos cardiacos deben ser es- ámbito familiar.
tudiados de forma exhaustiva. Pero esa También es de gran interés la investi-
experiencia también puede adquirirse gación en los antecedentes perinatales
desde la pediatría general con la práctica de factores con potencial asociación con
diaria; ¿por qué no ser meticulosos en la alteración cardiaca congénita, como en-
auscultación cardiaca?, ¿por qué no per- fermedades maternas (diabetes, lupus,
der el miedo a oír algo de lo que duda- etc.), infecciones (rubéola, citomegalovi-
mos su etiología? rus, parvovirus), medicaciones y drogas
A pesar de todo, lo ineludible es distin- (anticomiciales, alcohol, anfetaminas,
guir el soplo funcional del ocasionado etc.). Por último, puede ser útil conocer
por alguna alteración estructural congé- los datos de embarazo, parto, peso al na-
nita del corazón, o al menos intentarlo. cimiento, necesidad y tipo de reanima-
Para ello, el mejor método es la ausculta- ción neonatal.
ción, pero no se puede olvidar en ningún En todo caso hay que tener presente
momento que para su correcta evalua- que algunos síndromes polimalformati-
ción se requiere además una anamnesis y vos (con cromosomopatía o sin ella) pue-
una exploración completas1,2. den asociarse a cardiopatías congénitas,
algunos en prácticamente el 100% de
Anamnesis los casos, como las trisomías 13 ó 18, y
En el momento de realizar la historia otros con un grado variable de inciden-
clínica es conveniente detenerse en los cia, como los síndromes de Down, Mar-
aspectos que pueden ser específicos pa- fan, Turner, Williams, Holt-Oram, Noo-
ra descartar cardiopatía congénita. nan, etc.
Es importante interrogar sobre la exis- También es sabido que muchas enfer-
tencia de antecedentes familiares de car- medades metabólicas pueden afectar al

e2
Revista Pediatría de Atención Primaria
Vol. X, Suplemento 2, 2008
Fernández Pineda L, y cols. Exploración cardiológica

corazón, como las mucopolisacaridosis, – Puede empezarse por inspeccionar


glucogenosis, alteraciones de la cadena el precordio, viendo si está quieto
respiratoria mitocondrial, o defectos de la o hiperquinético, circunstancia que
betaoxidación de los ácidos grasos. no debe extrañar en la edad pe-
Por último habrá que conocer el esta- diátrica, ya que la mayoría de los
do actual del niño valorando los signos y niños están en un estado circulato-
síntomas que pudieran ser compatibles rio hiperquinético.
con la presencia de una cardiopatía con- – Se pasa a continuación a la palpa-
génita: cianosis, dificultad para la alimen- ción del área precordial, buscando
tación con disnea e hipersudoración y donde late la punta del corazón. La
curva de peso inadecuada, infecciones presencia de soplo palpable (frémi-
respiratorias de repetición, retraso pon- to) en cualquier punto del precor-
doestatural, intolerancia al ejercicio físi- dio, incluido el hueco supraesternal,
co, sensación de taquicardia, palpitacio- es casi siempre sugerente de patolo-
nes o dolor torácico, síncopes, etc. gía cardiaca.
– La palpación de los pulsos arteriales
Exploración física es muy importante, valorando su
La presencia de un soplo cardiaco en la ritmicidad, frecuencia, calidad y la
exploración física de un niño debe pro- diferencia entre los miembros supe-
vocar una llamada de atención en aspec- riores e inferiores.
tos como su actitud, aspecto general y – La observación y medición de la
estado de su crecimiento y desarrollo. La presión venosa yugular da idea de
obtención de signos vitales básicos como la presión existente en la aurícula
la frecuencia cardiaca y respiratoria, y la derecha, siendo difícil de valorar en
toma de la tensión arterial en los miem- lactantes y niños pequeños. Parti-
bros superiores e inferiores es ineludible. cularmente en este grupo de edad,
La exploración cardiovascular específi- aunque también en general, es más
ca se beneficia de una cierta pauta (cual- útil la palpación hepática como in-
quiera es buena), de modo que no se de- dicador de congestión venosa.
je de explorar ninguno de los aspectos – Por último, no hay que olvidar la
que pueden terminar de definir la natu- inspección y auscultación del apa-
raleza del soplo del que es portador el ni- rato respiratorio en busca de signos
ño3. (crepitantes, sibilancias) que en al-

