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COLEGIO MADISON

GRUPO DE TEATRO MADISON


2DO. GRADO “C”
2010-2011

OBRA DE TEATRO

DE HADAS, DUENDES Y BRUJITAS


Creación colectiva del Prof. José Francisco Silva
y los alumnos del 2do. Grado “C” del 2010-2011

REPARTO:

LABRIEGO
MUJER DEL LABRIEGO
MALAS PULGAS
MALA CARA
MALCARIN
MALCARON
DUENDE NESSI
HECHICERO
BRÚJIDA
BRUJITA
TÍA KITTY
HADA FELICIA
HADA SEELIE
HADA PERI
PAPÁ BAILARINO
MAMÁ BAILARINO
PEPÍN BAILARINO
FINA BAILARINO

ESCENA UNO
EN UN LUGAR LEJANO

LABRIEGO: La historia que van a conocer hoy, ocurrió muy lejos de aquí. En un lugar donde la casa más
cercana se encontraba a kilómetros de distancia, en lo más profundo del bosque.

MUJER: (ACERCANDOSE) Este lugar era habitado por los seres más fantásticos y particulares que
jamás habíamos visto mi esposo y yo. Ellos vivían en unos enormes setos.

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LABRIEGO: Otros habitaban en lúgubres y oscuras cuevas que nadie, pero absolutamente nadie, ningún
ser humano había entrado nunca a ellas. (ENTRA MÚSICA QUE ACOMPAÑA LA NARRACIÓN)

LABRIEGO: Mi esposo y yo, nos habíamos hecho la promesa de no hablar nunca de ello. Pero la verdad
es que desde hace un mes se nos ocurrió, que un encuentro maravilloso y mágico como el que hemos
tenido con estos seres, debía ser compartido.

MUJER: A riesgo de parecer egoístas.

LABRIEGO: Y de eso nada. Por eso hoy le dije a mi esposa. Querida ha llegado la hora de compartir
nuestra historia.

MUJER: Y por eso estamos aquí. Es una historia de ninfas, duendes, hadas y brujas. Una historia que
podemos ubicar muy cerca de las fuentes de agua clara, entre los juncos altos y bajo los setos, en medio de
arrozales o en los más dorados trigos.

A MEDIDA QUE AVANZA LA NARRACIÓN SE ESCUCHA UN FUERTE VIENTO BORRASCOSO


Y APARECE LA CUEVA A LA CUAL HACEN REFERENCIA Y POR DONDE SE HAN DE METER
EL LABRIEGO Y SU MUJER.

LABRIEGO: Estos espectaculares seres que jamás habrían sido descubiertos por humano alguno a no ser
porque esa mañana nos hallábamos caminando distraídos a lo largo y ancho de la costa, cuando
observamos que la borrasca había levantado un gran banco de arena dejando una cueva al descubierto.
(SUBE MÚSICA) Enseguida le dije a mi esposa. Que extraño mujer. ¡Juraría que es la primera vez que
veo esa cueva!

MUJER: ¿Qué dices marido?

LABRIEGO: Esa cueva de allá mujer, a ver si tú piensas lo mismo que yo. Eso no estaba antes allí.

MUJER: Tú y tu curiosidad. Recuerda lo que nos pasó la última vez que metiste la cabeza donde no
debías.

LABRIEGO: Pero es que esto de verdad es muy curioso, es que no es una cueva común y corriente.

MUJER: Yo diría que parece más bien una colmena.

LABRIEGO: Eso, tú lo has dicho. Parece una colmena. (Y DICIENDO ESTO SE ASOMA A LA
CUEVA) ¡¡¡Hay alguien allí…!!!(A PARTIR DE AHORA SE ESCUCHARÁ LA VOZ EN OFF)

ECO: ¡¡¡Llí, llí,llí,llí!!!

LABRIEGO: ¡Es el eco¡

ECO: ¡¡¡Eco, eco, eco, eco!!!

MUJER: Ten cuidado hombre. Mira que la curiosidad mató al gato.

A PARTIR DEL MOMENTO EN QUE EL LABRIEGO ENTRA EN LA CUEVA, SOLO SE ESCUCHA


SU VOZ CON MUCHA REVERBERANCIA.
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LABRIEGO:¡Esto en verdad es muy profundo! Parece una casa de arcilla.

MUJER: ¿Qué dices hombre, que hay una villa?

LABRIEGO: ¡Ven, mujer, no tengas miedo!

MUJER: Pero si quieres que entre contigo, espérame no me dejes atrás.

LABRIEGO: ¡Anda, pero apúrate! Siempre tan lenta.

