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Clase de Taller de semiótica 29/08

Ejemplo sobre condiciones de producción y condiciones de reconocimiento: “Vos hacés


una pregunta, y la manera en que la realizas está condicionada por discursividad previa
(esta discursividad previa son tus condiciones de producción). Entonces, ese discurso tuyo
tuvo condiciones de producción, ahora, yo lo escucho, pero no con tus condiciones de
producción, sino con mis condiciones de reconocimiento (condiciones que operan en la
forma en que se lee un discurso). Conceptualmente, la diferencia es esa, no hay que buscar
nada más”.

El sentido de un discurso se genera a partir de las condiciones de reconocimiento. Hay un


sentido que se construye más allá de la voluntad del productor de ese discurso. Habrá
tantos sentidos como las personas que leen ese discurso. Si al realizarse ese discurso se
quiso tener algún tipo de transmisión de algo concreto, pero lo que ocurrió fue que cada
persona lee a ese discurso de distintas maneras, entonces el autor/productor de ese discurso
fracaso en su objetivo.

En cuanto a la ironía, algo es irónico inscripto en un determinado espacio y tiempo. Todo


discurso que se analiza en producción, se analiza en ese espacio y tiempo concreto en el
que se hace presente la Semiosis Social. Entonces, algo puede ser irónico en ese espacio y
tiempo, y después con el tiempo, ese sentido irónico puede perderse, diluirse.

Una de las principales cosas que plantea Verón que es el desfase entre condiciones de
producción y condiciones de reconocimiento, lo que está diciendo es que el reconocimiento
no se replica en producción. Es decir, no se genera ese sentido ideal que se construye en
producción, sino que se generan sentidos de acuerdo a con que condiciones de
reconocimiento se lee ese discurso.

Ejemplo: El lector actual de nuestra sociedad del Quijote, no tiene como condiciones de
reconocimiento, lecturas previas de caballerías. Entonces si el Quijote parodia las novelas
de caballerías, puede no manifestarse como producción de sentido. En el momento en que
Quijote es inscripto, si, por lo que sabemos históricamente, circulaba en esa sociedad, en
esa cultura, las novelas de caballerías, y por lo tanto, las novelas del Quijote eran leídas
desde ese conocimiento de las novelas de caballerías como condiciones de reconocimiento.
Después si el Quijote parodia a las novelas de caballerías, eso es casi un eslogan, que
tenemos como condición de reconocimiento para leerlo.

Un texto no es paródico, no existen textos paródicos. Sino que en su momento de


producción, en diálogo con la discursividad del momento, sea paródico. Pero si cambia la
discursividad con la que dialoga, puede que ya no sea paródico. Entonces no hay textos
paródicos, hay efectos de sentido paródicos.

Los efectos de sentido tienes que buscarlos y a partir de saber cuáles se generaron, verás si
el efecto de sentido es paródico y el por qué. Si yo analizo un texto en producción, el
recorte espacio-temporal es el del lugar cultural y contexto histórico en el que se presentó
ese texto en la semiosis.

Es un error creer que la sociedad, en cualquier época, deben leer un texto en un único
sentido canónico. Justamente, eso es contrario a un elogio que se le hace a los clásicos: en
cada época, dicen algo nuevo. ¿Por qué dicen algo nuevo en cada época? Porque están
dialogando con distintas discursividades externas a lo largo del tiempo. Como va
cambiando con que texto dialoga, no está construyendo el mismo efecto de sentido.
Construyen un efecto de sentido que sirve para la época en que se lo está leyendo.

La semiótica no valora en términos de subjetividad, sino que, estudia los procesos


sociales de producción de sentido. Sean ellos sentidos plausibles o detectables. La
semiótica busca analizar y encontrar el por qué se producen esos efectos de sentido.

Hay una suerte de diferencia entre la ironía y la metáfora. La metáfora está jugando en
realidad con elementos más o menos estables, la ironía no. La ironía es propia del discurso
situado en producción.

Una persona autista no reconoce la ironía y ese problema es debido a la gramática de


reconocimiento. La gramática de reconocimiento de una persona autista no incluye la
operación de leer, de forma figurada, la palabra. Pero cuidado, ¿Cuántas veces nos salió
mal un chiste? En ese caso, las condiciones de reconocimiento de esa persona no le
permiten entender el chiste.
La comunicación como un intercambio entre partes que creen haberse entendido. Un
acuerdo entre las cosas que vos creés (condiciones de producción) y lo que yo entendí
(condiciones de reconocimiento).

Las condiciones de reconocimiento se encuentran a partir de establecer un discurso de


reconocimiento. Un discurso en sí mismo no tiene condiciones de reconocimiento. Las
condiciones de reconocimiento son las condiciones de producción del discurso de
reconocimiento que lee al discurso que analizo. El discurso que analizo puede ser leído
desde distintas condiciones de reconocimiento.

El mejor análisis semiótico es el análisis grupal: no hay que analizar desde las
condiciones de reconocimiento cotidianas, hay más de una gramática y condiciones de
reconocimiento.

El desfase entre condiciones de producción y reconocimiento y la trialectica Genero,


estilo y campo son dos elementos que construyen una semiótica muy particular que
nosotros señalamos como semiótica argentina por ser distintas a otras.

Ejemplo entre desfase de producción y reconocimiento: Escritura generada en un espacio


cultural, pero que en otro país entran a jugar condiciones de reconocimiento distintas.

Steimberg: Proposiciones sobre el género y estilo.