e3
Revista Pediatría de Atención Primaria
Vol. X, Suplemento 2, 2008
Fernández Pineda L, y cols. Exploración cardiológica

gunas ocasiones son consecuencia – Foco pulmonar: se localiza en bor-


de la presencia de una patología de esternal izquierdo, 2.º espacio
cardiaca de base4,5. intercostal. Puede extenderse a la
zona subclavicular izquierda.
Auscultación cardiaca – Foco mitral: en el ápex cardiaco,
Es obvio que no es lo mismo auscultar habitualmente 5.º espacio intercos-
el corazón de un preescolar con frecuen- tal izquierdo, con extensión hacia
cia cardiaca de 80 latidos por minuto, axila y borde esternal.
que el de un lactante inquieto con 150. – Foco tricúspide: en borde esternal
Por eso, en pediatría es importante izquierdo, 4.º-5.º espacio intercos-
adquirir cierta pericia en la auscultación tal izquierdo, con extensión hacia la
cardiaca, ya que la mayoría de las cardio- región subxifoidea y el lado dere-
patías se diagnostican en las primeras cho de esternón.
semanas de la vida. Es importante, sobre todo al inicio de la
En los niños más pequeños, la auscul- exploración, tener en mente la fisiología
tación debe realizarse con la máxima co- del ciclo cardiaco (figura 2). Esto servirá
modidad para el propio niño y para sus de gran ayuda para distinguir sístole de
padres. Aunque muchas veces es difícil, diástole, primer de segundo ruido, ruidos
es conveniente que el niño esté lo más sobreañadidos, etc., y comprender facto-
quieto y lo más callado posible. res que puedan ayudar y aportar impor-
También la auscultación cardiaca se tante información diagnóstica, como los
beneficia de una rutina exploratoria. Ésta movimientos respiratorios, los cambios
incluye la auscultación en los clásicos fo- posturales, etc4,6.
cos de auscultación repartidos por el área
precordial. Ninguno de ellos se debe de- Ruidos cardiacos
jar de explorar, ya que hay patologías Primer ruido (R1). Se produce al cerrar-
que se circunscriben a una pequeña zona se las válvulas auriculoventriculares
y no conllevan irradiación (figura 1): (mitral y tricúspide), al inicio de la sístole
– Foco aórtico: localizado en 2.º es- ventricular. Habitualmente es fácil de
pacio intercostal derecho, puede identificar, ya que la sístole (espacio entre
ampliarse al hueco supraesternal, R1 y R2), es sensiblemente menor que la
cuello y 3.er espacio intercostal iz- diástole (espacio entre el R2 y el R1). Aun-
quierdo. que la válvula mitral se cierra ligeramente

e4
Revista Pediatría de Atención Primaria
Vol. X, Suplemento 2, 2008
Fernández Pineda L, y cols. Exploración cardiológica

Figura 1. Radiografía de tórax sobre la que se representan las principales áreas de auscultación.

Área pulmonar
Área aórtica

Área tricúspide
Área mitral

Figura 2. Esquema que representa el ciclo cardiaco.

Apertura aórtica

Cierre aórtico
Presión aórtica

Apertura mitral
Presión ventricular
Presión arterial

M A
R4 T P R3
Ruidos cardíacos
R1 R2

a
c
v
PVY
T
P P
ECG
Q S

En la parte superior, las presiones correspondientes a la aorta, ventrículo izquierdo y aurícula izquierda (presión atrial).
En la parte central, la correspondencia de los eventos hemodinámicos de la parte superior con los diferentes ruidos cardiacos,
y en la parte inferior, con el pulso venoso yugular (PVY) y con el electrocardiograma.