SU MUJER DESAPARECE DETRÁS DE ÉL, AHORA, VOLVEMOS A VERLES DE NUEVO


JUNTOS PERO EN EL INTERIOR DE LA CUEVA, ÉSTA ES UN LUGAR HABITADO POR SERES
MUY PEQUEÑOS, LLENO DE UN MOBILIARIO A LA ALTURA DE SUS HABITANTES.)

LABRIEGO: ¡Digo que parece una casa de arcilla!

MUJER: ¡Sí, de verdad hay muchas sillas! Uy, acabo de tener un recuerdo de mi niñez. Cuándo era muy
niña, no sé si te lo he contado alguna vez, por equivocación entré en una casa muy pequeña como esta y la
mesa estaba servida. Era una mesa muy pequeña y estaba puesta para tres comensales…

LABRIEGO: Sí, ya me lo has contado. También me has contado que tenías un pelo muy lindo, rubio como
el trigo y que la gente te llamaba…

MUJER: ¡¡¡Ricitos de oro!!! Imagínate nomás lo linda que era.

LABRIEGO: Anda, calla mujer. (SE ESCUCHA RUIDO CERCA) Escóndete alguien se acerca. (LA
MUJER SE OCULTA DETRÁS DE EL LABRIEGO QUE SE ESCONDE. APARECEN EN ESCENA
MALAS PULGAS Y EL HADA FELICIA)

ESCENA DOS
UNOS DUENDES SE PRESENTAN

MALAS PULGAS: (BOSTEZANDO ESCÁNDALOSAMENTE) Un día más, que aburrimiento. No me


gustan los nuevos días.

FELICIA: Buenos días, señor Malas Pulgas. ¡Ha visto que mañana tan fresca tenemos hoy!

MALAS PULGAS: ¡¡¡Mañana fresca!!! No veo que pueden tener de frescas, es una mañana como
cualquier otra.

FELICIA: Hoy el sol es más brillante, y la brisa tan fresca que mueve las hojas. ¿Sabe porqué?

MALAS PULGAS: Si, brisa fresca, hace un viento insoportable.

FELICIA: ¡No, señor! No es una mañana cualquiera porque al final del día de hoy se va a celebrar el Gran
Concurso de Baile.

MALAS PULGAS: ¿¿¿Quéééé´??? ¿Qué has dicho?

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FELICIA: ¡¡¡Que hoy es el gran día del concurso de baile de San Patrick!!!

MALAS PULGAS: No es posible. Que rápido pasa el tiempo. Tengo que avisar a mi familia.

MUJER: (DESDE EL LUGAR DONDE SE MANTIENE OCULTA A SOTO VOCE AL ESPOSO)


Marido, que raros son. ¿Qué es eso? No parecen enanos, ¿verdad?

LABRIEGO: No, la verdad que no. Silencio, nos pueden descubrir.

MALA CARA: (SALIENDO DEL SETO) ¿Eh, quién ha visto mi sombrero de metal?

FELICIA: ¡Oye, tal vez se lo llevo el gato!

MALA CARA: Ese fue el mismo que me robó la semana pasada el saco.

MALAS PULGAS: Mala Cara, ¿sabes que día es hoy?

MALA CARA: ¿No me lo digas?

MALAS PULGAS: ¡Si te lo digo!

MALA CARA: ¡No, no puede ser!

MALAS PULGAS: ¡Si! Hoy es el gran día del concurso de baile.

FELICIA: Mis amigos la familia Bailarino se han estado preparando sin descanso y con toda seguridad y
como todos los años van a ser los ganadores.

MALCARITA: (APARECIENDO) ¡Sabes, papá, por la radio están diciendo que hoy es…

MALA CARA: (INTERRUMPIENDOLA) ¡Si, ya sé! Acabo de enterarme. Hoy es el día del Gran
Concurso de Baile de San Patrick.

MALCARÓN: Y tú nos habías prometido inscribirnos para ganar.

FELICIA: Eso va a ser muy difícil, pues a Pepín Bailarino, su papá le ha comprado unos zapatos con los
que casi puede volar.

MALCARITA: ¿Estás oyendo papá? Tú nos habías prometido ese premio.

MALCARON: Es verdad. De ninguna manera debemos permitir que los Bailarino concursen.

MALA CARA: Tranquilos mis hijos. Déjenme pensar.

MALAS PULGAS: Tengo ganas de ir al otro lado del cementerio a buscar unas raíces de tormentillas para
el almuerzo.

MALA CARA: ¿Cómo puedes estar pensando en comida, en un momento como este?

