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Unidad 1

1. La historia del derecho. Concepto. Su objeto. a) Delimitación material: lo jurídico y lo


extrajurídico. El derecho y otras ordenaciones de la vida social. b) Delimitación espacial:
historia nacional e historia universal del derecho. c) Delimitación cronológica: la
periodificación.

No es posible abordar el análisis de todos los problemas de la historiografía jurídica, por lo


tanto, se debe tratar solo algunos, los principales, esto impone la necesidad de elegir.

Ricardo Zorraquin Becu destaca que: “Conviene analiza, periódicamente, las bases, los
métodos, los objetivos y la naturaleza misma de las disciplinas que cultivamos, porque de
ese análisis ha de surgir con mayor precisión lo que debemos hacer en el campo de la
especialidad.”

Delimitación del objeto.

Señalar que el objeto de la historia del derecho es lo jurídico, es expresar con otras
palabras lo que esta dicho en la denominación de la disciplina, por lo tanto, para distinguir
su objeto es necesario determinar su delimitación material, temporal y espacial.

Delimitación material.

La delimitación material comprende a lo que tiene que ver con la distinción de lo jurídico
de lo extrajurídico y los temas que va a considerar el historiador.

Lo jurídico

En primer lugar debe distinguirse lo jurídico de lo que no es. Primero hay que definir lo
jurídico. La palabra derecho tuvo muchas acepciones en el pasado como las tiene en el
presente, derecho como ciencia, como norma, como facultad, como ideal de justicia. Pero
entre estos objetos formales distintos existe una vinculación, pues el derecho como objeto
de saber científico, estudia, interpreta y contribuye a la elaboración de aquellas normas de
derecho en las cuales se fundan los derechos. Por lo tanto concluimos en que existen
varios conceptos de derecho, hay que encontrar un concepto unitario y como se obtiene.
Esto no fue conseguido hasta el presente. Tampoco existe acuerdo en cual es el camino a
seguir para eventualmente lograrlo.
Existen autores que parten de la historia, y afirman que esta disciplina es la única vía
posible para una comprensión de la esencia del derecho. Por el contrario en el ámbito de
la filosofía del derecho, algunos autores afirman que el concepto debe ser sintético, en
donde todas las posibles acepciones de lo jurídico tienen que reflejarse en él, sin que
ninguno sea excluido. Para saber que tal cosa es históricamente derecho, debemos
reconocer en ella rasgos esenciales que constituyen la esencia de lo jurídico. No estamos
ante un concepto jurídico propio de la dogmática, sino ante un concepto jurídico esencial.
Ante la pregunta del filosofo del derecho de como sin un concepto previo puede
distinguirse lo jurídico, el historiador responde que ese criterio lo elabora él mediante un
procedimiento de abstracion impropia, los fenómenos le permiten establecer categorías
que no son conceptos inmutables, sino que poseen el cambio de lo histórico, obteniendo
asi los caracteres esenciales del derecho. Garcia Gallo no cree que la historia jurídica, “sea
la que nos de el concepto del derecho y proporcione las soluciones que el jurista busca a
los problemas que se plantean”.

El texto se enfoca en la necesidad de diferenciar lo que es jurídico de lo que no lo es y


cómo esta distinción es fundamental para hacer una historia del derecho. Se menciona
que la palabra "derecho" ha tenido múltiples significados a lo largo del tiempo, tales como
ciencia, norma, facultad e ideal de justicia, y estas acepciones se multiplican al adjetivar la
expresión.

Aunque existen diferentes conceptos formales de derecho, el autor destaca una conexión
profunda y ontológica entre ellos. El derecho, como objeto de estudio científico, se
encarga de analizar, interpretar y contribuir a las normas jurídicas que fundamentan los
derechos individuales y expresan un ideal ético de justicia. A su vez, estos ideales éticos
también influyen en el estudio científico del derecho.

El texto resalta la importancia de la perspectiva histórica en el estudio del derecho.


Algunos historiadores consideran que esta perspectiva es la más relevante, incluso más
que los enfoques culturales contemporáneos sobre el derecho. Se argumenta que la
historia del derecho está estrechamente relacionada con otras disciplinas jurídicas, como
la filosofía y la dogmática, y que estas no deben desechar la historia como si fueran
independientes.

En cuanto a la definición del derecho y su estudio, el texto menciona que existen


diferentes posturas y no hay un acuerdo unánime. Se reconoce que la realidad jurídica es
compleja y puede abordarse desde distintos puntos de vista. Sin embargo, se enfatiza que
el historiador del derecho debe ser cauteloso al utilizar conceptos modernos para estudiar
épocas pasadas y recrear el contexto histórico en su investigación.

El texto también aborda la dificultad que enfrenta el historiador del derecho para
distinguir históricamente las normas jurídicas de otras normas sociales presentes en una
comunidad. Esto implica la necesidad de determinar cómo se entendió el derecho en cada
momento histórico, lo cual puede ser un desafío arduo.

Además, se menciona que, a partir del siglo XIX, surge otro ordenamiento que distingue la
ciencia jurídica: los usos sociales. Junto con el derecho legislado, existió un derecho
consuetudinario que a menudo se confunde con los usos sociales. La distinción entre ellos
ha dado lugar a múltiples teorías y debates, lo cual añade complejidad al estudio histórico
del derecho.
En resumen, el texto enfatiza la importancia de distinguir lo jurídico de lo no jurídico en el
estudio del derecho y la vinculación entre el derecho como objeto científico y las normas
jurídicas que fundamentan los derechos individuales. También destaca la relevancia de la
perspectiva histórica en la investigación jurídica y los desafíos que enfrenta el historiador
del derecho para diferenciar normas jurídicas de otras normas sociales a lo largo del
tiempo, incluyendo el desafío de establecer la relación entre el derecho, la religión, la
moral y los usos sociales.

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