e5
Revista Pediatría de Atención Primaria
Vol. X, Suplemento 2, 2008
Fernández Pineda L, y cols. Exploración cardiológica

antes que la tricúspide, el primer ruido se nado ventricular y/o mala distensibilidad
suele escuchar como un ruido único. de esta cavidad.
Segundo ruido (R2). Producido al ce- Ruidos accesorios. Siempre implican
rrarse las válvulas sigmoideas (aorta y patología cardiaca:
pulmonar). En este ruido se suelen iden- – Chasquido o clic sistólico de aper-
tificar sus dos componentes; el primero, tura o eyección: muy cercano al R1,
más fuerte, corresponde al cierre aórti- se ausculta en las estenosis de vál-
co, y el segundo, algo más débil, al cie- vulas sigmoideas o en la dilatación
rre pulmonar. Al auscultar en el foco pul- de grandes vasos (hipertensión pul-
monar se suele apreciar con facilidad el monar, etc.).
desdoblamiento fisiológico del R2 duran- – Chasquido diastólico de apertura:
te la inspiración: durante la misma, se situado después del R2, es clásica su
produce un aumento del llenado venoso auscultación en los casos de este-
sistémico a la aurícula derecha, lo que nosis mitral.
provoca una prolongación de la eyec-
ción del ventrículo derecho, y un retraso Soplos cardiacos (figura 3)
del cierre de la válvula pulmonar respec- Cuando están presentes, conviene te-
to del cierre aórtico. El desdoblamiento ner presente una serie de aspectos que
fijo del R2 durante el ciclo respiratorio es los caracterizan:
característico de la comunicación inter- 1. Localización en el ciclo cardiaco: hay
auricular. que situarlos en el mismo, y relacionarlos
Tercer ruido (R3). Coincide con el final con los ruidos cardiacos. Así se distinguen
de la fase de llenado ventricular rápido. soplos sistólicos (situados en la sístole, en-
Está presente en niños sanos, aunque tre R1 y R2), diastólicos (en la diástole, en-
suele aparecer en casos de ventrículos di- tre R2 y R1), y continuos (comienzan en la
latados y poco distensibles (insuficiencia sístole y sobrepasan R2 para terminar en
cardiaca congestiva, grandes cortocircui- la diástole).
tos, etc.). Su presencia suele producir el 2. Intensidad: los soplos se gradúan se-
llamado “ritmo de galope”. gún su intensidad. Aunque se puede ha-
Cuarto ruido (R4). Se origina por la cer en una escala de 6 grados, es prefe-
contracción auricular y se sitúa inmedia- rible y más sencillo hacerlo en una de 4:
tamente antes que el R1. Es siempre pa- – Grado 1/4: se oye con cierta difi-
tológico e implica alteraciones en el lle- cultad.

e6
Revista Pediatría de Atención Primaria
Vol. X, Suplemento 2, 2008
Fernández Pineda L, y cols. Exploración cardiológica

Figura 3. Esquema de los diferentes soplos cardiacos, sistólicos y diastólicos.


M SÍSTOLE A DIÁSTOLE M M SÍSTOLE A DIÁSTOLE M
T P T T P T

Pansistólico Protodiastólico
M A M M A M
T P T T P T

Eyectivo Mesodiastólico
M A M M A M
T P T T P T

Protomesosistólico Telediastólico
M A M M A M
T P T T P T

Telesistólico Continuo
R1 R2 R1 R1 R2 R1

– Grado 2/4: se oye al colocar el fo- que se origina por patología de la arteria
nendoscopio en el tórax. pulmonar se irradia a espalda, el causado
– Grado 3/4: muy fácil de oír, inten- por patología aórtica se irradia al cuello,
so. y también es característico el soplo co-
– Grado 4/4: se acompaña de un fré- rrespondiente a la coartación aórtica,
mito o thrill (vibración palpable en que se ausculta en región subclavicular
la pared torácica). izquierda, y que también se escucha en la
3. Localización: es útil identificar el lu- espalda, en la región interescapular.
gar de máxima intensidad del soplo, ya 5. Duración: según su extensión en la
que muchas veces orientará el diagnósti- sístole o diástole, se habla de soplos cor-
co. Para ello habrá que recorrer los focos tos (protosistólicos por ejemplo), largos
de auscultación descritos con anteriori- (pansistólicos), etc.
dad. 6. Morfología: aspecto dinámico del
4. Irradiación: transmisión del soplo soplo; intensidad homogénea (rectangu-
desde el foco de máxima intensidad a lares, holosistólicos), romboidales (cres-
otra zona. Algunos ejemplos: el soplo cendo-decrescendo), etc.