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MALAS PULGAS: (CON INTENCIÓN HACÍA EL HADA FELICIA). Ayer me comí una mantequilla
de hadas que estaba exquisita, y todo eso lo hice acompañar de un agua miel. (SE RELAME DE GUSTO)
¡¡¡UUmmmhhhh!!!

FELICIA: (MUY ASUSTADA), ¿¿¿Mantequilla de Hadas, has dicho???

MALAS PULGAS: Si, de un Hada blanquita, con los cachetes rosaditos y el cabello recogidito hacía atrás
en una trencita. Bastante gordita y suculenta.

FELICIA: (SALE PRESUROSA, CASI HUYENDO) ¡Me voy, me voy, me voy! Ahora que me recuerdo
tengo que hacer unas cositas. ¡Me vooooyyyy!(SALE VELOZMENTE)

MALA CARA: ¡Ah, se fue!

MALAS PULGAS: Es la única forma de que esta fastidiosa nos deje tranquilos. Y necesitamos estar solos
para armar nuestro plan.

MALA CARA: No la soporto.

MALAS PULGAS: Necesitamos hacer algo urgente, para evitar que los Bailarino participen en ese
concurso de baile.

MALA CARA: ¡Déjame pensar! ¿Ella ha dicho que Papá Bailarino le ha comprado a Pepín unos zapatos
que le hacen volar?

MALCARIN: Sí, eso mismo decía.

MALCARON: ¡Yo quiero esos zapatos, papi!

MALA CARA: Calma, hijo, todo va a ser más fácil de lo que parece.

MALAS PULGAS: Es cuestión de llamar a la duende Nessi, y darnos una vuelta por la casa de los
Bailarino.

MALA CARA: No sé porque esos Bailarino no se retiran de una vez del concurso de baile.

MALCARIN: Pepín Bailarino, es un excelente bailarín.

MALAS PULGAS: Hace honor a su apellido.

MALCARIN: Si, y mientras ellos participen en el concurso...

MALCARON: …los Malacara no tenemos nada que buscar.

MALAS PULGAS: Se me está ocurriendo una gran idea.

MALA CARA: No será lo que yo estoy pensando. (SE OYEN VOCES Y SE ESCUCHAN UNOS PASOS
ACERCÁNDOSE)

MUJER: ¡¡¡Aaaaacchiiiissss!!!
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LABRIEGO: (TAPANDOLE LA BOCA CON LA MANO. POR LO BAJO. SE ESCUCHA OTRO
RUIDO DESDE AFUERA, ACOMPAÑADO DE UNOS PASOS) ¡¡¡Callate!!!

MALAS PULGAS: ¡¡¡Cuidado, aquí esta pasando algo raro!!! (RAPIDAMENTE SE ESCONDEN
DENTRO DEL SETO)

ESCENA TRES
YO VI UN DUENDE

ENTRAN BRUJITA, BRÚJIDAY SU MARIDO EL HECHICERO BUSCANDO DEBAJO DE LOS


SETOS Y ALREDEDOR DE LOS ÁRBOLES. EL LABRIEGO Y LA MUJER SE MANTIENEN
OCULTOS. AL OTRO LADO SE ESCONDEN MALA CARA Y MALAS PULGAS.

HECHICERO: ¿Y se veían duendes en tus tiempos, querida?

BRÚJIDA: Cuida esa lengua, descarado. ¿Qué sabes tú de ellos?

HECHICERO: ¿De los duendes?

BRUJITA DOS: ¡Por supuesto! Y de qué estamos hablando entonces.

HECHICERO: Te pregunto si en tus tiempos ¿la gente veía los duendes?

BRÚJIDA: Desde luego que sí querido. Antes era como más fácil.

BRUJITA DOS: Cada año se hace más y más difícil encontrar un duende a quien arrebatar el oro.

HECHICERO: Ya no se consigue el oro como antes.

BRÚJIDA: Recuerdo una vez que andando con mi madre vimos un duende con una enorme botija de oro.
Mi madre enseguida se puso en guardia y le persiguió pero no pudimos alcanzarle y arrebatarle el oro.

BRUJITA: ¿Es eso cierto, Brújida? ¿Viste realmente a un duende?

BRÚJIDA: En efecto, si señor, le ví. Pero usted marido siempre se ríe de mí por ello y se me quitan las
ganas de hablar de lo que ocurrió.

HECHICERO: Te prometo que esta vez no me reiré, Brújida, así que cuéntale a Brujita lo que viste.

BRÚJIDA: Todo ocurrió cuando yo tenía la misma edad de nuestra pequeña Mary. Un lunes por la noche
regresaba a casa desde el mercado, adonde me había enviado mi tía Kitty…

SE RECREA LA IMAGEN…

TÍA KITTY: Brújida, hija. Debes ir a visitar a la abuela y de paso aprovechas y me traes una buena
porción de te fresco del mercado.