Géneros y discursos son clasificaciones sociales, no son clasificaciones técnicas ni


teóricas, sobre la propia discursividad de esa sociedad que clasifica. Es decir, como
sociedades, como culturas, producimos discursos y simultáneamente los clasificamos según
dos criterios: género y estilo.

Si escribo un cuento y la primera oración es: “Cae lluvia en Lima”. Sabemos que en Lima
no llueve, así que pertenece al género fantástico.

Para saber a qué género pertenece determinado texto, debo buscar discursividad social y ver
si la ubico en un género establecido. Otra opción es buscar rasgos retóricos, temáticos y
enunciativos que correspondan con un género o estilo establecido, aunque puede ser que
coincida con rasgos de algún género establecido y aun así no ser considerado de ese género,
entonces hay que preguntarse el por qué la sociedad lo clasifica de ese modo.
Steimberg habla de movimientos clasificatorios sociales, es decir, como van cambiando.
Por lo tanto, él no plantea que hay clasificaciones estáticas, que no cambian con el tiempo.

Los géneros tienen una discursividad que habla de ellos bastante extendida y compartida
socialmente. Hay géneros musicales compartidos, pero en algunos sectores sociales hay
subgéneros que no todas las personas comparten, de hecho para algunos solo son
variaciones estilísticas de esos géneros musicales. El metadiscurso del género es más
compartido, en cambio el del estilo no.

La semiótica trabaja sobre las clasificaciones sociales, no las define.

Si el género no existía, no puedo proponerlo como condición de producción de ese


texto.

Ningún texto genera sentido por sí solo. Esa materialidad lo hace cuando se convierte en
discurso y dialoga con otras discursividades. Una de las discursividades primeras con las
que dialoga socialmente cualquier discurso es con la discursividad sobre los géneros. En el
campo de la literatura, por alguna crítica, algún comentario que hizo alguien que leyó, por
elementos de la tapa, por características del título, etc. Entramos munidos ya de ciertas
caracterizaciones, en algunos casos explicitas de algún género, en otros casos, como que
insinúan el género literario y en otros casos en donde el texto aparece sin clasificación
genérica. Por lo tanto, antes de comenzar la primera línea, ya socialmente nos abrimos a
cierto campo de sentido y no a otros. Si empezamos a leer un texto como novela romántica,
ya nos predisponemos a cierto tono, es decir, condiciona la lectura. Si entramos sin
indicaciones del género, entramos más abiertos a ese texto. Por otro lado, si entramos a
algún libro de un autor conocido, ya hay discursividad fuerte sobre los estilos. Cuando
entramos a ese libro, ya hay una condición de reconocimiento fuerte que es esa
discursividad sobre el estilo del autor. Es decir, esos títulos, ya se cargan de sentido de
acuerdo a esas discursividades sociales sobre género y estilo.

Los rasgos retóricos, temáticos y enunciativos es una formalización que Steimberg hace
sobre las clasificaciones discursivas de género y estilo. Esta formalización es el elemento
encontrado que impulsa las proposiciones, no son estos rasgos los que permiten diferenciar
género y estilo. La diferencia la encontramos en los metadiscursos, en el campo de
desempeño semiótico y en la organización según sistema.

Esta tripartición de rasgos retóricos, temáticos y enunciativos es utilizada como una


metodología de análisis, como forma de comenzar un análisis. Estos rasgos pueden ir
cambiando con el tiempo.

Los rasgos temáticos no son el contenido del discurso. Un discurso los toma de la cultura y
de la historia, lo re-trabaja.

Los rasgos enunciativos son los que vuelven a unir lo que separamos (rasgos retóricos y
temáticos). Es decir, en el momento enunciativo vemos cómo actúan los rasgos retóricos y
temáticos además del enunciativo, tenemos que volver a tener al discurso como unidad. En
el nivel enunciativo se encuentran las figuras textuales (construidas por el discurso)
llamadas enunciador y enunciatario.

Ejemplo: Cosmopolitan, era una revista dirigida a un enunciatario mujer. Por más que la
leían hombres, estos hombres no eran el enunciatario construido por ese discurso.

Por lo tanto, no hay que identificar al autor como enunciador ni al lector como enunciatario.

Esta semiótica que desarrollamos no es la única, hay más formas metodológicas.

No conocemos a la sociedad, hay que ir a investigarla. Lo que conocemos son esos


espacios sociales que transitamos, y esos espacios son espacios de comodidad. Esos
espacios de comodidad son espacios estilísticos donde nos sentimos más o menos pares
y por eso creemos que la sociedad es eso.

Ejemplo de Camila Sosa Villada: Enunciador mujer travesti, enunciador con lenguaje
codificado y agresivo.

Un texto codificado construye dos enunciatarios: el que conoce el código del texto y el que
cree conocer.

Campos de desempeño semiótico: Espacios discursivos que socialmente tienen ciertas


reglas. Espacios de intercambio discursivo donde hay géneros habilitados y otros
expulsados. Los géneros no tienen una legitimidad en pocos o un único espacio
discursivo, pueden aparecer en varios campos de desempeño semiótico. Ese campo en
el que se desarrolla el intercambio discursivo, ese campo en el que se plantea ese
discurso colabora en la construcción de sentido del mismo.

Ejemplo: La autobiografía se sostiene en el campo de “la verdad” (la promesa es no


mentir). En el caso de la ficción, no hay ninguna obligación de verdad. En la autoficción,
hay un parpadeo entre el campo de la ficción y el de la no ficción y, no puede estar en
ningún lugar en particular.

Ejemplo: Estamos en un espacio discursivo particular que es lo académico. Cuando lleguen


a sus casas, se habilitan otros géneros y se censuran otros.

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