e7
Revista Pediatría de Atención Primaria
Vol. X, Suplemento 2, 2008
Fernández Pineda L, y cols. Exploración cardiológica

7. Timbre: característica sonora causa- el R2 y el R1. Cualquier soplo diastólico


da por la presencia de armónicos o so- aislado es patológico.
bretonos (soplos musicales, rudos, espi- – Protodiastólicos: cortos, de intensi-
rativos, etc.). dad decreciente. Son producidos por
la insuficiencia de las válvulas sig-
Soplos sistólicos moideas, pulmonar o aórtica.
Se sitúan en la sístole, entre R1 y R2. – Mesodiastólicos: romboidales. Ocu-
Pueden clasificarse en: pan el centro de la diástole. Se pro-
– Pansistólicos: ocupan toda la sístole ducen por aumento de flujo a través
sin variar su morfología (rectangu- de las válvulas aurículoventriculares
lares). Suelen aparecer en la insufi- (cortocircuitos izquierda-derecha) o
ciencia de las válvulas auriculoven- en la estenosis de las mismas.
triculares, y en la mayoría de las – Telediastólicos: ocupan el final de la
comunicaciones interventriculares. diástole, suelen ser de intensidad
– Eyectivos: son soplos romboidales, creciente, y son característicos de la
y se auscultan cuando hay esteno- estenosis mitral o tricúspide, coinci-
sis en los tractos de salida ventricu- diendo con la contracción de la au-
lares o de las válvulas pulmonar o rícula correspondiente.
aórtica.
– Protosistólicos: se inician próximos Soplos continuos
al R1 para ir disminuyendo en inten- Se originan en la sístole y sobrepasan el
sidad y terminar antes del R2. Son R2 acabando en la diástole. Se producen
característicos de las comunicacio- al existir una comunicación entre un va-
nes interventriculares musculares so arterial y otro venoso (ductus, fístula
pequeñas. arteriovenosa, etc.).
– Meso o telesistólicos: cortos, ubica-
dos en medio o al final de la sístole El soplo funcional
respectivamente. Son muy raros en Es el soplo más frecuente. Se ausculta
pediatría. Suelen asociarse a pato- en la mitad de los niños, aunque este
logía leve de la válvula mitral. porcentaje pude aumentar al 80% si la
exploración se hace en situaciones que
Soplos diastólicos aumentan la frecuencia cardiaca como la
Se escuchan durante la diástole, entre fiebre o tras el ejercicio físico.

e8
Revista Pediatría de Atención Primaria
Vol. X, Suplemento 2, 2008
Fernández Pineda L, y cols. Exploración cardiológica

Excluye, por definición, la existencia de sencia de falsos tendones en el se-


cualquier tipo de síntoma sospechoso de no del ventrículo izquierdo.
enfermedad cardiovascular y, por tanto, – Soplo eyectivo pulmonar. Produci-
de cualquier tipo de anomalía anatómica do en la válvula pulmonar, este so-
o funcional cardiaca. plo funcional es de aspecto romboi-
Los soplos inocentes son soplos sistóli- dal, circunscrito a la primera mitad
cos o continuos, nunca exclusivamente de la sístole, con intensidad 1-2/4,
diastólicos. No sobrepasan el grado 2/4, y con máxima auscultación en foco
y, por tanto, nunca se acompañan de fré- pulmonar. Disminuye en sedesta-
mito. En general, aumentan de intensi- ción y suele oírse en adolescentes,
dad en presencia de fiebre, anemia, o particularmente si están delgados o
después de hacer ejercicio físico, (aunque con anomalías torácicas tipo pec-
esto también puede ocurrir en los soplos tum excavatum o cifoescoliosis, al
orgánicos)7,8. Algunos de los soplos fun- disminuir la distancia entre el tracto
cionales más comunes son: de salida del ventrículo derecho y la
– Soplo sistólico vibratorio de Still. Es pared torácica anterior. Debe ha-
el más frecuente en el niño. Fue cerse el diagnóstico diferencial con
descrito por Still en 1909. Puede la estenosis pulmonar (soplo más
auscultarse a cualquier edad, des- rudo y presencia de clic protosistó-
de la lactancia a la adolescencia, lico), y con la comunicación inter-
aunque es más frecuente entre los auricular (R2 con desdoblamiento
2 y 6 años. No sobrepasa la inten- fijo).
sidad 2/4, y se circunscribe a la – Soplo eyectivo aórtico. Es un soplo
primera mitad de la sístole, con funcional producido en la válvula
máxima auscultación en el borde aórtica, que se ausculta con
esternal izquierdo y en el ápex. máxima intensidad en foco aórtico,
Muy a menudo disminuye de siendo ésta no superior a 2/4, de
intensidad al incorporar al niño. Su carácter eyectivo, y más frecuente
timbre es característicamente vi- en adolescentes y adultos jóvenes.
bratorio o musical. No se conoce Habitualmente coincide con una
su causa. Se habla de vibraciones situación de gasto cardiaco eleva-
en la válvula pulmonar durante la do, como fiebre, anemia, ansiedad,
eyección ventricular, o de la pre- hipertiroidismo, y en deportistas