BRÚJIDA: Esta bien, Tía Kitty. Voy en un momento.

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TIA KITTY: Anda, no dejes pasar el tiempo luego se hace de noche y se pondrá todo oscuro, y no olvides
que hoy tenemos el Aquelarre en casa de tus padrinos.

BRÚJIDA: Si Tía. (SIGUE CONTANDO) Era verano, más o menos mediado de Junio. Y cómo sabes en
el verano los días suelen ser muy largos. Para ir al mercado era necesario atravesar el campo traviesa.

HECHICERO: (INTERRUMPIENDO) En ese tiempo aún no nos habíamos casado y Brújida vivía con su
madre en casa de su Tía Kitty.

BRÚJIDA: El caso es que como dije era tarde, el sol ya casi se había puesto y la luz me daba directamente
en los ojos, cuando tuve que cruzar por un prado cubierto de matorrales.

HECHICERO: Fue entonces cuando al llegar al castillo, se encontró de pronto con un campo de trigo tan
magnífico como jamás nadie ha soñado…

BRÚJIDA: Lo cuentas tú, o lo cuento yo.

HECHICERO: Bueno, está bien, cuéntalo tú.

BRÚJIDA: ¡Gracias!

HECHICERO: Por nada.

BRÚJIDA: Y era maravilloso ver como aquel trigo se ondulaba, tan hermoso, cuando apenas le tocaba el
viento, al son de la música de un zorzal, que cantaba más abajo en el seto. (SE ESCUCHA MÚSICA)

BRUJITA: ¿No estábamos hablando de los duendes?

BRÚJIDA: Disculpa, es verdad. Pero es que el paisaje era tan bello. Que me gusta recordarlo en detalles.

BRUJITA: ¿Y entonces?

BRÚJIDA: Entonces cruce el riachuelo y de pronto me encontré en medio del campo. (SE ESCUCHA UN
FRESCO RIACHUELO)

HECHICERO: ¡Entonces ella vio tres duendes sentados!

BRÚJIDA: No hacían ningún ruido, pero allí estaban esos tres seres, en medio del camino.

HECHICERO: Y tenían unos sombreros enormes.

BRÚJIDA: ¿Y sabes que estaban haciendo?

BRUJITA: ¿Cómo voy a saber yo, si la que esta contando eres tú?

BRÚJIDA: ¡¡¡Estaban remendando unos zapatos viejos!!!

BRUJITA: ¡¡¡Noooo!!!

BRÚJIDA: ¡Sí, muérete!


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BRUJITA: Y porque me voy a morir.

HECHICERO: Así es como ella habla. No le hagas caso.

BRÚJIDA: Querido, déjame continuar, no me interrumpas tanto. El caso es que los tres zapateros se me
quedaron mirando con esos ojitos tan brillantes que ellos tienen.

BRUJITA: ¿Y tú que hiciste? ¡Cuenta, cuenta!

BRÚJIDA: (FUERA DE SÍ) ¡¡¡Pero si no me dejan contar, eso es lo que estoy intentando hace un rato!!!
(MÁS SERENA) Yo no pude dar un solo paso, así que mire para otro lado y recé. Cuando abrí los ojos ya
no había nadie, se desaparecieron, fue como un sueño.

BRUJITA: Pero Brújida, porque no los atrapaste.

BRÚJIDA: Me da pena decirlo… Pero es que tenía mucho miedo. Esa es la verdad.

BRUJITA: (EN ESE MOMENTO BRUJITA VE ALGO Y PEGA UN GRITO).¡¡¡Aaaaayyyyy!!!

BRÚJIDA: (SALTANDO ASUSTADA) ¿Qué pasa?

BRUJITA: (LLENA DE ASOMBRO) ¡¡¡Juraría que acabo de ver un duende!!!

HECHICERO: ¿Un duende aquí? Necesito uno para un conjuro.

BRÚJIDA: No, que va esas son imaginaciones tuyas. Es que estás impresionada por mi historia.

BRUJITA: No señor, puedo jurarlo. Lo acabo de ver en ese lugar. (SEÑALA HACÍA EL LUGAR
DÓNDE SE ENCUENTRA EL LABRIEGO Y SU MUJER) Lo ví como puedo verlos a ustedes, ahora.

HECHICERO: Pero si hace muchos años que los duendes desaparecieron de la faz de la tierra.

BRÚJIDA: Me estas llamando vieja, querido.

HECHICERO: Para nada, mi amor. ¿Pero, un duende en estos tiempos? ¡Por favor!

BRUJITA: Yo he escuchado que los duendes son muy difíciles de atrapar.

HECHICERO: ¡¡¡Allí esta!!! Qué no se escape. (SEÑALA NUEVAMENTE AL LUGAR DONDE SE


ENCUENTRAN ESCONDIDOS EL LABRIEGO Y SU MUJER. LOS TRES SE COLOCAN
ESPECTANTES Y EN ACTITUD PARA ATRAPAR AL DUENDE)

BRÚJIDA: ¡Cuidado, querido! Puede ser peligroso. (RODEAN EL LUGAR ENTRE LOS TRES).

HECHICERO:¡¡¡Qué no se nos escape, es que necesito uno para un conjuro!!!

LABRIEGO: (SALIENDO, MUY ASUSTADO) ¡¡¡Un momento, señores!!! Nosotros no somos ningunos
duendes.

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MUJER: (ASUSTADA) Cuidado marido, no los pierdas de vista: (SALEN Y SE COLOCAN ENFRENTE
DEL GRUPO, LA MUJER MÁS ASUSTADA QUE EL LABRIEGO SE ESCONDE DETRÁS DE
ÉSTE) ¡Disculpen, señores! Mi marido y yo pasábamos por acá como es nuestra costumbre…

LABRIEGO: Cuando de pronto vimos un cueva que no habíamos visto nunca y llamo nuestra atención.

MUJER: Yo le dije a mi marido que no se detuviera, que no fuera tan curioso.

LABRIEGO: Es cierto, ella me dijo eso, pero yo no le hice ningún caso.

MUJER: Como siempre.

HECHICERO: Así que han permanecido escondidos y escucharon todo lo que hemos estado hablando.

BRUJITA: Es de muy mala educación escuchar conversaciones ajenas.

LABRIEGO: No era nuestra intención, se lo aseguro.

MUJER: Para nada. Yo puedo asegurarles que no escuche nada. Y si llegué a escuchar algo. Pueden
preguntarle a mi esposo que siempre me dice que a mi me entran las cosas por un oído y me salen por el
otro.

LABRIEGO: Así que no tienen de que preocuparse.

HECHICERO: Bueno, no hay mucho que esconder en verdad llegamos acá atraídos por el concurso de
baile que se va a celebrar en el día de San Patrick.

BRUJITA: Sí, sabemos que en él participan muchos duendes atraídos por el gran premio del concurso.

HECHICERO: Y como necesito con urgencia un duende para un conjuro, creo que es el lugar y el día
perfecto para atraparle.

BRUJIDA: Bueno, bueno, vamos que estamos perdiendo el tiempo.

HECHICERO: Si quisieran acompañarnos.

LABRIEGO: No es mala idea.

MUJER: A mi me matan los concursos de baile. Marido, vamos.

TODOS: ¡¡¡Vamos!!! (SALEN.)

ESCENA TRES
PIEDRAS DE LAS HADAS

APARECEN UN GRUPO DE HADAS A VELOZ CARRERA HUYENDO DE ALGO, ESTÁN MUY


ASUSTADAS.

FELICIA:¡¡¡Vamos rápido que andan muy cerca¡¡¡


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PERI: ¡Ay, si que susto!

SEELIE: Nunca los había visto tan cerca, que feos son.

PERI: Ufff, por poco.

FELICIA: Si nos llegan a tener en sus manos nos van a convertir en mantequilla de hadas.

PERI: Si, ese es un platillo exquisito para ellos.

SEELIE: Guacatela, y ¿a que puede saber una mantequilla de hadas?

FELICIA: No lo sé, pero a ellos les gusta mucho. Eso dijo Malas Pulgas.

PERI: Sino fuera así, no nos perseguirían tanto.

SEELIE: ¿Oye, y ¿dónde esta Aziza?

FELICIA: Hace un buen rato que no la vemos.

PERI: Ay, Felicia, tengo tanto miedo por ella.

SEELIE: Pero no perdamos la esperanza, ella es muy inteligente y sabrá esconderse.

FELICIA: Hay algo que no podemos olvidar. Jamás, pero jamás debemos mencionarles el lugar donde se
encuentra Piedra de las Hadas.

SEELIE: Estas loca, eso nunca pueden saberlo.

PERI: Pues corre peligro toda nuestra comunidad de Hadas.

FELICIA: Por lo pronto hay que encontrar la manera de avisar a los Bailarino del peligro que corren.

PERI: Así como lo cuentas esos malvados no van a permitir que Pepín gane el concurso.

SEELIE: Y son capaces de cualquier maldad, para evitarlo.