e9
Revista Pediatría de Atención Primaria
Vol. X, Suplemento 2, 2008
Fernández Pineda L, y cols. Exploración cardiológica

con frecuencia cardiaca más baja tenosis valvular pulmonar y del


de lo normal y aumento del volu- de la comunicación interventricu-
men de eyección ventricular por lar.
latido. Debe diferenciarse de las – Zumbido venoso. Es el único soplo
estenosis del tracto de salida del continuo que es funcional, y es muy
ventrículo izquierdo (estenosis aór- frecuente. Se ausculta con el niño
tica valvular y subvalvular), siendo sentado, colocando el fonendosco-
los soplos correspondientes más pio delante del músculo esternoclei-
rudos, con clic protosistólico o con domastoideo, con mayor frecuencia
soplos diastólicos de insuficiencia en el lado derecho. Disminuye o
aórtica asociada. desaparece al girar la cabeza hacia
– Soplo de estenosis de ramas pul- el lado en el que estamos auscul-
monares del neonato. Es un soplo tando, y al tumbarse. Aumenta con
funcional muy frecuente en el re- la hiperextensión del cuello. Se cree
cién nacido y que suele desapare- que su origen son turbulencias ori-
cer antes del año de vida. Es un ginadas en la confluencia de las ve-
soplo eyectivo, de baja intensidad nas yugular interna y subclavia con
(1/4), a veces muy largo, de má- la cava superior, o por angulación
xima auscultación en foco pulmo- de la vena yugular interna en su re-
nar, y, de forma característica, corrido por la apófisis transversa del
irradiado a ambos hemitórax y atlas.
espalda. Es producido por angula- A pesar de toda esta información, y
ciones pasajeras en el origen de de tener presentes todos y cada uno
ambas ramas pulmonares. Es difí- de los factores que deben aportarnos
cil diferenciarlo del soplo de este- los datos suficientes para diferenciar si
nosis de ramas periféricas típico el soplo que se está auscultando es
del síndrome de rubéola congéni- funcional u orgánico, persisten en mu-
ta o del síndrome de Beuren-Wi- chas ocasiones dudas que hacen que
lliams, aunque en estos casos, los aparezca de inmediato la pregunta si-
niños suelen ser mayores, con fe- guiente: ¿hay que mandar al niño al
notipos peculiares, y los soplos de cardiólogo? Parece obvio que sí hay
tonalidad más aguda. También se que derivar en las siguientes circuns-
debe diferenciar del soplo de es- tancias:

e10
Revista Pediatría de Atención Primaria
Vol. X, Suplemento 2, 2008
Fernández Pineda L, y cols. Exploración cardiológica