FELICIA: ¡Hay que avisarles, pronto! (SALEN)

APARECE EL GRUPO DE DUENDES MALUCOS CON REDES Y CUERDAS. CON ELLOS SE


ENCUENTRA LA DUENDE NESSI.

MALA CARA: (ENTRANDO) Vamos, secuaces, hoy nuestra suerte tiene que cambiar.

MALAS PULGAS: Esto va a ser más fácil de lo que esperábamos.

NESSI: Con estas redes y cuerdas someteremos a toda la familia.

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MALA CARA: Y así no podrán presentarse al concurso de baile.

MALCARON: Y no olviden averiguar en que lugar Pepín Bailarino guarda los famosos zapatos.

MALCARIN: ¡Es lo primero que tenemos que buscar!

MALCARON: Ojala me sirvieran esos zapatos. Así nadie, pero nadie me arrebata el triunfo.

MALCARIN: Ya yo estoy muy cansada, porque no descansamos un momento.

MALCARON: Hemos debido trasladarnos a lomo de alguna bestia.

MALA CARA: Pero no has visto que en el rato que llevamos caminando, no ha pasado ninguna bestia.

NESSI: Y esto es muy raro. Aquí hay algo que no me gusta.

MALACARA: El aíre esta como pesado.

DE PRONTO SIENTEN AGUDOS PINCHAZOS Y SE QUEJAN.

MALAS PULGAS: ¡¡¡UUuuuyyy! Me han pinchado muy duro. Has sido tú.

NESSI: No, no he sido yo. Te lo juro.

MALA CARA: ¡Ay, mi nariz!

MALCARIN: (DOBLÁNDOSE DE DOLOR) Ay, ay, ay me esta dando un gran dolor de barriga.

LAS HADAS COMIENZAN A MOLESTARLES HASTA QUE LES HACEN SALIR HUYENDO. DE
AQUÍ EN ADELANTE SE HA DE ESCUCHAR LAS VOCES DE LAS HADAS PERO NO SE VEN,
MÁS, LOS DUENDES SALEN EN VELOZ CARRERA.

MALCARON: Y yo siento muchos pinchazos en la espalda.

MALAS PULGAS: Este lugar esta embrujado, huyamos.

NESSI: ¡AAyyyy, ay, ay, ayúdenme! (PERI SE SUELTA Y TINKY LA PERSIGUE)

MALA CARA: No seas tan torpe, hombre.

PERI: ¡AAyyyy, ay, ay, ayúdenme! (PERI SE SUELTA Y TINKY LA PERSIGUE)

MALA CARA: ¡No dejes que se te escape Tinky, ya era tuya!

NESSI: No seas tan torpe, hombre.

EN ESE MOMENTO FELICIA Y SEELIE SACAN DE UNA BOLSITA UNOS POLVOS MÁGICOS Y
SE LOS ECHAN A NISSE Y A LOS OTROS DUENDES.

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NISSE: Uy, me has dejado ciego. No puedo ver nada me pican los ojos.

MALA CARA: (CORRE HACÍA SU COMPAÑERO A AYUDARLE, ABANDONANDO LA


PERSECUCIÓN DE LAS HADAS. MOMENTO QUE ESTAS APROVECHAN PARA HUIR) ¿Qué te
pasa Nisse? ¿Te han hecho daño amigo?

NESSI: No sé, me pican mucho los ojos y no puedo ver nada.

MALAS PULGAS: Uy, es cierto ahora me pican los ojos a mi.

NESSI: ¡Huyamos, esto es cosa de brujos.

MALCARON: ¡Y de hechiceros!

LOS DUENDES HUYEN Y SE ESCUCHAN LAS RISAS DE LAS HADAS.

ESCENA CUATRO
CASA DE LA FAMILIA BAILARINO

PAPÁ BAILARINO: ¡Por fin ha llegado el gran día del concurso de baile!

MAMÁ BAILARINO: ¡Si mi amor, que emoción tan grande!

PAPÁ BAILARINO: Espero que podamos realizar un último ensayo antes del evento. Anoche mientras
dormías, yo pensaba en unos pasos muy especiales con lo que vamos a sorprender a ese jurado. Llama a
nuestros hijos, cariño.

MAMÁ BAILARINO: (LLAMANDO) ¡¡¡Hijos Bailarino!!! Bajen un momento que papá quiere hacer
unos correcciones a la coreografía.

FINA BAILARINA: ¡En un momento bajo mamá!

MAMÁ BAILARINO: ¡Vengan a la sala y traigan sus zapatos de baile!

PEPÍN BAILARINO: Ese es el problema mamá que no los encuentro. Anoche debí dejarlos al lado de la
cama, como siempre. Y hoy no he parado de buscarlos y no aparecen por ninguna parte.

MAMÁ BAILARINO: Pues hijo, si los dejaste al lado de la cama, allí deben de estar.

PEPÍN BAILARINO: ¡Pues no están! Ya estoy cansado de buscar debajo de la cama y no los veo.

FINA BAILARINO: Yo estoy lista en cinco minutos, mamá.

PEPÍN BAILARINO: (ENTRANDO) ¡¡¡Papáááá!!! No consigo mis zapatos. ¿¿¿Dóóónde pueden estar???
Seguro que fue Fina que los escondió.

PAPÁ BAILARINO: Pepín, hijo, no puedes estar acusando a tu hermana sin tener la seguridad de que ha
sido ella.
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MAMÁ BAILARINO: ¡Tranquilo, hijo! No te angusties ya tu madre los va a buscar y con toda seguridad
aparecerán.

FINA BAILARINO: (ENTRANDO) Para mi, que aquí hay gato encerrado.

PEPÍN BAILARINO: Sí, pero si no encuentro mis zapatos no voy a ir a ningún concurso.

PAPÁ BAILARINO: Ya, hijo, no seas malcriado con tu madre. Ella ya dijo que te va a ayudar a buscar los
zapatos. (TRATANDO DE CALMARLO) Ya, vamos todos a buscar los zapatos. (SALEN. CASI
ENSEGUIDA APARECEN MALAS PULGAS Y NESSI, QUE TRAE LOS ZAPATOS DE PEPÍN)

ESCENA CINCO
EN OTRO LUGAR LOS MALUCOS DUENDES…

NESSI: ¡Jijijijiji, Pepín anda angustiado buscando los zapatos!

MALAS PULGAS: Déjalos que sufran un rato más. Ha sido una gran idea esta que se le ha ocurrido a
Malcarón.

NESSI: Como me gusta hacerles maldades a la familia Bailarino, me caen tan mal.

MALAS PULGAS: Ellos se creen los mejores bailarines del mundo.

NESSI: Y mientras no encuentren sus zapatos no van a poder asistir al concurso de baile.

MALAS PULGAS: Que será esta misma tarde. Y al no competir ellos, tienen más oportunidad de ganar la
familia Mala Cara.

NESSI: Si, porque los Bailarino son los únicos que pueden llegar a arrebatarles el triunfo.

MALAS PULGAS: Y al no tener los zapatos jamás, pero jamás podrán realizar las difíciles piruetas que
han inventado.

MALA CARA: (APARECIENDO) ¿Qué pasó? ¿Qué han podido averiguar?

MALAS PULGAS: Nada, que Pepín anda desesperado buscando los zapatos junto a toda la familia.

MALCARÓN: (SACANDO EL PRECIADO PAR DE ZAPATOS) Y buscándolos se van a quedar, pues


estén en mi poder, va a ser muy difícil que aparezcan los zapatos.

NESSI: Y con toda seguridad llegarán tarde al Gran Concurso de Baile de San Patrick. TODOS
CELEBRAN Y RIEN CON MUCHA MALDAD.

ESCENA SEIS
EL GRAN CONCURSO DE BAILE

SUENA FANFARRIA Y SE ANUNCIA EL CONCURSO, LOS PARTICIPANTES COMIENZAN A


HACER ENTRADA Y A COLOCARSE. LLEVAN POMPONES, PANCARTAS Y BARRAS CON SUS
PREFERENCIAS Y GRITAN CONSIGNAS. SE COLOCAN POR UN LADO MUY CURIOSOS EL
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LABRIEGO Y SU MUJER, POR EL OTRO EXTREMO EL HECHICERO, BRUJIDA Y BRUJITA.
ENSEGUIDA ENTRA EL GRUPO DE LAS HADAS, MUY EMOCIONADAS Y ALEGRES. PASA UN
MOMENTO Y HACEN SU ENTRADA MUY CONFIADOS Y CELEBRANDO LOS MALUCOS
DUENDES, EL ÚLTIMO DE ESTE GRUPO ES MALCARON QUE TRAE PUESTO LOS ZAPATOS
DE BAILE. FINALMENTE HACEN SU ENTRADA LOS BAILARINO, VIENEN MUY ALICAIDOS
Y TRISTES. TAN PRONTO ENTRA PEPIN VE SUS ZAPATOS EN LOS PIES DE MALCARON.

PEPIN: (REACCIONANDO EN UN GRITO) ¡¡¡Mira mami, mis zapatos!!!

MAMÁ BAILARINO: Pepin, hijo, no seas mal educado. No podemos hacer una acusación de esa manera.