– Imposibilidad de definir con certeza ciente sea portador de un soplo funcional


si lo que se ausculta es un soplo o de un soplo debido a una cardiopatía.
funcional. Si se ha realizado el diagnóstico de so-
– Anamnesis o exploración que su- plo funcional, es muy importante infor-
giera patología cardiovascular. mar a los padres adecuadamente, trans-
– Antecedentes familiares positivos mitiéndoles de la mejor manera posible
para cardiopatía congénita. que el corazón de su hijo es anatómica y
– El niño es portador de un síndrome funcionalmente normal, que no precisa
o malformación que puede asociar- revisiones por el cardiólogo, que puede
se a cardiopatía congénita. hacer una vida normal sin restricción de
– Neonatos y lactantes. En esta fran- su actividad física, que ese soplo se escu-
ja de edad pueden existir cardiopa- chará mejor en los momentos de mayor
tías aún sin expresión clínica. actividad física o con estado febril, y que
Y, ¿sirve de algo solicitar desde Aten- suele desaparecer en la adolescencia
ción Primaria otro tipo de exploraciones, aunque puede durar toda la vida. Pero,
como una radiografía (Rx) de tórax o un ante todo, no importa insistir en que no
ECG para intentar afinar o confirmar el hay que preocuparse, porque “el cora-
diagnóstico? Ambas exploraciones com- zón del niño está sano”.
plementarias ofrecen datos que en oca- Si, por el contrario el soplo es orgánico
siones son completamente patognomó- y, sobre todo, si la cardiopatía es suscep-
nicos de una determinada patología, y tible de tratamiento quirúrgico, será
en otros confirman la sospecha de algu- preciso transmitir la mayor tranquilidad
na cardiopatía. En ambos casos referir el posible a los padres, instándoles a que
caso al cardiólogo pediatra parece obvio. depositen su confianza en el equipo mul-
Pero tienen también un alto índice de in- tidisciplinario que a partir de ese
especificidad, por lo que, en general, se momento va a estar alrededor de su hijo:
desaconseja su práctica rutinaria, sobre desde el propio pediatra de Atención
todo la Rx de tórax. Primaria, hasta el cardiólogo pediatra,
Una vez que el diagnóstico está efec- cirujanos, intensivistas, anestesistas,
tuado, con o sin el concurso del cardiólo- especialistas en nutrición, fisioterapeutas,
go pediatra. Es bien distinto que el pa- enfermeras, etc.

e11
Revista Pediatría de Atención Primaria
Vol. X, Suplemento 2, 2008
Fernández Pineda L, y cols. Exploración cardiológica

Bibliografía guir ante el hallazgo de un soplo cardiaco. En: Mu-


ñoz Calvo MT, Hidalgo Vicario MI, Rubio Roldán
1. Sánchez López MC, Gracián Gómez M, Roca LA, Clemente Pollán J (eds.). Pediatría extrahospi-
Llop J. Semiología del niño cardiaco. En: Pedro A. talaria. Manual de diagnóstico y tratamiento. Ma-
Sánchez (ed.). Cardiología Pediátrica. Madrid: Edi- drid: Ed. Díaz de Santos; 1994. p. 183-7.
ciones Salvat; 1986. p. 88-99. 5. Newburger JW. Innocent murmurs. En: Fyler
2. Tamariz-Martel Moreno A. Valoración de un DC (eds.). Nadas’ Pediatric Cardiology. Philadel-
soplo cardiaco. En: Muñoz Calvo MT, Hidalgo Vi- phia: Ed. Hanley & Belfus; 1992. p. 281-4.
cario MI, Rubio Roldán LA, Clemente Pollán J 6. McNamara DG. Value and limitations of aus-
(eds.). Pediatría extrahospitalaria. Aspectos básicos cultation in the management of congenital heart
en atención primaria. Madrid: Ediciones Ergon; disease. Pediatr Clin North Am. 1990;37:93-113.
2001. p. 269-75. 7. Advani N, Menahem S, Wilkinson JL. The
3. Park MC. Routine cardiac evaluation in chil- diagnosis of innocent murmurs in childhood. Car-
dren. En: Park MC (ed.). The pediatric cardiology diol Young. 2000;10:340-2.
handbook, 2.ª ed. St. Louis: Mosby-Yearbook; 8. Advani N, Menahem S, Wilkinson JL. Innocent
1997. p. 1-65. murmurs: the perception of the parents versus that
4. Aguas Benito F. Valoración y conducta a se- of the child. Cardiol Young. 2002;12:587-8.

e12
Revista Pediatría de Atención Primaria
Vol. X, Suplemento 2, 2008

También podría gustarte