FINA BAILARINO: ¡¡¡Es verdad, Pepin, son tus zapatos!!!

PAPÁ BAILARINO: Hijos, guarden la compostura que estamos llamando la atención de la gente.

PEPIN: Pero, papá.

PAPÁ BAILARINO: Ya has escuchado a tu madre. No podemos acusar a alguien sólo por una sospecha.

MAMÁ BAILARINO: Antes debemos tener la seguridad de que son efectivamente tus zapatos.

PAPÁ BAILARINO: Luego habría que realizar una denuncia formal ante las autoridades.

MAMÁ BAILARINO: Pues no es correcto tomar la justicia por nuestra mano.

PAPÁ BAILARINO: Para ello están los jueces, hijos.

PEPÍN: ¡Nooo, papi! Pero de aquí hasta allá ya habremos perdido el concurso de baile.

FINA BAILARINO: Es cierto y no me parece justo.

PAPÁ BAILARINO: No hay que olvidar que arriba tenemos una justicia divina en la cual hay que confiar.

PEPIN: Si, pero, ¿como voy a bailar sin mis zapatos?

MAMÁ BAILARINO: Tranquilo hijo, primero debes confiar en ti mismo.

PAPÁ BAILARINO: Eso es lo más importante en la vida. La seguridad que puedas sentir por ti mismo.

FINA BAILARINO: Así es hermano. No olvides que tú eres un Bailarino.

EN ESE MOMENTO LLAMAN A TODOS LOS PARTICIPANTES AL CENTRO DE LA ESCENA


PARA DAR INICIO AL CONCURSO DE BAILE. DE INMEDIATO PASA A DESARROLLARSE EL
CONCURSO DONDE PODEMOS VER QUE EN EL MOMENTO EN QUE LE TOCA BAILAR A
MASCARON, ÉSTE NO PUEDE CONTROLAR LOS ZAPATOS, ESTOS LE DOMINAN Y LE
TUMBAN VARIAS VECES CAUSANDO LA RISA DEL PÚBLICO. LUEGO BAILA PEPIN CON SU
FAMILIA CON GRAN DESTREZA. EL PÚBLICO APLAUDE. FINALMENTE MALCARON
ARREPENTIDO DECIDE RECONOCER SU FALTA Y DEVUELVE LOS ZAPATOS A PEPIN.

MALCARON: ¡Yo quiero confesar algo!


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MALASPULGAS: Cuidado con lo que vas a decir.

NESSI: Ni se te ocurra acusarme. No tuve nada que ver.

MALASPULGAS: Malcaron, no digas nada. No seas tonto.

MALCARON: Es que cuando vi lo bien que bailó Pepin con su familia, me di cuenta que se necesita más
que un par de zapatos para ganar este concurso.

PEPIN: Yo también me he dado cuenta que lo más importante es la fuerza que esta dentro de nosotros
mismos. Y que no importa un par de zapatos cuando uno tiene seguridad y el apoyo de una gran familia.
(LOS BAILARINOS SE ABRAZAN)

MALCARON: Es verdad, Pepin. Estos son los zapatos que tanto buscabas, yo los tome porque quería
asegurarme de ganar el concurso de este año. (LE EXTIENDE LOS ZAPATOS) Toma, ahora te los
devuelvo.

PEPIN: Gracias, Mascaron. Ahora ya no los necesito. Y creo que no los voy a necesitar más nunca. Lo
único que deseo y quiero es a mi familia unida. Déjalos, ahora te los regalo, son tuyos.

PAPÁ BAILARINO: Creo que ya todos hemos recibido una gran lección. Malcaron ya no volverá a tomar
lo que no es suyo, y Pepin ya sabe que la confianza y la seguridad en nuestros actos es un gran valor por si
mismo.

MALCARON: Ahora deberíamos de celebrar y despedirnos con un gran baile.

TODOS: ¡¡¡Eso, si!!! ¡Que suene la música!

EL LABRIEGO Y SU MUJER SE VAN ACERCANDO AL CENTRO DEL ESCENARIO Y HABLAN


AL PÚBLICO.

EL LABRIEGO: Y esta es la historia que mi mujer y yo queríamos compartir con ustedes.

MUJER: Sobre lo importante que es tener una gran familia.

EL LABRIEGO: Una familia unida.

MUJER: Ese el núcleo de una gran sociedad.

EL LABRIEGO Y SU MUJER: Y la confianza en sí mismo es el primer secreto del éxito. SUBE


MÚSICA.

FIN

JOSÉ FRANCISCO SILVA


EN COLABORACIÓN CON LOS ALUMNOS DE 2DO. “C”
MADISON 2010-2011

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